2. Evaluación de centros y programas
Índice
Bloque 1. …………………………………………………………………………………………………………………………..pág. 3
Introducción / Reflexión.
1.1 Actividad Práctica: Mª Teresa González.
- Cuestiones previas.
- Resumen del texto: “Perspectivas teóricas recientes en organización escolar”.
- Cuestiones para el debate.
- Mi opinión personal.
1.2 Actividad Práctica: Antonio Bolívar.
- Resumen del texto: “La evaluación de centros. Entre el control administrativo y la mejora
interna”
- Cuestiones para el debate.
- Mi opinión personal.
1.3 Actividad Práctica: Miguel Ángel Santos Guerra.
- Resumen del texto: “Evaluar los centros escolares. Exigencia y necesidad”
- Cuestiones para el debate.
Bloque 2. ……………………………………………………………………………………………………………………………Pág.17
Introducción / Reflexión.
2.1 Actividad Práctica: Juan Carlos Torrego
- Cuestiones previas.
- Resumen del texto: “Algunas claves para el análisis de programas de asesoramiento y
formación del profesorado desde una perspectiva de mejora escolar en Martín, M.(coord.) la
calidad educativa en un mundo globalizado: intercambio de experiencias y perspectivas”.
- Cuestiones para el debate.
- Mi opinión personal.
2.2 Actividad Práctica: Elaboración de unos referentes de evaluación en relación con algún aspecto de
interés a evaluar en un centro.
Bloque 3. …………………………………………………………………………………………………………………………..pág. 23
Introducción / Reflexión.
3.1 Actividad Práctica: Esta práctica consiste en completar la tabla, partiendo de indicadores.
Bloque 4. …………………………………………………………………………………………………………………………..pág. 24
Introducción / Reflexión.
1
3. Evaluación de centros y programas
Los aprendizajes de este bloque sobre la redacción de informes y la evaluación del proceso mismo de
evaluación revertirán en el trabajo general práctico obligatorio.
Bloque 5. …………………………………………………………………………………………………………………………..pág. 26
Introducción / Reflexión.
5.1 Actividad Práctica: Guarro Pallás, A.
- Resumen del texto: Modelo de proceso” o “la estrategia del proceso de asesoramiento desde la
colaboración”. Una (re)visión desde la práctica.
- Mi opinión personal.
5.2 Actividad Práctica Voluntaria: Joaquín Gairín Sallán.
- Resumen del texto: “La Evaluación Institucional. Globalidad Y Partes”.
- Mi opinión personal.
Bloque 6. …………………………………………………………………………………………………………………………..pág. 44
Introducción / Reflexión.
6.1 Actividad Práctica: Breve resumen de la normativa básica que afecta a la evaluación de Centros y
Programas diferenciando el ámbito estatal y al menos en el autonómico de Madrid y/o Castilla La
Mancha.
Exposiciones vistas en el aula. ……………………………………………………..……………………………………..pág. 54
Autoevaluación……………………………………………………………………………………………………………………pág. 65
2
4. Evaluación de centros y programas
BLOQUE 1. Definición, sentido y características de la evaluación de centros y programas
Introducción/ Reflexión.
En este primer bloque hemos visto la evaluación como concepto, así como los principales modelos de
evaluación y las dimensiones y principios que en de ellos se desprenden.
Además hemos visto los fines y tipos de evaluación, el qué evaluar y cómo evaluar.
La evaluación de centros escolares es un ámbito de evaluación importante en la actualidad. No obstante,
hasta hace unas décadas éstos no suscitaban el interés que provocan hoy, y ello ha sido debido a diversas
razones. En primer lugar, debemos citar los famosos informes de Coleman et al. (1966) que demostraron
que los antecedentes socioculturales y económicos de los alumnos condicionaban su rendimiento
posterior. Sin embargo, no es menos cierto que en investigaciones posteriores se descubrió que alumnos
con antecedentes similares que asistían a centros educativos distintos obtenían un rendimiento
diferente.
Sin embargo, hay otras razones que han contribuido a que los administradores, educadores e
investigadores centren su atención en la escuela (Pérez Juste, 1999; Tiana, 1999; Lukas, Santiago,
Munarriz, Moyano y Sedano, 2000), como:
• La necesidad de información que muestra la sociedad tanto respecto al sistema
educativo en general como respecto a cada centro educativo en particular.
• La idea de que el centro educativo contribuirá a la mejora cualitativa de la educación.
• El aumento de la autonomía de los centros que lleva como contrapartida rendición de
cuentas.
La evaluación de centros educativos es una tarea muy compleja, sobre práctica, debido a razones
técnicas, presiones ambientales, falta de cualificados y dificultades para conseguir la participación y
necesarias (Escudero, 1997). Evaluar un centro educativo supone tres cuestiones fundamentales, a saber:
¿qué queremos evaluar?, vamos a hacer? y ¿para qué vamos a evaluar? (De Miguel, 1997).
Debemos conocer, así mismo, los diferentes modelos bajo los cuales a lo largo de la historia se ha ido
constituyendo la evaluación de centros, para tener una visión más objetiva y conocer cuáles son los más
acordes con la actualidad.
El análisis de la necesidad de evaluar como punto de partida para este primer módulo se asienta en el
texto de Bolívar, donde a través de la perspectiva de mejora se analiza la evaluación externa, de control y
logro para la mejora. Así se hace referencia a las evaluaciones insititucionales y a las diferentes políticas
que se han promovido desde las administraciones.
Respondemos así a; ¿para qué es necesario evaluar un Centro docente?
Señalamos algunos objetivos asignados a un modelo de evaluación que cumpla su función como
estrategia para la mejora del Centro.
3
5. Evaluación de centros y programas
• Conocer la situación de partida del Centro, de todos sus componentes organizativos y
funcionales, en el momento en que se propone la evaluación.
• Facilitar la formulación de un modelo de actuación adecuado al Centro, en función de los
datos anteriores.
• Detectar, de modo permanente, las dificultades que surjan en el desarrollo del modelo
de actuación elegido.
• Detectar progresivamente los elementos positivos de su funcionamiento.
• Regular, por tanto, el proceso de aplicación continua del modelo de actuación,
propiciando y facilitando la consecución de metas previstas.
• Conocer los resultados obtenidos al final del periodo fijado para la implantación del
modelo.
• Valorar los resultados obtenidos.
• Replantear el modelo de actuación del Centro, de acuerdo con la información recogida y
con su valoración y, consecuentemente, potenciar los aspectos positivos y corregir los
negativos en la organización y funcionamiento del mismo.
En definitiva, la respuesta a la pregunta ¿por qué evaluar? Es clara: para mejorar la calidad educativa del
Centro.
“El propósito de la evaluación no es demostrar, sino perfeccionar...” (Stufflebeam, D. L. y Shinkfield, A. J.:
1987).
Por otro lado, cabe reflexionar sobre la inconveniencia de emprender un proceso evaluador espontáneo y
no sistemático, pretendiendo cumplir los objetivos desglosados anteriormente.
Si nos preguntamos ¿es acaso posible tomar medidas relativas a un cambio de rumbo en determinada
faceta funcional del Centro sin apoyarse en datos fiables sobre su situación, ya sea esta positiva o
negativa? Se puede asegurar que de hacerlo intuitivamente o de forma improvisada supone correr graves
riesgos que, sin duda, repercutirán negativamente en la actividad del Centro.
Toda actuación racional y planificada en el campo educativo exige la evaluación sistemática de su
proceso de desarrollo, para que las medidas correctoras que se adopten sirvan de modo eficaz a la
mejora de la actividad y de los resultados que se obtienen en el Centro.
De otro modo, falta la base sólida de conocimiento y valoración de situaciones que es la que permite, en
gran medida, regular adecuadamente la compleja convivencia e interacción que se produce, cada día, en
el Centro.
4
6. Evaluación de centros y programas
1.1 ACTIVIDAD PRÁCTICA
Lectura del Artículo del Dossier: “Perspectivas teóricas recientes en organización escolar”, de Mª
Teresa González.
1. ¿Por qué decimos que no puede plantearse una evaluación de centros sin una clarificación
de qué entendemos por centro escolar?
La evaluación de centros no puede plantearse al margen de qué entendemos por evaluación y qué por
organización escolar.
Podemos evaluar algo, sólo a la luz de lo que entendemos, consideramos y valoramos que es ese algo
(Codd 1981). Por eso, cuando nos enfrentamos con la tarea de evaluar un centro, hemos de clarificar
previamente qué entendemos por centro escolar.
2. ¿Qué diferencias básicas existen entre una concepción racional de la evaluación de centro
y una concepción interpretativa? ¿Por qué?
Características de la concepción racional:
Entiende la evaluación como un proceso eficaz, para el logro de las metas establecidas
formalmente.
La eficacia y eficiencia de un centro, se pueden cuantificar.
Evaluación objetiva y de modo científico.
Basada en medidas cuantitativas.
Tiene función controladora (control administrativo).
Realizada por un evaluador experto externo al centro escolar.
Características de la concepción interpretativa:
Una concepción burocrática distorsiona e ignora la realidad de la vida escolar.
Dada su complejidad, no puede reducirse a un producto definible y medible.
Enraizada en la realidad cotidiana: la realidad no es lineal, se va construyendo, es interpretativa
(cada persona le da un significado).
¿Cómo ven el centro las distintas personas que participan en él?
Es un estudio intensivo y contextualizado de la organización como un todo..
Ha de interesarse en procesos y plataformas de valores subyacentes.
Ha de ocuparse de describir e interpretar lo que ocurre.
La eval., no debería realizarse sólo por personas externas al centro, sino que el conjunto de los
miembros del centro, también han de dar su punto de vista, interpretación y valoración de los
diversos aspectos y acontecimientos organizativos.
