El documento trata sobre la importancia del diálogo y los derechos humanos en la educación. Promueve una educación basada en el respeto, la consideración por el otro, y la capacidad de escuchar diferentes perspectivas. También enfatiza la necesidad de que la escuela se adapte a los estudiantes y valore sus conocimientos y culturas, en lugar de esperar que los estudiantes se adapten pasivamente a la escuela.
1. CONTEXTOS EDUCATIVOS
El diálogo como herramienta
de construcción personal,
social y ciudadana Ana A. Everett | Maestra. Psicóloga.
Derechos Humanos y educación Educar en Derechos Humanos genera el mar-
Uruguay ratificó la Convención sobre los co indispensable para lograr la sustentabilidad de
Derechos del Niño por Ley 16.137, el 28 de se- una auténtica práctica ciudadana en el contexto
tiembre de 1990, y la Declaración de los Dere- de una democracia constitucional. Así, los dere-
chos Humanos, el 10 de diciembre de 1948. Hoy chos se podrán aprender y ejercer para convertir-
existen consensos sobre la incorporación de es- se en una forma de vida. La educación, entonces,
tos derechos en los programas; sin embargo, el podrá promover sujetos de derecho y fomentar
desafío está planteado sobre cómo enseñarlos, la participación de los niños en vías al ejercicio
es decir, en la construcción de una didáctica. de una ciudadanía responsable y activa.
La institución educativa es el escenario don-
de esos derechos siempre fueron atendidos y El paradigma ético de la comunicación como
protegidos por los docentes. Esto privilegia a la estrategia educativa
escuela como espacio para su enseñanza, com- Los Derechos Humanos dejan de ser única-
prensión y alcance. mente letra cuando tienen correlatos actitudina-
La promoción y protección de los Derechos les como el respeto, la consideración por el otro,
Humanos depende, en gran medida, de que las la actitud dialógica, la capacidad de escucha, el
personas los conozcan. En el caso de la niñez, debate sobre los conflictos, etc. Este concepto
de que se apropien de los mismos y participen no se aplica únicamente al niño, sino también
en su consecución. El respeto de los Derechos al maestro y a la relación existente entre ambos,
Humanos no está garantizado por la norma ju- así como a las experiencias vivenciales que la
rídica que los protege, sino ante todo por la me- Institución brinda.
dida en que estos derechos son internalizados y Desde un paradigma ético de la comunica-
practicados. La educación se convierte, por tan- ción2, las relaciones se sustentan en el recono-
to, en una herramienta vital que permite pasar cimiento de los otros en tanto sujetos, y en la
de la enunciación de la ley a la comprensión de reciprocidad del mismo. Supone una actitud de
la misma y a la posibilidad de vivir en clave de encuentro que parte de la comprensión de los
Derechos Humanos. diferentes contextos que caracterizan a las per-
«Las debilidades y limitaciones de diverso sonas, que requiere de la valoración y el respeto
tipo que tiene nuestra democracia, pero también de los conocimientos que las mismas poseen de
sus aciertos y méritos, van a la par de una socie- una manera igualitaria y que permite el inter-
dad que se muestra silenciosa, pasiva y eminen- cambio y la elaboración de nuevas ideas.
temente delegativa... Estamos mal educados para El pensamiento compartido nace de la nego-
los Derechos Humanos. Superar esta incultura ciación y la transacción como competencias, por
supone partir de lo más íntimo, de lo más cotidia- medio de las cuales los sujetos intercambian sig-
no, de lo más doméstico, para luego remontarnos nificados y establecen acuerdos implícitos, lealta-
a lo más amplio, complejo y estructural.»1 des y compromisos. «Esta forma de relación no
1
L. Pérez Aguirre (2001).
2
J. L. Rebellato (1997).
Octubre 2008 / QUEHACER EDUCATIVO / 7
2. significa independencia total, sino protagonismo, constitu- La intersubjetividad está ligada al encuentro, a
CONTEXTOS EDUCATIVOS
ción de sujetos, en dependencia con el entorno y el mun- la lucha por el reconocimiento recíproco. Por tanto,
do. No puede pensarse como una situación en soledad, sino la intersubjetividad está siempre ligada al diálogo,
como condición humana necesariamente intersubjetiva.»3 el cual no está presente únicamente en el plano de
Esto permite el empoderamiento de la tarea por parte de los lo consciente, ni siempre está explícito y, aún más,
maestros y de los alumnos, y la posibilidad de adoptar ac- en ocasiones está silenciado, oculto, pudiendo con-
titudes de confianza, compromiso y participación sobre el vertirse en olvido, permaneciendo fuera del alcan-
enseñar y el aprender. ce de la memoria personal y/o colectiva.
