🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
Obesidad infantil
1. OBESIDAD INFANTIL
PREVENIR LA OBESIDAD
Educar en buenos hábitos de vida
¿Sabías que la obesidad es una enfermedad crónica? ¿Sabías que altera la salud de quien la
padece y predispone a la aparición de otros trastornos crónicos como la hipertensión, la
diabetes, o colesterol elevado? La obesidad es una enfermedad seria, y cuando se da entre los
niños, éstos sufren desde pequeños y durante muchos años sus consecuencias físicas,
metabólicas, psicológicas y sociales. Una situación que se ve reflejada no sólo en su salud sino
también en su estado de ánimo.
¿Sabías que el ritmo de crecimiento y desarrollo del organismo de niños y niñas va
cambiando cada día que pasa? Esto explica que sus necesidades de energía y nutrientes
sean distintas según su edad, y cuando se van haciendo mayores, también según el sexo. Por
ello la alimentación debe adaptarse a sus características individuales, teniendo en cuenta
su ritmo de crecimiento y desarrollo, su apetito, sus gustos, su estado de salud y la
actividad física que realiza. No obstante, existen unas orientaciones generales que se
traducen en frecuencia de consumo de alimentos y en cantidades aconsejadas (raciones)
acordes a cada etapa, que te pueden servir de ayuda para diseñar una dieta saludable y
equilibrada.
En tan solo 15 años se ha duplicado la obesidad infantil en nuestro país. ¿Qué podemos
hacer los padres y los responsables de la alimentación de los niños para remediarlo?
-
En España, el exceso de peso alcanza ya al 40% de los niños y jóvenes de 2 a 24
años, con un 14% que sufre obesidad y el 26% restante, problemas de sobrepeso.
Estos datos se desprenden del estudio enKid sobre "Hábitos alimentarios de la
población infantil y juvenil española (1998-2000)". Es decir, casi uno de cada dos
niños tiene un peso superior al que le corresponde según su edad. Y cada año que
pasa el número de niños y niñas con obesidad aumenta. Las mayores cifras se
detectan en la prepubertad y, en concreto, en el grupo de edad de 6 a 12 años, con
una prevalencia del 16%.
Porque está demostrado que si la obesidad del niño no se trata a tiempo es probable que la
sufra cuando sea adulto. A esa edad, el tratamiento plantea mayores dificultades a nivel
fisiológico (obesidad hiperplásica) o de modificación de conductas alimentarias
inadecuadas.
2. Porque la obesidad es una enfermedad crónica y
La obesidad tiene
como tal está asociada a la aparición y desarrollo
consecuencias sobre la salud
física y emocional de los niños
de diversas patologías (hipertensión,
enfermedades cardiovasculares, diabetes,
problemas articulares, depresión…). Esta secuencia
de enfermedades, que empieza ya a asomarse en la misma infancia, se acentúa
cuando la persona es adulta. Las enfermedades reducen la calidad y la esperanza
de vida de la persona que las sufre.
Porque un niño o una niña obesa sufre física y psicológicamente su exceso de peso,
y esto último, entre otras cosas, se ve acrecentado porque la sociedad demanda
cada vez más estar en forma, ser competitivos o imitar modelos atléticos y con
unas medidas concretas. Y para llegar a conseguir estos objetivos en muchos casos
el peso de la persona es determinante.
Porque la obesidad tiene consecuencias sobre la salud física del niño: la obesidad le
puede provocar problemas motrices, dificultad para respirar, trastornos cutáneos.
Además, la obesidad hace más probable que sufra diabetes, trastornos
cardiovasculares (hipertensión y dislipemias o alteración de los niveles de
colesterol y triglicéridos).
Porque la obesidad tiene consecuencias sobre la salud emocional del niño o de la
niña: baja autoestima, aislamiento social, discriminación e incluso patrones
anormales de la conducta que le pueden facilitar, junto con otros factores, a
desarrollar una bulimia o una anorexia nerviosa.
