La bioética nace en los años 1960 para proteger la vida humana de abusos médicos y se consolida en las décadas de 1970 y 1980. Se basa en tres principios: autonomía, beneficencia y justicia. Existen dos corrientes principales - la tradicional europea que ve la dignidad humana como intrínseca, y la postmoderna que la vincula a la imagen de Dios. El postmodernismo débil niega la identidad personal mientras que el fuerte la encuentra en la llamada de Dios al hombre. La bioética busca defender la dignidad humana.