1. La Argumentación.
Variantes y ejemplos.
Cristián Santibáñez Y.
Universidad de Concepción.
La certeza es, por así decirlo, un tono en el que se constata cómo
son las cosas; pero del tono no se sigue que uno esté justificado.
Ludwig Wittgenstein.
1. Introducción.
En contextos diversos de conversación, como el cotidiano, el académico, el laboral, etc., y en
incontables situaciones, debemos defender una apreciación, una descripción o, en el mayor de
los casos, una opinión, a través de pruebas y razones que demuestren o justifiquen lo que
decimos y hacemos. A esta actividad humana se le denomina argumentar. Aristóteles llamó
apodeixis, en directa relación con la lógica, a la actividad de demostrar, hacer ver, mostrar la
validez de nuestras proposiciones a partir de otras.
Las perspectivas y modelos lingüísticos para analizar la actividad argumental son de
variada procedencia. En este artículo se comentan cinco perspectivas para el análisis
argumental. Se comenta primero, introductoriamente, cuatro de ellas, para luego detenerse en
una, en la perspectiva de Stephen Toulmin. Se disponen sobre el diseño de Toulmin,
comentarios y desarrollos que ejemplifican el modelo.
1.1. Una entrada posible es el análisis proveniente de la lectura neorretórica (Rivano, 1999a)
o retórico-discursiva (Reale y Vitale. 1995), que tiene en los trabajos de Perelman y Olbrechts-
Tyteca (1989), Perelman (1968), y Charolles (1980), sus desarrollos principales; encontramos
en Alvarez (1996), Marafioti (1997), trabajos introductorios. Conceptos como orador, discurso,
audiencia, enunciación, adhesión, etc., son centrales para una perspectiva que concibe que
una teoría de la argumentación es:
...el estudio de las técnicas discursivas que buscan provocar o
aumentar la adhesión de una audiencia a las tesis que se presentan
para su asentimiento... (Perelman, 1968: 1).
Alvarez (1996) sintetiza buena parte de las definiciones provenientes de esta
perspectiva:
Como dice Vignaux (1976: 17) "toda argumentación es un
conjunto de razonamientos que apoyan una tesis. Es decir, hay
argumentación cuando se trata de resolver un problema. El problema
permite que se desplieguen argumentos en favor de una tesis o
contra ella". Dicho en los términos de Charolles (1980: 7) "hay
argumentación cada vez que un agente (individual o colectivo)
produce un comportamiento destinado a modificar o a reafirmar las
disposiciones de un sujeto (o conjunto de sujetos) respecto a una
tesis".
La argumentación supone, entonces, que existe un sujeto
argumentador, que pone en acción medios discursivos para provocar
2. 2
o aumentar la adhesión de una audiencia a las tesis que se
presentan para su asentimiento (Alvarez, 1996: 148-9).
Los acentos en esta perspectiva están puestos en las técnicas discursivas que utilizan
los enunciadores para posicionar un enunciado frente a una audiencia. (Comentarios críticos a
esta perspectiva encontramos en Rivano (1999a; 1999b); Atienza (1993); Alexy (1989)).
1.2. Una aproximación similar es la propuesta de Ducrot y Anscombre (1994), Ducrot (1998),
Anscombre (1998). Estos autores también incluyen, en el análisis de la argumentación, las
definiciones y herramientas generales desplegadas por la tradición retórica, bajo el concepto de
"retórica integrada" (ver Ducrot y Anscombre, 1994); sin embargo, difieren de la propuesta de
Perelman y Charolles, en tanto que el sentido argumentativo de los enunciados se concibe
como una reconstrucción semántica y se calcula a partir de la significación de las frases. La
significación de una frase está formada por un conjunto de instrucciones que señalan las
operaciones cuya realización proporcionan y producen el sentido. Estas instrucciones son
relativas a la inserción del enunciado en la dinámica del discurso. La aproximación de Ducrot y
Anscombre es unificada en lo que ellos llaman la Teoría de la Argumentación de la Lengua o
Teoría de los topoi (ver Ducrot y Anscombre, 1994). Importancia medular adquieren, bajo esta
teoría, los análisis semánticos de los nexos argumentales de los discursos, tales como los
conectores adverbiales, los modificadores desrealizantes y realizantes, y los adjetivos que
gradúan o modifican a los verbos en un enunciado, en estrecha relación al uso del léxico en la
enunciación argumentativa, como partes de las huellas de la articulación polifónica discursiva y
del encadenamiento de aprehensión argumentativa. (Ver para este último tópico Ducrot, 1998;
Anscombre, 1998; García Negroni, 1998).
1.3. Desde la óptica de la ciencia cognitiva (Horsella y Allendes, 1996), en la variante del
análisis de la inteligencia artificial o cibernética, la argumentación se enmarca en los procesos
de razonamiento mental que conciben tal capacidad como una competencia de manipulación
de símbolos, como parte del sistema cognitivo. Esta perspectiva considera la adquisición de la
lógica argumentativa, como la adquisición del lenguaje, una capacidad innata. La definición que
proponen es la siguiente: se llama argumentación a la cadena de razonamientos efectuados de
manera sistemática (Horsella y Allendes, 1996: 7). De influencia capital son los estudios del
razonamiento no-monótono (Reiter, 1978; McCarthy, 1980); la teoría de los modelos mentales
(Johson-Laird, 1983), y la propuesta semántica de Montague (1974), que unifica la sintaxis y la
semántica en un sólo modelo.
