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EL JUEGO ACUÁTICO COMO MEDIO DE DESARROLLO DE LAS
            ACTIVIDADES ACUÁTICAS EN LA ESCUELA

                     Dr. D. Juan Antonio Moreno Murcia
                             Universidad de Murcia
                              morenomu@um.es
                              www.um.es/univefd


     RESUMEN

         La formación en los centros de primaria respecto al área de Educación
Física, desde siempre se ha orientado hacia el medio terrestre y abandona la
posibilidad de práctica en cualquier otro medio. Actualmente, las nuevas
perspectivas curriculares insisten en el desarrollo integral de la persona a
través de todos los medios disponibles al alcance del docente, en nuestro caso,
la utilización del medio acuático.

       Los nuevos planteamientos de la Educación Física abordan el tratamiento
de lo corporal sin olvidar el medio acuático. Esto, está siendo posible gracias a
la continua construcción de instalaciones acuáticas cubiertas en el territorio
español. La buena disposición de los entes locales al colaborar con los
diferentes centros escolares hace posible la puesta en práctica de diversas
unidades didácticas en la piscina. Todo esto unido al cambio en la formación de
los Maestros Especialistas en Educación Física, incluyendo en su currículum
materias que faciliten el conocimiento para el desarrollo de la motricidad en el
medio acuático y la buena disposición de los técnicos acuáticos, está
facilitando que se pueda apostar por una propuesta metodológica de
enseñanza en el medio acuático que responde a las exigencias que el M.E.C.
(1989 a, 1989 b, 1989 c, 1990); un esquema fundamentado en el tratamiento
de la motricidad acuática, que pretende dar respuesta al nivel de competencia
motriz que toda persona debe obtener tras un periodo de formación
determinado y utilizando para su desarrollo el juego.

     En este trabajo se plantea la necesidad de incluir las actividades
acuáticas educativas como forma de trabajo esencial en Educación Física a la
hora de cubrir una formación integral de los escolares. Del mismo modo, se
ofrece una panorámica de los beneficios aportados por las actividades
acuáticas en cada uno de los bloques de contenidos del currículum de
Educación Física en enseñanza infantil y primaria, instándose así mismo a los
profesionales de los centros educativos y a los técnicos acuáticos a que aúnen
esfuerzos para lograr una posible intervención dentro del medio acuático que,
sin duda, enriquecería notablemente la formación de los escolares en materia
de Educación Física.
1. INTRODUCCIÓN

      Desde hace tiempo, los técnicos acuáticos, vienen manifestando la
necesidad de dar respuesta a multitud de preguntas tales como: ¿cuáles son
los mejores métodos de enseñanza en medio acuático?, ¿qué habilidades
motrices acuáticas hay que desarrollar en la etapa de formación?, ¿qué
influencia tienen los materiales en el proceso de enseñanza-aprendizaje?, ¿en
que medida unas determinadas técnicas de enseñanza influyen más que otras
en el alumno1?, ¿se puede formar motrizmente al niño a través del juego
acuático?

       En la enseñanza de las actividades acuáticas, tradicionalmente se ha
seguido un método basado en la instrucción directa, en el que el niño realizaba
el ejercicio que se le indicaba sin saber por qué y sin pensar por qué eso era
así y no de otra manera. Este modelo de enseñanza, aún seguido por muchos
profesionales de las actividades acuáticas, repercute de una forma muy
particular en el sistema cognitivo del aprendiz, ya que éste recibe un estímulo y
da una respuesta ya determinada, lo que provoca una escasa mejora en su
capacidad de relación y por tanto, también se ve mermada la creación de
nuevos esquemas motores aplicables a otras situaciones.

      Además de esta carencia en el ámbito de la práctica deportiva, existen
otras quizá más graves por estar tratando con niños en edad escolar, y que por
tanto, están formando sus estructuras internas de interacción con el medio
(social, físico, cultural, etc.). Imaginemos por un momento que este modelo de
enseñanza se reprodujera en todos los ámbitos de la vida del niño, estaríamos
ante alguien con severas dificultades para desenvolverse en el futuro. Por
mucha capacidad que tenga el educador de presentar problemas concretos y
respuestas a esos problemas, difícilmente conseguiríamos listar todas las
posibilidades, y mucho menos introducirlas en la mente de alguien como si se
tratase del código de un programa informático.

            2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

       Recientemente, las aportaciones metodológicas del constructivismo en
el proceso de enseñanza-aprendizaje de las actividades acuáticas han
contribuido al desarrollo del mismo. Desde la perspectiva de la motricidad,
Piaget (1969) entiende que el origen del conocimiento depende de las
interacciones entre el niño y los objetos, y posteriormente las personas, es
decir, para conocer será preciso actuar sobre las cosas. La coordinación
progresiva de acciones y operaciones que el niño interioriza, junto con la
información que le proporciona la experiencia física con los objetos traerá como
resultado la construcción de esquemas o estructuras de conocimiento que
tenderán a complicarse y a distinguirse cualitativamente.

     Estos esquemas se desarrollarán sobre la base de ciertos aspectos
funcionales de índole cognitiva: la asimilación y la acomodación. Desde la
asimilación se incorporan los datos del entorno que se transformarán de

1
    En la siguiente ponencia se utilizan nombres genéricos como “alumno”, “educador”, “profesor”, etc., que de no
    indicarse de forma específica lo contrario, siempre se referirán a varones y mujeres.
acuerdo a esquemas preexistentes, y desde la acomodación se propone la
utilización de esquemas generales a situaciones particulares, esto es, la
aplicación de un esquema invariante a diversas situaciones cambiantes
(Rodrigo, 1990). Desde la acomodación el alumno modifica sus esquemas o
adquiere otros nuevos que le permitan asimilar adecuadamente realidades
nuevas o más complejas, gracias a estas modificaciones el alumno se
encuentra ya de nuevo en posición de realizar la asimilación (Luque y Palacios,
1995).

      Los esquemas, la asimilación y la acomodación son los tres conceptos
básicos que describen el comportamiento cognitivo que en el transcurso del
desarrollo adoptarán diferentes modos de actualización, o lo que es lo mismo,
“nivel de desarrollo operatorio” o Estadios (hace referencia a una forma de
organización mental, una estructura intelectual, que se traduce en
determinadas posibilidades de razonamiento y aprendizaje a partir de la
experiencia), que se conformarán del siguiente modo: sensoriomotor (0 a 2
años), preoperatorio (2 a 6/7 años), operatorio concreto (7 a 10/ 11 años) y
operatorio formal (11 a 14/15 años).

      Respetando estas etapas evolutivas y apostando por un aprendizaje
constructivista en las actividades acuáticas fundamentado en el análisis
ecológico o situacional de aprendizaje, en el que existen tres fuentes de control
(Ruiz, 1999), por un lado la ambiental, donde el sujeto se mueve, por otro lado,
la relacionada con el propio participante y por otro lado, la tarea propuesta,
además del componente cognitivo que interviene, creemos que esta propuesta
se convierte en un claro ejemplo de su puesta en práctica, como ya se hizo en
una anterior publicación (Moreno y Gutiérrez, 1998 a). Atendiendo a este
planteamiento, la función del educador (técnico acuático) es la de crear un
problema ambiental, es decir, el técnico presenta un juego con unas reglas
básicas y un objetivo a conseguir y en la consecución del objetivo surgirán
problemas motrices a resolver, siendo el niño el que debe buscar la solución a
ese problema, aunque el educador le ayude o guíe hacia su búsqueda. Así
pues, los pasos básicos de este modo de análisis son (Ruiz, 1999):

   — Establecer los objetivos estructurando el contexto físico y social.
   — Permitir que el sujeto elija las soluciones a los problemas planteados y
     aprovechar sus soluciones como medio de desarrollar nuevas tareas y
     situaciones
   — Conocer y manipular las variables relativas al sujeto, medio y tarea.
   — Ofrecer los apoyos adecuados de instrucción.

     2.1. Las actividades acuáticas educativas

     Según Moreno y Gutiérrez (1998 b) en el ámbito educativo encontramos
los   programas       para   bebés,   infantiles,  primaria,  secundaria    y
universitario/adulto. En cada uno de ellos se persigue un objetivo educativo,
aunque muchos de los programas que se encuentran aplicados a estas edades
pueden incluirse en otros ámbitos. Por ejemplo, los programas para Educación
Primaria pueden tener un objetivo educativo, utilitario, competitivo o
terapéutico.
Las actividades acuáticas desarrolladas en este ámbito son aquellas que
van especialmente encaminadas a poblaciones que se encuentran inmersas en
el sistema educativo, aunque toda programación convenientemente planificada
y desarrollada tiene su componente educativo y, en consecuencia, un impacto
en el desarrollo personal del individuo como ser humano. Una programación
que tiene como objetivo educar y formar apunta la intención de abarcar al
individuo como un todo indisoluble, como un ser multidimensional cuyas
capacidades se quieren desarrollar (Moreno y Gutiérrez, 1998 c). Las
principales características de un planteamiento educativo son las siguientes:

      Dominio integral del medio.
      Facilita la continuidad en cualquier otro planteamiento (incluido el
       competitivo).
      Incide en la formación integral del alumno, a nivel cognoscitivo, motriz
       y socio-afectivo.
      Trabajo planteado a medio y largo plazo.
      Agrupación de los alumnos por edades homogéneas.

      Se entiende, de esta manera, que un planteamiento educativo tiene que
pretender ordenar los aprendizajes de hechos, conceptos, actitudes, valores y
normas, para conseguir el máximo desarrollo de las capacidades cognoscitivas,
motrices, de equilibrio personal, de relación interpersonal y de inserción y
actuación social, los contenidos (hábitos higiénicos, habilidades motoras,
determinadas conceptualizaciones, etc.), los procedimientos (las situaciones
didácticas creadas, la pedagogía empleada) y los objetivos (los resultados
finales que se pretenden).

     Es necesario establecer un correcto orden de los contenidos de los
programas respetando el proceso de maduración y desarrollo de los
destinatarios del programa, adaptándonos a las individualidades. Un
planteamiento de este tipo requiere una perspectiva multidisciplinar (padres,
escuela y técnicos acuáticos) donde se sigan las siguientes características,
tanto en infantil como en primaria.

    2.1.1. Las actividades acuáticas y bloques de contenidos en la
Enseñanza Infantil

     La educación infantil debe provocar la estimulación del desarrollo
personal completo, estando en estrecha coordinación con la etapa de primaria,
para garantizar un tránsito adecuado a la misma (asegurar los mecanismos de
enlace, de modo que la transición tenga elementos de continuidad junto con
otros de cambio y de diferenciación).

     Según el Diseño Curricular Base de Educación Infantil en esta etapa se
pretende que el niño actúe de forma autónoma en sus actividades habituales,
adquiriendo progresivamente seguridad afectiva y emocional, y desarrollando
sus capacidades de iniciativa y confianza en sí mismo; que observe y explore el
entorno inmediato con una actitud de curiosidad y cuidado, identificando las
características y propiedades más significativas del medio acuático y alguna de
las relaciones que establecen entre ellas; que descubra, conozca y controle
progresivamente su propio cuerpo en el medio acuático, considerando las
normas higiénicas de las instalaciones acuáticas cubiertas, relacionándose con
otros niños en los vestuarios, reafirmando su propia imagen y autonomía.

     Según el resumen que hemos realizado de los objetivos en Educación
Infantil, se debe facilitar una habituación al medio acuático y un trabajo
enfocado a favorecer una correcta formación del esquema corporal, dominio
del espacio y el tiempo. Un trabajo enfocado a una diferenciación de las
conductas perceptivas haciendo conocer al niño la forma de respirar en el
agua, desarrollando el control y ajuste corporal y favoreciendo su proyección
hacia los demás.

