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Docente: Mgst. Kirenia Méndez Amador, Lic.
CARRERA DE ENFERMERÍA
ENFERMERÍA PEDIÁTRICA
CONSOLIDACIÓN
Examen final
Subtemas:
- Cuidados del recién nacido sano.
- Enfermedades crónicas en edades pediátricas: asma bronquial y diabetes mellitus.
- Evaluación y control del dolor en el paciente pediátrico.
- Patologías del sistema cardiovascular: cuidados enfermeros pediátricos.
- Patologías del sistema digestivo: cuidados enfermeros pediátricos.
- Patologías del sistema endocrino: cuidados enfermeros pediátricos.
Objetivo(s):
- Consolidar los conocimientos adquiridos en la asignatura con vistas al examen
del último aporte.
Cuidados inmediatos del recién nacido:
Tras el nacimiento mantener al neonato a la misma altura de la madre y verificar que el
cordón sigue latiendo mientras realiza sus primeras respiraciones.
Ligar el cordón umbilical (pinzar a los dos minutos o luego que cese el latido, lo que ocurra
primero)
Aspirar secreciones nasofaríngeas y sondaje gástrico-rectal (si procede). No se deben pasar
sondas o perillas de succión por las fosas nasales, boca o ano de rutina para la
exploración del recién nacido (Guía práctica clínica de Ecuador 2015 )
Evitar la pérdida de calor (secar la piel especialmente la cabeza utilizando compresas estériles y
tibias). En caso de depresión al nacer colocarlo de inmediato en la cuna térmica.
Favorecer el contacto piel con piel con inicio de lactancia materna inmediatamente tras el
nacimiento.
Colocarlo en cuna térmica:
Constatar la vía aérea permeable.
Realización del test de Apgar al minuto tras el nacimiento.
Estabilizar la temperatura corporal. Tomar la temperatura rectal en un recién nacido tiene
riesgo de perforación rectal. Solamente en caso de hipotermia de moderada a grave o
alza térmica se realizará este procedimiento (Guía práctica clínica Ecuador)
Realización y valoración del Apgar a los 5 minutos después del nacimiento.
Valorar permeabilidad esofágica.
Administrar vitamina K (como profilaxis de la enfermedad hemorrágica del recién nacido).
Se administra 1 mg intramuscular de vitamina K1 en el muslo derecho (cara antero –
externa, en el tercio medio) por una sola vez en el caso de recién nacido a término. En recién
nacidos con peso inferior a 1500 gramos se administrará 0,5 mg.
Administrar profilaxis oftálmica (la recomendación actual del CDC es la profilaxis ocular
del recién nacido con ungüento oftálmico de eritromicina al 0,5% en cada ojo)
ungüento o colirio oftálmico en cada ojo,
ya sea eritromicina al 5% o tetraciclina al
1%.
Cuidados inmediatos del recién nacido (continuación)
Cuantificar peso y talla (somatometría)
Efectuar la exploración física completa
Valorar la permeabilidad anal (expulsión de meconio)
Calcular edad gestacional según método de
Capurro.
Identificar hallazgos patológicos
Colocar anotaciones en registros de enfermería
Establecer la identificación del neonato, colocando en el
brazalete: nombre y apellidos de la madre, gemelo número en
caso de gestaciones múltiples, peso al nacer, sexo masculino,
femenino o ambiguo, fecha y hora del nacimiento, sala y
número de cama de la madre.
La puntuación al 1 minuto evalúa el nivel de tolerancia del
recién nacido al proceso del nacimiento y su posible
sufrimiento, mientras que la puntuación obtenida a los 5
minutos evalúa el nivel de adaptabilidad del recién
nacido al medio ambiente y su capacidad de
recuperación.
Cuidados mediatos (encaminados a valorar el comportamiento
hemodinámico para tomar decisiones oportunas de ser necesario)
1- Somatometría (peso, talla, perímetro cefálico, torácico y abdominal)
2- Glucemia capilar
3- Medición de los signos vitales
4- Alimentación asistida, el personal de enfermería debe apoyar a la
puérpera. (lactancia materna a libre demanda)
5- Cuidado de los accesos venosos. Si procede.
6- Tratamiento farmacológico prescrito. Si procede.
7- Baño del recién nacido (después de 12 horas tras el nacimiento y
adecuada termorregulación)
8- Tamizaje neonatal (test de fenilcetonuria)
9- Inmunización (vacuna de hepatitis B y BCG)
10- Se debe administrar la vacuna contra la tuberculosis (BCG) por vía
intradérmica desde el nacimiento hasta los 11 meses y 29 días de vida.
11.Aplicar la vacuna de hepatitis B por vía intramuscular a todo recién
nacido de preferencia dentro de las primeras 12 horas, máximo hasta las
24 horas de vida, y registrar en la Libreta integral de salud o Carné único
de vacunación.
Temperatura: debe ser medida con
un termómetro digital, en la axila
del recién nacido. La temperatura
de oído no se recomienda, por las
características anatómicas del
conducto auditivo externo en esta
edad, que dificultan la medición.
La temperatura normal axilar
debe estar entre 36.5 a 37.5ºC
Frecuencia respiratoria: la frecuencia
respiratoria normal es entre 40 a 60
respiraciones medidas en un
minuto completo.
La taquipnea puede ser un signo de
patología respiratoria o cardiaca.
La apnea puede ser secundaria a
exposición materna a medicamentos,
signo de sepsis o problemas
neurológicos.
Frecuencia cardiaca: El rango
normal es de 120 a 160 latidos por
minuto. La taquicardia o bradicardia
puede indicar alteraciones
cardiacas.
Saturación de oxígeno: la
saturación de oxígeno normal es
mayor o igual a 90 %, niveles
inferiores pueden indicar una
enfermedad cardiaca o respiratoria
especialmente cuando se presenta
junto con cianosis central (labios,
lengua y tronco).
Ocurren síntomas recurrentes provocados por
obstrucción de la vía aérea inferior que varían
en frecuencia e intensidad.
Se caracteriza por: Respiración ruidosa, difícil,
opresión torácica, tos, taquipnea y el aumento
del trabajo respiratorio, que se manifiesta por el
alargamiento de la espiración y el empleo de
músculos accesorios, que ocasionan la
aparición de tiraje subcostal, intercostal y
supraesternal.
El asma es una enfermedad inflamatoria
crónica de las vías aéreas que causa
episodios recurrentes de sibilancias,
disnea, opresión torácica y tos.
Asma alérgica
Está mediada por mecanismos inmunológicos que
involucran a la inmunoglobulina E (IgE), se presenta
desde el lactante (como episodios de sibilancias) hasta
la edad adulta, con su pico máximo en escolares y
adolescentes; es el asma persistente.
Los agentes desencadenantes más frecuentes son los
aeroalergenos, tanto intradomiciliarios (ácaros,
cucarachas, polvo casero, epitelios y excretas de
animales domésticos [perro, gato, pájaros, roedores,
etc.], esporas hongos y alimentos), como los
extradomiciliarios, básicamente pólenes y esporas de
hongos.
Asma no alérgica
En este tipo, los factores desencadenantes no son
inducidos por mecanismos alérgicos y varían de
acuerdo con la edad de los pacientes.
Las infecciones virales ocupan un lugar preponderante en
el niño pequeño, ya que muchas veces son el gatillo
disparador del primer cuadro, para posteriormente repetirse
aun en ausencia de atopia.
Los cambios climatológicos, ejercicio, problemas psicológicos,
irritantes químicos: olores penetrantes, humo de tabaco,
contaminantes atmosféricos, analgésicos o antiinflamatorios
no esteroideos y el uso de bloqueadores beta, son otro grupo
de agentes desencadenantes, así como algunas situaciones
no bien identificadas, como cambios hormonales, alteraciones
del estado de ánimo o factores físicos.
La forma en que actúan éstos es poco conocida, pero la
mayoría de ellos desempeña un papel importante la
degranulación exagerada de los mastocitos por un
reflejo colinérgico excesivo o por estímulo de
neurorreceptores del parasimpático.
Los agonistas β2 adrenérgicos de acción
corta (SABA): salbutamol.
Agonistas beta 2 o broncodilatadores de
acción larga: Vilanterol
Clasificación de la gravedad inicial del asma según
GEMA (guía española para el manejo del asma) 2009
NIC 3210. Manejo del asma.
Actividades.
Determinar los datos basales del estado respiratorio del paciente
para utilizar como punto comparativo.
Documentar las medidas de los datos basales en la historia clí-
nica.
Comparar el estado respiratorio actual con el estado anterior
para detectar cambios.
Obtener mediciones de espirometría (FEV1, FVC, relación FEV y
FVC) antes y después del uso de un broncodilatador de corta
duración.
Monitorizar el flujo espiratorio máximo, según corresponda.
Enseñar al paciente el uso del medidor de flujo espiratorio má-
ximo en casa.
Observar si hay crisis asmáticas.
Determinar la comprensión de la enfermedad y del tratamiento
por parte del paciente/familia.
Enseñar al paciente/familia las medicaciones antiinflamatorias
y broncodilatadoras y su uso adecuado.
Enseñar técnicas adecuadas para el uso de la medicación y del
equipo (p. ej., inhalador, nebulizador, medidor de flujo máximo).
Determinar el cumplimiento de los tratamientos prescritos.
Fomentar la expresión verbal de los sentimientos sobre el diag-
nóstico, el tratamiento y el impacto del asma en el estilo de vida.
Identificar desencadenantes conocidos y la reacción habitual.
Enseñar al paciente a identificar y evitar desencadenantes, si es
posible.
Ayudar a reconocer signos/síntomas inminentes de las crisis
asmáticas y a implantar medidas de respuesta adecuadas.
Controlar la frecuencia, el ritmo, la profundidad y el esfuerzo de
la respiración.
Observar el inicio, las características y la duración de la tos.
Controlar el movimiento torácico, incluyendo simetría, uso
de músculos accesorios y retracciones de los músculos supra-
claviculares e intercostales.
Auscultar los sonidos respiratorios, observando si hay áreas de
ventilación disminuida/ausente y sonidos adventicios.
Administrar medicación según proceda y/o según las normas y
las pautas de procedimiento.
NIC 3210. Manejo del asma.
Actividades.
Auscultar los sonidos pulmonares después del tratamiento para
determinar los resultados.
Ofrecer líquidos calientes, según corresponda.
Enseñar técnicas de respiración/relajación.
Durante el ataque de asma, acercarse al paciente con calma y
tranquilidad.
Informar al paciente/familia sobre las normas y los procedimien-
tos para transportar y administrar medicaciones para el asma en
la escuela.
Informar al padre/tutor sobre cuándo el niño ha necesitado/utilizado medicación a
demanda en la escuela, según corresponda.
Remitir para valoración médica, según corresponda.
Establecer un programa regular de seguimiento.
Enseñar al personal escolar los procedimientos adecuados de
urgencia.
NIC 3210. Manejo del asma.
Actividades.
Manejo de la alergia. NIC 6410
Actividades
Identificar las alergias conocidas (medicamentos, alimentos, insectos,
ambientales) y la reacción habitual.
