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t
LA auDAMARI N E RA
YMARISCALA
„it-411.44LO
TRIBUNOS, SABIOS, HEROES Y POETAS
Retratos de Ayer y Hoy
MEXICO, D. P.
1958
.$
DIEGO CORDOBA
LA CIUDAD MARINERA
Y MARISCALA
RETRATOS DE AYER Y HOY
MEXICO, D. F.
1958
Derechos exclusivos del Autor,
segUn la Ley.
biego Cordoba
en la Vida y en eate libro.
VIEJAS remembranzas, pristinos y juveniles ayeres me linen al autor de este
libro. Aiios teiiidos de ideales comunes, noches estrelladas del tropic°,
tardes de Palmas antillanas llenas de versos, labor periodistica rea:izada
codo a codo y alma a alma, discusiones de palabras fervorosas, meis que charla de
muchachos: sodas sentlamos entonces on volar de pegasos dentro de nuestras
almas y solo jurabamos par Bolivar y por Dario, nuestros heroes eponimos.
Miro hacia atris, en esta °tailors, cortando con mano indiferente, del arbol del
recuerdo, frutos amargos y frutos dulces, y veo que de nuestra generacion, ya
case toda enterrada, quedan aqui y ally solidos varones en pie, como esos arbo-
les que resisten al terremoto, a la inundacion periodica, al fuego y al tiempo:
Diego COrdoba es uno de elks.
Mas aan: Diego COrdoba es uno de esos hombres modernos, Pero en el
fondo dignos descendientes de los heroes de Plutarco. de vidas espiritualmente
ardorosas, moralmente robustas, que viven por desgracia confundidos con con-
ciudadanos pigmeos y secos de corazen. .Diego Cordoba es asi tambien, Para
continuar con el simil vegetal, como esos arboles que la naturaleza se compla-
ce en hacer salir inopinadamente, iba a decir en hacer estallar en verdes fres-
cos, de entre los osamentos de granito de una montane: pelada. El mismo ha
cantado el arbol asi, dila en Guatemala, par 1922. (1).
(1) Estos versos forman parte de mi poema "Elogio Lirico del Arbol" pu-
blicado en la Ciudad de Guatemala en "El Quetzal Ilustrado" en 1922.
D. C.
-5-
IMPRESO EN MEXICO
DIEGO CORDOBA
Entonces en tus brazos sin flores y sin hojas
acaso un ave triste preludie sus congojas,
y solo, macilento, bajo el conf in oscuro
eres todos los dias regazo del zamuro.
Y tienes la apariencia de un gran dolor: tendidos
se alzan tus yertos brazos a los cielos ardidos
como clamando el agua pars to sed: ioh! hermano,
los poetas sufrimos tambien crudo verano.
Yo he vista arder y crepitar algunos de esos nobles arboles, come sarmien-
tos solitaries en la canicula. Es su destine, pero hay afros que se salvan por-
que les cae a tiempo la Iluvia. "VarOn fuerte", lo hubieran llamado en el
Media Evo Europeo, al autor de este libro, o "Ciudadano ejemplar" en la
Roma republicana. No en balde un gran poeta de America, que lo conocia
muy biers, dijo que Diego COrdo.ba era "una austera y al mismo tiempo lirica
encarnacion del decoro civil americana", y que "cuando se pronunciaba la
palabra barbarie, y se miraba cara a cara a Diego COrdoba despises se creia
inmediatamente en la palabra cultura".
Poeta, periodista, diplomatic° de larga carrera, heroe civil, a veces hasta
Quijote. Un Quijote que no duda en sacrificar al mismo Becerro de Oro
cuando este entra en conflicto con la rectitud, con la generosidad, con la es-
piritualidad y can lo humane. Su actitud a veces ha hecho sonreir a Masca-
rilla y a Perico de ore, quienes piensan que Diego es asi una anacrOnica pieza
de museo, en todo case que esta fuera de su epoca vertiginosamente endolara-
da; pero a las genies de alma fuerte eso les hate nacer, por el contrario, el res-
peto, un respeto mezclado a tin homenaje, que solo se les deba a los armorialer
y a los blasones autinticos, encarnados en toda alma fuerte y recta. Agre-
gad a todo esto la enseiianza de dilatados viajes per Europa y las dos Ameri-
cas; agregad el conocimiento de los personajes de los mas diversos, el contact°
con las almas las mas disimiles y agregad aun el seriorio de poeta en active,
de poeta de today las horas y en todos los actor, que lo es al mismo tiempo en
el verso escrito y en la vida corriente.
Porque ?qui otra cosa es, sine poesia en active. eso de pretender siem-
pre ser un hombre independiente, o pajaro sin chapa de ore en la cruz de
las alas para velar mejor? eY lo liras peregrine del case "---golpe de ala de
rara avis— lograrlo? Desde sus dias en Nueva York, desde su epoca de la
— 6 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
Habana. Diego le hizo la guerra sin cuartel a Juan Vicente Gomez. Yo fui
testigo de aquella epopeya de palabra encendida y de tetra de imprenra cice-
• roniana. que tanto lo honra. De aquella generation sacrificada a medias que-
dan pesos: unos murieron, otros entraron en la sombra, otros cogieron por la
derecha, otros cogieron por la izquierda, Diego siguio recto. Sencillamente.
Lo que para muchos no solo es arbitrario sine chocante y paradojico, 'A Any-
tos no le molestaban acaso las virtudes de Socrates?
Descendiente del Caballero de la Triste Figura come es, Diego Cordoba
no podia dejar de ser tambien nn fuerte Caballero de la Esperanza, un set
singular que no desespera ni de los hombres ni de sus principios idealizados.
Es un hombre que tiene fe. que esta animado por aquella fe de Isaias, quien
decia que "a traves de la fe tin hombre puede llegar a leer un libro sin siquiera •
saber leer". . Las derrotas ni lo cohiben, ni lo amilanan, y para combatirlas
y derrotar a su vez a la oscuridad, siempre alza su voz para cantar a las an-
torchas vivas y crepitantes, ya estas se Ilaman Juana de Ibarbourou o Miran-
da. Ruben Dario a Sucre. .Su alma asi anda entre las de los chases. A veces
el mismo se ha creido pesimita, pero no debemos alarmarnos muche, porque
en el fondo se trata solo del inevitable cuarto de hora, dentro de las veinte y
cuatro horas del dia y de la noche, en que al mismo Quijote se le cocian los
higados al contacto con "la cochina humanidad".
