Este documento ofrece consejos y reflexiones sobre la profesión de abogado. Resalta la importancia de que los abogados actúen con ética, defiendan causas justas, confíen en sí mismos y no se dejen influir por el dinero u otras consideraciones externas. También enfatiza el valor de la palabra y la oratoria para los abogados, y la necesidad de estudiar continuamente para ejercer bien la profesión.
1. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL
ESTADO DE HIDALGO
Luis Fernando Jiménez
Vargas
ESCUELA SUPERIOR
ZIMAPÁN
AMPARO II
LIC. RAUL CLEMENTE PACHECO
“EL ALMA DE LA TOGA”
LUIS FERANDO JIMÉNEZ VARGAS
OCTAVO SEMESTRE
2. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL
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Luis Fernando Jiménez
Vargas INTRODUCCIÓN
Este libro nos habla un poco de lo que esta pasando con todos los
abogados, de la inconciencia que existe, del amor que le han perdido a la
abogacía, un tanto para que hagamos conciencia y corrijamos todos esos
errores que manchan la reputación del abogado y de la carrera de
Derecho, ¿quien es abogado? Preguntamos hay que acabar con ese
equivoco aspecto de nosotros y los próximos hacer abogados, algo muy
cierto de este libro nos muestra que el hombre cualquiera que sea su
oficio debe fiar principalmente en si, y mas así nosotros los abogados que
somos quienes tenemos los argumentos suficientes, cito un pensamiento
jurídico muy atinado que a la letra dice “se el derecho no existiera la
humanidad solo viviera el tiempo para destruirse”, he ahí la fuerza
interior del abogado, todo abogado tiene una sensación de justicia una
sensación fidedigna de nuestros clientes, y si no fuere así que moral
tendrías abogado, que moral tendrías para poder alcanzar la ética que tan
celosamente formaste en la aulas del saber, que día a día transcurriste
aprendiendo cosas nuevas como la de guardar el secreto profesional ese
secreto que jamás revelaras y que ahora corrompes por unos cuantos
pesos que has hecho de ti abogado, que has hecho de ti lo digo por que
hasta la palabra negociar te queda que esa fidelidad que juraste por tratar
de salvaguardar un bien, que serias celoso de tu abogacía, que aprendiste
a mentir, a ser embustero no tienes sensibilidad, actúas sobre tus
pasiones urge reivindicar la palabra abogado.
Dediquémonos a ser realmente abogados y no caigamos en lo que algunos
abogados han caído, en la corrupción en la falta de ética profesional y
más.
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Vargas No esque nuestro titulo académica, sinono esconcreción profesional.de
dice
una consagración
universitario
una
de "abogado", sino
Y
"licenciado en derecho". Y que para poder ejercer la profesión de
"abogado". Debe dedicar su vida a dar consejos jurídicos y pedir justicia
en los tribunales. Y quien no haga esto será todo lo licenciado que quiera
pero abogado no. Abogado es, el que ejerce permanentemente la
Abogacía. Los demás serán solamente licenciados en derecho, pero nada
más.
La afirmación es que: en el hombre cualquiera que sea su oficio, debe
creer principalmente en sí. La fuerza que en sí mismo no halle no la
encontrará en ninguna otra parte. Da una recomendación para las
agresiones y criticas de la gente: fiar en sí. Vivir la propia vida. Seguir los
dictados que uno mismo se imponga y desatender lo demás. En nuestro
Ser, hallase la fuerza de las convenciones, la definición de la justicia, el
aliento para sostenerla, el noble estimulo para anteponerla al interés
propio. Además menciona que el abogado tiene que comprobar a cada
minuto si se encuentra asistido de aquella fuerza interior que ha de
hacerle superior al medio ambiente; y en cuanto le asalten dudas en éste
punto debe cambiar de oficio.
Ser abogado no es saber el Derecho, sino conocer la vida. El derecho
positivo está en los libros, pero lo que la vida reclama no está escrito en
ninguna parte. Quien tenga previsión, serenidad, amplitud de miras y de
sentimientos para advertirlo, será Abogado; quien no tenga más
inspiración ni más guía que las leyes, será un desventurado mandadero.
