3. La enferma al igual que el paciente es una persona con nombre, edad y sexo
determinado. Vive sola o acompañada, tiene esperanzas, sueños, temores,
fracasos.
Con esta imagen de si misma se enfrenta a un paciente con conocimientos y
habilidades. Su personalidad se ha desarrollado de acuerdo a las experiencias
tempranas que ha vivido con sus padres, hermanos, vecinos, médicos y
enfermedades previas.
En contraste con el enfermo, se espera que le medico sea consiente de sus
reacciones emocionales determinadas por experiencias pasadas y que no están
relacionadas con la situación presente manteniendo así la distancia.
También se espera que sea respetuoso sobre los datos que observa y obtiene
del paciente.

5. Una antigua tradición histórica le da al
médico y a la enfermera un importante
papel en la sociedad.
Esta tradición se remonta a épocas donde
la medicina se confundía con la magia y la
religión: en un principio era el shaman o el
sacerdote quien hacia de médico.
La tradición y el poder mágico se
articulan en la actualidad con los
conocimientos científicos y las
habilidades médicas adquiridas en la
escuela de medicina y enfermería.
La sociedad y más específicamente el
paciente espera del personal de salud que
sean expertos en lo que concierne a los
problemas de salud y enfermedad.
El paciente espera comprensión, ayuda y
curación.

7. A pesar de su condición de experta la enfermera como ser humano al
enfrentarse con el paciente va a sufrir cierto grado de ansiedad. Esta podrá ser
conciente o inconciente que la llevara a preguntarse como tratar adecuadamente
la enfermedad que afecta al paciente.
Sullivan afirma que tener ansiedad no es desgracia ni éxito, lo importante es
reconocerlo y saber manejarla de manera que no interfiera en el trabajo con el
enfermo.
Es recomendable que las enfermeras en su relación con el paciente manejen
elementos básicos como son:
 La empatía
 La contra transferencia.

9. La empatía supone en que el médico y la
enfermera tenga una flexibilidad de su
personalidad ya que en el ejercicio de la
práctica medica tendrá que alternar
frecuentemente con pacientes en
diferentes estados de animo.
Ejemplo: Un paciente deprimido adopta
una actitud de seriedad .
El médico y la enfermera como es obvio
no deben llorar con el paciente ya que
tiene que manejar sus emociones para
controlar el trabajo terapéutico.

11. Así como el paciente desarrolla una relación de transferencia, el médico y la
enfermera desarrollan la llamada contra transferencia y ésta puede ser positiva
o negativa.
La contra transferencia nace de conflictos infantiles no resueltos por parte del
médico o enfermera .
Así este puede sentirse muy alagado y bien con un paciente consecuente y
sumiso que sigue todas sus ordenes graficando así sus necesidades inconcientes
de omnipotencia.