El proyecto "La Chanca camina sola hacia la Escuela" busca reducir el absentismo escolar en el barrio de La Chanca (Almería) mediante la participación activa de los propios niños y niñas del colegio. Un grupo de estudiantes de 5o y 6o grado se encargan de ir casa por casa para convencer a sus compañeros absentistas y a sus padres de la importancia de la educación, llevándolos ellos mismos al colegio. El proyecto ha sido reconocido por la UNESCO y comenzará en sept
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gando en la calle y es mejor que vengas al colegio, a divertirte con tus amigos,
aprender muchas cosas, y cuando crezcas que puedas tener un futuro, ser ma-
estro, ser médico, hay muchos futuros», asegura, «hay que venir al colegio pa-
ra encontrar tu futuro».
Paraotrodelosniñoscooperantes,Manuel,«lomásdifícilesconseguirquesus
padres nos dejen traer a los niños al colegio». Lo mismo afirma Antonio, tam-
bién cooperante del proyecto, quien destaca que ha habido niños que han con-
seguido regresar al colegio gracias a su esfuerzo. «Unos cuatro o cinco ya están
viniendo al colegio, y ya están sacando buenas notas», apunta.
Fátima tiene claro que, una vez que concluyan sus estudios de Primaria en el
CEIP de La Chanca, irán al instituto, pero también que van a seguir implica-
dosconelproyectoparaacabarconelabsentismo.«Nopodemosdejaralama-
estra Aurora», sentencia Fátima, «cuando nos vayamos, seguiremos ayudando,
es imposible dejar a la maestra Aurora, tenemos que conseguir este sueño,
nuestro sueño y su sueño».
En el proyecto continúa implicada una antigua
alumna que ya pasó al instituto y que ahora estu-
dia primero de ESO, Lucía Castro, que ayuda a
los más pequeños a elaborar sus discursos para
difundir su mensaje a través de conferencias, co-
mo las que se impartieron el año pasado en la
Carpa Juan Goytisolo, o el pasado mes de ene-
ro en la Universidad de Almería, con la colabo-
ración de la profesora Lola Rodríguez, tam-
bién vecina de La Chanca.
UNPROYECTOQUESERÁREALIDADENSEPTIEMBRE
El proyecto, que está terminando de ponerse a punto, se pondrá en marcha
durante el próximo curso escolar, a partir de septiembre de este año, y ya cuen-
ta con el reconocimiento a nivel nacional que otorga el Premio ‘Federico Ma-
yor Zaragoza’ de la Unesco (ver recuadro a la izquierda).
Aurora y los pequeños cooperantes cierran ahora los últimos flecos del proyec-
to, con distintas visitas al barrio para detectar posibles obstáculos, repasar los
conceptos de educación vial y elaborar un protocolo de actuación.
«Vamos a ir todos juntos a la casa del niño con petos naranjas, le ponemos al
niñoabsentistaunpetoverdeynoslollevamosconmuchocuidadoalcolegio»,
adelanta Manuel, «antes, le diremos que le va a gustar mucho la escuela».
Por su parte, Aurora asegura que «ahora nos encontramos en fase de investi-
gación de los trayectos por las mañanas, vamos con callejeros del barrio, sali-
mos desde la escuela y vamos a la casa del niño cooperante, desde donde co-
menzamos a contar el trayecto hasta la escuela, pasando por la casa de un niño
veces la historia da vuelcos inesperados. Tenemos la costumbre de ver
cómo siempre ganan los más fuertes, pero, de vez en cuando, también
David consigue superar a Goliat, también el pequeño ratoncito logra
escapar con inteligencia de las fauces del león. Así está ocurriendo en
el barrio almeriense de La Chanca, donde los niños y niñas, abocados a vivir
unas condiciones que no son las más deseables, luchan por sí mismos contra el
absentismos escolar, una de las principales lacras que afectan, junto con otros
problemas, a los barrios de la periferia de Almería capital, como tantas otras
ciudades españolas.
En el Centro de Educación Infantil y Primaria de La Chanca, niños y niñas de
tan sólo 11 o 12 años han comprendido que, para salir adelante, tienen que tra-
bajar juntos y que nadie va a venir desde fuera a solucionarles los problemas.
Han tomado conciencia de que su futuro está en sus propias manos, y que de
ellos depende mejorar, poco a poco y día a día, el entorno en el que
viven.
