El decálogo del abogado establece 10 mandamientos éticos que guían la conducta de los abogados. Estos incluyen estudiar constantemente para mantenerse actualizado, pensar detenidamente para ejercer el derecho, trabajar arduamente al servicio de la justicia, luchar por el derecho pero priorizar la justicia, ser leal con todos los involucrados, tolerar otras perspectivas, tener paciencia, tener fe en el derecho y la justicia, olvidar rencores del pasado, y amar su profesión.
1. DECÁLOGO DEL ABOGADO
El “Decálogo del Abogado”, es un mandamiento de conducta y ética que la doctrina y los
reglamentos profesionales o corporaciones imponen a los abogados en el ejercicio de su
profesión.
En América Latina es muy conocido el “Decálogo del Abogado”, redactado por el maestro
uruguayo y procesalista Eduardo Couture, (1950), dejaba escrito: "el Derecho se aprende
estudiando, pero se ejerce pensando". Incluso, siglos atrás, San Ivo de Treguier (1253 -
1303), llamado "Patrono de los abogados", precisó: "Ningún abogado debe aceptar más
querellas de las que su tiempo le permita".
• Estudia. El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás
cada día un poco menos abogado.
Para empezar, estudiar es un proceso complejo pues en general todos los abogados
entramos en un juego cuando se estudia, debido a que las facultades se orientan a un
objetivo especifico que es el de ayudar y orientar a nuestro cliente. Desde otra perspectiva es
ejercitar el entendimiento para alcanzar o comprender algo. Ya que el estudio es una
herramienta fundamental para el desarrollo profesional ya que el mundo actual exige
constante preparación, en virtud de que en esta profesión constantemente se van creando,
derogando, abrogando o modificando las leyes según sean las necesidades de la sociedad y
por consiguiente debemos estar al día y tener los conocimientos necesarios para poder dar
repuesta o poder ayudar a las personas que acudan a nosotros. De igual manera, el ritmo de
los acontecimientos de la sociedad nos dice concurre con el abogado que esté más
preparado; la misma gente es la que nos obliga a estar actualizado y tener conocimientos
específicos en determinada materia del derecho.
• Piensa. El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
Pensar es una actividad que realizamos de manera natural y espontánea, cada instante,
cada día, todos los seres humanos de todo el mundo. Pero si solo nos enfocamos en la
actividad del abogado implica una serie de pasos ya que para poder resolver un caso
tenemos que examinar minuciosamente como está formada cada parte de la estructura que
integran al problema, esto implica que tenemos que darnos la tarea de pensar de manera
muy detallada y detenida para poder entender cada parte y poder manejarnos con nuestro
cliente y poderle dar solución al problema. Reflexionar sobre los distintos caminos que
tenemos para conducir las distintas soluciones a nuestro cliente, con el fin de darle el
conocimiento sobre cual le favorece más para llevarla a cabo. Al pensar de manera muy
minuciosa nosotros mismos vamos buscando los patrones a seguir más adecuados que
estén a nuestro favor. Y es por eso que se dice en este mandamiento que el derecho se
ejerce pensando ya que después de que analizamos detenidamente el caso posteriormente y
como consecuencia llevamos a cabo las mejores alternativas que estudiamos con mucha
cautela y detenidamente para poder ponerlas en práctica juntamente con nuestro cliente.
Debemos de estar siempre alerta y tratar de imaginarnos cómo va a reaccionar nuestra
2. contra parte, por eso es muy importante pensar y analizar todo para nosotros estar a la
defensiva y poder pensar en otras alternativas.
• Trabaja. La abogacía es una dura fatiga pues está al servicio de la Justicia.
El trabajo en la abogacía es una actividad en caminada a una finalidad determinada que es
poder dar solución a los diferentes problemas que las personas nos presenten para que los
podamos ayudar. Como ya lo mencione esta actividad desde mi punto de vista tiende a tener
tintes altruistas ya que se pueden presentar casos en que el abogado ayuda a su prójimo
desinteresadamente solo porque este necesita de su ayuda y pues en si el trabajo del
abogado es ayudar a las personas que acudan a él siempre y cuando este debe de actuar
conforme a la ley y sus principios basándose más en impartir la justicia. En la actividad de el
abogado litigante por ejemplo, este debe de desempeñar su labor correctamente sin salirse
del marco del derecho, y siempre estar estudiando y actualizándose para poder ejercer su
profesión, y para que esta surta sus efectos esperados. Por otra parte, nosotros debemos
saber cuál es la mejor forma para poder desempeñarnos bien en esta actividad para que
surta sus efectos esperados. En conclusión se dice que esta actividad es una ardua fatiga ya
que implica el estar siempre al día, estar alerta de las reacciones de la contraparte y estar
siempre al servicio de la justicia
• Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en conflicto el
derecho con la justicia, lucha siempre por la justicia.
Aquí a lo que hace mención es que debemos de manejarnos acorde al ordenamiento jurídico
siempre luchando por las imparcialidades que se susciten, persiguiendo como fin la justicia.