La me jar prueba de .ru fe y de su esperanza son esters paginas suyas, a las
cnales me race el insigne honor de presentar a los lectores, y que son, en su
realidad interior, un canto a su Cumana natal en nobles figures de Ms hijos
de dyer y de hey, pero sabre todo en tres destacadas personalidades: Jose Fer-
nando Nriliez, Pedro Elias Aristeguista y Andres Eloy Blanco.
En el primer° de estos hombres notables celebra el autor a uno de ague-
llos varones que, cincinaticamente, con la misma nobleza vixen en Roma que
en la campiria, y manejan con identica filosofia y responsabilidad la pluma
y el arado. Abogado, orador, periodista. republic°, moralista y politico en
la Roma caraquena, y agricultor y pater familiar integre en el Lacio cumanes.
En la epoca de Luis XIV. y a lo largo de lode el siglo XVIII, las provincias
francesas estaban Ilenas de e5te tipo de filosofo„ al mismo tiempo media de-
sencantado de los Trianones, y constructor; al mismo tiempo desengaiiado de
los VersaIles. pero creador. Memorialistas a lo Michelet nos cuentan la vida
de muchos hidalgos que eran moralmente superiores al media y por eso no
pudieron adapiarse. Como no tenian almas de lacayo. nisiquicra .rentian in-
clinaciones cortesanas, se retiraban del Capitolio Versallesco y conquistaban
ru independencia en el seno de la vida del gentleman-farmer —"En donde
piled° cultivar la rara planta de la dignidad", como decia lino de ellos.
D. Jose Fernando NUflez file el padre del Dr. Luis Teofilo NUriez, direc-
tor de era cotidiana universidad popular que es EL UNIVERSAL, orgullo de
7 —
DIEGO CORDOBA
Venezuela y tribuna de los mtis alias de America. Y yo pienso en era ley
biologica —que Buffon decia encontrarse tambien entre los vegetales, y fallar,
a veces, solo para mejor confirmarse —segnn la coal padre e hijo se comple-
tan, siendo el uno simple prolongation del otro, a el otro simple comienzo del
primero, y cuyas virtudes naturaimente e intimamente mezcladas, no hay mat
remedio que aceptarlas en bloque.
El autor de "La Ciudad Marinera y Mariscala- memoriza despite" a un
hombre paladinesco, que paso por la vida enamorado de sodas las libertades,
adornado el mismo de Codas las virtudes, en cuestiones de politica integerri-
mo y en cuestiones de amistad angelica: me refiero a Pedro Elias Aristeguieta.
Si estudiamos bien esta vida, encontramos que es un seductor y raro com-
pendia de purezas. El evocarlo solamente, el citarlo de pasada, nos ennoblece
ya. Pedro Elias era un hombre que podia ser situado entre Caton, Jean-Jac-
ques-Rousseau y Lohengrin, como tambien podria situarse a Marti. Del pri-
mero tenia la austeridad de los principios, del segundo la tolerancia y su
confianza en todo lo humano, y del tercero la pureza graalica. Yo le vi
arrancarse del pecho mochas saetas que lo habian herido, peso con mano que
no temb16 y con sonrisa de perdon, la frtnte serena y alta, el alma sin un
pliegue, como una Laguna sin una arruga. ViviO coma un santo y murio coma
un heroe, un poco a lo Marti. Luis Lester dijo que habia muerto Ilevando en
la diestra una Lanza de oro —el orgullo de su patria— y que, como los pala-
dines predestinados de la libertad, cayO con un beso de la gloria en la frente.
En las cuestiones humanas era un mistico y erg tan recto, tan buena, tan com-
prensivo, tan fraternal, que, como el mismo Diego Cordoba que lo rememora
con pluma fervorosa, no era enteramente de nuestra epoca. Y daba a ve-
ces la impresion de que andaba un poco extrav,'ado, coma cisne entre galli-
naceos o Pegaso entre caballos de labranza.
Yo fui durante muchos alias amigo suyo —amistad que me arrancaba
de la entrants— y tuve el privilegio de babes silo escogido por el coma depo-
sitario de su correspondencia secreta, de sus papeles intimos, de sus retratos,
de sus reliquias personales. Diego COrdoba le hate plena justicia en su re-
cordatorio y lo trata con el miramiento, el respeto y el amor que se merecia.
Todos los amigos de Pedro Elias —y formamos legion a lo ancho de dos con-
tinentes— debemos estarle agradecidos a Diego Cordoba. Yo, por mi parte
confieso que en el hondOn de mi intimidad, lo envidio.
Y por.nitimo el autor se refiere a Andres Eloy Blanco, otro cumanes de
estirpe olimpica, que con don Jose Fernando Nniiez, con Pedro Elias y con
el mismo Diego Cordoba, forman un tribal de cuatro petalos, ese trifolium ra-
risimo de darse, que en este caso es: coda hoja de una perfecta arquitectura
espiritual, y el todo, una geometria moral al mismo tiempo delicada y sada,
coma un rosetOn gotico.
— 8 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
Andres Eloy, el poeta altisimamente human° de "Giraluna", el encanta-
dor de la palabra suave, colorida, ecumenica, fecunda; otro hermano mio en
la pegtisica juventud. Otro "hermano de la costa", coma nos Ilamabamos evo-
cando a los corsarios de Salgari, par ague! entonces m4s cercanos a nuestro
corazon y a nuestro lirismo que los mismos mosqueteros de Dumas. Como
Diego, coma Pedro Elias, Andres Eloy habia sido victima de Juan Vicente
Gomez, habia estado encerrado en la Rotunda y habia trabajado en la con-
feccion de una carretera. Y naturalmente, en el exilic, la joven cabeza cenida
ya por laureles castellanos, nos daba la impresion de un principe errante, de
un personaje de un cuento de hadas, a de Opera de Wagner, y todos sentia-
mos que al deleite y a lo fraterno se mezclaba un sentimiento misterioso he-
cho de respeto y de admiration. Y eso que il se entregaba can generosidad,
y era todo lo contrario de aquel indio iesconfiado que en su verso "andaba
sabre la tierra coma si fuera en el mar".