Porque un niño obeso ve limitadas sus capacidades físicas a la hora de hacer
cualquier tipo de ejercicio físico.
Porque su tratamiento es posible y tiene recompensa: estar sano. Y en el
tratamiento de la obesidad infantil, la clave está en la educación: en enseñarle al
niño a comer de la manera más saludable y animarle a que haga ejercicio físico.
Porque es más fácil cambiar conductas negativas en los niños pequeños, que es
cuando está estructurando su personalidad y sus patrones de conducta. Los
errores dietéticos son más difíciles de cambiar cuando la persona es
adulta…¡Aunque no imposible!
El papel de los padres
La influencia de la familia es decisiva, ya que los niños y niñas más pequeños
aprenden por imitación, por lo que ven en casa.
3. Vuestros hábitos alimentarios, gustos y preferencias hacia determinados alimentos,
rechazos que sentís hacia otros, o vuestros caprichos… Todo esto lo reflejan vuestros hijos
en su comportamiento hacia su alimentación. Asimismo, vosotros los padres sois quienes
decidís qué se compra y qué alimentos hay en casa, y decidís quién les da la paga a los niños
para que se compren chucherías o refrescos, por ejemplo. Por ello, enseñar la forma más
sana de alimentarse requiere vuestra paciencia, esfuerzo y dedicación, que en muchos
casos comienza porque vosotros mismos aprendáis conceptos básicos sobre alimentación y
nutrición. Esto os permite comprar los alimentos más sanos y nutritivos, y hacer los menús
variados y equilibrados.
Peso para la talla de niños y niñas
Niños
Niñas
Edad
(años)
Talla media
(cm)
Peso en kilos
(Obesidad)
Talla media
(cm)
Peso en kilos
(Obesidad)
6
115
27
114
28
7
120
32
120
32
8
126
35
126
37
9
132
38
132
41
10
137
43
137
46
11
142
49
142
52
12
147
54
148
57
13
153
62
154
63
14
160
71
157
67
15
165
79
158
68
16
171
83
160
69
17
174
86
161
68
18
176
87
161
67
A la hora de plantearte cómo debe ser la mejor alimentación para tu hijo o hija,
debes procurar que su comportamiento y el del resto de miembros de la familia sea
coherente con las recomendaciones verbales que le trasmites. No te dará buenos
resultados si tratas de enseñarle la forma más saludable de alimentarse, y tú no lo
pones en práctica.
4. El decálogo de la alimentación saludable
1.
Variada.
Los alimentos deben
distribuirse a lo largo del día
para que el cuerpo obtenga de
ellos los nutrientes que
necesita
Acostumbra a tu hijo o hija cuanto antes a que
coma de todo y a degustar los sabores de
distintos alimentos. La clave para educarle en
hábitos alimentarios saludables está en
ofrecerle una alimentación variada desde sus primeros años de vida. Es difícil que el
niño aprenda a comer bien si no le has dado la posibilidad de tomar contacto con una
gran variedad de alimentos.
2. Sana.
Escoge los alimentos con menos grasa, con poca sal, abundantes vegetales
(verduras, frutas, legumbres y cereales integrales), y en cantidades acordes a su
apetito y a sus necesidades.
3. Equilibrada.
Es imprescindible que conozcas el menú del colegio, para complementarlo con el
desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena, y hacer así una alimentación
equilibrada. Los alimentos deben distribuirse a lo largo del día para que el cuerpo
obtenga de ellos los nutrientes que necesita, según sus exigencias.
4. Nutritiva.
Ofrécele alimentos de todos los grupos (frutas, verduras, carnes, pescados,
cereales, legumbres…) para que pueda elegir los que más le gusten. Y está en tus
manos evitar que tu hijo consuma habitualmente alimentos superfluos, llenos de
calorías vacías, como dulces, refrescos, chucherías, patatas fritas de bolsa y
similares o precocinados como hamburguesas y pizzas.