A través del proyecto ‘La Chanca camina sola
hacia a la Escuela’, alumnos y alumnas de 5º y
6º de Primaria se han puesto manos a la obra
para lograr reducir el absentismo con su propio
esfuerzo. ¿Y cómo lo piensan conseguir? Con-
venciendo a sus compañeros, convenciendo a
padres y madres de que no hay nada mejor que
iralcolegioaaprenderaleeryaescribir,aapren-
der lo básico para saber defenderse en la vida.
Yendo casa por casa a recoger a sus compañeros
con sus propias manos, a aquellos que se quedan
en la cama porque sus padres no los levantan, a aquellos que prefieren quedar-
se tirados en el sofá o jugando en la calle, a aquellos que todavía no han apren-
dido a disfrutar del hecho en sí de ir a la escuela.
«Un niño tuvo la idea de este proyecto, en el que llevamos trabajando más de
un año», revela Fátima, una de las cooperantes que participan en el mismo, ba-
jo la dirección de la maestra de Educación para la Ciudadanía y los Derechos
Humanos, Aurora Bolívar, «tenemos que ir de casa en casa los cooperantes re-
cogiendo a los absentistas, y llevarlos con esta mano al colegio», dice, levan-
tando su palma. Carmen, otra de las cooperantes, asegura que lo que más le
gusta del proyecto es hacer posible que los niños vayan al colegio. «Si no van,
lossocialesselosllevan»,explica,«tenemosquepreocuparnosporellos».Tan-
to Carmen como Fátima tiene amigos absentistas. «Les digo, no está bien que
estés en la calle jugando, porque ¿qué estás haciendo ahora? ¡Nada! Estás ju-
A
q REPORTAJE
LACHANCA
CAMINASOLA
ALAESCUELA
PROYECTOCONTRAELABSENTISMOESCOLAR
ANUSKA BENÍTEZ FERNÁNDEZ
FOTOGRAFÍA: A. B. F. / FOCO SUR
LaChancacontinúalaluchaparamejorarla
calidaddevidadesusvecinos.Eldesempleo,la
faltaderecursosyelhistóricoabandonoque
sufreestebarriodelacapitalalmeriensesehan
convertidoenelcaldodecultivoperfectopara
queelabsentismoescolarseconviertaenun
caballodebatallamás.Unamaestrayungrupode
niñosyniñasdelcolegiodeLaChancapelean
cadadíaparacambiarestarealidad:sehan
convertidoenlosnuevoshéroesdelbarrio. Ese
trabajohasidoahorareconocidoporlaUnesco.
2. absentista que hayamos detectado». Todos son conscientes de que cuentan con cier-
ta desventaja, por el analfabetismo que en otra época predominaba en La Chanca.
Las abuelas de algunos de ellos no saben leer ni escribir, y son ellos mismos los que
las ayudan cuando les llegan todo tipo de cartas, incluso las facturas del agua o de la
luz. E incluso hay quienes tampoco hablan español, como la madre de Fátima, a
quien su hija le hace de traductora para resolver todo tipo de cuestiones.
Sin embargo, todas sus familias apoyan totalmente esta idea y el proyecto, les gusta
que sus hijos se impliquen en una labor tan necesaria en La Chanca. «El proyecto se-
rá de ocho y media a nueve», señala Aurora, «tenemos niños ya en primero de ESO
que ya no están en el colegio, pero fueron quienes originaron esta idea, por eso si-
guen vinculados al proyecto, aunque no puedan trabajar como cooperantes, sí que
pueden seguir viniendo a las reuniones de formación de cooperantes, ofreciéndonos
su ayuda para hablar con las familias».
Más que el hecho de que el proyecto en sí salga adelante, lo que le importa a Auro-
ra es que en La Chanca se quede una base bien asentada de conciencia de que ellos
pueden luchar contra los problemas de su barrio y de que la educación es un derecho
que nadie les puede arrebatar. «Yo me conformo con la idea de pensar que estos ni-
ños, cuando tengan más de 14 años, sean capaces de crear una asociación infantil pa-
ra el desarrollo de la infancia en el barrio», dice ilusionada.
