1. Observaciones al Proemio
“El presente libro, que sometemos al juicio del gran número de interesados por el
mundo de la columbicultura, supone un intento de atender el tema de las palomas de raza
desde dos puntos de vista: el primero, práctico y descriptivo; el segundo de más amplias miras
el de poner en contacto la moderna ciencia de la columbicultura con una tradición
intrínsecamente arraigada en nuestra cultura…”
Tal y como afirman los autores, se someten al juicio de los interesados
en la materia “…por el mundo de la columbicultura,..” hoy desde la serenidad y
conocimiento de más de 8 años de investigaciones y el haber plasmado por
escrito, cuantos documentos y análisis de las preceptivas bibliografías
obrantes en mi libro “Las Palomas objeto del deporte” y el descubrimiento, de
la obra “Régimen de Palomería” en los fondos históricos de la Universidad de
Sevilla, clave para entender el mundo de las palomas en España; así como la
colaboración que con el letrado experto en Derecho Deportivo a la sazón Don
Javier Gómez Vallecillo hizo en su libro “Régimen Deportivo de Palomería”
podemos poner en solfa, cuanto se contiene en el libro objeto de este análisis.
Los puntos de vistas por los que se rige el conjunto de textos que bajo el
epígrafe “Palomas de Razas Buchonas Españolas”, desarrollan los autores del
mismo; hoy los vamos a someter a dicho juicio, con un conjunto de
observaciones a sus distintas partes, donde desde la objetividad más preciada
y un análisis exhaustivo de la historia demostraremos que los distintos puntos
de vista, desarrollo historiográfico del mismo están muy lejos de la realidad de
los hechos que se dibuja y se narra en el titulo de referencia.
Si desde el punto de vista “…práctico y descriptivo…” nada podemos
objetar, salvo algunas matizaciones más o menos extensas, en su segundo
“…de más amplias miras el de poner en contacto la moderna ciencia de la columbicultura
con una tradición intrínsecamente arraigada en nuestra cultura…” si vamos a objetar;
pues definir “…moderna ciencia de la columbicultura…” es arriesgado, cuanto
menos descabellado; pues al día de hoy, la organización que se autoproclamó
representante de todas las palomas, por verbigracia del Régimen, del cual
nace, y se desarrolla; jamás ha puesto a la ciencia, entendida esta como
estudio veraz, objetivo, e imparcial; hecho por profesionales externos y no
comprometidos con la causa; a los objetivos marcados desde su creación
trascritos en diversas obras, por elementos afines a dicha organización, y que
constituyen el pragmatismo, la doctrina y herencia de la misma.
“…No obstante, pensamos que rescatar y actualizar no son, para nuestros
propósitos, dos verbos sinónimos. Pese a que la unificación de criterios y el reconocimiento de
los mismos sobre las distintas razas de palomas, en nuestro país, datan de una fecha
relativamente cercana: 1.977…”
1
2. Naturalmente “…rescatar y actualizar…” no son dos verbos sinónimos;
más a pesar de la contundente afirmación del texto, estos autores, como
veremos a lo largo de toda nuestra exposición, “…rescatar y actualizar…”, es
exactamente lo mismo, pues nada nuevo se aporta en el devenir del tiempo, si
desde su segunda edición en 1.999.- y transcurridos catorce años, nada se ha
cambiado; por lo que la acepción del término “Actualizar” debería cambiarse
por “Rescatar y volver a copiar”, sin mover punto o coma.
Tampoco, nada nuevo se dice, ni se hace referencia, a las
modificaciones efectuadas con anterioridad, pues como verificarán los que
leyeren, es exactamente lo mismo que se venía argumentando desde que en
1.976.- apareciera el primer artículo de la mano de quien presenta a los
autores de la obra.
“En este año, un grupo de expertos columbicultores de Sevilla y su provincia,
fundaron la Sociedad de Columbicultura La Giralda. Esta Sociedad se crea para cumplir la
misión de reglamentar la afición a las palomas de "Raza Buchona" de su demarcación y
confeccionar sus estándares. La Sociedad, llegó a contar con más de 300 afiliados. Por
medio de asamblea, se eligió a un grupo de socios como más idóneo para redactar el boceto de
estándar de cada raza, para posteriormente ser presentados en asamblea general para su
aprobación.”
