Este material explica la definición y tipos de Textos Literarios y Textos No Literarios, elaborado especialmente para los alumnos de la Universidad Técnica Nacional de la República de Costa Rica.
3. Viene del latín textus: conjunto coherente de enunciados, ya sean
escritos u orales. Se trata de una composición de signos que está
codificada en un sistema y que forma una unidad de sentido.
El texto tiene intención comunicativa, a través de sus signos, busca
transmitir un cierto mensaje que adquiere sentido de acuerdo al
contexto.
La extensión del texto es muy variable, desde unas pocas palabras
hasta millones de ellas.
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Concepto de texto
7. Características de texto
Entre las características de un texto, se encuentran la coherencia (las distintas ideas que
presenta deben contribuir a la creación de una idea general), la cohesión (todas las
secuencias de significado tienen que estar relacionadas entre sí) y la adecuación (debe
estar en condiciones de llegar a su lector ideal).
Los textos, por otra parte, guardan relación con otros textos para generar sentido. Esto
quiere decir que un texto siempre es interpretado a través de un marco de referencia,
llamado intertexto.
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8. Concepto de Texto Literario
“Son textos que privilegian el mensaje por el mensaje mismo. En el proceso de construcción de
los textos literarios el escritor se detiene en la escritura misma, juega con los recursos
lingüísticos, trasgrediendo con frecuencia las reglas del lenguaje para liberar su imaginación y
fantasía en la creación de mundos ficticios.
A diferencia de los textos informativos, en los cuales se transparenta el referente, los textos
literarios son opacos, no explícitos, con muchos vacios… ¿Por qué? Porque son los lectores los
que deben unir todas las piezas en juego: la trama, los personajes y el lenguaje. Tienen que
llenar la información que falta para construir el sentido haciendo interpretaciones congruentes
con el texto y con sus conocimientos previos del mundo.
Los textos literarios exigen que el lector comparta el juego de la imaginación para captar el
sentido de cosas no dichas, de acciones inexplicables, de sentimientos inexpresados”.
(Del libro “La escuela y los textos” de Ana María Kaufman y María Elena Rodríguez. 1993)
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9. ¿Qué es literatura?
Autor Lector /
Receptor
Obra
Literaria
Crea Lee
Escucha
Ve
Contenido: Refleja la
visión de mundo del
autor
Lenguaje: el autor
pretende crear un
lenguaje bello y
expresivo
10. Características del texto literario
a. Originalidad. El lenguaje literario es un acto de creación consciente de un emisor con
voluntad de originalidad. El lenguaje literario debe ser inédito, extraño, siempre original.
b. Voluntad artística. Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es decir, intentando crear
una obra de arte. Existe una finalidad estética.
c. Especial intención comunicativa. Este lenguaje no tiene una finalidad práctica, sino estética.
d. Desviación: Llamamos así a la "recurrencia" o repetición en un texto breve de unidades
lingüísticas de cualquiera de los niveles, es decir, aparición estadísticamente superior de una
unidad determinada si la comparamos con su frecuencia de aparición en el lenguaje "normal".
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11. 11
e. Lo connotativo. Es un lenguaje esencialmente connotativo. Se utiliza un lenguaje abierto a la evocación y a
la sugerencia a través de los significados secundarios de las palabras: además es posible provocar nuevas
connotaciones, propias de cada lector, de cada autor o de cada época en que se recree, al leerlo. En este
sentido, hablamos de plurisignificación.
f. Mundo propio. El mensaje crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de corresponder
necesariamente con la realidad exterior. El lector no conoce el contexto hasta que lee.
g. Importancia del significante. En un mensaje literario, el significante puede estar motivado: musicalidad,
aliteraciones, simbolismos fónicos... En general, podemos hablar de la importancia de la forma.
h. La función poética. El lenguaje desempeña una función estética o poética cuando llama la atención sobre sí
mismo, sobre la manera de decir las cosas. El texto literario se caracteriza por la especial atención que recibe el
mensaje.
