La República Romana fue un periodo de gobierno republicano que se extendió desde el 509 a.C. hasta el 27 a.C., caracterizado por la separación de poderes, controles gubernamentales y equilibrios políticos entre la aristocracia patricia y los plebeyos. Roma consolidó su poder en Italia y luego proyectó su dominio sobre Europa, Asia Menor y África del Norte, aunque las luchas internas por el poder debilitaron la República y llevaron a su transformación en el Imperio bajo Augusto.