El documento describe el rol subsidiario del Estado. Explica que el Estado debe intervenir cuando el mercado no puede satisfacer necesidades básicas, controlar monopolios y precios, y asegurar equidad y estado de derecho. También debe limitarse a áreas que el mercado no puede cubrir, como proteger a la población y garantizar oportunidades iguales. El Estado chileno adoptó este modelo subsidiario en los 70, traspasando funciones al sector privado y municipalidades.