Notificar a los cuidadores y a los profesionales sanitarios las alergias
conocidas.
Registrar todas las alergias en la historia clínica, de acuerdo con el
protocolo.
Colocar una pulsera de alerta médica con las alergias del paciente,
según corresponda.
Observar si el paciente presenta reacciones alérgicas a nuevos
medicamentos, fórmulas, alimentos, látex y/o colorantes de prueba.
Observar si el paciente, después de la exposición a agentes que se
conoce que le causan respuestas alérgicas, presenta signos de
enrojecimiento generalizado, angioedema, urticaria, tos paroxística,
ansiedad intensa, disnea, sibilancias, ortopnea, vómitos, cianosis o
shock.
Mantener al paciente en observación durante 30 minutos después de la
administración de un agente conocido por su capacidad de inducir una
respuesta alérgica.
Clasificación continuación..
La Diabetes mellitus incluye la ausencia de insulina (tipo 1), y
la resistencia periférica a la insulina (tipo 2). Ambas causan
hiperglucemia.
En las edades pediátricas la más frecuente es la tipo 1.
aunque puede darse la tipo 2 y está asociada en este caso a
la obesidad infantil.
En los adolescentes con obesidad, la prediabetes puede ser
transitoria o progresar a la diabetes, especialmente en
adolescentes que persistentemente aumentan de peso. La
prediabetes se asocia con el síndrome metabólico
(regulación alterada de la glucosa, dislipidemia, hipertensión,
obesidad).
Enseñanza cuidados de los pies. NIC 5603
Actividades
Recomendar que se explore diariamente toda la superficie de los pies y entre los dedos
buscando la presencia de enrojecimiento, tumefacción, calor, sequedad, maceración,
sensibilidad dolorosa y zonas abiertas.
Recomendar el lavado diario de los pies con agua caliente y un jabón suave.
Recomendar que se sequen completamente los pies después de lavarlos,
especialmente entre los dedos.
Enseñar a hidratar diariamente la piel poniendo los pies en remojo o realizando un baño
con agua a temperatura ambiente, aplicando posteriormente una crema hidratante.
Informar sobre la relación entre neuropatía, lesión y enfermedad vascular y el riesgo de
ulceración y de amputación de las extremidades inferiores en personas con diabetes.
Prevenir acerca de las ropas o las actividades que provoquen presión sobre los nervios
y los vasos sanguíneos, como bandas elásticas de los calcetines y cruzar las piernas
Manejo de la hiperglucemia.
NIC 2120
Actividades.
Observar si hay signos y síntomas de hiperglucemia: poliuria, polidipsia,
polifagia, debilidad, malestar, letargo, visión borrosa o cefalea.
Vigilar la presencia de cuerpos cetónicos en orina, según indicación.
Administrar insulina, según prescripción.
Potenciar la ingesta oral de líquidos.
Monitorizar el balance hídrico (incluidas las entradas y salidas), según
corresponda.
Mantener una vía i.v., si lo requiere el caso.
Proporcionar ayuda en el ajuste de un régimen para evitar y tratar la
hiperglucemia (aumento de insulina o antidiabético oral), si está
indicado.
Facilitar el seguimiento del régimen de dieta y de ejercicio.
Cuando el cuerpo humano no puede producir
energía a través de la glucosa y otros azúcares
comienza a utilizar ácidos grasos de forma
descontrolada.
Esto da lugar a la producción de unas
sustancias llamadas cuerpos cetónicos, que
aparecen en ayunos prolongados y diabetes
descompensadas. Lo normal es que en la orina
no existan, y cuando los hay se considera una
muestra alterada. Se clasifica su gravedad e
importancia según la concentración de
cetonas:
Leve: 20 mg/dL.
Moderada: 30-40 mg/dL.
Grave: 80 mg/dL.
Manejo de la hipoglucemia NIC 2130
Actividades.
Monitorizar la presencia de signos y síntomas de hipoglucemia (temblores,
diaforesis, nerviosismo, ansiedad, irritabilidad, impaciencia, taquicardia,
palpitaciones, escalofríos, piel sudorosa, aturdimiento, palidez, hambre,
náuseas, cefalea, fatiga, somnolencia, debilidad, calor, mareo, sensación de
desmayo, visión borrosa, pesadillas, gritos durante el sueño, parestesias,
dificultad de concentración, habla dificultosa, incoordinación, cambios de
conducta, confusión, coma, crisis comiciales).
Administrar hidratos de carbono simples, si está indicado
Administrar glucagón, según corresponda.
Contactar con los servicios médicos de urgencia, si es necesario. Administrar
glucosa i.v., si está indicado.
Revisar los sucesos anteriores a la hipoglucemia para determinar la posible
causa.
Colaborar con el paciente y con el equipo de atención al diabético para realizar
cambios en el régimen de insulina (inyecciones múltiples diarias), según esté
indicado
NIC 2317 Administración de la medicación subcutánea.
Actividades:
Seguir las cinco reglas de la administración correcta de medicación. Tomar nota de los
antecedentes médicos y de alergias del paciente.
Determinar el conocimiento de la medicación y la comprensión del método de administración
por parte del paciente.
Tener en cuenta las indicaciones y contraindicaciones de la inyección subcutánea.
Comprobar las fechas de caducidad de los fármacos.
Elegir la aguja y la jeringa correctas según la información del paciente y de la medicación.
Preparar correctamente la dosis a partir de una ampolla o vial.
Elegir el lugar de inyección adecuado.
Alternar sistemáticamente los lugares de inyección de insulina dentro de una zona anatómica.
Palpar el lugar de inyección para valorar si hay edema, masas o hipersensibilidad dolorosa;
evitar zonas con cicatrices, contusiones, abrasiones o infecciones.
Administrar la inyección utilizando una técnica aséptica.
Introducir la aguja rápidamente en un ángulo de entre 45 y 90° en función del tamaño del
paciente.
Aplicar una presión suave en el sitio; evitar masajear.
Contraindicaciones de la Vía Subcutánea:
Coagulopatías. Infecciones en el punto de inserción.
Mala perfusión del tejido celular subcutáneo.
Mantener la insulina en la temperatura
óptima
Lo recomendable, es almacenar la
insulina en la nevera. Debe estar a una
temperatura entre los 2 y 8ºC. Es
esencial que la insulina nunca llegue a
su punto de congelación. Por lo tanto,
está totalmente prohibido guardarla en el
congelador.
Conservación y
transporte de la insulina
por debajo de 25 °C
Lipodistrofias
Según la Internacional Association for the Study of Pain, (IASP), el
dolor es una experiencia sensorial o emocional desagradable
asociada a un daño tisular real o potencial.
Es una experiencia sensitiva desagradable acompañada de una
respuesta afectiva, motora, vegetativa e, incluso, de la
personalidad”.
La valoración y el tratamiento del dolor en el niño ha sido poco apreciada debido al falso
criterio de que el niño por su inmadurez biológica, anatómica no percibe el dolor de la
forma e intensidad que el adulto.
Se pensaba que en los niños el dolor:
a) era menos perceptible, b) era más tolerable, c)
dejaba escaso o nulo registro en la memoria; que los
niños: d) son más sensibles a los efectos adversos de
los analgésicos y que, e) tienen un riesgo especial de
adquirir adicción a los narcóticos.
Se comprobó que: Desde la 7ma semana de edad
gestacional comienzan a formarse receptores del dolor
y ya a las 30 semanas ocurre la mielinización de las
vías del dolor en tronco encefálico, tálamo y vías
espinales.
Durante el parto en respuesta al estrés fetal y neonatal
se liberan opioides endógenos (encefalinas y
endorfinas).
En RN pretérmino (RNPT) y a término (RNT) sometidos
a punciones del talón o circuncisión hay gran aumento
de la frecuencia cardiaca y presión arterial durante y
después del procedimiento.
Es verdadero que: En el RN, las vías
neurosensoriales necesarias para la transmisión
nociceptiva (del dolor) están anatómica y
funcionalmente intactas.
Valoración del dolor : Se tendrá en cuenta
el proceso que sufre el niño, parámetros
fisiológicos (elevación de la frecuencia
cardiaca, de la frecuencia respiratoria,
vasoconstricción periférica, frialdad, aumento
de la sudoración) , y las escalas de
valoración del dolor, las cuales nos permiten
realizar una medición objetiva del dolor y
realizar una reevaluación continua para
comprobar si el tratamiento es efectivo.
Aspectos a tener en cuenta:
Que las condiciones del paciente permitan
realizar los procedimientos de
sedoanalgesia.
Disponer de una infraestructura adecuada,
es decir, sala donde se disponga de
material para monitorización
cardiorrespiratoria, RCP, aspiración de
secreciones y equipo de oxígeno.
Que el personal que realice estos
procedimientos tenga conocimientos de
analgesia y sedación, debe conocer los
fármacos empleados, su farmacocinética,
posibles efectos secundarios, además de
tener entrenamiento en reanimación
cardiopulmonar y manejo de vía aérea.
Se ha comprobado que la sedoanalgesia
(SA) es segura y eficaz dentro del
entorno de la sala de urgencias y debe
usarse en los casos en que se someta a
los pacientes a procedimientos
dolorosos.
El American College of Emergency
Physicians (ACEP; Colegio
Estadounidense de Médicos de
Urgencias) define la sedoanalgesia como
la administración de sedantes o agentes
disociativos con o sin analgésicos para
inducir un estado que permita que el
sujeto tolere procedimientos
desagradables al tiempo que mantiene
su función cardiorrespiratoria, y
oxigenación adecuada.
Sus objetivos son:
• Disminuir la percepción de dolor, la
ansiedad y aprehensión del paciente.
• Facilitar la cooperación del niño e
inmovilización necesaria.
• Generar amnesia del procedimiento.
Menores de 2-3 años: Escalas conductuales
(Expresión de la cara, postura, actividad, llanto,
consuelo)
Niños de 3-7 años: Escalas colorimétricas y
Escala de las caras de Oucher.
Niños mayores de 7 años: Escala de las caras de
Oucher, Escalas numéricas, calorimétricas y
visual-análoga.
Todas estas escalas puntúan de 0-10, siendo 0
ausencia de dolor y 10 dolor máximo posible.
Se basan en:
El mecanismo fisiopatológico del dolor
(nociceptivo o neuropático)
Su duración: Crónico, agudo, recurrente,
intercurrente.
Su etiología: maligna o no maligna.
Su localización anatómica.
Duración.
Dolor agudo. De comienzo súbito, se siente
inmediatamente después de la lesión y es intenso, pero
generalmente de corta duración. Aparece a consecuencia
de lesiones tisulares que estimulan los nociceptores y
generalmente desaparece cuando se cura la lesión.
Dolor crónico. Es un dolor continuo que persiste más
allá del tiempo normal de curación. Puede aparecer como
un dolor agudo y persistir mucho tiempo o reaparecer.