En este libro Diego Cordoba traza de Andres Eloy un retrato emocionan-
te en discurso historic° y nos presenta el traigico, inexorable final de su vida
terrena.
Como para los otros dos retratos anteriores, para este em plea el autor
una excelente, una intima, una vibrance prosa que denuncia al escritor de
para sangre y de preciosas experiencias que hay en il. Cumana que tan jut-
tificadamente ha podido enorgullecerse por el solo hecho de haber side la Cu-
na del Mariscal, "el varOn en cuya diestra la espada es flor y la bondad ca.
pullo", puede encender ahora una gran rueda catalina en honor de este libro,
hater arder un fuego de bengala en honor de Diego Cordoba y de los trey
ilustres cumaneses que, dentro de sus paginas, coma santos en un vitral de
fuegos vivos, forman un triptico de heroes de la sierra amorosa que los via.
nacer.
EDUARDO AVILES RAMIREZ
PARIS, 1957.
—9—
CARIRO A CUMANA
Este libro representa mos que nada mi caririo a la procera
dad de mi nacimiento. En sus paginas encontrara el amable
lector retrcrtos al creyon de algunos eminentes cumaneses: sabios,
maestros, historiadores, tribunos, poetas y heroes, personeros de
la vieja y la nueva cultura y del espiritu varonil y civilista de la
"ciudad marinera y mariscala", como la llama Andres Eloy Blan-
co, antigua Nueva Toledo y Nueva COrdoba, a la que Fernandez
de Serpa, nombrado en 1569 Capitdn de la Provincia de Nueva
Andalucia, al reconstruirla, el 24 de noviembre de aquel mismo
ano, decidio echarle terceras aguas lustrales ckmdole el nombre
de Santa Ines de Cumand.
La escasez de datos biogrdficos de que adolecen estas croni-
cas se debe principalmente a mi larguisima ausencia de Cumand
y aun de la patria, to que no me ha permitido el retoque final de
dichos retratos, pero al menos he puesto en el carinoso quehacer
mi prof undo respeto por los autenticos valores que en las ciencias,
las letras y el civismo enaltecen la curia de Suare.
Las ciencias, las letras y las armors han sido siempre orgulloso
ejercicio en Cumand. Ya en 1802 Alonso Diaz Moreno, licenciado
espanol oriundo de Cordoba, llevaba a aquel antiguo centro de
cultura medica la vacuna de Jenner y practicaba con buen exito
— 1 1 —
DIEGO CORDOBA
la operacion cesdrea —la primera que se hizo en Venezuela— en
la persona de dona Maria del Rosario Olivera Ortiz, esposa del
oficial hispano Tomas Badia; en 1804 Francisco Xavier Balmis,
medico hispano-frcmces, propag6 ahi el use de la vacunacion an-
tivariolosa en 1809 nuestro patriota y sabio Jose Maria Vargas,
recien graduado en nuestra Universidad Central, fu6 a ejercer su
profesion de medico —mess de dos arios— en la hospitalaria ciu-
dad del Manzanares, y desde 1841, el doctor Luis Daniel Beauper-
thuy, nacido en la isla francesa de Guadalupe, raciicase en dicha
ciudad, ejercio su profesi6n, observe y escribia originales y valio-
sos ensayos sobre la etiologia de la lepra, el cOlera, la fiebre ti-
foidea, el paludismo y fue, sobre todo, el genial descubridor del
mosquito que trasmite la fiebre amarilla, imponderable labor cien-
tifica que si honra la memoria del -precursor de Pasteur y de
Finlay", como lo ha llamado uno de sus biagrafos, honra tambien
a nuestra provincia, pues en ella el doctor Beauperthuy vivi6 mds
de treinta anos, sustent6 la catedra de medicina y forma honora-
bilisimo hogar, cuyos epigonos son totalmente cumaneses.
Esta tradiciOn de cultura cientifica se ha renovado constante-
mente en Cumcma, pues hasta hace poco mas de comienzos de
siglo, ofrecia a la medicina nacional, entre otros sabios, excelentes
clinicos como Luis Felipe Blanco y Jesus Sanabria Bruzual; mag-
nificos cirujanos como DeIf in Ponce Cordoba, J. C. Rivas Morales
y Eliso Silva Diaz, todos ya desaparecidos; y puede enorgullecer-
se hay de medicos estupendos, de pediatras como el doctor Simon
Gomez Malaret, de cirujanos como el doctor Luis Delf in Ponce
Ducharne y de cardiologos como el doctor Rafael Jose Neri.
Asimismo en las catedras de Derecho del antiguo Colegio
Nacional destacaron brillantes juristas cumaneses, como Modesto
Urbaneja, Mauricio Berrizbeitia, Sulpicio Frias y Jose Luis Her-
nandez. Mess tarde la ciudad tuvo honorables jurisconsultes en
Claudio Bruzual Serra y F. C. Vetancourt Vigas, y esa tradicion
juridicas la ennoblecen hay distinguidos representantes de las nue-
vas generaciones.
— 12 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
Si la antigua Provincia de Nueva Andalucia canto en la In-
dependencia con heroes tan excelsos coma el Mariscal de Aya-
cucho, coma Marino, Izava, Azcue, Armario; con guerrilleros ex-
traordinariamente valientes coma Domingo Montes y en nuestras
contiendas civiles, entre liberales y conservadores, con soldados
de tanta entereza republicana coma un Nicolas Coraspe, un Jose
Eusebio Acosta, un Manuel Morales, un Ccsme Fernandez, o un
Manuel Cordoba, did a la cultura colonial o a la Independencia
esclarecidos humanistas coma fray Cristobal de Quesada, uno de
los maestros de Andres Bello; historiadores costumbristas, elegan-
tes y agudos, como Andres Level de Goda; eximios letrados coma
Mariano de la Cova y, luego, ha podido presentar una notable
galeria de oradores y tribunos como Estanislao RenciOn, Pedro
Jose Rojas, Jesus Maria Morales Marccmo, Jose Fernando NUnez,
Aniceto Gonzalez, Andres Eloy Blanco y Luis Teafilo Nunez; de
maestros como Jose Silverio Gonzalez, Angel Felix Barberii, Jose
Silverio Cordoba, Domingo Badaracco BermUdez, Francisco de
Paula Rivas Maza, Roberto Martinez Centeno y Dionisio Lopez
Orihuela; de historiadores como Angel Cesar Rivas, Jesus Sana-
bria Bruzual, Pedro Elias Marccmo, Jose A. Cova, Alberto Sanabria
y Arturo Guevara; de mUsicos y compositores como Salvador N.
