F. Giménez Casalduero Dept. de Ciencias del Mar y Biología Aplicada, Universidad de Alicante _________________________ (publicado en el marco del Congreso Internacional de Economía Azul; +info: http://www.economiablava.es)

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La planificación integrada costera y marina
F. Giménez Casalduero
Dept. de Ciencias del Mar y Biología Aplicada, Universidad de Alicante 03690 San
Vicente del Raspeig, Alicante, Spain
Centro de Investigaciones Marinas de Santa Pola University of Alicante. 03130
Francisca.gimenez@ua.es
El litoral es un ambiente ecotonal que está compuesto por diferentes sistemas
interactivos y complejos, donde confluyen ambientes marítimos, terrestres y
fluviales. Es una zona de intensa actividad económica, pero también es una
zona de encuentro de procesos físicos, biológicos, sociales, culturales e incluso
económicos. Está situación fronteriza lo convierte en un sistema único, diverso,
dinámico y frágil. Alteraciones puntuales pueden generar reacciones en cadena
más allá del punto de origen y las condiciones ambientales del ecosistema se
verán consecuentemente alteradas (Giménez Casalduero, 2006) .
La presión de las actividades económicas en los ecosistemas marinos y
costeros, junto con la explotación intensiva y extensiva de los recursos marinos
activaron hace unas décadas la necesidad de implementar un nuevo modelo de
gestión con un enfoque integral y sostenible (Browman et al., 2004).
Los recursos costeros han sido tradicionalmente explotados y en muchos casos
sobreexplotados en el marco de las diferentes actividades económicas
(urbanísticos, desarrollo industrial, turísticos y recreativos etc.) (Ruddle et al.,
1992). Estas actividades sectoriales generan impactos en el medio marino y
costero, provocando alteraciones en la biodiversidad, degradación del paisaje
marino y de los hábitats, contaminación y pérdida de recursos naturales. Por
otra parte, la explotación sectorial provoca innumerables problemas debidos a
la competencia por el espacio de las diferentes actividades, e incluso
competencia por los propios recursos (Cuting et al., 2010).

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La falta de planificación integral marina pude provocar que el uso de los
recursos, incluso desde un enfoque de sostenibilidad, puede verse gravemente
afectado por la eventos y procesos generadores de impactos, tanto naturales
como antrópicos. Las presiones generadas por las numerosas actividades que
de manera individual podrían crear impactos insignificantes. Sin embargo,
suelen tener un efecto sinérgico entre ellas provocan graves daños
ambientales.
Cada sector económico genera presiones que a su vez, provocan impactos
concretos sobre los ecosistemas y recursos costeros y marinos, de los que
dicho sector no tiene por que verse afectado. Pero la combinación de impactos
provocados por las diferentes actividades genera graves problemas para la
sostenibilidad de los propios recursos, de los que depende la actividad,
causando conflictos entre el diferente interés sectorial. Una solución rentable
para un sector puede ser económica y ambientalmente dañina para las
necesidades de otro sector (Pörtner et al, 2022).
Otro de los posibles impactos sobre los ecosistemas marinos está relacionado
con cambios graduales (cambio climático) cuyo efecto solo es perceptible a
muy plazo o a modo de pulsos temporales y suelen tener consecuencias
dramáticas (Moore et al., 2004). También los fenómenos naturales imprevistos
de carácter catastrófico (terremotos, huracanes, etc.) y aquellos desastres de
origen antrópico (derrames de petróleo o descargas accidentales de origen
industrial), son generadores de impactos en muchos casos con carácter
irreversibles (Giménez Casalduero, 2006).
Durante las últimas décadas, las políticas basadas en aproximaciones
sectoriales, han demostrado grandes fallos a la hora de abordar, tanto los
impactos globales como la mayoría de los impactos locales generados a partir
de la explotación de los recursos marinos. Frente a este tipo de enfoques, la
gestión integrada de zonas costeras (GIZC), es la alternativa que permite
sentar las bases de un desarrollo sostenible en el litoral (Duda y El-Ashry,
2000).

