Los profetas y maestros en Antioquía ministraban al Señor ayunando y orando. Mientras ayunaban y servían, el Espíritu Santo les habló y les reveló que debían partir a predicar el evangelio. Luego de imponerles las manos y recibir una comisión del Espíritu Santo, Saulo y Bernabé partieron a predicar la palabra de Dios en las sinagogas de Salamina y Pafos, enfrentando la resistencia de Elimas, a quien Saulo reprendió con la autoridad del Espírit