3. ¿Qué similitudes y diferencias existen entre las concepciones críticas de la evaluación de
5
7. Evaluación de centros y programas
centros y las concepciones interpretativas?
Características de la concepción crítica:
El centro es una construcción social mediatizada que por condicionantes socio-políticos,
económicos y culturales, la evaluación nunca es una actividad neutral: tiene valores ideológicos,
responde a los intereses y las relaciones de poder.
Perspectiva micropolítica.
Es un proceso democrático.
Tiene una función crítica, no sólo técnica: se miden por un lado la eficacia y la eficiencia y por
otro lado los valores, intereses y relaciones de poder.
A partir de ello, no debe hacer la evaluación: explicitar, cuestionar, y examinar las implicaciones
de ello.
Resumen del texto:
No se puede plantear la evaluación de centros sin conocer cómo se organiza un centro o qué es el proceso
de evaluación; pues sólo podemos evaluar algo si lo entendemos, consideramos y valoramos, como indica
Codd (1981).
Características del centro escolar:
Organización compleja, configurada por diversas dimensiones, y en el que se desarrollan
diversos procesos.
Posee una estructura formal, en gran parte determinada por la administración educativa.
En él ocurren relaciones diversas entre sus miembros.
Funciona en el marco de unos valores, creencias, concepciones sobre la educación, el
currículum, la enseñanza, los alumnos, los profesores y profesoras, el entorno y la relación
con el mismo, etc.
Está situado en un contexto específico; mantiene unas relaciones con la comunidad educativa
y funciona en una determinada dirección socio-política, económica y cultural.
Se desarrollan en él una serie de procesos: curriculares y de enseñanza y aprendizaje,
procesos de dirección, de mejora, etc.
Es una totalidad dinámica cuyas dimensiones están interrelacionadas.
Tiene un carácter global, por lo que:
o No podemos evaluar aisladamente cada parte.
o Hemos de tener en cuenta los elementos que le influyen para plasmar su compleja
realidad.
6
8. Evaluación de centros y programas
Enfoques teóricos de organización escolar:
Modelo racional Modelo interpretativo Modelo Crítico
Visión del centro escolar:
Organización orientada a metas Realidad internamente Construcción social mediatizada
explícitas y claras, en la que todo construida, las interacciones e por condiciones socio-políticas,
lo que ocurre tiene sentido y interpretaciones son esenciales; económicas y culturales en las
razón de ser en función de las en una situación social a las que se desenvuelve. Lo que
metas, y cuyo funcionamiento cosas, personas y ocurre en el centro está basado
puede predecirse y planificarse acontecimientos se les atribuye en creencias e intenciones
formalmente de antemano. significados distintos por parte ideológicas, de rol, etc. Lucha
de aquellos que viven en la micropolítica.
institución.
Proceso de evaluación del centro:
La eficacia es entendida en La evaluación del centro dada su La evaluación no es una actividad
términos de logro de metas. complejidad, ambigüedad e neutral, siempre se responde a
incertidumbre, no puede unos valores mediatizados por
reducirse a un producto definible intereses y relaciones de poder.
o medible.
Elementos básicos cuantificables: Enraizada en las realidades Proceso de evaluación
eficacia, productividad y cotidianas de la vida escolar. democrático; función crítica a
rendición de cuentas. cerca no sólo de lo técnico, sino
de valores, intereses, etc.
Puede evaluarse de un modo La realidad no es lineal, se va Examinar y cuestionar conflictos.
objetivo y científico. construyendo: las personas la
construyen a través de
significados y atribuciones.
Uso de instrumentos Evaluación: estudio intensivo, Ha de contribuir a reorientar la
cuantitativos y análisis contextualizado de la acción, guiada por el
estadísticos. organización como un todo. conocimiento que se genera en la
reflexión.
Le evaluación es una fuente de La evaluación se preocupa por Es una ocasión para el escrutinio
control administrativo. describir e interpretar lo que abierto, un debate público e
ocurre. informado, relativo a la
institución educativa.
La realizan instancias externas al No sólo ha de realizarse por
centro escolar. personal externo, sino que han
de participar todos los miembros
del centro.
El evaluador es un experto.
Sugerencia de cuestiones para el debate:
¿Por qué han surgido y se han desarrollado estos enfoques con concepciones diferentes del
objetivo y el contenido de las investigaciones en la educación?
¿Cuáles son las principales posiciones que adoptan hoy en día los investigadores en educación en
relación con estos enfoques?
¿Cómo desarrollar un enfoque integrador que permita dar respuesta a la problemática de la
investigación educativa en la etapa actual?
7
9. Evaluación de centros y programas
¿Es necesario que en la preparación de un grupo de investigación que laborará
fundamentalmente en la investigación participativa se les incluyan elementos relacionados con
los restantes paradigmas?
¿Son eficaces estas perspectivas para garantizar la calidad de los procesos de enseñanza y
aprendizaje? ¿Qué podríamos añadir o mejorar en cada una de ellas?
Mi opinión personal:
En lo que se refiere a los aspectos que nos ocupan diré que lo más interesante para mí es cómo hacer
tomar conciencia al profesorado de la necesidad de formar parte activa en las investigaciones, y de que
esto han de hacerlo a través de una formación, conociendo y asimilando la significación de ciertos
aspectos relacionados con la metodología de una investigación educativa. Creo que poco a poco se va
tomando conciencia de este hecho.
Por ello, ¿cómo podemos discernir qué tipo de información dar a cerca de cada uno de los diferentes
paradigmas a los que nos enfrentamos en el ámbito de la investigación educativa?
Para mí resulta imprescindible que el investigador educativo sea capaz de conocer, identificar y manejar
adecuadamente todas las técnicas y métodos del arsenal metodológico del cual se puede servir para dar
cumplimiento al objetivo que ha trazado para su trabajo.
El análisis del contexto investigativo, no puede ser efectivo si el investigador no es capaz de valorar los
aspectos positivos y negativos de la metodología empleada, así como los verdaderos aportes que hace el
trabajo en cuestión al contenido y los métodos de la investigación del problema objeto de estudio.
Todo este proceso de preparación ha de encaminarse a que pueda valerse del método dialéctico en el
análisis, y utilizar en sus investigaciones un enfoque integrador, más acorde con la realidad educativa, lo
cual incidirá en una riqueza mayor en el análisis, teniendo en cuenta las complejidades que presenta el
fenómeno educativo en la actualidad, al que ningún enfoque de los analizados, por sí solo, dará la
respuesta.
1.2. ACTIVIDAD PRÁCTICA.
Lectura del capítulo del dossier “la evaluación de centros. Entre el control administrativo y la
mejora interna” de Antonio Bolívar.
A lo largo del tiempo la evaluación de centros ha tenido dos propósitos:
Regular administrativamente el control de la escuela.
8
10. Evaluación de centros y programas
Promover un desarrollo como mejora interna, mediante la implicación y compromiso de los agentes y/o
comunidad.
House (1992) : "La evaluación, que fue inventada para solucionar nuestros problemas sociales, se encuentra
afectada hoy en día, precisamente, por los mismos problemas que tenía que resolver".
Por lo general es aceptado, que la evaluación siempre esconde intereses e implicaciones políticas. De todos es
sabido que la información es poder, y la evaluación genera conocimiento, que es utilizado por el poder, pues es
reflejo de nuestros compromisos. Dicho conocimiento generado, puede ser utilizado para aumentar el control y
la autoridad o para redistribuir recursos.
Como se ha observado en las lecturas anteriores, cada perspectiva conlleva un modo de concebir y hacer la
evaluación de los centros escolares. De Miguel (1989: 30) indica que no basta valorar "el número y calidad de
los productos/objetivos obtenidos sino también los procesos de mejora de la efectividad y calidad de vida
dentro de la organización, así como las estrategias de cambio y mejora".
Dos perspectivas de política educativa han dominado el diseño organizativo de los centros (Rowan, 1990):
Incrementar el control burocrático de los centros.
Reivindicar la autonomía profesional del profesorado en la toma de decisiones para posibilitar su
compromiso en las tareas de enseñanza.
La orientación de control pervive más a nivel práctico que teórico y la Administración trata de volver a esos
modelos de evaluación de control externo. Pues como indica Hans Weiler (1992); la evaluación es para los
gobiernos una compensación para sus respectivas políticas educativas, confiriendo al proceso político "el valor
añadido de la respetabilidad científica", al tiempo que proporciona mayor legitimación a un proceso que a
menudo tiene "una necesidad perentoria de una credibilidad tranquilizadora".
Su carácter instrumental se muestra abiertamente en utilizarse para un determinado fin: la evaluación de los
centros debe servir para mejorar la gestión, hacer un uso más eficiente de los recursos, emprender acciones
formativas, tomar decisiones políticas, etc.
La realidad escolar se asimila como un objeto estable, visible, con una naturalidad que permite ser evaluada. Es
objeto unitario, dividido en módulos, pudiendo ser evaluado cada uno independientemente: así, será eficaz si
cumple los objetivos estipulados. Una evaluación con estándares objetivos y comunes.
Esto es reflejo de la influencia neoliberal que está dándose en la escuela, como mecanismo para regenerar la
calidad, fomentando una cierta competencia entre los centros. Se trata de culpabilizar al sistema educativo de
algunos de los males sociales y de le baja productividad, por lo que el recurso más fácil ha sido establecer un
9
11. Evaluación de centros y programas
sistema de evaluación como estrategia para aumentar los niveles de eficacia o rendimiento. Y donde los centros
luchan por llevarse más clientes.
Estoy de acuerdo con que una evaluación externa, orientada al control de los centros y de sus profesores,
mediante pruebas estandarizadas no haría más que provocar una enseñanza orientada a pruebas y test, sin
promover, en absoluto la mejora interna del centro.