También puede aparecer y persistir en ausencia de una
enfermedad o una fisiopatología identificables. Puede
afectar negativamente todos los aspectos de la vida
cotidiana, tales como la actividad física, la asistencia a la
escuela, el sueño, las interacciones familiares o las
relaciones sociales, y puede producir angustia, ansiedad,
depresión, insomnio, fatiga o cambios de humor, tales
como irritabilidad o una actitud negativa frente al dolor.
Dolor episódico o recurrente. El dolor aparece de
forma intermitente durante un largo periodo de tiempo y
el niño puede no sufrir dolor entre los episodios
dolorosos.
Dolor intercurrente. Se caracteriza por un
aumento temporal de la intensidad del dolor por
encima del nivel doloroso preexistente, por
ejemplo, cuando un niño cuyo dolor está bien
controlado con un régimen analgésico estable
presenta súbitamente una exacerbación aguda
del dolor.
Dolor incidente o debido al movimiento. Tiene
una causa identificable y puede ser inducido por
movimientos simples, como el caminar, o por
maniobras que habitualmente exacerban el dolor,
tales como el apoyo del peso en una extremidad,
la tos o la micción. Los procedimientos
diagnósticos o terapéuticos también pueden
producir dolor incidente.
Dolor de fin de dosis. Se produce cuando, hacia
el final del intervalo entre dosis, la concentración
sanguínea del medicamento cae por debajo de la
concentración analgésica mínima eficaz.
En función anatómica del tejido afectado (por
ejemplo, miofascial, reumático, esquelético,
neurológico o vascular).
o en función de su localización (por ejemplo,
cabeza, espalda o cuello)
1 a) El dolor nociceptivo somático es causado por la
activación de nociceptores presentes en tejidos
superficiales (piel, mucosa de la boca, nariz, uretra,
ano, etc.) o en tejidos profundos, como huesos,
articulaciones, músculos o tejido conectivo. Por
ejemplo, las alteraciones tisulares ocasionadas por
cortes o esguinces producen dolor somático superficial,
mientras que los calambres musculares por falta de
oxigenación producen dolor somático profundo.
1 b) El dolor nociceptivo visceral es causado por la
activación de nociceptores localizados en las
vísceras (órganos internos encerrados en
cavidades, como los órganos torácicos y
abdominales). Puede deberse a infecciones,
distensión por líquidos o gases, estiramiento o
compresión, generalmente por tumores sólidos.
2- Dolor neuropático: El causado por daño estructural
o disfunción neuronal del sistema nervioso central o
periférico; persiste aunque el estímulo haya
desaparecido.
Cualquier proceso que dañe los nervios, como las
afecciones metabólicas, traumáticas, infecciosas,
isquémicas, tóxicas o inmunitarias, puede ocasionar
dolor neuropático. Además, el dolor neuropático puede
deberse a compresión nerviosa o al procesamiento
anormal de las señales dolorosas por el cerebro o
la médula espinal.
1- El dolor nociceptivo aparece cuando una lesión
tisular activa receptores específicos del dolor,
(nociceptores), que son sensibles a los estímulos
nocivos. Los nociceptores pueden responder a
estímulos como el calor, el frío, la vibración o el
estiramiento, así como a sustancias químicas liberadas
por los tejidos en respuesta a la falta de oxígeno, la
destrucción de los tejidos o la inflamación. Este tipo de
dolor puede clasificarse como somático o visceral,
dependiendo de la localización de los nociceptores
activados.
Situaciones potencialmente dolorosas :
Dolor leve: Traumatismos menores de partes
blandas, cefaleas, dolor postvacunal, artritis,
artralgias, quemaduras solares, etc.
Dolor moderado: Dolor tipo cólico de origen
digestivo o genitourinario, absceso dentario,
artralgias, dolor hematológico u oncológico
moderado, etc.
Dolor severo: Politraumatismos, quemaduras
extensas, fracturas desplazadas, curas extensas,
heridas importantes, dolor hematológico u
oncológico severo, etc.
Causas de dolor agudo en la infección por VIH/sida.
Dolor en la cavidad bucal: las úlceras aftosas y las infecciones orales por
cándidas, herpes o citomegalovirus pueden causar disfagia y dolor en la
lengua, encías, labios o paladar, que a veces se acompañan de diarrea y
vómitos.
Dolor abdominal: Puede ser causado por infecciones intestinales y
urinarias, pancreatitis, hepatitis o colitis. El dolor abdominal se acompaña
frecuentemente de diarrea y vómitos. El dolor cólico o episódico es
frecuente en caso de infección u obstrucción intestinal (por ejemplo,
secundaria a inflamación). Los niños infectados por el VIH también
pueden padecer sepsis abdominal y presentar abdomen agudo, en el
que el dolor es continuo, intenso y exacerbado por el movimiento.
Cefaleas: pueden deberse a sinusitis, meningitis o encefalitis. Los niños
infectados por el VIH también pueden tener cefaleas por causas no
infecciosas, como la cefalea tensional o la migraña. Las infecciones del
SNC pueden producir fiebre, convulsiones epilépticas y alteraciones de
la consciencia, además de dolor.
Causas de dolor agudo en niños con cáncer.
Puede ser causado por invasión directa de las
estructuras anatómicas por el tumor, que produce
dolor por presión, distensión, inflamación,
obstrucción o compresión del tejido nervioso.
También puede estar relacionado con
procedimientos diagnósticos o terapéuticos, como
la aspiración de la médula ósea o la punción lumbar.
Asimismo, se puede producir dolor incidente por
causas enfermedades concomitantes.
La compresión metastásica de la médula espinal
puede ser una causa de dolor de espalda agudo, y
los tumores cerebrales metastásicos pueden
causar cefaleas intensas.
Causas de dolor persistente (crónico) en niños con
cáncer.
Puede ser causado por el crecimiento tumoral, por
procedimientos diagnósticos y terapéuticos
relacionados con el cáncer, como la amputación de un
miembro o la quimioterapia.
Las neoplasias malignas comunes en la infancia, como
la leucemia, el linfoma, los sarcomas óseos o el
neuroblastoma, pueden causar dolor óseo y articular
difuso.
Las leucemias, los tumores cerebrales y los linfomas
pueden causar cefaleas.
El dolor neuropático es causado por lesiones del
sistema nervioso debidas a la compresión o
infiltración de los nervios o de la médula espinal, o
por lesiones ocasionadas por el tratamiento
(quimioterapia, radioterapia). Este tipo de dolor suele
ser intenso y generalmente se describe como
quemante, vivo, fulgurante u hormigueo.
El manejo integral del dolor en el niño
requieren el trabajo multidisciplinario de
especialistas organizados en un equipo de
salud: pediatra, intensivista, anestesiólogo,
enfermera, psicólogo, rehabilitador, terapista
físico, etc.
Esta mayor complejidad ha demandado que
en hospitales que atienden a niños con
cáncer se hayan formado unidades de
tratamiento del dolor, donde participa
también el oncólogo.
Cuando se administran analgésicos
potentes se requiere monitorización del
niño y tratar los efectos adversos de
estos fármacos que incluso pueden
amenazar la vida del paciente.
La monitorización en el niño enfermo requiere de
aparatos electrónicos que registren sus constantes
vitales.
Monitorización cardíaca y respiratoria: Conector con
tres cables (convencional) o hasta 5 cables (ECG
completo) nos muestra la actividad cardíaca y
respiratoria. Los cables se conectarán a unos
electrodos que estarán colocados en el tórax del niño,
estos electrodos deberían tener unas particularidades
como una buena adhesión a la piel, pequeños en el
caso de neonatos, poco peso, no irritativos para la piel
y que produzcan el mínimo de interferencias con otros
aparatos.
Monitorización de la presión arterial: conector con
un sólo cable que se acoplará al manguito que lleve el
niño en una de sus extremidades.
Monitorización de la temperatura corporal periférica: Mediante
un cable conectado a un electrodo que se colocará en la piel del
paciente, se puede obtener en neonatos, a través de la incubadora
o cuna térmica que ocupa el niño.
Monitorización de la saturación de oxígeno: se
compone de un sensor que posee un emisor de luz y
un receptor, existen diferentes tipos de sensores
dependiendo del monitor y de la edad del niño. El
sensor se conecta al cable que va con el monitor.
Monitorización cardiaca: Es el registro
electrocardiográfico continuo que nos permite ver la
frecuencia cardíaca y el ritmo cardiaco.
Comunicación interventricular.
Es una solución de continuidad en el tabique interventricular
que causa un cortocircuito entre los ventrículos. Es una
anomalía congénita, donde existe un orificio en el septo o
tabique que separa ambos ventrículos.
La sangre frecuentemente fluye del ventrículo izquierdo al
ventrículo derecho a través del defecto en el septo, y de allí
a los pulmones.
Esta cantidad extra de sangre que el corazón bombea a los
pulmones, hace que tanto el corazón como los pulmones se
esfuercen más. Con el tiempo, si el defecto no se repara,
puede aumentar el riesgo de que se presenten otras
complicaciones, como insuficiencia cardiaca, Hipertensión
pulmonar, arritmias,o accidente cerebrovascular.
Fisiopatología.
1- La sangre fluye fácilmente a través del
orificio grande; la presión se iguala entre los
ventrículos derecho e izquierdo y hay un gran
cortocircuito izquierda-derecha.
2- A lo largo del tiempo un cortocircuito
importante causa hipertensión pulmonar,
aumento de resistencia vascular pulmonar,
sobrecarga de presión ventricular derecha e
hipertrofia del ventrículo derecho.
3- La mayor resistencia vascular pulmonar
causa inversión de la dirección del
cortocircuito (del ventrículo derecho al
izquierdo).
4- En la hipertensión pulmonar, los vasos
sanguíneos pulmonares se contraen y/o se
obstruyen. La hipertensión pulmonar grave
conduce a la sobrecarga ventricular derecha y
a la insuficiencia.
Manifestaciones clínicas.
Dependen del tamaño de la comunicación y de la
magnitud del cortocircuito izquierda a derecha.
Las CIV pequeñas suelen cerrar espontáneamente
y no afectan el crecimiento y desarrollo.
Las grandes CIV producen signos de insuficiencia
cardiaca: taquipnea, disnea durante la
alimentación, retraso del crecimiento, soplos,
estertores crepitantes, hepatomegalia, infecciones
frecuentes de las vías respiratorias inferiores.
Síndrome de Eisenmenger: Endurecimiento y
estrechez irreversible de vasos pulmonares,
hipertensión de arterias pulmonares, sangre
desoxigenada viaja al resto del organismo.
Cianosis, acropaquia, opresión torácica, síncope,
cansancio, parestesias, cefalea.
Complicaciones: hemoptisis, acv, insuficiencia
cardiaca, arritmias, paro cardiaco.
Síndrome de Eisenmenger
Tratamiento.
En caso de insuficiencia cardíaca,
tratamiento médico (p. ej., diuréticos,
digoxina, inhibidores de la ECA)
En ocasiones reparación quirúrgica.
Diagnóstico.
Exámen físico y EKG.
NIC 4040. Cuidados cardiacos.
Garantizar un nivel de actividad que no comprometa el gasto cardíaco
y que no provoque crisis cardíacas.
