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2. Universidad Científica del Sur
PEDIATRÍA
RADIOLOGÍA PULMONAR
Seminario N°1 Autor: Piero Díaz Ramírez
INTRODUCCIÓN
La técnica de imagen de elección en el estudio de la patología respiratoria continúa siendo la radiografía
(RX) simple de tórax y la primera en realizarse. En muchas situaciones, será la única prueba imagenológica
que se lleve a cabo y, en otras, se indicará la realización de una tomografía computarizada (TAC) o una
resonancia magnética (RM).
Estamos obligados a tener en cuenta que, en la edad pediátrica se debe disminuir el número de exploraciones
radiológicas por el potencial riesgo de cáncer secundario. Los niños tienen una mayor sensibilidad a las
glándulas tiroides, mamarias y gónadas. Se debe seguir el principio ALARA, (As low reasonably achievable)
empleado la menor cantidad de radiación posible para llegar a un diagnóstico.
INTERPRETACIÓN
En la edad pediátrica, de forma rutinaria se realiza exclusivamente la radiografía anteroposterior (AP), o
posteroanterior (PA) en los niños mayores, reservando la proyección lateral para dudas razonables en la AP.
Habitualmente, en niños colaboradores se realiza en bipedestación, mientras que en los más pequeños, en
decúbito supino.
Existe una serie de criterios de calidad para valorar una técnica adecuada en la Rx de tórax en el niño:
Etiquetada Correctamente identificada con los datos del paciente.
Colimación Debe incluir las regiones supraclaviculares y totalidad del diafragma.
Posición y rotación Apófisis espinosas dorsales equidistantes
Penetración No visualizar los espacios intervertebrales a través de la silueta cardiaca
Grado de inspiración cúpulas diafragmáticas a la altura del sexto arco costal anterior
Movimiento Pérdida de la definición del contorno mediastiníco y vasos pulmonares
También existen parámetros para una buena radiografía de tórax (figura 1) de frente (AP):
Espacios intercostales Se deben visualizar de 7 a 8 espacios intercostales
Clavículas Las clavículas deben estar simétricas
Omoplatos Los omoplatos deben estar fuera de los campos pulmonares
Mentón El mentón debe estar fuera del tórax
Ángulos costodiafragmáticos Se debe visualizar los ángulos costodiafragmáticos
En la radiografía de tórax, podemos identificar las 5 densidades radiológicas (figura 2), de mayor a menor
penetración:
Aire Parénquima pulmonar Calcio Estructuras óseas
Agua Mediastino Metal Presencia al algún cuerpo extraño metálico
Grasa Tejido celular subcutáneo
Figura 1. Se observa una radiografía de tórax que cumple con todos los parámetros de estar bien tomada: no se
visualiza el mentón (a), las clavículas están simétricas (b), no se observan los omoplatos (c), se puede visualizar los 8
espacios intercostales (d) y los ángulos costofrénicos (e). Figura 2. Se observa un “imperdible” en la vía aérea superior.
Se aprecia las 5 densidades radiológicas.
LECTURA SISTEMATICA
Para una adecuada lectura sistemática de la radiografía de tórax, es importante conocer la anatomía
radiológica básica e identificar determinadas estructuras (Figura 3). Se debe seguir una metodología para
detectar variantes de la normalidad y la posible patología:
Morfología En el neonato, las costillas son horizontales y el tórax tiene forma trapezoidal.
Con el crecimiento, el tórax se va alargando verticalmente y adopta la forma
rectangular del adulto (Figura 4 y 5).
Vías aéreas La tráquea se sitúa en la línea media, a la derecha del mediastino por
desplazamiento del arco aórtico. La vía área central se puede desplazar con
el mediastino por aumento o disminución unilateral del volumen pulmonar.
Parénquima pulmonar Evaluar la asimetría pulmonar, el grado de aireación, existencia de densidades
focales, difusas o determinados patrones radiológicos. Se explicará más
adelante.
Hilios Se debe valorar la presencia de adenopatías.