La evaluación ha de contribuir a la mejora escolar: Dentro del Proyecto Internacional de Mejora Escolar (ISIP),
OCDE; se entiende por mejora de la escuela "un esfuerzo sistemático y sostenido, orientado a cambiar las
condiciones del aprendizaje y otras relativas a las condiciones internas en una o más escuelas, con el
propósito último de lograr más eficazmente las metas educativas" (Miles y Ekholm, en Hopkins, 1989: 185).
El autor apuesta por la autoevaluación escolar que puede servir como estrategia de revisión y desarrollo de la
mejora: El centro genera procesos y formas de trabajo dirigidas a autorevisar lo que se hace cotidianamente, lo
que se podría cambiar y consensuar un plan de acción.
La autoevaluación institucional habría de capacitar al centro para hacer su propia evaluación; a través dela
formación del profesorado, generando conocimiento a través del diálogo, por medio de procesos de revisión
conjunta de su práctica diaria y de la propia acción educativa del centro en los espacios discursivos del trabajo
colectivo; al tiempo que supone reivindicar una perspectiva dialógica del conocimiento primando el
conocimiento local.
Hopkins (1989: 117) resume en seis las características de la Revisión Basada en la Escuela (autoevaluación):
1) Es un proceso sistemático, no una simple reflexión.
2) Su meta a corto plazo es obtener información válida sobre las condiciones, funciones, propósitos y
productos (eficacia) de una escuela o departamento.
3) La revisión lleva a la acción en un aspecto de la organización de las escuelas o del curriculum.
4) Es una actividad de grupo que implica a los participantes en un proceso colectivo.
5) De manera óptima, el proceso es "reconocido como propio" por la escuela o subsistema.
6) Su propósito es la mejora/desarrollo de la escuela y es una fase en ese proceso.
Existe pues, un compromiso por revisar, concretar y sistematizar nuestras ideas educativas; esto, requiere la
cooperación de todos o una mayoría de los miembros para analizar reflexivamente dónde se está, por qué y
cómo se ha llegado, valorar logros y necesidades y determinar qué cosas podemos ir haciendo mejor dentro de
lo posible.
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12. Evaluación de centros y programas
La evaluación de centros no es un problema metodológico, pues suele esconder asunciones políticas, en la
naturaleza y finalidad de la evaluación.
Criterios por los que diferenciar la metodología de la evaluación:
1. Orientación metodológica cualitativa/cuantitativa: Centros escolares como organizaciones. Primaría el
ambiente y clima organizativo del centro y aula. En la evaluación se trata de primar la mediación
interpretativa de los agentes (profesores y alumnos) en el contexto del centro.
2. Responder al servicio versus asesoramiento para mejora: Depende de hacia donde esté orientada la
evaluación:
1. Al control exige una información objetiva, estandarizada y defendible externamente
sobre la actuación de los profesores;
2. Para la mejora implica el compromiso y cooperación de los profesores, buscando su
motivación como un revulsivo para la mejora interna.
Tal y como indica el texto se habrá de dar una combinación de las dos para una práctica reflexiva.
3. Participación del cliente versus no participación: Beltran y San Martín (1992: 67), señalan: "aquellas
[evaluaciones] en las que, tanto los métodos aplicados, como la información generada en el proceso
evaluador es abierta, y se discute y reelabora entre los diferentes grupos de interés, formales o no, que
configuran la comunidad educativa".
4. Diseminación y utilización con determinados fines por agentes/audiencias diversas. El evaluador debe
prever, y poner los medios, los potenciales usos que se puedan hacer de los datos de la evaluación y del
procesamiento local que se haga de los datos.
La cuestión de los instrumentos de evaluación a utilizar es dependiente de su adecuación con los propósitos
de la evaluación, con la situación y cultura local, y con los datos que interesan para reflejar la situación o
iniciar la autorevisión.
Un control del curriculum podría provocar serios problemas de justicia/equidad entre Centros; pues
puede conllevar un incremento de la desigualdad entre los Centros escolares.
La autonomía de cada centro para elaborar, desarrollar y evaluar un curriculum propio no debiera ser
entendida como un pretexto para que cada escuela tome sus propias decisiones, atenta sólo a su contexto
e historia particular. Esto, terminaría generando opciones educativas que serían, por sus excesivos
parámetros locales, discriminativas, segregadoras y probablemente insolidarias. Y podría abocar a
considerar que no hay más criterio de "bueno" que el entendido/estimado por el grupo-centro.
(Escudero)
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13. Evaluación de centros y programas
La Administración educativa debe intervenir para velar por la realización de una justicia imparcial entre
los centros escolares, redistribuyendo recursos, e incluso estableciendo límites y reglas básicas. El
carácter de servicio social y público de la enseñanza exige criterios solidarios e imparciales.
Debieran existir mecanismos que aseguren que el sistema escolar público pretende ser "justo para
todos".
Una evaluación externa de los Centros docentes españoles sólo es justificable si tiene el sentido fuerte de
asegurar la igualdad de todos los ciudadanos españoles ante la educación. Poner todos los medios y
dinámicas de apoyo institucional y personal para reducir la desigualdad calidad educativa entre centros,
compensando las desigualdades sociales.
En España no existe una tradición de evaluación de centros, ni externa ni de autoevaluación, tal vez
porque hasta ahora se ha realizado muy poco en la práctica, por eso mismo las experiencias y literatura
sobre el tema son escasas. La "memoria anual" queda como un procedimiento formal que acaba en un
documento o informe, suma de actividades hechas o resultados de alumnos, incapaz de generar cambios,
o compromisos por la mejora del centro.
Sin embargo la LOGSE señala entre los principios por los que se regirá la actividad educativa, "la
evaluación de los centros docentes y de los diversos elementos del sistema" (Art. 2.3). Y entre las medidas
para fomentar la calidad de la educación estipula (Art. 62) "La evaluación del sistema educativo se
orientará a la permanente adecuación del mismo a las demandas sociales y a las necesidades educativas y
se aplicará a los alumnos, el profesorado, los centros, los procesos educativos y sobre la propia
Administración".
Debiera darse un cambio, pues la evaluación ha de ser fruto de un trabajo compartido y un compromiso
por la mejora de la educación que ofrece el centro. Esto exige rediseñar los contextos laborales de
trabajo, articular nuevos espacios sociales, organizativos, laborales, campos de decisión y dinámicas de
apoyo coherentes.
El Servicio de Inspección del Ministerio ha diseñado un Plan de Evaluación de Centros (llamado "Plan
EVA") que comenzó el curso 1991-92 y pretende irse generalizando en los cursos siguientes a todos los
Centros. Diseñada por técnicos del CIDE e inspectores se estudian: Contexto del Centro, recursos
humanos y materiales, apoyos externos, alumnado, organización y funcionamiento, procesos didácticos y
rendimiento educativo.
Sugerencia de cuestiones para el debate:
12
14. Evaluación de centros y programas
¿En qué medida es discutible este tipo de evaluación y qué elementos, contextos organizativos,
etc. habría que introducir para que una evaluación externa pudiera generar una autoevaluación
institucional orientada a la mejora?
¿La evaluación de centros, debe partir de la necesidad e iniciativa interna de los propios centros?
Mi opinión personal:
El texto me ha resultado muy interesante y revelador. Pues pone por escrito lo que muchos docentes
pensamos; la evaluación que fue inventada para paliar ciertos problemas, es utilizada como herramienta
para manipular. Decepciona un poco que una herramienta que podría ser útil y poderosa para la mejora
de nuestros centros, quede relegada a ser un mero artilugio con el que las administraciones intentan
distraer al público más crédulo.
Yo entiendo la evaluación como un instrumento justo para todos, al servicio de toda la comunidad
educativa, por ello pienso que se ha de promover una conciencia colectiva de mejora, no sólo una
percepción individualista de nuestro propio centro. Se trata de crear una cultura de evaluación, de la
cual nos beneficiemos todos, y para ello es necesario un control externo realista y acorde con los tiempos
que corren y una auto- revisión del propio centro; el tener una conciencia común metacognitiva; que
ayude a crear innovación a través de la crítica y la responsabilidad compartida.
1.3. ACTIVIDAD PRÁCTICA.
Lectura del capítulo del dossier “la evaluar los centros escolares. Exigencia y necesidad” de
Miguel Ángel Santos Guerra.
Hay que evaluar los centros escolares.
Para formular una escuela democrática basada en la necesidad de establecer criterios de calidad de los
servicios que presta. Aunque los resultados (referidos a los resultados de los alumnos ya que es el único
estamento que se evalúa) no son los únicos indicadores de calidad.
Tres caminos hacia la evaluación del centro.
1. Un sendero descendente:
Proviene de la decisión de agentes externos (Inspección, Administración,)
Se realiza en las escuelas y su método presenta escaso rigor y dudosa eficacia, no cuenta con la
opinión de todos los responsables.
Al ser una evaluación impuesta los centros han permanecido a la espalda de ella.
13
15. Evaluación de centros y programas
No se realiza de manera que facilite su autentica finalidad de análisis comprensión y ayuda para
la mejora de la calidad.
2. Un sendero ascendente:
El centro por su propia iniciativa pone en marcha la evaluación (autorreflexión)
La reflexión informal se realiza incesantemente que puede adquirir sistematización, rigor y
formalización. La canalización de la opinión y la búsqueda de referencias extraídas de la realidad
permiten articular un debate consistente sobre la calidad del trabajo en la institución (todos
evalúan el centro de manera informal).
Si la demanda es externa y la evaluación interna se suele burocratizar. (memoria final de curso).
3. Un sendero en espiral:
Parte de la iniciativa del centro con la ayuda de evaluadores externos.
Les ayudan a realizar el análisis en mejores condiciones.
