Este documento presenta un plan de acción para promover hábitos alimenticios saludables entre los padres y representantes de niños en una escuela en Venezuela. Describe la mala alimentación observada entre los estudiantes y justifica la necesidad de educar a los padres sobre una dieta balanceada. También revisa trabajos previos sobre este tema y las teorías de Piaget sobre el desarrollo infantil que orientan la investigación.
Plan de acción para fomentar hábitos alimenticios saludables
1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO
“RAFAEL ALBERTO ESCOBAR LARA”
UPEL-IUTAR
PLAN DE ACCIÓN PARA EL ABORDAJE DE LAS CONDUCTAS
DISRUPTIVAS EN EL AULA
Profesor: Hernández, Marcos Autor: Carmona, Crisbeth G.
Sección: 412
Cagua, Noviembre 2017
2. MOMENTO I
CONTEXTO EMPÍRICO
Inquietud a Investigar
En la Unidad Educativa Estadal “Simón Rodríguez”, en Villa de Cura Estado
Aragua. Se atiende a una población preescolar de sesenta niños y niñas de edades
comprendidas entre los tres (3) y seis (6) años, entre hembras y varones. Durante la
observación realizada por la investigadora en dicha institución, pudo observarse la
existencia de niños y niñas a los que hay que constantemente reforzar los hábitos
alimenticios, haciéndoles saber de una manera clara y sencilla los beneficios que los
alimentos proporcionan a su salud; de igual manera, se observan casos de descontrol
de peso, alimentos que no son balanceados y acordes a la exigencia nutricional del
infante; como consecuencia de esta situación planteada, los niños y niñas sufrir de
desnutrición por un consumo insuficiente de alimentos, debido a la falta de
disponibilidad de los mismos, por ende tener un déficit de energía y de varios
nutrientes, lo que significa que tengan animo ni ganas de trabajar, estudiar o jugar
normalmente; por lo que enferman con frecuencia y/o de gravedad; los niños pierden
peso y su crecimiento puede llegar a detenerse. En este sentido, Según Horwitz,
(2006), cuando se habla de hábitos alimenticios, se refiere a:
La forma en la cual se come y se alimenta diariamente. Esta es
influenciada por la cultura, religión, etc. Este proceso inicia desde que se
es pequeño, con el proceso de ingerir e ir probando ciertos alimentos a
medida que el bebé va creciendo. La infancia es un periodo clave en la
vida de una persona y es de suma importancia una alimentación completa
para el desarrollo y crecimiento del organismo. Los cambios sociales que
se han producido en el país también han modificado las costumbres
alimenticias. Entre éstos, podemos destacar el flujo migratorio del campo
a la ciudad y una amplia difusión de las nuevas técnicas de producción y
3. conservación de los alimentos, que amplían las posibilidades de consumo
a zonas en las que antes no era posible (p. 18).
Por lo anterior, es válido considerar que los niños por mantener una mala
alimentación pueden sufrir desnutrición, la cual no solo incide negativamente en el
crecimiento y la talla; también puede estar asociada a deficiencias nutricionales,
como la falta de hierro, que ocasiona anemia y genera un efecto negativo e
irreversible sobre el desarrollo cognitivo (inteligencia) de los niños en desarrollo. Por
otra parte, se planteó la necesidad de establecer una dieta saludable en cuanto a los
alimentos que le envían para el desayuno y lo que ingieren en casa. Un niño que
come poco se desarrollará mal, será menos fuerte, se cansará antes y le costará más
estudiar, leer, concentrarse, etc.
En este aspecto, es necesario e importante plantear una serie de estrategias
pedagógicas y didácticas para orientar tanto a la comunidad, padres, representantes,
niños y niñas; sobre la importancia de mantener una buena alimentación y como la
misma incide significativamente en el desarrollo integral de los infantes, de cómo
aprenden, se desarrollan, de su forma de pensar y actuar
Propósito de la Investigación
Elaborar un plan de acción para el fomento de los acuerdos en el desarrollo de
hábitos alimenticios para padres y representantes de los niños y niñas Unidad
Educativa Estadal “Simón Rodríguez”
Justificación de la Investigación
Uno de los objetivos principales de la etapa inicial de educación, es garantizar el
desarrollo integral del niño y la niña y la incorporación exitosa al sistema de
escolarización, es decir, se toma como un periodo de adaptación a los cambios que
representan para estos niños dejar la seguridad de su hogar y la protección de los
padres, para llegar a un ambiente ajeno a ellos, es allí donde radica la importancia de
4. que el hogar sea la primera escuela, en cuanto disciplina, hábitos alimentarios y
hábitos de higiene, para que su transición no sea traumática. Si los niños tienen
modelos positivos a seguir en el hogar es más probable que en la escuela sea más
activo y abierto a participar en todo lo referente a la rutina diaria.