12. ¿Cómo determinar los Textos No Literarios?
Para determinar que un texto es no literario, se evalúa si la principal función del
lenguaje es la poética. En caso de que no lo sea es con certeza un texto no literario.
Los textos no literarios más habituales son los científicos, administrativos, jurídicos,
periodísticos, humanísticos, publicitarios y digitales.
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17. Análisis Comparativo
Es importante conocer las obras literarias antes de realizar un análisis
literario.
Para comparar varias obras es necesario determinar un elemento
comparativo que esté presente en las mismas.
Luego, considerar las ideas que se generan de esa comparación, pues
como son obras diferentes resultarán propuestas diversas entre sí, pero
manteniendo el hilo temático que los une.
De esta manera se pueden comparar obras de diferentes géneros.
18. Gustavo Adolfo Bécquer
Poema XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?
21. Canción: Un ramito de violetas
De la cantautoraespañola Evangelina Sobredo Galanes (Cecilia),publicado en 1975
Era feliz en su matrimonio
Aunque su marido era el mismo
demonio
Tenía el hombre un poco de mal
genio
Y ella se quejaba de que nunca fue
tierno
Desde hace ya más de tres años
Recibe cartas de un extraño
Cartas llenas de poesía
Que le han devuelto la alegría
Quien la escribía versos dime quien
era
Quien la mandaba flores por
primavera
Quien cada nueve de noviembre
Como siempre sin tarjeta
La mandaba un ramito de violetas
A veces sueña y se imagina
Cómo será aquel que tanto la estima
Sería un hombre más fiel de pelo
cano
Sonrisa abierta y ternura en las
manos
No sabe quien sufre en silencio
Quien puede ser su amor secreto
Y vive así de día en día
Con la ilusión de ser querida
Quien la escribía versos dime era
Quien la mandaba flores por
primavera
Quien cada nueve de noviembre
Como siempre sin tarjeta
La mandaba un ramito de violetas
Y cada tarde al volver su esposo
Cansado del trabajo la mira de reojo
No dice nada porque lo sabe todo
Sabe que es feliz, así de cualquier
modo
Porque él es quién le escribe versos
Él, su amante, su amor secreto
Y ella que no sabe nada
Mira a su marido y luego calla
Quien la escribía versos dime quien
era
Quien la mandaba flores por
primavera
Quien cada nueve de noviembre
Como siempre sin tarjeta
La mandaba un ramito de violetas
22. Intertextualidad
La intertextualidad es la relación de proximidad que se establece entre
textos con una referencia explícita (literal o alusiva, o no) o la apelación a
un género, a un arquetipo textual o a una formula imprecisa o anónima.
Este concepto tiene su germen en las teorías desarrollaras por Mijail Bajtín.
También está relacionada con la semiótica y sus distintos autores.
Según las teorías de la intertextualidad podemos encontrarnos con tres
tipos:
- Intertextualidad general: entre textos de varios autores.
- Intertextualidad restringida: entre textos de un solo autor.
- Intertextualidad autárquica: de un texto consigo mismo.
23. Intertextualidad
"Es necesario tomar en
consideración el peso
psicológico que tienen en la
vida las palabras de los otros
sobre nosotros, y la importancia
que tiene para nosotros el modo
en que entendemos e
interpretamos esas palabras de
los otros“. Mijaíl Bajtín
24. Intertextualidad
Bajtín explica que la base del concepto "intertextualidad" es
el carácter dialógico.
Bajtín nos habla de fuerzas centrípetas de la vida del
lenguaje que actúan dentro de un plurilingüismo efectivo.
El discurso literario no es un todo autónomo y cerrado sino
un diálogo entre voces y el lector no es un ser pasivo sino
que se convierte en un oyente activo.
25. Intertextualidad
Julia Kristeva se basó en las teorías del filólogo ruso para
crear dicho término.