Mediastino Valorar contornos formados por: la silueta cardiaca, la vena cava superior, el
cayado aórtico y el tronco de la arteria pulmonar, en busca de adenopatías,
masas, anomalías vasculares, tamaño del corazón, etc.
Pared torácica Se identifica las estructuras óseas del tórax, que incluye las costillas, clavículas,
escapulas, cabeza de humeros y columna vertebral. Se debe buscar lesiones
de destrucción ósea, fracturas, escoliosis y malformaciones óseas.
Espacio pleural Cavidad virtual, formada entre la capa visceral (rodea los pulmones) y parietal
(rodea mediastino y caja torácica). Regularmente no se aprecia.
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3. SIGNOS PRINCIPALES EN LA RADIOGRAFÍA DE TÓRAX
Signos Característica Imagen
Silueta Cuando estructuras tienen distintas
densidades presentan una interfase entre
ellas que define sus márgenes. Nos
permite detectar la patología que borre
o dibuje los márgenes normales de las
estructuras anatómicas contiguas.
Figura 6. Presencia de broncograma aéreo en un
consolidado pulmonar, en una neumonía del
lóbulo inferior derecho.
Broncograma
aéreo
Signo radiológico que indica la
ocupación del espacio aéreo distal, que
consiste en la presencia de trayectos
bronquiales aireados, como líneas
oscuras, en el interior de una
consolidación pulmonar. El ejemplo más
típico es el de la neumonía (figura 6).
Lesión
extrapleural
Presentan un borde convexo y nítido,
formando un ángulo obtuso en la pared
torácica.
PATRONES RADIOLÓGICOS EN LA AFECCIÓN DEL PARÉNQUIMA
Patrón Características e imágenes
Alveolar o
consolidación
Caracterizado por aumento de la densidad del parénquima pulmonar, donde el aire
de los alveolos es reemplazo por acumulación de líquido (trasudado) o material
purulento (exudado). Tiene aspecto algodonoso, con márgenes mal definidos, que
tiene distribución segmentaria o lobar. Puede presentar estructuras bronquiales llenas
de aire en su interior; este signo se le conoce como el “broncograma aéreo”,
frecuente de las neumonías bacterianas. (Figura 7)
Figura 7. Condensacion pulmonar del segmento anterior del lobulo superior derecho.
Figura 3. Se observa una radiografía de tórax normal y se deben reconocen las siguientes estructuras: tráquea (1), vena
cava superior (2), cayado aórtico (3), carina (4), tronco de la arteria pulmonar (5), bronquio principal izquierdo (6),
aorta descendente (7), aurícula derecha (8), ventrículo izquierdo (9), diafragma (10) y escápula (11). Figura 4. Se debe
tener en cuenta las variaciones anatómicas del neonato, del niño y adulto. En los lactantes, el tórax tiene una
morfología trapezoidal, las costillas están horizontalizadas, se visualiza el timo y la silueta cardiaca está aumentada de
tamaño. Figura 5. Representa la placa de un niño de 1 a 2 años; conforme avanza la edad el tórax va adquiriendo una
morfología triangular, las costillas adoptan la forma cóncava, no se visualiza el timo y la silueta cardiaca es compatible
con la edad.
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4. Atelectásico Pérdida del volumen parenquimal con aumento de la densidad radiológica. Pueden
ser lobares, parcheadas, subsegmentarias o lineales. Lesiones suelen adquirir formas
geométricas, bien delimitadas. Hay desviación mediastínica (tráquea, bronquios,
aorta, hilio, etc.), desplazamiento de cisuras o diafragma hacia zona comprometida.
Puede haber enfisema compensador en zona contralateral y aproximación de las
costillas (figura 8). Si fuese una atelectasia del lóbulo inferior izquierdo, se apreciaría
el signo del “velero”. En caso de una atelectasia de lóbulo superior derecho se pone
en manifiesto la “S de Golden”.
Figura 8. Atelectasia del pulmón izquierdo (tórax opaco). Observese pinzamiento de las
costillas, la elevacion del hemidiafragma y desplazamiento del mediastino y la traquea hacia el
lado de la atelectasia.