Lo anterior genera en la investigación, el propósito de analizar el entorno familiar
y la formación de hábitos alimentarios. En este sentido la investigación beneficia al
niño y niña, ya que de los resultados que arroje dependerá las medidas que se pueden
tomar para orientar a los padres, sobre la buena alimentación de sus niños, de esto
depende el estado de salud del que disfrutaran, si su organismo está bien cuidado este
niño y niña va a ser capaz de rendir de manera más eficaz en su desempeño en las
distintas actividades que realice, ya sea de carácter físico o intelectual, en cuanto a los
buenos hábitos, les ayuda a desenvolverse de manera más segura y a sentirse parte del
entorno que los rodea, tomando en cuenta que cuando los niños inician su etapa
educativa, de la misma manera se abren a un mundo para ellos desconocido, donde no
solo tendrán las normas con las que crecieron sino que deberán adaptarse a que hay
un sinfín de maneras de hacer las cosas.
Otros que son beneficiados cuando los niños aprenden buenos hábitos de
alimentación son los docentes, porque con la práctica de estos se logra asegurar un
mayor disfrute del tiempo y del ambiente físico donde se desenvuelven.
En el modelo de nueva escuela se busca la incorporación de la familia de manera
activa, dentro del proceso formativo del niño y la niña. Esto quiere decir que los
padres deben estar abiertos a colaborar con los docentes en cuanto a la formación de
buenos hábitos, ya que debe existir similitud en cuanto a lo que se aprende en el
entorno familiar y en la escuela, de allí que los padres, docentes y adultos
significativos deben abrir un canal de comunicación efectivo en beneficio del niño y
la niña. Es por ello que los docentes tienen la tarea de crear conciencia, no solo en los
niños y niñas, sino en los padres, de que adoptando estilos de vida saludables les
brinda la oportunidad de vivir de manera plena, el desarrollo físico, emocional y
social de estos niños en formación.
5. MOMENTO II
CONTEXTO EPISTÉMICO
El contexto epistémico, sirve para comprender un tema o fenómeno de estudio, por
lo que en él deben revisarse las diferentes teorías que expliquen de manera clara, la
naturaleza y desarrollo del tópico en cuestión. En ese sentido, éste contexto es el
fundamento ya existente y que sustenta el tema a investigar; de esa forma, se ofrece
una conceptualización de los términos que se utilizarán en el estudio, dando así
perfecta ubicación al tema tratado, para la obtención de acciones concretas en las
recomendaciones.
Por otra parte, sirve para abordar los antecedentes que sustentarán el estudio, así
como las teorías que fundamentarán el estudio. En ese sentido, Méndez (2004), lo
define como “la descripción de los elementos teóricos planteados por uno o diferentes
autores que permitan al investigador fundamentar su proceso de conocimiento”
(p.24). El autor refiere que del tema a investigar se investigan varios autores para
sustentar el estudio.
Trabajos Previos
Esta sección constituye, una síntesis conceptual de las investigaciones o trabajos
realizados sobre el problema formulado, en ese sentido, Arias (2012), sostiene que
los antecedentes de la investigación, “se refieren a los estudios previos y tesis de
grado relacionadas con el problema planteado, es decir investigaciones realizadas
anteriormente que guarden alguna vinculación con el problema en estudio” (p. 38).
Asimismo, Hernández, Fernández, y Baptista (2010), sostienen que los
antecedentes, son:
6. Un dato frecuentemente e infructuoso, una vez detectado el problema a
investigar es necesario revisar los escritos sobre el tema, o sobre otros
muy ligados a él, lo cual puede ampliar el panorama o afirmar dudas
respecto a los antecedentes. Después de consultarlo es conveniente hacer
un resumen de los datos recolectados a fin de tenerlos al alcance cuando
sea necesario. Si no se resume se corre el riesgo de olvidar lo aportado
por cada autor, si no se consulta la obra de otros investigadores se corre el
riesgo de repetir investigaciones o buscar soluciones ya encontrada.
