Este documento presenta un diagnóstico del contexto externo e interno de la Universidad de Santiago de Chile. Externamente, analiza la reforma educacional impulsada por el gobierno y las críticas del movimiento estudiantil. Internamente, resume la movilización estudiantil de 2015 en la universidad y las demandas de democratización, transparencia y mejoras laborales. El documento concluye señalando la necesidad de fortalecer el rol del movimiento estudiantil y la izquierda para profundizar las transformaciones requeridas.
2. ---
Este programa fue construido en base a diagnósticos, ocupando encuestas realizadas a
estudiantes de la universidad y a las mismas discusiones de la plataforma de TU Proyecto
Universitario.
3. Tabla de contenidos:
1.- Diagnóstico
Externo:
Confech y el protagonismo de la Usach
Reforma educacional y la Nueva Mayoría
Movimiento estudiantil y el rol de la izquierda
Interno
Movilización 2015
Plebiscito y Democracia Universitaria
Corrupción en la Usach y transparencia inactiva
Precarización Laboral
Vida Universitaria
2.- El proyecto de todas y todos
Propuestas por cada cargo
Nueva Mesa Federativa
Presidencia
Vicepresidencia
Secretaría General
Secretaría Ejecutiva
Secretaría Comunicaciones
Secretaría Finanzas
Vocalías
Social
Derechos Humanos y Defensoría Estudiantil
Deportes
Académica
Bienestar
Salud Pública
5. Confech y el protagonismo de la Usach
La Universidad de Santiago siempre ha ocupado un rol preponderante en nuestro
país y también en el movimiento estudiantil. Desde la EAO, pasando por el proyecto del
Gobierno Popular en la Universidad Técnica del Estado, hemos sido un puntal de las
luchas de la clase obrera y el movimiento social chileno. En la nueva época post
dictatorial y ya como USACH, han sido trascendentes los aportes y participación de
nuestra Universidad en el movimiento estudiantil chileno, cuestión que ha traspasado
inclusive las fronteras de nuestro país para situarnos como un actor a considerar a nivel
internacional.
En particular, nuestra casa de estudios, ha tenido una participación relevante en
materia política en las lucha de la década pasada y la actual, ya sea en la coyuntura
contra el Crédito con Aval del Estado por el año 2005, como en las pugnas contra la LGE
el 2008, y la explosión del movimiento estudiantil del año 2011.
No somos, ni debemos ser, simplemente una universidad que llena las calles en
las marchas y convocatorias, sino que hemos logrado y debemos profundizar nuestro
carácter político propositivo y de conducción en el movimiento estudiantil. La USACH es
una universidad que tiene que seguir cimentando su rol dentro del movimiento estudiantil,
que es dotar de contenido y elementos programáticos a nivel estratégico y táctico al
movimiento y sus actores. No es menor que hayamos logrado dinamizar la inclusión de
las demandas contra el subcontrato y la precarización laboral en el último petitorio de la
Confech el año 2015, abriendo camino a la necesaria vinculación entre las luchas de la
clase trabajadora y el movimiento por la educación. No es casualidad que hayamos
logrado conducir y tensionar las luchas por la democratización de las Universidades, con
sendos triunfos para el movimiento en general, como lo fue la derogación del DFL2 y los
avances locales obtenidos en la movilización del año 2015.
Es nuestro deber para el presente período, consolidar los avances obtenidos y
materializarlos de manera que signifiquen un avance palpable para nuestra comunidad
universitaria, y un ejemplo ad portas de las discusiones nacionales en materias como
democratización y subcontrato.
6. Para lo anterior, debemos recalcar el triunfo obtenido en la elección de vocerías
nacionales de la Confech, donde por primera vez logramos asumir como dirigencia oficial
de dicho organismo. Para este proyecto es fundamental sostener ese rol protagónico en la
Confech, y como Universidad lo hemos logrado en la ratificación del puesto para el
presente año, pero entendemos que no basta con tener una vocería; el eje central debe
estar puesto en dinamizar los espacios de discusión en las asambleas y el ampliado
estudiantil, para que nuestra vocería no se transforme en un cascarón sin contenido, sino
en un foco de difusión y debate de la ideas que se vierten desde el movimiento estudiantil.