Realizar una valoración exhaustiva de la circulación periférica
(comprobar pulsos periféricos, edema, relleno capilar, color y
temperatura de las extremidades).
Monitorizar los signos vitales con frecuencia.
Monitorizar el estado cardiovascular.
Monitorizar la aparición de arritmias cardíacas, incluidos los trastornos
tanto de ritmo como de conducción.
Documentar las arritmias cardíacas.
Observar los signos y síntomas de disminución del gasto cardíaco.
Monitorizar el estado respiratorio por si aparecen síntomas de
insuficiencia cardíaca.
Monitorizar el equilibrio hídrico (entradas/salidas y peso diario).
Monitorizar la respuesta del paciente a los medicamentos
antiarrítmicos.
Monitorizar la aparición de disnea, fatiga, taquipnea y ortopnea.
Establecer una relación de apoyo con el paciente y la familia.
NIC 6545 Control de infecciones intraoperatorio.
Actividades.
Limpiar el polvo con un paño húmedo de las superficies
planas y las lámparas del quirófano.
Monitorizar y mantener la temperatura de la sala entre 20 °C
y 24 °C.
Monitorizar y mantener la humedad relativa entre el 20% y el
60%.
Monitorizar y mantener un flujo de aire laminar. Limitar y
controlar la circulación de personas en el quirófano
Verificar que se han administrado los antibióticos
profilácticos adecuados.
Asegurarse de que el personal de quirófano viste las
prendas apropiadas.
Verificar la integridad del embalaje estéril.
Verificar los indicadores de esterilización.
Abrir los suministros y los instrumentos estériles
utilizando técnicas asépticas.
Realizar el cepillado de manos y uñas, y utilizar bata y
guantes, según las normas del centro.
Ayudar a colocarse los guantes y la bata a los
miembros del equipo.
Ayudar a cubrir al paciente asegurando la protección
ocular y minimizando la presión sobre las partes
corporales.
Separar los suministros estériles de los no estériles.
Monitorizar la esterilidad del campo quirúrgico y el
suministro correcto del material.
Mantener la integridad de los catéteres y las vías
intravasculares.
Inspeccionar la piel/tejidos alrededor de la herida
quirúrgica.
Gastroenteritis viral manifestaciones.
En las infecciones virales, la diarrea
acuosa es el síntoma más común; las heces
rara vez contienen moco o sangre.
En lactantes y niños pequeños, la diarrea por
rotavirus puede durar de 5 a 7 días. Se
observan vómitos, y fiebre > 39° C
Gastroenteritis bacteriana
Las bacterias que causan enfermedad
invasiva (p. ej., Shigella, Salmonella) tienen
mayor probabilidad de provocar fiebre,
postración y diarrea sanguinolenta.
La infección por E. coli suele comenzar con
diarrea acuosa durante 1 a 2 días, seguida
de diarrea sanguinolenta. No hay fiebre o
esta es de grado bajo.
El espectro de la enfermedad por Clostridium
difficile varía de cólicos abdominales y
diarrea con moco leves a colitis hemorrágica
grave y shock.
Gastroenteritis parasitaria
En general, las infecciones parasitarias
causan diarrea aguda o crónica. La mayoría
provoca diarrea no sanguinolenta; una
excepción es Entamoeba histolytica, que
causa disentería amebiana (inflamación,
ulceración de intestino grueso, fiebre, diarrea
con deposiciones mucosas y
sanguinolentas). El cansancio y la pérdida de
peso son comunes cuando la diarrea es
persistente.
Tratamiento.
Rehidratación oral o intravenosa.
Antieméticos.
Probióticos.
Antibióticos en caso de que sea de causa bacteriana (Shigella)
Agentes antidiarreicos: Indicados en pacientes > 2 años con diarrea
acuosa (demostrada por materia fecal hemo-negativa).
Recomendaciones.
1- No se recomiendan antibióticos empíricos, excepto en ciertos casos
de diarrea del viajero o cuando la sospecha de infección por Shigella o
Campylobacter es alta (p. ej., contacto con un caso diagnosticado).
2- A medida que se tolera la vía oral se van incorporando alimentos.
Bacterias, virus o parásitos. Los más
frecuentes son: Echerichia coli, Shigela,
Salmonella, Campylobacter, Rotavirus y
Giardia Lamblia.
Intervenciones de enfermería.
NIC 0460. Manejo de la diarrea.
Actividades.
Obtener una muestra de heces para realizar un cultivo y
antibiograma si la diarrea continuase.
Evaluar el perfil de la medicación por si hubiera efectos
secundarios gastrointestinales.
Solicitar al paciente/familiares que registren el color, volumen,
frecuencia y consistencia de las deposiciones.
Evaluar la ingesta registrada para determinar el contenido
nutricional
Fomentar la realización de comidas en pequeñas cantidades,
frecuentes, y añadir fibra de forma gradual.
Enseñar al paciente a eliminar los alimentos flatulentos o
picantes de la dieta.
Observar si hay signos y síntomas de diarrea. Ordenar al
paciente que notifique al personal cada episodio de diarrea
que se produzca.
Observar la turgencia de la piel con regularidad. Observar la
piel perianal para ver si hay irritación o ulceración.
Medir la producción de diarrea/defecación.
Pesar regularmente al paciente.
Notificar al médico cualquier aumento de frecuencia o tono
de los sonidos intestinales.
Consultar con el médico si persisten los signos y síntomas de
la diarrea.
Instruir sobre dietas bajas en fibra, ricas en proteínas y de
alto valor calórico, según corresponda.
Hipotiroidismo familiar: Síndrome de Pendred
trastorno genético caracterizado por bocio y sordera
del VIII (nervio auditivo o vestibulococlear) par
craneal, herencia autosómica recesiva.
Tiroiditis autoinmune Hashimoto: Presencia de
anticuerpos antiperoxidasa en el suero del paciente y
de inmunoglobulina inhibidora de la hormona
estimulante del tiroide, lo que afecta la secreción
normal de hormonas tiroideas (t3 y t4). Aparece
bocio.
Por déficit de yodo: Debuta con bocio. La escasez
de yodo conduce a la disminución de la hormona
tiroidea y es la causa más común de una tiroides
hipoactiva (hipotiroidismo). El efecto visible e
inequívoco de la deficiencia de yodo es el
agrandamiento de la tiroides, conocido como bocio.
El hipotiroidismo congénito es una afección en la que la glándula
tiroidea del feto/niño no puede producir las cantidades adecuadas
de hormona tiroidea al momento del nacimiento o incluso antes de
nacer.
Esta enfermedad es frecuente y está entre las causas evitables de
retraso mental.
Etiología.
Las causas más frecuentes son:
La glándula tiroidea del niño no se
encuentra en el lugar correcto (tiroides
ectópico)
La glándula tiroidea del niño no se ha
desarrollado lo suficiente
(disgenesia/hipoplasia)
La glándula tiroidea del niño no se ha
desarrollado en absoluto (agenesia)
La mayoría de las veces, se desconocen
las causas (idiopático)
Causas genéticas (transmitidas por los
padres).
Hipotiroidismo transitorio por anticuerpos
antitiroideos maternos.
Presentación clínica.
Suturas craneales amplias, retraso en la
maduración esquelética. Fontanela
anterior amplia y la posterior abierta.
Hernia umbilical.
Ictericia prolongada.
Hipotonía, edema de manos y pies,
macroglosia.
Llanto ronco (carrasposo)
Bocio.
Crecimiento deficiente.
Brazos y piernas frías.
Hipoactividad, Sueño prolongado, letargia.
Acrocianosis, piel marmórea.
Hipoglucemia.
La piel normalmente contiene una
variedad de proteínas
combinadas con polisacáridos,
ácido hialurónico y ácido
condroitinsulfúrico. En el
hipotiroidismo éstos se acumulan,
promoviendo la retención de agua
y la característica tumefacción de
la piel denominada mixedema.
Anemia por disminución del
metabolismo de la médula ósea y
malabsorción intestinal de
vitamina B12.
Detección del hipotiroidismo congénito.
Al nacer, a los neonatos se les realiza una prueba de
cribado.
Tratamiento: Se comienza en cuanto se confirma el
diagnóstico para optimizar el desarrollo neurológico.
El tratamiento con tiroxina se administra por vía oral.
NIC 8278 Fomentar el desarrollo: lactante.
Actividades.
Instruir a los progenitores sobre una nutrición y unos
hábitos adecuados de nutrición del lactante
Comentar los riesgos y beneficios de que el lactante y el
cuidador duerman juntos.
Proporcionar estimulación visual, auditiva, táctil y cinética
durante el juego.
Proporcionar juguetes y actividades seguros según el
grado de desarrollo
Proporcionar orientación anticipatoria sobre la disciplina,
dependencia, aumento de la movilidad y seguridad.
Comentar las estrategias de prevención de lesiones para
las quemaduras por llama y eléctricas, asfixia y
aspiración, intoxicación, caídas, lesiones corporales,
ahogamiento y lesiones por accidente de tráfico.
NIC 0200 Fomento del ejercicio
Incluir a la familia/cuidadores del paciente en la
planificación y mantenimiento del programa de
ejercicios.
Instruir al individuo acerca del tipo de ejercicio
adecuado para su nivel de salud, en colaboración
con el médico y/o el fisioterapeuta.
Instruir al individuo acerca de la frecuencia,
duración e intensidad deseadas del programa de
ejercicio.
Controlar el cumplimiento del programa/actividad
de ejercicio por parte del individuo.
NIC Enseñanza: estimulación del lactante (se
aplica en cada uno de los meses)
Por ejemplo de 0 - 4 meses.
Ayudar a los progenitores a identificar aspectos de
predisposición y respuestas a la estimulación por
parte del lactante.
Proteger al lactante de la sobreestimulación.
Ayudar a los progenitores a planificar una rutina
para la estimulación del lactante.
Enseñar a los progenitores/cuidadores a
realizar actividades que favorezcan el
movimiento y/o proporcionen estimulación
sensorial.
Enseñar a los progenitores a hablar, cantar y sonreír al
lactante mientras se le cuida.
Enseñar a los progenitores a elogiar al lactante por
todos los esfuerzos por responder a la estimulación.
Enseñar a los progenitores a decir el nombre del
lactante con frecuencia.
Enseñar a los progenitores a susurrar al bebé.
Enseñar a los progenitores a tocar y abrazar al bebé
con frecuencia.
Enseñar a los progenitores a responder a los lloros,
cogiendo, acunando, cantando, hablando, caminando,
cambiando de posición, frotando/masajeando la espalda
y arropando al bebé, según proceda.
Enseñar a los progenitores a balancear al lactante en
posición vertical o en posición de cuna.
Enseñar a los progenitores a lavar o bañar al bebé
acariciándole con un masaje con una manopla o
esponja suave y secarle con una toalla suave.
Enseñar a los progenitores a dar un masaje al lactante
con una loción, con caricias suaves pero firmes.
Enseñar a los progenitores a frotar juguetes blandos por
el cuerpo del lactante.
Enseñar a los progenitores a animar al lactante a notar
diferentes texturas y a identificarlas.
