Las células pueden intercambiar sustancias con su entorno a través de vesículas sin atravesar la membrana celular mediante dos procesos: la endocitosis, donde la membrana se invagina formando una vesícula intracelular llamada endosoma; y la exocitosis, donde vesículas intracelulares se fusionan con la membrana plasmática liberando su contenido al exterior. Estos procesos transportan neurotransmisores, enzimas digestivas y hormonas como la insulina.