Intersticial Sucede por afección del intersticio, que origina imágenes con aumento de densidad,
de morfología lineal, reticular o nodular, y de predominio perihiliar. Existen
engrosamientos peribronquiales (intersticial). Afección no respeta los límites lobares,
tampoco hay presencia de broncograma aéreo y suelen estar asociados a
atrapamiento aéreo. En algunos casos se puede apreciar panalización y vidrio
esmerilado. Es característico de la bronquiolitis (figura 9).
Figura 9. Bronquiolitis vírica. Proyección anteroposterior del tórax que muestra hiperinsuflación
con infiltrados perihiliares y engrosamiento peribronquial. Obsérvese la atelectasia
subsegmentaria asociada en ambos lóbulos inferiores.
PRINCIPALES PATOLOGÍAS
1. Infecciones virales
Los virus constituyen la principal causa de infección pulmonar en los niños, especialmente en menores
de 5 años. Hasta en el 50 a 80% de los casos se demuestra la infección por el virus sincitial respiratorio
(VRS), otros agentes son el virus de parainfluenza, virus de la gripe y adenovirus.
La infección viral se demuestra como bronquiolitis aguda (figura 9), cuyo resultado es la obstrucción
inflamatoria de las vías respiratorias de conducción, en menores de 2 años, y como neumonía vírica y
bronquitis aguda o bronconeumonía en niños mayores.
1.1. Bronquiolitis
Es más frecuente en menores de 2 años. Representa
una de las principales causas de morbimortalidad en
este grupo etario. Suele cursar con tos, fiebre (más
leve que en procesos bacterianos), grados de
insuficiencia respiratoria, signos de tiraje y taquipnea.
Causado principalmente por el VRS, seguido del
rinovirus, parainfluenza, adenovirus, virus de la
influenza, etc. No se recomienda el uso rutinario de
la radiografía de tórax; se podría considerar en casos
de dudas diagnosticas o un deterioro clínico
evidente. La infección da lugar a edema inflamatorio
de la vía aérea de conducción con necrosis celular y
gran producción de moco (figura 10).
Los principales hallazgos radiológicos son:
Infiltrado intersticial
Engrosamiento peribronquial en regiones
parahiliares, dando lugar a densidades lineales
Afección bilateral con áreas focales de
opaficación
Atelectasias cambiantes por tapones de moco
Áreas de hiperinsuflación y atrapamiento aéreo
Derrames y consolidaciones son raros
Cuando aparecen aumento densidades de tipo
alveolar (patrón de consolidado), se debe sospechar
de una sobreinfección bacteriana.
Figura 10. Paciente con clínica de bronquiolitis en el
que se aprecian unos infiltrados perihiliares dando
lugar a densidades lineales, también se observa
engrosamiento peribronquial y una atelectasia laminar
(flecha). No se identifica consolidación pulmonar.
2. Infecciones bacterianas
Es una causa importante de morbimortalidad en la infancia. Donde el agente etiológico implicado más
común es el Streptococcus pneumoniae (neumococo), aunque también se puede encontrar infecciones
por otros agentes típicos: Haemophilus influenzae, Stafilococcus, atípicos: Chlamydia (en menores de 3
meses) y el Mycobacterium tubercolosis. Actualmente, se observa infecciones resistentes a terapia
antibiótica empírica habitualmente causada por neumococo, que cursan con mayor número de
complicaciones y provocan con frecuencia derrames pleurales y empiemas que requieren terapias más
agresivas.
2.1. Neumonía bacteriana típica
Se caracteriza por fiebre de más de 38.8° C, síntomas respiratorios y afección general. Puede presentarse
con dolor pleurítico, referido al abdomen si se sitúa en los lóbulos inferiores, y puede llegar a simular un
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5. abdomen agudo. El patógeno más frecuente es el S. pneumoniae (neumococo), que produce típicamente
una inflamación en los alveolos; progresivamente, se acumulan células inflamatorias y fibrina. La
inflamación se propaga al espacio aéreo circundante a través de los canales de Lambert y los poros de
Khon, lo que explica que a veces no sigue una distribución segmentaria. Otros patógenos menos
frecuentes son: H. influenzae, S. aureus, Estreptococos del grupo A, etc.