Básica:
Ball, J. W. y C. Bindler, R. (2010). Enfermería pediátrica: asistencia infantil (4a. ed.). Pearson Educación.
https://elibro.net/es/lc/unibe/titulos/53898
Valverde Molina, I. (2017). Enfermería pediátrica (2a. ed.). Editorial El Manual Moderno. https://elibro.net/es/lc/unibe/titulos/39761
Complementaria:
Kyle, T. Carman, S. y Calvo Graells, M. (Trad.). (2014). Guía clínica de enfermería pediátrica. Wolters Kluwer Health.
https://elibro.net/es/lc/unibe/titulos/125456
Milán Dobson, N. (2018). Guía de procedimientos de enfermería. Editorial Ciudad Educativa.
https://elibro.net/es/lc/unibe/titulos/36737

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ENFERMERÍA PEDIÁTRICA (Consolidación 3er aporte).pptx.pdf

  • 1. Docente: Mgst. Kirenia Méndez Amador, Lic. CARRERA DE ENFERMERÍA
  • 2. ENFERMERÍA PEDIÁTRICA CONSOLIDACIÓN Examen final Subtemas: - Cuidados del recién nacido sano. - Enfermedades crónicas en edades pediátricas: asma bronquial y diabetes mellitus. - Evaluación y control del dolor en el paciente pediátrico. - Patologías del sistema cardiovascular: cuidados enfermeros pediátricos. - Patologías del sistema digestivo: cuidados enfermeros pediátricos. - Patologías del sistema endocrino: cuidados enfermeros pediátricos. Objetivo(s): - Consolidar los conocimientos adquiridos en la asignatura con vistas al examen del último aporte.
  • 3. Cuidados inmediatos del recién nacido: Tras el nacimiento mantener al neonato a la misma altura de la madre y verificar que el cordón sigue latiendo mientras realiza sus primeras respiraciones. Ligar el cordón umbilical (pinzar a los dos minutos o luego que cese el latido, lo que ocurra primero) Aspirar secreciones nasofaríngeas y sondaje gástrico-rectal (si procede). No se deben pasar sondas o perillas de succión por las fosas nasales, boca o ano de rutina para la exploración del recién nacido (Guía práctica clínica de Ecuador 2015 ) Evitar la pérdida de calor (secar la piel especialmente la cabeza utilizando compresas estériles y tibias). En caso de depresión al nacer colocarlo de inmediato en la cuna térmica. Favorecer el contacto piel con piel con inicio de lactancia materna inmediatamente tras el nacimiento.
  • 4. Colocarlo en cuna térmica: Constatar la vía aérea permeable. Realización del test de Apgar al minuto tras el nacimiento. Estabilizar la temperatura corporal. Tomar la temperatura rectal en un recién nacido tiene riesgo de perforación rectal. Solamente en caso de hipotermia de moderada a grave o alza térmica se realizará este procedimiento (Guía práctica clínica Ecuador) Realización y valoración del Apgar a los 5 minutos después del nacimiento. Valorar permeabilidad esofágica. Administrar vitamina K (como profilaxis de la enfermedad hemorrágica del recién nacido). Se administra 1 mg intramuscular de vitamina K1 en el muslo derecho (cara antero – externa, en el tercio medio) por una sola vez en el caso de recién nacido a término. En recién nacidos con peso inferior a 1500 gramos se administrará 0,5 mg. Administrar profilaxis oftálmica (la recomendación actual del CDC es la profilaxis ocular del recién nacido con ungüento oftálmico de eritromicina al 0,5% en cada ojo) ungüento o colirio oftálmico en cada ojo, ya sea eritromicina al 5% o tetraciclina al 1%.
  • 5. Cuidados inmediatos del recién nacido (continuación) Cuantificar peso y talla (somatometría) Efectuar la exploración física completa Valorar la permeabilidad anal (expulsión de meconio) Calcular edad gestacional según método de Capurro. Identificar hallazgos patológicos Colocar anotaciones en registros de enfermería Establecer la identificación del neonato, colocando en el brazalete: nombre y apellidos de la madre, gemelo número en caso de gestaciones múltiples, peso al nacer, sexo masculino, femenino o ambiguo, fecha y hora del nacimiento, sala y número de cama de la madre.
  • 6. La puntuación al 1 minuto evalúa el nivel de tolerancia del recién nacido al proceso del nacimiento y su posible sufrimiento, mientras que la puntuación obtenida a los 5 minutos evalúa el nivel de adaptabilidad del recién nacido al medio ambiente y su capacidad de recuperación.
  • 7. Cuidados mediatos (encaminados a valorar el comportamiento hemodinámico para tomar decisiones oportunas de ser necesario) 1- Somatometría (peso, talla, perímetro cefálico, torácico y abdominal) 2- Glucemia capilar 3- Medición de los signos vitales 4- Alimentación asistida, el personal de enfermería debe apoyar a la puérpera. (lactancia materna a libre demanda) 5- Cuidado de los accesos venosos. Si procede. 6- Tratamiento farmacológico prescrito. Si procede. 7- Baño del recién nacido (después de 12 horas tras el nacimiento y adecuada termorregulación) 8- Tamizaje neonatal (test de fenilcetonuria) 9- Inmunización (vacuna de hepatitis B y BCG) 10- Se debe administrar la vacuna contra la tuberculosis (BCG) por vía intradérmica desde el nacimiento hasta los 11 meses y 29 días de vida. 11.Aplicar la vacuna de hepatitis B por vía intramuscular a todo recién nacido de preferencia dentro de las primeras 12 horas, máximo hasta las 24 horas de vida, y registrar en la Libreta integral de salud o Carné único de vacunación.
  • 8. Temperatura: debe ser medida con un termómetro digital, en la axila del recién nacido. La temperatura de oído no se recomienda, por las características anatómicas del conducto auditivo externo en esta edad, que dificultan la medición. La temperatura normal axilar debe estar entre 36.5 a 37.5ºC Frecuencia respiratoria: la frecuencia respiratoria normal es entre 40 a 60 respiraciones medidas en un minuto completo. La taquipnea puede ser un signo de patología respiratoria o cardiaca. La apnea puede ser secundaria a exposición materna a medicamentos, signo de sepsis o problemas neurológicos.
  • 9. Frecuencia cardiaca: El rango normal es de 120 a 160 latidos por minuto. La taquicardia o bradicardia puede indicar alteraciones cardiacas. Saturación de oxígeno: la saturación de oxígeno normal es mayor o igual a 90 %, niveles inferiores pueden indicar una enfermedad cardiaca o respiratoria especialmente cuando se presenta junto con cianosis central (labios, lengua y tronco).
  • 10. Ocurren síntomas recurrentes provocados por obstrucción de la vía aérea inferior que varían en frecuencia e intensidad. Se caracteriza por: Respiración ruidosa, difícil, opresión torácica, tos, taquipnea y el aumento del trabajo respiratorio, que se manifiesta por el alargamiento de la espiración y el empleo de músculos accesorios, que ocasionan la aparición de tiraje subcostal, intercostal y supraesternal. El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas que causa episodios recurrentes de sibilancias, disnea, opresión torácica y tos.
  • 11. Asma alérgica Está mediada por mecanismos inmunológicos que involucran a la inmunoglobulina E (IgE), se presenta desde el lactante (como episodios de sibilancias) hasta la edad adulta, con su pico máximo en escolares y adolescentes; es el asma persistente. Los agentes desencadenantes más frecuentes son los aeroalergenos, tanto intradomiciliarios (ácaros, cucarachas, polvo casero, epitelios y excretas de animales domésticos [perro, gato, pájaros, roedores, etc.], esporas hongos y alimentos), como los extradomiciliarios, básicamente pólenes y esporas de hongos. Asma no alérgica En este tipo, los factores desencadenantes no son inducidos por mecanismos alérgicos y varían de acuerdo con la edad de los pacientes. Las infecciones virales ocupan un lugar preponderante en el niño pequeño, ya que muchas veces son el gatillo disparador del primer cuadro, para posteriormente repetirse aun en ausencia de atopia. Los cambios climatológicos, ejercicio, problemas psicológicos, irritantes químicos: olores penetrantes, humo de tabaco, contaminantes atmosféricos, analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos y el uso de bloqueadores beta, son otro grupo de agentes desencadenantes, así como algunas situaciones no bien identificadas, como cambios hormonales, alteraciones del estado de ánimo o factores físicos. La forma en que actúan éstos es poco conocida, pero la mayoría de ellos desempeña un papel importante la degranulación exagerada de los mastocitos por un reflejo colinérgico excesivo o por estímulo de neurorreceptores del parasimpático.
  • 12. Los agonistas β2 adrenérgicos de acción corta (SABA): salbutamol. Agonistas beta 2 o broncodilatadores de acción larga: Vilanterol Clasificación de la gravedad inicial del asma según GEMA (guía española para el manejo del asma) 2009
  • 13. NIC 3210. Manejo del asma. Actividades. Determinar los datos basales del estado respiratorio del paciente para utilizar como punto comparativo. Documentar las medidas de los datos basales en la historia clí- nica. Comparar el estado respiratorio actual con el estado anterior para detectar cambios. Obtener mediciones de espirometría (FEV1, FVC, relación FEV y FVC) antes y después del uso de un broncodilatador de corta duración. Monitorizar el flujo espiratorio máximo, según corresponda. Enseñar al paciente el uso del medidor de flujo espiratorio má- ximo en casa. Observar si hay crisis asmáticas. Determinar la comprensión de la enfermedad y del tratamiento por parte del paciente/familia. Enseñar al paciente/familia las medicaciones antiinflamatorias y broncodilatadoras y su uso adecuado. Enseñar técnicas adecuadas para el uso de la medicación y del equipo (p. ej., inhalador, nebulizador, medidor de flujo máximo). Determinar el cumplimiento de los tratamientos prescritos.
  • 14. Fomentar la expresión verbal de los sentimientos sobre el diag- nóstico, el tratamiento y el impacto del asma en el estilo de vida. Identificar desencadenantes conocidos y la reacción habitual. Enseñar al paciente a identificar y evitar desencadenantes, si es posible. Ayudar a reconocer signos/síntomas inminentes de las crisis asmáticas y a implantar medidas de respuesta adecuadas. Controlar la frecuencia, el ritmo, la profundidad y el esfuerzo de la respiración. Observar el inicio, las características y la duración de la tos. Controlar el movimiento torácico, incluyendo simetría, uso de músculos accesorios y retracciones de los músculos supra- claviculares e intercostales. Auscultar los sonidos respiratorios, observando si hay áreas de ventilación disminuida/ausente y sonidos adventicios. Administrar medicación según proceda y/o según las normas y las pautas de procedimiento. NIC 3210. Manejo del asma. Actividades.