(p.24).
Según lo antes expuesto, los antecedentes vienen a ser todas aquellas
investigaciones que pueden contribuir a aclarar e interpretar el problema planteado,
hacia las revisiones y estudios respectivos a fin de construir bases sólidas y proponer
la solución a dicho problema. A tal efecto, a continuación se presentan los
antecedentes que sustentan el presente estudio:
En principio, Torres, G. (2010), en su Trabajo Especial de Grado titulado: Análisis
del rol del docente en la formación de hábitos alimentarios y estilo de vida saludable
en los niños y niñas del PEIB "Antonio José de Sucre" Cagua. Edo. Aragua,
presentado en el Instituto Universitario de Tecnología “Antonio Ricaurte” para optar
al título de técnico superior universitario en la carrera de Educación Preescolar.
Comenta el estudio realizado fue de diseño no experimentar, de nivel descriptivo, de
tipo de campo. Se tomó como muestra 14 docentes de la mencionada institución. La
técnica utilizada para recabar datos fue la encuesta a través de un cuestionario de
preguntas cerradas dicotómicas. El análisis e interpretación de datos se hizo a través
de un análisis, cuadro y gráfico. De acuerdo a los resultados los docentes de la
institución tienen conocimientos sobres los hábitos alimentarios y estilo de vida
saludable en los niños y niñas, aunque durante las actividades pocos son los docentes
que implementan estrategias para motivar y estimularle a los niños y niñas los hábitos
alimentarios y un estilo de vida saludable. Por consiguiente se les recomienda
motivar a los docentes para que implementen estrategias dinámicas para el desarrollo
de hábitos alimentarios y estilo de vida saludables en el preescolar.
Este trabajo tiene similitud con la actual investigación, ya que en las dos se busca
fomentar en los infantes hábitos alimenticios saludables, a través de nuevas
7. estrategias que motiven no solo al párvulo sino al docente, para aplicarlas y obtener
de estas el resultado deseado.
Por otra parte, Valera, A. ﴾2010﴿, en su Trabajo Titulado Programa de Educación
Nutricional Para el Fortalecimiento de la Praxis Pedagógicas en la Formación de
Hábitos Alimentarios a Niños y Niñas en Edad Preescolar, Para Optar la Especialidad
en Educación, Mención Preescolar, en Maracay Edo Aragua. Sostiene que el motivo
de esta investigación es proponer un programa de educación nutricional para el
fortalecimiento de la praxis pedagógicas en la formación de hábitos alimentarios a
niños y niñas en edad preescolar pertenecientes al preescolar ``El Libertador``
ubicado en la Base Aérea El Libertador, en Palo Negro, estado Aragua, a fin de
propiciar el bienestar integral del niño atreves del rol mediador de estos adultos
significativos para la creación de una mejor cultura nutricional. La autora partiendo
de un diagnostico cualitativo pudo evidenciar en un conjunto de docentes informantes
de esta institución durante la observación del contexto cotidiano donde se desarrolla
la actividad pedagógica y en la jornada diarias relacionadas con la alimentación, la
existencia de debilidades en la formación adecuada de hábitos alimentarios y la poca
integración del binomio padres docentes para el logro de un proyecto educativo
común acorde con los requerimientos nutricionales y formativos de los niños y niñas
en esta edad preescolar. El trabajo de investigación estuvo enmarcado en el
paradigma cualitativo, bajo la modalidad de proyecto factible, apoyado en una
investigación de campo, de carácter descriptivo, con la utilización de métodos
etnográficos y con apoyo bibliográfico documental; se incorporaron como informante
a ochos docente de aula, se recogió la información mediante la técnica de observación
participativa y la entrevista. Como instrumento se utilizó un guión de entrevista con
18 preguntas abiertas, la información se analizó a través de una matriz de
categorización e interpretación. Se concluye que en necesario formar al docente con
herramientas que le permita mediar los aprendizajes en el aula y ayuden a orientar
pedagógicamente a los padres para la adecuada formación de hábitos alimenticios en
sus hijos.
Dicho trabajo tiene relación ya que ya que quieren impartir un programa para el
8. reforzamiento de la formación de hábitos alimentarios en los niños y niñas de
preescolar.