Llamozas y Joaquin Silva Diaz; de humanistas como Jose Antonio
Ramos Sucre y Edgard Sanabria Arcia; de escritores como Jose
Antonio Perez Coronado o de laboriosos e inolvidables poligrafos
como Diego Carbonell y, par Ultimo, de poetas como Manuel Nor-
berto Vetancourt, Vicente Coronado, Jacinto Gutierrez Coll, Miguel
Sanchez Pesquera, Jose Maria Diaz, Andres Eloy Blanco, Juan Mi-
guel AlarcOn, Cruz Maria Salmeron Acosta y otros.
Cuatro partes forman el libro: Jose Fernando Nunez, gran ciu-
dadano y tribuno, injustamente olvidado; Retratos de Ayer y de
Hoy, en que figuran algunos de aquellos personajes; Pedro Elias
Aristeguieta y sus Memorias politicos can comentarios de respeto
y carino a la memoria del infortunado paladin de nuestras liber-
tades civiles, caido heroicamente en el combate de Santa Ana,
el 27 de agosto de 1929 y Andres Eloy Blanco, el insigne poeta y el
— 13 —
DIEGO CORDOBA
amigo insuperable, muerto tragicamente en la ciudad de Mexico,
la madrugada del 21 de mayo de 1955 en la plenitud de su talento
y de su obra creadora.
NingUn homenaje es mas digno de Cumand que llevar al alto
relieve histOrico la cultura, el desprendimiento y el civismo de sus
grandes hijos.
Diego Cordoba.
RETRATOS DE AYER Y DE HOY
Ni el pincel ni la pluma podron nun-
ca lograr la realization cabal del retra-
to human°. Todo en este sentido es gra-
cioso esfuerzo de la imagination.
Anatole France.
Hamburgo 266, Zona 6
Mexico, D. F.
AIALAAALILi 44 A. AA s11,,
Jose Fernando Niinez
11849 - 18961.
JOSE FERNANDO NUREZ,
GRAN CIUDADANO Y TRIBUNO
"Juremos quebrar y reducir a polvo
la pluma de oro potosino que Sucre nos
regalara para historiar el renombre de
nuestros lares, si antes no nos dejan fir-
mar oon ella el pacto de nuestra union
para defendernos, nuestra solemn mal-
diciOn contra los tiranos y la protesta
de ser verdaderamente patriotas, repu-
blicanos y libres."
DOS PALABRAS SOBRE LA ORATORIA EN
CUMANA
I
De sd e in plenitud de la Independencia Nacional, Cumcmo se ha
distinguido en la oratorio. Esta es la caracteristica mars sobre-
saliente de su cultura o, quizos, mejor dicho, de su espiritu civilista.
La importancia de la oratoria es incalculable en las actividades so-
dales. La historia nos relata el papel trascendente que han tenido
en todas las epocas y poises oradores y tribunos, ya suscitando in-
quietudes revolucionarias, conduciendo, a veces, a los ejercitos a la
victoria o bien sembrando ideales, principios y doctrinas en los
pueblos, aparte de que in oratoria ha llegado a ser en las naciones
modernas un factor de perenne utilidad
La palabra es la manifestacion mars elevada y elocuente del
espiritu. Un orador politico puede transformar el destino de su pais,
o, como Demostenes y Pericles, cambiar el curso de la historia; la
elocuencia de un abogado puede salvar la muerte al reo ino-
cente y el maestro es menos persuasivo en sus labores educativas
y el sacerdote menos convincente en in predica sagrada, si no los
acomperiia In elocuencia de in palabra. La oratorio, pues, es nece-
- 19 —
DIEGO CORDOBA'
saris a los grandes intereses de una naciOn y fomentarla un deber
de gobiernos civilizadores y de instituciones culturales.
Fue en Grecia donde la palabra alccmz6 mayor poder y ma-
yores alcances constructivos. Antiguamente era comun confundir
la elocuencia con la poesia, pero son disciplinas distintas. Kant es-
cribio que la elocuencia -es el arte de dar a un ejercicio serio del
entendimiento el caracter de un juego libre de la imaginaciOn,
mientras que la poesia es el arte de dar a un libre juego de la
imaginacion el caracter de un ejercicio del entendimiento". La ora-
toria es en suma una actividad practica al servicio de la patria,
de la politica, del derecho, de la moral y de la sociedad en sus di-
versos aspectos y mcmifestaciones. El antiguo aforismo latino: poe-
ta nascitur, orador fit, o sea el poeta nace, el orador se hace, es una
tesis cmacronica y errada. El sometimiento a las normas de la re-
torica y al estudio no puede ser lo que hace al orador o al tribuno.
Antes bien, estos requieren aptitudes naturales, entre otras, imagi-
naci6n, criterio, memoria, dicciOn, presencia fisica y, sobre todo, elo-
cuencia, el don de persuadir y conmover, aptitudes que, desde lue-
go, se completan con las disciplinas del estudio. Como el poeta
nace, tambien el orador nace.
Cumana, aun mess que en las ciencias y la poesia, puede sumar
orgullosamente a sus blasones de culture un alto niamero de exce-
lentes oradores en las distintas ramas de la elocuencia: ha tenido
tribunos politicos como Estanislao Renclan, Jose Silverio Gonzalez,
Pedro Jose Rojas y Jesus Maria Morales Marcano; oradores acade-
micos como Marco Antonio Saluzzo y Angel Felix Barberii; forenses
como Claudio Bruzu6t1 Serra; predicadores como el presbitero J. A.
