1. Brithany Torres presenta
EL Sapo Informativo
Viernes 07/10/2022 Número 10
¿Cómo puede
contribuir la
moralidad social a
normalizar la
violencia?
La moralidad pública es el grado de
compromiso de las personas con las normas
de moralidad socialmente establecidas. La
moral es un conjunto de ideales y valores que
las personas debemos seguir, en otras
palabras, en nuestra vida diaria, ajustaremos
las diversas reglas que consideramos
adecuadas para la convivencia con los
demás.
LA MORAL
Desde la etimología, la palabra moral viene del
latín moralis que significa lo que se hace por
costumbre. En la actualidad la palabra moral tiene
además el sentido de lo que se hace por costumbre
en una comunidad y época determinadas, esto
significa que lo que es moral en una determinada
parte del mundo, puede no serlo en otra y que la
moral cambia a través del tiempo a medida que los
seres humanos le dan significado a sus actuaciones
y a las ventajas o daños que estas pueden causar.
Todos los actos que realizamos los seres humanos
tienen un sentido moral, es decir que son realizados
según lo aprendido en una cultura, sin embargo,
existen actos que son producto de sentimientos
pasajeros e irracionales que derivan en impulsos y
que no conllevan ni ética, ni moralidad, sino tan
solo el placer momentáneo. Toda moralidad tiene
implícita un tipo de ética, pero no viceversa; decía
anteriormente que la ética se puede poner en
códigos, lo que hay que añadir aquí es que cuando
estos códigos de comportamiento son aceptados por
la mayoría de personas de un grupo se convierten
en moral.
¿Cómo definimos que es un valor? Para que algo
entre en la categoría de valor debe tener siete
componentes: 1) Durabilidad: los valores
acompañan a las personas durante toda su vida, si
una persona tiene como guía de su vida la
honestidad esta se reflejara en sus actuaciones, en
sus pensamientos y en sus palabras y cuestionara
sus actos desde el siguiente pensamiento ¿esto que
hago es honesto?, ¿cómo me sentiré mañana si
actuó de esta forma?, ¿A quién dañaré o
beneficiaré con mi acto? 2) Integralidad: los
valores no se pueden dividir, en otras palabras la
persona que tiene un valor no actuará con este a
medias, una persona medio honesta es una
persona deshonesta. 3) Flexibilidad o dinamismo
como las personas cambian y las sociedades
también la jerarquización en la escala de valores
puede cambiar según las circunstancias, entonces
una persona puede tener diferentes valores
prioritarios según lo que sucede en su vida. 4)
Satisfacción: los valores generan placer, es decir
hacen parte de lo que hace sentir bien o
autoestimada a una persona. 5) Polaridad: todo
valor tiene su antivalor, es decir en una sociedad
determinada esta contrapuesto aquello que es
apreciado y lo que es despreciado. 6) Jerarquía:
para cada ser humano y la sociedad en la que
habita existen valores que son más importantes
que otros, por ejemplo entre los valores más
apreciados en todas las comunidades esta el
respeto, ya que este valor garantiza que la otra
pensará en como nos sentiremos con sus
actuaciones. 7) Trascendencia: los valores le dan
sentido a nuestra existencia, pasan del ahora hacia
el futuro, son una marca, hablan de lo que
nosotros como personas representamos y
responden a la pregunta ¿Qué clase de persona
soy? Aplicabilidad: para cada evento actuamos
haciendo un acopio de diferentes valores, en
diferentes situaciones se aplican diferentes
valores.
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LA MORAL SOCIAL
2. Viernes, 10 de Septiembre del 2022
MORAL SOCIAL Pongán 10
Últimas noticias
LOS VALORES Y LA MORAL
La formación en valores en el salón de clase
es tan importante cuanto a la de los demás
contenidos. Sin embargo a diferencia de estos,
presenta una problemática particular y distinta
toda vez que se realiza no solamente de
manera explícita sino también implícita a
través del curriculum oculto y de las historias
de vida que ponen en juego maestros y
alumnos en su interacción cotidiana.
El concepto de educación que caracteriza al
sistema escolar en las sociedades modernas
engloba igualmente la transmisión de
conocimientos y la formación de hábitos,
habilidades y valores. Hablar del proceso de
enseñanza-aprendizaje de los valores en
general y de los valores morales en particular
en el sistema formal debería ser, por lo tanto,
una actividad que merecería el mismo
tratamiento que los demás contenidos, en lo
que se refiere a sus perspectivas teóricas, a su
conceptualización y sus consecuencias
prácticas. Sin embargo, como entre nosotros
esta realidad no es y no ha sido así, lo anterior
se encuentra todavía tan alejado del quehacer
cotidiano en nuestras aulas, que no es
exagerado afirmar que su posibilidad no pasa
de ser la expresión de los buenos deseos de
muchos o aún un mero ideal.