1.4. Una perspectiva diferente es la propuesta de la pragmática funcional para analizar la
argumentación. Redder (1994), Trautmann (1994) y Marquard (1994), por ejemplo, parten del
supuesto que la argumentación, o argumentar, es un tipo de patrón lingüístico. Este patrón es
una categoría del discurso, independiente de si éste es escrito u oral. Trautmann (1994),
citando a Redder, nos señala que argumentar es:
...spezifischen Form im Umgang mit vorhandenem Wissen, nämlich
in Sinne ainer Umstrukturierung von Verstehen zu eigens
analysiebaren...Es handelt sich bei einer solchen Umstrukturierung
des Vertehens nicht zuletzt um die Synchronisierung der
Bewertungen einer (Sprech-) Handlung in H und S: die
Bewertungsdivergenz soll aufgehoben werden... (Trautmann, 1994:
157).
(...una manera específica en el manejo del conocimiento existente,
en el sentido de una re-estructuración de la comprensión con fines
3. De la Argumentación … / Cristián Santibáñez Y. 3
analizables...Se trata respecto de esta reestructuración, no en último
término, de una sincronización de las evaluaciones de una acción
(lingüística) en los espacios mentales del Hablante y el Oyente: la
divergencia de evaluación debe eliminarse...)1.
En términos generales, para la perspectiva pragmática funcional, argumentar es un tipo
de patrón lingüístico llevado a cabo por un interlocutor cuando hay un problema de
entendimiento en el oyente respecto de lo que señala; esto es, el inicio del patrón de
argumentar es un problema de entendimiento, por lo que no surge de una falta de conocimiento
del oyente, sino que surge de un ordenamiento diferente de los elementos en el espacio mental
de éste, y dado a conocer de alguna forma. Este ordenamiento significa que el oyente tiene
otra evaluación del tópico en conversación. En tal sentido, argumentar es a la vez
reestructuración del entendimiento, como una sincronización de las evaluaciones en los
espacios mentales respectivos del hablante y el oyente.
1.5. Otra variante en el análisis argumental, es la diseñada por Stephen Toulmin (1958),
quien se preocupa de elaborar un modelo que desborde la perspectiva tradicional de la lógica
aristotélica, aquella que concibe las argumentaciones como la adecuación de tres premisas, de
tres entradas: premisa mayor, premisa menor, conclusión. Por el contrario, a Toulmin le
interesa trabajar con un modelo que registre los modos prácticos en que se llevan a cabo
cotidianamente las argumentaciones, las discusiones argumentativas.
Paso a detallar algunos apuntes que caracterizan la perspectiva de Toulmin, para luego
ejercitar un análisis con el modelo. Como señala Rivano (1999a), "La lógica factual es tanto una
herramienta de análisis como una herramienta para la intervención argumental. Es una
herramienta para la descripción lógica de un texto argumentativo, a la vez que es una
herramienta para montar y desmontar argumentos". Léanse en este sentido los desarrollos que
siguen; es decir, el modelo no sólo ayudará a analizar argumentaciones, sino que también
ayudará a pensar nuestros propios movimientos argumentales, cómo y desde dónde
argumentamos.
2. Apuntes sobre Lógica Factual.
Con lógica factual o lógica de hecho, Toulmin (1958) nos remite a la lógica práctica, aquella
que está ligada a la racionalidad desplegada en las esferas específicas de cada
argumentación. (Trabajos introductorios encontramos en Rivano, 1999a, 1999b; Rivano, J.
1984; Atienza, 1993; Alexy, 1989). Juan Rivano (1984), nos señala al respecto:
Conviniendo con Toulmin en que la lógica tiene que ver con los
procedimientos que empleamos para hacer valer fuera de dudas una
proposición que ha sido cuestionada, cambia significativamente la
perspectiva de la práctica lógica. Si alguien arruga el entrecejo
cuando me apoyo en los brazos de mi silla para alzarme, significando
así sus dudas sobre la proposición "Los brazos de mi silla resisten mi
peso", ¿a qué recurro por encima de todo para salir de dudas?.
Parece obvio: recurro a la racionalidad propia del mundo de las
sillas. Incluso, mi argumento puede asumir la forma de una
perplejidad elemental: "Pero, ¿qué no sabe usted lo que es una
1 Traducción Dra. Bettina Wiesmann, comunicación personal, Universidad de Concepción.
4. 4
silla?". Así se articula la lógica en las diversas esferas del
argumento: por la racionalidad que se despliega en cada esfera
(Rivano, 1984: 68).