Hay que poner en cuarentena las palabras “un grupo de expertos
columbicultores de Sevilla y su provincia,” pues ni eran expertos, ni eran
colombicultores, ni estaban todos los que eran, ni eran todos los que estaban.
Y para resolver el galimatías se dirá: Sevilla, tras la guerra civil, perdió el
norte de las tradiciones más allegadas que durante más de doscientos
cincuenta años se practicaba; la destrucción fue tal que los palomos de razas
quedaron en manos de las clases más adineradas, aquellos que en sus cortijos
y casas palaciegas, no se plegaban a la hambruna que asoló España desde
1.939.- hasta bien entrada la década de los sesenta.
Estos pudientes, dejaron la diversión, juego o entretenimiento que con
los palomos denominados “ladrones o Rateros” efectuaban bajo la
denominación de “La Suelta” y “El Hembreo”, para tratar a esos palomos
como meras aves de fantasía, tal y como venían observando en las distintas
concentraciones avícolas, sirva de ejemplo la “V Asamblea Nacional de
Avicultores celebrada en Sevilla desde el 7 al 13 de noviembre de 1.949.-1 y de
las distintas Ferias de Muestras Iberoamericana, que posteriormente a la
citada fecha se desarrollaban en la ciudad de Sevilla.
Es a partir de los sesentas es cuando la tenencia de palomos se
generaliza, caminando en paralelo con el grado de solvencia económica que
1.- V Asamblea Nacional de Avicultores celebrada en Sevilla desde el 7 al 13 de noviembre de 1.949.editorial Edelce.
2
3. acompaña al aficionado. Más en contraposición a todo esto, las clases más
desfavorecidas emplearon estos palomos, para la captura de otros palomos,
en un intento de mitigar el hambre reinante en nuestra postguerra; por lo
que no se puede aplicar el concepto “Columbicultura”, acuñado y pactado ya
desde 1931.- por la sociedades valencianas, con el ejercito, en reuniones
previas, al decreto de prohibición de 1932.Obvian decir los autores, que no toda la afición de Sevilla y provincia
acogen las nuevas prácticas existiendo un gran número de aficionados, “los
expertos”; aquellos que no reconocen el “Meter un palomo en un cajón para
enjuiciarlo como un canario”2, que siguen en su singular y particular forma
de tenencia, constituyendo la creación de dicha Sociedad, una fractura en el
seno de la afición sevillana.
Tampoco es fehaciente, que se nombraran comisiones o grupos de
aficionados, para “…redactar el boceto de estándar de cada raza, para posteriormente
ser presentados en asamblea general para su aprobación.” Sino todo lo contrario, que
las supuestas asambleas, eran hábilmente manipuladas, por quien desde el
primer momento, fue el artífice de dicha ruptura, votando a mano alzada,
todos los estándares, por todos los aficionados, por lo que en la aprobación
del estándar del Colillano, intervinieron aquellos que lo desconocían, y con
idénticos resultados para las cuatro razas sevillanas del momento.
Especial interés suscita, el estándar del “Palomo Gaditano”, cuyo
primer estándar, data del año 1,954.- confeccionado por la afición de la
mano de Alfonso de la Rimada Perez, Manuel Salado y otros; estándar que
fue mutilado por quienes en 1977.- rindieron pleitesía e hicieron entrega de
la afición a la entonces “ Federación Nacional de Columbicultura”. Todos
estos detalles, pueden cotejarse en el libro: “La Paloma Buchona Gaditana”
de Alfonso de la Rimada Pérez, IBSN978-84-614-1170-2; donde explica y
expone los pormenores.
En los agradecimientos, vemos claramente el “Pasteleo” existente, entre
los autores y el artífice de todo ello, que queda patente si analizamos, quien
presenta en los mismos términos el trabajo, que se supone referente en la
materia.
Hacen los autores, referencia a la historia de las palomas, que bien
supondrían un epígrafe larguísimo, pues esta, tal y como se dice, ha sido
enfocada desde muchas vertientes, desde la mística y religiosa, ofrecidas en
sacrificio a los dioses tanto paganos como cristianos; pasando por la
literatura, o su crianza para la obtención de carnes y fertilizantes, para
desembocar en su aspecto deportivo y uso militar.