LAEDUCACIÓNCOMOHERRAMIENTADETRANSFORMACIÓNSOCIAL
Aurora asegura que siempre ha creído que, para cambiar el barrio, hay que implicar
a los niños y niñas como cooperantes activos. «No sólo que tengan ideas, sino que
sean los auténticos protagonistas en cualquier proyecto que se haga, en este caso,
contra el absentismo, pero se podrían hacer también proyectos contra otros proble-
mas, como la drogadicción, contra los embarazos en preadolescentes...», afirma,
«hay tantas cosas que trabajar en La Chanca, que estoy convencida de que tiene ser
una vía de transformación social en un barrio desfavorecido». Ella confía plena-
mente en sus alumnos y alumnas. «Yo les digo que les puedo dar las bicicletas, pe-
ro que los que tienen que pedalear contra los problemas de su barrio son ellos mis-
mos, y si no, la bicicleta se va a caer».
Esta joven maestra, que entiende la educación como una herramienta de transfor-
mación social, ha vivido su profesión docente en entornos aún más conflictivos, co-
mo El Salvador, donde trabajó como cooperante.
Al proyecto ‘La Chanca camina sola hacia la Escuela’, cuyos detalles están en su blog
(http://aurora-educationwithoutborders.blogspot.com), hay que añadir el documen-
tal oficial que ha realizado la docente Ana González, mano derecha de Aurora en to-
do momento. Junto a las conferencias de los niños, está ayudando mucho a darle di-
fusión al trabajo que se está haciendo en el CEIP de La Chanca. Ahora, su próximo
objetivo es grabar un CD de canciones con los artistas del barrio, como Nono Cor-
tés, que ha compuesto la canción oficial del proyecto, al que van a adjuntar una guía
Premio‘FedericoMayorZaragoza’
La delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía,
Isabel Arévalo, felicitó el pasado mes al Centro de Educación Infantil y Primaria ‘La
Chanca’, por la obtención del Primer Premio ‘Federico Mayor Zaragoza’ de la Unes-
co -en la categoría de centros escolares-, que en esta séptima edición se celebra-
ba con la temática ‘Ciudadanos y ciudades libres y responsables’.
El centro público almeriense obtuvo el galardón con el proyecto ‘La Chanca cami-
na sola hacia la Escuela’, que ha estado coordinado por la maestra Aurora Bolívar
y que tiene como protagonistas a los niños y niñas del barrio, que pretenden re-
coger a partir del próximo curso, casa a casa, a sus compañeros para acompañar-
los al centro de enseñanza, con el objeto de combatir el absentismo escolar. El
proyecto está incluido en
la red almeriense Escue-
la Espacio de Paz.
El objetivo de estos pre-
mios es dar a conocer y
potenciar acciones y
experiencias de escue-
las, institutos y entida-
des que contribuyan a
formar personas li-
bres y responsables,
comprometidas, críti-
cas, solidarias y acti-
vas socialmente, que den
sentido a los valores democráticos. Hacer visibles y reconocer accio-
nes y experiencias innovadoras y creativas que aportan herramientas de transfor-
mación personal y social. El acto de entrega del premio tuvo lugar el pasado sá-
bado 24 de mayo en el Parador Nacional Castillo de la Zuda de Tortosa, y estuvo
presidido por el exdirector general de la UNESCO y Presidente de la Fundación Cul-
tura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, que hizo entrega de los galardones.
En la página ante-
rior, foto de familia
de los protago-
nistas del proyecto
‘La Chanca camina
sola a la escuela’.
De izquierda a de-
recha y de arriba a
abajo, Aurora Bolí-
var, maestra del
CEIP La Chanca y
coordinadora del
proyecto; el poeta
y maestro jubilado
del CEIP La Chanca
Juan José Ceba; las
niñas Carmen y Fá-
tima; el presidente
de la Asociación de
Vecinos ‘La Traíña’,
José García Rueda;
la directora del cen-
tro, Inmaculada
Martínez Yélamos;
y los niños Manuel,
Antonio y Alí.
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t
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didáctica sobre cómo trabajar la lectoescritura a través de las canciones que
han inventado los niños cooperantes a raíz de este proyecto.
