Este documento analiza si Colombia está preparada para brindar una educación inclusiva con TIC a niños, jóvenes y adolescentes. Señala que aunque el acceso a Internet ha crecido, aún existe una gran brecha digital entre zonas urbanas y rurales. Menciona cifras que muestran que la mayoría de la población con conexión vive en áreas urbanas, dejando a muchos en zonas rurales excluidos de la revolución tecnológica. Plantea que los docentes deben adaptar sus prácticas pedagógicas
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
Está colombia preparada para para que sus niños ajustada.
1. ¿ESTÁ COLOMBIA PREPARADA, PARA PARA QUE SUS NIÑOS, NIÑAS, JÓVENES
Y ADOLESCENTES TENGAN UNA EDUCACIÓN INCLUSIVA CON LAS Tic?
Las distintas dinámicas sociales, económicas, política y culturales, permiten evidenciar que, el
mundo está pasando por una más de las revoluciones que han acontecido hasta el momento; la
revolución 5.0 Tecnológica. Es evidente que estamos atravesando uno de los más grandes desafíos
de los últimos tiempos, y que, como educadores, tenemos la responsabilidad de asumirlo y caminar
en armonía con lo que esto representa. Aunque esto implique que muchos se queden atrás, en el
“Analfabetismo Informacional”.
Hasta hace poco y para ser exactos un año y tres meses, consideraba que, gran cantidad de
personas, estarían lejos de usar un computador o más bien de necesitarlo, así como también, una
Tablet, o cualquier dispositivo tecnológico, que los llevara a comunicarse con otros, o mucho
menos estudiar de manera intensiva, o a trabajar usando estos medios como recurso, incluso, para
muchos “tener internet es un privilegio”. Para algunos, lo más inmediato a la tecnología, sería, en
primer lugar, el celular. Y por qué no, los implementos de hogar o electrodomésticos de uso
común; y aquí, me quiero referir específicamente a madres cabeza de hogar, cuyas casas se han
convertido en salones de clase. Ese es un gran tema de discusión.
A propósito de lo anterior, aunque podría no parecer revelador, una gran parte de la población en
Colombia, vive sin conexión a internet; la mayor parte de ella, perteneciente a la zona rural
(Comunicaciones, 2016). Colombia, Con una demografía, con cerca de 51 millones de habitantes,
y con una penetración de Internet del 69%, con respecto al año anterior, creció en 1,4% con
respecto al 2020 (Comunicaciones, 2016). Cuyo crecimiento, se podría deducir que surgió
exclusivamente de la situación derivada de la Pandemia. Aunque, estas cifras, se dispersan de
distintas maneras, concentrándose mayormente en las zonas rurales, según se afirma en un estudio
de La Unidad de Datos de EL TIEMPO (SOLANO, 2020),
quien analizó los datos y micro datos del Censo Nacional de Población y Vivienda del 2018 del
DANE, en un aspecto específico: las unidades de vivienda (es decir, las construcciones, las casas)
que fueron reportadas con acceso a internet, ya sea móvil o fijo :
2. El estudio, revela que, la mayoría de población con conexión a internet se centra en el sector
Urbano, es decir que estas zonas están privilegiadas en aspecto de acceso a la tecnología, mientras
que otros, específicamente los de las zonas rurales, están quedando excluidos de este torbellino de
cambios.
Esta cifra es alarmante, si la comparamos con países como estado Unidos, -Fue inevitable hacer la
comparación- que hasta antes de la pandemia; exactamente al 2017 contaba con el 91.4% de
usuarios activos de internet (wikipedia, 2021) . Además, una cifra reveladora, como lo es, el
crecimiento de este servicio en países desarrollados versus países en desarrollo, permite evidenciar
la brecha enorme que existe en nuestra nación, en lo que refiere al uso acelerado de tecnologías de
la información y comunicación. Para el año 2020, en los países en desarrollo, el crecimiento de
usuarios pasó a ser de 67% en el 2010 al 86,6%, mientras que estas cifras distan tanto de los países
en desarrollo, porque en el 2010, había un 21%, pasando a ser tan solo el 47% en el 2020. Aunque
para muchos, esto podría ser una ganancia.
A propósito de todo esto, y cabe mencionar que, en el congreso de la república de Colombia, reposa
un proyecto de ley, cuyo propósito es esencialmente “Elevar a la categoría de derecho
fundamental el acceso y promoción a internet, así como proveer subsidios a las personas de
menores ingresos para que se entienda satisfecha esta garantía constitucional en relación con el
derecho a la información y conexos”. (representantes, 2020) Esta es solo una iniciativa, tendido
en cuenta lo que se avecina. Aunque no es suficiente, si se pone frente a la necesidad de un país
que tiene una brecha enorme de desigualdad, con respecto al acceso a las tecnologías de la
información y la comunicación.
