El documento discute el pensamiento complejo de Edgar Morín y cómo este paradigma se aplica a la educación y otros problemas sociales. Aborda temas como la simplicidad vs la complejidad, la modernidad vs la posmodernidad, y la necesidad de un enfoque interdisciplinario para comprender y resolver problemas. Señala que desde una perspectiva compleja, no hay soluciones únicas a problemas complejos, y que la educación en particular debe analizarse considerando múltiples dimensiones como lo político, lo social y lo económico.
1. Edgar Morín afirma, a través del paradigma de la complejidad, que los problemas que
aquejan a las sociedades actuales deben ser abordados desde una visión compleja del
universo, que es determinada por un conjunto de principios de inteligibilidad, que pueden
ayudar a comprender el fenómeno, pero no a solucionarlo por completo, porque según el
filósofo, debemos aprender a “navegar en océanos de incertidumbre plagados de
archipiélagos de certeza”, es un mundo en lo que lo único constante es el cambio.
Fue Althusser quien acuñó el término sobredeterminación[i], para señalar que la realidad no
puede ser dividida en parcelas limitadas ascépticamente en disciplinas que tratan de
explicar los fenómenos actuales, donde si la teoría no puede explicar la realidad, el
problema es de ésta última. “Lo educativo”, “lo cultural”, “Lo social”, “Lo político”, “Lo
económico”, son dimensiones de análisis que han perdido sus fronteras ¿dónde comienza lo
social y termina lo cultural? ¿cuáles son los fenómenos que analiza la dimensión educativa
que interpela la frontera política? A eso se refiere Édgar Morín cuando habla del paradigma
de la simplicidad, que pone en orden al universo y persigue el desorden. En su obra
“Introducción al pensamiento complejo” afirma acerca del tema: “(…)el orden se reduce a
una ley, un principio. La simplicidad ve a lo uno y ve a lo múltiple. El paradigma de la
simplicidad o bien separa lo que está ligado (disyunción) o bien unifica lo que es diverso
(reducción)”
PENSAMIENTO COMPLEJO Y PRÁCTICA DOCENTE
Los planteamientos de Édgar Morín se deben contextualizar en la posmodernidad, donde a
diferencia de la modernidad, el metarrelato de las soluciones definitivas ha dejado de
existir. Cuando Lyotard afirma que la modernidad quedó diluida en Auswitch, se refiere a
la comprensión de que necesitamos otros horizontes de inteligibilidad que hagan más útil
nuestra sensibilidad ante las diferencias y fortalezcan nuestra capacidad de soportar lo
inconmensurable. Para Vattimo, la modernidad quedó “diluída” en la historia, al
evidenciarse la puesta en marcha de “mitos tranquilizadores” que pretenden explicar una
realidad ordenada. Hoy esto no es así, lo que dábamos por cierto ayer, hoy no es válido.
Apenas podemos definir hoy un fenómeno y mañana es totalmente diferente. Ya no hay
formas ideales de hacer las cosas en el contexto de un mundo estático, de eso se trataba la
modernidad. Por otro lado, Laclau dice que la modernidad está “erosionada”, porque no
solamente es un rechazo a la modernidad, implica también una nueva posición ante la
realidad explicada a través de metarrelatos y, apoyado en Wittgenstein, un cambio decisivo
en lo discursivo.
Pero entonces, ¿qué es la posmodernidad y cómo se aborda el pensamiento complejo? Lo
anterior se refiere a la imposibilidad de crear LA solución en el contexto de UN problema.
Simplicidad vs Complejidad. Esta es, a fin de cuentas una perspectiva de análisis a partir de
la cual abordar la realidad que ha impactado todas las áreas del conocimiento humano,
incluyendo las profesiones, los oficios y los hobbies de la humanidad. La docencia no es la
excepción, pero ¿el profesor mexicano se asume en el contexto de la posmodernidad?
Porque es imposible comprender cualquier planteamiento de Morín, Althusser, Vattimo,
Giroux, sin el debate (¿existente?) entre la postura moderna y la postmoderna.