"Tout texte se construit comme une mosaïque de citations,
tout texte est absortion et transformation d'un autre texte“.
(Todo texto se construye como un mosaico de citas, todo
texto es absorción y transformación de otro texto).
26. TIPOS DE INTERTEXTUALIDAD
1. Intratextualidad: Relaciones entre textos producidos por el mismo autor. El autor
se imita a sí mismo en otro pasaje, como por ejemplo Garcilaso imita su soneto
tercero en su égloga tercera:
Soneto III
A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;ç
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que al oro escurecían.
De áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros, que aún bullendo ‘staban,
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!
Égloga tercera:
Dafne, con el cabello suelto al viento,
sin perdonar al blanco pie corría
por áspero camino tan sin tiento
que Apolo en la pintura parecía
que, porque ella templase el movimiento,
con menos ligereza la seguía;
él va siguiendo, y ella huye como
quien siente al pecho el odïoso plomo.
Mas a la fin los brazos le crecían
y en sendos ramos vueltos se mostraban;
y los cabellos, que vencer solían
al oro fino, en hojas se tornaban;
en torcidas raíces s’extendían
los blancos pies y en tierra se hincaban;
llora el amante y busca el ser primero,
besando y abrazando aquel madero…
27. 2. Extratextualidad: Relaciones entre los textos producidos por un autor y los textos
producidos por otro. Por ejemplo, entre el Cántico espiritual y La noche oscura del
alma de San Juan de la Cruz y el Cantar de los cantares del Antiguo Testamento:
En una noche escura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.
A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que naide me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía,
sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guiaba
más cierto que la luz de mediodía
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme
el rostro recliné sobre el amado;
cesó todo, y dejéme
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
San Juan de la Cruz
28. Cantar de los cantares, cap. III:
Por las noches busqué en mi lecho al que
ama mi alma;
lo busqué, y no lo hallé.
Y dije: “Me levantaré ahora, y rodearé por la
ciudad;
por las calles y por las plazas
buscaré al que ama mi alma”.
Lo busqué, y no lo hallé.
Me hallaron los guardas que rondan la
ciudad,
y les dije: “¿Habéis visto al que ama mi
alma?”
Apenas hube pasado de ellos un poco,
hallé luego al que ama mi alma;
lo así, y no lo dejé,
hasta que lo metí en casa de mi madre,
y en la cámara de la que me dio a luz.
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén,
por los corzos y por las ciervas del campo,
que no despertéis ni hagáis velar al amor,
hasta que quiera el cortejo de bodas
¿Quién es ésta que sube del desierto como
columna de humo,
sahumada de mirra y de incienso
y de todo polvo aromático?
He aquí es la litera de Salomón;
sesenta valientes la rodean,
de los fuertes de Israel.
Todos ellos tienen espadas, diestros en la
guerra;
cada uno su espada sobre su muslo,
por los temores de la noche.
El rey Salomón se hizo una carroza
de madera del Líbano.
Hizo sus columnas de plata,
su respaldo de oro,
su asiento de grana,
su interior recamado de amor
por las doncellas de Jerusalén.
Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey
Salomón
con la corona con que le coronó su madre
en el día de su desposorio,
y el día del gozo de su corazón.
29. 3. Interdiscursividad, según Cesare Segre, o intermedialidad,
según Heinrich F. Plett, es una relación semiológica entre un texto
literario y otras artes (pintura, música, cine, canción etcétera).
4. Metatextualidad es la relación crítica que tiene un texto con otro.
Es decir: la relación que un texto mantiene con otro que habla de él,
esto es, la relación crítica. Así, por ejemplo, los comentarios de
Clemencín al Quijote de Cervantes, las notas de Rúa a las obras de
Guevara, los comentarios del Brocense y de Herrera a Garcilaso y los de
gran número de autores a Góngora.
30. TIPOS DE INTERTEXTUALIDAD
5. Paratextualidad es, según Genette, la relación de un texto con otros textos de
su periferia textual: títulos, subtítulos, capítulos desechados, prólogos, epílogos,
notas al margen, presentaciones...
