El documento habla sobre el ciberacoso y cómo afecta a las personas. Explica que dos de cada diez personas sufren hostigamiento en Internet en algún momento y describe las tácticas que usan los ciberacosadores como burlas, amenazas y engaños. Además, ofrece consejos para protegerse como ignorar los ataques, moderar comentarios en blogs y denunciar el hostigamiento a las autoridades correspondientes.
Plan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdf
Cuando sos víctima del ciberbulling
1. Cuando tuiteás, publicás una foto en Ins-
tagram o hacés un comentario en Facebook
te encanta recibir un feedback (¿a quién no?).
Estamos de acuerdo: que te presten atención
en la Web es divertido y te halaga. Pero cuan-
do la atención se vuelve desmedida, puede
transformarse en un ciberacoso. “Es la prácti-
ca de hostigar y de humillar a otras personas
a través de un medio tecnológico”, explica la
psicóloga Laura Jurkowski, especialista en
adicciones a Internet y fundadora del Centro
reConectarse(www.reconectarse.com.ar).
Dos de cada diez personas sufren hostigamiento en Internet
alguna vez. Conocé cómo operan los provocadores virtuales y
aprendé a defenderte de ellos. Por Florencia Illbele
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CUANDO SOS
VÍCTIMA DEL
CIBERBULLYING
Según un relevamiento de la consultora
OH! Panel difundido por el Gobierno de la
Ciudad y por la comunidad virtual Taringa!,
en la Argentina, dos de cada diez personas
sufrieron alguna forma de acoso en Internet.
Esto se dio en forma de burlas, amenazas y
engaños a través de identidades falsas.
Existen distintos tipos de ataques, pero
todos poseen una característica en común:
el anonimato. “A diferencia del acoso tradi-
cional, el cibernético no requiere presencia
física ni valor para enfrentar al otro”, asegu-
ra el psicólogo Fernando Osorio, autor del
libro Ciberbullying: acoso y violencia en las
redes sociales (www.fosorio.com.ar). ¿Lo
peor? Potenciado por la omnipresencia que
ofrecen las herramientas digitales, podés
ser atacada por un hostigador virtual las 24
horas del día.
Quién está del
otro lado
¿Qué busca un ciberacosador? “No hay una
razón determinada. Lo puede hacer desde
un sujeto aburrido que quiere divertirse a
costa de otros, hasta un psicópata”, afirma
Osorio. “Los acosadores son narcisistas.
Van de la violencia verbal extrema a sentir-
se gratificados por sus propios comentarios
irónicos o sarcásticos”, explica Enrique Qua-
gliano, docente y especialista en Privacidad
y Protección de Datos Personales en Inter-
net (www.apunteseideas.com). Un dato
más: “Al no ver ni tocar a su víctima, poseen
un estado de insensibilidad que estimula
aún más el maltrato”, afirma Osorio.
Ellie Motolo es una fashion blogger
argentina de 26 años que hace un par de
años padeció ciberacoso. Una mañana,
como lo hacía habitualmente, se sentó en
su escritorio y preparó el contenido del día
para su blog de moda It Style (itstyleblog.
com). Editó las fotografías que se había
sacado y, mientras desayunaba, armó
el post. Segundos más tarde recibió el
siguiente comentario “No entiendo cómo te
podés mostrar así. Tu estilo, tu pelo y toda tu
persona son un desastre. No tenés el cuerpo
ni el porte de una modelo como para andar
sacándote fotitos todos los días”, aseguraba
alguien que se amparaba en un seudónimo
extraño. Los ataques se hicieron diarios:
Antes de contestar a
un trol, contá hasta
un millón.
InformeCosmo
2.
3. 140 COSMOPOLITAN | ABRIL 2015 COSMO.COM.AR
InformeCosmo
“Por favor, dejá esto a los que saben, a las
minas con una buena cola, buen cuerpo y
buena ropa: vos no tenés nada de eso. Sos
la decadencia de la moda hecha pública, no
calificás en belleza. Te faltan cinco para el
peso”, insistía el mismo usuario.
Dentro del lenguaje 2.0, las personas que
realizan comentarios hirientes y provoca-
tivos en foros, blogs o salas de chats se
denominan “trols”. “El término proviene de
un método de pesca con señuelo. Llevado
al plano de la Web, eso significa que el co-
mentarista tira un señuelo para que los de-
más ‘piquen’ y se arme un debate”, explica
Quagliano. Según un estudio realizado por
psicólogos de la Universidad de Manitoba
(Canadá) y de la Universidad de Columbia
Británica, del mismo país, los trols dedican
un promedio de once horas semanales
a su labor, y son sádicos. “Disfrutan de
causar daño a un tercero, molestar a otros
internautas, insultar en los foros y provocar
a los blogueros. En resumen: arruinan la
convivencia en la red”, afirma la psicóloga
Erin Buckels, investigadora del estudio
canadiense.