2.- Palabras de Gaspar Iriso Portales, aficionado al palomo Colillano, en las tertulias sobre estas
cuestiones.
3
4. Citan:
“…a
pesar de los lejanos orígenes de nuestras palomas
buchonas, y de los muchos artículos y opiniones que sobre ellas se ha escrito,
no existe ningún texto al que puedan acudir tanto las personas experimentadas como las que intentan iniciarse en la cría y selección de estos bellos
animales, con la lícita pretensión de solucionar muchos de los obstáculos que
se encuentran en el desarrollo de la actividad columbicultora…” pero no aciertan a
concretar, ni aportan bibliografía alguna sobre los orígenes que dicen se les
supone, tampoco citan algunos de los artículos de opinión a los que se
refieren; y erran cuando manifiestan la inexistencia de textos de cumplida
solvencia, en el pretendido arte “columbicultor”.
Dicha pretendida actividad columbicultora, y sus obstáculos, haciendo
mención a la falta de textos, es solo una quimera en la mente de los autores,
pues podemos afirmar, que dicha actividad, estaba perfectamente regulada y
reglada, a través de la Asamblea Nacional de Avicultores Columbicultores y
Apicultores, Organización nacida tras la Guerra Civil Española, que toma el
relevo, de la Real Escuela Oficial Española de Avicultura, fundada y dirigida
desde 1.896.- por el profesor Salvador Castelló, y que nos legó una extensa
bibliografía en forma de revista científica, de 370 revistas, que van desde
agosto de 1,896.- hasta mayo de 1.936.-; otra cuestión muy distinta es que la
poca formación acreditada en el manejo de la investigación sobre el tema, de
los autores del libro objeto de este análisis, deje paso a un conformismo
acentuado, al dar por bueno la exigua bibliografía aportada por Rafael
Yuste López, para la confección de la obra.
Todo ello en el marco de literal y exacto de la acepción de la palabra
“Columbicultura” que nos da el Real Diccionario de la Lengua Española:
Colombicultura:
1.- del latín (Columba = palomas; cultura = crianza, reproducción)
2.- Arte de criar palomas y fomentar su reproducción entendida esta
como granjería.
Que nada tiene que ver con la acepción actual definida por: “Deporte
autóctono valenciano, que se hace con un único palomo autóctono valenciano
llamado palomo deportivo o pica. Exposición de palomas buchonas. 3” o la
legislativa4 publicada a los efectos legales.
3.- Ley 2/2002.- de Protección a la Colombicultura Comunidad Valenciana.
4.- Resolución de 8 de marzo de 1.994.-, de la Secretaría de Estado-Presidencia del Consejo
Superior de Deportes, por la que se dispone la publicación de los Estatutos de la Federación
Española de Colombicultura. B.O.E. núm. 72 de 25 de marzo de 1.994.- y Resolución de 28 de
mayo de 2.004.-, de la Dirección General de Actividades y Promoción Deportiva, de la Consejería
de Turismo, Comercio y Deporte 2.004.- (BOJA nº. 128, de 1 de julio)
4
5. Es del todo tendencioso, torticero, y de mal gusto mencionar “…rescatar
y actualizar…” con el único objetivo de publicitar y vender este mediocre
trabajo. Que con un simple esfuerzo en verificar, lo publicado en relación al
tema que nos ocupa, hubieran verificado que la bibliografía aportada para
la confección, quedaba un poco corta en todas las apreciaciones.
“Este es fundamentalmente el motivo que nos ha movido a recopilar Desde hace
siglos,
el
columbicultor
español
ha
tratado
de
conseguir
de
sus palomas las tres características que las diferencian del resto de las
palomas conocidas en el mundo: el instinto de seducción, el instinto de
persecución y el de conservación, independientemente claro está de la
fijación y mantenimiento de unos caracteres morfológicos, distintos en cada
variedad. La consecución de estos caracteres se ha logrado de acuerdo con
los gustos de los aficionados de determinadas zonas de nuestra geografía.”
Nuevamente la redacción del párrafo, mezcla conceptos antagónicos, y
todo ello visto desde los principios de la Organización de referencia; en su
primera parte, nos habla del vuelo de las buchonas a las que los autores
bautizan con el nombre de “Españolas”, y que este autor, gusta denominar
“Palomas de Razas Autóctonas Andaluzas” y no por capricho, sino porque
así las definió la Directora General de Producción Agrícola y Ganadera de la
Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía.