     De todos los bloques que componen el currículo de Educación Infantil, el
que más abarca las características anteriores es el de “Área de identidad y
autonomía personal”. En este bloque resaltan los aspectos de higiene, salud
corporal y mental, coordenadas espacio-tiempo y concienciación de uno
mismo.

    2.1.2. Las actividades acuáticas y bloques de contenidos en la
Enseñanza Primaria

      En el currículo de Educación Física para Enseñanza Primaria quedan
determinados cinco bloques de contenidos, a partir de los cuales, se han de
lograr los objetivos primordiales en la educación integral del escolar. Mediante
las actividades acuáticas educativas incidiremos positivamente en el
tratamiento de cada uno de dichos bloques de contenidos, completando de esta
forma todas las tareas, actividades y juegos planteadas de forma habitual.
Dichos bloques de contenidos son: el cuerpo: imagen y percepción, el cuerpo:
habilidades y destrezas, el cuerpo: expresión y comunicación, los juegos y la
salud corporal.

      Dentro del bloque de contenidos “el cuerpo: imagen y percepción”
podremos conseguir a través del medio acuático la adquisición de una
adecuada imagen corporal, mediante el empleo de los diferentes segmentos
corporales (Antón, 1979; Mezzetti y Pistoletti, 1988; Imbernón, 1979; Dumont,
1987) y las sensaciones recibidas recíprocamente por el medio acuático,
circunstancia que beneficiará consecuentemente el tratamiento de la toma de
conciencia de las diferentes posturas que se pueden adquirir en dicho medio y
la atención al control postural. Se producirá la adquisición de nociones
topológicas básicas necesarias para una correcta educación espacial y
temporal (Antón, 1979; Gorlier, 1987; Deneyer y Renard, 1987) y se trabajará la
respiración, el tono y la relajación. Muy importante dentro de este bloque de
contenido es el tratamiento de la coordinación dinámica general en los
movimientos o desplazamientos dentro del medio acuático, así como las
coordinaciones óculo-segmentarias (Gómez, 1970; Bandet y Abbadie, 1976;
Ruiz y cols., 1989; Florence, 1987 a, 1987 b). El equilibrio es otro elemento
fundamental para trabajar dentro de la Educación Física escolar (Sheiff, 1987),
y dentro del medio acuático las situaciones equilibratorias gozan de un
importante desarrollo.
En el bloque de contenidos “el cuerpo: habilidades y destrezas”
buscaremos en el medio acuático todas las posibilidades de desplazamiento,
estableciendo coordinaciones básicas que sean transferibles a patrones de
nado. Sin embargo, el tratamiento de estos patrones de nado no se realizará
bajo la búsqueda de modelos perfectos de ejecución técnica, y se tendrán en
cuenta modelos de aprendizaje bajo la búsqueda de tendencias horizontales
basadas en el juego (Bayer, 1986; Blázquez, 1986; Sánchez y Devís, 1995;
Rodríguez, 1995) y la obtención de valores educativos, afectivos y de
socialización (Del Pino, 1994; Devís y Peiró, 1994; González, 1995; Gutiérrez,
1995). También podremos realizar toda una amplia gama de tareas de
contraste con actividades del medio terrestre, tales como transportes, golpeos,
arrastres y carreras; en la cuales, el niño interprete las facilidades o dificultades
que el medio acuático aporta a los movimientos corporales. Será importante
tener en cuenta que la estrategia de la práctica que abordaremos estará
centrada en modelos globales de aprendizaje, rechazando toda manifestación
analítica de acceso al aprendizaje por parte del niño (Mosston, 1978; Pieron,
1988; Delgado Noguera, 1991; Mosston y Ashworth, 1993).

     Centrándonos en el crecimiento y desarrollo del escolar, sabemos que un
adecuado ejercicio físico estimulará positivamente el mismo (Wallon, 1980;
Ausubel y Sullivan, 1970; Tanner, 1975; Giampetro y cols., 1989; Marín y cols.,
1992) y, por tanto, y dentro de este bloque de contenido, se asegurará un
desarrollo de las llamadas cualidades físicas básicas, bajo una perspectiva de
crear un desarrollo armónico del escolar, todo ello aprovechando las
características motivantes del medio.

     Dentro del bloque de contenidos “el cuerpo: expresión y comunicación” se
establecerán todo tipo de actividades y juegos que fomenten las relaciones en
el grupo y el establecimiento de redes de comunicación, ya que las
características de este medio son muy propicias para tales objetivos. De la
misma forma, se plantearán juegos de mímica, dramatización y danza en el
medio acuático que desarrollen cualidades físicas y coordinativas de forma
asociada en el escolar.

      En relación con el bloque de contenidos “los juegos”, es importante tener
en cuenta que la actividad lúdica es una característica inherente al período de
edad infantil (Zapata, 1989) y, mediante el empleo de recursos lúdicos, se han
de lograr todos los objetivos educativos en el ámbito de la enseñanza primaria
(Garaigordobil, 1990). Podríamos decir que las características más importantes
del juego según diferentes autores (Huizinga, 1972; Chateau, 1958; Garvey,
1978; Gutton, 1976; Jacquin 1958) se centran sobre la concepción de una
actividad libre y espontánea, desinteresada e intrascendente, sujeta a reglas
establecidas que pueden ser variadas a merced por los participantes, posee un
importante valor recreativo, ciertas dosis de tensión y puede efectuarse con
una participación física más o menos intensa. Es importante que, a través del
juego, despertemos el gusto por las actividades acuáticas desarrollando tareas
que puedan ser transferibles a desplazamientos básicos en dicho medio, y
fomentemos el empleo de materiales convencionales y no convencionales que
apoyen los contenidos lúdicos en la enseñanza primaria.
Por último, es importante tener en cuenta el bloque de contenidos “la
salud corporal”, a través del cual, es importantísimo establecer las normas de
higiene fundamentales y adoptar medidas de seguridad para evitar los
principales accidentes dentro de las actividades acuáticas (Fortuny, 1979). No
obstante, junto a toda esta serie de normas de naturaleza higiénico-sanitaria,
es importante tener en cuenta la profunda preocupación que desde la
Educación Física se ha mantenido siempre por el desarrollo de actividades
físicas orientadas hacia la salud corporal (Santonja y Martínez, 1995;
Barnechea, 1990 a, 1990 b; Pastor y cols., 1995), encontrando en el medio
acuático una de las formas de adquirir una formación corporal válida para un
adecuado tratamiento postural (Chorrin, 1991; Gómez, 1993; Jóven y López,
1991; Lloret y Violán, 1991 a, 1991 b; Lloret, 1993; Tuero y cols., 1995; Moreno,
1993).

      Todo lo anterior justifica la utilización correcta de las actividades acuáticas
como herramienta fundamental para el desarrollo de los diversos contenidos y
objetivos principales señalados para la etapa de Primaria. La utilización de los
juegos y los juegos deportivos modificados (Devís y Peiró, 1992) constituyen un
medio muy importante para el tratamiento de actividades físicas en el seno de
la escuela.

     2.2. Estructuras básicas de formación motriz

     A lo largo del desarrollo de la motricidad acuática es preciso tener en
cuenta el desarrollo de toda una serie de factores de naturaleza cualitativa que
aporten una gran riqueza de movimiento y que supongan una plataforma de
acción firme para el desarrollo en etapas posteriores.

      Desde el punto de vista de las características del desarrollo biológico,
motor, cognitivo y socio-afectivo, destacamos la necesidad de abordar un
trabajo de conocimiento del propio cuerpo, de afirmación y desarrollo de la
lateralidad, de equilibración, así como de la percepción espacio-temporal,
percepción del ritmo, percepción olfativa, gustativa, auditiva y táctil. Junto a
esta serie de elementos, el desarrollo de los patrones y habilidades motrices,
dará lugar a que podamos encontrar a seres capaces de realizar
coordinaciones corporales globales y/o segmentarias.

      Esta clasificación de las diferentes estructuras de formación, que queda
recogida en la figura 1, parte de los reflejos, es decir, de los movimientos
involuntarios (reflejo natatorio, palpebral, etc.) para ir evolucionando a través
del desarrollo y la experiencia en movimientos voluntarios. A la vez, el ser
humano, en contacto con el medio, utiliza sus estructuras perceptivas para
comenzar a desenvolverse en el mismo a través del espacio y el tiempo,
creándose un esquema de su cuerpo. A la par, entran en juego los patrones y
habilidades motrices, que van adquiriendo un carácter especifico derivando en
lo que se denomina equilibraciones, desplazamientos, giros y manipulaciones
(Moreno, 2000 a).
Como se puede observar, existe una evolución globalizada de lo que
   denominamos estructuras perceptivas, patrones y habilidades motrices. Su
   correcto desarrollo deriva en lo que conocemos como coordinación. Con esto,
   el sujeto se encontraría en una estupenda situación para, a través de la
   combinación de varias habilidades motrices, llegar al dominio del medio
   acuático, es decir, el desarrollo de las habilidades deportivas acuáticas.

     Figura 1. Estructuras básicas de formación motriz en el medio acuático, modificado de
                                        Moreno (2000 b).


                                                                                                Reflejos



         Patrones y habilidades motrices                                                                                                    Estructuras perceptivas


Equilibraciones   Desplaz ami entos       Giros        Manipulaciones                                              Esquem a corpor al                            Espacial idad     Temporalidad




   Equilibrio
   Equilibrio       Reptaci ón        Transversales     Lanz amiento                                                                  Respiración                Estructuraci ón   Estructuraci ón
   Flotación          Gateo           Longitudinales     Recepci ón                                                                   Relajación                    espaci al         temporal
                      Trepa           Combinaci ones      Golpeo                                                                       Senti dos                  Organiz ación     Orientaci ón
                     Marcha                                Pateo                                                                                                    espaci al         temporal
                     Carrera                                Bote                                                                                                   Lat eralidad         Ritmo
                        Salto
                   Deslizamient o
                    Propulsi ón




                                                                     Coordinación motriz


                                                                       Global                               Segmentar ia




                                                  Conocimiento básico del medio acuático

                                                       Habilidades deportivas acuáticas

                                                                                      NATACIÓN
                                                         Waterpolo




                                                                                                                Salvamento acuático
                                                                                                                Salvamento acuático


                                                                                                                                           Natación con aletas
                                                                        Natación sincronizada
                                                                        Natación sincronizada


                                                                                                   Saltos




                                                         Dominio del medio acuático
Así pues, de forma resumida los objetivos básicos a conseguir a los 12
años a través del trabajo en el medio acuático son los siguientes:

      Conocer y valorar su cuerpo utilizando el medio acuático para explorar
       y disfrutar de sus posibilidades motrices acuáticas y de relación con los
       demás.
      Adoptar hábitos de higiene a través de las actividades acuáticas,
       relacionándolas con los efectos sobre la salud.
      Regular y dosificar su esfuerzo con las diferentes partes del cuerpo a
       base de una práctica acuática, utilizando como criterio fundamental de
       valoración dicho esfuerzo y no el resultado obtenido.
      Dominar las habilidades motrices acuáticas.
      Utilizar sus capacidades físicas básicas y destrezas motrices, para
       adaptar el movimiento a la práctica de actividades acuáticas.
      Participar en juegos acuáticos estableciendo relaciones equilibradas y
       constructivas con los demás, evitando la discriminación por
       características personales, de género y sociales, así como los
       comportamientos agresivos y las actitudes de rivalidad que se derivan
       de algunos deportes acuáticos.
      Conocer y valorar las actividades acuáticas (natación, waterpolo, etc.)
       y las piscinas, participando en su conservación y mejora.
      Utilizar el medio acuático para que los alumnos puedan expresarse
       corporalmente, para comunicar sensaciones, ideas y estados de ánimo
       y comprender mensajes expresados de este modo.
      Propiciar la autoaceptación de las posibilidades individuales de
       movimiento en el agua, que varían respecto al medio terrestre.
      Adquirir una autonomía en el medio acuático.