La acción comunicativa contribuye a la renovación del En la relación educativa, el otro irrumpe de re-
saber cultural, a la integración social, a la creación de so- pente, llega sin avisar, nos interroga y nos pide una
lidaridad y a la formación de identidades tanto personales respuesta y, en la medida en que uno piense sobre
como grupales. lo que hace, sobre su resignificación, sobre los
La educación como acción ética debe abrirse a las dife- errores, será capaz de transformar y transformarse
rencias culturales y, en su reconocimiento, tener la capaci- continuamente, convirtiendo el acto educativo en
dad de construir un horizonte de significación compartido, liberación y no en una máquina formadora.
mitigando la fragmentación y los particularismos extremos. En el otro me reflejo y el otro me refleja.
Esta segmentación requiere de políticas socio-educati- Maestros y niños ofician continuamente de es-
vas intensas que tengan como preocupación central pro- pejos, devolviendo al otro la imagen sobre sí
mover la participación ciudadana, tanto en las esferas del mismo. El animarse a conocer -ser desde el re-
gobierno como de la sociedad civil. conocimiento del otro- permite revisar la prácti-
ca educativa y mejorarla cada vez más.
No sabes expresarte Si el maestro no se conoce a sí mismo y es
En poco tiempo Manuel se entusiasmó con todo... con Juan capaz de devolverle una imagen positiva de su
fue más difícil. De la escuela de ustedes había salido analfa- cultura, no sabrá aceptar en profundidad lo que
beto y odiando los libros. Nosotros nos rompimos el alma por el niño ofrece como persona y como sujeto de
él. Llegamos a hacer que le gustara no digo todo, pero por lo derecho. Ello redundará en brechas a veces in-
menos alguna materia. Sólo nos hacía falta que lo elogiaran calculables, que podrán llevar a la exclusión o,
y lo pasaran a tercero. Después nos habríamos encargado de
que le gustara todo el resto. Pero durante los exámenes una
peor aún, a la expulsión del mismo. Expulsión
profesora le dijo: “¿Por qué no vas a una escuela no oficial? como «un desaparecido de los escenarios públi-
¿No ves que no sabes expresarte?...” Vaya noticia: yo sé muy cos y de intercambio, como alguien que pierde
bien que Juan no se sabe expresar. Por lo tanto a golpearnos visibilidad porque ha entrado en el universo de
el pecho los culpables, todos juntos. Pero primero Uds., que la indiferencia, porque transita por una socie-
lo echaron de la escuela el año anterior...4 dad que parece no esperar nada de él»6.
Sin distinción de idioma
Una cultura de integración deja espacio para la indi- Por otra parte, tendríamos que entendernos
viduación, se apoya en la diversidad, asume la limitación qué significa idioma correcto. Los idiomas son
humana y la apertura al cambio como proceso de reversibi- creados por los pobres, que luego siguen re-
lidad del pensamiento y la acción. novándolos hasta el infinito. Los ricos lo cris-
El pensamiento hegeliano fue el primero que nos dijo talizan para joder a los que no hablan como
ellos... El idioma que habla y escribe Juan es
que el sujeto psíquico existe solamente en relación con el el idioma de su padre. Cuando Juan era chi-
otro. La persona “es” en tanto es reconocida por el otro y quito le decía lala a la radio. Y el padre, muy
es, a su vez, capaz de reconocer a otro. «No puedo tomar serio: “No se dice lala, se dice arradio”. Aho-
conciencia de lo que soy si no es por intermedio de lo que ra si es posible, es bueno que Juan aprenda
el otro me devuelve de mí.»5 Y avanzando en esta idea, yo también a decir radio. El idioma de ustedes
“soy” en tanto reconozca al otro en mí mismo. podría servirle. Pero mientras tanto no pueden
echarlo de la escuela. “Todos los ciudadanos
son iguales sin distinción de idioma...” Pero
3
Ídem.