  • 15. Auscultar los sonidos pulmonares después del tratamiento para determinar los resultados. Ofrecer líquidos calientes, según corresponda. Enseñar técnicas de respiración/relajación. Durante el ataque de asma, acercarse al paciente con calma y tranquilidad. Informar al paciente/familia sobre las normas y los procedimien- tos para transportar y administrar medicaciones para el asma en la escuela. Informar al padre/tutor sobre cuándo el niño ha necesitado/utilizado medicación a demanda en la escuela, según corresponda. Remitir para valoración médica, según corresponda. Establecer un programa regular de seguimiento. Enseñar al personal escolar los procedimientos adecuados de urgencia. NIC 3210. Manejo del asma. Actividades.
  • 16. Manejo de la alergia. NIC 6410 Actividades Identificar las alergias conocidas (medicamentos, alimentos, insectos, ambientales) y la reacción habitual. Notificar a los cuidadores y a los profesionales sanitarios las alergias conocidas. Registrar todas las alergias en la historia clínica, de acuerdo con el protocolo. Colocar una pulsera de alerta médica con las alergias del paciente, según corresponda. Observar si el paciente presenta reacciones alérgicas a nuevos medicamentos, fórmulas, alimentos, látex y/o colorantes de prueba. Observar si el paciente, después de la exposición a agentes que se conoce que le causan respuestas alérgicas, presenta signos de enrojecimiento generalizado, angioedema, urticaria, tos paroxística, ansiedad intensa, disnea, sibilancias, ortopnea, vómitos, cianosis o shock. Mantener al paciente en observación durante 30 minutos después de la administración de un agente conocido por su capacidad de inducir una respuesta alérgica.
  • 17.
  • 19. La Diabetes mellitus incluye la ausencia de insulina (tipo 1), y la resistencia periférica a la insulina (tipo 2). Ambas causan hiperglucemia. En las edades pediátricas la más frecuente es la tipo 1. aunque puede darse la tipo 2 y está asociada en este caso a la obesidad infantil. En los adolescentes con obesidad, la prediabetes puede ser transitoria o progresar a la diabetes, especialmente en adolescentes que persistentemente aumentan de peso. La prediabetes se asocia con el síndrome metabólico (regulación alterada de la glucosa, dislipidemia, hipertensión, obesidad).
  • 20. Enseñanza cuidados de los pies. NIC 5603 Actividades Recomendar que se explore diariamente toda la superficie de los pies y entre los dedos buscando la presencia de enrojecimiento, tumefacción, calor, sequedad, maceración, sensibilidad dolorosa y zonas abiertas. Recomendar el lavado diario de los pies con agua caliente y un jabón suave. Recomendar que se sequen completamente los pies después de lavarlos, especialmente entre los dedos. Enseñar a hidratar diariamente la piel poniendo los pies en remojo o realizando un baño con agua a temperatura ambiente, aplicando posteriormente una crema hidratante. Informar sobre la relación entre neuropatía, lesión y enfermedad vascular y el riesgo de ulceración y de amputación de las extremidades inferiores en personas con diabetes. Prevenir acerca de las ropas o las actividades que provoquen presión sobre los nervios y los vasos sanguíneos, como bandas elásticas de los calcetines y cruzar las piernas
  • 21. Manejo de la hiperglucemia. NIC 2120 Actividades. Observar si hay signos y síntomas de hiperglucemia: poliuria, polidipsia, polifagia, debilidad, malestar, letargo, visión borrosa o cefalea. Vigilar la presencia de cuerpos cetónicos en orina, según indicación. Administrar insulina, según prescripción. Potenciar la ingesta oral de líquidos. Monitorizar el balance hídrico (incluidas las entradas y salidas), según corresponda. Mantener una vía i.v., si lo requiere el caso. Proporcionar ayuda en el ajuste de un régimen para evitar y tratar la hiperglucemia (aumento de insulina o antidiabético oral), si está indicado. Facilitar el seguimiento del régimen de dieta y de ejercicio. Cuando el cuerpo humano no puede producir energía a través de la glucosa y otros azúcares comienza a utilizar ácidos grasos de forma descontrolada. Esto da lugar a la producción de unas sustancias llamadas cuerpos cetónicos, que aparecen en ayunos prolongados y diabetes descompensadas. Lo normal es que en la orina no existan, y cuando los hay se considera una muestra alterada. Se clasifica su gravedad e importancia según la concentración de cetonas: Leve: 20 mg/dL. Moderada: 30-40 mg/dL. Grave: 80 mg/dL.
  • 22. Manejo de la hipoglucemia NIC 2130 Actividades. Monitorizar la presencia de signos y síntomas de hipoglucemia (temblores, diaforesis, nerviosismo, ansiedad, irritabilidad, impaciencia, taquicardia, palpitaciones, escalofríos, piel sudorosa, aturdimiento, palidez, hambre, náuseas, cefalea, fatiga, somnolencia, debilidad, calor, mareo, sensación de desmayo, visión borrosa, pesadillas, gritos durante el sueño, parestesias, dificultad de concentración, habla dificultosa, incoordinación, cambios de conducta, confusión, coma, crisis comiciales). Administrar hidratos de carbono simples, si está indicado Administrar glucagón, según corresponda. Contactar con los servicios médicos de urgencia, si es necesario. Administrar glucosa i.v., si está indicado. Revisar los sucesos anteriores a la hipoglucemia para determinar la posible causa. Colaborar con el paciente y con el equipo de atención al diabético para realizar cambios en el régimen de insulina (inyecciones múltiples diarias), según esté indicado
  • 23. NIC 2317 Administración de la medicación subcutánea. Actividades: Seguir las cinco reglas de la administración correcta de medicación. Tomar nota de los antecedentes médicos y de alergias del paciente. Determinar el conocimiento de la medicación y la comprensión del método de administración por parte del paciente. Tener en cuenta las indicaciones y contraindicaciones de la inyección subcutánea. Comprobar las fechas de caducidad de los fármacos. Elegir la aguja y la jeringa correctas según la información del paciente y de la medicación. Preparar correctamente la dosis a partir de una ampolla o vial. Elegir el lugar de inyección adecuado. Alternar sistemáticamente los lugares de inyección de insulina dentro de una zona anatómica. Palpar el lugar de inyección para valorar si hay edema, masas o hipersensibilidad dolorosa; evitar zonas con cicatrices, contusiones, abrasiones o infecciones. Administrar la inyección utilizando una técnica aséptica. Introducir la aguja rápidamente en un ángulo de entre 45 y 90° en función del tamaño del paciente. Aplicar una presión suave en el sitio; evitar masajear. Contraindicaciones de la Vía Subcutánea: Coagulopatías. Infecciones en el punto de inserción. Mala perfusión del tejido celular subcutáneo.
  • 24. Mantener la insulina en la temperatura óptima Lo recomendable, es almacenar la insulina en la nevera. Debe estar a una temperatura entre los 2 y 8ºC. Es esencial que la insulina nunca llegue a su punto de congelación. Por lo tanto, está totalmente prohibido guardarla en el congelador. Conservación y transporte de la insulina por debajo de 25 °C Lipodistrofias
  • 25. Según la Internacional Association for the Study of Pain, (IASP), el dolor es una experiencia sensorial o emocional desagradable asociada a un daño tisular real o potencial. Es una experiencia sensitiva desagradable acompañada de una respuesta afectiva, motora, vegetativa e, incluso, de la personalidad”.
  • 26. La valoración y el tratamiento del dolor en el niño ha sido poco apreciada debido al falso criterio de que el niño por su inmadurez biológica, anatómica no percibe el dolor de la forma e intensidad que el adulto. Se pensaba que en los niños el dolor: a) era menos perceptible, b) era más tolerable, c) dejaba escaso o nulo registro en la memoria; que los niños: d) son más sensibles a los efectos adversos de los analgésicos y que, e) tienen un riesgo especial de adquirir adicción a los narcóticos. Se comprobó que: Desde la 7ma semana de edad gestacional comienzan a formarse receptores del dolor y ya a las 30 semanas ocurre la mielinización de las vías del dolor en tronco encefálico, tálamo y vías espinales. Durante el parto en respuesta al estrés fetal y neonatal se liberan opioides endógenos (encefalinas y endorfinas). En RN pretérmino (RNPT) y a término (RNT) sometidos a punciones del talón o circuncisión hay gran aumento de la frecuencia cardiaca y presión arterial durante y después del procedimiento. Es verdadero que: En el RN, las vías neurosensoriales necesarias para la transmisión nociceptiva (del dolor) están anatómica y funcionalmente intactas.
  • 27. Valoración del dolor : Se tendrá en cuenta el proceso que sufre el niño, parámetros fisiológicos (elevación de la frecuencia cardiaca, de la frecuencia respiratoria, vasoconstricción periférica, frialdad, aumento de la sudoración) , y las escalas de valoración del dolor, las cuales nos permiten realizar una medición objetiva del dolor y realizar una reevaluación continua para comprobar si el tratamiento es efectivo. Aspectos a tener en cuenta: Que las condiciones del paciente permitan realizar los procedimientos de sedoanalgesia. Disponer de una infraestructura adecuada, es decir, sala donde se disponga de material para monitorización cardiorrespiratoria, RCP, aspiración de secreciones y equipo de oxígeno. Que el personal que realice estos procedimientos tenga conocimientos de analgesia y sedación, debe conocer los fármacos empleados, su farmacocinética, posibles efectos secundarios, además de tener entrenamiento en reanimación cardiopulmonar y manejo de vía aérea.
  • 28. Se ha comprobado que la sedoanalgesia (SA) es segura y eficaz dentro del entorno de la sala de urgencias y debe usarse en los casos en que se someta a los pacientes a procedimientos dolorosos. El American College of Emergency Physicians (ACEP; Colegio Estadounidense de Médicos de Urgencias) define la sedoanalgesia como la administración de sedantes o agentes disociativos con o sin analgésicos para inducir un estado que permita que el sujeto tolere procedimientos desagradables al tiempo que mantiene su función cardiorrespiratoria, y oxigenación adecuada. Sus objetivos son: • Disminuir la percepción de dolor, la ansiedad y aprehensión del paciente. • Facilitar la cooperación del niño e inmovilización necesaria. • Generar amnesia del procedimiento.
  • 29. Menores de 2-3 años: Escalas conductuales (Expresión de la cara, postura, actividad, llanto, consuelo) Niños de 3-7 años: Escalas colorimétricas y Escala de las caras de Oucher. Niños mayores de 7 años: Escala de las caras de Oucher, Escalas numéricas, calorimétricas y visual-análoga. Todas estas escalas puntúan de 0-10, siendo 0 ausencia de dolor y 10 dolor máximo posible.
  • 30. Se basan en: El mecanismo fisiopatológico del dolor (nociceptivo o neuropático) Su duración: Crónico, agudo, recurrente, intercurrente. Su etiología: maligna o no maligna. Su localización anatómica. Duración. Dolor agudo. De comienzo súbito, se siente inmediatamente después de la lesión y es intenso, pero generalmente de corta duración. Aparece a consecuencia de lesiones tisulares que estimulan los nociceptores y generalmente desaparece cuando se cura la lesión. Dolor crónico. Es un dolor continuo que persiste más allá del tiempo normal de curación. Puede aparecer como un dolor agudo y persistir mucho tiempo o reaparecer. También puede aparecer y persistir en ausencia de una enfermedad o una fisiopatología identificables. Puede afectar negativamente todos los aspectos de la vida cotidiana, tales como la actividad física, la asistencia a la escuela, el sueño, las interacciones familiares o las relaciones sociales, y puede producir angustia, ansiedad, depresión, insomnio, fatiga o cambios de humor, tales como irritabilidad o una actitud negativa frente al dolor. Dolor episódico o recurrente. El dolor aparece de forma intermitente durante un largo periodo de tiempo y el niño puede no sufrir dolor entre los episodios dolorosos.
