El idealismo es la familia de teorías filosóficas que afirman la primicia de las ideas o incluso su existencia independiente. Un sinónimo es el inmaterialismo. Del idealismo existen dos variantes principales: el objetivo y el subjetivo
la revelacion de jesucristo, estudio del libro Apocalipsis
Idealismo
1. Idealismo
El idealismo es la familia de teorías filosóficas que afirman la primicia de las ideas o incluso su
existencia independiente. Un sinónimo es el inmaterialismo. Del idealismo existen dos
variantes principales: el objetivo y el subjetivo
Variantes y características
Idealismo objetivo
El idealismo objetivo sostiene que las ideas existen por sí mismas y que sólo podemos
aprenderlas o descubrirlas, es decir, mediante la experiencia; algunos representantes del
idealismo objetivo son: Platón (realismo idealista o platónico), Leibniz, Hegel, Bernard
Bolzano, Dilthey y Frege.
Idealismo subjetivo
El idealismo subjetivo sostiene que las ideas sólo existen en la mente del sujeto: que no existe
un mundo externo autónomo. Representantes del idealismo subjetivo
son: Descartes, Berkeley,Kant, Fichte, Mach, Cassirer y Collingwood.
La principal característica del idealismo subjetivo es que todo gira alrededor del sujeto
cognoscente (ser pensante que realiza el acto del conocimiento). Y existen, a su vez, dos
variantes. La versión radical sostiene que el sujeto construye el mundo: no existen cosas por sí
mismas sino que sólo existen cosas para nosotros (constructivismo). Según esta concepción, la
naturaleza no tiene existencia independiente. En cambio, la versión moderada «afirma que las
cosas son del color del cristal con que se miran».
La ciencia y la tecnología no interfieren en el idealismo, pues ambas dependen sobre todo de
la percepción del mundo exterior para modificarlo conforme al conocimiento. Donde la
percepción en sí, no es ninguna temática contraria al idealismo.
El simple aserto de que las ideas son importantes no lo califica de idealista. Casi todos
los materialistas y realistas admiten la existencia e importancia de las ideas, solamente niegan
su auto existencia.
2. Idealismo
El idealismo considera que la realidad no es independiente del sujeto cognoscente o pensante
sino una consecuencia de su actividad.
Es preciso no confundir los tres sentidos siguientes de la palabra “idealismo”:
*en el lenguaje corriente llamamos idealista a toda persona que cree imprescindible la
realización de un ideal, que no acepta las cosas tal y como son y quiere aproximar la realidad a
valores morales y políticos;
*algunos autores llaman idealista a la filosofía platónica porque este autor afirmó que la
auténtica realidad estaba en el mundo de las Ideas, y no en la realidad sensible que se ofrece a
los sentidos;
*pero en la historia de la filosofía el sentido más propio de este término no es ni el primero ni
el segundo: llamamos idealista al filósofo para el cual la realidad es una consecuencia de la
actividad del sujeto. Hay que tener cuidado con esta definición pues nadie niega que existen
ciertas realidades que son consecuencia de la actividad del sujeto: los objetos artificiales los ha
creado el hombre gracias a la intervención de su cuerpo, el artesano crea físicamente
un objeto a partir del movimiento de sus manos y de la planificación de su mente; por otro
lado, los objetos de la fantasía también dependen de nosotros, en este caso no de nuestro
cuerpo sino de nuestra mente. Cuando se indica que para el idealismo la realidad es
consecuencia de la actividad del sujeto no se quiere decir nada de lo anterior. Esa actividad no
es la de los órganos corporales del sujeto, y la realidad creada de este modo no es una mera
fantasía como en el caso de los productos de la imaginación. El idealismo considera que en el
acto de conocimiento el sujeto que conoce influye en la realidad conocida, que la mente está
sometida a unos procesos o mecanismos que determinan y construyen la realidad
del objeto conocido. Un ejemplo claro de idealismo es el de la filosofía kantiana: Kant creyó
que la mente impone a la realidad conocida características que son consecuencia de la propia
naturaleza de la mente (el tiempo y el espacio, por ejemplo).