     2.3. Metodología en las actividades acuáticas educativas

      Desde el punto de vista de la metodología, la educación en el medio
acuático debería contemplar como principales variables a desarrollar las
siguientes: el sujeto que aprende, el medio donde se desenvuelve y la tarea
motriz acuática (figura 2). Para una educación acuática lo más agradable y, a la
vez, efectiva, defendemos la utilización de métodos activos de enseñanza en
los que con una participación directa por parte de los aprendices y la utilización
de una práctica variable y abundante, se conseguirá un óptimo desarrollo de la
persona.
Figura 2. Variables a contemplar en la enseñanza acuática (Moreno, 2000 b).



                           Enseñanza acuática


              Sujeto                     Medio                     Tarea


        Problem as afectivos       Problem as cognitivos    Problem as técnicos


          Miedo al ahogo         Incertidumbre              Manejo de móviles

                                                  Espacio
                                 Compañeros
                                                   Tiempo               Variabilidad

                                  Contrarios



           Conocim iento             Comprensión de            Conocim iento
           posibilidades               un contexto             dimensiones
                                        cam biante



                               Adaptación al medio

      Nuestro planteamiento parte de una familiarización con el medio acuático
a través de juegos tanto de aproximación (terrestres) como en el vaso de agua
(poco profundo), para pasar posteriormente al trabajo de las habilidades
motrices acuáticas. En un principio buscaremos el desarrollo de la flotación,
respiración y desplazamientos, entre los que resaltamos la propulsión a través
de juegos o formas jugadas. Con un trabajo minucioso y globalista
conseguiremos que el aprendiz conozca esencialmente los elementos básicos
para movilizarse por el medio acuático. Una vez se consiga este conocimiento
se puede dar paso al trabajo de las habilidades deportivas acuáticas,
empezando a adquirir el conocimiento básico de las acciones motrices en
natación, pues su control facilitará el dominio del resto de juegos deportivos
acuáticos.

     Según esto, apostamos por un trabajo inicial basado en los juegos
motrices acuáticos, en donde se busca un juego apropiado para los procesos
madurativos de los alumnos a través de los juegos de estructuración
perceptiva, juegos de habilidades y patrones motrices acuáticos y juegos de
coordinación motriz.

     Juegos de estructuración perceptiva:

      Juegos que potencien el esquema corporal: conocimiento de las
       partes del cuerpo. Pasando del nivel del cuerpo vivenciado (hasta los
       3 años), al nivel de la discriminación perceptiva (de los 3 a 7 años) y
       al nivel de la representación mental y de conocimiento del propio
       cuerpo (de 7 a 12 años).
 Juegos de lateralidad: respecto a la lateralidad deberemos tener en
       cuenta que hasta los cinco años el niño utiliza las dos partes del
       cuerpo de modo poco diferenciado. En este sentido, los
       planteamientos lúdicos tendrán un carácter global y enriquecedor a
       nivel segmentario. Entre los 5 y 7 años, que es cuando se produce
       una mayor afirmación definitiva de la lateralidad, seguiremos
       potenciando el descubrimiento segmentario y, por último, a partir de
       los 7 años, cuando se produce una independencia de la derecha
       respecto de la izquierda, será cuando el trabajo analítico y de
       disociación segmentaria cobrará más relevancia.
      Juegos de estructuración espacio-temporal: es en esta etapa cuando
       el niño empieza a reconocer y reproducir formas geométricas,
       tomando conciencia de la derecha e izquierda, y enriqueciendo sus
       nociones de arriba, abajo, delante, detrás, situaciones (dentro, fuera),
       en cuanto al tamaño (grande, pequeño) y la dirección (hacia ella,
       desde aquí). Con todos estos recursos, el niño podrá escoger otras
       referencias además del cuerpo y podrá situarse en otras perspectivas.
      Juegos de percepción espacio-visual: percepción visual (partes-todo,
       figura-fondo, noción de dirección, orientación y estructuración
       espacial), captación de posiciones en el espacio, relaciones
       espaciales, topología (abierto-cerrado, etc.).
      Juegos de percepción rítmico-temporal: percepción auditiva, ritmo,
       orientación y estructuración temporal, etc.
      Juegos de percepción táctil, gustativa, olfativa, auditiva y visual.
      Juegos de organización perceptiva.

     Juegos de habilidades y patrones motrices acuáticos:

        Juegos de equilibraciones.
        Juegos de desplazamientos.
        Juegos de giros.
        Juegos de manipulaciones.

     Juegos de coordinación motriz. Estos juegos se apoyan en que los
niños a los 3 años pueden moverse en el agua con ayuda, hacia los 4-5 años
controlan mejor la iniciación de un movimiento, las paradas y los cambios de
dirección; a los 5-6 años dominan el equilibrio estático e involucran el
desplazamiento en el juego, siendo al final de esta etapa, aproximadamente a
los 9 años, cuando pueden relajar voluntariamente un grupo muscular,
consiguiendo realizar movimientos coordinados. Los juegos acuáticos que
proponemos son los siguientes:

      Juegos de motricidad gruesa: coordinación dinámica global, equilibrio,
       respiración y relajación.
      Juegos de motricidad fina: coordinaciones segmentarias.
      Juegos donde intervienen otros aspectos motores: fuerza muscular,
       velocidad, control del movimiento, resistencia, precisión, confianza en
       el uso del cuerpo, etc.
2.3.1. Método Acuático Comprensivo (M.A.C.)

      Apostamos por el Método Acuático Comprensivo que se fundamenta en el
modelo integrado de enseñanza en el medio acuático a través de la utilización
del juego.

     Como se señalaba en un anterior trabajo (López y Moreno, 2000), el
juego en si, supone un recurso metodológico natural que aporta motivación y
eficacia a los procesos de enseñanza-aprendizaje. Pero hay una orientación
metodológica que el currículum español realza como especial, y es que los
alumnos asuman ese nuevo papel de ser protagonistas de sus propios
aprendizajes. Esto supone, de manera simultánea, una acción mediadora por
parte del educador, consistente en una adecuación de los procesos de
enseñanza a los procesos de aprendizaje de los alumnos y que se
materializaría a través de propuestas que favorezcan una práctica vivenciada y
con diferentes niveles de ejecución y de solución motriz.

      Así pues, en el modelo integrado de enseñanza (figura 3), a partir del
modelo de Read (1988) revisado por Devís y Peiró (1992), los aspectos
contextuales (juegos acuáticos) crean unas demandas o exigencias
problemáticas de juego que deben solucionarse de la mejor forma posible.
Realizada la acción para solucionar el problema se pasa a reflexionar sobre el
resultado para conseguir una buena compresión del juego, o empezar a valorar
la importancia instrumental de la técnica una vez entendida la naturaleza del
juego. Si se diera paso a la vía del modelo aislado (consiste en dar la solución
motriz al participante) sería preciso conocer los diferentes elementos
estructurales, que componen la técnica, pudiendo seguir para su aprendizaje el
modelo tradicional de enseñanza que parte de la técnica hasta llegar a
comprender el contexto de juego.

               Figura 3. Modelo integrado modificado de Read (1988).


                           Contexto                               Exigencias del juego
                           de juego



     Modelo aislado                   Integración conceptual

              No
      Pista s verbales     Si
                                       Refuerzo positivo
  Preguntas orientadoras



  Solución incorrecta                  Solución correcta             Problemas




                Resultado y reflexión crítica


                                                               Elegir la mejor solución
                           Acción                                 entre las posibles
Por lo tanto, el modelo integrado, a diferencia del modelo aislado que
parte de la habilidad aislada (técnica), pretende dar respuesta a través de
contextos de juego, no sólo al desarrollo físico-motriz sino a aspectos
perceptivos, expresivos, comunicativos, afectivos y cognitivos. A través de él,
los sujetos ponen a prueba sus habilidades de convivencia y de interacción con
el entorno físico, lo cual contribuye a su integración en grupos sociales.

      En la enseñanza de las actividades acuáticas (natación),
tradicionalmente, la enseñanza consistía en la preparación de un contexto que,
a modo de “estímulo”, promovía la adquisición del repertorio de “respuestas”
configurado por una cultura específica, más tarde el conductismo skinneriano,
no hizo otra cosa que añadir al esquema E-R (estimulo-respuesta), un
programa de refuerzo.

       Los nuevos modelos didácticos en la enseñanza de la motricidad
acuática, conciben la enseñanza-aprendizaje como la construcción de
estructuras más que como asociación de estímulos y respuestas. El
aprendizaje en este modelo se produce como consecuencia de la maduración
de los esquemas de asimilación que el aprendiz aplica espontáneamente sobre
los datos del medio. Los datos del entorno serían prácticamente pasivos, a la
espera de ser accionados cuando los esquemas están listos. En tales
circunstancias, el educador acuático apenas tiene una intervención decisiva en
la enseñanza, salvo la de espectador de la maduración del alumno (figura 4).
Pues en el aprendizaje por descubrimiento el contenido esencial de lo que
debe ser aprendido no se facilita en su forma final, sino que tiene que ser
descubierto por el aprendiz. De este descubrimiento, se puede obtener un
mayor potencial intelectual, un aumento de la motivación intrínseca, un mayor
procesamiento de la memoria y un aprendizaje de la heurística del
descubrimiento.
Figura 4. Acción del educador como orientador en la enseñanza de la motricidad
                            acuática (López y Moreno, 2000).


                                Marcar un fin
                                 significativo                                        Observar desde fuera
                           (situación problemática)




   Relanzar la actividad                               Relanzar la actividad



                                                   Evaluar y hacer descubrir
        Ejercitación
                                                    (el efecto de la consigna)
          técnica
                                                    (otra forma de progresar)
                                                                                                Reforzar
                                                                                           (positiv amente las
         Ruta 2                                              Ruta 1                        buenas respuestas)




                             Observar y reforzar




                             Relanzar la actividad                                             Evaluar y
                           (con una nuev a consigna)                                      hacer descubrir
                                                                                 (cómo realizar más ef icazmente el f in)




     Así pues, cuando la habilidad o habilidades que queramos que ejecuten
nuestros alumnos no tienen un modelo prefijado, la técnica de enseñanza
actuará presentando de forma clara qué es lo que tienen que hacer, indicando
las normas para su realización; es el caso de los juegos en los que los
requerimientos técnicos no sean decisivos. Las intervenciones del educador, en
este caso, son de tipo general acerca de la organización o incumplimiento de
alguna de las normas del juego. Un ejemplo sería el juego de “tula acuática”: la
actuación del educador a nivel técnico le llevará a explicar las reglas del juego,
así como las limitaciones en cuanto a la organización del mismo.

      En el caso de tratarse de resolver un problema de tipo motriz, en el que
las alternativas de solución no sean únicas, la técnica de enseñanza presentará
adecuadamente la situación a explorar o el problema motriz, e irá dando
información adicional según las respuestas de los alumnos. Un ejemplo sería
una situación motriz donde el alumno debe probar, buscar (razonando, no por
imitación del modelo), la mejor forma de llevar a cabo y ejecutar una habilidad
motriz de regulación externa o mixta, o de resolver una situación. La
presentación clara es responsabilidad del educador mientras que el desarrollo
debe ser, principalmente, de los alumnos.

     3. PROPUESTA PRÁCTICA

       Una aplicación del modelo sobre el que nos apoyamos teóricamente es la
utilización de juegos donde la evolución en el mismo depende casi
exclusivamente de la participación del alumno. El educador presentará la
actividad a desarrollar (información inicial) y tras la observación de la evolución
de los alumnos, planteará un feed-back interrogativo para avanzar en la
comprensión del contexto de juego.

