La Mesopotamia asiática se encontraba entre los ríos Tigris y Éufrates en el actual Irak, donde los ríos permitieron el desarrollo de la agricultura, el transporte y la vida. Las primeras ciudades-estado mesopotámicas tenían monarquías teocráticas gobernadas por reyes que debían complacer a los dioses. Desarrollaron una escritura cuneiforme, arquitectura de ladrillos, y códigos legales como el Código de Hammurabi.