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La GIZC es un proceso adaptativo de gestión de recursos para el desarrollo
sostenible en las zonas costeras. El desarrollo sostenible requiere que los
recursos costeros sean salvaguardados tanto cualitativa como
cuantitativamente, deben satisfacer las necesidades actuales y ser un
reservorio sostenible de servicios económicos y ambientales para las
generaciones futuras (Post y Lundin,1996).
La apuesta por un enfoque de gestión integrado para las zonas costeras, surgió
hace ya más de cuatro décadas, y en la actualidad se ha convertido en una
prioridad de las políticas internacionales, regionales y locales (Kearney et al.,
2007).
Entre los principios de la gestión integrada está el asumir que el área costera
es un sistema único que requiere una planificación y gestión específica. Que es
el agua el elemento que integra todos los recursos marinos y costeros
(Portman et al., 2012). Todas las acciones realizadas en la tierra o en el mar
deben estar planificadas y gestionadas de forma conjunta. Uno de los
principales objetivos debe ser la conservación de los recursos naturales, lo
cual, debe ir íntimamente relacionado con la prevención de los riesgos
naturales (Cooney, 2004). Para conseguir estos objetivos debe existir una
implicación y una coordinación en la gestión de todos los niveles
competenciales y administrativos (local, autonómico, estatal y europeo). Por
otra parte, al igual que debe aplicarse una gestión múltiple, la implicación
multisectorial es esencial para el uso sostenible de los recursos costeros. En un
enfoque de gestión integrada debe tenerse en cuenta y valorarse los usos y
modos de gestión tradicionales (De Groot, 2006).
Según autores como Klinger (2004) consideran que la GIZC es una
herramienta útil para la gestión del litoral siempre que se cumplan una serie de
requisitos como:
i) La implicación de los agentes sociales claves en el uso y gestión del
litoral, en los procesos de GIZC, es imprescindible para asegurar los

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acuerdos y búsqueda de soluciones de los retos y problemas
encontrados en la gestión sostenible de los recursos naturales
costeros;
ii) El reconocimiento por parte de todos las actores de la existencia de una
íntima interconexión entre los sistemas de aguas marinos y costeros
es básico para gestionar de manera exitosa los sistemas costeros;
iii) La deficiencia en la información necesaria para un correcto diagnóstico
y valoración de los hábitats y especies marinas es uno de los
grandes retos de la GIZC. Existen numerosas lagunas de información
que es necesario abordar, ya que la carencia de datos, modelos etc
fiables pude obstaculizar la toma de decisiones en la planificación y
gestión marina y costera;
iv) Las propuestas de planes de gestión deben incluir tanto los objetivos de
mantenimiento y/o mejora del estado de conservación de hábitats y
especies como la valoración ambiental de cada acción sobre dichos
hábitats y especies. Es importante que las propuestas vayan
acompañadas de los posibles acuerdos previos a nivel institucional y
las fuentes de financiación y compromisos financieros, para asegurar
la ejecución de las propuestas y acciones;
v) La evaluación de la eficiencia de las acciones planteadas debe estar
asociada a la identificación de indicadores tanto del estado de
conservación de hábitats y especies como indicadores de gestión.
Tras la identificación del sistema de indicadores ad hoc, habrá que
asegurar la toma de datos a través de planes de seguimiento. Las
metodologías aplicadas para las tomas de datos, periodicidad e
intensidad deben ser definidos de forma específica en base al mejor
conocimiento científico existente en cada momento y debe asegurar
que la información obtenida pueda detectar posibles cambios
debidos a las acciones aplicadas.
Por todo lo anteriormente expuesto, a modo de conclusión, el enfoque de la
GIZC debe ir asociado a una perspectiva amplia y global de la gestión,
planteando entre otras cosas soluciones a largo plazo. Debe incorporar el

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marco de gestión adaptativa que permita cambiar objetivos y acciones en
función de los resultados del seguimiento y la demostración o no de la
eficiencia y cumplimiento de los objetivos. Y todo debe basarse en estudios
específicos y un amplio conocimiento de las características locales.

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Bibliografía de referencia
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