1. La escuela como agente constructor de autonomía
Miguel Cea- Nicole Monroy-David Sepúlveda- Ana Sepúlveda - Yenifer Urrutia
Pedagogía en educación general básica
Resumen
La escuela comienza con el paso del hombre primitivo de nómade a sedentario
adaptándose a las necesidades y cambios que la historia puso en su camino, así
nace la necesidad de conservar una cultura y tradición, entregando a través de la
enseñanza una herencia cultural a las nuevas generaciones. Hoy la escuela tiene
una nueva misión como principal agente socializador y constructor de autonomía
en el sujeto, es a través de esta que el individuo se transforma en un ente critico,
consiente, capaz de tomar decisiones por sí solo y de admitir sus errores, logrando
crear un propio concepto del bien y el mal basado en la empatía que sostiene con
su entorno y en definitiva la autoestima que está íntimamente relacionada con la
felicidad del sujeto.
El gran problema es que en el mundo actual la educación está en manos del
estado y los contenidos a enseñar son determinados por ellos, tiñéndose de
intereses políticos, he aquí la difícil labor del docente de crear conciencia, como
educadores de los problemas que acontecen a diario enseñando a través de los
barrotes de la represión.
Palabras claves: Autonomía, Educación y Sociedad.
2. Desde tiempos remotos se sabe que el principal agente socializador de un animal
es la familia, el conflicto es que el ser humano como único ser con capacidad de
raciocinio ha evolucionado a lo largo de su vida adaptándose a los procesos
históricos que han repercutido directamente en la estructura política, social y
cultural de la especie. Todo comienza en las comunidades primitivas y como punto
de referencia tenemos cuando el ser humano desarrolla la agricultura y la
ganadería como su principal fuente alimenticia, cambiando su estilo de vida de
cazador nómade a agricultor sedentario, formando grandes civilizaciones que
acarrearon características culturales comunes como la religión y el lenguaje. Este
es el punto de partida para la creación de una institución, la cual consistiera en
perpetuar la historia de un grupo cultural traspasando las tradiciones de
generación en generación y junto con esto complementar la enseñanza que los
niños traían desde sus hogares sobre el lenguaje y la religión. Como ya sabemos
la historia de la humanidad ha cambiado su estructura como sociedad, por lo que
la familia ha tomado un rol más pasivo en la construcción del sujeto dejando en
gran parte este trabajo a la escuela, que también a través de la historia ha debido
añadir más deberes a su labor como institución social, puesto que como
decíamos anteriormente en un principio se formo con el solo objetivo de traspasar
información y conocimiento, con el pasar del tiempo las necesidades de la
sociedad han hecho que la escuela sea la encargada de entregar valores y en
definitiva ayudar a la formación de la personalidad del sujeto. Ante esto el
psicólogo j. Piaget plantea una serie de características para propiciar la
adquisición de la autonomía del sujeto a través de la pedagogía en su libro “la
autonomía en la escuela”. Según Piaget “la autonomía favorecería el desarrollo de
dos cualidades en particular, la primera es el espíritu de iniciativa y la segunda el
sentido de responsabilidad, a través de esto surge una autodisciplina del
estudiante. Piaget postula que la autonomía se desarrolla tanto moral como
intelectualmente, desde el punto de vista moral un ser autónomo es capaz de
actuar por si solo y de construir una propia percepción del bien y el mal en donde
se sitúa a el mismo como punto de referencia, dado que considera incorrecto lo
que en este caso a él le haría mal, logrando una empatía con el mundo que lo
3. rodea y un equilibrio emocional lo bastante elevado como para vivir en libertad. “la
autonomía… aparece con la reciprocidad, cuando el respeto mutuo es
suficientemente fuerte para hacer que el individuo sienta el deseo de tratar a los
demás como el desearía ser tratado;… la autonomía moral aparece cuando la
mente considera necesario un ideal que es independiente de cualquier presión
externa. Por lo tanto no puede haber necesidad moral fuera de nuestras relaciones
con los demás” (J. Piaget, 1932, p 196). Cuando hablamos de la autonomía
intelectual nos referimos a lo que el sujeto comprende de un aprendizaje,
asimilándolo con sus conocimientos previos para luego ponerlos en práctica de
manera general y en contextos específicos.
