2. «Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel»
(Proverbios 1:1)
«Palabras de Agur, hijo de Jaqué; la profecía que dijo el
varón a Itiel, a Itiel y a Ucal» (Proverbios 30:1)
«Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su
madre» (Proverbios 31:1)
La mayor parte del libro de Proverbios fue
escrito por el rey Salomón en los primeros años
de su reinado. Salomón fue el rey más sabio que
ha conocido el mundo (1ª de Reyes 3:5-14).
Algunos de estos proverbios fueron recopilados
en tiempos del rey Ezequías (Proverbios 25:1).
Junto con los dichos de Agur y Lemuel, estos
dichos sabios fueron inspirados por el Espíritu
Santo y preservados para nuestra instrucción
y enseñanza.
4. ¿Cuál es el principio, o fundamento, de la sabiduría?
«El principio de la sabiduría
es el temor de Jehová; los
insensatos desprecian la
sabiduría y la enseñanza»
(Proverbios 1:7)
Temer a Dios significa:
Temer entristecerlo.
Respetarlo y respetar su voluntad,
tomando todas nuestras
decisiones considerando su
Palabra.
Amarlo y obedecerlo.
Ser consciente de su presencia
personal en todo momento
y lugar.
5. «Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la
dirección de tu madre; porque adorno de gracia serán a tu
cabeza, y collares a tu cuello» (Proverbios 1:8-9)
Los sabios moldean su personalidad
(representada por la cabeza y el cuello)
escuchando el consejo de sus padres.
Esto les apartará del camino de los insensatos
que desprecian el consejo y siguen el dictado
por su propio corazón (representado por los
pies en los versículos 15-16).
La responsabilidad de los padres en la
educación de sus hijos para la
eternidad es una tarea sagrada.
El tiempo pasado con nuestros hijos será
de mucho más valor que el tiempo que
pasamos en nuestros negocios. La
educación es más importante que las
riquezas materiales.
6. «La gran obra de padres y maestros es la edificación del carácter,
el procurar restaurar la imagen de Cristo en los que han sido
puestos bajo su cuidado. Un conocimiento de las ciencias se
hunde en la insignificancia al lado de este gran fin; pero se puede
hacer que toda verdadera educación ayude al desarrollo de un
carácter justo. La formación del carácter es la obra de toda la
vida, y es para la eternidad. Si todos pudiesen comprender esto,
como también el hecho de que estamos individualmente
decidiendo nuestro propio destino y el destino de nuestros hijos
para la vida eterna o la ruina eterna, ¡qué cambio se produciría!
¡Cuán diferente sería nuestra manera de ocupar el tiempo de
gracia, y con cuántos nobles caracteres se llenaría nuestro
mundo!»
E.G.W. (Consejos para los maestros, pg. 60)
7. «¿Hasta cuándo amaréis la inexperiencia,
hallaréis placer en vuestras burlas y
despreciaréis el saber? Prestad atención a
mis correcciones» (Proverbios 1:22-23 DHH)
El que no escucha su
llamado
(Proverbios 1:28-32)
«… me llamarán, y
no responderé; me
buscarán de
mañana, y no me
hallarán»
«Comerán del fruto
de su camino, y
serán hastiados de
sus propios
consejos»
El que escucha su
llamado
(Proverbios 1:33)
«… habitará
confiadamente y
vivirá tranquilo, sin
temor del mal»
Cuando rechazamos la
sabiduría divina, nos
quedamos tan solo con las
falacias que nos fabricamos,
o que otros fabrican para
nosotros.
8. A. CÓMO HALLAR LA SABIDURÍA:
1. Escuchar (v. 1-2)
2. Pedir (v. 3)
3. Escudriñar (v. 4)
B. OBTENIENDO LA SABIDURÍA:
1. Dios la da a quienes la buscan (v. 5-6)
2. Somos protegidos (v. 7-8)
3. Entendemos la justicia (v. 9)
C. BENEFICIOS DE LA SABIDURÍA:
1. Da discreción e inteligencia (v. 10-11)
2. Libra del mal camino (v. 12-15)
3. Libra de la mujer extraña (v. 16-19)
D. NUESTRO DESTINO:
1. Andar en rectitud (v. 20)
2. Habitar en la Tierra Nueva (v. 21)
3. Evitar la muerte eterna (v. 22)
9. Guardar la ley de Dios
escrita en el corazón
(v. 1-2)
Vivir el amor y la verdad
externa («átalas a tu
cuello») e internamente
(«en la tabla de tu
corazón») (v. 3-4)
Confiar en Dios y dar
testimonio de Él (v. 5-6)
No depender de nuestra
propia sabiduría y
apartarnos del mal (v. 7)
«Y hallarás
gracia y
buena opinión
ante los ojos
de Dios y de
los hombres»
(Proverbios 3:4)
Recibir el don
de la sabiduría
implica:
10. ¿Por qué es bienaventurado el que halla la sabiduría (v. 8)?
La sabiduría que Dios da trae beneficios presentes (v. 8-32) y futuros (v. 33-35)
BENEFICIOS
PRESENTES
• Salud física.
• Abundancia de bienes.
• Largura de días,
riquezas y honra.
• Paz.
• Árbol de vida: vida y
gracia para el alma.
• Andar confiadamente
y no tener temor.
• Comunión íntima con
Dios.
BENEFICIOS
FUTUROS
• Una morada eterna.
• Ser exaltado por la
gracia divina.
• Heredar honra.
«Fíate de Jehová de todo tu corazón…» porque «Los sabios
heredarán honra, mas los necios llevarán ignominia» (Proverbios 3:5, 35)
11. «El Señor enumera en su Palabra los dones y las gracias que deben poseer
indispensablemente todos los que se relacionan con su obra. No nos
enseña a desdeñar el conocimiento o a despreciar la educación, porque
cuando está bajo el dominio del amor y el temor de Dios, la cultura
intelectual es una bendición. Sin embargo, no se la presenta como el
requisito más importante para el servicio de Dios. Jesús pasó por alto a
los sabios de su tiempo, hombres educados y de elevada posición, porque
eran tan orgullosos y se sentían tan seguros de su pregonada superioridad,
que no podían simpatizar con la humanidad que sufría, y llegar a ser
colaboradores del Hombre de Nazaret… Se pueden conceder los atributos
del carácter de Cristo sólo a los que desconfían de sí mismos. La más alta
educación científica no puede desarrollar por sí misma un carácter
semejante al de Cristo. Los frutos de la verdadera sabiduría proceden
solamente de Cristo»
E.G.W. (Testimonios para los ministros, pg. 259)