1) Los niños tienen más probabilidades de consumir cantidades inadecuadas de nutrientes como calcio, vitamina D, magnesio y vitamina A. 2) Los factores familiares como comer juntos y el ambiente durante las comidas influyen en los hábitos alimenticios de los niños. 3) Los mensajes en los medios y la influencia de los compañeros también afectan las actitudes de los niños hacia la alimentación.
3. Patrones de ingesta
Los niños son más proclives a consumir cantidades inadecuadas de calcio,
vitamina D, vitamina E, magnesio y vitamina A
Una proporción mayor de la ingesta energética procede de los refrigerios
ocasionales y el tamaño de las raciones ha aumentado
Los alimentos con baja densidad de nutrientes a menudo desplazan a los
alimentos más ricos en nutrientes
El apetito suele responder a la velocidad de crecimiento y a las necesidades
nutritivas.
Los primeros años de preescolar se caracterizan por una disminución de calcio,
fósforo, riboflavina, hierro y vitamina A
4. Factores que influyen en la ingesta alimentaria
Entorno familiar
La familia representa la principal influencia en el desarrollo de los hábitos alimentarios
Costumbre de comer juntos en familia
El ambiente en el momento de la comida influye en las actitudes en relación con los alimentos y
las comidas
Tendencias sociales
todos los niños deben tener acceso a comidas nutritivas servidas en un
ambiente saludable y seguro, que favorezca un crecimiento y un desarrollo
sanos
Las familias monoparentales bajo la responsabilidad de una mujer
5. Mensajes en los medios
se comercializan utilizando una amplia variedad de técnicas
El tiempo que el niño pasa frente al televisor también puede ser perjudicial para su crecimiento y
desarrollo
los niños en edad preescolar no saben discernir los mensajes comerciales de los espacios de la
programación.
Influencia entre iguales
La influencia entre iguales aumenta con la edad e influye en las actitudes y en las elecciones en lo
relativo a la alimentación
Enfermedades
perder el apetito y su ingesta alimentaria suele ser limitada
Las enfermedades agudas bacterianas o víricas; Los trastornos crónicos
Los niños con este tipo de trastornos son más propensos a tener problemas de conducta relacionados
con los alimentos
6. Niños entre 1-6 años: Amplio progreso en el desarrollo y la adquisición de habilidades
Después del primer año de edad la velocidad de
crecimiento disminuye y el apetito también
Los niños muestran más interés por el mundo que
los rodea que por la comida
Manías alimentarias
*Procurar la división de responsabilidad entre el niño y padres:
Los padres ofrecen alimentos seguros, nutritivitos y adecuados para
el desarrollo, los niños deciden la cantidad que comen
Vásquez Macias Fabricio
7. *La ingesta de zumos de frutas debe limitarse a 120-180ml/día en niños de 1 a 6 años de edad y a 235-350ml/día (en dos
raciones) en niños mayores y adolescentes
Vásquez Macias Fabricio
8. Crecimiento de 6-12 años: Lento pero constante, deriva en un aumento también continuado de la ingesta
alimentaria
Los niños disfrutan comiendo para saciar el hambre y obtener satisfacción de índole social.
Comer en sociedad Variedad en el consumo de alimentos
Vásquez Macias Fabricio
9. •Los primeros años son ideales para proporcionar información que será fácilmente asimilada
•Puede ser administrada de manera informal en casa
•Presencia de programas con directrices nutricionales como HeadStart
Conceptos nutricionales que deben ser enseñados a través de la teoría del aprendizaje cognitivo de Piaget
Vásquez Macias Fabricio
11. Sobrepeso y Obesidad
Problema de salud publica importante y
alarmante.
• Prevalencia de obesidad del 16,9% en niños entre los 2 y 9
años.
• Prevalencia de IMC elevado del 31,7%
La NHANES mostro:
• Prevalencia del 10,4% para obesidad y del 21,1% para IMC alto
Para niños de 2 a 5 años de edad:
12. El informe mas reciente de un comité de expertos sugiere los siguientes términos para
describir el riesgo según el IMC:
OBESIDAD: IMC se encuentra en el percentil 95 o por encima de el.
SOBREPESO: IMC se encuentra entre los percentiles 85 y 94.
Resulta difícil determinar si un niño en crecimiento está obeso.
El IMC, una útil herramienta clínica para detectar el sobrepeso, tiene limitaciones en la
determinación
de la obesidad debido a la variabilidad relacionada con sexo, raza,
composición corporal y etapa de maduración.
13. Las gráficas de crecimiento (CDC) de EE. UU. permiten realizar un
seguimiento del IMC desde los 2 años hasta la edad adulta; de este
modo, es posible controlar a los niños periódicamente e intervenir
cuando la velocidad de cambio del IMC es excesiva.
Las gráficas de IMC muestran el rebote adiposo, que normalmente
se registra en los niños entre los 4 y los 6 años de edad.