También con Rivano, E. (1999a) apreciamos esta explicación:
En este modelo, la lógica de corte matemático es reemplazada por
una lógica práctica o fáctica, que mejor se aplica a los argumentos
así como éstos de hecho se dan y tienen curso en las
argumentaciones. El alegato real nunca es formal, sino sustancial:
las categorías del caso se rigen por los criterios específicos de
aplicación del campo argumental en curso. Por lo demás, esto
siempre ha sido así: los argumentos apelan a los criterios específicos
de las cuestiones tratadas, no a criterios universales y abstractos.
Así, por ejemplo, un juez debe determinar si es posible que un
cuerpo humano salga con vida y aparentemente sin daños luego de
una caída de 100 metros. El juez consulta a un experto. El fisiólogo
asegura al juez que aquello es imposible, que la estructura ósea del
cuerpo humano no puede resistir una caída así, etc. La categoría
"imposible" está siendo usada desde criterios específicos para el
asunto. No se trata de un imposible a secas, en abstracto. No se
trata de un imposible que se traduzca en un "lógicamente necesario
que nos ocurra". No hay nada de contradictorio en decir "cayó de
una altura de 100 metros y se paró y siguió su camino" (Rivano,
1999a: 33).
La propuesta de Toulmin reformula el silogismo tradicional de tres entradas (premisa
mayor, premisa menor, conclusión), por considerarlo ligado a un trabajo del lógico teórico, muy
poco relacionado con la práctica del razonamiento justificatorio de las aserciones que
realmente tienen lugar. Toulmin aquí señala que:
...we recognise the sources of the diviation between working logic
and logical theory... (Toulmin, 1958: 9).
Por lógica entiende Toulmin no lo que se designa como lógica matemática o formal, sino
la teoría de la justificación de aserciones y del enjuiciamiento de argumentos. Una lógica así
entendida tiene más similitud con la jurisprudencia que con las matemáticas. Así como la
jurisprudencia describe las reglas según las cuales se puede hacer valer judicialmente
pretensiones, la lógica determina las reglas según las cuales se fundamentan y rebaten
aserciones. Según Toulmin:
Logic (we may say) is generalized jurisprudence (1958: 7).
2.1. Atienza (1993) señala que el punto de partida de Toulmin es la constatación de que uno
de nuestros modos de comportamiento lo constituye la práctica de razonar, de dar razones a
otros en favor de lo que hacemos, pensamos o decimos. A partir de esto, Toulmin distingue
entre dos usos del lenguaje: un uso instrumental y un uso argumentativo. El primero se refiere
a las emisiones lingüísticas que consiguen propósitos directamente, sin necesidad de dar
razones, como cuando se da una orden; y el segundo tiene lugar cuando las emisiones
5. De la Argumentación … / Cristián Santibáñez Y. 5
lingüísticas fracasan o tienen éxito según que puedan apoyarse en razones, argumentos y/o
pruebas.
El modelo de Toulmin se caracteriza por transparentar argumentaciones a través de la
construcción de esquemas argumentales o de razones, bajo categorías específicas de análisis.
Las categorías corresponden a casilleros funcionales dentro de los esquemas argumentales, y
ellas son:
Garantías (W): principio general, premisa mayor, norma tácita, supuesto o enunciados
generales, de naturaleza formal, que permiten el paso de los datos a las conclusiones.
Apoyo o Respaldo (B): cuerpo de contenidos desde donde emanan las garantías y que nos
remite al mundo sustancial en el que encontramos investigaciones, textos, códigos, supuestos
sociales que nos permiten afirmar una garantía.
Datos (G): son de orden empírico o factual, y permiten la emergencia de una pretensión o
conclusión.
Conclusión (C): son las pretensiones, demandas o alegatos, que buscan, entre otro de sus
posibles propósitos, posicionar una acción, una perspectiva.
Cualificadores modales (Q): son construcciones lingüísticas que permiten atenuar una
pretensión.
Excepciones (R): son las condiciones de refutación que la conclusión permite.
En el modelo de Toulmin, para analizar argumentaciones, de importancia fundamental
son las categorías de apoyo y dato, las que nos remiten al mundo de los hechos. De allí lo de
lógica factual.
6. 6
Gráficamente, los casilleros pueden disponerse del siguiente modo (Atienza, M. 1993):
Fig. 1.
W
B
G Q C
R
Dada nuestra experiencia
de acuerdo con las reglas o
principios resultantes
Estas razones apoyan de una forma
cualificada
en ausencia de alguna
específica condición de refutación
general en el campo
en cuestión
la pretensión
Toulmin (1958: 105) propone, entre otros, el siguiente ejemplo:
D Q C
⇒ So, presumably, ⇒
⇑ ⇑ R
Since Unless
W A man born in Both his parents were aliens/ he has become
Bermuda will a naturalised American/......
generally be a
British subject
⇑B On account of
The following statutes and other provisions.
Harry was born
in Bermuda
Harry is a British
subject
7. De la Argumentación … / Cristián Santibáñez Y. 7
El esquema de Toulmin puede aplicarse en contextos diversos de argumentación, en
relación a tópicos también múltiples. La argumentación ocurre, entre otros, por el simple hecho
de intentar aclarar un asunto, confrontar aspectos de un asunto, llegar a una decisión sobre un
asunto, resolver un asunto, recorrer un asunto en forma dialógica, etc. (Rivano, 1999a; 1997).