La justicia no es fruto del estudio, sino de una sensación, "la sensación de
la justicia" es que procuremos no actuar tan apegados a las leyes, que
usemos lo que nosotros tenemos conceptualizado como bueno,
equitativo, prudente, cordial y sobre todo justo.
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Vargas En la moral del abogado, se cimienta en laque debedel ingenio,abogado. la
comienza: La abogacía no
es del criterio
lucidez
tener un
sino en
Y
rectitud de la conciencia. Cuando un abogado acepta una defensa, es
porque estima - aunque sea equivocadamente- que la pretensión de su
tutelado es justa, y en tal caso al triunfar el cliente triunfa la justicia, y
nuestra obra no va encaminada a cegar sino a iluminar. También da unos
consejos a los abogados. Hay que ser refractario al alboroto. Soportar la
amargura de una censura caprichosa e injusta, es carga añeja a los
honores profesionales. Debajo de la toga hay que llevar la coraza.
El abogado no puede ser ni frío de alma ni emocionable. El abogado actúa
sobre las pasiones, las ansias, los apetitos en que se consume la
humanidad. Si su corazón es ajeno a todo ello ¿cómo lo entenderá su
cerebro? Quien no sepa del dolor, ni comprenda el entusiasmo, ni
ambicione la felicidad, ¿cómo acompañará a los combatientes?
Hablando de independencia en el sentido de libertad se define claramente
el concepto "en ninguna parte es más completa la libertad que en el foro.
La disciplina profesional es leve para los ciudadanos de su dignidad y
apenas añade nada a los deberes que una conciencia poco delicada se
traza a sí misma. Desde que se crea por su trabajo una situación regular,
el Abogado no depende más que de sí mismo. Es el hombre libre, en toda
la extensión de la palabra. Solo pesan sobre él servidumbres voluntarias;
ninguna autoridad exterior detiene su actividad individual, a nadie da
cuenta de sus opiniones, de sus palabras ni de sus actos. De ahí en el
Abogado un orgullo natural, a veces quisquilloso, y un desdén hacia todo
lo que es oficial y jerarquizado".
La manera de trabajar sería osada querer dar consejos, pues sobre tal
material tan aventurado escribir como la del gusto, parece lógico que
antes de coger la pluma se haya agotado el estudio en los papeles y en los
libros. Seriamente, así debe hacerse y no es recomendable ningún otro
sistema.
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Vargas Todas lasde la mañana. Desdepara6 trabajar pero ahí vaespecialmente las
primeras
horas son buenas
las hasta las 10 y
más
la razón. A partir
de las 10 de la mañana nadie dispone de sí mismo. La consulta, las
conferencias con otros colegas, las diligencias y vistas, las atenciones
familiares la vida de relación y las necesarias expansiones del espíritu
consumen todo nuestro tiempo.
La palabra es un don, que muchos aun no hemos aprendido a utilizar; al
mismo tiempo puede ser un arma, ya que si no la utilizamos
correctamente tanto otras personas como nosotros podemos salir
heridos. Es cuestión de darle el uso correcto y también del mérito
respectivo, pues de no ser por ella muchos de nosotros seriamos salvajes,
ateos sin motivo de existencia alguna, ya que gracias a la palabra es que al
pasar de los años se fueron difundiendo todas nuestras creencias,
explicaciones de existencia, se concretan negociaciones.
Abogados aprenden a manejar la oratoria para captar la atención de los
jueces, los jueces, como el resto de los trabajadores, acumulan cansancio
durante el día y a lo largo de la semana, por lo que la capacidad oratoria
de los letrados es fundamental para captar su atención.
