1. LA ETIQUETA DE HOY PARA HABLAR POR CELULAR Y 'NO HACER EL OSO'
Nada más molesto que el timbre de un celular durante una función de cine, una misa o
un funeral. Aunque actualmente es un objeto indispensable, hay que aprender ciertas
normas de uso.
EN ESPECTÁCULOS PÚBLICOS
¿Le gusta estar pendiente de su celular cuando asiste a una ceremonia, teatro o
cualquier espectáculo público y luego se molesta porque sus vecinos la hacen callar?
No lo vuelva a hacer. Está usted mostrando una pésima educación en público, aunque
pueda pasar inadvertida momentáneamente. Cuando espere una llamada importante,
coloque su aparato en vibración y retírese de la sala para contestar. Así no
interrumpirá a quienes están con usted. Igual conducta debe seguirse en cualquier
lugar público en donde el silencio sea imprescindible para disfrutar de un espectáculo.
EN REUNIONES PRIVADAS
¿Le gusta ufanarse contestando en voz alta la llamada de un ministro (o personaje)
para que todos se enteren de lo importante que es usted? Se está exponiendo a que la
tilden fácilmente de fanfarrona. La discreción es la regla de oro en el uso del celular.
Nadie tiene por qué enterarse de sus conversaciones y usted no debe imponérselas
a vecinos, amigos y demás personas que estén a su alrededor.
A LA MESA
¿Suele usted hacer llamadas o contestar su teléfono celular cuando está sentado a
manteles, en su casa o en un restaurante? Esta conducta demuestra desatención con
sus amigos y se convierte en una situación incómoda que puede alterar el disfrute de
la comida. ¡Absténgase de hacerlo! Cuando esté departiendo en compañía de otras
personas, tiene la obligación de prestarles atención y en particular cuidar sus modales.
Haga sus llamadas una vez hayan terminado.
EN LA CALLE
¿Le gusta llamar la atención en la calle gesticulando y hablando en voz alta para que
todos los que pasen a su lado se enteren de las cosas interesantísimas que dice?
¡Cuidado! Puede llegar a verse ridícula. Nuevamente la regla de oro: sea discreta.
Busque un lugar apartado en donde pueda hablar pasando inadvertida.
PILOTO DE AVIÓN, ASTRONAUTA O ESNOB
¿Le encanta descrestar a los demás exhibiendo permanentemente en público esos
aparaticos que se ajustan a su oreja y que le permiten comunicarse sin necesidad de
utilizar sus manos? Cuando lo hace, le está enviando el mensaje a los demás de que
para usted es más importante estar conectado que cualquier relación con ellos. Se
justifica en pilotos de avión y astronautas, pero no en simples mortales. Utilícelos
únicamente cuando se encuentre solo o donde necesite las manos para manejar o
realizar un trabajo. De lo contrario, en vez de pasar por importante, va a quedar
como descortés y se le puede afectar el oído.
2. TRANSPORTE PÚBLICO
¿Cree que no incomoda a los demás cuando habla por su celular en un transmilenio
o un bus atiborrado de gente? Pues se equivoca. Nada más molesto que tener que
aguantarse conversaciones ajenas; sobre todo, tratándose de desconocidos. Nos
impiden relajarnos, poner la mente en blanco o, si se prefiere, estar con nuestros
pensamientos. Si tiene necesidad de comunicarse, sea breve.
REUNIONES DE TRABAJO
Cuando le suena el celular estando en una reunión de trabajo, ¿cree que es correcto
atender la llamada en voz
baja sin salirse del salón? ¡Pues se equivoca! Inevitablemente llamará la atención de
los concurrentes y los distraerá. Ponga su teléfono a vibrar y solo conteste, fuera del
salón, aquellas llamadas que realmente sean urgentes. Evite estar saliendo a cada
momento.
HOSPITALES Y CLÍNICAS
Si cree que por encontrarse en una habitación, sala de espera o urgencias de un
hospital o una clínica puede hablar sin medida y sin causar algún riesgo a los
enfermos, está en un error. Las ondas de los celulares pueden alterar ciertos aparatos
electrónicos causando perjuicio al paciente. Además se mostrará como una
desconsiderada. Pregunte antes de hacerlo y hágalo en los lugares permitidos.
FUNERALES
Los sepelios son un ritual en el cual acompañamos a nuestros familiares y conocidos
que han perdido a un ser querido. No utilice el celular en la ceremonia ni permita que
suene. Se le considerará como descuidada e insensible ante el dolor ajeno. La
discreción es la regla de oro en estos casos: apártese a un lugar en el que no moleste,
ni la oigan, y haga su llamada solo si es indispensable hacerla.
¿Quiere saber más?
María Cecilia Sáenz
Directora de Protocolo Empresarial MCS.