Ramos Martinez y magnificos tribunos de extraordinario civismo co-
mo Jose Fernando NUriez y Andres Eloy Blanco.
Bien valdria la pena recoger 'en el ensayo historic° esta carac-
teristica singular de la culture cumanesa, con los notables discursos
de aquellos insignes compatriotas ya desaparecidos, empresa ardua
pero que deberia llevarse al cabo. Los discursos de un Renclon, un
Gonzalez, un Morales Marcado o un Saluzzo, que por largo tiempo
actuaron fuera de la provincia, algunos en la candente politica de
— 20 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
su 6poca, podrian encontrarse en los viejos peri6dicos caraquenos
o en los angles de nuestra Academia de la Lengua o en el diario
de debates del Congreso de la RepUblica, y los de modernos ora-
dores como un Andr6s Eloy Blanco en la prensa y tambien en el
diario del Congreso. Desgraciadamente no ocurre to mismo con
otras piezas magistrates de la vieja oratoria cumanesa. Muchas se
han perdido con los aiios y apenas si algunas, publicadas en ho-
jas sueltas o en periodiquillos de corta existencia, se han salvado
del olvido por la acucosidad conservadora de uno que otro co-
leccionista de nuestras letras.
Entre esos grandes discursos figuran principalmente los de
Jose Fernando NUfiez y Aniceto Gonzalez, cuya radiacion intelec-
tual y politica se circunscribi6 a la provincia, los dos mess brillan-
tes tribunos populares de la Cumand de fines de siglo, amigos
Intimos y companeros de generaciOn, cuya memoria perdura toda
via en el censo de la libertad, la culture y las virtudes republica-
nas de su tierra nativa ; admirables discursos que pronunciaron en
solemnes actos pUblicos, mensajes inolvidables, encendidos de ci-
vismo y profundos en el contenido patriotic°, que no pocos viejos
cumaneses han podido conservar en la memoria. Todavia en mi
mocedad se hablaba can elogios de dichos discursos, y maestros
como Jose Silverio Gonzalez Varela y Jesus Scmabria Bruzual o
amantes de las letras, nos recitaban parrafos presentandolos como
modelos de buena oratoria venezolana ; pero, a la larga, debido
a que no han tenido la suerte de conservctrse en el folleto o en el
libro, aquellos discursos han sido alterados en su forma original
y no solo servido de inspiracion a audaces aspirantes a tribunos
—cosa plausible—, sino que estos los han plagiado en las glorio-
sas efemerides de la patria, de nuestros libertadores y de la ba-
talla de Ayacucho.
— 21 —
UN GRAN DISCURSO
II
El mos grandilocuente discurso de Jose Fernando Niinez es el
que pronuncio en Cumana, el 29 de octubre de 1890, como
orador de orden, en la Velada Literaria con que la Sociedad "Glo-
rias a Sucre" honr6 la memoria del Heroe de Ayacucho. Es una
bella pieza de antologia, de elevada oratoria, conceptuosa, ele-
gante y de encendido romanticismo patriotic°, a la altura de los
mejores discursos de la Venezuela de aquellos dias, un canto de
libertad, de civismo y de ancho sentido americano, donde el tri-
buno cumanes recogi6 para la posteridad el regional y perenne
sentimiento de 'orgullo de su tierra nativa en la veneraciOn a las
glorias del Gran Mariscal.
Orador de acendrada cult= clasica, tanto en las Tetras como
en la historia y de fino gusto literario, Jose Fernando Ntinez en el
exordio —la sexta parte de su discurso, como lo recomendaba Ci-
cer6n— senala su modestia ciudadana, ruega indulgencia al au-
ditorio y de pronto, en un momento de exaltacion tribunicia, ex-
clama: "Adelante, que cuando se trata de la talla olimpica de
Sucre, el Inmortal, no hay un solo cumanes que no sea digno de
levantarse erguido a recibir aplausos." Tanto en el exordio, la
— 23 —
DIEGO CORDOBA
proposicion, la confirmacion y el epilogo, a la manera clasica,
el orador cinese a las reglqs de la vieja retOrica dcmdo fuerza,
armonia y unidad a su discurso. Su imaginacion vuela sobre las
cumbres andinas y enamorado de la libertad y de los ideales
republicanos, enaltece a America, recuerda el mito de la Allan-
tidcr, sus misteriosos origenes, y expresa: "Las tiempos, la distan-
cia y la imponente majestad de los mares se habian encargado de
guardar el secreto de su existencia, para que asi, como dicen que
las almas recorren por grados la escala de su perfeccionamiento,
asi el alma de la civilizaciOn, al emigrar del fanatismo asiatico al
cesarismo romano, y de ahi a las monarquias europeas, tuviera
donde volar un tiempo, a vivir vida cabal, magnifica y perfecta,
encarnada en el cuerpo de la Libertad Republicana, cuya patria
verdadera es esta Atlantida con sus pampas salvajes, sus bosques
de incesante primavera, sus valles pintorescos, sus rios oceanicos,
sus copulas coronadas de - perpetuas nieves y de igniferos volca-
nes, sus entrarias de oro, su cielo siempre azul lloviendo estrellas,
y unas crentes nacidas con el polen de la virtud entre. su pecho y
el rayo del porvenir sobre la frente".
El orador se conmueve ante los horrores y heroismos de la
Guerra de Independencict y agrega: "Desde el noble y desgra-
ciado Caonaloo cayeron uno a uno exangUes e inutiles los miem-
bros todos de la familia aborigen; pero fue porque Dios, en des-
pecho de aquellos mismos que habian violado y escarnecido su
mejor secreto, permiti6 que la savia efervescente de las tribus se
ccnfundiera en la arena de los combates con la atrevida sangre
de los Cides, porque asi, y solo de ese modo, mezclando el jugo
virgen de America con el indomito coraje de Castilla, era como po-
dia amasar en forma humana, a aquella pleyade de prodigiosos
heroes que se llamaron los Soldados de Colombia."