Hay que incidir, que el vuelo de las palomas buchonas, no está recogido
ni reconocido en ninguno de los Reglamentos de Competición, de las dos
Federaciones existentes en España, a dichos efectos y para su verificación del
que leyere, citamos: “Resolución de 8 de marzo de 1.994.-, de la Secretaría de
Estado-Presidencia del Consejo Superior de Deportes, por la que se dispone
la publicación de los Estatutos de la Federación Española de
Colombicultura. B.O.E. núm. 72 de 25 de marzo de 1.994.-” y “Resolución
de 28 de mayo de 2.004.-, de la Dirección General de Actividades y
Promoción Deportiva, de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte
2.004.- (BOJA nº. 128, de 1 de julio)” su contenido y no otro, es el que
tienen reconocido tanto la Federación Española de colombicultura, como su
Territorial Andaluza.
Paralelamente a este planteamiento hay que apostillar, que si en los
artículos, 80, 81, 104, 105 y 106.- del Reglamento de Competición de la F.A.
de Colombicultura, se citan las practicas andaluzas de la Suelta y el
Hembreo, es precisamente con el sentido excluyente; y en ese aspecto se cita5;
5.- Recurso de Azada promovido por la FAC, en fecha del 23/04/2010 por la Federación
Andaluza de Colombicultura contra la Resolución de 22 de febrero de 2010, de la
Dirección General de Promoción Deportiva En el tercero de los argumentos se afirma de
contrario que la “ La especialidad de Vuelo de Palomas Buchonas, así como las sueltas, hembreo y
zuriteo constituyen una práctica deportiva prevista y regulada por el Reglamento de Competición de
5
6. queda meridianamente claro, que el vuelo que pretenden usurpar, no está
reconocido por la Organización, para la cual está hecho el libro.
en
Si tenemos que dar por bueno la segunda parte del párrafo analizado,
el
literal:
“…independientemente
claro
está
de
la
fijación y mantenimiento de unos caracteres morfológicos, distintos en cada
variedad. La consecución de estos caracteres se ha logrado de acuerdo con
los gustos de los aficionados de determinadas zonas de nuestra geografía.” Entendiendo
este autor que cuando se refieren a las determinadas zonas de nuestra
geografía, se están circunscribiendo al ámbito de Andalucía.
No entraremos a valorar los párrafos siguientes, pues lo haremos en los
distintos apartados relativos en cada una de las supuestas Razas
mencionadas.
Retomando el proemio citamos: “Ya dijimos que en el año 1.977 es
especialmente memorable para todos los columbicultores, fue el año fundacional de los
modernos estudios sobre las palomas de razas “buchonas españolas” Gracias a la
extraordinaria labor de un grupo de columbicultrores andaluces fueron reconocidos
oficialmente por la Federación Española de Columbicultura tanto los propios criadores como
los distintos estándares de las razas "buchonas españolas". Tal reconocimiento supuso el
inicio de nuevos y más rigurosos planteamientos, aún vigentes, que hicieron de la moderna
columbicultura la mezcla de arte y ciencia que hoy es, con sus principios y cánones estéticos”.
La redacción del párrafo no puede ser mas desacertada, claro está que si
lo vemos desde la óptica y los planteamientos de la organización en la que se
encuadran los autores, suena a oda o cantos de sirena, que sus cuadros
directivos alabarán por los servicios prestados. Pero la cruda realidad
histórica de los hechos, demuestra completamente lo contrario; en primer
lugar, ya hemos tratado la ausencia de “…modernos estudios sobre las palomas de
razas “buchonas españolas…” y en lo relativo al reconocimiento oficial, este
la F.A. de Colombicultura (artículos 80, 81, 104, 105 y 106), que en ningún caso es encuadrable
dentro de las actividades deportivas que constituyen el ámbito de aplicación de la Colombofilia.” Y
de nuevo vuelve a errar estrepitosamente el recurrente, a la luz del contenido literal del
articulado fundamentado, que se contiene en el indicado Reglamento de Competición,
aprobado por RESOLUCION de 28 de mayo de 2004, de la Dirección General de
Actividades y Promoción Deportiva, de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte
2004 (BOJA nº. 128, de 1 de julio), Nada se dice en consecuencia sobre la práctica del vuelo
de buchona, que reclama el recurrente, por lo que resulta del todo inapropiado, como
infundado, pretender sostener lo contrario, por lo que en base a la propia argumentación
expuesta de contrario nada puede impedir que el club que represento pueda desarrollar, en
la forma que más estime por conveniente, la modalidad del Vuelo de Buchona, como
cualquier otra práctica colombófila o colombicultora reconocida por el saber popular, la
tradición oral o la práctica científica, ¡hasta ahí podíamos llegar¡.