2. La importancia de lo anterior determina el punto a partir del cual se afronten los problemas
que aquejan a las sociedades hoy en día. Si soy un docente moderno, lo más seguro es que
busque EL formato de planeación de clases, que seguramente será único e inamovible y que
seguiré al pie de la letra, como receta de cocina. El docente posmoderno sabrá que no hay
tal cosa como LA planeación única, válida para todas las clases y efectiva para todos los
alumnos; seguramente la planeación por escenarios, donde es imprescindible utilizar la
imaginación para prever casos especiales o contingencia (palabra clave en la
posmodernidad) donde lo imprevisible es la norma, no la excepción.
Por otro lado, es importantísimo señalar que si nuestra práctica docente se debe analizar a
partir de la conciencia de que los fenómenos son complejos y es imposible resolverlos a
partir de una sola perspectiva, justo es señalar las grandes y graves inconsistencias que
permean el trabajo diario del profesor:
El pensamiento crítico, parte nodal del paradigma de la complejidad establece que el
problema de la calidad educativa, por ejemplo, debería de ser abordado desde
diferentes frentes, hoy se hace únicamente tomando como referencia los resultados
obtenidos a través del examen de ENLACE ¿entonces de qué se trata? ¿se trata de formar
a los profesores en un discurso pero aplicar otro en la realidad? ¿se trata de, por un lado
“cumplir” con “la profesionalización docente” bajo estándares de la OCDE brindando a los
profesores de este país cursos y diplomados que no tienen nada que ver con el verdadero
manejo institucional de la educación en México?
Actualmente, todas las iniciativas que provienen de la Secretaría de Educación Pública van
dirigidas a elevar el puntaje del examen de ENLACE o PISA[i], porque desde esta
perspectiva “de receta de cocina”, la correlación es simple: a mayor puntaje en el
instrumento (ENLACE), mayor calidad educativa y esto no solamente no opera así en la
realidad, sino que está provocando a su vez múltiples formas de corrupción que agravan el
problema de la calidad educativa en México[ii]. Macario Schettino, desde “La difícil
educación”[iii] dice: “no entendemos mucho de eso de eso que llamamos educación y que
hemos elegido como la varita mágica que resolverá los problemas” y a través de su análisis
queda claro que las correlaciones mayor-gasto = mayor calidad en educación no son
concluyentes. Entonces el problema no es el presupuesto. Tampoco la fórmula mayor
tiempo de escolarización = mayor desarrollo económico….pues no. Éste enfoque es aún
más relevante en nuestros días, cuando personajes importantes como Carlos Slim Domit
afirman que “la educación es el pasaporte social al desarrollo”, porque en estos
momentos, terminar una carrera profesional, no garantiza obtener un empleo con un
salario digno que permita al ciudadano brindar un nivel de vida digno a su familia y así,
vemos ingenieros que son taxistas (digno trabajo, pero ¿y todos los años de estudio y los
recursos económicos que invirtió en su carrera profesional?)y comerciantes que se
convierten en Presidentes Municipales y afirman que “su escuela fue la vida”,
ejemplificando con su propia experiencia que el estudio no sirve para nada (¿?) Parece
ser entonces, que tenemos un problema político, sindical (SNTE), social y económico, entre
otros, detrás de aquello que llamamos “Lo educativo”.
Algo pasa en México, cuando nuestros niños aspiran a ser políticos para tener un auto de
lujo o gozar de una impunidad que le permita hacer lo que quiera, cuando quiera a quien
3. desee sin consecuencia alguna. “Lo político” refleja “Lo social” en término de lo que el
viejo adagio francés establece: “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”. Parece ser
que política, sociedad, economía y educación son algunas de las disciplinas que se deben
abordar para tratar de dar respuesta al grave problema que presenta la dimensión política en
nuestro país. En estos momentos de crisis estructurales generalizadas que reflejan a su vez
la descomposición de la sociedad tal como la conocemos, la idea de una estrategia, única e
inamovible, no tiene sentido. Lo político, Los políticos y La política no pueden ser sordos,
ciegos y mudos ante las diferentes disciplinas de análisis que ofrecen retos y soluciones
para problemas que a todos afectan: la inseguridad, la impunidad, la corrupción, entre otros.
Desde la sobredeterminación, el término “estrategia” es flexible, pertinente, aplicable,
inamovible. La estrategia como una única visión de Estado es, según esta línea de
pensamiento, por lo menos inoperante y miope.