      Respecto a los materiales necesarios para el desarrollo del juego, se
deberá procurar que sean de fácil adquisición e incluso apostamos para la
creación de los mismos, con material reciclado y con la ayuda de los alumnos
en caso de no disponer de los materiales necesarios para llegar a la práctica
los juegos planteados.

      Es interesante que cada juego se varíe. La preocupación del educador
por variar el juego a su grupo dará variedad y enriquecerá el proceso educativo
en el que se encuentra su grupo.

      En todas las propuestas de juegos se debería tener presente las posibles
reflexiones que el profesor puede realizar de la observación en el desarrollo del
mismo. Estas deben surgir del propio desarrollo de la práctica, y gracias a ellas,
el educador puede identificar los diferentes problemas del juego.

     Fruto de las reflexiones que el educador se plantea se obtienen las
cuestiones que se realizarán al alumno con la intención de comprobar y
avanzar en la comprensión de las diferentes variables que intervienen en el
juego. Una vez terminado el juego, a través de estas reflexiones se intenta
progresar en el mismo, provocando a través del feed-back interrogativo, una
disonancia cognitiva que de lugar a una respuesta por parte del alumno. La
intención de la pregunta puede ser evaluativa (¿cómo lo has realizado?),
descriptiva (¿qué movimiento has realizado con los pies?) o prescriptivo (¿qué
harías para evitar hundirte?

      Los juegos pueden organizarse de acuerdo a las estructuras básicas de
formación motriz, que hemos modificado de las presentadas por Langendorfer
y Bruya (1995), en las cuáles incluimos las siguientes: orientación acuática,
control de la respiración e inmersión, flotación, equilibración y balanceo en el
agua, posición del cuerpo y cambio de dirección, propulsión con brazos y pies y
entrada y salida del agua. En cada uno de los juegos se establece un nivel de
dificultad que está calculado de la media obtenida de la puntuación que se le
hemos dado a cada una de las estructuras de formación. La puntación está
distribuida en 1 (poco dominio), 2 (dominio medio) y 3 (alto dominio). La cifra
obtenida será un referente para la puesta en práctica y que según el nivel en el
que se encuentre el grupo al que se le va aplicar, éste tendrá una determinada
aceptación.

      La aceptación de este modelo de enseñanza supone asumir que no existe
una única solución al problema motriz acuático planteado y que el beneficio de
la propuesta estriba en la continuidad que se le dé al juego. Esta continuidad se
producirá siempre y cuando el educador haga participar al alumno, pues de sus
respuestas dependerá el siguiente cambio en el juego. Por lo tanto, para aplicar
este modelo de enseñanza es necesario un cambio de rol en el educador,
pasando de un educador directivo a un educador comprensivo.

     A continuación mostramos un ejemplo del desarrollo práctico de un juego.
Juego: Las cuádrigas.
     Descripción: dos alumnos se colocarán a los lados de una pica
sujetándola para arrastrar al compañero que le sujetará en su parte central con
las manos. Éste irá cambiando de posición en cada cambio de sentido.
     Material: picas.
     Instalación: piscina poco profunda.
     Variantes: ¿podríais desplazaros a saltos?, ¿y si el que va en el centro se
sujeta con las piernas?, ¿de que manera el remolcado puede entorpecer la
labor de los remolcadores?, ¿y si los remolcadores realizan inmersiones al
remolcado?

     Reflexiones del educador:

        ¿Adoptan distintas posturas?
        Los alumnos que tiran, ¿se organizan entre sí?
        ¿Se desplazan con facilidad los alumnos que tiran?
        El alumno arrastrado, ¿se suelta a menudo?
        El alumno arrastrado, ¿es capaz de mantenerse en flotación?

     Reflexiones para plantear al alumno:

      ¿Sabríais decirme cuál es la postura ideal para ser arrastrados?
      ¿Porqué no podíais tirar del compañero?
      ¿Porqué os resultaba difícil avanzar?
      Cuando estabais siendo arrastrados, ¿podíais mantener los pies sobre
       la superficie?
      ¿Tenías que poneros de acuerdo en algo para arrastrar?

     Índice de dificultad:

        Orientación acuática.....................................................   2
        Control de la respiración e inmersión...........................            2
        Flotación, equilibración y balanceo en el agua.............                 2
        Posición del cuerpo y cambio de dirección...................                2
        Propulsión con brazos y pies........................................        1
        Entrada y salida del agua.............................................      1

                                              Índice de dificultad total: 1,6
4. RETROSPECTIVA Y PROSPECTIVA

       La nueva idea que hoy se tiene del proceso de enseñanza-aprendizaje en
las actividades acuáticas (Langerdorfer y Bruya, 1995; Moreno y Gutiérrez,
1998 c; YMCA, 1999 a, 1999 b; Ruiz, 1999) está muy alejada de los modelos
que enfatizan la actitud receptiva y memorística de forma exclusiva, y muy
cerca del concepto de “tarea productiva”, fundada en el interés del alumno y en
su esfuerzo creador, lo que genera un nuevo tipo de relación. Esta nueva
concepción describe la nueva metodología como la que persigue que el alumno
trabaje por su propia iniciativa, investigue los problemas, motivado por el deseo
de conocer, reflexione sobre el desarrollo del trabajo, valore los obstáculos con
el libre desenvolvimiento de su actividad, integre en síntesis más amplias los
resultados de su aprendizaje y plantee nuevos interrogantes.

      Los objetivos que hemos perseguido con este trabajo son los que están
encaminados a un desarrollo integral de la persona a través del juego en el
medio acuático, utilizando la participación de forma activa del alumno en la
realización de las tareas y conseguir al final del proceso seres con total
autonomía. Con nuestra propuesta conseguimos una familiarización con el
medio a través del movimiento pero razonando sobre los problemas que surgen
en el transcurso de la actividad y aportando soluciones en colaboración con el
resto de participantes. Así pues, el educador se convierte en un miembro más
del grupo que actuará de guía y de reforzador.

      De este planteamiento destaca la riqueza motriz acuática que ofrecen las
actividades propuestas y la gran cantidad de variables que se pueden aplicar.
Fundamentándonos en los principios de variabilidad en la práctica (Ruiz, 1996),
el participante adquiere un bagaje de experiencias que podrá transferir a otras
situaciones y por tanto, al aprendizaje de otras habilidades motrices y
deportivas acuáticas.

     Aunque la propuesta esta indicada para alumnos en etapa de formación
esta se puede extrapolar a otras edades (adultos, tercera edad, etc.) porque
posee una alta versatilidad y flexibilidad que permite al educador adaptarla a
cualquier contexto.

      A lo largo de toda esta propuesta, hemos aportado una metodología de
enseñanza de las actividades acuáticas a través de los juegos motrices y
deportivos acuáticos, orientación con la que pensamos estimular el debate y la
reflexión. De esta manera, abrimos un camino en el que se hace necesario
realizar más estudios empíricos sobre los distintos modelos de enseñanza en
las actividades acuáticas para que muchas de las ideas asumidas en teoría se
vean plasmadas en la práctica y den origen a un mejor conocimiento.
Especialmente, se necesitan estudios que vayan más allá de la comparación
de métodos o modelos para comprender con detenimiento las particularidades
y circunstancias contextuales que envuelven el desarrollo práctico de los
mismos y así ajustarlos, cambiarlos y mejorarlos teórica y prácticamente.
Es importante que atendamos a una consideración sustancial, no
olvidemos que las actividades acuáticas en la escuela son un medio
fundamental para la satisfacción de los objetivos principales del ámbito de
primaria, siempre y cuando se establezcan las modificaciones razonadas del
mismo para su adecuación a este ámbito.

      Tras la lectura de la propuesta se puede extraer que somos partidarios de
que el profesional más adecuado para el desarrollo de las actividades
acuáticas en un centro, es el propio Maestro Especialista que imparte horario
lectivo en el mismo, ya que es el verdadero conocedor del proceso de
formación de sus alumnos, y es en todo momento quien ha de elaborar las
tareas que completen el proceso educativo desarrollado en el propio centro. Sin
embargo, ante el rechazo de la programación de estas actividades por parte de
dichos profesionales, bien sea por la escasa remuneración o por la escasa
formación en contenidos específicos de actividades acuáticas, instamos a que
cualquier contratado para el desarrollo de las actividades acuáticas mantenga
un contacto directo con el profesor del centro para ser conocedor de los
objetivos y las líneas de acción que están siendo trabajadas y que han de estar
reflejadas en la correspondiente programación de aula (supone el tercer nivel
de concreción del currículo, en el cual un profesor, en función de la
secuenciación de trabajo estipulada en acuerdo con todo el seminario, marca
concretamente los objetivos y las unidades didácticas que abordará con un
determinado curso a lo largo del año lectivo).

     Así, instamos a que se respeten las líneas directrices de formación que
hemos marcado a lo largo de esta propuesta y animamos, desde aquí, a que se
produzcan los suficientes intercambios de opiniones para llevar a buen puerto
un sistema de relaciones como el que acabamos de presentar, para contribuir
al desarrollo de la Educación Física en nuestro país.