Si existe el deseo de poner en marcha la evaluación es porque existe una preocupación por la
actividad del centro, por la calidad de su trabajo y porque quieren mejorar.
Lo pueden conseguir solos, pero por añadir, necesitan de otros que sean más objetivos evitando
así peligros como: fuerte compromiso de los participantes, el inconsciente deseo de confirmar las
teorías previas o la escasez de tiempo de profesorado y alumnado.
La evaluación: diálogo: comprensión y mejora.
Evaluación en los centros proceso de análisis que se apoya en el diálogo entre participantes y los
evaluadores y los evaluadores y la sociedad. El dialogo se articula sobre actitudes de respeto y opiniones
frecuentemente discrepantes, por lo que la evaluación se convierte en una plataforma de participación
que compromete a los protagonistas en la acción del Centro.
La evaluación es un fenómeno de comprensión, que exige una lectura atenta e inteligente de la realidad.
La comprensión se hace desde unas perspectivas determinadas que tiene que ver con unos valores a
partir de los cuales se han de interpretar tanto los procesos como los resultados.
Diálogo y comprensión encaminados a la mejora educativa del centro. No se evalúa por evaluar, se evalúa
para mejorar.
Estos efectos tan beneficiosos pueden ser descalificados con facilidad por la atribución al proceso de
cualidades poco científicas en función de los propios intereses. Atribuyendo los resultados a diversas
causas ajenas, o manipulando las conclusiones.
14
16. Evaluación de centros y programas
Dialogo, comprensión y mejora no son fases diacrónicamente consecutivas en el marco de la evaluación,
sino que interactúan de diversos modos. Mientras se dialoga, se comprende, al comprender se mejora y la
mejoría conlleva un mayor nivel de diálogo.
Las características de la evaluación
Tiene en cuenta el contexto. Analiza lo que sucede en un centro, partiendo de sus peculiaridades
diacrónicas y sincrónicas.
Está atenta a los procesos y no solo a los resultados
Da voz a los participantes en condiciones de libertad. Tiene en cuenta la opinión de todos, porque
son ellos los que tienen las claves para interpretar lo que sucede en el mismo.
Usa métodos diversos y suficientemente sensibles para captar complejidad de los fenómenos que
se producen en la escuela.
Esta atenta a los valores no circunscribiendo su preocupación a la búsqueda de indicadores de
carácter técnico.
No convierte la complejidad en simplificaciones abusivas, a través de números y estadísticas.
Se realiza a través de una negociación en la que está garantizada la defensa de intereses de toda
la comunidad y no de grupos determinados.
Tiene un carácter estructural y se preocupa por el centro como unidad, aunque se este evaluando
alguna dimensión siempre se tiene en cuenta el todo para comprenderla.
Se expresa a través de informes, en un lenguaje accesible a los destinatarios.
Es educativa porque se ocupa del valor educativo de la acción escolar y porque ella misma es
educativa al impulsar el diálogo, la participación y la reflexión compartida sobre la mejora.
(aprender a autoevaluarse)
Pretende ser una plataforma de participación y diálogo sobre la enseñanza y la educación.
Está comprometida con la sociedad y no solo con el centro evaluado.
Factores que dificultan:
La rutina,
el simplismo,
el individualismo,
la comodidad,
la aceleración,
la complejidad,
los temores,
la falta de experiencia.
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17. Evaluación de centros y programas
Estrategias:
Crear condiciones en los centros para que sea posible e incluso fácil demandar o tomar iniciativa de
realizar la evaluación.
Empezar por pequeñas experiencias, en las situaciones y condiciones reales, sin esperar los momentos y
las condiciones ideales que acaso nunca lleguen.
Cuestiones para el debate:
¿Cuáles son las características sociales que actualmente influyen en el desarrollo de la enseñanza
y por tanto en la evaluación?
¿Qué técnicas e instrumentos son apropiados para evaluar?
16
18. Evaluación de centros y programas
BLOQUE 2. Planificación de la evaluación 1.
Introducción/ Reflexión.
La realidad del Centro educativo que pretendemos evaluar se compone de diversos elementos de todo
tipo, que interactúan permanentemente e imposibilitan su valoración directa. Únicamente permiten esta
valoración los elementos fácilmente constatables o medibles, como pueden ser el estado físico de ls
instalaciones, la existencia del mobiliario o de recursos didácticos, el profesorado incorporado al Centro,
su titulación, etc. Pero la evaluación de determinados aspectos funcionales o personales, por ejemplo,
tienen en sí mismo una complejidad que, como decimos, hacen imposible su valoración directa. Por ello,
debemos utilizar medios indirectos de valoración, que desglosan y operativizan los componentes o
subcomponentes más amplios, y que por tanto, resultan más fácilmente evaluables. Nos estamos
refiriendo a los indicadores de calidad.
¿Qué es un indicador de calidad educativa? Podemos definirlo como la descripción de una situación o
factor educativo en su estado óptimo de funcionamiento. Es decir, que cuando formulamos un conjunto
de indicadores, estamos describiendo cuál sería la situación ideal en la que desearíamos que se
encontrara el Centro.
De forma más sencilla aún, dado que lo que evaluamos es casi siempre la consecución de los objetivos
que nos habíamos propuesto, en última instancia los indicadores deberán coincidir con los objetivos que
un Centro pretende alcanzar.
La evaluación de programas requiere valorar la información obtenida sobre los componentes de un
programa comparándola con algún referente interno o externo de calidad, es decir, con un criterio. En
alguna propuesta se ha planteado la posibilidad de abordar la evaluación de programas sin contar con
criterios previamente establecidos (Cronbach, 1981). La idea de una evaluación sin criterios no supone,
contra lo que la propia expresión parece sugerir, que se establezcan valoraciones sobre un programa sin
establecer elementos de comparación; por el contrario, plantea la posibilidad de criterios emergentes al
proceso mismo de evaluación.
Fijar normas o estándares de evaluación requiere de un importante nivel de consenso social, para que
sean reconocidas tienen que ser aceptadas colectivamente. Así, respecto del contenido del programa un
criterio estándar de calidad es la coherencia entre el programa y las bases socio-psicopedagógicas (la
teoría) en que dice ampararse, para ello el profesorado tiene que estar correctamente formado en este
sentido. Este criterio permitiría, valorar la medida en que el programa se apoya en unos fundamentos
teóricos sólidos. En relación con el desarrollo del programa, un criterio que cuenta con el suficiente
respaldo entre los evaluadores es el de la conformidad con la planificación: la constatación de un nivel
aceptable de conformidad entre planificación y desarrollo es un término que permite establecer la
calidad de la aplicación de un programa.
17
19. Evaluación de centros y programas
2.1. ACTIVIDAD PRÁCTICA.
Lectura del capítulo del dossier: Torrego J.C.(2001): Algunas claves para el análisis de programas
de asesoramiento y formación del profesorado desde una perspectiva de mejora escolar en
Martín, M.(coord.) la calidad educativa en un mundo globalizado: intercambio de experiencias y
perspectivas. ED. Universidad de Alcalá
Desarrollo profesional se define como: “la provisión de actividades diseñadas para mejorar el
conocimiento de las destrezas y comprensión de los profesores, de modo que conduzcan a cambios en su
manera de entender, pensar y actuar en el aula”.
Se puede establecer un perfil de los planes de formación del profesorado en base a tres características:
1. Credibilidad: A mayor credibilidad, cualquier propuesta de formación contribuye mejor al
desarrollo profesional de los profesores. Esto es; si el promotor del proyecto infunde confianza,
respeto e interés.
2. Finalidad: Es decir, para qué han sido diseñados. Dirigidos a:
a. Enriquecer los conocimientos y destrezas.
b. Remediar determinados aspectos considerados deficitarios.
c. Conformidad con determinadas políticas o prácticas educativas.
3. Capacidad de elección: Si no es impuesta y permite la elección libre.
Criterios complementarios:
- Valor: valía de la propuesta.
- Condición teórica: incorpora una justificación y fundamentación en relación con un modelo
ideológico y teórico sobre la enseñanza.
- Moral: opción moral por la que se declina la propuesta.
- Evidencia: demostrable su capacidad de éxito.
- Mérito: calidad en el proceso de desarrollo.
- Relevancia.
- Variabilidad: adaptadas a contextos diversos.
- Incentivo: estímulos positivos variados y adaptados a cada profesor.
- Apoyo.
- Éxito: preocupación por las finalidades y objetivos de la propuesta.
- Objetivos: conocidos, compartidos y alcanzables.
- Instrucciones: de calidad y que partan de la reflexión.
- Diagnóstico: tiene en cuenta los intereses, necesidades y habilidades previas de los profesores.
- Aplicabilidad: facilitador de las propuestas.
- Duración: se cuenta con un tiempo para comprender, dominar el contenido y favorecer su
mantenimiento e institucionalización.
18
20. Evaluación de centros y programas
“El valor […] ha de ser construido con referencias explícitas, reflexivas y críticas a la teoría pedagógica de la
enseñanza a la que quiere servir, a una concepción de la escuela, a una toma de posición sobre el
conocimiento pedagógico y su construcción, y también a una concepción del profesor y los procesos y
condiciones a través de los que se puede adquirir, ampliar y utilizar nuevas ideas y métodos pedagógicos en
los procesos de innovación y mejora de su práctica educativa”. Juan Manuel Escudero (1992:406).
Criterios de secuencia y organización de contenidos.
Escudero en 1991, explica que la práctica ha de ser el eje organizador de los contenidos, pues no sólo
importa qué enseñar sino en base a qué criterios se organiza lo que se enseña. Así, con la práctica,
podremos:
- Vincular los contenidos con la realidad del sujeto, así como su modo personal de percibir,
representar y concebir.
- Revisar, analizar, comprender, elaborar planes de acción y evaluarlos de manera reflexiva y
crítica.