CONCLUSIONES
Por cuestiones prácticas, no puedo dedicar las líneas que quisiera, a analizar cada una de
éstas dimensiones de análisis. Las nuevas narrativas[iv] y las nuevas alfabetizaciones están
presentes y permean el concepto de familia, de sociedad, de religión…ningún concepto
tiene el mismo significado que hace 20 años.
Hoy, abordar un problema implica el dominio transdisciplinar que conlleva la
sobredeterminación, porque está tratando de ofrecer una visión, acaso una incipiente tercera
vía a los múltiples problemas que permean actualmente al mundo entero, por lo que México
no puede ser la excepción.
Por ejemplo, el Capitalismo y el Socialismo, en sí mismos, están considerados desde la
perspectiva posmoderna a través de la cual abordo el término de Althusser
(sobredeterminación), como metarrelatos con fines teleológicos, es decir: ofrecen la
posibilidad de realización de todos los fines del ser humano si se siguen al pie de la letra
cualquiera de los dos modelos políticos, sociales y económicos antes mencionados. Con la
caída del muro de Berlín y las crisis mundiales que nos tienen a todos al borde del
precipicio financiero, estamos claros que ninguno de los dos modelos fue, es ni será
operativo. La utopía es necesaria en aras de seguir caminando, de nuevas narrativas, nuevas
alfabetizaciones y nuevos horizontes de configuración social que posibiliten dar respuesta,
seguridad y certeza a esta nueva y paradójica etapa histórica donde el hombre, a pesar de
estar más comunicado que antes, está más solo que nunca. Especialmente en estos días,
aplica la premisa de Einstein: “Es más importante la imaginación que el conocimiento”.
En el contexto de la posmodernidad, han surgido campos emergentes de conocimiento,
como el desarrollo sustentable, que es cada vez más un campo en franco desarrollo, pero no
es común que se utilicen celdas fotovoltaicas, por ejemplo, como fuente alternativa de
energía ni que el ciudadano promedio, inmerso en un estilo de vista consumista,
individualista y hedonista, piense seriamente en cultivar él mismo su propia fuente de
alimentación. Suena demasiado “hippie”, “alternativo” y escandalosamente “orgánico”.
¿Ha usted escuchado acerca de la llamada “Copa de Champagne”[viii]? La referencia de
don Fede al consumismo salvaje es razonable y pertinente, según esto:
4. - Las tres personas más ricas en el mundo tienen más riqueza que el producto Bruto
combinado de los 48 países más pobres
- La quinta parte de la gente más rica del mundo consume 86% de todos los productos y
servicios, mientras que la quinta parte más pobre consume sólo un 1.3%
- Consumo de recursos: Estados Unidos, con un 5% de la población, utiliza 25% de los
recursos mundiales. Es imposible que el resto de la población mundial consuma la misma
proporción.
- Los 225 individuos más ricos del mundo, de los cuales 60 son norteamericanos, tienen
una riqueza combinada de más de un trillón (un millón de millones) igual al monto de los
ingresos anuales del 47% de la población más pobre del mundo entero.
¿Escalofriante, no es así? El problema del consumo y uso desmedido de recursos naturales
que impactan al medio ambiente, es , en nuestros días, un imperativo histórico resolver el
problema del abasto de fuentes de energía y de consumo: o lo resolvemos o nos
extinguimos como especie.
La moraleja del pensamiento crítico, en el contexto del paradigma de la complejidad que es
un rasgo de la posmodernidad, es que no hay soluciones únicas, recetas de cocina o
fórmulas mágicas que resuelvan un problema. Cualquier iniciativa que aborde los nuevos
retos que se nos presentan, deberán contener un enfoque interdisciplinario que permita
atacar no solamente el síntoma, sino la enfermedad, observando el bosque, no solo el árbol.
México tiene dolores de parto: o surge un nuevo tipo de ciudadano mexicano crítico,
analítico, reflexivo y propositivo o seguimos igual…o peor. Juzgue usted.
Toda planeación en el marco de la RIEB, debe considerar contenidos conceptuales,
procedimentales y actitudinales, si falta alguno de ellos, sin duda seguirá siendo una
planeación didáctica, pero no formará alumnos bajo el enfoque de competencias
5. Antoni Zavala, ofrece una propuesta de secuencia didáctica que garantiza que el docente
que adapte su planeación a estas condicionantes, estará planeando bajo el enfoque de
competencias