5. Apetecible.
Si cocinas los alimentos (verduras, pescados, legumbres…) de diferentes maneras,
combinas los alimentos que sabes que le gustan menos a tu hijo con otros que le
agradan más y presentas los platos en la mesa de forma atractiva, tienes muchas
garantías de que la comida le resulte más apetecible.
6. Divertida.
Hazles partícipes de la compra, la elaboración de comidas, la preparación de la
mesa, etc. Esto puede ser una oportunidad para que aprendan buenos hábitos y
disfruten de la comida.
7. Sorprendente.
Enséñales todo lo que sabes sobre los alimentos: para qué sirven, qué funciones
desarrollan en el cuerpo, cuánto necesita el cuerpo de cada alimento…
5. 8. Ordenada.
Disfrutad en familia del momento de la comida o de la cena, en un ambiente
relajado y tranquilo; siguiendo un orden a la hora de comer: primer plato, segundo
plato y postre.
9. Consistente.
Asegúrate de que el niño hace al menos 3 comidas consistentes al día: desayuno,
comida y cena. Y si pasan más de 4 horas entre una y otra, anímale a que tome un
tentempié.
10. Educativa.
Es esencial que la educación de hábitos alimentarios saludables se lleve a cabo
tanto en casa como en la escuela. La educación exige de la familia paciencia,
dedicación, constancia, disciplina, no hacer concesiones inaceptables y también
cierto respeto por el apetito del niño, siempre que su ritmo de crecimiento y
desarrollo se encuentre dentro de la normalidad.
EL ESCOLAR
De 6 a 12 años
Los niños y niñas a estas edades están en constante crecimiento y desarrollo, lo que hace
posible que adquieran numerosas capacidades y habilidades. En estos años los niños y niñas
crecen entre 5 y 8 cm y aumentan entre 2,5 y 3,5 Kg. por año, respectivamente. Si su ritmo de
crecimiento y desarrollo es normal, el pediatra dará en cada seguimiento los consejos
oportunos sobre alimentación de acuerdo a su edad y sus necesidades. Pero si su hijo está
cogiendo mucho peso en estos años, sois los padres como responsables de su salud, los que
debéis revisar su dieta y hacer todos los esfuerzos para conseguir que haga más actividad
física.
Asimismo, en esta etapa el niño comienza a establecer patrones de conducta y de
comportamiento más firmes. Para muchos niños la alimentación sigue sin ser algo que les llame la
atención, salvo para conseguir sus caprichos, o para llamar vuestra atención. En cualquier caso es
importante ser disciplinado en todo lo que concierne a la alimentación; los horarios de las
6. comidas, la variedad de menús, sin ceder siempre a sus caprichos. El niño necesita una
alimentación variada que le permita crecer, desarrollar su actividad física y estar sano.
Características generales de la dieta...
Haz que la dieta de tu hijo sea equilibrada y variada en platos, sabores, texturas y
consistencia e incluso colores, para acostumbrar a su paladar a comer de todo. El olor, el
color, el sabor, la forma y la textura van a influir y a determinar en parte sus gustos
personales.
Si le vas a dar a probar un alimento nuevo, inténtalo al principio de cada comida, cuando
el niño tiene más apetito; e insiste varias veces, cocinando el alimento de distinta forma,
hasta que el niño descubra el nuevo sabor, se aficione y se acostumbre a él.
Si empleáis los alimentos como premio o castigo podéis hacer que vuestro niño sea un
caprichoso y tenga manías a la hora de comer los alimentos más nutritivos. Es necesario
que dediquéis el tiempo necesario para que el niño aprenda a comer disfrutando de lo que
come.
A medida que van creciendo, los niños van marcando sus preferencias sobre los alimentos
y deberéis orientarlas adecuadamente, pues suelen presionar para comer sólo aquello que
les gusta.
Evita que coma a menudo golosinas, patatas fritas de bolsa, bollería, refrescos y
similares, que no le nutren y le quitan apetito para que coma lo que tiene que comer a sus
horas.
Convierte el desayuno en una de las comidas más importantes del día. Para ello el
desayuno debe incluir al menos un lácteo, cereales (galletas, cereales, pan, bollería
sencilla…) y fruta o zumo.