Teorías que Orientan la Investigación
Las teorías constituyen un acercamiento a los, conceptos e ideas relacionadas con
el problema en estudio. A este respecto, Arias (2012), sostiene que las teorías que
orientan la investigación: “implican un desarrollo amplio de los conceptos y
proposiciones que conforman el punto de vista o enfoque adoptado, para sustentar o
explicar el problema punto de vista o enfoque adoptado, para sustentar o explicar el
problema plateado” (p.107). Son definiciones amplias que se relacionan con la
investigación planteada.
Teoría del Desarrollo de Jean Piaget
Al revisar diversos autores y teóricos en referencia con el objeto de estudio
realizado nos encontramos con diversas teorías que sustentan la importancia no sólo
el rol del docente como difusor de valores sino la responsabilidad significativa que
tiene la familia y la comunidad donde el niño o niña en edad preescolar se
desenvuelve.
Entre ellos, uno de los autores en que se sustenta la investigación es Jean Piaget, la
experiencia, en la teoría de Piaget, es pieza fundamental en la adquisición de
cualquier conocimiento, entendiéndola, según Moreno (2002) como “El proceso
mediante el cual se asimilan las estructuras” (p.56). Asimismo, sostiene que el
pensamiento se da gracias al equilibrio entre los procesos de asimilación y
acomodación.
Asegura Moreno (2002), que afirma en su libro sobre los modelos pedagógicos
que:
Piaget logró realizar uno de los aportes más significativos a la psicología
contemporánea, al demostrar que nuestra relación con el mundo está
9. mediatizada por las representaciones mentales que de él tengamos, que
están organizadas en forma de estructuras jerarquizadas y que varían
significativamente en el proceso evolutivo del individuo. (p. 36)
En relación a la cita, la teoría del desarrollo de Jean Piaget es la más representativa
entre todas las de enfoque progresivo/evolutivo del desarrollo cognitivo. Piaget
considera que la inteligencia se desarrolla a través de etapas evolutivas, en las que,
sucesivamente, el individuo pasa por distintas formas de conocer, cada vez más
adecuadas, al reorganizar sus estructuras mentales. Los principios fundamentales de
su teoría son: adaptación, organización, experiencia, asimilación y acomodación:
Adaptación es asimilación de la realidad en estructuras o eventos mentales, junto
con la acomodación de las estructuras biológicas existentes en el individuo para
recibir los estímulos de su ambiente.
- Organización es la capacidad natural de ordenación de las estructuras mentales
para adaptarse al medio, junto con la integración e interiorización lógica de los
esquemas mentales a medida que se produce el desarrollo, por resumirlas así.
- La Experiencia, en la teoría de Piaget, es pieza fundamental en la adquisición de
cualquier conocimiento, entendiéndola, según Moreno (2002) como “El proceso
mediante el cual se asimilan las estructuras”. Asimismo, sostiene que el pensamiento
se da “gracias al equilibrio entre los procesos de asimilación y acomodación.” (p. 56).
- Asimilación es el proceso de activación de los esquemas mentales, y tiende a
someter el medio al organismo.
- Acomodación es el proceso capaz de romper viejos hábitos para conducir a
niveles superiores de adaptación.
- El pensamiento, como se ha dicho, es posible cuando se da el equilibro de todas
las anteriores.
Hábitos Alimenticios
Los buenos hábitos alimentarios, son un excelente instrumento para prevenir
enfermedades y promover la salud en la población. El incorporar en la dieta una
10. variedad de alimentos ayuda a tener un estado nutricional adecuado. La alimentación
está influenciada por factores socioeconómicos y culturales (componentes religiosos,
psicológicos y pragmáticos).
Según Horwitz, (2006), cuando se habla de hábitos alimenticios, se refiere a:
La forma en la cual se come y se alimenta diariamente. Esta es
influenciada por la cultura, religión, etc. Este proceso inicia desde que se
es pequeño, con el proceso de ingerir e ir probando ciertos alimentos a
medida que el bebé va creciendo. La infancia es un periodo clave en la
vida de una persona y es de suma importancia una alimentación completa
para el desarrollo y crecimiento del organismo. Los cambios sociales que
se han producido en el país también han modificado las costumbres
alimenticias. Entre éstos, podemos destacar el flujo migratorio del campo
a la ciudad y una amplia difusión de las nuevas técnicas de producción y
conservación de los alimentos, que amplían las posibilidades de consumo
a zonas en las que antes no era posible (p. 18).