Nos damos cuenta que la autonomía es capaz de formar entes reflexivos, críticos
y además responsables de sus actos, con espíritu de iniciativa lo que genera
líderes con ideales claros y progresistas, sin temor a que los limiten, conscientes
de los problemas actuales y capaces de saber cuándo ceder a presiones externas
que conlleven a un bien común, tolerantes ante los pensamientos ajenos, que
aprenden a pensar por sí mismos y lograr un análisis de la realidad más racional
que el resto. La autonomía en su final logra la autoestima y con esto la felicidad
del sujeto. De esta manera llegamos a la conclusión que la autonomía escolar es
el sendero directo para alcanzar la verdadera educación de calidad. Pero en
nuestra sociedad actual ¿realmente el objetivo es alcanzar la autonomía de los
estudiantes? Esta pregunta en lo personal nos pone los pelos de punta, que difícil
es alcanzar un objetivo de tal pureza pasando por encima el cáncer que hoy en
día hunde nuestra educación, que difícil es “echarse al bolsillo” los ideales de
progreso que de tan linda manera difunden nuestros líderes, inconscientes y
egoístas dioses del presente y el futuro, tiene la educación de los niños de chile en
sus sucias manos y el profesor condicionado por sus reglamentos: curriculum
escrito con intenciones de formar mano de obra barata y así perpetuar sus bienes.
En este contexto en donde analizamos el verdadero objetivo de la educación, uno
de los pensadores contemporáneos más importantes dentro del ámbito educativo
plantea el problema desde nuestro mismo punto de vista “La Educación es
discutida en términos de si es una inversión que vale la pena, de si genera un gran
4. capital humano que puede ser usado en el crecimiento económico, y esa es una
manera muy extraña, muy distorsionada, de cuestionarse el tema, opino.
¿Queremos tener una sociedad de individuos libres, creativos e independientes
capaces de apreciar y aprender de los logros culturales del pasado y contribuir a
ellos? ¿Queremos eso o queremos gente que aumente el PIB? No es
necesariamente lo mismo.” (N. Chomsky, La Deseducación, 2007). De muy
distinta manera analiza el tema la autoridad máxima de nuestro país. “requerimos,
sin duda, en esta sociedad moderna una mucho mayor interconexión entre el
mundo de la educación y el mundo de la empresa, porque la educación cumple un
doble propósito: es un bien de consumo." No pueden negarnos que el objetivo
está muy lejos de nuestro ideal de autonomía, podemos decir a nuestro favor que
la autonomía escolar solo se logró en el momento en que todos los estudiantes de
chile dijimos basta y luchamos por el futuro de nuestra sociedad, pero ante este
despertar colectivo, reflejo de autonomía, la autoridad respondió con violencia y
represión “la municipalidad de providencia declara cerrados los colegios.
Solamente siguen en clases los alumnos que hayan adoptado el programa
´salvemos el año`. Los que no sigan en el plan, perderán el año escolar sin
contemplación” (Cristián Labbé, alcalde de Providencia, al anunciar su “medida
estrella” para terminar con las tomas en colegios de su comuna. 23 de
septiembre).
Entonces ¿cómo integramos la autonomía escolar dentro de los barrotes en que el
imperante estado encierra y reprime nuestros conocimientos y estilo de
enseñanza?, difícil es la tarea de formar entes críticos y consientes, pero es
posible formar entes autónomos dentro de estos parámetros a pesar de las
barreras que nos imponen, enseñando y adaptando los contenidos asimilándolos
con sus propias vivencias de su propio contexto cultural, haciéndolos consientes
de los problemas que los rodean. Pensamos que si queremos cambiar este
sistemas debemos estar dentro de él, jugar con el sistema educacional, adaptarlo
a nuestros objetivos, aprovechar las lianas que se encuentran arriba de este
pantano lleno de cocodrilos, arriesgarnos a utilizarlas y reírnos cuando estemos al
otro lado, debemos ser profesionales inteligentes e integrales y lograremos el
5. objetivo que escondido como un cáliz sagrado lleva cada uno de nosotros “¿Por
qué no discutir con los alumnos la realidad concreta a la que hay que asociar la
materia cuyo contenido se enseña, la realidad agresiva en que la violencia es la
constante y la convivencia de las personas es mucho mayor con la muerte que
con la vida? ¿Por qué no establecer una “intimidad” necesaria entre los saberes
curriculares fundamentales para los alumnos y la experiencia social que ellos
tienen como individuos? ¿Por qué no discutir las implicaciones políticas e
ideológicas de tal falta de atención de los dominantes a las áreas pobres de la
ciudad? ¿La ética de clase incrustada en esa desatención? Porque, dirá un
educador reaccionariamente pragmático, la escuela no tiene nada que ver con
eso. La escuela no es partido. Ella tiene que enseñar los contenidos, transferirlos
a los alumnos. Una vez aprendidos, éstos operan por sí mismos”. (freire,2004,
p.32).
6. Bibliografía
Chomsky, N. 2007 la deseducación. Barcelona, España: critica.
Freire, P. 2004 pedagogía de la autonomía. Saberes necesarios para la práctica
Buenos Aires, Argentina: educativa. Siglo XXI.
Piaget, J. 1962 la autonomía en la escuela, Buenos Aires, Argentina: Losada.
Tedesco, J. 1995 el nuevo pacto educativo. Madrid, España: Anaya.
Linkografía
http://www.fundacies.org/articulo000.php