Ofréceles almuerzos y meriendas, mejor a base de bocadillos preparados en casa, frutas
y lácteos, sin abusar de embutidos, patés y quesos grasos.
¿Sabes si su comida es equilibrada? ¡Compruébalo!
1. Primer plato: Arroz, legumbres, pasta, ensaladas o verduras y patata; alimentos
energéticos ricos en hidratos de carbono. Si combinas legumbres y cereales en el
mismo plato, lo conviertes en un segundo plato muy nutritivo, que puede sustituir
perfectamente alguna de las raciones semanales de carne, pescado o huevo.
2. Segundo plato: Carnes, pescados y derivados o huevos. Una cantidad moderada
de estos alimentos aporta parte de proteína, hierro y otros nutrientes, que el
niño necesita. Acompáñalos siempre de guarnición vegetal; ensalada, verduras,
legumbres o patatas (¡y no siempre fritas!).
3. Postres: ¿qué mejor que fruta fresca o un lácteo sencillo como el yogur?
La cena os puede servir a toda la familia para equilibrar la dieta teniendo en cuenta los
alimentos que habéis tomado el resto del día. Procurad que la cena sea más ligera y
sencilla que la comida; ensaladas, verduras, purés, cremas o sopas y como complemento
pescados, carnes o huevos, según lo que se haya comido al mediodía. ¡Ayuda a dormir
mejor y a descansar más!
¿Conocéis los menús del colegio? Es la única manera de que podáis completar la dieta con
el resto de comidas que se hacen en casa.
7. Orientaciones sobre raciones de alimentos aconsejadas según la edad
Alimentos
6 a 10 años
Una ración (r) es
Lácteos
Carne,
Pescado,Huevos
Cereales Patatas
Legumbres
Verduras
Frutas
Frutos secos
Raciones/día
1 taza de leche (200-250 cc)
1 cuajada
2 yogures ó 2 petitsuisse
4 quesitos
80 g queso fresco
30-40 g queso magro
3-4
80-100 g de carne
o 100-120 g de pescado
1-2 huevos medianos
30-40 g de jamón,
fiambre, embutido o similares
2
Plato de arroz,
pasta o legumbre (60-80 g en crudo)
Rebanada de pan (4 dedos grosor)
Patata como plato (200 g) y como guarnición (100 g)
3-6
Plato (200 g) y
guarnición (80-100 g)
2
1 pieza mediana (120-150 g)
2-3 pequeñas
1 vasito de zumo
3
Un puñado (20-30 g)
3-7 a la semana
2 terrones
2-3
Azúcares
Aceite y grasas
Recomendada especialmente el aceite de oliva. Complementar con aceites de
semillas. Sin abusar de otras grasas (mantequilla, margarina, nata...)
Agua
Cada día unos 6-8 vasos
Frecuencia de consumo de alimentos recomendada
Frutas, verduras, ensaladas, lácteos y pan
Legumbres
Cada día
2-4 veces por semana (2 como primer
plato, y 2 como guarnición)
Arroz, pasta, patatas
2-4 veces por semana. Alternar su
consumo.
Pescados y carnes
3-4 veces por semana. Alternar su
consumo.
Huevos
Bollería, repostería, patatas fritas de bolsa y similares,
refrescos, precocinados (pizza, hamburguesa y similares),
golosinas...
Hasta 4 unidades a la semana, alternando
su presencia con carnes y pescados.
Ocasionalmente.
Sin abusar.
8. ACTIVIDAD FÍSICA Y DEPORTIVA EN LA OBESIDAD INFANTIL
Causas de la obesidad infantil
El aumento de la obesidad infantil se debe a diferentes factores que se resumen en una
frase: las calorías que se ingieren a través de los alimentos son superiores a las que se
gastan y ese exceso se acumula en el cuerpo en forma de grasa.
1. Entorno familiar
El entorno familiar es uno de los factores más importantes, ya que son los que reciben la
presión consumista de la sociedad a ingerir productos poco saludables.