La actividad argumental está allí donde tenemos esta índole de propósitos; o más bien, porque
tenemos la necesidad sistemática de aclarar nuestros propósitos en ciertos contextos, como el
académico, argumentamos. La argumentación tiene lugar allí donde debemos dar razones
respecto de alguna de nuestras actuaciones, actitudes, opiniones, aserciones, locuciones, etc.
2.2. La argumentación ocurre en un espacio de posibilidad argumental (Rivano, 1999a), y en
cada espacio encontramos campos argumentales y perspectivas. Por perspectiva argumental
podemos entender todo fenómeno vinculado a garantías alternativas para un mismo asunto
(Rivano, 1999a); y por garantía, como ya se señaló, debemos entender una norma tácita, un
supuesto del caso, un enunciado general que permite el paso de las razones a las
pretensiones, de los datos a las conclusiones (Ibid. también Atienza, 1993).
Para ilustrar los conceptos de perspectiva argumental y campo argumental, dentro de
fenómenos cotidianos, está aquel que se refiere a las razones expuestas para justificar el no
pago de una deuda. (En Rivano, 1999a, se analizan otros ejemplos desde diferentes
perspectivas y campos). Desde la perspectiva del deudor se podría argumentar lo siguiente:
"Disculpa, pero no podré pagarte este fin de mes. He tenido que cancelar cuotas a casas
comerciales". El contexto de este tipo de enunciado puede actualizarse en la escena de una
reunión entre los involucrados, la cual es concertada para efectuar dicho pago. El esquema
inferencial de tal argumento puede esbozarse del modo siguiente:
i. Una persona con deudas judiciales será excusada por una razón adecuada. (G)
Las deudas con casas comerciales es una razón de deuda judicial adecuada. (A)
Yo tengo deudas con casas comerciales que pagar cada fin de mes. (D)
Luego, seré excusado del pago de la deuda con mi amigo. (C)
La garantía o premisa mayor (i.e. "una persona con deudas judiciales será excusada por
una razón adecuada) recibe el apoyo de la solidaridad, amistad, humanidad y sentido de la
cooperación. Pero ello, desde la perspectiva del acreedor, tiene un límite. Este se encuentra en
el caso de que el acreedor sea afectado, el cual en tal caso puede incurrir en el siguiente
razonamiento:
ii. Una persona responsable ordena y coordina los gastos de fin de mes. (G)
El pago de deudas con casas comerciales es coordinable con otros gastos. (A)
Fulano no coordinó el pago de la deuda de la casa comercial con otros gastos. (D)
Por tanto, fulano no es responsable. (C)
La garantía de este esquema proviene del apoyo que surge de la definición de persona
responsable y/o ordenada, y por tanto desde un tipo de experiencia cotidiana. De este tipo de
razonamiento emerge un juicio sobre una persona.
Se puede observar que la garantía del primer esquema de razonamiento se relaciona
con el tópico "persona en deuda"; y que el tópico del segundo se relaciona con el de "persona
responsable", esto es, las perspectivas son distintas, pero ambos tienen en común el campo de
8. 8
argumentación, es decir, el expediente de garantías que define una afinidad o no entre ellas; en
este caso, desde la experiencia cotidiana a la cual este fenómeno se vincula.
Diferente es el caso en que el deudor argumenta desde un campo cosmológico (Rivano,
E. 1999), al señalar enunciados del tipo: "Siento no pagarte. Pero ¡no soy el primero que no
paga una deuda!". Es claro que aquí la razón no es de uso cotidiano (aunque no falten los que
argumentan así) para explicar el hecho, sino que se recurre a una garantía general que implica
aceptación y resignación ante faltas humanas. Se justifica el no pago apelando a una garantía
general, sin mediación de un dato explicativo. El esquema podría ser:
iii. Lo que es hábito común debe ser aceptado. (G)
Es hábito común que la gente no pague una deuda. (A)
Debemos resignarnos (aceptar, excusar, justificar) a (el) que la gente no pague sus deudas. (C)
3. Ejemplos. Variantes en el análisis.
El modelo propuesto por Toulmin (1958), entonces, ayuda a analizar alegatos, disputas
sobre un asunto. Se puede argumentar sobre un asunto desde distintos campos y con
diferentes perspectivas. Esto dependerá tanto de la riqueza del tópico de debate, como de la
destreza argumental del "tipo humano" que la lleva a cabo. Para ejemplificar, hemos elegido un
corpus proveniente del discurso periodístico. Nuestro objeto de análisis corresponde a tres
artículos publicados en el períodico El Mercurio por Carlos Catalán, sobre el tópico Televisión.
Los artículos son La Televisión: Razones de una Buena Nota, del 24 de Noviembre de 1996;
Diana, o lo público y privado en la TV, del 28 de Septiembre 1997; Televisión y familia. Una
alianza en crisis, del 18 de Enero de 1998.