La abogacía es una profesión para ser amada, de no ser así hay que ir
considerando otras profesiones. Es necesario sentir esa pasión por la
Justicia y por querer hacer justicia. Pues estoy totalmente de acuerdo
cuando el autor nos dice que "se puede vivir sin belleza, sin riqueza, hasta
sin salud, mas no sin justicia". Es que en definitivas es algo primordial en
la vida de toda persona, pues de prevalecer la justicia, podríamos decir
que las riquezas estarían bien repartidas, que la belleza la hallaríamos en
todas las cosas y que las condiciones de salud serian muchísimo mejores.
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Vargas El abogado debe ser un artista, quizás no lo sea desde su nacimiento, pero
ha de prepararse hasta lograr perfeccionar el arte de la escritura y la
oratoria. Aparte de esto también necesita adecuar sus capacidades como
narrador, historiador, novelista, psicólogo, dramaturgo.
A pesar de lo que se dice de los abogados y de los jueces, eso que crea
desconfianza entre ellos, hay que dejarlas a un lado para un mejor
desenvolvimiento entre todos. Además de que nosotros no somos quien
para juzgar a los demás, a fin de cuentas todos, tanto Magistrados como
abogados tenemos la misma misión, la de trabajar por la justicia. Tanto es
así que podríamos ser comparados con químicos y biólogos, tomando en
cuenta que el bufete y el estrado vendrían siendo nuestros laboratorios
de trabajo.
Todos los pueblos han evolucionado a lo largo de los años, pero no
necesariamente sus leyes a su paso. Y claramente nos podemos dar
cuenta de esto al leer el ejemplo que nos hace Ángel Osorio. La verdad, es
muy lamentable que después de haber ocurrido el incidente, se haya
modificado la ley. Lo cual, sinceramente, no me sorprende, pero tan
siquiera es un avance; pues se dieron cuenta de que había que reformar la
ley.
Si bien es cierto, el arte se desarrolla por medio de las pasiones y de los
sentimientos. Y a los abogados se nos es referido el don de la palabra,
como arte la oratoria y la escritura, que es la expresión artística más
elevada y noble. Al igual que otros profesionales desarrollan la química, la
aritmética o el dibujo lineal.
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Vargas Es interesante ver como en una profesión como la abogacía existe esa
indiferencia hacia lo ajeno, y que al finalizar un juicio ambos abogados
puedan ir a tomarse un café sin molestia alguna. Y es que la gente tiene
esta idea equívoca de que los abogados deben vivir en constantes luchas y
pelitos con todo el mundo y no es así, a pesar de que hay cierto desdén,
aunque, elegante, bastante lamentable es que el abogado trabaje junto a
tantas personas y no tenga la mínima idea de lo que ocurre en sus vidas.
Esto se da en su mayoría porque el abogado tiende a ser muy
individualista, puesto que el abogado nunca estudia fuera de sí mismo,
aparte a esto, es de mucha relevancia mencionar que el autor nos dice que
al hablar de clases no quiere decir que existan niveles de superioridad o
algo por el estilo, sino que hay diferenciación a como cada persona realiza
sus deberes sociales.
No es necesario hacer uso de la hipérbole. Pues aquellos abogados que
gozan de tener buen gusto, dignidad y pudor, se dan cuenta que no es
necesario llamar la atención exagerando las cosas. Ya que con un buen
argumento, sencillo, pero bueno, basta.
La mayoría de los que ejercen la política no sean Abogados, ni siquiera
Licenciados en Derecho. Es por eso que vemos que el país no avanza,
porque simplemente nuestros dirigentes no están lo suficientemente
capacitados para hacerlo, no es común que un político quiera ser
abogado, pero si se dan muchísimos casos en los que los abogados
quieren ser políticos. Y es de lo más normal pues es una de las cosas a la
que todo abogado está llamado.
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Vargas No son muchos los pasantes que continúan ejerciendo la profesión de la
abogacía, después de haber visto como funciona el bufete, en realidad
esto se da porque hay verdaderos abogados que le piden al pasante su
opinión con respecto a un caso y como procederían; y a su vez hay otros
que hacen llamarse abogados pero en realidad no lo son pues limitan la
capacidad del pasante y lo hace pensar que como abogado debe defender
al que le pague sin importar lo demás, lo cual no debería de ser.