6. Architextualidad la relación genérica o género literario: la que emparenta
textos en función de sus características comunes en géneros literarios,
subgéneros y clases de textos.
Es decir, en la que se engloban los textos: tipos de discurso, modos de
enunciación, géneros literarios, entre otros.
31. 7. Hipertextualidad, según Genette "toda relación que une un texto B (que
llamaré hipertexto) a un texto anterior A (que llamaré hipotexto) en el que se
inserta de una manera que no es la del comentario".
Por ejemplo, la transformación de un texto anterior o la imitación estilística. Así,
por ejemplo, la Odisea de Homero es el hipotexto de los seis primeros libros de
la Eneida de Virgilio, y la Iliada de los seis últimos.
8. Hipotextualidad, inversamente, según Genette, "toda relación que une un texto
A (que llamará hipotexto) a un texto posterior B en el que se inserta de un modo
que no es el comentario".
* Tomado de: Romera, Ángel. Retórica. Manual de Retórica y recursos estilísticos. Consultado en :
http://retorica.librodenotas.com/?q=interdiscursividad.
39. Figura femenina: Penélope
Características
Dependiente de su marido, familia y la sociedad.
Sumisa ante las decisiones masculinas.
No puede tomar decisiones.
Paciente ante el regreso de su marido.
Debe cuidar su casa hasta que su marido regrese.
Mantener la imagen de esposa, ante la sociedad y su
familia.
Cuidar a su hijo y criarlo
Siempre debe comportarse como fiel, abnegada,
cumplida y feliz.
Guarda la imagen de esposo ideal.
40. Figura masculina: Odiseo
Características
Hombre muy astuto, ingenioso y calculador.
Tenía la protección de Atenea.
Protegía y apreciaba a sus combatientes.
Hacía lo que pensaba.
Tenía el poder de decisión.
Su esposa es una reina y él heredó su reino.
Poseía gran poder de convencimiento.
Las relaciones amorosas que mantenía se
justificaban por el destino que debía cumplir.
Héroe de la Guerra de Troya.
41. Marta Rojas Porras
Penélope
Si hay que decir adiós, se
dice
Si hay que llorar, se llora
¡Todo tiene su tiempo!
Hoy
con la aguja de mi reloj
con las puntadas del
esfuerzo
el amor
los besos
con el hilo vivido
tejo
¡Este es mi tiempo!
Mañana
con las mismas agujas
con las mismas puntadas
con el mismo hilo
con toda mi voluntad
mi pericia y mi cuidado
tal vez, como Penélope,
desteja.
Tomado en: Poemario: La
sonrisa de Penélope y la
costumbre del adiós
42. Claribel Alegría
Carta a un desterrado
Mi querido Odiseo:
Ya no es posible más
esposo mío
que el tiempo pase y vuele
y no te cuente yo
de mi vida en Ítaca.
Hace ya muchos años
que te fuiste
tu ausencia nos pesó
a tu hijo
y a mí.
Empezaron a cercarme
pretendientes
eran tantos
tan tenaces sus requiebros
que apiadándose un dios
de mi congoja
me aconsejó tejer
una tela sutil
interminable
que te sirviera a ti
como sudario.
Si llegaba a concluirla
tendría yo sin mora
que elegir un esposo.
Me cautivó la idea
que al levantarse el sol
me ponía a tejer
y destejía por la noche.
Así pasé tres años
pero ahora, Odiseo,
mi corazón suspira por un joven
tan bello como tú cuando eras mozo
tan hábil con el arco
y con la lanza.
Nuestra casa está en ruinas
y necesito un hombre
que la sepa regir
Telémaco es un niño todavía
y tu padre un anciano
preferible, Odiseo
que no vuelvas
los hombres son más débiles
no soportan la afrenta.