El objetivo central es observar en uso el esquema propuesto por Toulmin (1958) para
describir y analizar argumentos, y revisar los tipos de apoyos, garantías, el paso a una
conclusión específica y el desplazamiento de perspectivas y campos argumentales que se
utilizan para posicionar una opinión y/o diagnóstico, en este caso, sobre el papel que cumple la
televisión. En otras palabras, observar en actividad una de las herramientas existentes para
analizar discursos, textos, discusiones, diálogos, expresiones, etc., que defienden posiciones,
buscan persuadir, convencer, alegar, reclamar, sentenciar, declarar, etc.
Los esquemas de razones que siguen léanse así: Dato para la conclusión, garantía
(recobrada para el análisis), apoyo (recobrado para el análisis).
3.1. Del artículo La Televisión: Razones de una Buena Nota (El Mercurio, 24 de
Noviembre de 1996), leemos:
...Según proyecciones, una persona nacida 1990, cuando cumpla sesenta años en el
2050, habrá estado expuesta a la pantalla alrededor de 70 mil horas, mientras que habrá
cursado estudios durante 30 mil horas y habrá dedicado a la vida laboral unas 65 mil horas. En
otras palabras, ver televisión es una de las principales, sino la principal actividad, que realizan
despiertas las personas en las sociedades de fin de siglo.
Todo lo anterior explica que entre el ciudadano y la televisión se haya ido urdiendo una
trama de vínculos verdaderamente inédita en nuestra cultura.
Una entrada a las dimensiones argumentales implicadas en esta cita, la proporciona el
siguiente esquema de análisis:
9. De la Argumentación … / Cristián Santibáñez Y. 9
Argumento I
Esquema argumental:
Garantía: Toda persona que ocupa su mayor parte del tiempo en una actividad,
tendrá como principal aquella actividad.
Apoyo:
Supuesto de la cantidad: a mayor cantidad mayor importancia.
Dato:
una persona nacida 1990, cuando cumpla sesenta años en el 2050,
habrá estado expuesta a la pantalla alrededor de 70 mil horas,
mientras que habrá cursado estudios durante 30 mil horas y habrá
dedicado a la vida laboral unas 65 mil horas
Conclusión:
En otras palabras, ver televisión es una de las principales, sino la
principal actividad de las personas de las próximas décadas.
Aquí las condiciones de importancia de una actividad humana las suministra una
perspectiva argumental respaldada por la fuerza de la categoría estadística. Quien se introduce
por este análisis, puede preguntar: ¿la exposición frente a la televisión nos indica la asimilación
o el tipo de relación que tenemos con ella?.
La siguiente parte del artículo incursiona en otro campo argumental, desde una
perspectiva argumental que pone en escena otro tipo de garantías; leamos este pasaje:
Sin minimizar este tipo de consideraciones, creemos que existen otras motivaciones que
explican con mayor pertinencia y profundidad la disposición y sensibilidad de los ciudadanos a
evaluar positivamente la televisión. Y es que, en rigor, tales motivaciones tienen que ver no
tanto con los contenidos de los programas, sino más bien con el rol y significación que ha
alcanzado la televisión en la trama de la cultura contemporánea. La amplia y acuciosa literatura
especializada que se ha ido acumulando en torno al fenómeno televisivo contemporáneo nos
entregan valiosas pistas para identificar y comprender las razones que determinan en las
personas una positiva evaluación de la televisión.
Por lo pronto, tales análisis destacan el carácter y función de la televisión como
proveedora inagotable de imágenes, en el contexto de una sociedad que, en el decir de Susan
Sontag, ha llegado a ser "moderna" en la medida en que una de sus actividades principales es
precisamente la de producir y consumir imágenes. Desde el momento en que las imágenes
dejan de ser un mero duplicado del original y se constituyen en sustitutos de la experiencia y en
configuradoras de realidad, ellas se vuelven indispensables para la salud de la economía, la
estabilidad de la política y la búsqueda de la felicidad privada. Amparada en el poder de las
imágenes, la televisión accede así al centro de la vida colectiva, universalizando su demanda, y
tornándolas imprescindibles para el funcionamiento de la sociedad.
La cita trae varias propuestas argumentales. Destaquemos, primero, la siguiente:
Argumento II. Argumento Principal.
1º Esquema Argumental.
10. 10
Garantía: Norma tácita: Todo lo que logra proveer estabilidad y felicidad a la
humanidad, se vuelve indispensable
Apoyo:
Tipo de experiencia cultural, devenida en supuesto social.
Dato:
Los análisis destacan el carácter y función de la televisión como
proveedora inagotable de imágenes que constituyen sustitutos de la
experiencia y son configuradoras de realidad
Conclusión:
Por lo tanto, la televisión y sus imágenes, como quienes las producen, se
vuelven indispensables para la salud de la economía, la estabilidad de la
política y la búsqueda de la felicidad privada en la sociedad moderna
En esta propuesta, como se observa, existe un cambio de perspectiva argumental. Es
una perspectiva alternativa; se relaciona con el tópico "experiencia cultural significativa". A
diferencia del primer argumento donde el tópico de la perspectiva se vinculaba con la
importancia del registro estadístico de la exposición frente al televisor (mientras más horas,
más importante y principal la actividad televisiva), en este argumento asistimos a la valoración
de razones provenientes de la reflexión cualitativa. El giro hacia esta perspectiva argumental lo
señala la marca atenuadora del primer enunciado del párrafo citado:
Cualificador modal: Sin minimizar este tipo de consideraciones, creemos que existen
otras motivaciones que explican con mayor pertinencia y
profundidad la disposición y sensibilidad de los ciudadanos a
evaluar positivamente la televisión.