Para esto se exige un contexto de significación más potente para posibilitar una relación fructuosa entre
teoría y práctica.
La formación será práctica si los contenidos contribuyen a desarrollar aquellas capacidades y
disposiciones que les pongan en condiciones de análisis y revisión crítica, como la auto y hetero-
observación, trabajo colaborativo, planificación y desarrollo y evaluación colaborativa, etc. El uso de
recursos metacognitivos (metaprofsionales) para el control, el desarrollo y mejora de la propia actividad
profesional.
También se deben incorporar una concepción crítica sobre la naturaleza del comportamiento pedagógico
y su construcción.
En cuanto a los aspectos metodológicos y organizativos, se han de tener en cuenta:
- La colegialidad y colaboración.
- Incorporar el conocimiento disponible.
- Experimentación.
- Procesos con tiempo.
- Apoyo técnico y administrativo.
La colaboración es un referente especialmente importante, pues desarrolla un entorno ideal para que se
produzca el desarrollo profesional; supone una apuesta por acabar con el aislamiento de algunos
19
21. Evaluación de centros y programas
profesores. Pero, como indica Hardgreaves, la cultura colaborativa espontánea, voluntaria y orientada al
desarrollo, no tiene nada que ver con la colaboración impuesta, regulada administrativamente,
obligatoria y orientada a la ejecución de mandatos.
Mi opinión respecto a esto, la refleja muy bien, las siguientes palabras de Paulo Freire:
Son seis los principios básicos del programa de formación de educadores:
1) El educador es el sujeto de su práctica, competiéndole a él crearla recrearla.
2) La formación del educador debe instrumentalizarlo para que él cree y recree su práctica a
través de la reflexión sobre su cotidiano.
3) La formación del educador debe ser constante, sistematizada, porque la práctica se hace y se
rehace.
4) La práctica pedagógica requiere la comprensión de la propia génesis del conocimiento, o sea,
de cómo se da el proceso de conocer.
5) El programa de formación de educadores es condición para el proceso de reorientación
curricular de la escuela.
6) El programa de formación de educadores tendrá como ejes básicos:
- La fisonomía de la escuela que se quiere, en tanto horizonte de la nueva propuesta.
- La necesidad de suplir elementos de formación básica en los educadores en las
diferentes áreas del conocimiento humano.
- La apropiación, por los educadores, de los avances científicos del conocimiento humano
que puedan contribuir a la calidad de la escuela que se quiere.
Cuestiones para el debate:
¿Qué competencias debe adquirir un buen profesor?
¿Cómo debe ser el proceso de formación que genere las mejores oportunidades para esa adquisición?
Mi opinión personal:
Para mí es innegable la relación que existe entre una buena y relevante formación y la calidad educativa.
Pienso que no se trata de formar sólo al profesorado, sino nuevamente de que crear una conciencia de
“desarrollo profesional”, es decir, no buscar solamente el acometer su tarea a través de cursos, jornadas,
congresos, seminarios, etc., sino que parte de sus experiencias anteriores, considerando qué nuevas
necesidades tiene, preguntándose y analizando constantemente qué nuevos caminos tomar, a través de
la metacognición de sí mismo y de su labor.
El desarrollo profesional está relacionado con las situaciones que vive la institución y sus miembros, los
problemas que surgen y las soluciones que se necesitan; está relacionado con el desarrollo de proyectos,
la aplicación de recursos a la práctica y la evaluación de estos proyectos en relación con la resolución de
20
22. Evaluación de centros y programas
los problemas. El desarrollo profesional puede implicar innovación, aunque no necesariamente: a veces
lo más innovador es simplemente que se cumpla lo esperado, lo normativo o lo habitual.
Resulta obvio que no todo profesor va a desarrollar en este sentido y por ciencia infusa esta conciencia,
por ello es necesario un asesoramiento, y por ello es importante contar con los Centros del Profesorado,
la Inspección o la Universidad que deberían, al menos en teoría, cumplir ese papel.
Pero, ¿son eficaces estos tres agentes de asesoramiento en la actualidad? En primer lugar, un modelo de
funcionamiento inadecuado por parte de los Centros del Profesorado pues consideran la formación como
la búsqueda de los factores que permiten que el profesorado madure finalmente para ser capaz de
acometer su tarea, esto puede suponer un lastre para la mejora, de igual forma que su desaparición
(como ha ocurrido en varias comunidades autónomas) supone acabar con las asesoras y asesores de
estos Centros y, en consecuencia, desperdiciar su capacidad para provocar y fomentar la mejora.
En segundo lugar, la mayor parte del profesorado hoy valora como inexistente el asesoramiento por
parte de la Inspección Educativa o la Universidad. La primera, por la experiencia de control que
experimentan los docentes y la creencia de la poca actualización de las enseñanzas, en la segunda, la
universidad, la formación inicial, que se supone escasa y des-actualizada.
2.2. ACTIVIDAD PRÁCTICA.
Elaboración de unos referentes de evaluación en relación con algún aspecto de interés a evaluar
en un centro. Implica comprender el objeto de evaluación, teniendo en cuenta el marco legal que
le afecta y el conocimiento pedagógico. Explicitar las dimensiones que lo configuran, y establecer
criterios, estándar e indicadores de evaluación sobre ese aspecto.
Evaluación del Plan de Atención a la Diversidad
(Tabla nº1. Referente a las actividades 2.2. y 3.1.)
CRITERIO ESTÁNDAR INDICADOR DESCRIPTORES INSTRUMENTOS TAREA RESPONSABLES
Tomar Trimestralmente Sensibilizació - Juegos Cuestionario Elaboración: Departamento de
conciencia de n con los - Torneos Nosotros Ed. Física junto
las diferentes alumnos Cumplimentaci con la
desigualdades discapacitado ón: coordinación del
y s físicos Docentes resto del claustro
discapacidade mediante
s dentro del jornadas
plan de A.T.D deportivas
Trimestralmente Reuniones - Apoyo entre iguales Observación Elaboración: EOEP con ayuda
informativas - Actitudes Carteles EOEP del equipo
acerca de las favorecedoras para informativos Observación directivo
D.A y las N.E.E la inclusión por parte
de los - Aspectos nuestra
alumnos del informativos sobre
centro D.A o N.E.E
Proporcionar 2 horas Número de - Apoyo en Lengua Lista de control Elaboración: Tutor, EOEP ( P.T,
recursos semanales horas con - Apoyo en Tutores A.L)
educativos profesor de Matemáticas Cumplimentaci
con carácter apoyo ón:
compensatori P.T, A.L..
o Mensual Creación de - Noticias Entrevista a los Elaboración: Departamento de
un periódico relacionadas con las responsables del Nuestra lengua e historia
escolar diferentes periódico Cumplimentaci
nacionalidades que ón:
21
23. Evaluación de centros y programas
haya en el centro Los docentes
encargados de
la realización
del periódico
Participar y Trimestralmente Realización de - Multicultural Memoria Elaboración: Profesores
colaborar con talleres - Igualdad de género anual/informe Responsables asignados por el
el centro temáticos de los talleres claustro y equipo
escolar por Cumplimentaci directivo
parte del ón:
alumnado Responsables
de los talleres
Seguimiento Participación - Adornos Cuestionario Elaboración: Tutores y equipo
individual de los conjunta de - Infraestructuras Tutores de ciclo
alumnos de los alumnos - Buzón de Cumplimentaci
forma regular en planes de sugerencias ón:
(trimestralmente mejora de Alumnos
) centro
22
24. Evaluación de centros y programas
BLOQUE 3. Planificación de la evaluación 2: Metodología de recogida y análisis de datos
Introducción/ Reflexión.
Si consideramos el método, en un sentido global, el método científico se convierte en la estrategia de la
que el investigador va a echar mano para solucionar los problemas planteados.
De este modo el método científico podemos definirlo como una vía encaminada a la resolución de
problemas con el fin de lograr el conocimiento científico y que utiliza, para llegar a ello, multiplicidad de
actuaciones, que denominaremos métodos. Parece claro que esas actuaciones han de ser adecuadas al
tipo de objeto estudiado y al problema planteado. El experimentador, si observa que el método utilizado
no da los resultados previstos, tendrá que cambiar de método o desecharlo. Sin embargo, antes de
aventuramos a definir estos conceptos, parece necesario aclarar unas cuestiones previas.
El término Metodología es el más general de los tres y en sentido estricto se podría definir como la lógica
o tratado de los métodos (Mojar, 1994). La lógica de los métodos hace referencia a la descripción,
explicación y justificación de los métodos, pero no a los métodos en sí mismos. (Capean: 1994)
Siguiendo a Muñoz Cantero (1996: 141) definiremos método, partiendo de la definición de método
científico como esas actuaciones que permiten al investigador abordar un problema con el fin de aportar
soluciones y tomar decisiones para la práctica educativa y, metodología como la parte de la ciencia que se
ocupa de la descripción, explicación justificación de los métodos.
Los métodos requieren una serie de técnicas o instrumentos que los posibiliten. Asta Vera (1972:22) las
considera como medios auxiliares que persiguen la misma finalidad que los métodos. Son técnicas
particulares, mientras que el método es general.
Las técnicas tienen un sentido práctico, operativo, por lo que entenderemos técnica como los
procedimientos de actuación concretos asociados a cada fase del método científico. En este proceso de
investigación científica, caben diversos enfoques, en función de las diversas concepciones
paradigmáticas. Por ejemplo dentro de la perspectiva positivista nos encontramos con métodos
cuantitativos, con métodos cualitativos, de tipo interpretativo y crítico (ej. método etnográfico, histórico-
analítica, investigación participativa, investigación- acción, investigación cooperativa)
Los distintos autores que han abordado el tema del proceso de recogida de datos en evaluación e
investigación educativa, han establecido clasificaciones desde distintos enfoques y perspectivas. A
continuación, enumeramos una serie de métodos y técnicas empleados por diferentes autores.