En este sentido, como nos proponemos hacer
aquí una contribución más para la consecución
de dicha realidad, queremos inicialmente
precisar algunos aspectos de orden
conceptual, teórico, epistemológico y
metodólogicos que consideramos básicos para
el tratamiento racional de cualquier objeto en
el campo de conocimiento que nos ocupa.
Moral, etica y valores
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MIRJAM NILSSON
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LA MORAL
SOCIAL
TEODORO
LÓPEZ
. Esto no significa, en modo alguno, que la
conciencia cristiana no fuera sensible a otras
exigencias de justicia distintas de las que brotan de
la conmutativa, o incluso de la distributiva, como
formas ambas de la clásicamente llamada justicia
«particulan>. Lo que ocurría normalmente era que
los deberes que son exigibles desde la denominada
justicia «genera!», o según la terminología
acuñada en el último siglo «justicia social», eran
contemplados en una disciplina científica distinta:
la que viene denominándose como «doctrina social
de la Iglesia».
La historia de esta disciplina, en su etapa
moderna, se inicia hace un siglo con la
publicación de la encíclica Rerum novarum y ha
ido enriqueciéndose progresivamente con las
aportaciones del Magisterio y de la reflexión
sistemática, hasta formar lo que Juan Pablo 11
llama un «corpus» doctrinal!, o «cuerpo de
doctrina» como dice el Catecismo (n. 2422). ·
Desde el pontificado de Pio XII a dicha disciplina
se le denomina «doctrina social de la Iglesia» y su
historia está unida a los avatares sufridos por
dicha expresión. A grandes trazos podría
resumirse así: una etapa que va desde Pio XII a
Juan XXIII en la que esta expresión es aceptada
pacíficamente,
Durante las últimas décadas, incluso se podría
decir durante el último siglo, la moral social
cristiana, en su tratamiento sistemático, ha
experimientado una evolución continuada. Por
una parte ha seguido vigente el tradicional tratado
sobre la virtud de la justicia que fijaba su
atención, de modo casi exclusivo, en la justicia
conmutativa, es decir, en los deberes de justicia a
nivel interindividual, justicia que se realiza
primordialmente en los intercambios, en los
contratos
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Los Valores Morales
3. Viernes, 07 de septiembre del 2022
MORAL SOCIAL 10
Comencemos por referirnos a la conceptualización
de la "moral social" propuesta por E. M. de Hostos,
filósofo e intelectual puertorriqueño, en su Moral
Social (1888). Lo considera como la aplicación de
la ley moral a la producción y conservación del bien
social... asignando todas las normas de la naturaleza
que han producido un orden moral en beneficio de
la sociedad. Para de Hostos, se rige por la
conciencia humana como una obligación.
D. Hume, el filósofo empirista escocés, en su
campo de la teoría de la acción enfatizó que la
moral social obliga a los humanos a reducir el
orgullo, el egoísmo y la agresión hacia los demás,
asumiendo un modo cooperativo
Tales "actitudes" se funden en la más alta noción
de "honestidad", a la que accede la persona cuando
siente remordimiento por sus acciones o inacciones.
La honestidad así entendida posibilita la realización
del bien social-público. La socialización del bien es
un proceso ético que se forma cuando los agentes
sociales también son conscientes del orden
normativo moral y fáctico, lo perciben
responsablemente y con sus acciones contribuyen al
equilibrio de la comunidad.
Tres factores intervienen en la "conciencia" de la
moral social y, por tanto, en la necesaria
pragmatización: la sindéresis, la ciencia moral y el
juicio moral. Synderesis es la armonía entre
afirmación y acción; la ciencia moral es su
proyección a la luz de la razón en un contexto dado.
El juicio moral finalmente evoca en el individuo
una profunda convicción de la necesidad de actuar
"cortésmente". Esta se obtiene en tres etapas de
formación sociopolítica, que para F. Hegel son la
familia, la sociedad y el estado.
LOS VALORES
También influyen
mucho en la moral
social
Los valores constituyen un tema nuevo
en la filosofía: la disciplina que los
estudia -la
axiología- ensaya su primeros pasos
en la segunda mitad del siglo XIX. Es
cierto que algunos
valores inspiraron profundas páginas a
más de un filósofo, desde Platón en
adelante, y que la
belleza, la justicia, el bien, la santidad,
fueron temas de viva preocupación de
los pensadores
en todas las épocas.
o es menos cierto, sin embargo, que
tales preocupaciones no lograban
recortar una región propia, sino que
cada valor era estudiado aisladamente.
La belleza, por
ejemplo, interesaba por sí misma y no
como representante de una especie más
amplia.
Si bien no se ha perdido interés en el
estudio de la belleza, ésta aparece hoy
como una de
las formas de una peculiar manera de
asomarse al mundo que se llama el
valor.
