1. Arte para vivir mejor
¿Por qué el conocimiento del arte es tan importante? Principalmente porque
permite a los niños aprender destrezas sociales y de comunicación. El arte es la
herramienta perfecta para compartir ideas, sentimientos y expresiones.
Permite desarrollar el pensamiento abstracto, porque al contemplar colores,
líneas y formas, irán adquiriendo poco a poco más habilidades para resolver
problemas espaciales y posteriormente de
lenguaje y matemáticas después.
Para José Joaquín Brunner, Director del Centro de Estudios de Políticas y
Sistemas Comparados de Educación de la Universidad Diego Portales, que
participó en el “II Encuentro sobre Educación y Arte: Claves para comprender
las tendencias mundiales y los nuevos desafíos en torno a la creatividad,
innovación y la calidad educativa”, organizado por la Universidad Diego
Portales- la ventaja de entregar a los niños en edad preescolar y escolar una
educación cruzada por 'lo cultural' es, que la educación consiste, ante todo, en
hacerse parte de la cultura de una sociedad.
“De su lenguaje, sus tradiciones y sus expresiones en todos los planes del
pensamiento, el saber y las artes. Es sólo por este laborioso proceso que
llegamos a ser lo más humano posible y a formar parte de un mundo de
significados y sentidos compartidos”.
Según Hernán Garfias, Director de la Escuela de Arte de la Universidad Diego
Portales, lo único que diferencia a un niño de otro es su nivel cultural. No otra
cosa. De acuerdo a su opinión, las diferencias sociales ya no se circunscriben a
la condición socio-económica, al barrio donde vive un pequeño, al colegio al que
va o si sus papás tienen un automóvil último modelo. “La cultura es universal,
atraviesa todos los ejes de la formación educacional y permite que los alumnos
amplíen su conocimiento especializado con la realidad de la sociedad en la que
viven”, señala.
Encantados con el arte
2. Aunque en los colegios se enseñan artes plásticas, música, historia y lenguaje,
no es suficiente. Es una pincelada que los padres, en casa, deben profundizar.
La información teórica recibida en clases puede complementarse con la visita a
los museos y la participación en talleres didácticos. Poco a poco, a medida que
los niños van creciendo, establecerán lazos entre su experiencia cotidiana y las
distintas artes, como parte de un proceso natural; altamente beneficioso y que
les
permitirá ampliar su universo propio.
Para encantar a los niños pequeños con el arte, es primordial comenzar a crear
un ambiente que motive actividades básicas como son el dibujo y la música.
Incluso, ésta última es factible de introducir antes del nacimiento, cuando las
mamás escuchan música clásica, ya que los estímulos sonoros pueden ser
asimilados por el bebé desde los 5 meses de gestación.
¿Cómo encantar a los niños con las artes en lo general y particular? Jugar con
el arte desde pequeños es, a juicio de Hernán Garfias, una buena herramienta
para acercar a los niños con el mundo de la cultura.
“También, asistiendo con ellos a exposiciones, exhibición de documentales y
recomendación de sitios web de los grandes museos y galerías internacionales.
Ahora no se necesita viajar para recorrer la obra de los grandes artistas del
mundo”, asegura. Como indica José Joaquín Brunner, introduciéndoles paso a
paso en las expresiones de la literatura, de la música, de las artes plástica, el
teatro, el cine, la televisión e internet. “Mos-trándoles como allí se expresan
vivencias y experiencias que son parte de la existencia humana y con las cuales
todos podemos aprender. Asimismo, llevándoles a expresarse por estos medios y
a entender que las artes no son puramente gravedad, solemnidad y libros
adustos”, explica.
3. Cultura de la mano de los padres
Acercarse al arte es muy beneficioso para los seres humanos, y más aún si su
aprendizaje se hace desde edades tempranas y guiados por personas
significativas de la familia. A continuación, algunas ideas que permiten a los
padres fomentar el gusto por el arte y la cultura de sus hijos:
-Leer libros de cuentos a los hijos cotidianamente. Luego, incitarlos a la
lectura individual y a gozar observando libros de imágenes.
-Compartir con ellos de la televisión, el cine y la música, para abrirles desde
allí múltiples perspectivas, que les permitirán a los pequeños comprender de
manera más rica la cultura.
-Visitar museos y galerías de arte durante los fines de semana, como parte de
un panorama divertido.
-Utilizar un vocabulario adecuado y preciso para referirse a determinado tipo o
forma de expresión artística, permitiendo así que los niños incorporen conceptos
básicos al respecto.
-Elaborar resúmenes mentales o escritos de lo visto y aprendido en un museo,
por ejemplo.
-Dibujar alguno de los edificios, museos o galerías de arte visitados. Lo mismo
si los hijos asistieron a un espectáculo o una obra de teatro.
-Motivarlo a contar lo que ha visto a otro niño o a una persona de su entorno
cercano. Así reforzará lo aprendido y logrará retenerlo
por más tiempo en su consciente.
-Preguntarle cuál es la obra que más le gustó luego de la visita a un museo. Por
ejemplo: “¿Qué estilo te gusta más? ¿El cubista de Picasso o el expresionista
de Dalí?”.
Afortunadamente, las oportunidades para explorar el arte se pueden encontrar
todos los días y en todo lugar. Es posible pasar por el frente de una iglesia o
de un antiguo edificio y motivar a los niños a observarlo y a reflexionar por un
4. momento cómo fue posible pensarlo primero y construirlo después. La mayoría
de las cosas que nos rodean son arte, por lo tanto, está siempre allí, sólo hay
que querer descubrirlo. Y si es en familia mucho mejor.