  • 31. Dolor intercurrente. Se caracteriza por un aumento temporal de la intensidad del dolor por encima del nivel doloroso preexistente, por ejemplo, cuando un niño cuyo dolor está bien controlado con un régimen analgésico estable presenta súbitamente una exacerbación aguda del dolor. Dolor incidente o debido al movimiento. Tiene una causa identificable y puede ser inducido por movimientos simples, como el caminar, o por maniobras que habitualmente exacerban el dolor, tales como el apoyo del peso en una extremidad, la tos o la micción. Los procedimientos diagnósticos o terapéuticos también pueden producir dolor incidente. Dolor de fin de dosis. Se produce cuando, hacia el final del intervalo entre dosis, la concentración sanguínea del medicamento cae por debajo de la concentración analgésica mínima eficaz. En función anatómica del tejido afectado (por ejemplo, miofascial, reumático, esquelético, neurológico o vascular). o en función de su localización (por ejemplo, cabeza, espalda o cuello)
  • 32. 1 a) El dolor nociceptivo somático es causado por la activación de nociceptores presentes en tejidos superficiales (piel, mucosa de la boca, nariz, uretra, ano, etc.) o en tejidos profundos, como huesos, articulaciones, músculos o tejido conectivo. Por ejemplo, las alteraciones tisulares ocasionadas por cortes o esguinces producen dolor somático superficial, mientras que los calambres musculares por falta de oxigenación producen dolor somático profundo. 1 b) El dolor nociceptivo visceral es causado por la activación de nociceptores localizados en las vísceras (órganos internos encerrados en cavidades, como los órganos torácicos y abdominales). Puede deberse a infecciones, distensión por líquidos o gases, estiramiento o compresión, generalmente por tumores sólidos. 2- Dolor neuropático: El causado por daño estructural o disfunción neuronal del sistema nervioso central o periférico; persiste aunque el estímulo haya desaparecido. Cualquier proceso que dañe los nervios, como las afecciones metabólicas, traumáticas, infecciosas, isquémicas, tóxicas o inmunitarias, puede ocasionar dolor neuropático. Además, el dolor neuropático puede deberse a compresión nerviosa o al procesamiento anormal de las señales dolorosas por el cerebro o la médula espinal. 1- El dolor nociceptivo aparece cuando una lesión tisular activa receptores específicos del dolor, (nociceptores), que son sensibles a los estímulos nocivos. Los nociceptores pueden responder a estímulos como el calor, el frío, la vibración o el estiramiento, así como a sustancias químicas liberadas por los tejidos en respuesta a la falta de oxígeno, la destrucción de los tejidos o la inflamación. Este tipo de dolor puede clasificarse como somático o visceral, dependiendo de la localización de los nociceptores activados.
  • 33. Situaciones potencialmente dolorosas : Dolor leve: Traumatismos menores de partes blandas, cefaleas, dolor postvacunal, artritis, artralgias, quemaduras solares, etc. Dolor moderado: Dolor tipo cólico de origen digestivo o genitourinario, absceso dentario, artralgias, dolor hematológico u oncológico moderado, etc. Dolor severo: Politraumatismos, quemaduras extensas, fracturas desplazadas, curas extensas, heridas importantes, dolor hematológico u oncológico severo, etc. Causas de dolor agudo en la infección por VIH/sida. Dolor en la cavidad bucal: las úlceras aftosas y las infecciones orales por cándidas, herpes o citomegalovirus pueden causar disfagia y dolor en la lengua, encías, labios o paladar, que a veces se acompañan de diarrea y vómitos. Dolor abdominal: Puede ser causado por infecciones intestinales y urinarias, pancreatitis, hepatitis o colitis. El dolor abdominal se acompaña frecuentemente de diarrea y vómitos. El dolor cólico o episódico es frecuente en caso de infección u obstrucción intestinal (por ejemplo, secundaria a inflamación). Los niños infectados por el VIH también pueden padecer sepsis abdominal y presentar abdomen agudo, en el que el dolor es continuo, intenso y exacerbado por el movimiento. Cefaleas: pueden deberse a sinusitis, meningitis o encefalitis. Los niños infectados por el VIH también pueden tener cefaleas por causas no infecciosas, como la cefalea tensional o la migraña. Las infecciones del SNC pueden producir fiebre, convulsiones epilépticas y alteraciones de la consciencia, además de dolor.
  • 34. Causas de dolor agudo en niños con cáncer. Puede ser causado por invasión directa de las estructuras anatómicas por el tumor, que produce dolor por presión, distensión, inflamación, obstrucción o compresión del tejido nervioso. También puede estar relacionado con procedimientos diagnósticos o terapéuticos, como la aspiración de la médula ósea o la punción lumbar. Asimismo, se puede producir dolor incidente por causas enfermedades concomitantes. La compresión metastásica de la médula espinal puede ser una causa de dolor de espalda agudo, y los tumores cerebrales metastásicos pueden causar cefaleas intensas. Causas de dolor persistente (crónico) en niños con cáncer. Puede ser causado por el crecimiento tumoral, por procedimientos diagnósticos y terapéuticos relacionados con el cáncer, como la amputación de un miembro o la quimioterapia. Las neoplasias malignas comunes en la infancia, como la leucemia, el linfoma, los sarcomas óseos o el neuroblastoma, pueden causar dolor óseo y articular difuso. Las leucemias, los tumores cerebrales y los linfomas pueden causar cefaleas. El dolor neuropático es causado por lesiones del sistema nervioso debidas a la compresión o infiltración de los nervios o de la médula espinal, o por lesiones ocasionadas por el tratamiento (quimioterapia, radioterapia). Este tipo de dolor suele ser intenso y generalmente se describe como quemante, vivo, fulgurante u hormigueo.
  • 35. El manejo integral del dolor en el niño requieren el trabajo multidisciplinario de especialistas organizados en un equipo de salud: pediatra, intensivista, anestesiólogo, enfermera, psicólogo, rehabilitador, terapista físico, etc. Esta mayor complejidad ha demandado que en hospitales que atienden a niños con cáncer se hayan formado unidades de tratamiento del dolor, donde participa también el oncólogo. Cuando se administran analgésicos potentes se requiere monitorización del niño y tratar los efectos adversos de estos fármacos que incluso pueden amenazar la vida del paciente.
  • 36. La monitorización en el niño enfermo requiere de aparatos electrónicos que registren sus constantes vitales. Monitorización cardíaca y respiratoria: Conector con tres cables (convencional) o hasta 5 cables (ECG completo) nos muestra la actividad cardíaca y respiratoria. Los cables se conectarán a unos electrodos que estarán colocados en el tórax del niño, estos electrodos deberían tener unas particularidades como una buena adhesión a la piel, pequeños en el caso de neonatos, poco peso, no irritativos para la piel y que produzcan el mínimo de interferencias con otros aparatos. Monitorización de la presión arterial: conector con un sólo cable que se acoplará al manguito que lleve el niño en una de sus extremidades. Monitorización de la temperatura corporal periférica: Mediante un cable conectado a un electrodo que se colocará en la piel del paciente, se puede obtener en neonatos, a través de la incubadora o cuna térmica que ocupa el niño. Monitorización de la saturación de oxígeno: se compone de un sensor que posee un emisor de luz y un receptor, existen diferentes tipos de sensores dependiendo del monitor y de la edad del niño. El sensor se conecta al cable que va con el monitor. Monitorización cardiaca: Es el registro electrocardiográfico continuo que nos permite ver la frecuencia cardíaca y el ritmo cardiaco.
  • 37. Comunicación interventricular. Es una solución de continuidad en el tabique interventricular que causa un cortocircuito entre los ventrículos. Es una anomalía congénita, donde existe un orificio en el septo o tabique que separa ambos ventrículos. La sangre frecuentemente fluye del ventrículo izquierdo al ventrículo derecho a través del defecto en el septo, y de allí a los pulmones. Esta cantidad extra de sangre que el corazón bombea a los pulmones, hace que tanto el corazón como los pulmones se esfuercen más. Con el tiempo, si el defecto no se repara, puede aumentar el riesgo de que se presenten otras complicaciones, como insuficiencia cardiaca, Hipertensión pulmonar, arritmias,o accidente cerebrovascular.
  • 38. Fisiopatología. 1- La sangre fluye fácilmente a través del orificio grande; la presión se iguala entre los ventrículos derecho e izquierdo y hay un gran cortocircuito izquierda-derecha. 2- A lo largo del tiempo un cortocircuito importante causa hipertensión pulmonar, aumento de resistencia vascular pulmonar, sobrecarga de presión ventricular derecha e hipertrofia del ventrículo derecho. 3- La mayor resistencia vascular pulmonar causa inversión de la dirección del cortocircuito (del ventrículo derecho al izquierdo). 4- En la hipertensión pulmonar, los vasos sanguíneos pulmonares se contraen y/o se obstruyen. La hipertensión pulmonar grave conduce a la sobrecarga ventricular derecha y a la insuficiencia.
  • 39. Manifestaciones clínicas. Dependen del tamaño de la comunicación y de la magnitud del cortocircuito izquierda a derecha. Las CIV pequeñas suelen cerrar espontáneamente y no afectan el crecimiento y desarrollo. Las grandes CIV producen signos de insuficiencia cardiaca: taquipnea, disnea durante la alimentación, retraso del crecimiento, soplos, estertores crepitantes, hepatomegalia, infecciones frecuentes de las vías respiratorias inferiores. Síndrome de Eisenmenger: Endurecimiento y estrechez irreversible de vasos pulmonares, hipertensión de arterias pulmonares, sangre desoxigenada viaja al resto del organismo. Cianosis, acropaquia, opresión torácica, síncope, cansancio, parestesias, cefalea. Complicaciones: hemoptisis, acv, insuficiencia cardiaca, arritmias, paro cardiaco. Síndrome de Eisenmenger
  • 40. Tratamiento. En caso de insuficiencia cardíaca, tratamiento médico (p. ej., diuréticos, digoxina, inhibidores de la ECA) En ocasiones reparación quirúrgica. Diagnóstico. Exámen físico y EKG. NIC 4040. Cuidados cardiacos. Garantizar un nivel de actividad que no comprometa el gasto cardíaco y que no provoque crisis cardíacas. Realizar una valoración exhaustiva de la circulación periférica (comprobar pulsos periféricos, edema, relleno capilar, color y temperatura de las extremidades). Monitorizar los signos vitales con frecuencia. Monitorizar el estado cardiovascular. Monitorizar la aparición de arritmias cardíacas, incluidos los trastornos tanto de ritmo como de conducción. Documentar las arritmias cardíacas. Observar los signos y síntomas de disminución del gasto cardíaco. Monitorizar el estado respiratorio por si aparecen síntomas de insuficiencia cardíaca. Monitorizar el equilibrio hídrico (entradas/salidas y peso diario). Monitorizar la respuesta del paciente a los medicamentos antiarrítmicos. Monitorizar la aparición de disnea, fatiga, taquipnea y ortopnea. Establecer una relación de apoyo con el paciente y la familia.