Los principales hallazgos radiológicos son:
Patrón alveolar o de consolidación (característico de una neumonía bacteriana)
Aumento de la densidad periférica, por ocupación del espacio aéreo, segmentario o lobar
Bordes mal definidos o algodonosos, progresivamente confluente
Al no afectarse la vía aérea, puede aparecer el broncograma aéreo, por el contraste entre el
aire de la vía y el espacio aéreo ocupado
Para la localización de lesiones alveolares, especialmente si solo se dispone de proyección
frontal (AP), resulta útil el signo de la silueta, debido a que el aire es reemplazado por exudado
inflamatorio, la densidad resultante es similar a la del mediastino.
Los cambios radiológicos son más tardíos que la clínica. Una radiografía de tórax puede ser normal al
inicio del cuadro y no aparecer alteraciones hasta 3 o 4 días más tarde.
La neumonía redonda es una apariencia atípica, generalmente en menores de 8 años, por la falta del
desarrollo de los poros de Khon y ausencia de los canales de Lambert. Si radiografía se repite a las pocas
horas se visualizará como una consolidación típica (figura 11).
Se debe repetir la radiografía en 2 a 3 semanas para comprobar su resolución. La radiografía de tórax de
seguimiento se realizará ante la sospecha de complicaciones como abscesos, empiemas, derrame, etc.
2.2. Neumonía bacteriana atípica
Tienen una clínica confusa, con mala respuesta al tratamiento antibiótico habitual y evolución lenta. Sin
hallazgos típicos en los estudios de imagen. Los agentes etiológicos más frecuentes son en Mycoplasma
y Chalmydia spp.
El mycoplasma pneumoniae causa hasta el 30% de las neumonías de los niños mayores. Esta bacteria
carece de pared celular por lo que es resistente a penicilina y otros antibióticos betalactámicos
importantes su correcto diagnóstico. El curso clínico es inespecífico y muy variable, desde una
enfermedad indolente con malestar, letargia y manifestaciones sistémicas, como tos, fiebre, mialgias, que
no responden a tratamiento antibiótico habitual.
Los principales hallazgos radiológicos son:
Hallazgos similares a las neumopatías de origen vírico, ya que afectan predominantemente el
espacio intersticial
El patrón más frecuente es el infiltrado parahiliar peribronquial bilateral
En niños mayores y adolescentes es frecuente el infiltrado retículo-nodular
Derrames pleurales infrecuentes
Pueden aparecer adenopatías hiliares unilaterales
2.3. Complicaciones de las neumonías
Complicaciones pulmonares
Necrosis cavitaria: área de necrosis en el interior de una neumonía, con quistes de paredes finas. En la
radiografía, hasta que no se rellene de aire no puede distinguir del parénquima pulmonar consolidado
(figura 12).
Absceso pulmonar: foco de necrosis y pus rodeado por pared fibrosa bien definida. Producido por S.
aureus y Klebsiella pneumoniae. Es una complicación severa, debido a factores predisponentes (anomalía
pulmonar o inmunodeficiencia). Se debe sospechar en una radiografía si, en el interior de una neumonía
aparece una lesión quística con nivel hidroaéreo (figura 13).
Neumatocele: quiste de paredes finas con relleno de aire, generalmente por S. aureus. Suelen resolverse
espontáneamente con el tiempo. Algunos de gran tamaño pueden sobreinfectarse.
Fistula broncopleural: comunicación entre el pulmón o vía área y espacio pleural. Sospechar si hay aire
en la cavidad pleural.