Recuerda los sacrificios de nuestros primeros proceres: Gual,
Espana, Miranda ... y al referirse a Bolivar y a Sucre traza este
hermoso paralelo: "Y alla van esos dos soles sin ocaso, tan frill-
mamente enlazados por el cielo de la gloria, que si lograis apa-
gar las irradiaciones de uno vereis en el otro palidecer sithitamen-
- 24 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
to el foco deslumbrante de su luz. Abrid el aureo libro de la patria
historia y en cada pagina hallareis que Sucre complementa a Bo-
livar: de tal modo, que si alcanzois a testar los hazariosos hechos
del magnet/limo vengador de los Incas, habreis quitado sus co-
pulas al soberbio edificio del Semi Dios andino. Dad a Sucre la
voluntad acerada, la inspiracion reveladora, la encarnaciOn de la
idea que hay en el alma de Bolivar, y habreis hecho de Sucre la
personalidad mas acabalada en todos los tiempos del Universo.
Y viceversa, poned en Bolivar las virtudes republicanos de Sucre,
y habreis hecho un Dios".
El estilo epic° de Jose Fernando Niatiez parece a veces con-
fundirse con el castizo, rotundo y elocuente de un Juan Montalvo.
En su discurso analiza la magna epopeya y dice: "Mirad: . Boyacar
y Carabobo han sentado a Colombia, la radiosa concepciOn de
Bolivar, en trono magnifico que tiene por alfombra las espadarias
de la Victoria y un dosel tenido con el miarice del Genio. Pero Co-
lombia, lejos de robustecerse, se desangra instante por instante
allende el Juanambia, mientras no tremolen sus pendones sobre
las cumbres del Guditara. Y ally va Sucre, rumbo distinto, directo
a Guayaquil; y es tal la fuerza de su caracter, el temple de su
alma, las combinaciones de su numen que asombrados los hispa-
nos contendores, creyeron verle salir con sus huestes por entre el
crater mismo del Pichincha; y lucharon en vano, y dejaron a Quito
para siempre; y entonces fue cuando la obra de Bolivar quedO
completa, robusta y respetada, por el esfuerzo del preclaro cu-
manes"
Luego hace esta sintesis de la campana del Peru: "La tierra
de los hijos del Sol, -la Roma de los Incas", yace aherrojada bajo
la planta de doce mil opresores. Bolivar no ha llenado todavia la
altisima unidad de su predestinaciOn, y corre a libertarla; pero
Colombia, su hija predilecta, su santa primogenita, le esta dicien-
do que ella no puede vivir sin el calor de sus abrazos" y el
Libertador regresa tranquilo a Colombia, seguro de in victoria,
"porque sabe que hay un segundo Bolivar en la persona de Su-
cre, y Sucre, con falanges relativamente pequefias, pero fuerte por
— 25 --
uitGO CORDOBA
la constancia, imponente por la estrategia, indestructible por su
talento provisor, traza y realiza, una campana de que se hubieran
envanecido los mejores capitanes del mundo; y como 1c5gica con-
secuencia de ella, en Ayacucho engarza a su gloria el mos corn-
pleto de todos los triunfos militares, dando la libertad al Peru, la
tranquilidad a Colombia, la paz a un Continente y al Universo
entero la suprema medida del patriotismo americano".
En seguida el tribuno baja la voz y continua en period° tan
cenido y elegante que recuerda la oratoria concisa y pura de un
Jose Marti: "Y luego la sombra del abnegado Pumacahua fue a
referir a los Charcas la epopeya de eterna redencion, que los ecos
repiten aun con siempre nuevas y dulcisimas armonias. Por eso,
ally va Sucre, camino del Desaguadero; y llega, y su marcha es
ovacion no interrumpida en que tanto valioso trofeo y tantas ben-
diciones populares le avivan en el rostro los colores de su genial
modestia y le arrancan mudo juramento de civica labor. Al solo
influjo de su renombre ya el realista no tuvo ni un solo palmo de
tierra que dominar; y es fama que entonces, de un relampago del
genio de Sucre y de una sonrisa del Libertador al llegar a la cum-
bre de su gloria, naci6 Bolivia primoroea y feliz. Y en Bolivia, se-
nores, sento Sucre tan alto influencia de sus ilustres hechos de
omnimodo patricio, que la logica misma de la Historia no ha po-
dido decidir aun si la supremacia de grandeza tanta corresponde
a sus ejecutorias de Fierce inmaculado, de Magistrado intachable
o de abnegaciOn ciudadana".
En la confirmaciOn del tema patriotic° de su discurso, el estu-
pendo orador exalta la solida nacionalidad venezolana, invoca la
sombra augusta de Sucre y le dice: "Si hay pueblo, si hay raza
alguna que se atreva a disputarnos por la fuerza un Opice siquie-
ra del legado que nos hicieron los Soldados de Colombia, levOn-
tate de to sarcofago y gritale que la patria de Bolivar, si es que
puede ser vencida algUn dia, no ha de llegar jamas a ser escla-
va, porque ella entonces, como la muj,er de AsdrUbal, preferiria
quemarse con sus hijos todos en el Templo de su Libertad y su
Derecho".
— 26 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
Aquellos dias, en que Jose Fernando NUnez pronunci6 este
discurso, fueron de zozobra para el destino politico de Venezuela.
La pasion candente de los partidos, con su demagogia y su vio-
lencia, ofendia el decoro tradicional de Cumcmd. Y con alto ci-
vismo, el elocuente orador, en la solemne °cosi& en que la ciu-
dad recibia el monumento al Mariscal de Ayacucho, aprovech6
los recursos de la tribuna para decirles apost6licamente a sus con-
terraneos: "Calcinemos, en aras de la rehabilitacion del pais, tan-
to perjudicial resentimiento, de que han abusado los gobiernos
para abatirnos, porque contemplan divididas nuestras fuerzas, en-
tretenidos como estamos en la constante locura de los partidos
banderizos. Prometamos que no ha de haber un cuman6s, ni un
solo cumanes, que se atreva a cambiar la dignidad, el porvenir
de Cumand, por el triste denario de mal entendidas convenien-
cias; que asi cambio Raquel su turno de Senora por las miserables
mandrOgoras de Ruben. Y juremos quebrar y reducir a polvo la
pluma de oro potosino que Sucre nos regalara para historiar el
renombre de sus lares, si antes no nos dejan firmar con ella el
pacto de nuestra union para defendernos, nuestra solemne mal-
dicion contra los tiranos, y la protesta de ser verdaderamente pa-
triotas, republicanos y libres". (1).