7. Reforma educacional y la Nueva Mayoría
La Reforma Educacional debe ser, probablemente, la política pública más
esperada en los últimos 10 años y la que más impacto debía tener sobre la población,
debido al nivel de alcance que esta ha tenido en la agenda pública a raíz de su instalación
a manos del movimiento social por la educación. Por cuanto, no ha resultado extraño el
abanderamiento, o las críticas también, de la derecha y la Nueva Mayoría en cuanto a las
demandas levantadas desde el 2006 en adelante por los estudiantes. Es más, las
consignas más populares y sentidas que componían el petitorio estudiantil se
transformaron también, entre otras, en promesas electorales para las últimas candidaturas
presidenciales. Así, el gobierno de Michelle Bachelet llegó al poder.
Durante los últimos 3 años se han implementado diversas leyes a manos del
Ministerio de Educación, siendo quizás las más polémica por la dificultad de su
tramitación “Carrera Docente” y “Desmunicipalización”: en el pri mer caso, el Colegio de
Profesores y docentes no colegiados se manifestaron fuertemente contra la lógica
competitiva de dicha ley, que no implicaba la profesionalización docente sino el
permanente testeo de profesores para subir grados académicos y con ello, su sueldo. El
resultado de ello fueron semanas de paralización y la tramitación de una ley que no dejó
satisfecha las expectativas del gremio; En el segundo caso, las agrupaciones de
estudiantes secundarios se han movilizado cada vez con mayor fuerza para evitar la
concentración de la educación pública en municipios o agencias que tercerizan
nuevamente la responsabilidad estatal sobre sus colegios, apuntando al rol que debe
cumplir hoy la legislación para asegurar calidad y financiamiento en todas las escuelas
públicas. Dicha propuesta hoy sigue sin respuesta de parte del Mineduc.
La Gratuidad, en tanto, ha sido la política pública más discutida de los últimos
meses, ya sea por su falta de alcance a los sectores que estaba prometida, como por la
pobre ejecución burocrática que ha tenido. Hoy, la gratuidad sólo mantiene el nombre de
lo que fue nuestra exigencia durante el 2011, pues sólo se cubre el 11% de la matrícula
ESUP y no la universalidad prometida. De la misma manera, no ha cambiado las reglas
del juego que permitan a los sectores vulnerables a las que va dirigida, acceder a la
universidad. En último término, no cubre el tiempo real en que un estudiante demora en
egresar, prometiendo posterior a la duración formal de la malla, endeudarse con el CAE.
8. Estas son sólo algunas de las críticas hechas desde el Movimiento Estudiantil al
Gobierno.
En una línea similar, la Reforma a la Educación Superior (ESUP) aún no ha sido
ingresada al Congreso, y ha tenido cambio en sus fechas al menos 5 veces, así como
numerosos borradores han salido a la luz pública sin mayores cambios al modelo
existente hoy, incluso siendo los últimos más conservadores que los primeros en materia
de Democratización y Gobernanza, así como en Financiamiento. Este último punto es,
con seguridad, el que más críticas ha levantado entre diversos actores, incluso los
rectores, quienes hoy se encuentran preocupados por la falta de recursos fiscales directos
a las instituciones públicas, la existencia aún del AFI y la falta de tratamiento preferencial
para la educación estatal.
Hoy resulta claro que, pese a las numerosas reuniones que han sostenido los
representantes de los estudiantes con el Ministerio de Educación (mesas de trabajo pre-
legislativas y/o de diálogo), dichos encuentros han resultado infructuosos toda vez que se
encuentran con paredes que siguen sosteniendo la existencia del mercado en la
educación, la mantención del status quo en las comunidades educativas y la falta de
protección y existencia de precarización hacia los trabajadores de cualquier IES. La falta
de espacios vinculantes implica que hoy cualquier esfuerzo emprendido por la Confech
depende exclusivamente de la voluntad política del gobierno, por lo que es claro la falta
de disposición a producir transformaciones estructurales que den respuesta, por ejemplo,
al cierre de todas las instituciones que hoy deben desaparecer por no contar con
condiciones mínimas de ejercicio docente.