Los niños cuyo rebote adiposo se registra antes de los 5 años y
medio de edad son más propensos a pesar más en la edad adulta
que aquellos cuyo rebote adiposo se produce después de los 7
años de edad.
El momento en el que se produce el rebote adiposo y el sobrepeso
en la adolescencia son dos factores críticos en el desarrollo de la
obesidad infantil, siendo el segundo el que tiene mayor valor
predictivo de obesidad adulta y de morbilidad asociada
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18. Factores que contribuyen a una excesiva
ingesta energética en la población pediátrica
Acceso fácil a los
establecimientos
de alimentos y
comidas
Comidas
asociadas a
actividades de
ocio sedentarias
Mayor capacidad
de decisión de los
niños en materia
de comidas y
alimentos
Raciones mas
grandes de
comidas y una
menor actividad
física.
19. La inactividad desempeña un papel esencial
en el desarrollo de la obesidad, tanto si se
debe al tiempo que pasa el niño frente al
televisor, como si responde a la escasez de
oportunidades para realizar alguna actividad
física o a la preocupación por la seguridad del
pequeño.
La necesidad de utilizar el automóvil para
desplazamientos cortos limita las ocasiones
que tienen los niños de caminar hasta
destinos cercanos.
La obesidad en la infancia no es un estado
benigno, a pesar de la creencia popular según
la cual los niños con sobrepeso superarán con
la edad dicho estado.
20. Consecuencias
del sobrepeso
en la infancia
Dificultades
psicosociales, como:
Discriminación,
Autoimagen
negativa, Depresión
Deficiente
socialización.
Factores de
riesgo
cardiovascular
Hiperlipidemia,
Hipertensión o
Hiperinsulinemia
Incremento de la
incidencia de
diabetes tipo 2 en
niños y adolescentes.
21. La AAP ha desarrollado directrices
para la detección sistemática de
sobrepeso y su valoración en niños
desde los 2 años hasta la
adolescencia
La ingesta y los patrones dietéticos,
los patrones previos de crecimiento,
los antecedentes familiares, la
actividad física y las interacciones
familiares.
El U.S. Preventive Services Task
Force recomienda la detección
sistemática de obesidad en chicos de
6 a 18 años y su derivación a
programas de tratamiento.
22. Un artículo publicado
en 2010 describe una
prevalencia más baja
de obesidad entre los
niños expuestos :
• Consumo regular de
la cena en familia.
• Horas de sueño
adecuadas.
• Tiempo limitado
ante el televisor
Las intervenciones en
caso de obesidad en
niños han tenido un
efecto limitado sobre el
problema de la
obesidad infantil.
• Poblaciones de
origen
afroamericano,
hispano o en indios
nativos de
Norteamérica.
Es más fácil que
tengan éxito los
programas que
incluyen componentes
conductuales
completos.
• Implicación familiar.
• Modificaciones de la
dieta.
• Información sobre
nutrición, actividad
física y estrategias de
comportamiento
23. • La incorporación de una intervención conductual
en el tratamiento de la obesidad mejora los
resultados y es más eficaz con un abordaje en
equipo.
• Dependiendo del niño, los objetivos para el
control del peso pueden incluir la disminución de
la velocidad de aumento de peso, el
mantenimiento del peso o, en casos graves, su
pérdida gradual
• Es necesario adaptar de manera individualizada
a cada niño el abordaje del problema, con un
uso mínimo de dietas muy restrictivas o de
medicación, excepto si existen otras
enfermedades importantes y no hay otra opción.
24. Peligros de tratar a los niños con sobrepeso de forma
demasiado agresiva
Alternancia de
períodos de
sobrealimentación
con períodos de
subalimentación.
La sensación de
fracaso en la
consecución de
expectativas
externas
La desatención de
las indicaciones
internas de apetito
y plenitud la
sensación de
privación y
aislamiento.
El incremento del
riesgo de trastornos
de la alimentación y
una autoimagen
deficiente.
25. • Algunos niños con necesidades especiales de salud, como los niños
con síndrome de Down, síndrome de Prader-Willi, baja estatura y
movilidad limitada, corren mayor riesgo de presentar sobrepeso.
26. BAJO PESO Y RETRASO DEL DESARROLLO
• La pérdida de peso, la ausencia de aumento de peso o el retraso del
desarrollo pueden tener su causa en:
Enfermedad
aguda o
crónica
Dieta
restringida
Falta de
apetito
Problemas
de
alimentación
Negligencia o
simple
ausencia de
comida
27. Los bebés y niños menores de 2 años
corren mayor riesgo de crecimiento
insuficiente, a menudo debido a
nacimiento prematuro, trastornos
médicos, retrasos en el desarrollo
cuidados inadecuados o todos estos.
Las prácticas dietéticas pueden
también contribuir a la falta de
crecimiento, incluidas restricciones
dietéticas en niños en edad preescolar
derivadas de la preocupación de los
padres por la obesidad, la
ateroesclerosis u otros posibles
problemas de salud.