UNALARGALUCHASINCUARTELCONTRAELABSENTISMO
La Chanca lleva viviendo el problema del absentismo escolar desde hace dé-
cadas, pero con el tiempo, los porcentajes han ido reduciéndose considera-
blemente gracias a diversos factores. Este proceso lo ha vivido Juan José Ce-
ba, poeta y maestro en el CEIP de La Chanca durante más de treinta años,
ya jubilado. «He vivido todo el proceso de intentar mejorar el barrio en to-
dos los sentidos, estoy convencido de que la educación ha aportado muchísi-
mo al barrio y sigue aportando, lo iremos viendo conforme vayan saliendo
personas licenciadas del barrio, que ya las hay», remarca Juan José.
Las razones por las que se produce este hecho son claras para él. «Aquí hay
una primera razón, y es que hay muchas personas que han sido víctimas de
abandonos históricos, de desprecios sociales, y también de desprecios educa-
tivos», apunta, «pedirle a unas personas que lleven a sus hijos a la escuela,
cuando tienen toda una serie de carencias con respecto a la educación, es al-
go muy complejo y muy difícil».
La directora del CEIP de La Chanca, Inmaculada Martínez Yélamos, expli-
ca que en el colegio se está aplicando el Protocolo de Absentismo, que co-
mienza cuando un niño tiene 5 faltas injustificadas y se le incluye en la lista
de absentistas. «Un caso puede llegar a pasar a la Fiscalía de Menores, y en
casos muy graves, incluso puede haber una retirada temporal de la custodia
los hijos y una sanción económica», aclara.
Dentro de la larga historia del colegio de La Chanca, para Juan José ha ha-
bido varios elementos clave para la reducción del absentismo. El primero de
ellos, fue el hecho de que el anterior director, Pedro García López, se deci-
diera a cambiar de manera radical el comedor del colegio. Hasta ese mo-
mento había un cátering, con comida que los niños no se tomaban, y enton-
ces empezaron a hacer la comida las propias madres de los alumnos. «Los ni-
ños comen en el colegio lo mismo que en sus casas, lo que ha conseguido re-
ducir el absentismo de forma extraordinaria», refiere Juan José, «aunque el
curso que viene podría peligrar este comerdor, ya que parece que la Conse-
jería de Educación quiere volver a implantar el cátering».
Otro factor importante ha sido la estrecha colaboración del colegio con la
asociación de vecinos de La Chanca, La Traíña. «Durante muchísimas dé-
cadas han sido prolongación lo uno de lo otro», revela Juan José, «esa rela-
ción también ha contribuido a reducir el absentismo». No en balde, La Tra-
íñallevamuchísimosañosorganizandolasEscuelasdeVerano.Tampocool-
vida Juan José la labor desempeñada durante muchísimos años por equipos
de absentismo formados por gente del barrio. «Lo llevaban Agustín y Blan-
ca», recuerda, «la idea era que ellos iban a hablar con las familias para
concienciarlos, estimularlos, preguntar por qué no se llevaba a los niños a la
escuela. Han hecho un trabajo precioso».
Pero todo esto no es suficiente. Hacen falta más iniciativas como el proyec-
to ‘La Chanca camina sola hacia la Escuela’. «En La Chanca se vive un dra-
maatroz,laexclusióninjustayterribledetantísimasfamilias»,denunciaJuan
José, «no tienen derechos de nada». Aquí han visto echar a familias fuera de
sus casas, han visto cortar el agua a más de 200 familias que no podían pa-
garla, gente que tiene hambre, que lleva cinco años sin trabajar. «Hay zonas
en el barrio con 65% de los vecinos en el paro, y zonas con hasta el 80% de
desempleo», afirma.
En la misma línea se expresa el presidente de la asociación de vecinos de La
Chanca, La Traíña, José García Rueda. «El problema de fondo no es si los
niños van o no al colegio, detrás de eso hay un problema de desestructura-
ción de la propia familia, de falta de empleo, lo que impide que el resto de
cosasvayanbien»,manifiesta.Josérecuerdaqueenlosaños80habíaun30%
de analfabetos absolutos en el barrio, pero poco a poco va mejorando la si-
tuación. «Eso ha cambiado, hay absentismo, pero en menor medida, de he-
cho, el primer físico nuclear de Almería ha salido de aquí, de La Chanca»,
asegura. «Aquí hay un problema del sistema, que impide las igualdades», di-
ce, «conseguimos las cosas con demasiado sacrificio, con demasiado sufri-
miento, y así es muy complicado». José considera que «los servicios que se
reciben no están en acorde con las necesidades que tenemos».