6
7. autor, discrepa radicalmente, digámoslo de forma políticamente correcta, con
la expresión: “No ajustándose a la verdad histórica de los hechos” a estos
efectos, remitimos a los lectores a dos epígrafes, inserto en el libro “Las
Palomas Objeto del Deporte” titulado: “Andalucía en tiempos recientes” y
“La aparición de una nueva especialidad”; en ellos se narra sin cortapisas, la
realidad histórica previa a lo que los autores denominan: “…Gracias a la
extraordinaria labor de un grupo de columbicultrores andaluces fueron reconocidos
oficialmente por la Federación Española de Columbicultura…” . Y todo ello con las
preceptivas aportaciones bibliográficas y documentos expuestos, en el pie de
página, cuestión que se echa muy en falta, en este libro que cometamos, pues
no llegamos a adivinar, si lo expresado es cosecha de los autores,
interpretación propia, o copia literal y exacta de la bibliografía que aporta el
citado Rafael Yuste.
Volviendo al asunto que nos ocupa: “Se pudo pasar de una afición que
actuaba de forma un tanto anárquica a una afición reglamentada que a partir de entonces
empezó a organizarse en todo el territorio español y dió pie a la creación de infinidad de
sociedades columbicultoras, muchas de ellas totalmente formadas por criadores de palomas
de raza "buchonas españolas".
Cabría preguntarles a los autores ¿Que entienden por: “…una afición que
actuaba de forma un tanto anárquica…”? dado que este concepto de anarquía no es
abordado en el texto; mucho me temo que la anarquía aludida, viene
precedida por una resistencia, de la afición, a abrazar las prácticas
valencianas al palomo pica, y sus negativa a encuadrarse en la Federación
del ramo.
Para contradecir la afirmación hecha, diremos que en 1.950.- la
afición de la provincia de Cádiz, concretamente los pertenecientes a las
poblaciones de San Fernando, Chiclana de la Frontera y Jerez de la Frontera,
acuerdan un reglamento, para reglamentar la que por tradición se venía
ejerciendo, que no era otra cosa que la Suelta y el Hembreo, practicas que
interferían las competiciones del palomo Pica. Del precitado Reglamento, nos
da cuenta6 donde se expone en su integridad.
Otra prueba contundente contraria a dicha afirmación, es la solicitud
que en el año 1,973.- la afición antes mencionada, hace a la entonces
Delegación Nacional de Deportes, donde mediante escrito motivado, intentan
hacer ver a los políticos de la época, que la Suelta y el Hembreo, entraban en
la definición que la Orden Ministerial de 1963.- daba sobre palomos
deportivos. Más como toda afirmación ha de ir precedida de su cotejo,
cuestión que los autores del libro obvian sistemáticamente, sin explicación
alguna, y que hay que creer cual dogma de fe, al igual que lo publicado por
6.- “La Paloma Buchona Gaditana” de Alfonso de la Rimada Pérez, IBSN978-84-614-1170-2
7
8. la Federación en la que se encuadran y para la que escriben; nuevamente
remitimos al que leyere, al libro “Las Palomas objeto del Deporte” y al
epígrafe anteriormente aludido “Andalucía en tiempos recientes”.
Curiosa es la redacción de su último párrafo: “…muchas de ellas
totalmente formadas por criadores de palomas de raza "buchonas españolas". Tampoco en
esta ocasión los autores, aciertan o atinan a desvelar, el porque de la
afirmación. Los autores de forma premeditada hacen gala de una supuesta
integración entre aficiones; dan por hecho la creación de sociedades mixtas
hoy Clubes Deportivos, entre “Piqueros” y “Buchones” de forma velada; y
dan como logro la creación de sociedades compuestas solamente por
aficionados a las buchonas, cuestión que falta a la verdad objetiva de los
hechos.