23
25. Evaluación de centros y programas
3.1. ACTIVIDAD PRÁCTICA.
Esta práctica consiste en completar la tabla, partiendo de indicadores (puede servir los utilizado
en la práctica anterior 2.2)
Actividad planteada en la anterior tabla.
BLOQUE 4. La elaboración de informes de evaluación
Introducción/ Reflexión.
El Informe es el documento en el que se plasma, de forma sintética, todo el proceso llevado a cabo
durante la evaluación y en el que se recogen, razonada y ordenadamente, las conclusiones obtenidas.
Será fundamental encontrar la fórmula idónea para que la transmisión de la información resulte
adecuada, aceptable, clara, interesante para todos y estimuladora de la toma de decisiones que debe
seguir a la evaluación.
Es de gran importancia su redacción, porque un informe erróneamente planteado corre el riesgo de que
sus conclusiones sean rechazadas, exclusivamente por la forma adoptada para darlas a conocer.
Con estas premisas, es claro que el Informe puede y debe, aunque sea breve, adoptar una forma escrita, lo
que no es obstáculo para la información se transmita también de forma oral, acompañada incluso de
medios audiovisuales para ilustrar, cuando sea posible las afirmaciones que se están realizando. Así
como cualquier Informe escrito puede llevar gráficos, tablas, figuras, cuadros, etc.
Por su parte, un Informe presentado oralmente pude también apoyarse en la proyección de diversos
materiales gráfico/plásticos que ayudan a la comprensión del tema tratado.
Aunque es difícil ofrecer una “fórmula” para llegar al modelo de Informe correcto, sí destacamos criterios
que deben tenerse en cuenta en su redacción:
1. La información debe ser presentada de manera ordenada y clara. Si se han evaluado diferentes
componentes del Centro. Se realizarán diversos apartados en el Informe, o, incluso, Informes separados.
2. Debe seguirse la secuenciación de los hechos que mejor se adecue a la comprensión de las
conclusiones.
3. Se incluirán los datos realmente significativos, eludiendo la acumulación de hechos o cifras que,
realmente, enturbien la información clave que es necesario transmitir a las personas que deben tomar
decisiones.
24
26. Evaluación de centros y programas
4. Tendrán en cuenta el público receptor para que la información sea asequible, ya que, en algunos casos,
puede ser inconveniente ofrecer todos los datos o datos excesivamente sistematizado.
5. Incorporará cuantas representaciones o imágenes se consideren necesarias para aclarar el contenido
que transmite (gráficos (lineales, de barras, circulares, etc., escalas, fotografías...); pero siempre con la
condición de que sirvan para clarificar el texto.
6. El Informe incluirá las recomendaciones o propuestas que el equipo evaluador considera precisas para
superar la situación de la que se parte o para reforzar ciertos aspectos del funcionamiento del Centro que
suponen garantía y eficacia de la acción educativa. Estas propuestas estarán en relación con la
problemática planteada y con la explicación de las causas o los factores significativos que hayan
aparecido a lo largo del Informe.
Los aprendizajes de este bloque sobre la redacción de informes y la evaluación del proceso mismo
de evaluación revertirán en el trabajo general práctico obligatorio.
25
27. Evaluación de centros y programas
BLOQUE 5. Modelos y tipos de evaluación
Introducción:
A lo largo de este bloque hemos visto y reflexionado a cerca de los diferentes modelos de evaluación. La
necesidad de este bloque es esencial para entender el proceso de evaluación y para nuestra formación
como orientadores, pues se mira la evaluación desde un punto de vista práctico, desde la aplicación de la
propia evaluación, a través de los distintos modelos tanto institucionales como técnicos.
Existen una gran diversidad de modelos de evaluación de centros:
Según su propósito fundamental:
– Evaluación orientada al desarrollo institucional.
– Evaluación orientada a la rendición de cuentas.
Según su perspectiva:
– Evaluación interna.
– Evaluación externa.
Según su metodología:
– Modelos cualitativos.
– Modelos cuantitativos.
Integrando los modelos vistos, analizamos las siguientes actividades de las lecturas; como ejemplos de
evaluación interna y externa, respectivamente.
Se hace necesario un análisis exhaustivo de los diferentes modelos, para seleccionar el más idóneo a la
hora de poner en práctica lo aprendido a lo largo de la asignatura y para la mejora de los procesos de
evaluación, enriqueciendo cada modelo con nuestra propia perspectiva y de manera contextualizada.
26
28. Evaluación de centros y programas
5.1 TRABAJO PRÁCTICO
Reflexión personal sobre la lectura del capítulo entregado en el dossier, destacando sus
principales aportaciones y tensiones críticas en relación con la colaboración en los centros de
Educación Secundaria. Guarro Pallás. A., (2001): “Modelo de proceso” o “la estrategia del proceso
de asesoramiento desde la colaboración”. Una (re)visión desde la práctica, en DOMINGO, J. Coord.
Asesoramiento al centro educativo, Barcelona Octaedro-EUB. Pp- 203-226.
El “modelo de procesos” pone énfasis el trabajo colaborativo para facilitar el cambio cultural. Debemos
ver el modelo como un conjunto de procesos como marco de referencia.
El asesoramiento colaborativo es una propuesta de trabajo cooperativo que el asesor ofrece al centro
como institución para concretar mejor la colaboración entre ambos y cuya finalidad es la generación de
una serie de procesos encaminados a la capacitación de la escuela para la investigación y solución de los
problemas que surgen desde la practica educativa con la intención de transformar democrática y
progresivamente la cultura de dicho centro.
Las principales ideas son:
1.- Transformación democrática de la cultura escolar: Es la finalidad del asesoramiento colaborativo y la
guía más importante de su trabajo con los centros. Lo más importante es dejar claro dónde quiere llegar
el centro, cuáles son las ideas y los caminos que quieren seguir para llevarlas a cabo, y tratar que haya
una coherencia entre ellos, para poder iniciar un proceso de mejora. La pretensión es que halla unas
instituciones plenamente democráticas, por lo tanto ha de plasmarse en una idea de curriculum, de
organización y desarrollo profesional democrático.
El asesoramiento colaborativo debe ofrecer no solo una forma de trabajar, sino también una finalidad
clara para ese trabajo, y esa meta no es otra que la transformación democrática de la cultura escolar.
2.- Propuesta de trabajo cooperativo: El asesor no es alguien que tiene las recetas para solucionar
problemas y conflictos, sino es uno más del equipo, es más un coordinador que un solucionador, y su
opinión no debe ser la prioritaria, ya que esto dificultaría el trabajo colaborativo. El papel del asesor es
conocer la historia del centro para ver como se ha ido construyendo su visión de la realidad para poder
intervenir en las propuestas de mejora, pero nunca, como hemos dicho antes, imponiendo sus criterios,
opiniones y propuestas.
Lo importante es que el centro mejore, no la metodología o el procedimiento que se siga, por lo que es
necesario adaptar esto a la realidad del centro en cuestión.
3.- El centro como unidad de cambio: El asesor es un miembro más de un equipo colaborativo de cambio
y mejora compuesto de todos y cada uno de los profesores. Además de un programa de concienciación de
colaboración para profesores .
27
29. Evaluación de centros y programas
4.- Concreción de la colaboración entre el asesor y el centro: Construir un clima que posibilite un
compromiso posterior con la mejora de alguna de las dimensiones del centro. Requiere un proceso de
aclaración de lo que implica trabajar de esta forma, de las responsabilidades que asumirá cada uno, del
rol que desempeñarán tanto el profesorado como los agentes de apoyo externo. 3.- Generación de
procesos y actitudes.
El asesoramiento debe contar con indicadores claros y sencillos de observar para comprobar el progreso
de estos procesos:
1) Asistencia a las reuniones y puntualidad.
2) Aportaciones sugerentes y enriquecedoras vs. reproductivas.
3) Reparto de responsabilidades.
4) Nivel de cumplimiento del grupo y de sus miembros de las responsabilidades
contraídas, etc.
El centro tiene que hacer suyo el trabajo a llevar a cabo para la mejora de las circunstancias del centro, y
no delegar en el asesor la responsabilidad del funcionamiento del proyecto y de su desarrollo. Tiene que
hacerse cargo de sus progresos y fracasos.
Todos juntos deben de construir su propia realidad. Esta no debe ser la suma de individualidades, sino el
conjunto de todas las visiones de la misma realidad. Además de la escuela organizativa, la escuela
también debe transformar su cultura profesional, para lo que hay que favorecer dos tipos de procesos: el
apoyo mutuo y la comprensión de, las acciones encaminadas al cambio.
5.- Capacitación de la escuela: El centro y su profesorado han de adquirir las capacidades,
procedimientos y actitudes que les permitan desarrollar el tipo de trabajo colaborativo.
6.- Investigación y solución de problemas prácticos: El éxito de los procesos de mejora depende más del
clima de trabajo, del grado de confianza entre el profesorado y de los compromisos que se esté dispuesto
a asumir que de la aplicación de una guía o estrategia.
Proceso:
Autorrevisión crítica de la escuela y la identificación de ámbitos preferentes de mejora.
Análisis de los problemas identificados: Está orientado al análisis y a la comprensión del
problema para conocer mejor su origen y sus posibles causa.
Búsqueda de soluciones como preparación para la elaboración del plan de acción.
Planificación de la acción.
Preparación de la escuela para el desarrollo o puesta en práctica del plan de acción.
28
30. Evaluación de centros y programas
Desarrollo colaborativo del plan.
Evaluación del proceso: Después de un periodo de tiempo estipulado por la escuela, conviene
llevar a cabo una evaluación del trabajo realizado
Evaluación de los resultados.