     5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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  • 1. EL JUEGO ACUÁTICO COMO MEDIO DE DESARROLLO DE LAS ACTIVIDADES ACUÁTICAS EN LA ESCUELA Dr. D. Juan Antonio Moreno Murcia Universidad de Murcia morenomu@um.es www.um.es/univefd RESUMEN La formación en los centros de primaria respecto al área de Educación Física, desde siempre se ha orientado hacia el medio terrestre y abandona la posibilidad de práctica en cualquier otro medio. Actualmente, las nuevas perspectivas curriculares insisten en el desarrollo integral de la persona a través de todos los medios disponibles al alcance del docente, en nuestro caso, la utilización del medio acuático. Los nuevos planteamientos de la Educación Física abordan el tratamiento de lo corporal sin olvidar el medio acuático. Esto, está siendo posible gracias a la continua construcción de instalaciones acuáticas cubiertas en el territorio español. La buena disposición de los entes locales al colaborar con los diferentes centros escolares hace posible la puesta en práctica de diversas unidades didácticas en la piscina. Todo esto unido al cambio en la formación de los Maestros Especialistas en Educación Física, incluyendo en su currículum materias que faciliten el conocimiento para el desarrollo de la motricidad en el medio acuático y la buena disposición de los técnicos acuáticos, está facilitando que se pueda apostar por una propuesta metodológica de enseñanza en el medio acuático que responde a las exigencias que el M.E.C. (1989 a, 1989 b, 1989 c, 1990); un esquema fundamentado en el tratamiento de la motricidad acuática, que pretende dar respuesta al nivel de competencia motriz que toda persona debe obtener tras un periodo de formación determinado y utilizando para su desarrollo el juego. En este trabajo se plantea la necesidad de incluir las actividades acuáticas educativas como forma de trabajo esencial en Educación Física a la hora de cubrir una formación integral de los escolares. Del mismo modo, se ofrece una panorámica de los beneficios aportados por las actividades acuáticas en cada uno de los bloques de contenidos del currículum de Educación Física en enseñanza infantil y primaria, instándose así mismo a los profesionales de los centros educativos y a los técnicos acuáticos a que aúnen esfuerzos para lograr una posible intervención dentro del medio acuático que, sin duda, enriquecería notablemente la formación de los escolares en materia de Educación Física.
  • 2. 1. INTRODUCCIÓN Desde hace tiempo, los técnicos acuáticos, vienen manifestando la necesidad de dar respuesta a multitud de preguntas tales como: ¿cuáles son los mejores métodos de enseñanza en medio acuático?, ¿qué habilidades motrices acuáticas hay que desarrollar en la etapa de formación?, ¿qué influencia tienen los materiales en el proceso de enseñanza-aprendizaje?, ¿en que medida unas determinadas técnicas de enseñanza influyen más que otras en el alumno1?, ¿se puede formar motrizmente al niño a través del juego acuático? En la enseñanza de las actividades acuáticas, tradicionalmente se ha seguido un método basado en la instrucción directa, en el que el niño realizaba el ejercicio que se le indicaba sin saber por qué y sin pensar por qué eso era así y no de otra manera. Este modelo de enseñanza, aún seguido por muchos profesionales de las actividades acuáticas, repercute de una forma muy particular en el sistema cognitivo del aprendiz, ya que éste recibe un estímulo y da una respuesta ya determinada, lo que provoca una escasa mejora en su capacidad de relación y por tanto, también se ve mermada la creación de nuevos esquemas motores aplicables a otras situaciones. Además de esta carencia en el ámbito de la práctica deportiva, existen otras quizá más graves por estar tratando con niños en edad escolar, y que por tanto, están formando sus estructuras internas de interacción con el medio (social, físico, cultural, etc.). Imaginemos por un momento que este modelo de enseñanza se reprodujera en todos los ámbitos de la vida del niño, estaríamos ante alguien con severas dificultades para desenvolverse en el futuro. Por mucha capacidad que tenga el educador de presentar problemas concretos y respuestas a esos problemas, difícilmente conseguiríamos listar todas las posibilidades, y mucho menos introducirlas en la mente de alguien como si se tratase del código de un programa informático. 2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA Recientemente, las aportaciones metodológicas del constructivismo en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las actividades acuáticas han contribuido al desarrollo del mismo. Desde la perspectiva de la motricidad, Piaget (1969) entiende que el origen del conocimiento depende de las interacciones entre el niño y los objetos, y posteriormente las personas, es decir, para conocer será preciso actuar sobre las cosas. La coordinación progresiva de acciones y operaciones que el niño interioriza, junto con la información que le proporciona la experiencia física con los objetos traerá como resultado la construcción de esquemas o estructuras de conocimiento que tenderán a complicarse y a distinguirse cualitativamente. Estos esquemas se desarrollarán sobre la base de ciertos aspectos funcionales de índole cognitiva: la asimilación y la acomodación. Desde la asimilación se incorporan los datos del entorno que se transformarán de 1 En la siguiente ponencia se utilizan nombres genéricos como “alumno”, “educador”, “profesor”, etc., que de no indicarse de forma específica lo contrario, siempre se referirán a varones y mujeres.
  • 3. acuerdo a esquemas preexistentes, y desde la acomodación se propone la utilización de esquemas generales a situaciones particulares, esto es, la aplicación de un esquema invariante a diversas situaciones cambiantes (Rodrigo, 1990). Desde la acomodación el alumno modifica sus esquemas o adquiere otros nuevos que le permitan asimilar adecuadamente realidades nuevas o más complejas, gracias a estas modificaciones el alumno se encuentra ya de nuevo en posición de realizar la asimilación (Luque y Palacios, 1995). Los esquemas, la asimilación y la acomodación son los tres conceptos básicos que describen el comportamiento cognitivo que en el transcurso del desarrollo adoptarán diferentes modos de actualización, o lo que es lo mismo, “nivel de desarrollo operatorio” o Estadios (hace referencia a una forma de organización mental, una estructura intelectual, que se traduce en determinadas posibilidades de razonamiento y aprendizaje a partir de la experiencia), que se conformarán del siguiente modo: sensoriomotor (0 a 2 años), preoperatorio (2 a 6/7 años), operatorio concreto (7 a 10/ 11 años) y operatorio formal (11 a 14/15 años). Respetando estas etapas evolutivas y apostando por un aprendizaje constructivista en las actividades acuáticas fundamentado en el análisis ecológico o situacional de aprendizaje, en el que existen tres fuentes de control (Ruiz, 1999), por un lado la ambiental, donde el sujeto se mueve, por otro lado, la relacionada con el propio participante y por otro lado, la tarea propuesta, además del componente cognitivo que interviene, creemos que esta propuesta se convierte en un claro ejemplo de su puesta en práctica, como ya se hizo en una anterior publicación (Moreno y Gutiérrez, 1998 a). Atendiendo a este planteamiento, la función del educador (técnico acuático) es la de crear un problema ambiental, es decir, el técnico presenta un juego con unas reglas básicas y un objetivo a conseguir y en la consecución del objetivo surgirán problemas motrices a resolver, siendo el niño el que debe buscar la solución a ese problema, aunque el educador le ayude o guíe hacia su búsqueda. Así pues, los pasos básicos de este modo de análisis son (Ruiz, 1999): — Establecer los objetivos estructurando el contexto físico y social. — Permitir que el sujeto elija las soluciones a los problemas planteados y aprovechar sus soluciones como medio de desarrollar nuevas tareas y situaciones — Conocer y manipular las variables relativas al sujeto, medio y tarea. — Ofrecer los apoyos adecuados de instrucción. 2.1. Las actividades acuáticas educativas Según Moreno y Gutiérrez (1998 b) en el ámbito educativo encontramos los programas para bebés, infantiles, primaria, secundaria y universitario/adulto. En cada uno de ellos se persigue un objetivo educativo, aunque muchos de los programas que se encuentran aplicados a estas edades pueden incluirse en otros ámbitos. Por ejemplo, los programas para Educación Primaria pueden tener un objetivo educativo, utilitario, competitivo o terapéutico.
  • 4. Las actividades acuáticas desarrolladas en este ámbito son aquellas que van especialmente encaminadas a poblaciones que se encuentran inmersas en el sistema educativo, aunque toda programación convenientemente planificada y desarrollada tiene su componente educativo y, en consecuencia, un impacto en el desarrollo personal del individuo como ser humano. Una programación que tiene como objetivo educar y formar apunta la intención de abarcar al individuo como un todo indisoluble, como un ser multidimensional cuyas capacidades se quieren desarrollar (Moreno y Gutiérrez, 1998 c). Las principales características de un planteamiento educativo son las siguientes:  Dominio integral del medio.  Facilita la continuidad en cualquier otro planteamiento (incluido el competitivo).  Incide en la formación integral del alumno, a nivel cognoscitivo, motriz y socio-afectivo.  Trabajo planteado a medio y largo plazo.  Agrupación de los alumnos por edades homogéneas. Se entiende, de esta manera, que un planteamiento educativo tiene que pretender ordenar los aprendizajes de hechos, conceptos, actitudes, valores y normas, para conseguir el máximo desarrollo de las capacidades cognoscitivas, motrices, de equilibrio personal, de relación interpersonal y de inserción y actuación social, los contenidos (hábitos higiénicos, habilidades motoras, determinadas conceptualizaciones, etc.), los procedimientos (las situaciones didácticas creadas, la pedagogía empleada) y los objetivos (los resultados finales que se pretenden). Es necesario establecer un correcto orden de los contenidos de los programas respetando el proceso de maduración y desarrollo de los destinatarios del programa, adaptándonos a las individualidades. Un planteamiento de este tipo requiere una perspectiva multidisciplinar (padres, escuela y técnicos acuáticos) donde se sigan las siguientes características, tanto en infantil como en primaria. 2.1.1. Las actividades acuáticas y bloques de contenidos en la Enseñanza Infantil La educación infantil debe provocar la estimulación del desarrollo personal completo, estando en estrecha coordinación con la etapa de primaria, para garantizar un tránsito adecuado a la misma (asegurar los mecanismos de enlace, de modo que la transición tenga elementos de continuidad junto con otros de cambio y de diferenciación). Según el Diseño Curricular Base de Educación Infantil en esta etapa se pretende que el niño actúe de forma autónoma en sus actividades habituales, adquiriendo progresivamente seguridad afectiva y emocional, y desarrollando sus capacidades de iniciativa y confianza en sí mismo; que observe y explore el entorno inmediato con una actitud de curiosidad y cuidado, identificando las características y propiedades más significativas del medio acuático y alguna de