El idealismo filosófico se contrapone al realismo filosófico. Podemos comprender qué es
el idealismo si lo comparamos con el realismo, la posición filosófica opuesta:
1) para el realismo
*la realidad conocida existe aunque nosotros no la conozcamos;
*a la realidad conocida no le afecta para nada el hecho de que nosotros la conozcamos, su ser
no queda modificado por el acto de conocimiento, por el hecho de haberla conocido o de estar
ahora conociéndola;
*en resumen, la cosa conocida es independiente del sujeto cognoscente;
3. 2) sin embargo, para el idealismo
*la realidad conocida tiene existencia sólo en la medida en que nosotros la conocemos;
*a la realidad conocida le afecta o influye el hecho de ser conocida por nosotros, es como es
porque nosotros la conocemos;
*en resumen: la realidad conocida no es independiente del sujeto cognoscente.
Por estas tesis, para muchos autores el idealismo no es otra cosa que una forma sofisticada de
subjetivismo. El idealismo es una concepción filosófica difícil de aceptar, y
ello precisamente porque parece contraria a nuestras convicciones más básicas; se suele
indicar que el sentido común es realista que la actitud natural o espontánea de las personas es
realista pues de forma espontánea tendemos a considerar que lo que conocemos (lo que
percibimos, lo que nos enseña la ciencia) está en la realidad antes que lo conozcamos, que las
cosas existen fuera de nuestro pensamiento.
Se han dado distintas formas de idealismo, aunque curiosamente todas después de la filosofía
cartesiana. Hasta la Edad Moderna la filosofía había sido realista, con distintas variantes y
matices, pero en general realista. A partir de Descartes muchos autores han defendido
el idealismo, seguramente como consecuencia del descubrimiento de la subjetividad como el
ámbito de la evidencia absoluta y de la convicción cartesiana de que el objeto inmediato de
nuestro conocimiento no es la realidad en sí misma sino la representación de la realidad en
nuestra mente (las ideas). Las diferencias más importantes entre los sistemas filosóficos
idealistas las tenemos en las dos cuestiones siguientes:
* los límites en la tesis de que en el conocimiento el sujeto determina la realidad
del objeto conocido: así para el idealismo de Berkeley, Dios y las otras mentes existen de modo
independiente al propio pensamiento (no es idealista respecto de su realidad), pero las cosas
materiales agotan su ser en ser percibidas, en ser conocidas (sí es idealista respecto de su
realidad); para Kant nuestra mente influye en el objeto conocido, pero más allá de la realidad
conocida hay otra realidad plena, independiente de nuestro pensamiento, incognoscible pero
cierta: la cosa en sí; para el idealismo hegeliano, todo es producto del pensamiento, no existe
esa supuesta realidad en sí que esté más allá de lo conocido;
*el problema de identificar quién es el sujeto que realiza las distintas síntesis o actividades de
conocimiento: para Berkeley el sujeto cognoscente es el hombre concreto, cada persona que percibe y
piensa; para Kant el sujeto cognoscente no se puede identificar con el sujeto empírico, con el sujeto que
se ofrece en la experiencia y cuya mente se da ya en el tiempo y cuyo cuerpo en el tiempo y en el
espacio. Kant no aclaró adecuadamente quién o qué es el sujeto del cual se predican las categorías y el
resto de estructuras que influyen en el conocimiento y al que llamó sujeto trascendental. Para Hegel el
sujeto del pensamiento en el que se muestra y se crea la realidad no es el hombre concreto, el sujeto
empírico; este filósofo habla de la Razón, la razón con mayúscula, que parece identificar con lo que
ordinariamente llamamos Dios o Infinito.
4. Porque yo creo en un Yo trascendental con ideas a priori, creo en el deseo de desear, creo en
el deber antes que en ser, creo en el determinismo histórico, en el mito de la cueva, en el Sol
platónico y hegeliano, creo en el espíritu romántico ¡Que es muy vitalista! En la figura del
genio, en el mito fáustico. Y creo que el arte romántico, pues el romanticismo es la rama
artística del idealismo, es una de las mejores épocas de creatividad de la historia.
