El control mensual del crecimiento y desarrollo de los niños es importante para detectar posibles problemas de peso, talla u otros trastornos de manera temprana, lo que permite un tratamiento más fácil y menos complicaciones. Los primeros dos años son especialmente críticos debido al rápido desarrollo físico y neurológico de los niños, por lo que los padres no deben dejar de asistir a los controles mensuales donde recibirán información sobre lactancia, alimentación y cuidados apropiados.