4
Estudiantes de la Escuela de Barbiana (1967).
ustedes rinden más honores a la gramática que
5
J. C. Filloux (1996). a la constitución... y así Juan se fue también de
6
S. Duschatzky; C. Corea (2002). nuestra escuela.7
7
Estudiantes de la Escuela de Barbiana (1967).
8 / QUEHACER EDUCATIVO / Octubre 2008
3. El diálogo como herramienta de construcción personal, social y ciudadana
El valor de la palabra
CONTEXTOS EDUCATIVOS
La palabra10
Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las
palabras las que cantan, las que suben y bajan...
Me posterno ante ellas... Las amo, las adhiero,
las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto
las palabras... Las inesperadas... Las que gloto-
namente se esperan, se escuchan, hasta que de
pronto caen... Vocablos amados... Brillan como
piedras de colores, saltan como platinados pe-
ces, son espuma, hilo, metal, rocío... Persigo
algunas palabras... Son tan hermosas que las
quiero poner todas en mi poema... Las agarro
al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo,
las limpio, las pelo, me preparo frente al pla-
to, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas,
vegetales, aceitosas, como frutas, como algas,
como ágatas, como aceitunas... Y entonces las
revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo,
las trituro, las emperejilo, las liberto... Las dejo
como estalactitas en mi poema, como pedacitos
de madera bruñida, como carbón, como restos
de naufragio, regalos de la ola... Todo está en
la palabra... Una idea entera se cambia porque
una palabra se trasladó de sitio, o porque otra
La simetría del diálogo, la escucha y el en- se sentó como una reinita adentro de una frase
tendimiento de partes ayudan a estrechar bre- que no la esperaba y que le obedeció... Tienen
chas, al acercamiento y a generar cohesión gru- sombra, transparencia, peso, plumas, pelos,
pal y social. Para ello es indiscutible partir de tienen de todo lo que se les fue agregando de
que “el otro”, sea quien sea, niño, adulto, hom- tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de
patria, de tanto ser raíces... Son antiquísimas
bre, mujer, con diferencias étnicas, de raza o co-
y recientísimas... Viven en el féretro escondi-
lor, con diferencias culturales y/o económicas, do y en la flor apenas comenzada... Qué buen
sea considerado siempre como un interlocutor idioma el mío, qué buena lengua heredamos
válido y como alguien capaz de enseñar y de de los conquistadores torvos... Estos andaban
mostrar visiones diferentes, así como de apren- a zancadas por las tremendas cordilleras, por
der las visiones de los demás. En tema de edu- las Américas encrespadas, buscando patatas,
cación, muchas veces es olvidado «que el sujeto butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz,
huevos fritos, con aquel apetito voraz que nun-
no sólo es activo en cuanto a la construcción
ca más se ha visto en el mundo... Todo se lo
del conocimiento que va a incorporar, sino tam- tragaban, con religiones, pirámides, tribus,
bién lo es en cuanto transforma la situación en idolatrías iguales a las que ellos traían en sus
que está aprendiendo y al propio enseñante... Si grandes bolsas... Por donde pasaban quedaba
la escuela no propicia el desenvolvimiento del arrasada la tierra... Pero a los bárbaros se les
sujeto enseñante del alumno, el constructivis- caían de las botas, de las barbas, de los yel-
mo sólo quedará en un nivel de buenas inten- mos, de las herraduras, como piedrecitas, las
palabras luminosas que se quedaron aquí res-
ciones»8. La idea, entonces, no es la de adaptar
plandecientes... el idioma. Salimos perdiendo...
pasivamente al niño a la escuela, olvidando la Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos de-
parte recíproca: «que la escuela necesita tam- jaron el oro... Se lo llevaron todo y nos dejaron
bién adaptarse al niño y a la niña»9. todo... Nos dejaron las palabras.
No por ello se debe dejar de pensar y de sentir
libremente, sino tal vez se trate de entender que
las distintas visiones favorecen ajustes a distintos 8
A. Fernández (2000).
contextos, y permiten, por tanto, ampliar oportu- 9
Ídem.
nidades de encuentro y de inserción social. 10
P Neruda (1974).
.