En el mismo sentido, el argumento secundario (o microargumento), que se desprende
del principal (o macro), característica recursiva del modelo analítico de Toulmin, justifica,
respalda o complementa la línea argumentativa de posicionar la lectura "significado cultural" de
la televisión, sobre la base de las construcciones simbólicas que las audiencias hacen a partir
de lo que representa y entrega este medio de comunicación en el mundo contemporáneo. En el
argumento secundario, la conclusión del principal puede pasar a ser garantía, esto es, norma
como sentencia legitimada en la discusión, o dato, como elemento de la experiencia
compartida. Veamos:
Argumento Secundario.
2º Esquema Argumental
Garantía: Todo lo que coopera con la estabilidad, la felicidad o tranquilidad económica,
es indispensable.
Apoyo:
Supuesto cultural, aplicado a la lógica del medio técnico.
Dato:
La televisión y sus imágenes se vuelven indispensables para la salud de la
economía, la estabilidad de la política y la búsqueda de la felicidad privada en
la sociedad moderna
Conclusión:
Por lo tanto, la televisión es imprescindible para el funcionamiento de la
sociedad.
En el argumento secundario observamos que el campo de argumentación se mantiene.
Es decir, existe una afinidad entre las garantías expuestas tanto en el argumento principal
como el secundario. Se defiende la importancia de la televisión sobre la base de razones
11. De la Argumentación … / Cristián Santibáñez Y. 11
culturales. La perspectiva argumental también sigue la misma línea. El origen de la garantía del
argumento secundario sigue el derrotero del principal sobre la base de la adecuación vía
fórmulas conectivas como la siguiente locución proposicional: [Desde el momento en que...]
3.2. Del artículo Diana, o lo Público y Privado en la TV (El Mercurio, Domingo 28 de
septiembre de 1997), leemos.
Con un Hyde Park atestado por una multitud doliente que lloraba a su princesa,
mientras escuchaba los sones de "Candle in the Wind" entonado por Elton John, a la vez
seguía colectivamente en pantallas gigantes el conmovedor rito fúnebre de una mujer cuyas
desventuras había seguido por más de 15 años en las pantallas más pequeñas de sus
hogares. Tal multitud no estaba sola. Más de dos mil quinientos millones de personas se
sumaban a ese gigantesco ritual desde los más remotos puntos del planeta contemplando
estremecidos las conmovedoras imágenes del adiós a Diana. Con esto, una vez más, la
televisión demostraba que su acción no se limita sólo al ámbito de lo privado, sino que también
sigue siendo un poderoso medio articulador de la vida pública.
La televisión no sólo sustituye a la plaza, sino también nos hace -como antes- acudir a
ella.
Rescatemos el siguiente argumento:
Argumento I.
Garantía: Todo medio que contribuye a la participación masiva en un evento articula
vida pública
Apoyo:
Supuesto o prejuicio cultural de la cantidad: a mayor cantidad de personas
que participan a través de un medio, mayor cantidad y mayor importancia de
las funciones de éste.
Dato:
Más de dos mil quinientos millones de personas se sumaban a ese
gigantesco ritual (la muerte de Diana) desde los más remotos puntos del
planeta contemplando estremecidos las conmovedoras imágenes del adiós
a Diana
Conclusión:
Con esto se demuestra que la acción de la televisión no se limita sólo al
ámbito de lo privado, sino que también sigue siendo un poderoso medio
articulador de la vida pública.
El esquema de razones expuesto se inscribe en el campo argumental de la
especulación teórica en torno al tema, sobre la base de la lógica del comportamiento de los
medios y sobre el comportamiento e importancia de la televisión en particular. La perspectiva
argumental se vincula al enfoque de las funciones que el medio tiene.
Con este tipo de esquema argumental se intenta demostrar que el límite entre lo público
y lo privado, mediado por la televisión, tiene una nueva significación.
Veamos un nuevo argumento del artículo que incursiona en algo similar:
Son las nuevas tecnologías de la comunicación las que posibilitan esta intromisión de lo
público en lo privado, en la medida en que permiten recoger, procesar y difundir información de
las personas no sólo sin su autorización, sino también sin su conocimiento.
12. 12
De ahí que uno de los grandes "issues" de discusión de la agenda mediática sea el
derecho a la privacidad, y su compatibilidad con la demanda de las sociedades democráticas a
estar adecuadamente informadas. Al respecto, es elocuente que dos personalidades tan
relevantes, vinculadas al escenario mediático, como Bill Gates y Nicholas Negroponte, al ser
requeridos sobre el principal problema que debía enfrentar la sociedad de la información, hayan
tenido una misma respuesta: "the privacy".
El esquema de razones puede ser el siguiente:
Argumento II.