Ante este escenario, la respuesta de los estudiantes al gobierno de la Nueva
Mayoría debe ser contundente: primero, develar el carácter sostenedor de este gobierno
de la educación como mercancía y producto comerciable. La falta de garantías de
cambios reales, y la continua comprobación de que poco y nada se quiere cambiar, es
muestra de que nuestro movimiento sólo fue funcional a la Nueva Mayoría para recuperar
el gobierno después de Sebastián Piñera. En segundo lugar, no podemos quedarnos sólo
en la denuncia, hoy más que nunca se hace necesario movilizarnos con fuerza y con
aquellos sectores que ya decidieron de qué lado de la vereda están. Por lo tanto, la
planificación del conflicto resulta crucial, tanto por la conducción que este necesita, como
9. por los tiempos y objetivos que deben fijarse para no resentir aquellos espacios y
compañeros que ya han participado sostenidamente de movilizaciones anteriores, ni
desgastar aquellos que lo hacen por primera vez.
Ante este escenario de conflicto abierto a nivel nacional, el papel de la USACH y
su vocería dentro del movimiento estudiantil se hace crucial, pues sólo con la
radicalización de la movilización, pero más importante aún, la radicalización del programa
y las propuestas que hemos venido trabajando los últimos 10 años, es que lograremos los
cambios que nuestro Pueblo necesita.
10. Movimiento estudiantil y el rol de la izquierda
El movimiento estudiantil, y el movimiento social en general, articula diversas
expresiones de la política. Por cuando, reconocemos que en su composición se incluyen
diversas organizaciones y partidos, aunque el grueso de este lo encarnan personas que
de manera organizada o espontánea, pero conscientemente, trabajan por la defensa de
su dignidad y sus derechos.
En ese sentido, su amplitud es lo que lo caracteriza. Sin embargo, su composición
no significa una amplitud o una tibieza en lo político-ideológico. Por el contrario,
sostenemos que el movimiento estudiantil no es ni debe ser “pluralista” en sus
definiciones, sino que su rol es posicionarse en las temáticas asumiendo posturas
definidas y proyección políticas claras.
El movimiento estudiantil es un espacio de disputa que debe dotar de dinamismo
las luchas sociales, robustecer de contenido y acompañar en el caso de ser necesario,
aportando desde la experiencia acumulada en años de movilización sostenida. Debe ser,
por decirlo de alguna manera, articulador y auxiliar de la diversidad de luchas que se dan
hoy en este territorio.
Por consiguiente, hoy resulta fundamental tanto el papel de sus conducciones
como el papel que juega la izquierda y las organizaciones políticas dentro de él, pues son
quienes muchas veces tensionan y funcionan como catalizadores de la movilización, el
conflicto y los horizontes que este visualiza en un periodo definido.
En esta misma línea, el rol que debemos generar como estudiantes de izquierda,
asumiendo un rol transformador, es ser capaces de articular las distintas luchas sociales
desde la fortaleza del movimiento estudiantil, ya sean estas de trabajadores/as, de
movimientos territoriales o de movimientos medioambientales con una visión
anticapitalista, solo por mencionar algunas. Expresiones del movimiento popular en las
cuales debemos aportar como estudiantes, dentro de nuestros espacios de estudio y a
nivel nacional.
11. El papel de la izquierda y su trabajo a desarrollar dentro del movimiento estudiantil
se hace central, no para dirigirlo, sino para aportar a su construcción, problematizando su
quehacer y apoyando la unificación de la diversidad de luchas donde hoy la izquierda se
encuentra inserta o debe insertarse. Se hace imposible disociar nuestro trabajo del que
queremos que emprenda o profundice el movimiento estudiantil, pues entendemos como
un deber aportar desde cada espacio donde nos encontremos, para la construcción de un
nuevo movimiento popular que sea mucho más grande y fuerte, de lo que ha sido hasta
ahora.
La tarea es clara, y es mucho el trabajo. Por eso, sólo con unidad, lucha y
organización se puede conseguir la victoria.