Para dar cumplida respuesta a la exposición anterior, hemos de
retrotraernos nuevamente al contexto socio político anterior y posterior a
1.978.- fecha muy próxima a la que los autores dan como punto de inflexión
de 1.977.- si anteriormente a dichas fechas, la constitución de una Asociación,
con el nombre de Sociedad con unos fines que se presuponían lícitos, como era
la tenencia de palomos, era una gracia del “Régimen”, y como tal, debía
tener el beneplácito del órgano que en el seno del mismo regía los designios de
la actividad en cuestión. Era descabellado solicitar la creación de Sociedades
de palomos que estaban mal vistos, a la entonces “Federación Nacional de
Columbicultura”. Ya hemos expuesto la solicitud de 1.973.- llevada a cabo
por la afición Gaditana; y como la Delegación Nacional de Deportes de la
época, hoy Consejos Superior de Deportes, remitía dicha solicitud a Valencia,
sede la precitada Federación, y sus resultados.
Posterior a 1.978.- con la aprobación de nuestra Constitución, esa
gracia de concesión, se convierte en Derecho, perfectamente regulado en su
artículo 22 y las Leyes Orgánicas que desarrollan el Derecho de Asociación.
Parece descabellado que por parte de los autores, se pretenda obviar dicha
cuestión, en 1.999.- ¡Hasta ahí podíamos llegar!; pero la historia no nos es
nueva, y hoy en pleno siglo XXI, la Federación de referencia, sigue
esgrimiendo, para sus bastardos fines, la afiliación obligatoria a la misma,
de cuantos quieran ejercer la tenencia de palomos; este concepto parece que los
autores no lo tienen del todo claro, y es por ello, que se maravillan, de la
creación de Sociedades hoy convertidos en Clubes Deportivos, en el ámbito
extra federativo; a los que gusta definir Clubes “Clandestinos”, e “Ilegales”,
conceptos recuperados del pasado, y que vienen insertos en toda su “Basura
literaria”.
“Este cambio radical de actitud de la Federación Española de
Columbicultura facilitó que, a partir de entonces y, sobre todo, en los últimos
años, el diálogo y mutuo respeto entre los aficionados a los "palomos
deportivos" y a las palomas de raza "buchonas españolas" hayan ido, poco a
8
9. poco, haciéndose realidad.”
Nuevamente y haciendo gala de la hipocresía que caracteriza a la
Federación de referencia, y a los seudoescritores que para ella componen,
intenta paliar la eterna cuestión de enfrentamiento entre aficiones; pero
ninguno acierta a definir, ni por activa ni por pasiva, donde está el origen de
tales divergencias.
La Federación no ha cambiado ni un solo ápice sus planteamientos, a
lo largo de sus sesenta y nueve años de existencia; que no es otro que la
exclusión total y absoluta, de toda actividad, y la conquista por el espacio
aéreo donde se celebran las prácticas, pues todo lo que vuela en el mismo, es
motivo suficiente, para distraer a los galanes que en jauría, cual perros
rabiosos, persiguen a una hembra tarada, a lo que estos licenciados de la
Federación, llaman “Arte en la seducción”. Para verificar este punto de vista,
recomendamos la lectura del libro “Nuestra Lucha” de Ramón Fontelles
Barres, verdadero artífice del engaño manifiesto en las reuniones mantenidas
en el Ministerio de Fomento, con sus Federación homónima “Los
mensajeristas” en el año de 1.931.Si en dichas fechas, las disputas se centraban en el levante español,
verdadero bastión de los Picas, tras su expansión en los años sesenta por todo
el territorio español, al llegar a Andalucía, arrastran en el conflicto de
intereses, a los aficionados al vuelo de las palomas buchonas, hoy definidas
por la Autoridad como “Palomas Ladinas de Raza Autóctonas Andaluzas”, a
las cuales sometieron tras la reunión en el Puerto de Santa María, donde
Rafael Yuste López y Manuel Salado, le rinden pleitesía y entregan a la
afición.