Garantía: Lo que es dicho por personas influyentes en un contexto, se convierte en un eje
de discusión en dicho contexto (norma tácita)
Apoyo:
Lógica de la autoridad intelectual y/o económica (supuesto social)
Dato:
Las nuevas tecnologías posibilitan la intromisión de lo público en lo privado, en la
medida en que recogen, procesan y difunden información de las personas sin
autorización.
Conclusión:
De ahí que uno de los grandes "issues" de discusión de la agenda mediática sea
el derecho a la privacidad, y su compatibilidad con la demanda de las sociedades
democráticas a estar adecuadamente informadas. Tal como lo señalan Bill Gates
y Nicholas Negroponte.
Aquí estamos en presencia de un esquema justificatorio (ver Rivano, 1999a) para
posicionar una conclusión o pretensión. Tal conclusión nos mantiene, aparentemente, en el
campo argumental de razones especulativas sobre el tópico, el que se vincularía con la
preocupación por la resignificación de los límites entre lo público y privado expuesto a través de
un medio de comunicación.
En este argumento la garantía se vincula a criterios de autoridad social concedida a
personas que orientan discusión. Caben aquí todos los supuestos sociales relacionados con el
poder, el prestigio, la fama, la experiencia.
3.3. Del artículo Televisión y Familia: Una Alianza en Crisis (El Mercurio, Domingo 18 de
Enero de 1998).
En este artículo se resume buena parte de los argumentos esgrimidos en los artículos
anteriores para demostrar la importancia de la televisión y el papel que juega en la cultura
contemporánea (se repiten algunas perspectivas dentro de campos ya analizados).
El tópico que trabaja el columnista en este artículo es el de la relación existente entre la
televisión y la familia, una de las organizaciones fundamentales de nuestra cultura. Se sostiene
que la centralidad de la televisión en la cultura contemporánea se manifiesta por ser una de las
actividades principales de las personas (bajo el criterio de la fuerza estadística), por prestar
servicios fundamentales a la sociedad respecto de funciones como el entretenimiento y la
información, y por constituirse en punto de reunión para la familia (permite salir a la realidad
externa desde el núcleo familiar, permite debatir temas también dentro de tal núcleo). Tal
centralidad suscitaría una alianza implícita entre familia y televisión.
Sin embargo, esta última consideración, en el artículo, se relativiza a partir de dos
criterios: cuando los contenidos y programas no satisfacen los gustos, demandas y
13. De la Argumentación … / Cristián Santibáñez Y. 13
sensibilidades de todos los miembros de la familia; y cuando irrumpe una oferta plural de
contenidos y programas que permite un consumo individual de dicha programación.
Insatisfacción, por un lado, y segmentación, por el otro. Con esto la alianza comenzaría a
resquebrajarse. Leamos el siguiente pasaje:
De partida, uno de los factores que impacta negativamente sobre la tradicional
experiencia familiar de ver televisión, está asociado a los cambios tecnológicos operados en
este medio. La irrupción de la televisión por cable y satelital con su amplia oferta de canales
temáticos y de programación para los más diversos gustos e intereses, estimula y exacerba el
consumo individual. Ante ésto, cada día es más difícil ponerse de acuerdo en qué programa ver
dentro del grupo familiar. Esta tendencia al consumo individual de televisión, se ve acentuada
por la tendencia a dos y tres televisores en el hogar. En este contexto, la escena de los años
sesenta y setenta, de la familia reunida en semicírculo en el living del hogar, viendo y
comentando un programa o película, es cada vez más infrecuente. Cada día más, se extiende
la práctica de ver en solitario en el dormitorio, el programa que a cada uno más le place.
Una lectura posible es la siguiente:
Argumento I.
Garantía: Todo consumo individual de televisión dificulta el consumo familiar o
grupal (norma tácita)
Dato:
Hay irrupción de la televisión por cable y satelital con amplia oferta de
canales temáticos y de programación
Conclusión:
La Televisión estimula y exacerba el consumo individual de televisión.
Por tanto, es más difícil ponerse de acuerdo en qué programa ver dentro
del grupo familiar
El apoyo proviene del supuesto social (o experiencia social) de la incompatibilidad entre
consumo individual y vida colectiva. Este tipo de preocupación por la relación entre familia y
televisión se constata, pero a la vez cambia con la fórmula conectiva y cualificador modal, en el
siguiente razonamiento del columnista:
Pese a este adverso paisaje para la práctica de ver televisión en familia, es necesario
consignar como contrapartida que dicha práctica gozó y goza todavía de un profundo arraigo en
las personas y que tiende a activarse cuando las circunstancias y los programas así lo
permiten. Esto lo demuestran los altos ratings y, sobre todo, los positivos comentarios que
suscitan en padres e hijos los programas de carácter familiar, tal como lo evidencian los
estudios cualitativos de audiencias. La familia tiene necesidad de reunirse para compartir
vivencias tan elementales como son la información y entretenerse en conjunto.
Cualificador modal: Pese a este adverso paisaje.
Garantía: Lo que un estudio da a conocer como un hecho importante, supone que tal
hecho es la tendencia (principio general).