Cómo protegerte
del trolling
Los hostigadores no tienen límites. Zelda
Williams (la hija del fallecido actor Robin
Williams) fue atacada en Twitter horas
después del suicidio de su padre. “Mirá lo
que se hizo por tu culpa”, decía el tuit. La
frase iba acompañada por una imagen falsa
que dejaba ver el cuerpo de Williams con
marcas en el cuello. El episodio afectó de
tal manera a Zelda que ella se alejó de las
redes sociales por unos cuantos meses.
Nadie lo duda: recibir un mensaje des-
calificante y agresivo sin motivo alguno es
violento y genera impotencia. Pero podés
estar prevenida. Los blogueros, por ejemplo,
suelen moderar los comentarios: las opinio-
nes de los lectores se publican únicamente
si ellos las autorizan. “El autor del blog se
toma la atribución de leer previamente los
comentarios. Suena un poco antipático,
pero funciona como un filtro. También sirve
para evitar que el resto de los cibernautas
sean afectados por acciones molestas y
ofensivas”, explica Quagliano.
Ellie asegura que, aunque al principio se
angustiaba al leer los comentarios insultan-
tes, gracias a esta técnica logró manejar la
situación. “Conversando con otras bloggers
entendí que era una práctica muy frecuente
en Internet. Por otro lado, aprendí a darle a
cada opinión la importancia que se merecía.
Si era una crítica puntual sobre mi trabajo,
evaluaba lo que había publicado para ver
si lo que me decían era razonable. Pero
cuando se trataba de una ofensa, no le daba
trascendencia”, explica la bloguera.
Los expertos consultados coinciden en
que la táctica infalible para combatir a un
ciberacosador es ignorarlo. “No le respon-
das. Si entrás en su juego lo potenciás, y
eso te impedirá liberarte de sus ataques.
Por otro lado, informá el ataque a la plata-
forma en la que esté sucediendo. Casi todos
los sitios de Internet cuentan con canales
de denuncias”, aconseja Jurkowski.
Con todas
las de la ley
Según el relevamiento de OH! Panel, solo
el 15% de las personas que fueron víctimas
de alguna forma de acoso en Internet hizo
una denuncia; el 23% no se lo comentó a
nadie; y el 35% se animó a contárselo a
otra persona, pero no hizo ningún tipo de
acción de denuncia que pudiera poner fin a
la situación (el 27% de los encuestados no
quiso dar detalles).
Quizá creas que los hostigadores viven
camuflados, pero el abogado Leandro
González Frea (www.gonzalezfrea.com.
ar), especialista en Delitos Informáticos,
asegura que esa suposición está completa-
mente alejada de la realidad. “Como están
convencidos de que nadie puede descu-
brirlos, se animan a desacreditar e injuriar
a otras personas, escudándose en ese
supuesto anonimato que brinda Internet.
En la actualidad existen un montón de
herramientas de informática forense que
permiten identificar a la persona que está
cometiendo el daño”, afirma el experto.
En nuestro país, la Ley 26.388 sanciona
los delitos informáticos, entre los que está
contemplado el hostigamiento virtual.
“Cuando una persona ataca o difama a otra
por Internet, puede perjudicar su reputa-
ción on-line, lo que genera un daño social
altísimo”, explica González Frea.
¿Dónde denunciás a un ciberacosador?
En un estudio de abogados, en la División
Delitos Tecnológicos de la Policía Federal
Argentina (www.policiafederal.gov.ar) o en
la Fiscalía especializada en Delitos Infor-
máticos del Ministerio Público Fiscal de la
Ciudad de Buenos Aires (0-800-3334-7225
o www.fiscalias.gob.ar/denuncia-24hs/).
Todo se resuelve por vía judicial, apelando
a las normas del Código Penal argentino
referidas a las injurias. Una vez evaluado el
daño, se fija una multa. ■
5PASOS
paradesalentar
aunhostigador
1
Mantené el mismo
comportamiento on-line
que en la vida real. Es decir,
jamás publiques los datos que
no revelarías en tu vida off-line.
2
Sé cuidadosa con la
información personal que
brindás. Tené en cuenta
que los acosadores están
muy atentos a obtener la data
adecuada para hostigar.
3
Ajustá la configuración de
tus perfiles. Así, solo tus
conocidos pueden acceder
a tus publicaciones.
4
Si percibís que una
persona tiene conductas
molestas u obsesivas,
bloqueala y denunciala.
5
En caso de recibir mensajes
o e-mails de hostigamiento,
no los borres. Pueden ser
presentados como pruebas.
FUENTES: LAURA JURKOWSKY
Y ENRIQUE QUAGLIANO.
FOTO:DOLLARPHOTOCLUB.