VarOn de diamantinos principios liberales, tribuno de alto
elccuencia, poeta, escritor, periodista y ciudadano ejemplar en
todos los momentos de su vida publica, Jose Fernando NUnez me-
rece de los cumaneses el justo homenaje del recuerdo.
(1) En el aperzdice de este libro aparece conzpleto el farnoso
discurso que he comentado.
— 27 —
JOSE FERNANDO NUREZ
HI
AQUEL gran tribuno popular de insobornables principios civi-
cos naciO en Cumano en 1849. Ahi hizo sus primeras letras
en la escuela de Felix Serra Rius; el bachillerato en el colegio que
dirigia el eminente pedagogo, poeta y orador Jose Silverio Gon-
zalez, uno de nuestros prOceres del liberalismo, y muy joven gra-
duose de licenciado en Derecho. Dedicado con amor a las letras,
el periodismo y la oratorio, pronto aflor6 'en el la vocation del
repUblico y con singular entusiasmo tome) partido en la causa li-
beral, de la que fue en Cumand uno de los mess bizarros paladines
con mucho de los sacrificios del apostolado. Su talento y su rec-
titud moral lo llevaron a importantes posiciones en el gobierno
hasta llegar a ser Secretario General del antiguo Estado Bermu-
dez y Encargado del Poder Ejecutivo por ausencia del Presidente,
el general Nicolas Coraspe.
Asi ha pintado con buena pluma, desde La Esfera, Caracas,
23 de julio de 1943, algunos perfiles de Jose Fernando NUilez un
distinguido escritor cumanes que Bien lo conocio: "Unia a su pre-
sencia gallarda y a su indomable arresto varonil, del que dejO
constancia en diferentes graves oportunidades, una cultures lite-
- 29 —
DIEGO CORDOBA
raria poco comiin para su epoca y una brillante y fecunda inteli-
gencia. A las dotes intelectuales y morales que lo distinguian su-
maba una simpcttia arrolladora y poseia verdadero don de gentes.
Tenia la palabra fluida, de suaves entonaciones carlidas , sonora y
convincente. De su ilustracion y de su talento quedan en viejos
papeles de la provincia, perdidos y dispersos, articulos y discur-
sos donde campean su buen gusto, su fina intencion, su agilidad
creadora y la forma original con que revisti6 sus producciones.
Fund6 y redact6 periOdicos. Pero por sobre todo, mars que orador
y escritor, fue un tribuno de facil improvisaciOn, buido y sutil, que
envolvia conceptos medulares en vibrantes frases impregnadas de
pasion y belleza".
A Jose Fernando Niffiez le toc6 vivir en una epoca de bizanti-
nismo politico, de confusion ideologica y asperos personalismos,
donde, antes que los intereses del pueblo venezolano, triunfaban
los impulsos y los instintcs del caudillo; y espiritu hermosamente
romantic°, de inconfundibles convicciones republicanas, de una
solo pieza en la conducta publica y en el compromiso de partido,
poco a poco las defecciones de sus companeros y las mezquinda-
des y egoismos de la politiqueria fueron desengaiiandolo, a la vez
que sus virtudes civicas, la altura de sus opiniones y su ardoroso
ahinco en la defensa de los derechos hist6ricos, geograficos y po-
liticos de su Estado natal, frente a las imposiciones del centralis-
mo, acarrearonle no pccas graves dificultades y disgustos. Ciu-
dadano tan entero, tan amante de su tierra nativa, no podia ha-
Ilar aposento grato a sus ideales patri6ticos en dias en que el po-
litico mats tornadizo y el menos preparado era el triunfador; y el
desenfreno, la ambiciOn, los enganos y componendas enrarecian
el ambiente, al cual no podian adaptarse los hombres de pureza
civica que templaban su acero en la fragua de una vida dificil.
De ahi que Jose Fernando NUfiez, antes que ceder en sus princi-
p:os, prefiri6 sacrificer su brillante carrera publica , abandon6 la
politica y fue a radicarse en Cumanacoa, a trabajar en una pro-
piedad agricola y donde establecio una modesta casa comercial.
— 30 —
LA CIUDAD MARIr'IERA Y MARISCALA
Con tan firme gesto de hombre de caracter y ante la sorpresa
de sus amigos y copartidarios, el inflexible politico todavia joven
transform6se en un obrero de la tierra, en un trabajador sin des-
ccmso y, hasta podria decirse, en un maestro de civismo sin cate-
dra, Contaban los que lo conocieron que en aquel deleitoso valle
de la antigua Baltasar de los Arias, don Fernando, como lo Ila-
maban con respeto y cariiio las gentes del pueblo, parecia un
hidcrlgo campesino, cultoNeneroso, a la usanza de los viejos pa-
triarcas de la Esperiia de sus abuelos. Dentro de los linderos de
su pequeno f undo agricola, los afectos de la admirable esposa y
la ternura retozona de los hijos inocentes, levantO su fortaleza, una
fortaleza de moral ciudadana, de trabajo e independencia. Incan-
sable en el diario quehacer, tras de la dura jornada recogiase
tranquilo en el hogar, en el amor de sus libros —tenia una buena
biblioteca— y la lealtad de sus fieles amigos, algunos de ellos
notables hombres de letras, como el jurisconsulto Manuel Antonio
Martinez y el tribuno Aniceto Gonzalez, que a menudo lo visita-
ban. Vivia a toda hora pendiente de sus deberes con la familia,
atento a los graves problemas de la politica nacional y al destino
injusto de su pueblo mientras su inquieto espiritu de patricio osci-
laba, como un pendulo de angustia, entre la historia de los fun-
dadores de la nacionalidad venezolana y sus propios suenos de
fracasado reptablico a la antigua.
