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¿La usabilidad esconde el éxito en el
desarrollo de un software?
(Por: Marcos Omar Cruz Ortega)
Es muy cierto que los avances recientes que se han
tenido en los diseños de las interfaces más modernas que se
puedan imaginar han traído sin lugar a dudas al usuario la gran posibilidad de
interactuar fácilmente con una máquina, pero esto por supuesto ha hecho que los
mismos usuarios sean más atentos y exigentes. Antes de que llegaran las
interfaces gráficas, el uso de una computadora era considerado algo quizás un
tanto misterioso y confuso, puesto que era necesario conocer mucho de estos
aparatos para llevar a cabo una tarea básica, y gracias a la llegada de las GUI es
que el usuario ahora puede olvidarse de memorizar el montón de comandos que
era necesario saber para interactuar con la consola. Un hecho bastante
interesante sería ponerse a pensar quien fue aquella persona que se atestó de la
consola y empezó a desarrollar gráficos más estéticos a la vista del usuario.
Seguramente está o estaría impactada de ver cómo es que ha avanzado tanto el
área de interfaces para aplicaciones, tanto como para esperarse en la actualidad
que la computadora sepa manejar al usuario y no al revés.
A lo largo del tiempo la usabilidad ha sido entendida como aquella que le da
facilidad de uso al cliente o al usuario final, adecuada y ajustada a sus
necesidades, pero pocos son aquellos que ven más allá de eso, más allá de la
usabilidad, es decir, no sólo basta con ofrecer una usabilidad estable en cuanto a
funcionamiento se refiere. Un objetivo propuesto seria que el desarrollador se
enfocara también en literalmente enamorar al usuario y hacerlo pensar que no
podría encontrar mejor solución a sus problemas que la que se le está ofreciendo,
ya que recordándolo en teoría, es la gran finalidad de un software, esto se podría
hacer generando experiencias o estímulos atractivos, placenteros y eficaces. La
clave del éxito podría estar oculta en la tarea de encontrar un equilibrio entre la
combinación de funcionalidad y estética.

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Yendo ahora más a lo real, cuando se tiene enfrente un desarrollo de
software nuevo, creado posiblemente por un programador novato. Él sabe lo que
se esforzó en crear esa interfaz y ese programa, para él es totalmente intuitivo y
piensa que a todo mundo le agradará, pero la cruel verdad es que eso no es así y
jamás lo será. Siempre hay un usuario diferente a los demás que podría hacer
unas mejoras a la interfaz que solo funcionan para él, y desde luego, no vale la
pena cambiar todo el diseño por este usuario. Por eso, se debe permitir al usuario
la posibilidad de cambiar cosas de lugar aquí y allá. Si quieren la barra de edición
a la derecha hay que permitírselos. Se debe recordar que la computadora sirve al
usuario y también que cada usuario es diferente, se debe permitir que expresen su
individualismo y empujen su productividad al mismo tiempo, lo que para la mente
pequeña y saturada del autor de este ensayo es el verdadero significado de
usabilidad.
Esta ligera crítica no es nada nuevo y tampoco asegura que sea la fórmula
mágica para un programa perfecto. Pero algo si se puede asegurar en esto y es lo
siguiente; siempre se debe poner ante todo las necesidades del usuario, ya que si
no se hace lo que pide, no importará que tan usable o lindo sea el sistema, este
será completamente inútil.