Este descubrimiento es uno de los más
importantes de la filosofía reciente y
consiste, en lo fundamental, en distinguir
el ser del valer. Tanto los antiguos como
los modernos incluían, sin tener
conciencia de ello, el valor en el ser, y
medían a ambos con la misma vara. Los
intentos de axiología se dirigían, sin
excepción, a valores aislados y en
particular al bien y al mal.
El estudio de estos valores aislados
adquiere hoy nueva significación al
advertirse el hilo sutil que
los une y la proyección de luz sobre
cada uno de estos sectores que arroja
toda investigación
de conjunto sobre la naturaleza propia
del valor.
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Moralidad Social
4. viernes, 7 de octubre de 2022
MORAL SOCIAL 10
LOS VALORES
Más importantes
DE LA SOCIEDAD
Cuando se descubre una zona nueva se producen, por lo
general, dos movimientos opuestos. Uno, al que ya
aludimos, y que encabezan los más entusiastas del hallazgo,
pretende ver todo desde la nueva perspectiva, e intenta
reducir la realidad anterior a la nueva.
El agrado, el deseo, el interés,
son estados psicológicos; el valor, para estos filósofos, se reduce
a meras vivencias
En abierta oposición con esta interpretación psicologista se
constituyó una doctrina que
adquirió pronto gran significación y prestigio, y que terminó por
sostener, con Nicolai Hartmann,
que los valores son esencias, ideas platónicas. El error de esta
asimilación de los valores a las
esencias se debió en algunos pensadores a la confusión de la
irrealidad con la idealidad. La
supuesta intemporalidad del valor ha prestado un gran apoyo a la
doctrina que pretende incluir
los valores entre los objetos ideales.
En oposición a este movimiento
se origina otro que pretende
reducir lo nuevo a lo viejo.
Mientras unos sostienen que toda
la filosofía no es más que
axiología, otros se empeñan en
que los valores no constituyen
ninguna novedad, que se ha
descubierto un nombre nuevo
para
designar viejos modos del ser.
Si bien nadie ha intentado reducir
los valores a las cosas, no hay
duda que confundió a
aquéllos con los objetos
materiales que los sostienen, esto
es, con sus depositarios. La
confusión se originó en el hecho
real de que los valores no existen
por sí mismos, sino que
descansan en un depositario o
sostén que, por lo general, es de
orden corporal
¿A qué podrían reducirse los valores, según esta última
concepción? Tres eran los grandes
sectores de la realidad que habíamos señalado: las cosas, las
esencias y los estados
psicológicos. Se intentó, en primer término, reducir los valores a
los estados psicológicos. El
valor equivalente a lo que nos agrada, dijeron unos; se identifica
con lo deseado, agregaron
otros: es el objeto de nuestro interés, insistieron unos terceros.
Así, la belleza,
por ejemplo, no existe por sí sola flotando en el aire, sino que está
incorporada a algún objeto
físico: una tela, un mármol, un cuerpo humano, etc.
La necesidad de un depositario en quien
descansar, da al valor un carácter peculiar, le condena a una vida
"parasitaria", pero tal
idiosincrasia no puede justificar la confusión del sostén con lo
sostenido.
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5. Viernes, 10 de Septiembre del 2022
MORAL SOCIAL Pongán 10
El comportamiento de la sociedad muestra
muy claramente de qué está hecha. Quiero
decir que los hábitos de las personas, tanto
externos como familiares e íntimos,
corresponden a la moralidad real de las
personas que componen la sociedad. Un
ejemplo muy simple: en los centros
comerciales y varios estacionamientos hay
un lugar reservado donde se pueden
estacionar los vehículos donde el
conductor o uno de sus pasajeros tiene una
discapacidad física (desde la parálisis
hasta la vejez).
Para que se respeten, la Dirección de
Tránsito concede a esos carros una placa
especial. Es una buena disposición de las
autoridades en favor de una minoría con
problemas específicos. Sin embargo
cualquiera puede observar coches que
ocupan esos espacios de los que
descienden jóvenes fuertes. ¿Cómo
justifican su actuación?, con la placa.
Ahora sí que vale preguntarse si el espacio
era para la placa o para las personas. Y no
queda otro comentario que el siguiente: los
que utilizan así ese privilegio son
corruptos: han transformado algo bueno
en su contrario.
Actitudes como las mencionadas
demuestran que somos personas con un
gran potencial para corrompernos y
corrompernos. En otros asuntos mucho
más importantes se hace lo mismo.
Todo lo que hemos explicado se puede ver en
muchos ejemplos reales donde se le echa la
culpa y la responsabilidad a la víctima de un
delito. Así, encontramos planes de prevención
de la violencia sexual que especifican diversas
pautas que deben seguir las posibles víctimas.