Más esa supuesta incompatibilidad, y hegemonía por el espacio aéreo, ha
sido perfectamente interpretada y difundida, tras uno de los muchos
enfrentamientos que la Federación de los Picas, con los Clubes Deportivos
fuera del espacio extra federativo, donde los primeros acuden raudos y veloces
a sus amigos de la Consejería, con los cuales se congratulan, y por los que
actúan por delegación, en un intento estéril de acaparar para si todo el
espacio aéreo. En ese sentido se comunico a la Autoridad:
“Y esto sí que conviene informarlo adecuadamente, pues esta supuesta
actividad deportiva responde a una suerte de suelta de palomas, que
previamente han sido criadas con una depurada técnica de atrofias sexuales y
orientativas, lo que los licenciados en la FAC, o “piqueros” consideran una
arte, y que a juicio de esta partes constituye un supuesto de maltrato
animal. Este deportes consiste en conseguir que el palomo deportivo o “pica”,
el federado, consiga los favores de otra paloma hembra, la que se suelta, y
9
10. que es previamente manipulada, para su perfecta identificación, sustituyendo
parte de su plumaje natural de cola, por dos plumas blancas “encañonadas”.
La paloma así soltada no solo tiene que huir de un supuesto
“pretendiente”, pues el juego no es de tú a tú, sino de los cien que le
acompañan, y como la competencia es dura y exigente, todos los palomos
pica hacen lo mismo, intentar alcanzarla, “enamorarla”, para una vez
alcanzada, picotear la cabeza de la hembra, para hacerse notar. La paloma
reclamo recibe tal suerte de picotazos (veinte o treinta por segundo), por los
que si no acaba tuerta, ciega o muerta por traumatismo craneal o cervical,
queda definitivamente lisiada para el resto de sus días. Se culmina así un
ciclo de maltrato animal, que se inicia con la propia crianza del un palomo
“pica”, ( el que se dice reglamentariamente palomo deportivo), en un cajón de
muy reducidas dimensiones, durante seis meses consecutivos, con luz
expresamente regulada hacia la baja intensidad, al que después se le enseña a
perseguir solo “hembras”, previamente teñido de colores; periodo de
formación maquiavélico que se culmina el día que nuestro gran palomo
deportivo “convence” y es soltado en una jauría de cien “deportistas” más, en
busca de una única hembra, en buscas de sus favores seductores, y que
siempre acaba maltrecha o muerta. Prueba inequívoca de esta afirmación es
la inexistencia fuera del territorio español de este tipo de prácticas. Y esta es
la práctica deportiva y no otra, que ejercen la Federación recurrente.
Es por ello que el supuesto dialogo entre la Federación y los aficionados
a las palomas buchonas, ni ha existido, ni hoy en la actualidad existe, salvo
cuando el grupeto de referencia, declina practicar sus tradiciones, y
sustituirlas por otras que ya se venían haciendo en España, y que podamos
acreditar desde 1.896.- en detrimento de la pérdida del espacio aéreo para
cederlo en su totalidad a los picas, y todo ello tal y como demuestra el
documento por el cual la afición andaluza se rinde en la nefasta fecha de
1.977.- tal y como sostienen los autores del libro. Lo que para unos es un
logro, para otros, es una cobardía y una renuncia a las tradiciones más
arraigadas de nuestra tierra andaluza, en beneficio de unas prácticas
valencianas, de carácter autóctono levantino, tal y como determina la Ley
2/2002.- de Protección a la Colombicultura de la Comunidad Valenciana.Y
por tanto la realidad del respeto mutuo del que hablan los autores,
simplemente no existe; salvo para aquellos que se contentan en meter su
palomo en un cajón desposeyéndolos de sus los vuelos.
Y para apostillar nuestro último argumento, invitamos a todo el que
leyere, y lo remitimos al epígrafe contenido en el libro “Las Palomas objeto
del Deporte” titulado: “La pretensión de los miserables” donde podrán ver
copia literal y exacta de la solicitud al Parlamento de Andalucía, de una ley
a semejanza de la promulgada en la Comunidad Valenciana, a iniciativa de
la FAC, y el recurso que parte de la afición andaluza, que eleva en su contra.
10
11. Declinamos seguir objetando el proemio de este trabajo, pues las
restantes cuestiones, insertas en el mismo se irán desarrollando en otros
epígrafes.
Reservados todos los derechos, inscritos en el Registro de la Propiedad
Intelectual de Andalucía
11