13. Movilización 2015
Hoy como comunidad universitaria, de manera transversal tuvimos que lidiar con
un proceso de movilización que abrió de alguna manera, un nuevo período de discusión
política al interior de nuestra casa de estudios. Este nuevo período estuvo enmarcado
preferentemente en criterios políticos que buscaban evidenciar las contradicciones entre
aquellos que buscamos nuevos caminos de construcción política, y aquellos que están
administrando nuestra universidad y tomando decisiones entre cuatro paredes. Vimos así
la necesidad y obligación de enfrentarnos a la explotación y precarización laboral de
nuestras trabajadoras y trabajadores -bajo la figura del subcontrato- y la flexibilización
laboral de las y los profesores hora (taxis); posicionamos la disputa de poder con la
democratización y la apertura de la universidad para el pueblo y la clase trabajadora;
debatimos y cuestionamos a la institucionalidad en el contexto de corrupción por los casos
de sobresueldos en la SDT, y pagos fuera de norma en la construcción del edificio EDOC-
Usach; y evidenciamos las condiciones deplorables de estudio de compañeros que deben
pagar altísimas cuotas para estudiar en carreras que, en muchos casos, ni siquiera están
acreditadas, no tienen campo laboral y que sus capacidades de infraestructura están bajo
la línea de lo aceptable.
Fuimos testigos de cómo los intentos de solución al conflicto de la comunidad
universitaria, particularmente en el punto de democratización, se vieron dilatados (bajo la
lógica del desgaste) y hasta desestimados por parte del rector de nuestra universidad,
Juan Manuel Zolezzi. En todo momento de la movilización, Zolezzi se vio enfrascado en
un ambiente de nula capacidad política para darle una solución digna a los problemas
administrativos y políticos que se vieron desatados en los últimos meses. Se vio
presionado por las demandas estudiantiles que estaban reforzadas en primer momento
por un nivel organizacional óptimo y por el amarre que éste debe tener para con su grupo
de votantes, sin querer defraudarlos con sus “respuestas o avances” ante el estudiantado.
El conflicto se vio tensionado al no llegar a acuerdos de forma rápida, cuestión que
significó una torpeza infinita por parte de Casa Central y que nosotros manejamos de
manera efectiva en las primeras semanas de agudización de la movilización. Sin
embargo, esta incapacidad política para llegar a acuerdos y establecer una resolución del
conflicto de manera inmediata de parte de Casa Central, no causó mayor revuelo dentro
14. de la dirección política de nuestra universidad. Es así como entramos a un período de
letargo de la movilización -posterior a la toma de rectoría- y a un decaimiento de las
fuerzas ante un escenario adverso: la vuelta a clases y el cierre de semestre de muchas
carreras. Empezó a generarse un escenario de polarización política –manifestado el cierre
de semestre forzoso a espaldas de la movilización- que significó el cierre del conflicto de
manera apresurada y con un sabor amargo de no llegar “a lo que queríamos”, pero que de
todas maneras tuvo ganadas importantes como el compromiso de la actualización del
estatuto orgánico con la instalación de un plebiscito que posiciona al estudiantado como
un actor relevante dentro de la toma de decisiones.
Movilizaciones similares se han visto en esta universidad sólo desde finales de los
60’s (en cuanto a la politización de las demandas) y enmarcadas en la Reforma
Universitaria, proceso con el cual se buscaba la real democratización de la UTE,
concibiendo que todos los estamentos podían participar en la toma de decisiones porque
éramos parte de una misma comunidad. Esta movilización, por tanto, es histórica; tanto
porque es una movilización distinta desde su génesis, naciendo desde una experiencia
organizativa distinta; y porque recoge las banderas de miles de estudiantes que vinieron
antes de nosotros y que participaron en movilizaciones que buscaban cambiar el modelo
educativo chileno. Por eso merece un análisis profundo de cómo nos desenvolvemos, de
cómo proyectamos política y de cómo cerramos el conflicto ante un enemigo
intransigente.
Como organización estudiantil, no debemos temer a los análisis, a enfrentarnos en
cuanto a la discusión y poder así crecer cada día más. Como organización que se postula
con modelos distintos de construcción, de discusión, de práctica política, no podemos
avanzar si no antes revisar nuestro desempeño, el desempeño de los demás estamentos
y cómo vemos el devenir político de nuestras acciones. Por estas razones necesarias es
que resulta primordial una introspección seria, con una elaboración política que no
disienta de los elementos presentes es nuestra realidad más próxima, pues de lo contrario
estaríamos conduciendo nuestros esfuerzos a un precipicio sin fin.