Complicaciones pleurales
Derrame paraneumónico: se produce en el seno de una neumonía conocida. El empiema es un derrame
pleural purulento, espeso y móvil. La ecografía se reserva para casos significativos, previamente a la
colación de un tubo de drenaje torácico (figura 14)
Figura 11. Aumento de la densidad, con broncograma aéreo
y de morfología redondeada, en relación con una neumonía
redonda, proyectada en la región hiliar izquierda. Son casi
siempre de etiología bacteriana, y suelen ser neumocócicas.
Figura 12. Aumento de densidad en lóbulo inferior
izquierdo, con un nivel hidroaéreo en su interior, en
una neumonía complicada con área de necrosis
cavitaria.
Figura 13. Radiografía de tórax (AP, decúbito) muestra
zonas de condensación y atelectasias en ambos pulmones.
En la base pulmonar izquierda se observa una imagen área
redondeada compatible con absceso pulmonar (flechas).
Figura 14. Radiografía en la que se aprecia una
consolidación del lóbulo superior izquierdo, con
derrame pleural asociado (línea negra).
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6. 3. Tuberculosis
La infección por el Mycobacterium tuberculosis está aumentando, favorecida por la inmigración, pobreza
y VIH/SIDA. La forma más habitual en niños es la primoinfección, que se adquiere por inhalación del
microorganismo, con afección de pequeños focos pulmonares y extensión hacia los ganglios linfáticos
paratraqueales, hiliares o subcarinales. Estas adenopatías pueden ser lobuladas, presentar bordes bien
definidos o irregulares, y pueden estar parcial o completamente calcificadas. La afección parenquimatosa
no es habitual, pero puede manifestarse como un infiltrado alveolar, asociado o no a derrame.
Primoinfección: radiológicamente se manifiesta como 4 entidades principales
Enfermedad parenquimatosa: poco frecuente. Tenue aumento de densidad pulmonar,
generalmente en lóbulos inferiores. El diagnóstico, en muchos casos, es la existencia de adenopatías
y la falta de respuesta al tratamiento antibiótico. En menores de 2 años puede aparecer atelectasias
lobares o segmentarias.
Adenopatías hiliares y mediastínicas: hasta en el 96% de los niños con tuberculosis pulmonar.
Frecuentemente es la única manifestación radiológica. Generalmente, se sitúa en el mismo lado de
la afección pulmonar. Suelen ser unilaterales y se identifica un aumento de tamaño de los hilios
(figura 15).
Enfermedad miliar: puede darse en niños e inmunocomprometidos. Suele darse dos meses después
de la primoinfección. El patrón radiológico consisten en micrononódulos de 2-3 mm, difusos en
ambos pulmones y predominio de lóbulos inferiores, con diseminación hematógena. Cursa con
fiebre, astenia y afección del estado general (figura 16).
Derrame pleural: muy poco frecuente en edad infantil, generalmente unilateral.
Tuberculosis postprimaria: sigue siendo una enfermedad de adolescentes y adultos jóvenes. Se trata de
la reactivación de una infección tuberculosa previa. Tienen predilección por los lóbulos superiores y
ausencia de adenopatías. Radiológicamente cursa con 2 entidades principales:
Enfermedad pulmonar: consolidaciones mal definidas en segmentos apicales. Frecuentemente
afectan varios segmentos. A veces, cavitaciones de paredes irregulares y gruesas, únicas o múltiples,
en zona de consolidación.
Afección de la vía aérea: la estenosis de la vía área da lugar a una atelectasia, hiperinsuflación o
neumonía obstructiva.
Figura 15. Adenopatias hiliares y subcarinales que
producen disminucion del calibre de los bronquios
principales (flechas) en un paciente con sospecha de
tuberculosis.
Figura 16. Nódulos milimétricos difusos, de predominio en
base derecha (flecha), que se confirma mediante una
tomografía, en relación con un patrón miliar. También se
visualiza adenopatías mediastínicas y atelectasia en la língula.
3.1. Complicaciones de la tuberculosis
Pueden aparecer meses o años despues de la infeccion tuberculosa: tuberculomas, cavidades de paredes
delgadas, bronquiectasias, adenopatias calcificadas, fibrotorax, espondilitis, etc.