Cabe mencionar, que en la actualidad las madres son trabajadoras y dejan a los
niños a cargo de hijos mayores, familiares o trabajadores que no brindaran una
adecuada alimentación a los menores de cinco años, como también se consumen
alimentos enlatados y no se está acostumbrado a revisar la fecha de vencimiento de
dichos productos y los saborizantes o persevantes de estos pueden ser excesivos y
causar daño en el sistema digestivo de los niños.
En es ese sentido, los hábitos son marcadores puntuales en la vida de los seres
humanos, desde que son niños por cuanto son los hábitos los que forman el paso a
paso de cada persona desde que comienza a tener conciencia.
La nutrición, es una de las principales formas de mantener al ser humano; en ese
sentido, Pianes (2005), sostiene que “es la ciencia que estudia los nutrientes y otras
sustancias alimenticias, y la forma en que el cuerpo los asimila” (p. 29). Esta ciencia
básica para promover, mantener y recuperar la salud no es muy aplicada dentro de los
profesionales de la salud, a pesar que el factor nutrición afecta a la población, son
pocos los profesionales de nutrición que existe, y como ciencia solo en el periodo de
formación a los profesionales, es cuando se habla de ella.
11. La Alimentación en Preescolar
Es importante conocer las distintas etapas por las que pasan los niños, para
comprender mejor las pautas alimenticias y las exigencias nutricionales de cada
momento. En la edad preescolar, la que corresponde al periodo de 3 a 6 años, el niño
ya ha alcanzado una madurez completa de los órganos y sistemas que intervienen en
la digestión, absorción y metabolismo de los nutrientes.
Para Vázquez (2008), “es una etapa de crecimiento más lento y estable, en la que
los niños ganan una media de 2 quilos de peso, y de 5 a 6 cm. De talla, al año” (p.
11). En esta etapa los niños desarrollan una gran actividad física, por la que su gasto
energético aumentará considerablemente, y por lo que deberá adaptar su consumo de
calorías, a la nueva realidad. Desde el punto de vista del desarrollo psicomotor, el
niño ha alcanzado un nivel que le permite una correcta manipulación de los utensilios
empleados durante las comidas, siendo capaz de usarlos para llevar los alimentos a la
boca.
Asimismo, Vázquez (2008), sostiene que “una de las características específicas de
esa edad es el rechazo a los alimentos nuevos, por el temor a lo desconocido” (p. 15).
Se trata de una parte normal del proceso madurativo en el aprendizaje de la
alimentación, lo que no debe ser traducido por la falta de apetito. El niño preescolar
puede reconocer y elegir los alimentos al igual que el adulto.
Normalmente, el niño tiende a comer lo que ve comer a sus padres y a otras
personas que le acompañan. Ellos observan e imitan, también en la alimentación. En
la escuela, ese proceso se ampliará, y el niño adquirirá hábitos nuevos debido a las
influencias externas
Desnutrición y Desarrollo Cognoscitivo del Niño
Las ideas que se tenían sobre la acción deletérea de la desnutrición en época
temprana de la vida y su efecto en el desarrollo del cerebro, evolucionaron
considerablemente desde mediados de la década de 1960. Hasta esa época, se temía
12. que la desnutrición sufrida durante ciertos períodos sensitivos de la vida, sobre todo
al comienzo del desarrollo del niño, produciría cambios irreversibles en el cerebro,
acompañados probablemente de retardo mental y trastornos en las funciones
cerebrales.
Se sabe ahora, que la mayoría de los cambios en el crecimiento de las estructuras
cerebrales, eventualmente se recuperan en alguna medida, aunque perduran las
alteraciones en el hipocampo y el cerebelo. Sin embargo, recientes investigaciones
neurofarmacológicas han revelado cambios duraderos, aunque no permanentes, en la
función neural receptora del cerebro, como resultado de un episodio temprano de
malnutrición energético-proteica.