15. Concretamente, las apuestas ganadas durante la movilización fueron en
Infraestructura y Democratización:
Existen salas que superan la capacidad máxima de estudiantes, inclusive en
varias ocasiones compañeras/os se sentaban en el suelo debido a este
sobrecupo. Es por ello que se acordó que las salas de clases no podían tener
exceso de estudiantes. Desde ahora, es nuestro deber como estudiantes exigir
que esto se cumpla, para que no se vea perjudicada nuestra formación
académica.
Una de las peticiones fue el reacondicionamiento de los camarines, los que se
encontraban en pésimas condiciones e impedían que los estudiantes contaran con
un espacio apto para el uso. Después de la movilización, se logró la reparación de
los camarines del estadio, mejorando su servicio.
En la universidad, existen muchos padres y madres quienes se verán beneficiados
con la construcción de una Sala cuna, que recibirá a sus hijos e hijas. Rectoría
firmó un convenio con la Junji el 13 de agosto de 2015 por lo que su construcción
ya fue ratificada.
Sobre Democratización, se legaliza el fuero a los dirigentes, es decir, se brinda
protección académica a los cargos de Presidencia de Centros de Estudiantes y
afines, como Vocerías y Delegados, además de los integrantes de la Feusach.
Otra ganada importante fue respecto a la participación de funcionarios en los
cuerpos colegiados, acordando la participación de a lo menos, un representante
de funcionarios y estudiantes dentro de los cuerpos colegiados de la Usach, con
derecho a voz y voto.
Varios puntos del petitorio de negociación quedaron pendientes, por lo tanto, es
deber de esta federación retomar esas apuestas, en el sentido de exigir que las
demandas pendientes sean respondidas por parte de Rectoría.
16. Plebiscito y Democracia Universitaria
Es desde el 2014 que se colocó realmente en la discusión nacional -y por cierto
también la local- el problema de la democratización en las universidades y casas de
estudio en general. Esta es una demanda histórica, teniendo antecedentes referidos a la
movilización estudiantil en los años sesenta, y su materialización final en la reforma
universitaria, con el primer rector elegido triestamentalmente en la ex UTE. Esta
necesidad fue dejada a un lado hasta la vuelta del movimiento estudiantil en el escenario
nacional.
De esta forma, es como principalmente los y las estudiantes hemos visto
nuevamente en la democracia estudiantil un eje central de nuestras exigencias y un
concepto fundamental para la nueva educación que queremos construir. No obstante, el
proceso ejemplar que nuestra universidad había llevado en los años anteriores a la
dictadura militar, en esta nueva etapa histórica no tuvo la voluntad política necesaria para
hacer grandes cambios. Las autoridades, tanto de gobierno como de las distintas
universidades, se mostraron sumamente reacias y contrarias a tener una apertura con
respecto a este tópico, entrampando las negociaciones desarrolladas durante el año
pasado y desvalidando la organización estudiantil, que levantaba como principal bandera
de lucha esta problemática.
En la USACH esto se vio con una rectoría elevando comunicados de advertencia y
amenaza dirigidos a toda la comunidad estudiantil, enviando cartas a las familias de los y
las estudiantes con el fin de persuadir -en base a la lógica del miedo- para que dejásemos
nuestras demandas y nos retiráramos sin siquiera tener un poco de disposición de
conversar respecto a nuestro derecho y voluntad de querer decidir, junto con trabajadores
y académicos, cuál es la universidad y educación que queremos y necesitamos.
Pese a ello, surgieron de la movilización puntos importantes que dan pie para
seguir avanzando en la nueva democracia universitaria, tales como que existan
representantes de estudiantes y funcionarios en todos los cuerpos colegiados (Consejo de
Facultad y de Escuela o Departamento), con derecho a voz y a voto, la existencia de fuero
para los dirigentes estudiantiles además de la más importante tarea: el plebiscito
universitario.
17. En el acuerdo con rectoría se estableció la realización de un plebiscito
triestamental, en el cual se votará la aprobación o no del Estatuto Orgánico del 2008 con
las modificaciones que se hicieron por parte de la mesa de negociación del año pasado.
Este Estatuto Orgánico nos permite dejar atrás de una vez el puño y letra de la dictadura,
desechando el EEOO anterior (como ejemplo, el DFL Nº149) y comenzando a regir con
las nuevas reglas y apuestas en nuestra Universidad.