Hoy en día en la gran mayoría de los hogares se hace necesario que los dos cónyuges tengan
responsabilidades laborales debido a la situación económica en la que vivimos, ello crea una
situación en la que mantener una alimentación tradicional a base de comida casera y
tradicional es cada vez más difícil y se van sustituyendo las verduras, hortalizas y
legumbres por precocinados, embutidos o fritos, así como la fruta por repostería. A esta
tendencia se une la poca afición de los niños por las verduras, el pescado o la fruta. Por lo
tanto, se ha ido creando una situación que favorece cada vez más el consumo de calorías y
cada vez menos el de alimentos sanos.
9. 2. Alimentos ricos en grasas saturadas.
Un elemento importante es la gran oferta que hay de alimentos dirigidos para los niños, de
los cuales muchos son ricos en grasa y en calorías, tales como la repostería, las
hamburguesas, las salchichas, las patatas fritas, los “snack” y los platos precocinados.
Estos alimentos son tomados cada vez con más frecuencia por los niños y niñas.
3. El sedentarismo
El sedentarismo es otro factor que se debe considerar. Los niños antes jugaban en la calle
pero ahora suelen jugar en casa, donde la actividad física y por tanto el gasto de calorías
es menor reduciéndose al mínimo cuando los niños juegan al ordenador o ven la televisión.
Esto ocurre con mayor incidencia en países más desarrollados en los que el consumismo se
manifiesta con mayor fuerza.
Además, con frecuencia la poca actividad que se realiza en el hogar se acompaña de
picotear o comer “snacks”.
4. Factores genéticos
Los factores genéticos se dan en muy pocos casos de obesidad infantil, y generalmente se
debe a un trastorno genético o a una enfermedad metabólica.
Con frecuencia, los niños obesos tienen padres obesos y en muchas ocasiones esto indica
una alimentación incorrecta de toda la familia.
Características de la obesidad infantil
En niños obesos son más frecuentes los problemas articulares y ortopédicos, como
alteraciones en la cadera o de la tibia.
En personas muy obesas se puede producir acumulación de grasa en el hígado y alteraciones
en la función hepática, así como ardores de estómago por reflujo del contenido gástrico
hacia el esófago. Otra complicación de la obesidad es la apnea del sueño que, aunque es
10. poco frecuente, pueden padecerla los niños obesos que roncan y se duermen fácilmente
durante el día.
Estas enfermedades concretas conllevan además trastornos psicológicos, motivados por el
rechazo y discriminación social hacia los jóvenes obesos. De hecho, incluso los mismos niños
de seis años prefieren como amigos a niños que no sean obesos y a medida que los chicos
van creciendo sufren una mayor discriminación.
1. Efectos físicos de la obesidad
El sobrepeso infantil es un importante predictor de problemas de salud relacionados con la
obesidad.
Los niños y niñas con sobrepeso tienen más probabilidades de desarrollar asma y otras
enfermedades crónicas, además tienen dos veces más probabilidades de desarrollar
enfermedades cardiovasculares e hipertensión y tres veces más de desarrollar diabetes.
2. Efectos psicológicos de la obesidad infantil
La consecuencia más inmediata del sobrepeso, es la discriminación social. La obesidad está
relacionada con baja autoestima, depresión, retraimiento social, ansiedad y una sensación
de rechazo crónico. Tienen más probabilidades de ser víctimas y victimarios del
hostigamiento y la agresión que sus compañeros con peso normal.
Las burlas, las dificultades para los deportes, la fatiga, la apnea del sueño y otros
problemas relacionados con la obesidad afectan gravemente la sensación de bienestar
psíquico y social de estos niños.
Elementos a tener en cuenta para diseñar un programa de alimentación para niños y
adolescentes con obesidad
Los cambios que se están dando en la alimentación y los nuevos estilos de vida son los
principales desencadenantes de la obesidad y de su aumento en los últimos años.