Estos últimos hallazgos, indican que los tipos de comportamiento y funciones
cognoscitivas alteradas por la desnutrición, pueden estar más relacionados con
respuestas emocionales a situaciones de estrés, que a déficits cognoscitivos per se. El
rango de vulnerabilidad por edad, de los efectos de la desnutrición a largo plazo,
puede ser mucho mayor de lo que se había sospechado y aún se desconoce el nivel
mínimo de desnutrición (déficit de ingesta de alimentos) que es necesario para
producir estas alteraciones de largo término.
Para Vázquez (2008), expresa que: “gran parte de los estudios sobre desnutrición y
retardo mental se han realizado en niños de edad preescolar, al reconocerse el papel
esencial de la nutrición en el crecimiento y desarrollo físico del niño” (p 20). Los
estudios llevan a la conclusión que la alimentación en niños de edad preescolar es
vital para su futura vida.
Nutrición y Rendimiento Escolar
Los niños de edad escolar no presentan, en general, una morbilidad elevada por
causa de la desnutrición. Han pasado los años de mayor riesgo en la primera infancia.
La velocidad de crecimiento es más lenta que en los primeros cinco años de vida y
son capaces de consumir todos los alimentos que componen la dieta familiar. De
ordinario, han adquirido un alto nivel de inmunidad, por lo menos contra algunas de
13. las infecciones y parasitosis más comunes.
Sin embargo, los escolares de familias de bajos ingresos están a menudo mal
alimentados y presentan signos de malnutrición, incluyendo índices antropométricos
por debajo de los promedios nacionales, con baja talla o insuficiencia ponderal para la
estatura y poca grasa subcutánea, aunque sin síntomas suficientes para justificar su
asistencia a un servicio de salud. En ese sentido, según Horwitz, (2006)
Los niños de edad escolar se deben incluir en encuestas transversales
sobre nutrición o realizar estudios longitudinales para evaluar su
crecimiento y desarrollo, mediante la ficha de salud que incluya
determinaciones sucesivas del peso y la estatura de cada alumno (p. 52).
Cuando estos datos existen y son dignos de crédito, su análisis puede aportar
información útil sobre el estado nutricional de la población escolar de un país o
región.
Las mediciones básicas recomendadas en los escolares son el peso, la estatura, el
pliegue cutáneo tricipital y el perímetro braquial. Los resultados se expresan para
cada sexo y edad hasta el cumpleaños más próximo. Como el crecimiento del escolar
es relativamente lento, se requiere un intervalo más largo para demostrar un
incremento significativo y mensurable en las mediciones antropométricas. En general,
entre los 5 y 10 años de edad el peso aumenta en 10% y la estatura en 5 cm
anualmente.
Los problemas inherentes a la interpretación de las características del desarrollo en
los escolares mayores, incluyen las variaciones entre sujetos que alcanzan precoz o
tardíamente la madurez, la llegada de la menarquía en las mujeres y el retraso del
desarrollo que puede preceder al estirón de la pubertad.
Es usual que los índices antropométricos se utilicen para evaluar el estado
nutricional del niño en el momento de su ingreso a la escuela, como parte de los
servicios de higiene escolar que vigilan su salud y promueven estilos de vida
saludable en la familia y la comunidad. Asimismo, estos índices sirven para descubrir
grupos expuestos a riesgo de desnutrición, que se pueden beneficiar con programas de
complementación alimentaria (restaurantes, desayunos o almuerzos escolares), y para
14. evaluar su eficacia en la prevención y corrección de los problemas identificados.
Asimismo, cabe mencionar que la desnutrición se acompaña frecuentemente de
deficiencia de algunos micronutrientes (especialmente hierro y vitamina A), lo cual
hace imperativo incluir su evaluación sistemática en aquellas regiones o países donde
se sabe que son más prevalentes. Esto es sobre todo cierto en el caso del hierro, cuya
deficiencia se ha asociado con trastornos en el desarrollo cognoscitivo y
neurointegrativo de niños en edad preescolar y escolar.
La Familia y la Nutrición
Una buena nutrición y una dieta balanceada ayudan a que los niños crezcan
saludables. No importa si su hijo es un niño pequeño o un adolescente, usted puede
tomar las medidas necesarias para mejorar su nutrición y formar buenos hábitos
alimenticios.
Sobre la base de lo antes expuesto, Horwitz (2006, p.63), refiere que las cinco
mejores estrategias son éstas:
(a) Establecer horario regular para las comidas en familia.
b) Servir los alimentos y refrigerios saludables.
(c) Darle buen ejemplo siguiendo una dieta nutritiva.