¿De qué manera, los docentes, podríamos adecuar nuestras prácticas pedagógicas, para enfrentar
un mundo globalizado, que exige a nuestros estudiantes, ser ciudadanos del mundo, en un país
donde la brecha tecnológica aún es absurda, y la inclusión tecnológica, ni se contempla de manera
tangible siquiera, en el discurso político?
Si bien es cierto, hemos crecido en acceso a estas tecnologías, y hoy, ya muchos cuentan con ese
servicio en casa, pero, ¿quiénes se están quedando por fuera de toda esta globalización?, y ¿cuál
es el porcentaje real, frente a la población en potencial educativo? Porque las cifras revelan de
manera masiva el acceso al servicio, sin precisar el porcentaje que corresponde a estudiantes en
los distintos niveles educativos. Lo que nos compete, es inexacto, pues, no podemos quedarnos
3. con una cifra que, si bien es cierto es reveladora, frente a una cantidad de población que accede a
internet, pero que desconocemos con exactitud, la cantidad o porcentaje de esta cifra que
corresponde a lo que educación se refiere. Es ese punto el que aún está en discusión.
Hoy todos hablan de innovar en educación; Gamificación en el aula, uso de plataformas (meet,
zoom, gogole classroom), entre otras, que han permitido que la educación continúe su curso, de
una manera atípica, pero que continua, al fin y al cabo. Dejando a decenas por fuera.
Los docentes hemos ido aprendiendo en el camino; unos con otros hemos compartido aprendizajes
empíricos en este campo, para el que muchos no estábamos preparados, y me incluyo en este basto
grupo, más aún, cuando se puede hacer una comparación desde el contexto donde me desenvuelvo
(el privado), y si, allí he visto brechas enormes donde muchos estudiantes han desertado por falta
de recursos y acceso a internet, y cuyo ritmo acelerado de necesidad tecnológica los abrumó.
Prefirieron ir a recibir guías virtuales al colegio público porque “allá no se necesita estar
conectado”. Un mensaje bastante confuso, pero revelador si se piensa con detenimiento.
He visto la magnitud del problema social y de la desigualdad, desde una posición crítica, que
permite evidenciar que aún no hay un discurso que incluya la preocupante situación en relación
con los cambios sociales, políticos y culturales que promuevan e identifiquen responsabilidades
de cara a los retos educativos, con el propósito de promover un mayor progreso democrático en la
nueva sociedad de la información. Cuya reflexión me impulsado a tomar decisiones frente a mi
propia práctica pedagógica. -Nada me habría hecho cambiar tanto de posición como la Pandemia-
, cuyos resultados fueron y siguen siendo tan nefastos, no solo a nivel económico- social, sino de
educación con equidad y calidad.
Todo este discurso, nos lleva a la concepción de las Tics como una herramienta indispensable, tal
vez única si se quiere, sin embargo, también nos transporta a nuevas desigualdades, tal vez las del
conocimiento, y sí que lo son. Un nuevo Analfabetismo; adultos desconocedores de grandes
posibilidades y lo peor, niños en etapa escolar excluidos y lo más aberrante, que jamás han visto
un computador; en esto, “Colombia, es potencia mundial”.
En este orden de ideas, considero que es mi deber, poder conectarme con la realidad de mi país, y
con el contexto de mis estudiantes, para de esta manera, incursionar en él, y así proponer acciones
claras que me permitan intervenir asertivamente, con un proyecto real que incluya a todos, dar
4. accesibilidad a través del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) que favorezcan la
educación para todo el alumnado y la eliminación de la exclusión social y digital (Martín-
Gutiérrez, 2020). Para de este modo llegar a cada una de las realidades delos niños, jóvenes y por
qué no de los adultos. Tal vez ahora no tenga las soluciones para lo que se avecina, no obstante,
podría poner en la mesa, cuestionamientos que vayan orientando un debate constructivista de la
nueva concepción de una educación inclusiva con las Tics.
Considero que, la maestría en Educación Mediada por las Tics, es una base sobre la cual, pretendo
fundamentar mis ideas, y llegar ejecutar proyectos encaminados a la posibilidad de una educación
inclusiva en Tics, con los nuevos retos que se nos propone como docentes e investigadores del
aula Sincrónica y asincrónica, el aula cibernética con inclusión social.
Bibliografía
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https://colombiatic.mintic.gov.co/679/w3-channel.html
Martín-Gutiérrez, N. V.-F.-Á. (20 de julio a diciembre de 2020). Educación inclusiva y digital:
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representantes, C. d. (20 de julio de 2020). Cámara de representantes. Obtenido de
https://www.camara.gov.co/
SOLANO, R. Q.-Y. (30 de JUNIO de 2020). Estudiar en línea en Colombia es un privilegio. EL
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wikipedia. (4 de Mayo de 2021). Wikipedia. Obtenido de Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Países_por_número_de_usuarios_de_Internet