  • 5. las relaciones que establecen entre ellas; que descubra, conozca y controle progresivamente su propio cuerpo en el medio acuático, considerando las normas higiénicas de las instalaciones acuáticas cubiertas, relacionándose con otros niños en los vestuarios, reafirmando su propia imagen y autonomía. Según el resumen que hemos realizado de los objetivos en Educación Infantil, se debe facilitar una habituación al medio acuático y un trabajo enfocado a favorecer una correcta formación del esquema corporal, dominio del espacio y el tiempo. Un trabajo enfocado a una diferenciación de las conductas perceptivas haciendo conocer al niño la forma de respirar en el agua, desarrollando el control y ajuste corporal y favoreciendo su proyección hacia los demás. De todos los bloques que componen el currículo de Educación Infantil, el que más abarca las características anteriores es el de “Área de identidad y autonomía personal”. En este bloque resaltan los aspectos de higiene, salud corporal y mental, coordenadas espacio-tiempo y concienciación de uno mismo. 2.1.2. Las actividades acuáticas y bloques de contenidos en la Enseñanza Primaria En el currículo de Educación Física para Enseñanza Primaria quedan determinados cinco bloques de contenidos, a partir de los cuales, se han de lograr los objetivos primordiales en la educación integral del escolar. Mediante las actividades acuáticas educativas incidiremos positivamente en el tratamiento de cada uno de dichos bloques de contenidos, completando de esta forma todas las tareas, actividades y juegos planteadas de forma habitual. Dichos bloques de contenidos son: el cuerpo: imagen y percepción, el cuerpo: habilidades y destrezas, el cuerpo: expresión y comunicación, los juegos y la salud corporal. Dentro del bloque de contenidos “el cuerpo: imagen y percepción” podremos conseguir a través del medio acuático la adquisición de una adecuada imagen corporal, mediante el empleo de los diferentes segmentos corporales (Antón, 1979; Mezzetti y Pistoletti, 1988; Imbernón, 1979; Dumont, 1987) y las sensaciones recibidas recíprocamente por el medio acuático, circunstancia que beneficiará consecuentemente el tratamiento de la toma de conciencia de las diferentes posturas que se pueden adquirir en dicho medio y la atención al control postural. Se producirá la adquisición de nociones topológicas básicas necesarias para una correcta educación espacial y temporal (Antón, 1979; Gorlier, 1987; Deneyer y Renard, 1987) y se trabajará la respiración, el tono y la relajación. Muy importante dentro de este bloque de contenido es el tratamiento de la coordinación dinámica general en los movimientos o desplazamientos dentro del medio acuático, así como las coordinaciones óculo-segmentarias (Gómez, 1970; Bandet y Abbadie, 1976; Ruiz y cols., 1989; Florence, 1987 a, 1987 b). El equilibrio es otro elemento fundamental para trabajar dentro de la Educación Física escolar (Sheiff, 1987), y dentro del medio acuático las situaciones equilibratorias gozan de un importante desarrollo.
  • 6. En el bloque de contenidos “el cuerpo: habilidades y destrezas” buscaremos en el medio acuático todas las posibilidades de desplazamiento, estableciendo coordinaciones básicas que sean transferibles a patrones de nado. Sin embargo, el tratamiento de estos patrones de nado no se realizará bajo la búsqueda de modelos perfectos de ejecución técnica, y se tendrán en cuenta modelos de aprendizaje bajo la búsqueda de tendencias horizontales basadas en el juego (Bayer, 1986; Blázquez, 1986; Sánchez y Devís, 1995; Rodríguez, 1995) y la obtención de valores educativos, afectivos y de socialización (Del Pino, 1994; Devís y Peiró, 1994; González, 1995; Gutiérrez, 1995). También podremos realizar toda una amplia gama de tareas de contraste con actividades del medio terrestre, tales como transportes, golpeos, arrastres y carreras; en la cuales, el niño interprete las facilidades o dificultades que el medio acuático aporta a los movimientos corporales. Será importante tener en cuenta que la estrategia de la práctica que abordaremos estará centrada en modelos globales de aprendizaje, rechazando toda manifestación analítica de acceso al aprendizaje por parte del niño (Mosston, 1978; Pieron, 1988; Delgado Noguera, 1991; Mosston y Ashworth, 1993). Centrándonos en el crecimiento y desarrollo del escolar, sabemos que un adecuado ejercicio físico estimulará positivamente el mismo (Wallon, 1980; Ausubel y Sullivan, 1970; Tanner, 1975; Giampetro y cols., 1989; Marín y cols., 1992) y, por tanto, y dentro de este bloque de contenido, se asegurará un desarrollo de las llamadas cualidades físicas básicas, bajo una perspectiva de crear un desarrollo armónico del escolar, todo ello aprovechando las características motivantes del medio. Dentro del bloque de contenidos “el cuerpo: expresión y comunicación” se establecerán todo tipo de actividades y juegos que fomenten las relaciones en el grupo y el establecimiento de redes de comunicación, ya que las características de este medio son muy propicias para tales objetivos. De la misma forma, se plantearán juegos de mímica, dramatización y danza en el medio acuático que desarrollen cualidades físicas y coordinativas de forma asociada en el escolar. En relación con el bloque de contenidos “los juegos”, es importante tener en cuenta que la actividad lúdica es una característica inherente al período de edad infantil (Zapata, 1989) y, mediante el empleo de recursos lúdicos, se han de lograr todos los objetivos educativos en el ámbito de la enseñanza primaria (Garaigordobil, 1990). Podríamos decir que las características más importantes del juego según diferentes autores (Huizinga, 1972; Chateau, 1958; Garvey, 1978; Gutton, 1976; Jacquin 1958) se centran sobre la concepción de una actividad libre y espontánea, desinteresada e intrascendente, sujeta a reglas establecidas que pueden ser variadas a merced por los participantes, posee un importante valor recreativo, ciertas dosis de tensión y puede efectuarse con una participación física más o menos intensa. Es importante que, a través del juego, despertemos el gusto por las actividades acuáticas desarrollando tareas que puedan ser transferibles a desplazamientos básicos en dicho medio, y fomentemos el empleo de materiales convencionales y no convencionales que apoyen los contenidos lúdicos en la enseñanza primaria.
  • 7. Por último, es importante tener en cuenta el bloque de contenidos “la salud corporal”, a través del cual, es importantísimo establecer las normas de higiene fundamentales y adoptar medidas de seguridad para evitar los principales accidentes dentro de las actividades acuáticas (Fortuny, 1979). No obstante, junto a toda esta serie de normas de naturaleza higiénico-sanitaria, es importante tener en cuenta la profunda preocupación que desde la Educación Física se ha mantenido siempre por el desarrollo de actividades físicas orientadas hacia la salud corporal (Santonja y Martínez, 1995; Barnechea, 1990 a, 1990 b; Pastor y cols., 1995), encontrando en el medio acuático una de las formas de adquirir una formación corporal válida para un adecuado tratamiento postural (Chorrin, 1991; Gómez, 1993; Jóven y López, 1991; Lloret y Violán, 1991 a, 1991 b; Lloret, 1993; Tuero y cols., 1995; Moreno, 1993). Todo lo anterior justifica la utilización correcta de las actividades acuáticas como herramienta fundamental para el desarrollo de los diversos contenidos y objetivos principales señalados para la etapa de Primaria. La utilización de los juegos y los juegos deportivos modificados (Devís y Peiró, 1992) constituyen un medio muy importante para el tratamiento de actividades físicas en el seno de la escuela. 2.2. Estructuras básicas de formación motriz A lo largo del desarrollo de la motricidad acuática es preciso tener en cuenta el desarrollo de toda una serie de factores de naturaleza cualitativa que aporten una gran riqueza de movimiento y que supongan una plataforma de acción firme para el desarrollo en etapas posteriores. Desde el punto de vista de las características del desarrollo biológico, motor, cognitivo y socio-afectivo, destacamos la necesidad de abordar un trabajo de conocimiento del propio cuerpo, de afirmación y desarrollo de la lateralidad, de equilibración, así como de la percepción espacio-temporal, percepción del ritmo, percepción olfativa, gustativa, auditiva y táctil. Junto a esta serie de elementos, el desarrollo de los patrones y habilidades motrices, dará lugar a que podamos encontrar a seres capaces de realizar coordinaciones corporales globales y/o segmentarias. Esta clasificación de las diferentes estructuras de formación, que queda recogida en la figura 1, parte de los reflejos, es decir, de los movimientos involuntarios (reflejo natatorio, palpebral, etc.) para ir evolucionando a través del desarrollo y la experiencia en movimientos voluntarios. A la vez, el ser humano, en contacto con el medio, utiliza sus estructuras perceptivas para comenzar a desenvolverse en el mismo a través del espacio y el tiempo, creándose un esquema de su cuerpo. A la par, entran en juego los patrones y habilidades motrices, que van adquiriendo un carácter especifico derivando en lo que se denomina equilibraciones, desplazamientos, giros y manipulaciones (Moreno, 2000 a).
  • 8. Como se puede observar, existe una evolución globalizada de lo que denominamos estructuras perceptivas, patrones y habilidades motrices. Su correcto desarrollo deriva en lo que conocemos como coordinación. Con esto, el sujeto se encontraría en una estupenda situación para, a través de la combinación de varias habilidades motrices, llegar al dominio del medio acuático, es decir, el desarrollo de las habilidades deportivas acuáticas. Figura 1. Estructuras básicas de formación motriz en el medio acuático, modificado de Moreno (2000 b). Reflejos Patrones y habilidades motrices Estructuras perceptivas Equilibraciones Desplaz ami entos Giros Manipulaciones Esquem a corpor al Espacial idad Temporalidad Equilibrio Equilibrio Reptaci ón Transversales Lanz amiento Respiración Estructuraci ón Estructuraci ón Flotación Gateo Longitudinales Recepci ón Relajación espaci al temporal Trepa Combinaci ones Golpeo Senti dos Organiz ación Orientaci ón Marcha Pateo espaci al temporal Carrera Bote Lat eralidad Ritmo Salto Deslizamient o Propulsi ón Coordinación motriz Global Segmentar ia Conocimiento básico del medio acuático Habilidades deportivas acuáticas NATACIÓN Waterpolo Salvamento acuático Salvamento acuático Natación con aletas Natación sincronizada Natación sincronizada Saltos Dominio del medio acuático
  • 9. Así pues, de forma resumida los objetivos básicos a conseguir a los 12 años a través del trabajo en el medio acuático son los siguientes:  Conocer y valorar su cuerpo utilizando el medio acuático para explorar y disfrutar de sus posibilidades motrices acuáticas y de relación con los demás.  Adoptar hábitos de higiene a través de las actividades acuáticas, relacionándolas con los efectos sobre la salud.  Regular y dosificar su esfuerzo con las diferentes partes del cuerpo a base de una práctica acuática, utilizando como criterio fundamental de valoración dicho esfuerzo y no el resultado obtenido.  Dominar las habilidades motrices acuáticas.  Utilizar sus capacidades físicas básicas y destrezas motrices, para adaptar el movimiento a la práctica de actividades acuáticas.  Participar en juegos acuáticos estableciendo relaciones equilibradas y constructivas con los demás, evitando la discriminación por características personales, de género y sociales, así como los comportamientos agresivos y las actitudes de rivalidad que se derivan de algunos deportes acuáticos.  Conocer y valorar las actividades acuáticas (natación, waterpolo, etc.) y las piscinas, participando en su conservación y mejora.  Utilizar el medio acuático para que los alumnos puedan expresarse corporalmente, para comunicar sensaciones, ideas y estados de ánimo y comprender mensajes expresados de este modo.  Propiciar la autoaceptación de las posibilidades individuales de movimiento en el agua, que varían respecto al medio terrestre.  Adquirir una autonomía en el medio acuático. 2.3. Metodología en las actividades acuáticas educativas Desde el punto de vista de la metodología, la educación en el medio acuático debería contemplar como principales variables a desarrollar las siguientes: el sujeto que aprende, el medio donde se desenvuelve y la tarea motriz acuática (figura 2). Para una educación acuática lo más agradable y, a la vez, efectiva, defendemos la utilización de métodos activos de enseñanza en los que con una participación directa por parte de los aprendices y la utilización de una práctica variable y abundante, se conseguirá un óptimo desarrollo de la persona.
  • 10. Figura 2. Variables a contemplar en la enseñanza acuática (Moreno, 2000 b). Enseñanza acuática Sujeto Medio Tarea Problem as afectivos Problem as cognitivos Problem as técnicos Miedo al ahogo Incertidumbre Manejo de móviles Espacio Compañeros Tiempo Variabilidad Contrarios Conocim iento Comprensión de Conocim iento posibilidades un contexto dimensiones cam biante Adaptación al medio Nuestro planteamiento parte de una familiarización con el medio acuático a través de juegos tanto de aproximación (terrestres) como en el vaso de agua (poco profundo), para pasar posteriormente al trabajo de las habilidades motrices acuáticas. En un principio buscaremos el desarrollo de la flotación, respiración y desplazamientos, entre los que resaltamos la propulsión a través de juegos o formas jugadas. Con un trabajo minucioso y globalista conseguiremos que el aprendiz conozca esencialmente los elementos básicos para movilizarse por el medio acuático. Una vez se consiga este conocimiento se puede dar paso al trabajo de las habilidades deportivas acuáticas, empezando a adquirir el conocimiento básico de las acciones motrices en natación, pues su control facilitará el dominio del resto de juegos deportivos acuáticos. Según esto, apostamos por un trabajo inicial basado en los juegos motrices acuáticos, en donde se busca un juego apropiado para los procesos madurativos de los alumnos a través de los juegos de estructuración perceptiva, juegos de habilidades y patrones motrices acuáticos y juegos de coordinación motriz. Juegos de estructuración perceptiva:  Juegos que potencien el esquema corporal: conocimiento de las partes del cuerpo. Pasando del nivel del cuerpo vivenciado (hasta los 3 años), al nivel de la discriminación perceptiva (de los 3 a 7 años) y al nivel de la representación mental y de conocimiento del propio cuerpo (de 7 a 12 años).