(d) Evitar peleas por la comida.
(e) Involucrar a los niños en el proceso.
Sin embargo, no es fácil tomar estas medidas. Nuestros días están colmados de
responsabilidades, y las comidas de preparación rápida están siempre a mano.
A continuación, algunas sugerencias para incorporar las cuatro estrategias a su
rutina, según Horwitz, (2006, p.89):
Comidas en Familia
Comer en familia, es una costumbre agradable tanto para los padres como para los
hijos. A los niños les agrada la previsibilidad de las comidas en familia, y los padres
tienen la oportunidad de ponerse al día con sus hijos. Los niños que participan en
comidas en familia con regularidad presentan estas características:
15. a) Es más probable que coman frutas, vegetales y cereales;
b) Es menos probable que coman refrigerios poco saludables
c) Es menos probable que fumen, usen marihuana o beban alcohol.
Por otra parte, las comidas en familia ofrecen la oportunidad de presentarle al niño
nuevos alimentos y de que usted dé el ejemplo llevando una dieta saludable. Es
posible que los adolescentes no se entusiasmen con la perspectiva de comer en
familia; esto no es sorprendente porque están tratando de establecer su independencia.
Sin embargo, algunos estudios han demostrado que los adolescentes todavía desean
los consejos y la opinión de sus padres, por lo cual la hora de la comida en familia
debe usarse como una oportunidad para reconectarse.
También puede probar con estas estrategias:
a) Permita que el adolescente invite a un amigo a comer.
b) Involucre al adolescente en la planificación de la comida y la preparación de los
alimentos.
c) Haga que la hora de la comida sea un momento agradable y donde uno se sienta
a gusto, sin discusiones o sermones.
Ahora bien, ¿Qué se considera una comida en familia? Cualquier momento en que
la familia se reúna para comer; ya sean alimentos traídos de un restaurante o una cena
completa preparada en casa. Esfuércese por servir alimentos nutritivos y por
establecer un horario en el cual todos estén presentes.
Quizá tengan que comer un poco más tarde porque uno de los niños está en una
práctica deportiva. Tal vez tengan que fijar una hora especial los fines de semana,
como un almuerzo los domingos, cuando todos pueden reunirse en familia.
Abastecerse de Alimentos Saludables
Los niños, en especial los más pequeños, comen sobre todo lo que está disponible
en la casa. Por eso, es importante controlar las provisiones: los alimentos que sirve en
las comidas y los que tiene a mano para refrigerios. Siga estas sugerencias básicas:
- Incluya frutas y verduras en la rutina diaria, tratando de servir un mínimo de
cinco porciones diarias. Asegúrese de servir frutas y verduras en todas las comidas.
16. - Facilite que el niño elija refrigerios saludables, teniendo a mano frutas y verduras
listas para comer. Otros refrigerios saludables son el yogur, los tallos de apio con
mantequilla de maní o las galletas integrales con queso.
- Sirva carnes desgrasadas y otras buenas fuentes de proteína, como el pescado, los
huevos y las frutas secas.
- Compre panes integrales y cereales, para que el niño ingiera más fibra.
- Limite el consumo de la grasa, evitando las comidas fritas y cocinando los
alimentos en el horno, en la parrilla o al vapor. Elija productos lácteos de bajo
contenido graso o descremados.
- Limite las comidas en restaurantes rápidos y los refrigerios poco nutritivos, como
las papas fritas y los dulces. No los elimine por completo de su casa, pero ofrézcalos
“de vez en cuando” para que el niño no se sienta privado por completo de ellos.
- Limite las bebidas dulces, como las gaseosas y las bebidas con sabor a fruta. En
cambio, sirva agua y leche descremada.
- La mejor manera de estimular al niño a comer de manera saludable, es dando el
ejemplo. Los niños imitan a los adultos que ven a diario. Si usted come frutas y
verduras, y consume menos alimentos poco nutritivos, estará enviándole el mensaje
correcto.
Otra manera de dar un buen ejemplo, es limitando el tamaño de las porciones y
evitando comer de más. Hable sobre el estar satisfecho, en especial con los niños
pequeños. Diga algo como “esto está delicioso, pero estoy satisfecho y no voy a
comer más”. De igual modo, los padres que siempre están a dieta o quejándose de sus
cuerpos pueden fomentar estos mismos sentimientos negativos en los niños. Trate de
mantener una actitud positiva en lo que se refiere a la comida.
