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La viruela
1. HISTORIA“METODO GENERAL PARA CURAR LAS VIRUELAS EN 1782” NARRADO POR: “JOSE CELESTINO MUTIS” Elaborado por: Lic. GLORIA YANETH AYALA SOTO Lic. CLARA ELENA GONZALEZ Lic. NEFIZ RESTREPO
2. Bueno niños hoy les voy a contar como era que se curaban las viruelas en 1782
3. Las viruelas como todas las enfermedades acompañadas de calentura, se curan con mayor seguridad por medio de la misma naturaleza, bien dirigida y con el auxilio de pocos medicamentos y muy sencillos
4. Si al sentirse acometido del mal hubiese ansia de vomitar, beberá una buena porción de agua tibia con sal
5. excitando la acción del vómito con unas plumas o los dedos y ayudándose con más agua tibia.
6. Se limpiará el vientre con dos lavativas del cocimiento de malvas
7. y el de bledos en las tierras calientes, endulzado con la miel de caña
8. 2. Después beberá frecuentemente algunas tazas del cocimiento de borraja y amapolas…
9. y de cebada en los países calientes, con un poco de azúcar
11. 3. Se mantendrá en la cama moderadamente abrigado, para entretener los blandos sudores, que sobreviven en tal estado.
12. No sería mucho que con esto sólo quebrase la enfermedad, como sucede en algunos que sólo pasan los primeros accidentes.
13. 4. Si pasadas cuarenta horas subsiste la calentura, hay fundamento bastante para creer que siga el mal.
14. Entonces es necesario cortar el pelo y dar un baño de pies con agua caliente por espacio de media hora.
15. El baño se repite cada noche dos horas, hasta que apunten las primeras pintas y es un remedio muy eficaz,
16. no sólo para disminuir el número de las viruelas en la cabeza, sino también para facilitar su erupción en lo restante del cuerpo
17. 5. Seguirá bebiendo abundantemente el mismo cocimiento, pero templado y preparado cada frasco con una ochava del nitro purificado y dos onzas de azúcar
18. 6. Alternará las bebidas con el alimentos reducido únicamente a las mazamorras de maíz o de arroz, privándose absolutamente de caldos.
19. esta ya bien averiguado que los caldos y cantas substancias provienen de las carnes son muy dañosas en esta enfermedad.
20. 7. Es muy necesario contentar el paladar de los niños y entretener la pena de los grandes, permitiéndoles otras cosas que no puedan serles nocivas.
21. A este intento se les puede conceder el uno de las manzanas cocidas; cualesquiera frutas de dulce
22. Las horchatas hechas en le cocimiento mencionado; la leche de vaca mezclada con igual porción del cocimiento
23. y algunas rebanadas de pan; todo con le fin de hacerles olvidar el antojo y natural costumbre al uso de las carnes.
24. 8. Brotadas las viruelas, afloja la calentura y en las de buena índole o poco número, cesa del todo.
25. Conduce mucho mantener siempre el vientre y esto se consigue sin irritación, continuando cada noche las mismas lavativas.
26. 9. La inflamación que sobreviene a la garganta se va disipando con las gárgaras frecuentes de agua mezclada con vinagre; los ojos se bañarán a menudo con agua tibia.
27. 10. Importa mucho no mantener siempre tendidos y abrigados en la cama a los enfermos. Después de renovado el aire de la sala o aposento, que se consigue abriendo las ventanas por un cuarto de hora.
28. Manteniendo entonces bien resguardada la cama del enfermo, se le hará sentar y después salir de la cama por algunas horas,
29. con tal de que esté la habitación bien defendida por medio de las vidrieras o bastidores. Si la calentura es muy fuerte hay necesidad de sacar el enfermo de la cama por mas tiempo
30. Muchos admirarán este consejo, pero es el más eficaz y sin él son inútiles los demás. Sobre todo mucho aseo y limpieza
31. y no permitir que se sofoque al enfermo con el demasiado abrigo, ni concurso de gentes.
32. 11. Cuando comienzan a madurar las viruelas sobreviene la segunda calentura y éste sin duda es el estado más peligroso.
33. Deberá continuarse con el mismo régimen y alimento. Puede apreciarse la supuración y mitigar la irritación untando las viruelas con aceite común o de almendras dulces dos veces al día. No rascarse.
34. 12. Estando ya bien maduras las viruelas conviene abrirlas sucesivamente con tijeras muy puntiagudas, sin tocar en el fondo de la viruela…
35. …que derrama la materia contenida oprimiéndola suavemente con hilas, aplicando a manudo una esponja o hilas mojadas en agua tibia para limpiar la podre
36. y evitar las costras que se formarían, repitiendo las mismas diligencias después de algunas horas, porque las viruelas vacías vuelven a llenarse a poco tiempo.