Octubre 2008 / QUEHACER EDUCATIVO / 9
4. Todos sabemos del valor ancestral de la pa- ser un valor privado para convertirse en patri-
CONTEXTOS EDUCATIVOS
labra, de la fuerza que la misma tiene si se sabe monio de muchos.»12 Y ello compromete a las
utilizar. En ella hay historia, actualidad y futuro, personas a actuar con el compromiso ético de la
y bien empleada puede ser superadora de dife- veracidad en el discurso, ya que el poder de la
rencias. Poseer este “don” inviste y brinda po- palabra es infinito.
der. «Se dice que nos pierde el hablar mucho y Así se enlazan el discurso, la palabra y el
el hacer poco, y lo que en realidad nos pierde es diálogo con los Derechos Humanos. Es com-
hablar mal, porque el hablar bien es un modo promiso ineludible para la educación enseñar a
de hacer. Las palabras de vida y de sustancia utilizar las palabras, a palparlas, a sentirlas y a
son actos.»11 hacer un buen uso de ellas, ya que no solo esta-
Más aún, el hablar mal en forma intencio- remos otorgando el poder de su uso a aquellas
nada también es un acto y muchas veces una poblaciones acalladas, marginadas y hasta ex-
poderosa herramienta utilizada. Podemos re- pulsadas de nuestra sociedad, para convertirse
conocer el daño que se puede ocasionar con el en “voz” y vida, ganando en justicia e igualdad,
mal uso de la palabra... No hay peor enemigo sino que se podrá trabajar en el uso honesto y
que un falso rumor o una acusación falsa; uti- veraz de la misma, dignificando a las personas y
lizados muchas veces intencionalmente y otras a nuestra sociedad.
en la mezquindad de la “sin razón”, condenan
a quien es objeto de dicha agresión al mundo El diálogo: concepto, estrategia y actitud
de la oscuridad, al mundo de la indefensión El diálogo es pensamiento puesto en pa-
en donde la posibilidad de la desmentida es labras, y como tal orienta la reflexión y el in-
sumamente difícil. tercambio de ideas en sociedades pluralistas y
Muchos ejemplos que no justifican su men- democráticas. Es posible enseñar y aprender a
ción pueden venir a nuestra memoria, ejemplos dialogar de modo consciente y sistemático. Para
que, en general, afectan a personas con algún ello consideraremos al diálogo desde una triple
reconocimiento social. Solo el transcurrir del dimensión a ser considerada en la educación.
tiempo y las contradicciones de lo dicho podrán a. En tanto contenido a ser enseñado, estimu-
volver a recuperar “la nobleza” o la imagen fal- lando el gusto por el razonamiento, la argu-
seada que fue robada en un solo segundo y con mentación bien conducida, el conocimiento
unas pocas palabras. «Lo que cabe es dar sen- y la comprensión del otro, y como forma de
tido humano a lo que decimos, haciéndolo. La comprender y justificar la propia vida, man-
experiencia si se comunica y comparte, deja de teniendo el respeto por las distintas maneras
de ver y de pensar de los demás.
b. Como estrategia para solucionar conflictos,
hos del Niño
bre los Derec ntizarán al
reflexionando a conciencia, argumentando
C onvención so Partes gara correctamente y no mediante falacias, reco-
Art. 12: Los Estados formarse un
ndiciones de
niño qu e esté en co presar su op
i- nociendo el problema a ser tratado, mante-
recho de ex
juicio propio, el de s asunto s que afec- niéndose siempre en un contexto de situa-
te en todos lo en cuenta
nión libremen debidamente ción comunicativa racional y de igualdad
te niéndose edad y
tan al niño, función de la argumentativa.
s del niño en
las opinione c. Como postura ante la vida (actitud dialógi-
niño. a la libertad
madurez del rá derecho ca), como práctica inspirada en la verdad,
Art. 13: El niño tend rá la libertad
recho inclui veracidad, rectitud, justicia, solidaridad,
de expr esión, ese de ir informacio
nes e
ci bir y difund fronte- igualdad y tolerancia, como principios ver-
de buscar, re ideración de
tipo, sin cons presas, tebradores del mismo.
ideas de todo r escrito o im
ras, ya sea oralmente, po quier otro método
al
stica o por cu
en forma artí .
elegido por
el niño arán el dere-
Partes respet
Art. 14 : Los Estados nsamiento, de
libertad de pe
cho del niño a su
de religión.
conciencia y Miguel de Unamuno, citado por L. Pérez Aguirre (2001).