Apoyo:
Supuesto de la relevancia de la investigación científica (mundo substancial
de la investigación)
Dato:
Altos ratings y positivos comentarios a determinados programas que se
obtienen a través de estudios
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Conclusión:
Demuestran que los programas destinados al grupo familiar son acogidos
como tales
El cualificador modal introduce al lector a una reconsideración del diagnóstico previo -el
argumento anterior-. Con ello se busca afirmar, como una de las hipótesis y pretensiones
principales, que la alianza entre televisión y familia se activará siempre y cuando la primera
entre los aliados así lo permita. Acá, aparece como supuesto el que la familia tiene una
organización esencial y no cambia con el tiempo, y que los artefactos que la circundan no son
parte de tal organización. No nos detendremos en estos puntos. Interesa la estructuración
formal del argumento. La garantía procede con la licencia para instalar la pretensión global, e
implicada en la conclusión particular de este argumento, que toda vez que exista satisfacción a
la demanda familiar por parte de la programación televisiva, la familia consumirá como tal dicho
contenido del programa.
Desde una perspectiva escéptica cabe dudar respecto del modo en que se obtienen los
resultados en una investigación. No obstante, las disputas se inscriben en contextos que
permiten determinados modos de llevarla acabo. En un coloquio académico la arremetida del
escéptico tendría cabida. Los desplazamientos en los campos y perspectiva argumentales,
emergerán de acuerdo a las necesidades de posicionar una pretensión, aclarar un tópico
específico sobre el tema en general, o determinar los ángulos desde los cuales se puede hablar
de un asunto.
4. Comentarios finales: Tipo Humano.
Para concluir, se trabaja el concepto "Tipo humano" para aludir a la característica
argumental con la cual un sujeto posiciona, enuncia, una pretensión. (Para el concepto ver
Rivano, 1999a). Si el análisis de la actividad argumental permite observar el movimiento entre
campos y perspectivas alternativas de un asunto, ello contribuye, entonces, a identificar el tipo
humano que argumenta en un espacio. En tal sentido, la argumentación también es una
destreza comunicacional del individuo para establecer sus puntos de vista.
Existirán así quienes cambiarán de campo argumental según la audiencia a la cual le
dirigen la argumentación; están aquellos que se identifican con cualquier perspectiva -el
sofista-; los que se ubican siempre en perspectivas alternativas a la propuesta inicialmente -el
dialéctico-; aquellos que no cambian nunca de perspectiva -el dogmático-; los que cambian de
perspectiva según ciertas condiciones; etc.
Para el caso de nuestro objeto de análisis, las argumentaciones del columnista que
suscribe los artículos sobre el tópico, el trabajo permite sostener que se trata, por un lado, de
aquel tipo humano que cambia de campo argumental según las posibilidades de perspectiva
argumental que el tema amerita para agotar sus derroteros, y del tipo humano que aduce
perspectivas según la audiencia a la cual se dirige y de la cual depende -línea editorial-, por
otro. El tipo humano acá, como estratega, se mueve en perspectivas según la pertinencia de
éstas para obtener la meta del caso, posicionar, en lo fundamental, las nuevas perspectivas de
análisis en torno a las miradas, correctas, sobre la televisión.
Por otro lado, también interesa mencionar elementos con efectos retóricos como el
siguiente (ver aquí Perelman, 1968):
15. De la Argumentación … / Cristián Santibáñez Y. 15
Domingo 24, Noviembre 1996.
La Televisión: Razones de una Buena Nota.
• Inauguramos en esta ocasión una nueva columna dedicada al análisis y comentario sobre los medios de
comunicación y su impacto social en los diversos grupos consumidores.
• El protagonismo de la televisión no pasa necesariamente por los contenidos de su programación, sino por su
eficacia como medio configurador de nuestra existencia individual y colectiva.
Carlos Catalán es Licenciado en Sociología de la U.
Católica, Doctor en la Universitá degli Studi di Roma,
profesor investigador de la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales (FLACSO), Asesor de la División
de Estudios, Supervisión y Fomento del Consejo
Nacional de Televisión, docente en las Universidades
Católica y Diego Portales, y es autor de varios libros y
publicaciones sobre temas de cultura y Televisión.
Con este tipo de recursos se posiciona al autor de la columna y se valida la pertinencia
de la discusión en el diario. Por un lado tenemos que los argumentos que desde ahora se
enuncian provienen de un experto y se inscriben en aquellos argumentos definidos por
autoridad, vale decir, argumentos que remiten al prestigio de una persona (la presentación del
columnista); y por otro lado tenemos la técnica argumentativa de fundar la estructura de la
realidad a través de la generalización de un modelo, en este caso, el uso sistemático de la
columna de opinión en un diario, para guiar la opinión en el debate o en el análisis del tópico.
Tenemos un tipo humano, visto de la óptica factual -versión Toulmin- que se caracteriza
por utilizar tantos movimientos en los campos y perspectivas argumentales como así lo amerite
el tópico; y tenemos, desde la óptica retórica -versión Perelman-, un tipo humano identificado
como experto. Las alternativas no son muchas para el lector no iniciado en el tema, lo más
probable es que sea convencido.
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