1. ¿Nuestra Identidad?
Hace un poco más de 200 años, estando bajo el mandato de España, en el Virreinato
del Río de la Plata, empezaron a surgir ideas de libertad, ideas nutridas por la identidad
nacional pronta a surgir. Desde 1806 a 1810 se produjeron una serie de cambios en la
sociedad que llevaron a una revolución, la cual lograría la formación de un gobierno patrio
integrado por todos aquellos que se sentían parte de la futura Nación Argentina. ¿Cuál fue
la razón por la que el pueblo se unió para formar un estado independiente y libre? ¿Cuál es
este sentimiento que llamamos identidad nacional? ¿Cuál es el concepto de nación que
tiene la Argentina?
En 1806 comienza la fuerza revolucionaria, nutrida por la liberalidad, el
cosmopolitismo, la riqueza y el sentido innovador de la Buenos Aires, tras haber rechazado
dos veces el ataque de la mayor potencia de aquella época, Inglaterra, y creció a la
consideración de todo el mundo hispano. La nueva personalidad bonaerense se vuelve
democrática y masiva cuando forman un ejército de casi 8000 hombres en una ciudad de
50.000 almas, lo que implicaba la movilización de todos los hombres disponibles, de todas
las condiciones y clases sociales. Ese novísimo ejército elegía a sus oficiales y jefes de
entre sus integrantes, lo que dio origen a un verdadero sistema político que se llamó "una
democracia militar". Así, toda la sociedad empezaba a tener motivos para sentirse unida,
razones para levantarse en contra, todos juntos, del sistema y poder que los gobernaba.
Pero a pesar de un motivo nuevo para unir al pueblo, no todos se sentían atraídos
por la idea. La elite criolla no se sentía identificada con este proyecto, ya que se
consideraban parte de la nación española, porque eran descendientes y /o hijos de
españoles, nacidos en América, y súbditos de la corona de España. Estas controversias de
sentimientos y aspiraciones fueron las que nos llevaron a, en 1810, llevar a un cabildo
abierto a todo el pueblo – eclesiásticos, militares, vecinos, togados, empleados- ya que
todos concurrieron a jurar la firmeza y estabilidad de la nueva obra, porque todos
reconocieron justicia; confesaron su necesidad y vieron el interés común íntimamente
unidos a ellos.
2. Estos ideales de nación fueron los que llevaron a construir a la Argentina de hoy; los
proyectos que unieron a casi toda una sociedad con un objetivo en común: conformar la
identidad nacional. Pero, ¿Qué entendemos por identidad nacional?
Hay diferentes formas de entender lo que es una nación, ya sea en el siglo XIX o en
la actualidad. Nuestra concepción de nación está muy ligada al principio de las
nacionalidades que se difundió a partir de los años 30, que fundamentaba la existencia de la
nación, a partir de una nacionalidad, ya sea compartiendo rasgos étnicos o culturales por
parte de un grupo humano. Los contemporáneos de la independencia, usaban 3 tipos: una
con referencia al lugar de nacimiento, otra que buscaba distinguir una población por sus
lenguas y costumbres, y por último, una “política” que se usa para designar pueblos,
provincias, o reinos que se hallan sujetas a las mismas leyes y autoridad. Pero la más
importante era, en ese entonces, compartir lengua y costumbre.
Nuestros próceres basaron su proyecto de nación en un completo sistema de vida.
Este sistema se basó en varias ideas centrales: la libertad y el derecho, el respeto por el
trabajo y sus frutos, la valoración del esfuerzo, la educación como camino de superación y
la idea de la riqueza de la tierra. El lema de la Sociedad Rural Argentina "Cultivar el suelo
es servir a la Patria" reflejaba con enorme claridad una idea fundamental del exitoso
sistema aplicado por la generación del 80. Este lema sirvió a la Nación entera y fue
adoptado por sus habitantes. De alguna manera, el argentino se sentía, y aún se siente,
"rico" por el solo hecho de habitar un país con abundantes recursos naturales, aunque no
siempre sean aprovechados por nosotros, y extranjeros puedan abusar de ellos.
La idea de identidad nacional fue y seguirá cambiando a través de los tiempos. Lo
cierto es que no hay una “identidad” definida, pero lo que si encontramos los argentinos es
cosas que nos identifican, cosas que sentimos como propias y nos distinguen de otros
países. Por ejemplo, en términos culinarios, cosas que consideramos muy argentinas serian
el asado, la humita, la empanada, milanesas. O en cuanto a temas musicales: el folklore , el
tango, la cumbia o el cuarteto o el tan bien conocido rock nacional.
3. Pero hay aspectos en la cultura argentina que fueron adaptados de otros países.
Entre ellos, y una de las cosas con la que más nos sentimos identificados, y con la que nos
identifican a su vez en otros países, es el futbol. Que a pesar de ser un deporte extranjero,
tiene mayor convocatoria e hinchada que el deporte nacional, el pato. Tanto así que el
pueblo argentino una vez más se está uniendo, pero esta vez para lograr que el futbol sea
reconocido como el deporte nacional.
Toda cultura se centra siempre en un valor determinado. Debe ser un valor simple y
fácilmente captable. La cultura griega se centra en la sabiduría; la romana en la justicia, la
norteamericana en la libertad, la europea actual en los derechos de cada persona, etc.
Nuestra identidad como argentinos aun no está definida, sino que está formándose.
Saber qué somos, porque somos así, es el cimiento para poder decidir qué queremos
ser. Los argentinos también necesitamos ser conscientes de nuestra identidad, responder al
difícil interrogante “qué somos, cómo somos” y entonces podremos acordar qué queremos
ser, para tomar decisiones acertadas y eficaces en el presente.
Desde el ámbito de la Historia, el aporte es facilitar esa reflexión necesaria sobre nuestros
antecedentes, sobre nuestro pasado.
Hace 200 años se produjeron muchos cambios políticos en el mundo hispano y
muchas revoluciones políticas o actos emancipatorios, las efemérides. Pero los contenidos
de todos ellos no son iguales y la revolución social y cultural profunda fue la que se inició
en Buenos Aires y cubrió la actual Argentina y el Paraguay. La nuestra fue una revolución
diferente. De ella deriva el formidable vigor de la Argentina, que se puso al frente de la
vanguardia continental, abrió el cauce a nuestros abuelos inmigrantes, ofreció una gran
tarea de educación e inclusión y formó una conciencia profunda que cuajó en que aun
mucho después, en 1983, fuera también la Argentina la que encabezara en la región la
reconstrucción de la democracia.
Palabras: 1137