Somos tajantes, el EEOO del 2008, aún con las modificaciones hechas por
nuestro estamento, no es un estatuto ideal, más aún, está lejos de ser totalmente
democrático o transformador de nuestra realidad. Pero lo que nos parece claro, es que es
un gran avance con respecto al DFL 149, hecho que nos abre las puertas para la posterior
realización de un Claustro Universitario real, legal y vinculante, que apueste por una
universidad realmente Democrática.
Es un gran paso, la Usach hoy no quiere seguir estando bajo las sombras y reglas
de la dictadura, y esto compañeros y compañeras, es exclusivo mérito de quienes
luchamos aún por derrotar este sistema mercantil, desigual e inhumano con unidad para
afrontarlo.
¡Académicos, Estudiantes y Funcionarios, todos y todas al plebiscito! Para
comenzar a cimentar por primera vez en la historia de las universidades en Chile, luego
de la transición pactada a su falsa “democracia”, el triunfo de tener una universidad al
servicio de nuestro pueblo.
18. Corrupción en la Usach y transparencia inactiva
Hace un año comenzó a destaparse uno de los escándalos que marcaría uno de
los principales hitos en la movilización del 2015, y nos referimos precisamente a los
desfalcos de dinero y corrupción entre algunas de las principales autoridades y la
constructora encargada de construir el edificio Edoc. Sería este suceso el que iniciaría la
indignación de miles de estudiantes de nuestra casa de estudios.
Tal como lo planteó y dio cuenta en el medio Ciper Chile “En abril de 2015, se
reveló una serie de graves irregularidades en una millonaria licitación que la Universidad
de Santiago (Usach) adjudicó a una filial de la empresa española Isolux-Corsán (Corsán-
Corviam Agencia en Chile) para la construcción de un edificio docente de ocho pisos que
debió haber quedado finiquitado en enero de 2015” lo cual vemos aún no finaliza, y dista
mucho que sea entregado este 2016.
Además también podemos detallar los montos y los tiempos en los cuales
deberían haber sido entregados “La obra, una de las mayores inversiones en
infraestructura realizada por la universidad en los últimos años, tenía un costo cercano a
los $10 mil millones y era largamente esperada por los alumnos. A 17 meses de haberse
adjudicado la construcción del edificio estrella de la Usach, el proyecto se desmoronó,
dejando en evidencia una larga lista de irregularidades e ilícitos”. Con esto queda clara la
negligencia y los hechos ocurridos en la USach, que demuestran que hay algo más que
un mero “error involuntario”.
Entrando de lleno en el área, hemos visto que “Transparencia Activa” (que existe
en toda la administración pública del Estado de Chile),en el caso de la Usach, no ha dado
respuesta para contar con la información real de lo que ocurre en la casa de Estudios.
Esto sumado que hasta la actualidad sigue existiendo un Contralor interno subrogante
(que lleva ya más de un año), y que incluso en el último proceso de elección a través del
consejo académico para elegir al nuevo contralor, este quedó invalidado por
determinación de la Junta Directiva, entidad máxima que rige en la Usach, en base a la
orgánica dictatorial y conservadora que aún rige.
19. Lamentablemente esto demuestra que queda mucho por avanzar aún,
construyendo a pulso en unidad con los demás actores de la comunidad universitaria y
sus representantes, los caminos que nos ayuden a tensionar a las autoridades de la
Usach a que realmente se genere un proceso de transparencia verdaderamente activa, en
donde estudiantes, trabajadores y académicos, logren ser entes que puedan incidir en los
procesos de decisiones estratégicas a través de los distintos planes que se realizan en la
Usach.
Es por esto que como estudiantes decimos firmemente que esto debe investigarse
de forma clara y concisa, sin dejar espacios a dudas en las cuales por la “actitud de las
autoridades máximas de la Universidad” la Educación Pública Chilena manche su imagen,
y quede al nivel de las grandes corporaciones multinacionales, que sólo lucran y se llenan
los bolsillos a costa de sus estudiantes y el Estado. No queremos, ni permitiremos que
eso siga ocurriendo en una institución con una larga trayectoria y que está en pos de
nuestro pueblo.