  • 41. NIC 6545 Control de infecciones intraoperatorio. Actividades. Limpiar el polvo con un paño húmedo de las superficies planas y las lámparas del quirófano. Monitorizar y mantener la temperatura de la sala entre 20 °C y 24 °C. Monitorizar y mantener la humedad relativa entre el 20% y el 60%. Monitorizar y mantener un flujo de aire laminar. Limitar y controlar la circulación de personas en el quirófano Verificar que se han administrado los antibióticos profilácticos adecuados. Asegurarse de que el personal de quirófano viste las prendas apropiadas. Verificar la integridad del embalaje estéril. Verificar los indicadores de esterilización. Abrir los suministros y los instrumentos estériles utilizando técnicas asépticas. Realizar el cepillado de manos y uñas, y utilizar bata y guantes, según las normas del centro. Ayudar a colocarse los guantes y la bata a los miembros del equipo. Ayudar a cubrir al paciente asegurando la protección ocular y minimizando la presión sobre las partes corporales. Separar los suministros estériles de los no estériles. Monitorizar la esterilidad del campo quirúrgico y el suministro correcto del material. Mantener la integridad de los catéteres y las vías intravasculares. Inspeccionar la piel/tejidos alrededor de la herida quirúrgica.
  • 42. Gastroenteritis viral manifestaciones. En las infecciones virales, la diarrea acuosa es el síntoma más común; las heces rara vez contienen moco o sangre. En lactantes y niños pequeños, la diarrea por rotavirus puede durar de 5 a 7 días. Se observan vómitos, y fiebre > 39° C Gastroenteritis bacteriana Las bacterias que causan enfermedad invasiva (p. ej., Shigella, Salmonella) tienen mayor probabilidad de provocar fiebre, postración y diarrea sanguinolenta. La infección por E. coli suele comenzar con diarrea acuosa durante 1 a 2 días, seguida de diarrea sanguinolenta. No hay fiebre o esta es de grado bajo. El espectro de la enfermedad por Clostridium difficile varía de cólicos abdominales y diarrea con moco leves a colitis hemorrágica grave y shock. Gastroenteritis parasitaria En general, las infecciones parasitarias causan diarrea aguda o crónica. La mayoría provoca diarrea no sanguinolenta; una excepción es Entamoeba histolytica, que causa disentería amebiana (inflamación, ulceración de intestino grueso, fiebre, diarrea con deposiciones mucosas y sanguinolentas). El cansancio y la pérdida de peso son comunes cuando la diarrea es persistente.
  • 43. Tratamiento. Rehidratación oral o intravenosa. Antieméticos. Probióticos. Antibióticos en caso de que sea de causa bacteriana (Shigella) Agentes antidiarreicos: Indicados en pacientes > 2 años con diarrea acuosa (demostrada por materia fecal hemo-negativa). Recomendaciones. 1- No se recomiendan antibióticos empíricos, excepto en ciertos casos de diarrea del viajero o cuando la sospecha de infección por Shigella o Campylobacter es alta (p. ej., contacto con un caso diagnosticado). 2- A medida que se tolera la vía oral se van incorporando alimentos. Bacterias, virus o parásitos. Los más frecuentes son: Echerichia coli, Shigela, Salmonella, Campylobacter, Rotavirus y Giardia Lamblia.
  • 44. Intervenciones de enfermería. NIC 0460. Manejo de la diarrea. Actividades. Obtener una muestra de heces para realizar un cultivo y antibiograma si la diarrea continuase. Evaluar el perfil de la medicación por si hubiera efectos secundarios gastrointestinales. Solicitar al paciente/familiares que registren el color, volumen, frecuencia y consistencia de las deposiciones. Evaluar la ingesta registrada para determinar el contenido nutricional Fomentar la realización de comidas en pequeñas cantidades, frecuentes, y añadir fibra de forma gradual. Enseñar al paciente a eliminar los alimentos flatulentos o picantes de la dieta. Observar si hay signos y síntomas de diarrea. Ordenar al paciente que notifique al personal cada episodio de diarrea que se produzca. Observar la turgencia de la piel con regularidad. Observar la piel perianal para ver si hay irritación o ulceración. Medir la producción de diarrea/defecación. Pesar regularmente al paciente. Notificar al médico cualquier aumento de frecuencia o tono de los sonidos intestinales. Consultar con el médico si persisten los signos y síntomas de la diarrea. Instruir sobre dietas bajas en fibra, ricas en proteínas y de alto valor calórico, según corresponda.
  • 45. Hipotiroidismo familiar: Síndrome de Pendred trastorno genético caracterizado por bocio y sordera del VIII (nervio auditivo o vestibulococlear) par craneal, herencia autosómica recesiva. Tiroiditis autoinmune Hashimoto: Presencia de anticuerpos antiperoxidasa en el suero del paciente y de inmunoglobulina inhibidora de la hormona estimulante del tiroide, lo que afecta la secreción normal de hormonas tiroideas (t3 y t4). Aparece bocio. Por déficit de yodo: Debuta con bocio. La escasez de yodo conduce a la disminución de la hormona tiroidea y es la causa más común de una tiroides hipoactiva (hipotiroidismo). El efecto visible e inequívoco de la deficiencia de yodo es el agrandamiento de la tiroides, conocido como bocio.
  • 46. El hipotiroidismo congénito es una afección en la que la glándula tiroidea del feto/niño no puede producir las cantidades adecuadas de hormona tiroidea al momento del nacimiento o incluso antes de nacer. Esta enfermedad es frecuente y está entre las causas evitables de retraso mental.
  • 47. Etiología. Las causas más frecuentes son: La glándula tiroidea del niño no se encuentra en el lugar correcto (tiroides ectópico) La glándula tiroidea del niño no se ha desarrollado lo suficiente (disgenesia/hipoplasia) La glándula tiroidea del niño no se ha desarrollado en absoluto (agenesia) La mayoría de las veces, se desconocen las causas (idiopático) Causas genéticas (transmitidas por los padres). Hipotiroidismo transitorio por anticuerpos antitiroideos maternos. Presentación clínica. Suturas craneales amplias, retraso en la maduración esquelética. Fontanela anterior amplia y la posterior abierta. Hernia umbilical. Ictericia prolongada. Hipotonía, edema de manos y pies, macroglosia. Llanto ronco (carrasposo) Bocio. Crecimiento deficiente. Brazos y piernas frías. Hipoactividad, Sueño prolongado, letargia. Acrocianosis, piel marmórea. Hipoglucemia.
  • 48. La piel normalmente contiene una variedad de proteínas combinadas con polisacáridos, ácido hialurónico y ácido condroitinsulfúrico. En el hipotiroidismo éstos se acumulan, promoviendo la retención de agua y la característica tumefacción de la piel denominada mixedema. Anemia por disminución del metabolismo de la médula ósea y malabsorción intestinal de vitamina B12.
  • 49. Detección del hipotiroidismo congénito. Al nacer, a los neonatos se les realiza una prueba de cribado.
  • 50. Tratamiento: Se comienza en cuanto se confirma el diagnóstico para optimizar el desarrollo neurológico. El tratamiento con tiroxina se administra por vía oral. NIC 8278 Fomentar el desarrollo: lactante. Actividades. Instruir a los progenitores sobre una nutrición y unos hábitos adecuados de nutrición del lactante Comentar los riesgos y beneficios de que el lactante y el cuidador duerman juntos. Proporcionar estimulación visual, auditiva, táctil y cinética durante el juego. Proporcionar juguetes y actividades seguros según el grado de desarrollo Proporcionar orientación anticipatoria sobre la disciplina, dependencia, aumento de la movilidad y seguridad. Comentar las estrategias de prevención de lesiones para las quemaduras por llama y eléctricas, asfixia y aspiración, intoxicación, caídas, lesiones corporales, ahogamiento y lesiones por accidente de tráfico. NIC 0200 Fomento del ejercicio Incluir a la familia/cuidadores del paciente en la planificación y mantenimiento del programa de ejercicios. Instruir al individuo acerca del tipo de ejercicio adecuado para su nivel de salud, en colaboración con el médico y/o el fisioterapeuta. Instruir al individuo acerca de la frecuencia, duración e intensidad deseadas del programa de ejercicio. Controlar el cumplimiento del programa/actividad de ejercicio por parte del individuo.
  • 51. NIC Enseñanza: estimulación del lactante (se aplica en cada uno de los meses) Por ejemplo de 0 - 4 meses. Ayudar a los progenitores a identificar aspectos de predisposición y respuestas a la estimulación por parte del lactante. Proteger al lactante de la sobreestimulación. Ayudar a los progenitores a planificar una rutina para la estimulación del lactante. Enseñar a los progenitores/cuidadores a realizar actividades que favorezcan el movimiento y/o proporcionen estimulación sensorial. Enseñar a los progenitores a hablar, cantar y sonreír al lactante mientras se le cuida. Enseñar a los progenitores a elogiar al lactante por todos los esfuerzos por responder a la estimulación. Enseñar a los progenitores a decir el nombre del lactante con frecuencia. Enseñar a los progenitores a susurrar al bebé. Enseñar a los progenitores a tocar y abrazar al bebé con frecuencia. Enseñar a los progenitores a responder a los lloros, cogiendo, acunando, cantando, hablando, caminando, cambiando de posición, frotando/masajeando la espalda y arropando al bebé, según proceda. Enseñar a los progenitores a balancear al lactante en posición vertical o en posición de cuna. Enseñar a los progenitores a lavar o bañar al bebé acariciándole con un masaje con una manopla o esponja suave y secarle con una toalla suave. Enseñar a los progenitores a dar un masaje al lactante con una loción, con caricias suaves pero firmes. Enseñar a los progenitores a frotar juguetes blandos por el cuerpo del lactante. Enseñar a los progenitores a animar al lactante a notar diferentes texturas y a identificarlas.
  • 52. Básica: Ball, J. W. y C. Bindler, R. (2010). Enfermería pediátrica: asistencia infantil (4a. ed.). Pearson Educación. https://elibro.net/es/lc/unibe/titulos/53898 Valverde Molina, I. (2017). Enfermería pediátrica (2a. ed.). Editorial El Manual Moderno. https://elibro.net/es/lc/unibe/titulos/39761 Complementaria: Kyle, T. Carman, S. y Calvo Graells, M. (Trad.). (2014). Guía clínica de enfermería pediátrica. Wolters Kluwer Health. https://elibro.net/es/lc/unibe/titulos/125456 Milán Dobson, N. (2018). Guía de procedimientos de enfermería. Editorial Ciudad Educativa. https://elibro.net/es/lc/unibe/titulos/36737