De mi amor hacia ti
no queda ni un rescoldo
Telémaco está bien
ni siquiera pregunta por su padre
es mejor para ti
que te demos por muerto.
Sé por los forasteros
de Calipso
y de Circe
aprovecha Odiseo
si eliges a Calipso
recuperarás la juventud
si es Circe la elegida
serás entre sus chanchos
el supremo.
Espero que esta carta
no te ofenda
no invoques a los dioses
será en vano
recuerda a Menelao
con Helena
por esa guerra loca
han perdido la vida
nuestros mejores hombres
y estás tú donde estás.
No vuelvas, Odiseo
te suplico.
Tu discreta Penélope
43. Osvaldo Sauma
Las vicisitudes del retorno
Todos los días intento partir
pero mi voluntad
sucumbe a tus encantos
el mar me llama a todas horas
pero los vientos de la isla
detienen las velas
bajo la seducción de tus besos
“la nostalgia solo la cura el regreso”
te digo
y mis palabras no hacen mella
en tus oídos sordos a mis ruegos
qué debo hacer
hay otros brazos que me aguardan
menos ardientes que los tuyos
cierto
pero me esperan
más allá de los relámpagos
su voz me llama entre las sombras
su sueño me sueña en todos los sueños
y su cuerpo se marchita si yo no lo celebro
déjame partir
amada Calypso
aunque la nostalgia
me crezca del otro lado del regreso.
44. La sirena inconforme
Augusto Monterroso
Usó todas sus voces, todos sus registros; en cierta forma se extralimitó; quedó afónica quién sabe por cuánto tiempo.
Las otras pronto se dieron cuenta de que era poco lo que podían hacer, de que el aburridor y astuto Ulises había
empleado una vez más su ingenio, y con cierto alivio se resignaron a dejarlo pasar.
Ésta no; ésta luchó hasta el fin, incluso después de que aquel hombre tan amado y deseado desapareció
definitivamente.
Pero el tiempo es terco y pasa y todo vuelve.
Al regreso del héroe, cuando sus compañeras, aleccionadas por la experiencia, ni siquiera tratan de repetir sus vanas
insinuaciones, sumisa, con la voz apagada, y persuadida de la inutilidad de su intento, sigue cantando.
Por su parte, más seguro de sí mismo, como quien había viajado tanto, esta vez Ulises se detuvo, desembarcó, le
estrechó la mano, escuchó el canto solitario durante un tiempo según él más o menos discreto, y cuando lo consideró
oportuno la poseyó ingeniosamente; poco después, de acuerdo con su costumbre, huyó.
De esta unión nació el fabuloso Hygrós, o sea “el Húmedo” en nuestro seco español, posteriormente proclamado
patrón de las vírgenes solitarias, las pálidas prostitutas que las compañías navieras contratan para entretener a los
pasajeros tímidos que en las noches deambulan por las cubiertas de sus vastos trasatlánticos, los pobres, los ricos, y
otras causas perdidas.
FIN
45. La tela de Penélope o quién engaña a quién
Augusto Monterroso
Hace muchos años vivía en Grecia un hombre llamado Ulises (quien a pesar de ser bastante sabio era
muy astuto), casado con Penélope, mujer bella y singularmente dotada cuyo único defecto era su
desmedida afición a tejer, costumbre gracias a la cual pudo pasar sola largas temporadas.
Dice la leyenda que en cada ocasión en que Ulises con su astucia observaba que a pesar de sus
prohibiciones ella se disponía una vez más a iniciar uno de sus interminables tejidos, se le podía ver por
las noches preparando a hurtadillas sus botas y una buena barca, hasta que sin decirle nada se iba a
recorrer el mundo y a buscarse a sí mismo.
De esta manera ella conseguía mantenerlo alejado mientras coqueteaba con sus pretendientes,
haciéndoles creer que tejía mientras Ulises viajaba y no que Ulises viajaba mientras ella tejía, como
pudo haber imaginado Homero, que, como se sabe, a veces dormía y no se daba cuenta de nada.