Institucionalización del cambio: Desde el punto de vista del asesoramiento externo llega un
momento en el que hay que comenzar a desvincularse del centro para que comience a ejercer
su autonomía y a poner en práctica lo aprendido. Cuando ocurren ambas cosas, se produce la
institucionalización del cambio.
7.- Autorrevisión crítica de la escuela e identificación de ámbitos preferentes de mejora: Suele ser el
punto de partida. Esta revisión se puede realizar a toda la escuela como un todo o a alguna dimensión,
aspecto o ámbito de la misma. Una vez implicados y comprometidos los miembros de la escuela, se debe
detectar que cosas de la escuela van bien y qué aspectos son susceptibles de mejora.
8.- Análisis de los problemas identificados: Cómo, cuándo, dónde se viene manifestando el problema así
como cuáles son sus componentes. Se suele utilizar algún tipo de instrumento que facilite la discusión
para que el problema pueda ser comprendido.
9.- Búsqueda de soluciones como preparación para la elaboración de un plan de acción. Algunas
soluciones requerirán la movilización de los recursos de la escuela, otras, la presencia de algún agente de
apoyo externo. Resulta muy útil que el centro pueda conocer cómo otros han resuelto o intentan resolver
el mismo problema. Ofrecerá una visión de cómo viene manifestándose el problema en el centro y las
aulas y que conducirá a planificar conjuntamente las acciones referidas al aprendizaje.
10.- Planificación de la acción: Esta tarea supone planificar qué acciones se van a llevar a cabo y como se
desarrollarán de forma consensuada. La concepción de la planificación como proceso se inserta en otros
procesos y no se considera como una opción aislada.
11.- La preparación para el desarrollo del plan: El asesoramiento colaborativo debe potenciar procesos
que faciliten el aprendizaje de la práctica. Es un buen momento para potenciar el intercambio
profesional, para facilitar apoyo sobre las dificultades que se plantean. En esta fase, la tarea del apoyo
externo es fundamental
12.- Desarrollo del plan: Esta fase es la más importante de todo el proceso. El desarrollo de planes va a
reflejar una serie de discrepancias entre lo acordado y planificado anteriormente con lo que realmente
está sucediendo. La acción colaborativa se convierte en un espacio de aprendizaje para comprender
mejor lo que va sucediendo, para solucionar los problemas que se van planteando
29
31. Evaluación de centros y programas
El asesoramiento colaborativo debe potenciar procesos que faciliten el aprendizaje de la práctica. Es un
buen momento para potenciar el intercambio profesional para facilitar apoyo sobre las dificultades que
se plantean. En esta fase la tarea del apoyo externo es fundamental
13.- La evaluación del proceso.: No se considera un apartado final, ni un procedimiento formal o
burocrático. El proceso de desarrollo escolar colaborativo es en sí mismo un proceso de evaluación.
Hay tres maneras de pensar y practicar la evaluación en el contexto de procesos de cambio y mejora de la
escuela: evaluación del cambio y de la mejora; evaluación para el cambio y evaluación como cambio y
mejora
La evaluación del cambio es un proceso de recogida, análisis e interpretación de datos que
ofrecen respuesta sobre los resultados positivos o negativos que se han obtenido de un proyecto
de cambio. La evaluación de la mejora se realizaría en los momentos terminales del proyecto.
La evaluación para el cambio tiene un carácter más formativo y se realiza a lo largo de todo el
proceso. Se trata de averiguar que es lo que va pasando en todo momento para obtener la
información necesaria y tomar las decisiones que procedan. Debería responder a cuestiones
como, ¿Qué métodos están resultando útiles para conseguir lo que se pretende?; ¿las relaciones
con los alumnos están facilitando su implicación?, etc.
Se contempla finalmente una evaluación como cambio y mejora. La autoevaluación, como
revisión interna basada en la escuela está inmersa en todo el proceso de desarrollo. El deseo de
potenciar el cambio implica una determinada manera de autocontrol de lo que se está haciendo
para disponer de las evidencias que se están obteniendo y corregir in situ las posibles
desviaciones que el desarrollo del proceso esté produciendo
14.- Institucionalización del cambio: Este modelo no sería coherente si el rol del asesor externo generase
una dependencia tal que sin su presencia no se pudieran tomar decisiones o si fuera el propio asesor el
que liderara el proceso en todo momento. Consiste en que a la larga, el asesor vaya haciendo prescindible
su presencia. La independencia del asesor es un proceso largo que se va consiguiendo en la medida que el
profesorado vaya adquiriendo capacidades para funcionar por si mismo.
Mi opinión Personal:
Muchos son los campos disciplinares en los que el asesoramiento educativo actúa, con una amplia gama
de contextos, papeles...etc. El asesoramiento se entiende como un fenómeno procesual y dinámico que se
dedica a la ayuda y apoyo en los centros escolares donde se encuentran implicados distintos agentes
educativos que se encargarán de mejorar la escuela a través de la utilización de un conocimiento
pedagógico. En este proceso de asesoramiento podemos distinguir distintas fases donde cada una de
estas requiere formas distintas de actuación. Estas distintas actuaciones tienen como característica
30
32. Evaluación de centros y programas
común la mejora del sistema educativo, y se relacionan en tres grandes momentos: planteamiento del
cambio, el desarrollo o puesta en práctica y, por último, la institucionalización. De esta forma, el
asesoramiento se irá materializando a través de la creación de una relación de aceptación, donde se
concretarán las metas, los objetivos...etc.; la búsqueda de información, análisis de problemas, causas,
contextos...etc.; alternativas de solución, formulación de planes de acción...etc.; puesta en práctica del
plan de mejora, es decir, puesta en práctica de la actuación; y, por último, la evaluación y toma de
decisiones para conocer los resultados del trabajo realizado.
Se habla del establecimiento del contacto inicial como un punto clave en el asesoramiento, pues es
cuando los distintos agentes se conocen y, además, se produce la negociación de los roles, que quizás es
de lo que va a depender el buen funcionamiento del proceso de asesoramiento o, por el contrario, el no
tan bueno. Es aquí cuando se intercambia información y se discute, alcanzándose acuerdos y
compromisos de colaboración y también se organiza todo el programa de la actuación que se va a
realizar. Por lo tanto podemos hablar en esta fase del proceso del establecimiento de un clima de
confianza, de compromiso donde se clarifica cómo se va a actuar, cómo se secuenciará el proceso, cual va
a ser el rol desempeñado por cada agente, qué es lo que se pretende conseguir.
Como aspecto importante decir que es en este momento cuando se empieza a configurar el rol del asesor.
Debemos tener claro que esta relación de apoyo y ayuda de la que hemos hablado no es igual en todos los
centros, pues cada uno tiene sus propias particularidades. Durante la construcción de esta relación de
asesoramiento, pueden darse factores que favorecen o dificultan la colaboración y la comunicación de la
que hablamos.
Estos factores pueden ser, por un lado, el modo en que se introduce la propuesta de asesoramiento que
queremos hacer, la forma en que se concretan las funciones y actividades que va prestar el
asesoramiento, y, por otro lado, la disponibilidad o condiciones del centro escolar, que incluye la
trayectoria del centro, su modo de trabajo, el concepto que poseen acerca del papel del asesor. Una vez
que quedan claros estos aspectos de los que hemos venido hablando, la escuela realiza una autorrevisión
crítica para identificar los ámbitos de mejora sobre los que poder actuar.
Estos ámbitos a los que hacemos referencia pueden ser la escuela en su totalidad, o algún aspecto
particular de esta sobre el que es necesario actuar para el adecuado funcionamiento del centro. En esta
autorrevisión se hace una valoración de cómo funciona el centro actualmente para detectar los logros
más importantes y cuáles son los aspectos que son susceptibles de mejora. Todo esto se hace a través de
la discusión y el diálogo, donde todos los agentes colaboran y por eso hablamos de una perspectiva de
colaboración.
31
33. Evaluación de centros y programas
Cuando los agentes buscan soluciones y alternativas, se trata de un momento crítico a partir del cual se
proponen pautas de acción y se establecen hipótesis de trabajo que el centro investigará. Como vemos,
todo este complejo proceso implica una colaboración de tos los agentes y, por lo tanto, un trabajo
colectivo donde todos los miembros participan exponiendo sus puntos de vista y sus opiniones acerca de
la dirección que va a tomar el proceso de asesoramiento. Tanto los asesores como los centros escolares
establecen de forma conjunta los objetivos para la acción y planifican los pasos para solucionar los
problemas que se han identificado en el centro y las necesidades de este, por lo que el trabajo colectivo es
esencial para el trabajo del asesor, bien sea planificando reuniones, recopilando información, sugiriendo
técnicas y estrategias de actuación, creando un clima de confianza, acordando encuentros...etc.
El asesor ha de tener en cuenta que su opinión es importante, pero también lo son las opiniones del resto
de los agentes implicados en el proceso, ya que estos poseen su propia opinión y sus propias
perspectivas acerca de los temas tratados, por lo que tiene que cuidar la libertad para expresar estos.
Además, el rol del asesor implica encontrarse continuamente en una posición conflictiva entre la
administración y los políticos, y, por otro lado, entre el centro, los profesores y las familias, por lo que los
asesores deben ser concientes de las posibilidades y limitaciones que poseen. Una vez que el plan ha sido
elaborado, se debe atender a la preparación para su puesta en práctica, teniendo en cuenta los
indicadores y criterios que el centro adoptará para valorar las acciones que se realizarán, sin olvidar la
formación que se ha de adquirir para que el plan de acción sea exitoso.
Este plan de acción que se aplica en un centro constituye en una alteración en la práctica, pero no se trata
de la sustitución de una práctica por otra, se trata de una mejora de la práctica, no de una sustitución.