11
12
L. Pérez Aguirre (2001).
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5. El diálogo como herramienta de construcción personal, social y ciudadana
Declaración
Universal d
Derechos H e
CONTEXTOS EDUCATIVOS
umanos
Art. 19: Tod
o individuo
ne derecho tie-
a la libertad
opinión y de de
expresión; es
derecho incl te
uye el de no
molestado a ser
ca
opiniones, el usa de sus
de investiga
y recibir in r
formaciones
Foto: Concurso fotográfico QE / Marta Rocha
opiniones, y y
el de difund
las, sin limit ir-
ación de fro
teras, por cu n-
alquier med
de expresión io
.
Esta triple forma de comprender el diálogo Planificar este tipo de actividades llevará a
dentro de la ética discursiva, permite pensar tener en cuenta las habilidades necesarias para
múltiples estrategias didácticas que seguramen- su desarrollo. Un espacio específico en la plani-
te ya han sido implementadas en muchas insti- ficación escolar, ya sea de aula o institucional,
tuciones, como lo son el debate, las asambleas, la incorporación programática por la vía de la
la resolución de problemas y conflictos, el plan- transversalidad o la co-disciplinariedad permiti-
teo de situaciones dilemáticas, etc. rán avanzar hacia un sistema social plural y de-
Ello permitirá trabajar contenidos básicos y mocrático, pero también hacia un sistema social
habilidades como la identificación de proble- más justo e igualitario.
mas y conflictos, la comprensión de los mismos Este es un buen camino para transitar, como
por vía del análisis y la reflexión, el reconoci- diría Bernard Rey, por una «pedagogía de la
miento de la propia manera de pensar y la capa- intención»13, así ayudaremos a terminar con el
cidad de comprender el punto de vista del otro, discurso de la falta de sentido que, por mucho
la posibilidad de reconocerse en la diferencia o tiempo, condicionó a los maestros uruguayos, y
en la igualdad de argumento, la posibilidad de comenzar a recuperar los valores democráticos
generar nuevos argumentos capaces de mediar promulgados por pedagogos y escritores regio-
entre ideas opuestas, la búsqueda de formas de nales de alto reconocimiento.
conciliación, la cooperación y la contribución
al entendimiento de los distintos puntos de
vista, la escucha real, el respeto a la verdad, el Bibliografía de referencia
centrarse en el tema en debate, la claridad dis- DUSCHATZKY, Silvia; COREA, Cristina (2002): Chicos en banda. Los caminos
cursiva, la negociación, la capacidad de repre- de la subjetividad en el declive de las instituciones. Buenos Aires: Ed. Paidós.
Colección Tramas Sociales.
sentar a los demás con la palabra propia, entre ESTUDIANTES DE LA ESCUELA DE BARBIANA (1967): “Carta a una profe-
muchos otros. sora”. Montevideo: Biblioteca de Marcha. Colección Testimonio.
A dialogar se aprende dialogando, y la pues- FERNÁNDEZ, Alicia (2000): Los idiomas del aprendiente. Análisis de modalidades
de enseñanza en familias, escuelas y medios. Buenos Aires: Ed. Nueva Visión.
ta en acción del diálogo nos permitirá avanzar
FILLOUX, Jean Claude (1996): Intersubjetividad y formación. Buenos Aires: Ed.
en esta competencia con una intervención siste- Novedades Educativas. Colección Formación de Formadores.
mática e intencional a lo largo de la formación NERUDA, Pablo (1974): Confieso que he vivido. Memorias. Barcelona: Ed. Seix
del niño en el período escolar y siguientes. Barral.
PÉREZ AGUIRRE, Luis (2001): Desnudo de seguridades. Reflexiones para una
acción transformadora. Montevideo: Ed. Trilce.
REBELLATO, José Luis (1997): Ética de la autonomía. Montevideo: Ed. Roca Viva.
REY, Bernard (1999): De las competencias transversales a una pedagogía de la
13
B. Rey (1999). intención. Santiago de Chile: Dolmen Ediciones.
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