Siendo pasante es que en realidad podemos ver cómo funciona la
verdadera abogacía, puesto que en la Universidad aprendemos
muchísimo sobre la abogacía, pero es solo teoría, en la práctica muchas
cosas pueden variar.
Es algo lamentable que en nuestra actualidad, los abogados no usen la
toga en los juicios, la toga inspira cierto grado de respeto entre las demás
personas, es una distinción entre el abogado al resto de los presentes en
el juicio o la corte. La imagen de quien porta la toga es de alguien bueno y
sabio.
Está en nosotros defender ese largo legado que ha dejado el usar la toga al
paso de los años. Es de suma importancia que le demos el uso correcto y
comprendamos todo lo que en realidad significa utilizar la toga
9. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL
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Vargas Decálogo del abogado
Primero que todo, es muy importante mencionarlos.
No pases por encima de un estado de tu conciencia.
No afectes una convicción que no tengas.
Hay que confiar en nosotros mismos y de creer que una causa no es justa,
no debemos defenderla, pues nosotros estamos para hacer que
prevalezca la Justicia.
No te rindas ante la popularidad ni adules a la tiranía.
No debemos dejarnos llevar por lo que digan los demás, ni sucumbir ante
las tentaciones de dinero que nos puedan ofrecer. Nuestra integridad no
tiene precio.
Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente para ti.
Es nuestro deber defender los intereses del cliente y para esto debemos
dejar a un lado nuestros intereses personales y pensar en los del cliente.
No procures nunca en los tribunales ser más que los magistrados, pero no
consientas ser menos.
Siempre debemos gozar de una alta autoestima, al fin y al cabo somos
nosotros los encargados de luchar por la Justicia; pero, no debemos
permitir que esto caiga en arrogancia frente a los demás.
Ten fe en la razón, que es lo que en general prevalece.
Debemos confiar en nuestros conocimientos y en todo lo estudiado, ya
que así tenemos pruebas de lo que decimos y es más factible.
Pon la moral por encima de las leyes.
10. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL
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Luis Fernando Jiménez
Vargas Nuestra integridad como abogados y nuestros valores siempre deben
prevalecer por encima a lo que dicta la ley.
Aprecia como el mejor de los textos el sentido común.
No hay mejor guía para nuestro buen desenvolvimiento como abogados
que el sentido común, debemos guiarnos por lo que nos dicta nuestra
razón.
Procura la paz como el mayor de los triunfos.
Nosotros somos un medio para lograr la justicia, cuando haya justicia
habrá paz, y es ahí donde podremos realmente decir que hemos triunfado.
Busca siempre la justicia por el cambio de la sinceridad y sin otras armas
que las de tu saber.
No necesitamos de chicanerías, para lograr la justicia. Basta con nuestros
conocimientos, ser sinceros y hacer buen uso de la palabra.
11. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL
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Luis Fernando Jiménez
Vargas CONCLUSIÓN
Con esta la lectura y análisis del libro de la Alma de la Toga, he
comprendido más a fondo lo que en realidad es ser un abogado, las
características que debe poseer, sus luchas, sus defectos, sus virtudes y
sus motivaciones, dado que es la abogacía la carrera que he anhelado,
este libro me muestra y me quita la venda de los ojos hacia la palabra
abogado, que no significa solo escribir hojas y hojas si no que va mas haya
por citar un ejemplo no es solo estar y respetar la norma tenemos que ir
mas haya de esa norma jurídica, tenemos que cuidar celosamente la
palabra abogado, tenemos que darle un prestigio tenemos que estar
dispuestos a usar la toga y no por querer dar espectáculo si no por que el
abogado es digno de usar una toga y no solamente el dia de nuestra
graduación si no siempre.
Estoy muy orgulloso de poder decir algún día que "soy una ABOGADO".
Pues es una profesión maravillosa, que no solo está para defender a los
demás, sino también para hacernos mejores personas y más cultas.
Estoy orgulloso de poder decir algún día “LO LOGRE SOY ABOGADO”