Este documento describe los cuatro procesos administrativos principales: 1) la planeación, que incluye establecer objetivos y determinar cursos de acción para lograrlos, 2) la organización, que se basa en ordenar los recursos de manera eficiente, 3) la dirección, que ejecuta los planes a través de la motivación, comunicación y supervisión, y 4) el control, que verifica que todo se realice según el plan y señala debilidades para mejorar.
2. 1.PLANEACIÓN
Es la función Administrativa que produce e
integra objetivos, políticas y estrategias; se
decide que objetivos perseguir durante un
periodo futuro y que hacer para lograr estos
objetivos; se compone de dos partes
fundamentales como establecer los objetivos, y
determinar el curso de acción a usar para
lograr dichos objetivos.
4. • ELECCIÓN.
Determinación, análisis y la selección, la decisión
más adecuada.
• FUTURO.
Prever situaciones futuras, anticipar hechos
inciertos, prepararse para contingencias y trazar
actividades futuras.
5. IMPORTANCIA
Compara el presente con el futuro.
Reduce el grado de incertidumbre.
Posibilita la realización de actividades
ordenadamente.
Aprovecha fortalezas y oportunidades
6. Evita amenazas y disminuye las debilidades.
Mejora la información de la empresa.
Facilita la evaluación y la retroalimentación.
Optimiza la toma de decisiones.
Fomenta el aprendizaje y la mejora continua.
7. 2.ORGANIZACIÓN
Esta etapa del proceso administrativo se basa
en la obtención de eficiencia que solo es
posible a través del ordenamiento y
coordinación racional de todos los recursos
que forman parte del grupo social.
Después de establecer los objetivos a alcanzar,
en la etapa de organización, es necesario
determinar que medidas utilizar para lograr lo
que se desea, y de esto se encarga la etapa de
organización.
8. 3.DIRECCIÓN
La ejecución de los planes de acuerdo
con la estructura organizacional,
mediante la guía de los esfuerzos del
grupo social a través de la motivación,
la comunicación y la supervisión son
la tarea de la dirección.
9. 4.CONTROL
Consiste en verificar si todo ocurre de
conformidad con el plan adoptado, con las
instrucciones emitidas y con los
principios establecidos. Tiene como fin
señalar las debilidades y errores para
poder rectificarlos e impedir que se
produzcan nuevamente.