  • 11.  Juegos de lateralidad: respecto a la lateralidad deberemos tener en cuenta que hasta los cinco años el niño utiliza las dos partes del cuerpo de modo poco diferenciado. En este sentido, los planteamientos lúdicos tendrán un carácter global y enriquecedor a nivel segmentario. Entre los 5 y 7 años, que es cuando se produce una mayor afirmación definitiva de la lateralidad, seguiremos potenciando el descubrimiento segmentario y, por último, a partir de los 7 años, cuando se produce una independencia de la derecha respecto de la izquierda, será cuando el trabajo analítico y de disociación segmentaria cobrará más relevancia.  Juegos de estructuración espacio-temporal: es en esta etapa cuando el niño empieza a reconocer y reproducir formas geométricas, tomando conciencia de la derecha e izquierda, y enriqueciendo sus nociones de arriba, abajo, delante, detrás, situaciones (dentro, fuera), en cuanto al tamaño (grande, pequeño) y la dirección (hacia ella, desde aquí). Con todos estos recursos, el niño podrá escoger otras referencias además del cuerpo y podrá situarse en otras perspectivas.  Juegos de percepción espacio-visual: percepción visual (partes-todo, figura-fondo, noción de dirección, orientación y estructuración espacial), captación de posiciones en el espacio, relaciones espaciales, topología (abierto-cerrado, etc.).  Juegos de percepción rítmico-temporal: percepción auditiva, ritmo, orientación y estructuración temporal, etc.  Juegos de percepción táctil, gustativa, olfativa, auditiva y visual.  Juegos de organización perceptiva. Juegos de habilidades y patrones motrices acuáticos:  Juegos de equilibraciones.  Juegos de desplazamientos.  Juegos de giros.  Juegos de manipulaciones. Juegos de coordinación motriz. Estos juegos se apoyan en que los niños a los 3 años pueden moverse en el agua con ayuda, hacia los 4-5 años controlan mejor la iniciación de un movimiento, las paradas y los cambios de dirección; a los 5-6 años dominan el equilibrio estático e involucran el desplazamiento en el juego, siendo al final de esta etapa, aproximadamente a los 9 años, cuando pueden relajar voluntariamente un grupo muscular, consiguiendo realizar movimientos coordinados. Los juegos acuáticos que proponemos son los siguientes:  Juegos de motricidad gruesa: coordinación dinámica global, equilibrio, respiración y relajación.  Juegos de motricidad fina: coordinaciones segmentarias.  Juegos donde intervienen otros aspectos motores: fuerza muscular, velocidad, control del movimiento, resistencia, precisión, confianza en el uso del cuerpo, etc.
  • 12. 2.3.1. Método Acuático Comprensivo (M.A.C.) Apostamos por el Método Acuático Comprensivo que se fundamenta en el modelo integrado de enseñanza en el medio acuático a través de la utilización del juego. Como se señalaba en un anterior trabajo (López y Moreno, 2000), el juego en si, supone un recurso metodológico natural que aporta motivación y eficacia a los procesos de enseñanza-aprendizaje. Pero hay una orientación metodológica que el currículum español realza como especial, y es que los alumnos asuman ese nuevo papel de ser protagonistas de sus propios aprendizajes. Esto supone, de manera simultánea, una acción mediadora por parte del educador, consistente en una adecuación de los procesos de enseñanza a los procesos de aprendizaje de los alumnos y que se materializaría a través de propuestas que favorezcan una práctica vivenciada y con diferentes niveles de ejecución y de solución motriz. Así pues, en el modelo integrado de enseñanza (figura 3), a partir del modelo de Read (1988) revisado por Devís y Peiró (1992), los aspectos contextuales (juegos acuáticos) crean unas demandas o exigencias problemáticas de juego que deben solucionarse de la mejor forma posible. Realizada la acción para solucionar el problema se pasa a reflexionar sobre el resultado para conseguir una buena compresión del juego, o empezar a valorar la importancia instrumental de la técnica una vez entendida la naturaleza del juego. Si se diera paso a la vía del modelo aislado (consiste en dar la solución motriz al participante) sería preciso conocer los diferentes elementos estructurales, que componen la técnica, pudiendo seguir para su aprendizaje el modelo tradicional de enseñanza que parte de la técnica hasta llegar a comprender el contexto de juego. Figura 3. Modelo integrado modificado de Read (1988). Contexto Exigencias del juego de juego Modelo aislado Integración conceptual No Pista s verbales Si Refuerzo positivo Preguntas orientadoras Solución incorrecta Solución correcta Problemas Resultado y reflexión crítica Elegir la mejor solución Acción entre las posibles
  • 13. Por lo tanto, el modelo integrado, a diferencia del modelo aislado que parte de la habilidad aislada (técnica), pretende dar respuesta a través de contextos de juego, no sólo al desarrollo físico-motriz sino a aspectos perceptivos, expresivos, comunicativos, afectivos y cognitivos. A través de él, los sujetos ponen a prueba sus habilidades de convivencia y de interacción con el entorno físico, lo cual contribuye a su integración en grupos sociales. En la enseñanza de las actividades acuáticas (natación), tradicionalmente, la enseñanza consistía en la preparación de un contexto que, a modo de “estímulo”, promovía la adquisición del repertorio de “respuestas” configurado por una cultura específica, más tarde el conductismo skinneriano, no hizo otra cosa que añadir al esquema E-R (estimulo-respuesta), un programa de refuerzo. Los nuevos modelos didácticos en la enseñanza de la motricidad acuática, conciben la enseñanza-aprendizaje como la construcción de estructuras más que como asociación de estímulos y respuestas. El aprendizaje en este modelo se produce como consecuencia de la maduración de los esquemas de asimilación que el aprendiz aplica espontáneamente sobre los datos del medio. Los datos del entorno serían prácticamente pasivos, a la espera de ser accionados cuando los esquemas están listos. En tales circunstancias, el educador acuático apenas tiene una intervención decisiva en la enseñanza, salvo la de espectador de la maduración del alumno (figura 4). Pues en el aprendizaje por descubrimiento el contenido esencial de lo que debe ser aprendido no se facilita en su forma final, sino que tiene que ser descubierto por el aprendiz. De este descubrimiento, se puede obtener un mayor potencial intelectual, un aumento de la motivación intrínseca, un mayor procesamiento de la memoria y un aprendizaje de la heurística del descubrimiento.
  • 14. Figura 4. Acción del educador como orientador en la enseñanza de la motricidad acuática (López y Moreno, 2000). Marcar un fin significativo Observar desde fuera (situación problemática) Relanzar la actividad Relanzar la actividad Evaluar y hacer descubrir Ejercitación (el efecto de la consigna) técnica (otra forma de progresar) Reforzar (positiv amente las Ruta 2 Ruta 1 buenas respuestas) Observar y reforzar Relanzar la actividad Evaluar y (con una nuev a consigna) hacer descubrir (cómo realizar más ef icazmente el f in) Así pues, cuando la habilidad o habilidades que queramos que ejecuten nuestros alumnos no tienen un modelo prefijado, la técnica de enseñanza actuará presentando de forma clara qué es lo que tienen que hacer, indicando las normas para su realización; es el caso de los juegos en los que los requerimientos técnicos no sean decisivos. Las intervenciones del educador, en este caso, son de tipo general acerca de la organización o incumplimiento de alguna de las normas del juego. Un ejemplo sería el juego de “tula acuática”: la actuación del educador a nivel técnico le llevará a explicar las reglas del juego, así como las limitaciones en cuanto a la organización del mismo. En el caso de tratarse de resolver un problema de tipo motriz, en el que las alternativas de solución no sean únicas, la técnica de enseñanza presentará adecuadamente la situación a explorar o el problema motriz, e irá dando información adicional según las respuestas de los alumnos. Un ejemplo sería una situación motriz donde el alumno debe probar, buscar (razonando, no por imitación del modelo), la mejor forma de llevar a cabo y ejecutar una habilidad motriz de regulación externa o mixta, o de resolver una situación. La presentación clara es responsabilidad del educador mientras que el desarrollo debe ser, principalmente, de los alumnos. 3. PROPUESTA PRÁCTICA Una aplicación del modelo sobre el que nos apoyamos teóricamente es la utilización de juegos donde la evolución en el mismo depende casi exclusivamente de la participación del alumno. El educador presentará la actividad a desarrollar (información inicial) y tras la observación de la evolución
  • 15. de los alumnos, planteará un feed-back interrogativo para avanzar en la comprensión del contexto de juego. Respecto a los materiales necesarios para el desarrollo del juego, se deberá procurar que sean de fácil adquisición e incluso apostamos para la creación de los mismos, con material reciclado y con la ayuda de los alumnos en caso de no disponer de los materiales necesarios para llegar a la práctica los juegos planteados. Es interesante que cada juego se varíe. La preocupación del educador por variar el juego a su grupo dará variedad y enriquecerá el proceso educativo en el que se encuentra su grupo. En todas las propuestas de juegos se debería tener presente las posibles reflexiones que el profesor puede realizar de la observación en el desarrollo del mismo. Estas deben surgir del propio desarrollo de la práctica, y gracias a ellas, el educador puede identificar los diferentes problemas del juego. Fruto de las reflexiones que el educador se plantea se obtienen las cuestiones que se realizarán al alumno con la intención de comprobar y avanzar en la comprensión de las diferentes variables que intervienen en el juego. Una vez terminado el juego, a través de estas reflexiones se intenta progresar en el mismo, provocando a través del feed-back interrogativo, una disonancia cognitiva que de lugar a una respuesta por parte del alumno. La intención de la pregunta puede ser evaluativa (¿cómo lo has realizado?), descriptiva (¿qué movimiento has realizado con los pies?) o prescriptivo (¿qué harías para evitar hundirte? Los juegos pueden organizarse de acuerdo a las estructuras básicas de formación motriz, que hemos modificado de las presentadas por Langendorfer y Bruya (1995), en las cuáles incluimos las siguientes: orientación acuática, control de la respiración e inmersión, flotación, equilibración y balanceo en el agua, posición del cuerpo y cambio de dirección, propulsión con brazos y pies y entrada y salida del agua. En cada uno de los juegos se establece un nivel de dificultad que está calculado de la media obtenida de la puntuación que se le hemos dado a cada una de las estructuras de formación. La puntación está distribuida en 1 (poco dominio), 2 (dominio medio) y 3 (alto dominio). La cifra obtenida será un referente para la puesta en práctica y que según el nivel en el que se encuentre el grupo al que se le va aplicar, éste tendrá una determinada aceptación. La aceptación de este modelo de enseñanza supone asumir que no existe una única solución al problema motriz acuático planteado y que el beneficio de la propuesta estriba en la continuidad que se le dé al juego. Esta continuidad se producirá siempre y cuando el educador haga participar al alumno, pues de sus respuestas dependerá el siguiente cambio en el juego. Por lo tanto, para aplicar este modelo de enseñanza es necesario un cambio de rol en el educador, pasando de un educador directivo a un educador comprensivo. A continuación mostramos un ejemplo del desarrollo práctico de un juego.
  • 16. Juego: Las cuádrigas. Descripción: dos alumnos se colocarán a los lados de una pica sujetándola para arrastrar al compañero que le sujetará en su parte central con las manos. Éste irá cambiando de posición en cada cambio de sentido. Material: picas. Instalación: piscina poco profunda. Variantes: ¿podríais desplazaros a saltos?, ¿y si el que va en el centro se sujeta con las piernas?, ¿de que manera el remolcado puede entorpecer la labor de los remolcadores?, ¿y si los remolcadores realizan inmersiones al remolcado? Reflexiones del educador:  ¿Adoptan distintas posturas?  Los alumnos que tiran, ¿se organizan entre sí?  ¿Se desplazan con facilidad los alumnos que tiran?  El alumno arrastrado, ¿se suelta a menudo?  El alumno arrastrado, ¿es capaz de mantenerse en flotación? Reflexiones para plantear al alumno:  ¿Sabríais decirme cuál es la postura ideal para ser arrastrados?  ¿Porqué no podíais tirar del compañero?  ¿Porqué os resultaba difícil avanzar?  Cuando estabais siendo arrastrados, ¿podíais mantener los pies sobre la superficie?  ¿Tenías que poneros de acuerdo en algo para arrastrar? Índice de dificultad:  Orientación acuática..................................................... 2  Control de la respiración e inmersión........................... 2  Flotación, equilibración y balanceo en el agua............. 2  Posición del cuerpo y cambio de dirección................... 2  Propulsión con brazos y pies........................................ 1  Entrada y salida del agua............................................. 1 Índice de dificultad total: 1,6