La infancia es la etapa de la vida en la que comienzan a establecerse los hábitos
alimentarios y a partir de la adolescencia, estos hábitos adquiridos se hacen más
resistentes al cambio.
11. Es importante actuar durante la infancia sobre la conducta alimentaria de niños y niñas, ya
que las costumbres que adquieran en esta etapa van a ser determinantes de su estado de
salud cuando sean adultos.
Las características del programa de alimentación que se realice para alumnos con obesidad
siempre, como hemos visto anteriormente, ha de tener presente la cantidad de actividad
física que realiza el sujeto para poder calcular con exactitud el gasto calórico. El objetivo
es suministrar un número inferior de calorías al número que consume, con lo que
conseguiremos un progresivo perdida de peso.
La alimentación saludable en el niño con sobrepeso ha de ser variada, sana, equilibrada,
nutritiva, apetecible, divertida, sorprendente, ordenada, consistente y educativa.
Estilo de vida activo
Generalmente todos los niños suelen ser aficionados a practicar algún deporte u otras
actividades tales como puede ser bailar, correr, pasear o hacer senderismo. Pues los padres
y/o educadores deben trabajar para conseguir que estos niños puedan incluir de forma
regular la actividad física en sus hábitos de vida.
En principio, se puede comenzar integrando preferiblemente el ejercicio físico en la rutina
diaria, como por ejemplo ir andando al colegio, utilizar menos el ascensor y subir los pisos
por las escaleras, o realizar los desplazamientos que lo permitan a pie, etc.
Los niños y adolescentes observan en los adultos de su entorno modelos de
comportamiento, siendo importante en el desarrollo de las conductas. Por ello es
importante evitar los juegos de ordenador y el tiempo dedicado a ver la televisión. Y
sustituir estos momentos por otros más activos consiguiendo mejorar la calidad de vida.
Programa de ejercicio físico
Es fundamental acompañar una correcta alimentación con la realización de ejercicio físico
para poder conseguir un desarrollo corporal adecuado.
12. En el XII Congreso Nacional de la Federación Española de Medicina del Deporte se
presentó una pirámide de actividad física para niños y adolescentes, que es muy práctica y
educativa:
El programa de ejercicio físico debe cumplir con unas determinadas condiciones:
Calentamiento: movilidad articular durante 5 minutos como mínimo.
Tipo de trabajo físico: Cardiovascular (aeróbico), no superar las 140 pulsaciones por
minuto.
Etapas: Dividido en etapas de 10-15 minutos cada una durante las primeras
semanas.
Intensidad: Se incrementa en 3% cada 3 minutos.
Duración: 4 a 6 semanas.
Frecuencia : entre 20 y 30 minutos tres días a la semana
Este tipo de programa de ejercicio físico de tipo cardiovascular (aeróbico) involucra
grandes masas musculares y están directamente asociados a una mayor utilización de la
glucosa.
13. Algunos ejemplos de deportes o ejercicios a realizar de tipo aeróbico son la carrera
continua, los deportes colectivos, natación, bailes, bicicleta, tenis, etc.
Es muy recomendable realizar ejercicios respiratorios para aprender a dosificar el
esfuerzo y llevar un ritmo adecuado.
Ejercicios de estiramiento muscular al final de cada sesión de ejercicios.
Efectos del ejercicio físico en personas con obesidad
La práctica de actividad física va a permitir un aumento del:
Gasto energético.
Estímulo de la respuesta termogénica aumentando la tasa metabólica en reposo.
Aumento de la capacidad de movilización y oxidación de la grasa.
Reduce la resistencia a la insulina.
Mejora la capacidad cardiopulmonar (aeróbico).
Baja la presión arterial.
Disminuye los LDL y aumenta los HDL.
Reducción de la grasa corporal y aumento de masa magra.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.efdeportes.com/efd131/actividad-fisica-y-obesidad-infantil.htm
http://www.runae.org/opencms/opencms/handle404?exporturi=/export/s
ites/Runae/GruposTrabajo/Deportes/_documentos/_Plan_Integral_compl
eto.pdf&%5d