Al definir el materialismo, imagino que no se referirán al materialismo dialectico de Marx, sino
al materialismo común. El realismo radical que solo entiende lo que ve, y quita toda
emotividad a la vida viendo en ella el resultado de reacciones químicas y circunstanciales.
En mi opinión el materialismo es un groso error. Pues el materialismo ha de comprender que
el mundo de las ideas es real, que el alma existe y la espiritualidad es un fenómeno a tener en
cuenta. Voy a alargarme ante esto último.
He leído a Mircea Elliade, el estudioso de las religiones más reconocido que hay.
Él nos cuenta que los budistas, cuando nieva, se ponen desnudos en la montaña y tratan de
absorber los copones de nieve y mantener su cuerpo caliente mediante el aura espiritual. Y
juegan entre ellos a ver quién está más tiempo seco bajo la nieve.
También nos cuenta que el emperador chino no podía tocar el suelo, pues el suelo era indigno
para él y se debía mantener "por encima" del resto de mortales. Así como debía permanecer
siempre con la cabeza bien alta y no tocar a la gente común.
Sigue contando que los chamanes de américa juegan con el fuego y se descuelgan de los
árboles y toman hierbas especiales para entrar en contacto con otros mundos.
Finalmente anota (hago un resumen rápido), el mito de que se cree en muchas culturas que el
hombre antes era un pájaro y podía volar. Y muchas de estas religiones asocian el árbol no solo
a la fecundidad, y la fortaleza sino a la ascensión a un plano superior. El cielo.
Todos estos fenómenos espirituales son incomprensibles para un materialismo. Los llamaría
"locuras de culturas subdesarrolladas". Pero en realidad es mucho más que eso, pues el
hombre es un ser espiritual y en ciertos sentidos, divino.
Yo no solo me considero vitalista, sino espiritual (entre otras cosas). Y para mí la evasión de
una realidad espiritual, si se quiere mágica, de la realidad, no es condescendiente con la
existencia humana.
Por otro lado, como iba diciendo al principio. Sin el idealismo la filosofía estaría muerta. Todos
los grandes conceptos de la filosofía vienen del idealismo. La tesis, la antítesis y la síntesis de
Hegel, deducidas del Sol platónico. En la que el hombre por medio del mito fáustico
experimenta realidades existenciales distintas hasta dar con la que le dé significado a su vida.
La idea de que el Yo se libere de los grilletes del no-Yo y reivindique su naturaleza singular;
véase por ejemplo en una persona que ama el surf y su entorno lo ve mal, y él se libera, y zas,
5. se hace surfista. Porque es su esencia, una esencia romántica del Yo. Que decide que hacer por
sí misma. O la idea de desear el deseo, que viene a ser vivir para disfrutar de los vicios,
noblezas y nimiedades de las vida humana por el espíritu vital de autosatisfacción de
necesidades superiores, suprasensibles; véase quien por la pérdida de un amor se va de viaje
para olvidar, o quien se dedica día y noche a seducir a jovencitas porque la vida se acaba. Ese
exprimir la vida, ese carpe diem romántico, me encanta.
Yo siempre llevaré a Fichte y a su yo Romántico en el corazón. Él decía, atrévete a decir "yo
quiero" atrévete a anteponer el querer al deber. Atrévete a perseguir tus sueños, a renunciar a
lo que no eres, y a vivir libre. Ese es el deseo de desear. Que consiste en desear cosas.
Atreverte a lanzarte a por la vida y encontrar nimiedades, como la misma filosofía, en manga y
la literatura y hacer de ellas tu templo.
Bueno, ya me he alargado. Puede que no haya entendido bien lo del materialismo. Solo
conozco el materialismo dialectico de Marx y ciertamente he de decir que solo hace que
madurar el idealismo de su maestro Hegel, aplicando el espíritu de San Agustín. Transformar el
mundo por la ideología.
En el fondo no veo tanta diferencia entre Hegel y Marx. Lo único que los diferencia en sus
métodos es que uno ve la historia como ajena y el otro se implica en ella. Más allá de sus
teorías sobre ella.