Las mujeres en la prehistoria fueron probablemente las primeras agricultoras debido a que se encargaban de la recolección mientras los hombres cazaban. Esto les dio conocimientos básicos sobre agricultura que llevaron al desarrollo del Neolítico. En Egipto, las mujeres tenían un estatus social más elevado y podían ejercer diversos oficios y heredar propiedades. En la antigua Grecia, sin embargo, Aristóteles veía a la mujer como un ser inferior y dependía de los hombres a lo largo de su vida