4. Presencia de aire libre en el tórax
4.1. Neumotórax
Es la consecuencia de la entrada de aire en la cavidad pleural por diferentes causas (espontaneo, traumas,
patologia pulmonar, etc). Origina un colapso pulmonar de mayor o menor grado, con la repercusion
mecánica respiratoria y hemodinamica correspondiente. Se manifiesta con diferente imagen según si la
radiografia se realiza en bipedestacion o decubito. Y los principales signos radiológicos son:
Bipedestacion (paciente coopera): área hiperlucente periferica sin marcas vasculares, delimitadas
por una linea correspondiente a la pleura visceral. Cuando el neumotorax es grande y el pulmón
se colapsa en mayor grado, observamos desplazamiento mediastinico, aplanamiento del diafragma
y ensanchamiento de los espacios intercostales (figura 17).
Decubito supino (paciente no coopera): aire tiende a localizarse anterior y medialmente, dibujando
el contorno mediastinico.
Figura 17. Radiografia anteroposterior de torax que
muestra un gran neumotorax derecho, con colapso
del pulmon derecho. Obsérvese la nítida línea
pleural (flecha) con ausencia de marcas pulmonares.
Figura 18. Radiografía de tórax compatible con un
neumomediastino, que muestra radio transparencia en el
mediastino subyacente al timo con elevación de este (flecha).
Se observa un pequeño neumotórax derecho. Además existe
colapso del lóbulo inferior izquierdo en la región
retrocardíaca.
4.2 Neumomediastino
En la radiografía se observan radiotransparencias en el mediastino con aire que delimita los bordes
cardiacos, en la cara inferior del timo (figura 18), arteria pulmonar, aorta y diafragma (signo del diafragma
continuo). En las radiografías en decúbito lateral, el aire libre no se mueve, a diferencia del neumotórax.
Se puede a asociar a enfisema subcutáneo y/o neumotórax.
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7. 5. Atelectasia
Una observacion importante es la presencia o ausencia de la pérdida del volumen pulmonar. Si hay
pérdida es muy probable que la consolidacion sea causada por una atelectasia, que es una afección
común en las infecciones virales de la infancia. Por otro lado, atelectasias son frecuentes en los paciente
con crisis asmaticas. En ellos, la presencia de sintomatología asmática se orientan hacia la atelectasia
como posible causa de la condensacion (figura 19). Los principales signos radiologicos son:
Pérdida del volumen parenquimal con aumento de la densidad radiológica
Existencia de desviacion mediastinica hacia zona comprometida, a diferencia de neumotorax,
donde hay desviacion a zona opuesta a la lesión
Puede haber enfisema compensador y aproximacion de costillas (figura 20)
Si fuese una atelectasia del lóbulo inferior izquierdo se apreciaria en signo del “velero”
En el caso de una atelectasia del lóbulo superior derecho se pone aprecia la “S de Golden”
Figura 19. Paciente asmatico con atelectasia del lobulo
medio. Se observa figura geometrica bien delimitada,
caracteristica de las atelectasias.
Figura 20. Atelectasia con aumento de la densidad del
hemitórax derecho, con desviación mediastínica a
zona de lesión y enfisema contralateral.
6. Derrame pleural
Se aprecia un aumento de la densidad del hemitórax afectado, debido la ocupación de líquido en el
espacio pleural. Se encuentra una obliteración o borramiento de los senos costodiafragmáticos y pérdida
de la definición del hemidiafragma correspondiente. Puede haber desplazamiento mediastínico fuera de
la zona comprometida, dependiendo de la magnitud del derrame (figura 21). Si el derrame es izquierdo
y es parcial, se forma un límite superior cóncavo; este signo se le conoce como la “curva de Damoiseau”
(figura 22). Si se tiene duda, se debe tomar una radiografía en decúbito lateral.
Figura 21. Derrame pleura masivo, con desplazamiento del
mediastino y la tráquea hacia el lado opuesto
Figura 22. Derrame pleural izquierdo. Se forma un
límite superior cóncavo (Curva de Damoiseau).