Lo más productivo que se obtiene de este proceso, además de la mejora del sistema educativo, es el
aprendizaje que adquieren todos los agentes implicados en el proceso. Los centros no sólo mejoran su
práctica educativa, sino que además construyen su imagen y comprensión de la mejora que se lleva a
cabo, ser capaz de adaptarse al cambio, cambiar su forma de actuar, de pensar de otra manera, asimilar
los elementos del cambio. Por último hablar de la evaluación, que en este caso no debemos pensar en ella
como el producto del plan de mejora, sino que en este caso se trata de un proceso de evaluación
constante, que se realiza a lo largo de todo el proceso a través del análisis crítico, la valoración y la toma
de decisiones, con el fin de generar confianza y reforzar la capacidad de mejorar.
Desde mi punto de vista esta perspectiva colaborativa es la más aceptable a la hora de llevar a cabo un
plan de mejora, ya que todas las ideas y aportaciones individuales conforman un proyecto más completo
y más homogéneo que contempla todas las particularidades existentes en el centro, lo que en definitiva
propicia un mejor funcionamiento del mismo y un mejor ambiente de trabajo.
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34. Evaluación de centros y programas
5.2 TRABAJO VOLUNTARIO
Lectura y comentario del artículo subido a la plataforma, de Joaquín Gairín Sallán (2002). La
Evaluación Institucional. Globalidad Y Partes. I Encuentro Iberoamericano De Educación. U. De
Alcalá de Henares. Notas a partir de la ponencia Seminario FERMADI. FIDE, Santiago de Chile.
Los objetivos y propósitos institucionales han de entenderse como el medio por el que su actividad en la
organización se convierte en un conjunto único, que facilita el logro de metas comunes y procura la
satisfacción de las necesidades personales.
También ha de tenerse en cuenta a las personas, que se relacionan entre sí en el marco de una estructura
para conseguir determinados objetivos. Se configura así el sistema relacional y con él se referencia tanto
a la naturaleza de los recursos humanos, como a los procesos que orientan su actividad.
Lo característico de la evaluación no es tanto la consideración individual de los elementos que la
configuran, sino el análisis de la coherencia que hay entre ellos; también el dinamismo, complejidad y
carácter instrumental que tienen las organizaciones.
Existe gran complejidad en la evaluación, pues es la explicitación de una realidad en la que confluyen
multitud de variables y relaciones que inciden en su delimitación teórica y en su concreción práctica. De
hecho, es esta pluralidad de referentes la que nos obliga a concretar aspectos relacionados con su
conceptualización y objeto, si bien lo haremos de una manera muy general por no ser el propósito de esta
aportación. Por ello, se debe entender como una propuesta democrática, asumiendo todas las realidades,
juicios de valor, puntos de vista, etc.
La heterogeneidad de pensamientos y acciones de los miembros de la comunidad educativa, que
obedecen a diferentes intereses, están en la base de la caracterización de las organizaciones y obligan a
entender la necesidad de negociar y de construir consenso, mediante la institucionalización de procesos
de comunicación. La evaluación se convierte así en una excusa para el intercambio de ideas, la
contrastación de opiniones y el crecimiento personal e institucional.
La evaluación como una evaluación de los marcos generales, además de incidir en la interrelación de
todos los elementos del sistema, también considera las interrelaciones dentro de cada uno de los
aspectos considerados. Así, como ejemplo, podemos ver en el cuadro 2 como se considera la evaluación
del proceso de enseñanza-aprendizaje. Igualmente, la evaluación de centros deberá considerar los
diferentes componentes y dinámicas organizativas, la participación de varios protagonistas y la
utilización de variados instrumentos.
La consideración de los agentes que intervienen en la evaluación nos permite hablar de una evaluación
externa, interna o mixta. La realidad y presencia de cada una de ellas depende de las inquietudes
dominantes:
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35. Evaluación de centros y programas
La evaluación externa suele venir ligada a la necesidad que tiene la administración educativa
y la sociedad de ejercer control.
La evaluación interna acompaña al intento de comprender la organización.
La autoevaluación va unida a la necesidad de generar cambios asumidos por los colectivos
implicados.
Condiciones para la autoevaluación
- Sólo tiene sentido en un marco de autonomía institucional, cuando los protagonistas pueden
intervenir sobre la realidad.
- Sólo desde un sentido colectivo se puede ver el centro escolar como reflejo del propio trabajo. La
existencia de un alto individualismo dificulta la creación de una cultura colaborativa necesaria
para los procesos de revisión participativos.
- Reconocimiento y conciencia de la existencia de una diversidad de intereses. La asunción de las
diferencias de concepciones, puntos de vista, intereses tanto personales y profesionales como
sociales e institucionales, es el primer paso para la construcción de un cultura común en la que la
autoevaluación pueda ser el elemento significativo que actúe como motor del cambio.
- La existencia de un clima escolar adecuado que no comprometa el resultado de la evaluación o
vicie su proceso.
- Responsabilidad de la comunidad educativa respecto de lo que sucede en el centro escolar.
- Percepción común de una situación problemática.
- Confianza en la utilidad de la evaluación en cuanto a la comprensión de los problemas y la
búsqueda de posibles soluciones.
- Existencia de un trabajo en equipo con un clima de confianza mutua.
- Mecanismos de acuerdo, control y decisión.
- Perfil competente del evaluador.
Entre otras.
La evaluación así entendida se configura como un apoyo al proceso de mejora de los centros educativos,
que no puede prescindir de la participación, si quiere ser real y aspira a la interpretación y valoración del
proceso en toda su complejidad y amplitud, y que más que eliminar el conflicto lo alienta como
dinamizador del proceso de cambio.
La autoevaluación institucional plantea variados considerandos, que justifican la insistencia que se hace
de considerar la evaluación como el resultado de una actitud que lleva, más allá de la aplicación de
procedimientos técnicos, a una disposición constante de reflexión sobre las propias actuaciones y sobre
la forma de conseguir una mayor calidad en el funcionamiento institucional.
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36. Evaluación de centros y programas
Los procesos de autoevaluación pueden ser correctos si logramos estructurar propuestas defendibles
técnicamente, mantenemos una actitud positiva respecto al proceso de cambio y, también, intentamos
evitar parte de los problemas que afectan a los procesos evaluativos y, más concretamente, a la
investigación evaluativa.
Sea cual sea la opción adoptada en cuanto a la metodología, deberíamos considerar:
- Aspectos del diseño:
Modelo a utilizar: planificada/emergente, formativa/sumativa, auto/heteroevaluación,
puntual/secuenciada.
Objeto de atención: producto/procesos, nivel de satisfacción, grado de cambio conseguido.
Referente: situación pasada, presente o futura.
Protagonistas: responsables de la evaluación: profesores, alumnos, padres,..
Momento, instrumentalización, metaevaluación, etc.
- Aspectos de la aplicación:
Delimitación y configuración de la instrumentalización.
Recogida de la información.
Síntesis y debate (abierto y colegiado) entre los participantes de la información.
Realización del informe.
Presentación y debate público del informe
Serán, en definitiva, los objetivos que se pretendan, la naturaleza del contexto donde se intervenga, el
interés de los protagonistas y su preparación o el tiempo disponible algunas de las variables que podrán
justificar, en último extremo, las opciones adoptadas. Sin embargo, cabe señalar que, en enfoques de
autoevaluación, parece coherente usar metodologías y estrategias de carácter cualitativo y holístico. El
empleo de pautas externas no tiene aquí sentido si no es desde su carácter indicativo y referencial.
La realización práctica de la autoevaluación exige clarificar, en primer lugar, el conjunto de preguntas a
que ha de responder. Algunas preocupaciones temáticas, en la línea de las recogidas por Santos
(1993:35-37; 1995:26-32), que pueden considerarse serían:
a) En relación a los planteamientos institucionales
Existencia de un proyecto colectivo frente a una acción individualista.
Atención a la educación en valores.
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37. Evaluación de centros y programas
La adaptación del centro al medio en el que está enclavado y a la cultura en la que se mueven
las familias.
La organización y selección de los contenidos de enseñanza en el aula y en el Ciclo.
Adecuación al Proyecto de centro.
Gestión que se realiza del curriculum.
Existencia de procesos de investigación.
Desarrollo de iniciativas de perfeccionamiento del profesorado vinculadas a la práctica
profesional.
b) En relación a las estructuras organizativas
Ejercicio de la autoridad personal sobre la funcional.
Participación de los alumnos en la vida del centro y en la negociación del proceso de
aprendizaje y de la evaluación.
Funcionamiento de la coordinación vertical y horizontal entre los miembros del equipo
docente.
Trabajo en equipo.
La flexibilidad organizativa de los espacios y de los tiempos al servicio del proyecto educativo
y curricular.
La utilización de los medios didácticos, tanto en su vertiente organizativa como didáctica.
La integración de los alumnos con deficiencias en el marco del aula y del Centro. Atención a la
diversidad.
La transparencia y racionalidad en la gestión económica y en el análisis de los criterios que
presiden el gasto.
Los fondos bibliográficos, los criterios de su selección y uso, tanto por parte de la comunidad
educativa como de los ciudadanos en general.
El funcionamiento de los servicios de secretaría, administración, limpieza,..
c) En relación al sistema relacional
La comunicación entre las distintas personas y estamentos del centro es intensa y positiva.
La circulación de la información en sentido vertical (ascendente o descendente) y horizontal
y con el exterior es fluida.
Participación de los padres y otros agentes educativos en todo lo relativo a la vida del centro
y del aula. Integración en el proyecto del personal de administración y servicios.
El tratamiento de los conflictos entre los profesores o entre estos y los alumnos, o entre los
profesores y los padres redunda en una mejora de actuaciones.
El clima del Centro permite hablar de lugar de convivencia, de trabajo y de respeto mutuo.
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