Resulta imperante una refundación de nuestras instituciones, en donde realmente
exista la probidad de las autoridades. Por eso exigimos a las autoridades y a la
universidad que generen la instancia donde se transparenten todo tipo de documentos:
acuerdos, gastos e historial de licitaciones. Además de que exista un protocolo de
conocimiento público que dé a conocer los criterios usados, para con las licitaciones que
han estado en entredicho en este caso puntual, y en otros edificios que también se
construirán al interior de nuestro campus. El desafío de lograr una infraestructura digna
para las y los estudiantes, y trabajadores de la Usach, no puede quedar truncado por el
beneficio personal, y de los bolsillos de quienes hoy están siendo investigados.
20. Precarización Laboral
Este concepto surge en un contexto histórico en donde la Usach, desde el año
1991, utiliza el régimen de subcontratación, que consiste en la externalización de los
servicios de aseo, jardines y seguridad; además de la dotación de profesores por hora, en
paralelo a la contratación de profesores planta para nuestro plantel universitario.
El panorama actual que se viene demostrando en la Universidad Santiago de Chile
desde hace años, va en conjunto con diversos actores en el cómo intentamos levantar
una demanda en el organismo público, en donde existen irregularidades y abusos en el
contexto laboral, que hasta la actualidad no se han resuelto. Por esto mismo, el rol que
cumple la Universidad en relación a las dinámicas laborales ha sido secundario e
insensato, siendo vigente las lógicas de explotación y precarización, formando un cierto
tipo de amparo en nuestra casa de estudios. Estos se aplican en las diversas empresas
subcontratistas que prestan servicios de aseo, jardines y vigilancia. Con el fin de
reflexionar mejoras para el desarrollo de la clase trabajadora, con un proyecto que sea
integral, con la mirada de nosotros como actores estudiantiles y los trabajadores, como
parte de una misma esfera que nos proporcione el fin a la subcontratación como lógica
laboral.
Ya han pasado más de 4 años desde que la comunidad universitaria comenzó a
cuestionar el subcontrato y la precarización laboral y salarial que padecen los
trabajadores de la universidad. La Usach, como institución pública, al externalizar estos
servicios se desentendió de las realidades de los trabajadores, abogando que la empresa
externa es quien debe respaldar sus necesidades. Además, los profesores por hora, al ser
funcionarios públicos y someterse al estatuto administrativo deben aceptar condiciones
injustas que reprimen su actuar, como la ilegalidad de la huelga.
En ese sentido, entendemos que la precarización laboral es una práctica inherente
al capitalismo al expandirse con el modelo neoliberal, que perdura y deteriora las
condiciones salariales, creando una desprotección socio-económica y generando la
sensación de inseguridad e inestabilidad de los trabajadores. A medida que este modelo
avanza, la tendencia es que se generan mayores ganancias para la empresa
21. subcontratista y ésta se desentiende de las reales necesidades que puedan tener los
trabajadores.
En la Usach se vivió una agitada movilización estudiantil que logró marcar un hito
social y político, logrando instalar en la palestra un accionar, en conjunto de estudiantes y
funcionarios, poniendo en la centralidad demandas de la democratización y además
visibilizar aspectos de la precarización laboral y la subcontratación como régimen
explotador. Actualmente se busca resolver a través de una mesa negociadora entre
representantes del estudiante y la rectoría.
En los últimos tiempos esta dinámica ha cambiado profundamente las relaciones
laborales, como el aspecto de la precarización laboral en nuestro país, que no es distinto
en lo consuetudinario en nuestra casa de estudios.
Realizando una panorámica y retrospectiva desde el presente hacia el pasado, la
precarización laboral en la forma de subcontratación aún se mantiene presente. Estudios
como el de la Fundación Sol1
, presentado en marzo del 2014, evidencia la situación que
viven los y las trabajadoras de los servicios de aseo, jardines y vigilancia, con
características que a simple vista se presentan en el diario vivir. Este escenario aún se
sigue reproduciendo desde esa época hasta la actualidad.
El subcontrato es el profundizador de la vulneración de los trabajadores,
poniéndolos en una desigualdad enorme ante sus empleadores, sus derechos laborales y
la dignidad como personas. Desde nuestra posición somos críticos al como se ha
desarrollado nuestra casa de estudios, ya que se sigue manteniendo esta vulneración en
la práctica. Siendo parte del mecanismo de reproducción que sigue con las mismas
lógicas de condiciones de pobreza en la sociedad, al igual que el año 2015, en el país se
caracterizó por altos índices de desigualdad y el poder acceder a bienes sociales de
educación, vivienda, salud, etc. Haciéndonos reflexionar acerca de la crisis que se vive,
siendo un panorama realmente desolador para la sociedad en su conjunto. Por lo mismo,
1
La subcontratación en la USACH. Una investigación de las condiciones laborales de los trabajadores
subcontratados de aseo, jardines y vigilancia en la Universidad de Santiago Chile. Informe final, 20 de marzo
de 2014.
