El documento describe las principales técnicas y soportes de la pintura románica, incluyendo frescos, tapices, tablas y miniaturas. Analiza las pinturas del ábside de San Clemente de Tahull, destacando su trazo grueso, colores planos, ausencia de profundidad y movimiento. También menciona otros ejemplos notables como las pinturas del Panteón de los Reyes de San Isidoro de León y miniaturas de códices.