  • 17. 4. RETROSPECTIVA Y PROSPECTIVA La nueva idea que hoy se tiene del proceso de enseñanza-aprendizaje en las actividades acuáticas (Langerdorfer y Bruya, 1995; Moreno y Gutiérrez, 1998 c; YMCA, 1999 a, 1999 b; Ruiz, 1999) está muy alejada de los modelos que enfatizan la actitud receptiva y memorística de forma exclusiva, y muy cerca del concepto de “tarea productiva”, fundada en el interés del alumno y en su esfuerzo creador, lo que genera un nuevo tipo de relación. Esta nueva concepción describe la nueva metodología como la que persigue que el alumno trabaje por su propia iniciativa, investigue los problemas, motivado por el deseo de conocer, reflexione sobre el desarrollo del trabajo, valore los obstáculos con el libre desenvolvimiento de su actividad, integre en síntesis más amplias los resultados de su aprendizaje y plantee nuevos interrogantes. Los objetivos que hemos perseguido con este trabajo son los que están encaminados a un desarrollo integral de la persona a través del juego en el medio acuático, utilizando la participación de forma activa del alumno en la realización de las tareas y conseguir al final del proceso seres con total autonomía. Con nuestra propuesta conseguimos una familiarización con el medio a través del movimiento pero razonando sobre los problemas que surgen en el transcurso de la actividad y aportando soluciones en colaboración con el resto de participantes. Así pues, el educador se convierte en un miembro más del grupo que actuará de guía y de reforzador. De este planteamiento destaca la riqueza motriz acuática que ofrecen las actividades propuestas y la gran cantidad de variables que se pueden aplicar. Fundamentándonos en los principios de variabilidad en la práctica (Ruiz, 1996), el participante adquiere un bagaje de experiencias que podrá transferir a otras situaciones y por tanto, al aprendizaje de otras habilidades motrices y deportivas acuáticas. Aunque la propuesta esta indicada para alumnos en etapa de formación esta se puede extrapolar a otras edades (adultos, tercera edad, etc.) porque posee una alta versatilidad y flexibilidad que permite al educador adaptarla a cualquier contexto. A lo largo de toda esta propuesta, hemos aportado una metodología de enseñanza de las actividades acuáticas a través de los juegos motrices y deportivos acuáticos, orientación con la que pensamos estimular el debate y la reflexión. De esta manera, abrimos un camino en el que se hace necesario realizar más estudios empíricos sobre los distintos modelos de enseñanza en las actividades acuáticas para que muchas de las ideas asumidas en teoría se vean plasmadas en la práctica y den origen a un mejor conocimiento. Especialmente, se necesitan estudios que vayan más allá de la comparación de métodos o modelos para comprender con detenimiento las particularidades y circunstancias contextuales que envuelven el desarrollo práctico de los mismos y así ajustarlos, cambiarlos y mejorarlos teórica y prácticamente.
  • 18. Es importante que atendamos a una consideración sustancial, no olvidemos que las actividades acuáticas en la escuela son un medio fundamental para la satisfacción de los objetivos principales del ámbito de primaria, siempre y cuando se establezcan las modificaciones razonadas del mismo para su adecuación a este ámbito. Tras la lectura de la propuesta se puede extraer que somos partidarios de que el profesional más adecuado para el desarrollo de las actividades acuáticas en un centro, es el propio Maestro Especialista que imparte horario lectivo en el mismo, ya que es el verdadero conocedor del proceso de formación de sus alumnos, y es en todo momento quien ha de elaborar las tareas que completen el proceso educativo desarrollado en el propio centro. Sin embargo, ante el rechazo de la programación de estas actividades por parte de dichos profesionales, bien sea por la escasa remuneración o por la escasa formación en contenidos específicos de actividades acuáticas, instamos a que cualquier contratado para el desarrollo de las actividades acuáticas mantenga un contacto directo con el profesor del centro para ser conocedor de los objetivos y las líneas de acción que están siendo trabajadas y que han de estar reflejadas en la correspondiente programación de aula (supone el tercer nivel de concreción del currículo, en el cual un profesor, en función de la secuenciación de trabajo estipulada en acuerdo con todo el seminario, marca concretamente los objetivos y las unidades didácticas que abordará con un determinado curso a lo largo del año lectivo). Así, instamos a que se respeten las líneas directrices de formación que hemos marcado a lo largo de esta propuesta y animamos, desde aquí, a que se produzcan los suficientes intercambios de opiniones para llevar a buen puerto un sistema de relaciones como el que acabamos de presentar, para contribuir al desarrollo de la Educación Física en nuestro país. 5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Antón, M. (1979). Educar el cuerpo. Algunas experiencias. El conocimiento del propio cuerpo. Cuadernos de Pedagogía, abril, 52. Ausubel, D. P. y Sullivan, E. V. (1970). El desarrollo infantil. Aspectos cognitivos, linguísticos y físicos. Buenos Aires: Paidós. Bandet, J. y Abbadie, M. (1976). La Educación Física de los niños de 3 a 7 años. Alcoy: Marfil. Barnechea, C. (1990b). Problemática de la columna vertebral y su prevención a través de situaciones lúdicas (II). Perspectivas, 4, 12-14. Barnechea, C. (1990a). Problemática de la columna vertebral y su prevención a través de situaciones lúdicas (I). Perspectivas, 3, 31-33. Bayer, C. (1986). La enseñanza de los juegos deportivos colectivos. Barcelona: Hispano Europea. Blázquez, D. (1986). Iniciación a los deportes de equipo. Barcelona: Martínez Roca. Chateau, J. (1958). Psicología de los juegos infantiles. Buenos Aires: Kapeluz. Chorrin, J. J. (1991). Salud y adaptación del niño pequeño al medio acuático. Actas del II Congreso de Actividades acuáticas. Barcelona: DEF-SEAE.
  • 19. Del Pino, J. (1994). La importancia de los juegos cooperativos y alternativos en el currículum de la E.S.O., para mejorar la participación y la coeducación en las clases de educación física y actividades extraescolares, frente al deporte competitivo tradicional. Granada: Consejería de Educación y Ciencia. Junta de Andalucía. Delgado Noguera, M. A. (1991). Los estilos de enseñanza en la educación física. propuesta para una reforma de la enseñanza. Granada: Universidad de Granada. Instituto de Ciencias de la Educación. Deneyer, B. y Renard, J. P. (1987). Estudio espacio-temporal. En Asociación de Licenciados en Educación Física de la Universidad Católica de Lovaina. (Ed.) Educación Física de Base. Madrid: Gymnos. Devís, J. y Peiró, C. (1992). Nuevas perspectivas curriculares en Educación Física: la salud y los juegos modificados. Barcelona: Inde. Dumont, J. P. (1987). Toma de conciencia del esquema corporal a partir de ejercicios con compañero. En Asociación de Licenciados en Educación Física de la Universidad Católica de Lovaina. (Ed.) Educación Física de Base. Madrid: Gymnos. Florence, J. (1987 a). Coordinación óculo-segmentaria. En Asociación de Licenciados en Educación Física de la Universidad Católica de Lovaina. (Ed.) Educación Física de Base. Madrid: Gymnos. Florence, J. (1987 b) Coordinación óculo-manual. Velocidad de reacción. En Asociación de Licenciados en Educación Física de la Universidad Católica de Lovaina. (Ed.) Educación Física de Base. Madrid: Gymnos. Fortuny, M. (1979). Notas para un programa escolar de prevención de accidentes. Cuadernos de Pedagogía, diciembre, 60. Garaigordobil, M. (1990). Juego y desarrollo infantil. Madrid: Seco Olea. Garvey, C. (1978). El juego infantil. Madrid: Morata. Giampetro, M.; Berlutti, G. y Calderone, G. (1989). Actividad y edad evolutiva. Revista de Educación Física, 29/30, 3-6. Gómez, J. R. (1970). La Educación Física en el nivel primario. Buenos Aires: Stadium. Gómez, M. (1993). Natación y salud. NSW, 88, 25-41. González, E. (1995). Un modelo curricular para la enseñanza de los juegos deportivos en primaria. En actas del II Congreso Nacional de Educación Física de Facultades de Educación y XIII de Escuelas de Magisterio. Zaragoza: Universidad de Zaragoza. Gorlier, G. (1987). Percepción del propio cuerpo y cuerpo en el espacio. En Asociación de Licenciados en Educación Física de la Universidad Católica de Lovaina. (Ed.) Educación Física de Base. Madrid: Gymnos. Gutiérrez, M. (1995). Valores sociales y deporte. Madrid: Gymnos. Gutton, P. (1976). El juego de los niños. Barcelona: Nova Terra. Huizinga, J. (1972). Homo Ludens. Madrid: Alianza. Imbernón, F. (1979). Educar el cuerpo. Reflexiones en torno a la psicomotricidad. La educación unitaria del cuerpo. Cuadernos de Pedagogía, abril, 52. Jacquin, G. (1958). La educación por el juego. Madrid: Atenas. Joven, A. y López, J. (1991). El agua y la vida, desarrollo y salud. Actas del II Congreso de Actividades Acuáticas. Barcelona: DEF-SEAE. Langendorfer, S. J. y Bruya, L. D. (1995). Aquatic readiness. Developing water competence in young children. Champaign, IL: Human Kinetics.
  • 20. Lloret, M. y Violan, M. (1991 a). Normas de higiene en las instalaciones acuáticas. SEAE/INFO, 15/16, 3-10. Lloret, M. y Violán, M. (1991 b). Actividades acuáticas y salud. Actas del II Congreso Nacional de Actividades Acuáticas. Barcelona: DEF-SEAE. Lloret, M. (1993). Los programas acuáticos de salud. Actas del III Congreso Nacional de Actividades Acuáticas. Barcelona: DEF-SEAE. López, A. y Moreno, J. A. (2000). Integralidad, diversidad y variabilidad en Educación Física. Lecturas: Educación Física y Deportes, 19. http://www.sportquest.com/revista/efd19/integr.htm Luque, A. y Palacios, J. (1995). Inteligencia sensoriomotora. En J. Palacios, A. Marchesi y C. Coll (Eds.), Desarrollo psicológico y educación, I (pp. 69- 85). Madrid: Alianza. Marín, B.; Marín, A. y Marín, M. (1992). El ejercicio físico y el deporte durante el crecimiento. Archivos de medicina del Deporte, 9, 34, 131-141. M.E.C. (1989 a). Diseno Curricular Base de Educación Infantil. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. M.E.C. (1989 b). Diseno Curricular Base de Educación Primaria. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. M.E.C. (1989 c). Diseños curriculares: Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. M.E.C. (1990). Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. Mezzetti, M. D. y Pistoletti, A. (1988). La imagen corporal. Revista de Educación Moreno, J. A. (2000 a). Motricidad infantil. Aprendizaje y desarrollo a través del juego. Murcia: DM. Moreno, J. A. (2000 b). Pasado, presente y futuro de las actividades acuáticas. En C. Águila, A. J. Casimiro y A. Sicilia (Eds.), Salidas profesionales y promoción en el ámbito de la actividad física y el deporte (pp. 243-257). Almería: Universidad de Almería. Moreno, J. A. y Gutiérrez, M. (1998 a). Propuesta de un modelo comprensivo del aprendizaje de las actividades acuáticas a través del juego. Apunts: Educación Física y Deportes, 52, 16-24. Moreno, J. A. y Gutiérrez, M. (1998 b). Programas de actividades acuáticas. En J. A. Moreno, P. L. Rodríguez y F. Ruiz (Eds.), Actividades acuáticas: ámbitos de aplicación (pp. 3-25). Murcia: Universidad de Murcia. Moreno, J. A. y Gutiérrez, M. (1998 c). Bases metodológicas para el aprendizaje de las actividades acuáticas educativas. Barcelona: Inde. Mosstom, M. (1978). La enseñanza de la educación física. Del comando al descubrimiento. Buenos Aires: Paidós. Mosston, M. y Ashworth, S. (1993). La enseñanza de la Educación Física. La reforma de los estilos de enseñanza. Barcelona: Hispano Europea. Pastor, A.; Santonja, F.; Ros, T. y Domínguez, F. (1995). Desalineaciones ortopédicas en jóvenes nadadores de élite. En Abstracts del VI Congreso Nacional de la Federación Española de Medicina del Deporte. Granada: FEMEDE. Piaget, J. (1969). El nacimiento de la inteligencia. Madrid: Aguilar. Pierón, M. (1988). Didáctica de la actividades físicas y deportivas. Madrid: Gymnos. Read, B. (1988). Practical Knowledge and the teaching of games. En Varios
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