Lo que nos da a conocer este mandamiento es que nosotros como abogados tenemos la
obligación de defender a nuestro cliente y más a aún cuando se le estén violando sus
garantías, dando por entendido que debemos de perseguir que se cumplan nuestros
derechos. En el modo de dar a cada quien lo que le corresponde, basándonos también en la
equidad. Un ejemplo seria, como lo dice la justicia es dar a cada quien lo que le corresponde,
ósea que debemos de respetar este principio para poder darle el fin que estamos buscando.
Siempre debemos de buscar el bien común, pero apoyándonos en la justicia para que
seamos equitativos con ambas partes y no se llegue a dar distinción en alguna de estas.
Siempre teniendo como objetivo el de poder llegar a aplicar la justicia.
• Sé leal. Leal con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es
indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal para con el
juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú le dices; y que, en cuanto al derecho,
alguna que otra vez, debe confiar en el que tú le invocas. Intenta ser leal con todo el mundo y
todo el mundo intentará ser leal contigo.
La lealtad en un mandamiento muy importante ya que de este depende la confianza tanto de
ti como con tu cliente, con la contraparte, con el juez y con el derecho. Desglosándolo un
poco, tenemos que la lealtad implica el no traicionar a todos aquellos a los que ya hice
3. mención anteriormente ya que de nosotros depende la satisfacción de nuestro cliente. Por
otro lado de todos lo que se mencionaron al que más le veo importancia desde mi punto de
vista es el cliente, ya que este está depositando plenamente la confianza en uno y se supone
que el cliente nos debe de contar como estuvo en realidad el caso, haya o no haya tenido la
culpa, sea o no sea culpable, independientemente de eso nosotros debemos de serle fiel y
decirle y manejarnos siempre con la verdad de cómo se está llevando el proceso de su caso,
ya que sería de pésimo gusto que nosotros nos dirigiéramos con mentiras a nuestro cliente
siendo que el depósito plenamente su confianza con nosotros para que así de esta manera lo
podamos ayudar a solucionar el problema que tenga.
Ser leal también implica, como ya lo mencione antes ser fiel, esto quiere decir que no
debemos abandonar a nuestro cliente debemos estar siempre a su lado auxiliándolo,
ayudándolo y apoyándolo con el problema que este traiga. Solo se puede abandonar a
nuestro cliente de la única manera en que nosotros veamos que él es indigno de uno. Pero
por otro lado debemos de ser fiel con el adversario aún y cuando este haya sido desleal con
nosotros, leal con el juez para que el crea lo que se le platea y pueda confiar en nosotros.
• Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la
tuya.
Debemos de respetar la verdad ajena, ósea todo lo que nuestros clientes nos cuentan con
toda confianza. De igual forma debemos de soportar todo lo que nuestros cliente no cuenten
y esto debe de ir encaminado por el respeto de la misma manera en que a nosotros nos
hubiera gustado que se nos tratase así de esa manera.
Supongo yo que la verdad ajena debemos de saberla manejar ya que en nuestras manos
puede estar información muy delicada o confidencial que sino nosotros no sabemos dirigirnos
de la manera correcta podemos perjudicar totalmente a nuestro cliente. Por eso hay que
saber cómo debemos de tolerar todo lo que nuestro cliente nos cuente.
De igual forma debemos de respetar las opiniones y practicas ajenas a nosotros ósea de
nuestro cliente.
Por último tenemos la necesidad de respetar tanto la vida ajena como la verdad ajena del
cliente solo recordando que en nuestras manos esta, ya sea, su reputación, su seguridad, su
integridad, etc. Sería un sin fin de elementos que constituyen el bienestar integro de la
persona, y a esto solo hago mención de que nosotros debemos de conducirnos de la manera
en que nosotros queremos que se nos trate e igualmente no cabe duda que en la manera en
que nosotros actuemos o nos comportemos, de ese mismo modo recibiéremos.
• Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
Hay cosas que no están en nuestros alcances ni mucho menos en nuestras manos, por lo
tanto están bajo el dominio de algo en que nosotros no tenemos control que es el tiempo,
este es el que se encarga con el paso del tiempo en dar solución a los procedimientos que se
hayan ejecutado. Tenemos que tener tranquilidad y calma para podernos desempeñar del
todo bien. Por ejemplo nosotros no podemos acelerar el procedimiento de un caso ya que
este lleva una estructura y un proceso de diligencias que se deben seguir paso a paso para
4. que se puedan dictar los autos. También podemos sobreentender que la paciencia tiende a
ser la capacidad de soportar con resignación cualquier hecho, en este caso sería que el juez
dictara a favor de la contra parte, y pues entonces si es de esta manera nosotros debemos
de saber manejar las diferentes situaciones que se nos van a presentar porque bien
sabemos que no siempre se gana, por lo tanto de esta manera tenemos que actuar con
resignación y aprender de nuestros errores. Por último tenemos que hacer todas las cosas
que estén a nuestro alcance de tal modo también a nuestra competencia, con el fin de
ayudar o encaminar la resolución que favorezca a mi cliente; y por otro lado tenemos las
cosas que no están bajo nuestro alcance ni de nadie como lo es el tiempo, de este no
debemos preocuparnos si hemos actuado a tiempo con nuestros procedimientos, si lo hemos
hecho bien solo tenemos que aprender y tener la capacidad de saber esperar.
• Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana;
en la Justicia, como destino normal del Derecho; en la Paz, como sustituto bondadoso de la
Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, Justicia, ni Paz.
Queremos hoy destacar el numeral octavo del Decálogo. La fe en el Derecho como vía para
la razón existencial del orden jurídico: Permitir al hombre vivir en sociedad; fe en la Justicia
que es el camino hacia donde se ha de dirigir el Derecho; fe en la Paz como sucedáneo de la
justicia; y hemos de tener infinita fe en la Libertad, sin la cual no tendremos Derecho, ni
Justicia ni Paz. En estas pocas palabras el maestro nos dejó un modo para conducir nuestras
vidas en su relación con la sociedad; nos plantea un camino para ser útiles como
profesionales que jugamos un rol fundamental en la sociedad en la cual -en todo tiempo y
modelo social- nos corresponde vivir. Hemos de hacer todo cuanto sea necesario para ser
dignos representantes de esa noble profesión.
• Olvida. La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargando tu
alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el combate,
olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
Este mandamiento, más que nada nos da a entender lo que debemos hacer nosotros como
abogados para nuestro bienestar en particular, y lo que debemos de hacer es dejar de
retener cosas en la memoria ya sean asuntos de victoria o de derrota, ya que si nosotros
vivimos atados a las cosas pasadas no podremos seguir adelante por estar atados al pasado
debemos de aprender a saber des afanarnos de este.
Debemos de dejar de sentir afecto o interés por las cosas que ya pasaron ya que solo estas
si en particular son derrotas solo nos acarrearían un sinfín de problemas en caminados por el
rencor y por consecuencia vendrían encaminadas por un sinfín de problemas. Por eso es
bueno dejar las cosas pasadas atrás y solo aprender de los errores para que en la práctica
constante no vallamos a caer nuevamente en una derrota. De igual manera no es bueno
encariñarnos con las victorias ya que estas no son para siempre porque tienen una etapa de
prescripción, y a parte porque solo nos harían sentirnos más que otros.
En conclusión debemos de no tener en cuenta la batallas ganadas y las perdidas con el fin
de tener particularmente una mejor tranquilidad, mejores relaciones sociales y un mejor
5. modo de vida sin cargas negativas que estas traen por consecuencia el estrés y el mal
desempeño de la actividad del abogado.
• Ama a tu profesión. Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en que tu
hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga
abogado.
Tenemos que tener amor a lo que hacemos, bueno cabe mencionar que esta por demás
decir esto ya que cuando uno hace lo que realmente le gusta, lo que realmente le apasiona,
bueno cabe resaltar en mi caso, uno lo hace con amor , con dedicación y esmero. Uno solo
debe de considerar que esta actividad es de sentirse honorable ya que las personas acuden
a nosotros porque necesitan de nuestra ayuda, depositan toda su confianza en nosotros para
que nosotros les seamos leales y les ayudemos a darle solución a sus problemas. Por otro
lado, nosotros los abogados debemos sentir una gran afición por nuestra carrera ya que en
nuestras manos está el bienestar de una persona. Y por último a parte de todo lo que
mencione la actividad del abogado es única y comparte un bien común para que exista un
balance en la sociedad. Con todos estos elementos el abogado debería de sentirse honorado
ya que es una labor que va en busca del bienestar de la gente.
6. modo de vida sin cargas negativas que estas traen por consecuencia el estrés y el mal
desempeño de la actividad del abogado.
• Ama a tu profesión. Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en que tu
hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga
abogado.
Tenemos que tener amor a lo que hacemos, bueno cabe mencionar que esta por demás
decir esto ya que cuando uno hace lo que realmente le gusta, lo que realmente le apasiona,
bueno cabe resaltar en mi caso, uno lo hace con amor , con dedicación y esmero. Uno solo
debe de considerar que esta actividad es de sentirse honorable ya que las personas acuden
a nosotros porque necesitan de nuestra ayuda, depositan toda su confianza en nosotros para
que nosotros les seamos leales y les ayudemos a darle solución a sus problemas. Por otro
lado, nosotros los abogados debemos sentir una gran afición por nuestra carrera ya que en
nuestras manos está el bienestar de una persona. Y por último a parte de todo lo que
mencione la actividad del abogado es única y comparte un bien común para que exista un
balance en la sociedad. Con todos estos elementos el abogado debería de sentirse honorado
ya que es una labor que va en busca del bienestar de la gente.