FIN
46. 'PENELOPE‘, Joan Manuel Serrat
Penélope,
con su bolso de piel marrón
y sus zapatos de tacón
y su vestido de domingo.
Penélope
se sienta en un banco en el andén
y espera que llegue el primer tren
meneando el abanico.
Dicen en el pueblo
que un caminante paró
su reloj
una tarde de primavera.
"Adiós amor mío
no me llores, volveré
antes que
de los sauces caigan las hojas.
Piensa en mí
volveré a por ti..."
Pobre infeliz
se paró tu reloj infantil
una tarde plomiza de abril
cuando se fue tu amante.
Se marchitó
en tu huerto hasta la última flor.
No hay un sauce en la calle Mayor
para Penélope.
Penélope,
tristes a fuerza de esperar,
sus ojos, parecen brillar
si un tren silba a lo lejos.
Penélope
uno tras otro los ve pasar,
mira sus caras, les oye hablar,
para ella son muñecos.
Dicen en el pueblo
que el caminante volvió.
La encontró
en su banco de pino verde.
La llamó: "Penélope
mi amante fiel, mi paz,
deja ya
de tejer sueños en tu mente,
mírame,
soy tu amor, regresé".
Le sonrió
con los ojos llenitos de ayer,
no era así su cara ni su piel.
"Tú no eres quien yo espero".
Y se quedó
con el bolso de piel marrón
y sus zapatitos de tacón
sentada en la estación.
47. 'ULISES‘, Warcry
Partí hacia la guerra,
dejé atrás a mi mujer
Mi reino mi hijo mis tierras,
todo aquello abandoné.
Diez horribles años, entre sangre y maldad,
allí sólo tenía un sueño… regresar
Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!
Ya de vuelta a casa el cielo me castigó,
por un mal que yo no hice, ni mi mano consintió.
Si es vuestra justicia castigar el bien con mal,
no soy hombre que se rinda… ¡ni que dude al
pelear…!
Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!
Pronto mi amor, estaré contigo.
Todo el dolor olvidare contigo…
Oigo tu voz cuando estoy perdido,
sé fuerte amor… volveré… ¡contigo!
Ni Dios, ni hombre, ni criatura infernal
Conseguirán que no pueda volver por fin a mi
hogar
Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!
Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!
48. Uuuuh...
Ella despidió a su amor
el partió en un barco
en el muelle de san Blás.
El juró que volvería
y empapada en llanto ella juró
que esperaría.
Miles de lunas pasaron
y ella siempre estaba en el muelle
esperando.
Muchas tardes se anidaron
se anidaron en su pelo
y en sus labios.
Llevaba el mismo vestido
y por si él volviera
no se fuera a equivocar.
Los cangrejos le mordían
su ropaje su tristeza
y su ilusión.
Y el tiempo se escurrió
y sus ojos se le llenaron
de amaneceres.
Y del mar se enamoró
y su cuerpo se enraizó
en el muelle.
Sola... Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con su amor el mar
Sola... en el muelle de san Blás.
Su cabello se blanqueó
pero ningún barco
a su amor le devolvía.
Y en el pueblo le decían
le decían la loca
del muelle de san Blás.
Una tarde de abril
la intentaron trasladar
al manicomio.
Nadie la pudo arrancar
y del mar nunca jamás
la separaron.
Sola... Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con su amor el mar
Sola... en el muelle de san Blás.
Oooh...
Sola... Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con el sol y el mar
Sola... Ooh Sola...
Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con su amor el mar
Sola... en el muelle de san Blás.
Ooooh...
Eeeeh...
Se quedó, se quedó
sola, sola.
Se quedó, se quedó
con el sol y el mar.
Se quedó ahí
se quedó hasta el fin.
Se quedó ahí.
Se quedó
En el muelle de san blás
Ooooh....
Sola, Sola
se quedó
sola sola.
'EN EL MUELLE DE SAN BLÁS ‘, Maná