2. Enfermedades Metabólicas -
Degenerativas
Enfermedad metabólica con sintomatología neuropsicológica mas reconocida en este ámbito:
Síndrome de Korsakoff (psicosis de Korsakoff, o síndrome amnésico- confabulatorio)
Estas implican una perdida progresiva de las neuronas nerviosas, que resultan en signos y síntomas neurológicos.
Clasificación:
Alzheimer
Parkinson
Huntington
ELA
3. Korsakoff
La psicosis de Korsakoff es una de las causas más frecuentes de amnesia. Se
caracteriza por confusión mental, deterioro de la memoria reciente y
confabulación. Se debe al déficit de tiamina o vitamina B1.
Eventualmente pueden llegar al delírium trémens. El alcoholismo puede llevar
al abandono y la mala alimentación, que junto con la inflamación de las
paredes del tubo digestivo, causa la deficiencia en tiamina. Por otra parte, el
alcohol provoca daños en el tejido cerebral.
Los enfermos de Korsakoff sufren amnesia anterógrada para recuerdos
explícitos (no implícitos o procedimentales). En las primeras fases, las lagunas
pueden ser rellenadas y pasar inadvertidas incluso para quienes la padecen. A
medida que avanza la enfermedad, también se produce amnesia retrógrada,
que en casos graves puede abarcar incluso extensos episodios de la vida del
paciente. Los pacientes suelen confabular, es decir, imaginar circunstancias
de su vida por las que nunca pasaron y que las viven como ciertas.
4. Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas
mayores. La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una
persona de llevar a cabo sus actividades diarias.
El Alzheimer comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el
pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el mal pueden tener dificultades
para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de personas que
conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de
memoria que los normales en personas de la misma edad. Muchos, pero no toda la gente con
deterioro cognitivo leve, desarrollarán Alzheimer.
Con el tiempo, los síntomas del Alzheimer empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus
familiares. Pueden tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo
cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o
agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales. Esto puede
ser muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados.
El Alzheimer suele comenzar después de los 60 años. El riesgo aumenta a medida que la
persona envejece. El riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la
enfermedad.
Ningún tratamiento puede detener la enfermedad. Sin embargo, algunos fármacos pueden
ayudar a impedir por un tiempo limitado que los síntomas empeoren.
5. Parkinson
La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento. Ocurre cuando las células nerviosas
(neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocida
como dopamina. Algunos casos son genéticos pero la mayoría no parece darse entre miembros de una
misma familia.
Los síntomas comienzan lentamente, en general, en un lado del cuerpo. Luego afectan ambos lados.
Algunos son:
Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara
Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco
Lentitud de los movimientos
Problemas de equilibrio y coordinación
A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener dificultades para
caminar o hacer labores simples. También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o
dificultades para masticar, tragar o hablar.
No existe un examen de diagnóstico para esta enfermedad. Los doctores usan el historial del paciente y un
examen neurológico para diagnosticarlo.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes. Es
mucho más común entre los hombres que entre las mujeres. No existe una cura para la enfermedad de
Parkinson. Existen diversas medicinas que a veces ayudan a mejorar enormemente los síntomas. En casos
severos, una cirugía y estimulación cerebral profunda (electrodos implantados en el cerebro que envían
pulsos para estimular las partes del cerebro que controlan el movimiento) pueden ayudar.
6. Huntington
La enfermedad de Huntington es una enfermedad hereditaria que provoca el
desgaste de algunas células nerviosas del cerebro. Las personas nacen con el
gen defectuoso pero los síntomas no aparecen hasta después de los 30 o 40
años. Los síntomas iniciales de esta enfermedad pueden incluir movimientos
descontrolados, torpeza y problemas de equilibrio. Más adelante, puede impedir
caminar, hablar y tragar. Algunas personas dejan de reconocer a sus familiares.
Otros están consientes de lo que los rodea y pueden expresar sus emociones.
Si uno de sus padres tiene la enfermedad de Huntington, usted tiene un 50 por
ciento de posibilidades de tenerla. Un análisis de sangre puede indicar si tiene
el gen de la enfermedad y si la desarrollará. La consejería genética puede
ayudarlo a evaluar los riesgos y los beneficios de someterse al análisis.
No existe una cura. Hay medicinas que pueden ayudarlo a controlar algunos
síntomas, pero no pueden retrasar ni detener la enfermedad.
7. ELA
La esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, es una enfermedad del sistema nervioso
que ataca a las células nerviosas (neuronas) que están en el cerebro y la médula
espinal. Estas neuronas transmiten mensajes desde el cerebro y la médula espinal
hacia los músculos voluntarios, los que usted puede controlar, como los de los
brazos y las piernas. Al principio, causa problemas musculares leves. Algunas
personas notan problemas para:
Caminar o correr
Escribir
Hablar
Tarde o temprano, la persona pierde la fuerza y no puede moverse. Cuando
comienzan a fallar los músculos del pecho, la respiración se dificulta. El uso de un
respirador puede ayudar, pero la mayoría de las personas con esta enfermedad
fallece por insuficiencia respiratoria.
La enfermedad suele atacar entre los 40 y los 60 años y es más común entre los
hombres que entre las mujeres. No se conoce la causa de la enfermedad. Puede
ser parte de una tendencia familiar, pero generalmente se presenta aleatoriamente.
No existe una cura. Las medicinas pueden aliviar los síntomas y, algunas veces,
prolongar la supervivencia.