Con estos se condiciona el estilo de vida de una
persona e indirectamente se dice que su estilo
de vida o elecciones provocan dichas
agresiones.
De igual manera, podemos escuchar
comentarios de representantes de diversas
profesiones que consideran la forma de vestir o
comportarse de la víctima violenta y antisocial,
por ejemplo. La sociedad considera un delito el
comportamiento de la víctima, al menos desde el
punto de vista moral. Cuando el
comportamiento de la víctima es visto como
incorrecto, el comportamiento del victimario se
normaliza (se ve como una consecuencia lógica,
aunque moralmente no lo es).
Esta teoría es un excelente indicador del
grado de moralidad pública respecto a la
violencia. Parte de la idea general de que las
personas queremos vivir en un mundo justo,
es decir, debemos creer que todo pasa por
algo, por la paz psicológica.
Asumiendo que varios delitos son producto
del azar o de la mala suerte, podemos
convertirnos en sus víctimas. En cambio, si
la atribución se hace a otra persona,
Esta teoría se basa en una dstorcion
cognitiva.
LA MORAL
SOCIAL
Ahora una nación cristiana que se permite tantas
corrupciones muestra una enorme debilidad e
inconsistencia. Bueno, lo tenemos. Si le robas
espacio a la rampa, ¿qué no harías si te diésemos
poder político? Si le quitaste la silla de ruedas a tu
suegra cuando sacaste placas para justificar
"discapacitados", ¿qué no harías como tesorero del
club, gobernador, burócrata...?
Es muy fácil hacer afirmaciones y difícil ponerse
de acuerdo. Somos un país democrático con
instituciones, una gran historia y varias culturas
milenarias; Somos un país con una enorme
capacidad para ignorar la justicia y superar a los
demás (si tenemos la oportunidad y sin
arriesgarnos). ¿Son contradictorias las frases
anteriores? Las frases están, pero los mexicanos
hemos demostrado que, como dicen hoy los
estudiantes, “nos sirve”.
Somos una nación de convicciones, pero con
cierta adaptabilidad práctica. Frase: "alguien más
me jode, mejor yo".
¿Qué nos estamos perdiendo? ¿Podemos
cambiar? Sí, y rápido. ¿Cómo? Hacer respetar la
ley, acabar con la impunidad, castigar a los
delincuentes... Incluidos los que agreden a las
personas con discapacidad.
La moral social es la conciencia de lo que es
bueno y lo que es malo, lo que se puede hacer y
lo que no se puede hacer.
Pero eso no se refleja necesariamente en las
declaraciones, sino en el comportamiento.
Digámoslo de otra manera: el 95% los mexicanos
se identifican como cristianos; El cristianismo
tiene una propuesta ética muy clara que no deja
lugar a dudas (dudas sobre los dogmas, mostrar
un orden sagrado, etc., pero no sobre la
moralidad).
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Teoría del mundo justo
6. viernes, 7 de octubre de 2022
MORAL SOCIAL 10
LA MORAL
Y LA ÉTICA
En general, estos dos términos se usan como sinónimos,
lo que en principio no causaría mucho daño. Sin
embargo, desde una perspectiva especializada, se
diferencian entre sí porque la ética es una rama de la
filosofía que pretende desarrollar modelos
transculturales de moralidad desde una perspectiva
universal. En otras palabras, la ética examina las diversas
formas en que se practica la moral y trata de
comprenderlas desde una perspectiva general. Por otro
lado, la moral es válida en un determinado contexto
sociocultural e histórico: lo que hoy consideramos
perfectamente moral no lo fue en algún momento de la
historia, y viceversa.
Los términos inmoralidad e inmoralidad o inmoralidad
e inmoralidad provienen de la moralidad misma, pero
indican opuestos específicos:
Inmoralidad. Esto es lo que se opone a un cierto
concepto de moralidad. Quien viola sus reglas se opone
a sus visiones y viola su autoridad. Por ejemplo, en
algunas tradiciones musulmanas y judías, se considera
inmoral que las mujeres muestren libremente su cabello
y, por lo tanto, se les obliga a cubrirlo con un pañuelo o
una peluca.
Inmoralidad. En cambio, es uno que simplemente no
está sujeto a cuestiones de moralidad, es decir, no
responde a la cuestión del bien y el mal. Esto no quiere
decir que sea bueno o malo, sino que puede tener o no
carácter moral según el caso y el contexto. Por ejemplo,
la ciencia y la tecnología se consideran conocimientos
amorales: pueden usarse moralmente y para el bien de
la humanidad, o pueden usarse para cometer atrocidades
y empobrecer al mundo.
La moralidad es un concepto
central en el desarrollo de la
civilización humana. Por un
lado, la sociedad siempre
requiere de un código o
conjunto de reglas para
asegurar la paz social y la
relativa armonía entre sus
ciudadanos.
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