22. vemos que estos hechos no son distintos a los que se viven en la Universidad Santiago
de Chile.
Una institución como la nuestra marcada en las reivindicaciones de actores y
luchas sociales de la Universidad Técnica del Estado, puede lograr mucho más.
Buscando en la memoria de quienes fueron parte de la lucha por una mejor sociedad, que
hoy no se demuestra en la práctica. Apuntamos a que los trabajadores y trabajadoras
subcontratadas sean reconocidos como parte activa de la Comunidad Universitaria.
Frente a las prácticas antisindicales de las empresas subcontratistas, este año
ocurrió un avance histórico: se logró levantar el sindicato de aseo y jardines de los
trabajadores de la Usach, por la necesidad por parte de los trabajadores de la
organización, ya que por parte de la empresa y la universidad existe un abandono
consciente ellos, haciendo caso omiso a sus demandas como individuos y en lo colectivo.
Así este logro va enmarcado en la lucha por mejorar las condiciones laborales. Sin
embargo, es importante recordar que sigue existiendo sobre-explotación laboral dentro de
la universidad, bajos salarios, situaciones de acoso, desigualdad de sueldos, etc.
Por lo tanto, debemos seguir trabajando en esa mirada, creando conciencia de
clase y llamando a la organización activa de las y los trabajadores, a fin de erradicar de la
universidad los abusos a los que están sometidos día a día y que son invisibilizados, y
también para aumentar el poder de negociación de los sindicatos y trabajadores, con
mecanismos de negociación salarial entre tantos otros derechos. A hacernos cargo de
esta problemática, dignificando su trabajo, integrándolos como miembros de la
comunidad, con derechos y que se construyan las vías e instrumentos para acabar con
este régimen de subcontratación. Para contribuir a superar la profunda crisis que vive
nuestro país.
Por último tenemos que mencionar que es urgente que la Universidad acepte esta
situación, lo cual las condiciones laborales que se viven son realmente precarias y que la
vida de un sector importante de trabajadores/as de la Universidad está condicionado bajo
problemas asociados al desligamiento que existe en la planta auxiliar de la comunidad.
Señalando que los criterios de los altos mandos de la Usach, sigue avalando una
legalidad que se produjo en tiempos de la dictadura. Pero sin excusar que en todo el país
23. está regido por estos códigos de carácter dictatorial, existen instituciones que han logrado
avanzar con esta temática, como por ejemplo la UTEM y algunas facultades de la
Universidad de Chile. Esto queda como evidencia que se basa más en un criterio político,
en el proceso de internalización que se podría implementar con los/las trabajadoras.
Siendo responsabilidad de la Usach y la comunidad en su totalidad, en la recuperación de
los derechos mínimos para sus trabajadores.
24. Vida Universitaria
Hacer universidad no implica solamente venir a clases, sino que vivir una serie de
experiencias en conjunto con nuestros compañeros que terminarán, en definitiva, siendo
una de las partes más importantes de esta experiencia, y que incluso constituirán un
aprendizaje no formal pero muy útil para la vida. Construir diariamente el quehacer
universitario implica ser estudiantes críticos tanto del espacio en el que se desarrolla
como del territorio bajo el cual está vinculado y desde ahí generar un perfil de estudiantes
que esté al servicio de su pueblo.
Actualmente nos intentan vender una imagen de vida universitaria,
preocupándonos únicamente de ser tan solo otro producto para el mercado, atentando
fatalmente contra todo principio propuesto por la universidad técnica del estado, y también
con la actual visión que se tiene únicamente en papel de como debe ser la vida
universitaria y hacia dónde debe ir enfocada.
Bajo este escenario, queremos generar una convivencia entre todos los
estamentos estudiantiles que componen la comunidad universitaria, y que entre ellos
exista la articulación necesaria para lograr avanzar en los cambios que queremos:
democracia universitaria, triestamentalidad, mejores condiciones laborales.