1. Integrantes:
* García Joselyn
* Labrador Jasbleydi
* Morales Néstor
* Oropeza Darianny
* Paredes Heidys
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria
Universidad Panamericana del Puerto
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Contaduría Pública
Sección: 11
2. Política Energética
Para alcanzar objetivos.
Toma de decisiones de un grupo
Actividad orientada en forma
ideológica
Transformaciones físicas y químicas.
Utilización y cambios
Producción de energía
Ciencia
Oropeza Darianny
4. Labrador Jasbleydi
Mientras en Venezuela el petróleo se
anteponga a la política energética,
ésta estará siempre relegada por la
renta y las divisas.
Si se coloca adelante al petróleo o
juntos, como es el caso venezolano, la
política energética pasa a un segundo
plano, hasta llegar a ser inexistente. En particular tenemos
algunas industrias que se
mueven en cuanto a la
política energética.
5. García Joselyn
Seguridad de Suministro
Eficiencia Energética
Evitar Calentamiento
Climático.
Desarrollo de Fuentes
Renovables.
6. Paredes Heidys
Beneficios energéticos y
ambientales
Optimización del uso de
energía.
Fomento de la eficiencia
energética en el sector.
Reducción de las emisiones de
gases de efectos invernadero a
la atmósfera.
Beneficios
socioeconómicos
Disminución del impacto de
la actividad desarrollada
sobre el cambio climático.
Reducción de los costes de
la organización como
consecuencia del ahorro
energético.
7. Morales Néstor
Fuente: Noticias Sexto Poder/15-12-14
Venezuela es
uno de los
principales
productores de
energía del
mundo, posee
las reservas de
petróleo más
grandes del
hemisferio
occidental.
8.
9. La política energética en Venezuela: mientras en nuestro País, el petróleo se
anteponga a la política energética, ésta estará siempre relegada por la renta y las
divisas. Si se coloca adelante al petróleo o juntos, como es el caso venezolano, la
política energética pasa a un segundo plano, hasta llegar a ser inexistente, como está
ocurriendo en la actualidad. Debemos tener un buen desarrollo de la infraestructura
para los energéticos no transables, electricidad y gas natural, el suministro de energía
primaria para la generación eléctrica, la producción de, los derivados de los
hidrocarburos que el país requiera.
Venezuela dejó de ser una pieza más dentro de la estructura geoestratégica
diseñada desde Washington, para pasar a ser una fracción importante y autónoma
dentro de la estructura económica mundial, donde el factor energético es la base que
soporta esa independencia. A diferencia de lo que ocurría a comienzos de la
explotación petrolera, en la primera mitad del siglo XX, el mercado interno de
energéticos no sólo ha dejado de ser un mercado marginal, sino que por el contrario se
ha convertido en elemento fundamental de la vida económica del país, por el tamaño
del consumo y los recursos involucrados, y por los efectos en la actividad productiva y
social, y en la calidad de vida de los venezolanos.
10. En los últimos ocho años la política petrolera venezolana ha venido
manifestando un viraje en su estrategia, producto de la puesta en marcha por parte
del Gobierno nacional de un modelo político, social y económico alternativo, que
pregona la salida de la pobreza a través de la socialización del capital, donde el
petróleo juega un papel importante, tomando en cuenta que es la principal fuente de
ingresos del país.
Para lo cual, se ha venido realizando una serie de reformas estructurales en la
industria petrolera con la finalidad de adaptarla a los nuevos planes energéticos, los
cuales, inicialmente, estuvieron enmarcados dentro los objetivos estratégicos de la
llamada "Nueva etapa de la Revolución bolivariana" impulsada en noviembre del
2004, el cual impulsa el fortalecimiento de un nuevo sistema multipolar internacional,
como una alternativa para contrarrestar la influencia de los Estados Unidos en
América Latina; y posteriormente, dentro de lo que se denominó el Plan Nacional
Simón Bolívar, específicamente, en la línea estratégica de convertir a Venezuela en
una potencia energética mundial y jugar un papel importante en la reestructuración
del Orden Mundial.
11. La política energética de Venezuela es una atribución del Poder Ejecutivo,
quien se encarga de diseñarla y coordinarla por medio de sus diferentes órganos
administrativos. Venezuela es uno de los principales productores de energía del
mundo, posee las reservas de petróleo más grandes del hemisferio
occidental, además de importantes reservas de gas y Carbón, así como un potencial
de producción de energía hidroeléctrica. Es el noveno productor mundial de petróleo
y el sexto exportador de esa fuente de energía.
En los últimos ocho años la política petrolera venezolana ha venido
manifestando un viraje en su estrategia, producto de la puesta en marcha por parte
del Gobierno nacional de un modelo político, social y económico alternativo, que
pregona la salida de la pobreza a través de la socialización del capital, donde el
petróleo juega un papel importante, tomando en cuenta que es la principal fuente
de ingresos del país.
12. Lo que estamos observando a lo largo de los últimos años
generalmente es un crecimiento acelerado y desordenado del gasto público,
que ha generado profundas distorsiones en la economía venezolana. El
crecimiento del gasto ha generado una “burbuja de consumo” que no ha
podido ser satisfecha con producción nacional, en buena medida porque la
inversiones resultan insuficientes. Específicamente la política energética
actualmente en determinados momentos ha sido deficiente, trayendo como
consecuencia apagones continuos, los cuales ocasionan también daños y en
algunos casos perdidas de los artefactos en los hogares. Se deberían tomar
mejores estrategias para llevar a cabo el buen funcionamiento de la energía y
así evitar causar daños.
13. Una verdadera política energética para Venezuela debe comenzar por
relegar al petróleo a un segundo lugar y colocar en primer plano la seguridad de
suministro interno. Esta aseveración implica que la importancia se desplace a
temas como: el desarrollo de la infraestructura para los energéticos no
transables, electricidad y gas natural; el suministro de energía primaria para la
generación eléctrica; la producción de los derivados de los hidrocarburos que el
país requiere; la optimización de sus redes de distribución interna; y a la definición
de una política de precios, absolutos y relativos, que haga sustentable dicho
suministro y oriente la selección de combustibles en función de la eficiencia y el
cuidado del ambiente. La política tiene que definir, al mismo tiempo, el ámbito
que corresponde al sector público y al privado, entendiendo que las actividades
monopólicas, como la distribución de gas natural y electricidad, requieren
regulación y que ésta es una tarea ineludible del Estado, lo que lo obliga a
organizar dicha función y a garantizar su independencia y equidad.