37. El estado de abrirlas se conocerá por estas señales: cuando están del todo blancas, cuando comienzan a amarillear, aunque sea poco …
38. …y cuando el circulito rojo de su circunferencia está del todo pálido.
39. 13. Cuando comienzan a secar las viruelas es necesario purgar al enfermo. La misma purga se debe repetir a los seis días.
41. 14. Pasada la purga última comenzará el uso de las carnes con bastante moderación a los principios. El agua ordinaria será la natural con un pedazo de pan tostado
42. 15. Para acelerar la convalecencia tomará la leche de burras a la mañana y en su defecto podrán tomar los pobres las de cabras, o la de vaca, aguada; y esto por espacio de veinte o treinta días.
43. 16. La purga será compuesta de maná, sen y un poco de anís en la suficiente cantidad del cocimiento de borraja o cebada, proporcionando las cantidades desde una hasta tres onzas de maná…
44. …y desde media hasta dos ochavas del sen, según las edades. La escasez y subido precio de estos géneros al presente pueden suplirse con la al de Inglaterra, desde media hasta dos onzas.
45. Por más benigna que sea le epidemia suelen ocurrir accidentes de mayor cuidado que el que parece anunciar una receta general…
46. …acomodada a toda clase de gentes y a los diversos temperamentos de todo este Reino.
47. Sin embargo conviene que éste método se observe puntualmente, porque en ninguna especie de viruelas podrá dañar
48. y siempre aprovechará para persuadir a las gentes que se abstengan de otros remedios peligrosos y sólo proporcionados a convertir las viruelas de buenas en malas y de malas a mortales
49. Hará muy bien consultar al médico quien pueda y donde no haya recurso, se podrán tomar algunas luces para los lances apurados en el capítulo de viruelas del sabio Tissot.
50. Bueno niños, por hoy hemos llegado al final de nuestra lección. Espero se haya comprendido como se curaban las viruelas en mi época 1782.
51. MUTIS: EL SABIO DE LA VACUNA Además de haber trabajado con plantas y animales, Mutis también tuvo que ver con la salud pública e higiene en la Nueva Granada con la detención de la propagación del virus de la viruela, que en ese entonces fue la causante de muchas muertes. El año de 1782 fue recordado durante mucho tiempo como el año de la “gran peste” (un año después de la revolución comunera) que fue controlada por medio de la inoculación que propuso el padre Joseph Velásquez más conocido como “el cura de Sopo”; diez años después Mutis junto con el joven Juan Hernández de Alba emprendió un largo viaje en busca de él.
52. Cuando lograron llegar a la casa cural del pueblo, donde supuestamente vivía, se dieron cuenta de que ya no ejercía el sacerdocio y que estaba viviendo en las afueras del pueblo en una pequeña casita. Cuando lograron llegar donde este, les revelo toda la técnica de la inoculación, que consistía en infectarse con una viruela benigna (que estuviera seca) y así el cuerpo crearía defensas para combatir la viruela maligna. Mutis comenzó inoculándose el mismo, después continuo con sus discípulos y con los niños de un orfanato. Todo esto fue muy protestado ante el alto tribunal y tacharon a Mutis de demente; cuando la gente observo que no pasaba nada y que era la única forma de prevenirla admitió el tratamiento aplicado por Mutis. Este mismo año la peste fue controlada. El rey le dio las gracias y apoyo generoso al proyecto de la Expedición Botánica.
53. ORIGEN DE LA VACUNA ANTIVARIOLICA Posteriormente en Europa, se le atribuye el descubrimiento de La vacuna contra la viruela, a Edward Jenner en 1798 “Fases de los granos de la vacuna”
55. BIBLIOGRAFIA HISTORIA Hoy, Ciencia y la Expedición Botánica en la Independencia. Colección Bicentenerio 1810-2010. Revolución Educativa Colombia Aprende. Ministerio de Educación Nacional. Bogotá D.C, Colombia 2009. pág 75-77. SALAMANCA Uribe J.: Jorge Lleras Parra y la producción de la vacuna antivariólica en Colombia. Rev. Acad. Colomb. Cienc. 28 (109): 545-554, 2004. ISSN: 0370-3908. IMÁGENES TOMADAS DE: Mutis en http://www.bibliotecanacional.gov.co/index.php?sI=&idcategoria=9257&despues=si&bfiltro=ambos&cadena_buscar=video+mutis&submit.x=0&submit.y=0 Tatiana JARAMILLO; MORENO Juan Camilo 9B.; Docentes acompañantes: EXPEDICION MUTISIANA . Tomado de: http://www.medellin.edu.co/sites/Educativo/Docentes/feriaexplora/Ciencias%20de%20las%2 Plantas/Expedici%C3%B3n%20Mutisiana.pdf