No pelear por la Comida
Es fácil convertir la comida en una fuente de conflicto. Los padres bien
intencionados pueden encontrarse en una situación en la que negocian con los niños o
los sobornan para que coman alimentos saludables. Una mejor estrategia es permitir
que los niños tengan cierto control, pero también limitar los tipos de alimentos que
tienen en la casa.
17. Los niños deben decidir si tienen hambre, qué desean comer de los alimentos que
les sirven y cuándo se sienten satisfechos. Los padres controlan los alimentos
disponibles para los niños, tanto a la hora de la comida como entre las comidas. A
continuación, algunas pautas que puede seguir:
- Establezca un horario para las comidas y los refrigerios. Está bien elegir no
comer cuando tanto los padres como los niños saben a qué hora es la siguiente
comida o refrigerio.
- No obligue el niño a comer toda la comida en el plato. Eso les enseña a seguir
comiendo aunque se sientan satisfechos.
- No soborne o recompense a los niños con la comida. Evite usar el postre como
recompensa por haber terminado la comida.
- No use la comida como demostración de amor. Demuestre su amor abrazando a
los niños, dedicándoles un tiempo o elogiándolos.
Involucrar a los Niños
A la mayoría de los niños les agrada participar en la selección de los alimentos que
se sirven en las comidas. Se tiene que conversar con ellos sobre las diferentes
opciones y la planificación de una comida equilibrada. Algunos niños quizá deseen
ayudar en la compra y en la preparación de los alimentos. En el supermercado, enseñe
a los niños a leer las etiquetas para que comiencen a aprender sobre los valores
nutritivos.
En la cocina, se le debe asignar al niño(a) tareas apropiadas para su edad, de modo
de evitar que se lastime o se sienta abrumado. Al final de la cena, no se olvide de
elogiar al cocinero. Los almuerzos escolares también pueden servir de aprendizaje
para los niños. Es más, si puede lograr que ellos comiencen a pensar en lo que van a
almorzar, es probable que pueda ayudarlos a hacer cambios positivos. Sugiérales que
digan qué tipos de alimentos les gustaría comer en el almuerzo o vayan juntos al
supermercado para comprar alimentos saludables que puedan llevarse a la escuela.
Otra buena razón para involucrar a los niños es prepararlos de modo que tomen
buenas decisiones en lo que respecta a los alimentos que comen. Eso no quiere decir
que repentinamente su niño preferirá una ensalada a las papas fritas, pero los hábitos
18. alimenticios que usted le ayude a formar en el presente pueden encaminarlo hacia
decisiones más saludables por el resto de su vida.
Caracterización del Contexto
19. REFERENCIA
Arias, F. (2012). El Proyecto de Investigación: Introducción a la Investigación
Científica. 6 ta Edición. Editorial: Episteme
Hernández, S., Fernández, C. y Baptista P. (2010). Metodología de la
Investigación. (5ta ed.). México: Editorial Mc Graw Hill.
Horwitz, A. (2006). El costo de la malnutrición en Vigilancia Alimentaria y
Nutricional en la Américas. Conferencia Internacional, México.
Méndez, C. (2004). Metodología, Diseño y Desarrollo de la Investigación. 2ª ed.
Bogotá: Editorial Mc Graw - Hill.
Pianes, M. (2005). 5to Congreso de Macrobiótica y Ciencia. España.
Torres, G. (2010), Trabajo de Grado titulado: Análisis del rol del docente en la
formación de hábitos alimentarios y estilo de vida saludable en los niños y niñas
del PEIB "Antonio José de Sucre" Cagua. Edo. Aragua, presentado en el Instituto
Universitario de Tecnología “Antonio Ricaurte” para optar al título de técnico
superior universitario en la carrera de Educación Preescolar.
Valera, A. ﴾2010﴿, Trabajo de Grado: Programa de Educación Nutricional Para el
Fortalecimiento de la Praxis Pedagógicas en la Formación de Hábitos Alimentarios
a Niños y Niñas en Edad Preescolar, Para Optar la Especialidad en Educación,
Mención Preescolar, en Maracay Edo Aragua
Vázquez, C. (2008). Alimentación y Nutrición. Caracas: Manual teórico práctico