Lo mismo opina Inmaculada, para quien la raíz del absentismo viene de una
problemática familiar que hace que la gente no tenga sus necesidades básicas
cubiertas: «Mientras no se solucionen todas estas desventajas que hay aquí,
es una lucha sin cuartel, aquí les intentamos ayudar en la medida de lo posi-
ble, pero lo único que sentimos es impotencia».
«Para solucionar el problema del absentismo hay que ver cada caso uno por
uno, en el entorno familiar, hay que hacer un estudio», concluye José, «si no
se tienen datos de qué está pasando dentro de las cuatro paredes, que a veces
son cosas bastante fuertes, ¿cómo se va a conocer la realidad?».
Los tres coinciden en que hacen falta más medidas de apoyo desde el Ayun-
tamiento de Almería, medidas sociales, educativas y culturales, además de un
gran proyecto en el que esté implicado el profesorado más comprometido,
que permita hacer que los niños estén a gusto en el colegio, olvidando las
tristes vidas que puedan llevar en sus casas, un proyecto que cuente con el
respaldo de la Consejería de Educación, similar a la Compensatoria, con el
que poder conseguir transformar esta realidad. s
¿Cómo se aborda desde la administración andaluza el
absentismo escolar?
Cada provincia tiene un plan de absentismo, y una
comisión provincial, en total contamos con 41 equi-
pos técnicos que trabajan por zonas. Hay un plan de
prevención, de seguimiento y de control total, coor-
dinando estrategias y recursos. También se controla
el absentismo a través del transporte escolar, las resi-
dencias y los comedores escolares. La Junta pone
también a disposición de los municipios una línea de
subvenciones a ayuntamientos y entidades que cola-
boran para prevenir el absentismo, a través de unas
comisiones municipales.
¿Cuál es el protocolo establecido para detectar a ni-
ños absentistas?
La Junta dispone de un programa, Séneca, en el que
se registran todas las faltas, y se considera a un niño
absentista cuando cuenta con faltas injustificadas co-
rrespondientes al 25% del total de las clases. Conta-
mos en la Junta con equipos técnicos especializados y
centros de Educación Compensatoria.
¿Ha mejorado la situación en los últimos años?
En el curso 2012/2013, el último de que disponemos
datos, registramos en la provincia un 1% de absen-
tismo en Primaria, y entre un 3’3 y un 3’9% en Se-
cundaria. Ha mejorado mucho la situación, teniendo
en cuenta que desde que estamos realizando estadís-
ticas, en el curso 2007/2008, en el que contabilizamos
unos 900 alumnos absentistas.
¿Cómo valora el proyecto del colegio de La Chanca,
premiado recientemente?
Es un proyecto en el que se ha implicado toda la co-
munidad educativa, hasta las familias. Se ha conse-
guido transformar todo un barrio desde la escuela,
de hecho, podría decirse que es el corazón del barrio.
En él se han creado asociaciones de música y de poe-
sía. Los niños son los verdaderos ganadores del pre-
mio, la repercusión mediática les está reforzando mu-
cho. Muchos de estos niños cooperantes tienen her-
manos que no acabar los estudios, y somos conscien-
tes de que se está luchando contra algo difícil, con-
vencerles de que no dejen los estudios.
Los comedores escolares gestionados por Ampas
ayudan a evitar el absentismo, pero con la llegada de
los cáterings se corre el riesgo de que aumente. ¿Qué
respuesta les puede dar a estos colegios?
Las Ampas que gestionan comedores escolares deben
concurrir como el resto de empresas a los procesos de
licitación pública, no podemos firmar un convenio ex-
clusivo con ellas, la nueva Ley de Contratos del Sector
Público en Andalucía no lo permite.
El centro cuenta también con el Mérito a la Educa-
ción, ¿no merece el centro más apoyo con una inicia-
tiva específica o medidas extraordinarias?
La educación pública ha avanzado mucho y garantiza
la igualdad de las personas sin estigmas. Ya conta-
mos con centros de Compensatoria y atención a los
niños para ajustarse a su nivel. Cada vez hace menos
falta refuerzos adicionales, y cada vez tenemos más
éxito escolar, sobre todo, gracias a los maestros.
IsabelArévalo DelegadadelaConsejeríadeEducación,
CulturayDeportedelaJuntadeAndalucía
t