28. • La aportación de las calorías y de los nutrientes adecuados, así
como la educación nutricional, deben formar parte del plan
interdisciplinar global de atención a los niños y a sus familias.
• La malnutrición grave puede requerir intervenciones
cuidadosamente planificadas y un seguimiento cercano para
prevenir el síndrome de realimentación.
• El estreñimiento crónico puede dar lugar a falta de apetito,
disminución de la ingesta y RD.
• Con frecuencia, la ingesta de fibra es baja en los niños,
especialmente si son delicados con la comida, de modo que dicho
aspecto ha de tenerse siempre en cuenta en la evaluación.
29. Carencia de Hierro
Uno de los trastornos nutritivos mas frecuentes en la infancia.
Mayor incidencia de anemia en niños se registra en menores de 2
años.
La carencia de hierro es menos frecuente en niños en edad
preescolar o escolar.
Los bebés con carencia de hierro, con o sin anemia, tienden a arrojar
puntuaciones más bajas en las pruebas estándar de desarrollo mental y
prestan menos atención a la información relevante para la resolución de
problemas.
30. La carencia puede tener consecuencias a largo plazo, tal y como lo
demuestra el rendimiento más bajo en las pruebas de desarrollo al
final de la infancia y al inicio de la adolescencia
La ingesta de hierro ha de ser considerada durante la valoración de
las dietas individuales y en las decisiones políticas orientadas a
abordar las necesidades de nutrición de niños de alto riesgo y bajos
ingresos.
Aparte del crecimiento y de la mayor necesidad fisiológica de hierro,
los factores dietéticos también desempeñan un papel importante en
la carencia del mineral. A muchos niños pequeños en edad preescolar
no les gusta la carne, de modo que obtienen de los cereales
enriquecidos la mayor parte del hierro, en forma de no hemo, que es
absorbido de manera menos eficaz
31. Caries dental
• La nutrición y los hábitos alimentarios son factores importantes que
afectan a la salud oral. Una ingesta óptima de nutrientes es
necesaria para mantener unos dientes fuertes y unas encías sanas.
• La composición de la dieta y los hábitos alimentarios del individuo (p.
ej., ingesta de hidratos de carbono con la dieta, frecuencia de
alimentación) son importantes factores en el desarrollo de la caries
dental.
32. Alergias
Las alergias alimentarias suelen hacer aparición en la
infancia y son más probables cuando el niño tiene
antecedentes familiares de alergias.
Los síntomas alérgicos se observan más a menudo en
forma de respuestas respiratorias o gastrointestinales, o
bien afectan a la piel, pero pueden incluir fatiga,
aletargamiento y cambios de conducta.
Existe cierta controversia en torno a la definición de
alergia alimentaria, intolerancia alimentaria y sensibilidad
alimentaria, y ciertas pruebas para la identificación de
alergias alimentarias resultan inespecíficas y equívocas
33. Trastornos de hiperactividad con déficit de
atención
• El trastorno de hiperactividad con déficit de atención es un
diagnóstico clínico basado en criterios específicos: excesiva
actividad motora, impulsividad, intervalo corto de atención, escasa
tolerancia a la frustración y presentación antes de los 7 años de
edad.
• Se han sugerido diversos factores dietéticos como causa de este
desorden, entre ellos colorantes y saborizantes artificiales, azúcar,
metabolismo alterado de los ácidos grasos y alergias.
• A lo largo de los años, se han propuesto diferentes tratamientos
dietéticos, como la dieta Feingold, la supresión del azúcar, las dietas
de eliminación de alergias y los suplementos de vitaminas o ácidos
grasos esenciales
34. Trastornos del espectro autista (TEA)
• Los TEA afectan a 1 de cada 110 niños y se diagnostican por
problemas en tres categorías conductuales: interacciones
sociales, comunicación verbal y no verbal, y conductas
limitadas o repetitivas.
• Estos problemas pueden afectar a la ingesta de nutrientes y a
la conducta alimentaria, y se traducen en que el niño acepta
solo determinados alimentos, rechaza alimentos nuevos o que
le son poco familiares, o muestra aumento de
hipersensibilidades o dificultad para las transiciones.
35. • Los niños con TEA rechazan a menudo las frutas y las verduras, y
aceptan comer solo unos cuantos alimentos nuevos de los demás
grupos de alimentos.
• Aunque la mayoría de los niños muestran parámetros normales de
crecimiento, sus dietas restringidas les sitúan en riesgo de ingesta
nutritiva marginal o inadecuada.
• A menudo son muy reticentes a tomar suplementos vitamínico-
minerales, aun cuando sus efectos pudieran ser beneficiosos para
ellos.
• Entre los consejos en nutrición para niños con TEA se incluyen las
dietas de eliminación (p. ej., sin gluten o sin caseína), los suplementos
de ácidos grasos esenciales, altas dosis de vitaminas y otras terapias
alternativas.