El documento describe la crisis ambiental en Paz de Ariporo, Casanare, Colombia, donde miles de animales han muerto de sed debido a la sequía. Critica la inacción del Ministerio del Medio Ambiente colombiano y de las corporaciones ambientales regionales ante esta tragedia y otros daños ecológicos causados por la ganadería, palma aceitera y empresas petroleras en la región. También señala que el cambio climático ha exacerbado la falta de lluvia, pero que las autoridades usan esto como excusa para no asumir responsabilidades.
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
Paz de Ariporo sequía mortal ganado industria petróleo
1. El muerto al hoyo y el vivo al baile: Paz de Ariporo en la olla *
Página 1 de 3
El muerto al hoyo y el vivo al baile: Paz de Ariporo en la olla *
Se calcula que para extraer un galón de petróleo se necesitan 10 galones
de agua y que para refinar un galón de petróleo se necesitan 7000 mil
litros del preciado líquido (Dos Orillas, marzo 25, de 2014), por lo cual y
seguramente de vuelta a Bogotá la Ministra del Medio ambiente aplicará
sanciones porque lo único que parece mover al Sistema Nacional
Ambiental son los titulares y las fotos. Y por todo esto es que huele mal lo
que está pasando en Paz de Ariporo (Casanare). Saldo triste el del
Ministerio del Medio Ambiente en más de veinte años de existencia.
Y todo eso sucede aquí en Colombia, con nosotros, los electores, donde el
Ministerio del Medio Ambiente dejó de ser la cabeza rectora del Sistema
Nacional Ambiental, que de sistema ya no tiene sino el nombre, porque
cada Corporación ambiental (ya sea en Boyacá, en Casanare, en el
Guaviare o el Meta) es una ínsula con reyezuelos rodeados de una banda
de negligentes corruptos.
Por supuesto que duele esta nueva tragedia ambiental, pero es más el
dolor por el tiempo perdido, por estos veinte años inútiles del Ministerio
que no ha sido capaz de presentarle a Colombia un derrotero para la
protección de sus recursos naturales (solo tilín, tilín y nada de paletas).
Las imágenes de chigüiros en Paz de Ariporo (Casanare) muriendo de
sed, babillas atascadas en un fangal que alguna vez tuvo agua, vacas
famélicas en campos desolados con el suelo cuarteado por la sequía, han
conmovido al país, tanto que hasta la propia ministra del Ambiente, Luz
Elena Sarmiento, se tuvo que dar por aludida y viajar a verificar que
verdaderamente había sequía en el Casanare (descubrió que el agua
moja).
Uno de los discursos de los veintejulieros de turno y del sector ambiental,
es que nadie pero nadie asume su responsabilidad, no hay culpables. Es
el cambio climático, explican y contra eso nada se puede hacer. No hay
lluvias dicen otros y los más creyentes ya hablan de la llegada del
Apocalipsis. ¡Carreta, carreta y barata¡ ¡Mentiras! ¡Disculpas! para tapar
la falta de acción, para excusar la inutilidad de las autoridades
ambientales o su abierta ineficiencia y corrupción (el disco de moda en el
país: El serrucho).
2. El muerto al hoyo y el vivo al baile: Paz de Ariporo en la olla *
Página 2 de 3
No nos digan más mentiras, por favor no engañen más, las corporaciones
ambientales son el rey de burlas en el tema ambiental. Están cooptadas
por la corrupción y la politiquería. Allí no se defiende el medio ambiente
sino los intereses de los que están representados en sus consejos
directivos (incluidos los alcaldes de la respectiva área de la Corporación).
Y ¿qué decir del Ministerio? En los primeros años de Uribe dejó de existir
para fundirse en otro de “Desarrollo Urbano” y extravió su objeto de
protección para convertirse en un “promotor de la urbanización” a costa
de los ecosistemas (Margarita Londoño, marzo 28 de 2014). Después de
pocos años, y ante el rotundo fracaso de ese cambio, lo volvieron a crear,
pero el daño ya estaba hecho. La nueva institucionalidad quedó más débil
que unas monjitas recién purgadas y alimentadas con calado dietético o
las vacas moribundas del Casanare.
Las acciones del Ministerio del Medio ambiente son cada vez más
reactivas, cortoplacistas, sin una agenda propia, sin análisis prospectivo
de los temas ambientales, sin incidencia real en las grandes decisiones
del país.
La tragedia de Paz de Ariporo es la muestra de lo que puede suceder en
otros municipios del Piedemonte Llanero, donde no manda la autoridad
ambiental, es claro como el agua que no hay, que manda la locomotora
minera, las grandes petroleras y la ilegalidad.
3. El muerto al hoyo y el vivo al baile: Paz de Ariporo en la olla *
Página 3 de 3
Aquí mandan los urbanizadores piratas y los intereses de los
terratenientes ante los cuales las autoridades locales se arrodillan con
tal de que les dejen manejar las regalías a su antojo. O acaso, ¿alguien
ha sancionado a algún alcalde por malversar las regalías en obras
suntuarias y no en preservar los recursos naturales?
Por ahora y mientras se acaba el país, veamos las fotos de las vacas
muertas y las llanuras cuarteadas en el Casanare. Así mismo, tras la poca
agua que aún queda en ese departamento los cambios climáticos que
sufre el planeta han aumentado la sequía. Desde hace más de cuatro
meses no llueve en la zona que comprende Paz de Ariporo, Caño
Chiquito, Centro Gaitán, Normandía y Las Guamas (Las dos orillas,
marzo 28 de 2014) . Por el otro lado los ambientalistas también ven en la
ganadería extensiva un peligro para la vitalidad de la población
campesina que vive en ese departamento del país. Y además agreguemos
los daños ecológicos de la palma aceitera.
Por lo dicho anteriormente, ecologistas calculan que ya son más de 20
mil los animales muertos, entre chigüiros, babillas y vacas, por la
emergencia ambiental que tiene la tierra seca en Paz de Ariporo
(Casanare). La población afectada le atribuye el daño ambiental a la
intervención de las compañías petroleras como Pacific Rubiales, Geo
Park, Cecolsa, Ecopetrol, Petrominerales, Parex y New Granada (Dos
Orillas, marzo 25, de 2014).
El diario The Guardian hace poco menos de un año había advertido algo
parecido a lo que está sucediendo en Colombia, pero esta vez en Texas
(EE.UU) (“A Texan tragedy: ample oil, no water”, Suzanne Goldenberg in
Barnhart, Texas, Sunday 11 August 2013).
Emilio García Gutiérrez
San José del Guaviare, marzo de 2014