7. Asma
Es la enfermedad crónica más frecuente de la infancia y la que genera mayor número de visitas a
demanda en la consulta de pediatría de atención primaria. La mayoría de casos se diagnostica después
de los 5 años y, aunque no suelen afectar a los lactantes pequeños, los niños asmáticos presentaron con
mayor frecuencia bronquiolitis o infecciones virales del tracto inferior respiratorio en los 2 primeros años
de vida. Los principales hallazgos radiológicos son:
Hiperinsuflación con infiltrados parahiliares peribronquiales
Atelectasia lobar o segmentaria que se puede infectar como infección bacteriana (figura 19).
No suele haber mayor frecuencia de infecciones bacterianas, pero sí de infecciones virales o
Mycoplasma, que pueden agravar el cuadro asmático
Se puede complicar con neumomediastino y neumotórax
Es muy discutible si se debe realizar una radiografía o no, más aun en las exacerbaciones del asma. En
general los pacientes con sibilancias y febrícula no necesitan una radiografía. Se debe realizar ante la
sospecha de un neumotórax o neumomediastino, o cuando haya fiebre alta persistente.
8. Presencia de un cuerpo extraño
Los cuerpos extraños aspirados no suelen ser radiopacos, por lo que se debe prestar atención a los signos
radiologicos indirectos en un paciente con esa sospecha. Un 55% de los cuerpos extraños se localizan en
el bronquio principal derecho.
Suelen producir atrapamiento aereo homolateral que hace que un campo pulmonar aparezca más
radiotransparente. Para valorar los cuerpos extraños no opacos, puede ser util obtener radiogrfias
espratorias o en decubio lateral, ya que son muy utiles en lactantes y niños de corta edad. Se debe
sospechar siempre la aspiracion de un cuerpo extraño cuando un campo pulmonar se observe mas
transparente. Puede haber desplazamiento mediastinico contralateral y dismucion de la vascularizacion
pulmonar. Si se produce una obstrucción bronquial completa, dará lugar a una atelectasia.
9. Patologia tumoral
Los tumores primarios pulmonares son raros en los
niños. Sin embargo, es mucho más frecuente la
enfermedad metastásica, especialmente secundaria al
tumor de Wilms. Se manifiesta como lesiones
múltiples, redondeadas y bien definidas.
Las masas mediastínicas son más frecuentes. En el
mediastino anterior se puede encontrar lesiones
tímicas, vasculares y adenopatías, como el linfoma
(figura 23); en el medio, adenopatías, quistes
broncogénicos y quistes esofagicos; pero el 40% de
masas mediastínicas dependen del mediastino
posterior, y con frecuencia son de origen
neurogénico, como neuroblastomas y
ganglioneuromas. Los principales hallazgos
radiologicos de las masas mediastínicas son:
Convexas hacia el pulmón (signo de la
embarazada)
Bien definidas, con angulos obtusos en sus
bordes superior e inferior
Frecuentemente aparecen anomalias asociadas
a las costillas y columna vertebral (localizacion
extrapulmonar).
Figura 23. Lesiones lobuladas en ambos hilios (flechas)
en relación con adenopatías, en un paciente en que se
confirma posteriormente un linfoma.
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8. BIBLIOGRAFÍA
Rodriguez, Albi. “Semiología básica en la radiología de tórax”. Pediatría Integral 2012; XVI(2): 170.e1-170.e10
Muñoz, Inés. “Radiografía de tórax, indicaciones, diagnóstico y casos prácticos” Asociación española de
pediatría
Vicente Rueda J. Semiología radiológica básica en pediatría. En AEPap ed. Curso de Actualización Pediatría
2015. Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2015. p. 145-51.
Voyer, Luis “Pediatria. Radiografia de torax” 3era edición, Buenos Aires, Journal, 2011.
White, Andrew “Manual de Washington de pediatría” 2da edición. 2016
Díaz Ramírez, Piero “El aparato respiratorio” Callao, 2018.
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