Pudo volver con gallardia a la carrera ptablica, ocupar mars
altos cargos de los que yo habia servido con eficiencia y decoro,
y triunfar. Contaba con talento, cultura, presencia y bizarria civi-
ca para imponerse en las luchas politicos de entonces, pero en el
el pleno gozo de su independencia de ciudadano fue mars fuerte
que todas las tentaciones y todos los halagos oficiales y prefirio
aislarse en el trabajo y en la virtud. "Ninguna oIerta, ninguna ges-
tiOn de sus antiguos copartidarios —ha expresado el mismo escri-
tor en "La Esf era"— fueron capaces de apartar a Jose Fernando
Niniez de la tranquila y honorable senda que se trazo cuando pre-
maturamente desencantado lleg6 al convencimiento de que en
Venezuela no son precisamente los Inas meritorios ni los mats ca-
- 31 —
DIEGO CORDOBA
pacitados los que dominan en la politica. Quiso conquistar su in-
dependencia personal labrando su independencia economica, pa-
ra poder expresarse sin cortapizas y mantener sin claudicaciones
su actitud autonoma. No pertenecia a esos venezolanos que se
emperian en tener bienes de fortuna, no para crearse una posici6n
independiente, sino para disponer de impunidad para su entre-
guismo y sus indignidades".
Digno, culto y sensitivo, cumcmes ciento por ciento en el pa-
triotismo, vaciado en viejo bronce romano, Jose Fernando NUriez
ha sido un desconocido de las nuevas generaciones. Su amigo el
doctor Manuel Antonio Martinez en "Duelo de Cumand", dedica-
do a honrar la memories del gran ciudadano, escribio lo siguiente:
"Tenia condiciones para brillar en grandes radios; y, sin embargo,
no bri116: la luz de su inteligencia apenas si alumbr6 mos espacio
que el de su tierra amada que fue su albergue. Estaba llamado a
oficiar como un sacerdote del bien en los altares de la Patria; y
no obstante su nombre ha pasado desapercibido e ignorado. Si
61 hubiera pertenecido a anterior generacion, habria enaltecido
su nombre en las luchas de la inteligencia, como lo enaltecieron
Hendon y Pedro Jose Rojas, Manuel Norberto Vetancourt, Gonza-
lez, Ramos y tantos otros de anteladas epocas que propalan la
cultura de Cumana" y agrega: "Si los pueblos tuvieran inicia-
tiva y valia en los destinos de la RepUblica, las grandes faculta-
des de NUriezhabricm sido factor importante, ofrendado al engran-
decimiento dd ella; pero, por desgracia en los altares de la Patria
no ofician de ordinario los hombres benerneritos, esperanza de sus
localidades, sino los aulicos favoritos; ni hay vendimia en sus cam-
pos para el experto y honrado segador, sino para la ambicion
audaz o la engreida nulidad".
Trabajando al frente de sus tierras y de su pequeria casa co-
mercial, alejado por completo de la politica, Jose Fernando NUnez
dies asi un singular ejemplo a los venezolanos dc su tiempo, una
leccian de decoro civico que se prolonga hasta hay. Habia renun-
ciado a todo cargo pUblico, a toda prebenda de los gobiernos, só-
lo porque sus sentimientos de ciudadano repugnaban los regime-
- 32 ---
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
nes que atentaban contra las libertades civiles y el derecho de
los pueblos. Y en esa actitud dignisima lo sorprendio la muerte,
cuando apenas el luchador cumplia los 47 arios de edad. "Sin
duda alguna —comenta el doctor Martinez— que su indole, su
educaci6n, su imaginaci6n de poeta y sus ideales de patriaticas
lides, no eran condiciones favorables para que alcanzara 6xito en
la carrera que emprendia; pero con su fuerza de voluntad y con
su emperio fanatic° de cumplir honradamente sus deberes de es-
poso y padre, contaba suplir aquellos inconvenientes; y aprision6,
torturo, digamos asi, su natural organizacion con un trabajo ma-
terial constantemente agitado; y aquella naturaleza destinada a
otras faenas, sucumbi6 ante la presion a que el deber y la nece-
sidad la sometieron Cay6 como el buen gladiador ... sin que
se le escuchara un lamento: exhalo su Ultimo suspiro como el obre-
ro, con el martillo en la manes golpeando sin cesar sobre el yun-
que del trabajo, sin que le arrancaran el menor reproche el sudor
que bariaba su rostro ni las callosidades de la ruda labor".
El mismo Martinez, que mucho quiso a Jose Fernando Ntinez,
su fiel compariero desde la juventud, rememora los hermosos pro-
yectos de cultura que concebia para su tierra nativa aquel fino
espiritu civilizador: bellas empresas que habrian hecho de la ciu-
dad del Mariscal de Ayacucho la Atenas del Oriente del pais.
"Poeta y patriota —escribe Martinez— a mold instante estaba co-
lumbrando la hora del renacimiento de Cumcrna: soriaba para ella
con un reinado de paz arm6nica, agitada solamente por las mul-
tiples manifestaciones de la vida del progreso, la cultura y las
luchas de los nobles intereses, y se extasiaba su imaginaci6n pen-
sando en los Ateneos, Academias, Liceos, Bibliotecas, etc. a que
daria existencia, para levantar, a altura de coloso, coma 61 decia,
la tierra que le dies el ser".
No vuelven a producirse ya, por desgracia, estas plantas de
hombres en nuestras provincias, todo sombra de amor pares su tie-
rra y frutos de virtudes para el pueblo y en cuyas raices se asien-
ta la grandeza etica de la sociedad, la familia y la patria.
— 33 —
DIEGO CORDOBA
Muria Jose Fernando NUnez en Cumcmo (1896). Sus exequias
fueron solemne duelo ptablico para todas las closes sociales. Gran-
des honores rindieronse a su memoria. Varios oradores desgaja-
ron sobre su tumba palabras conmovidas de respeto y carino y
Aniceto Gonzalez, elocuente tribuno del pueblo, el 11cmto en los
labios, exalto la vida del -gran ciudadano cumanes, sencillo gro-
cer de todas las virtudes e hijo espiritual de la vieja Venezuela
de la libertad".
DOS POETAS PARNASIANOS
ES T OS dos grandes poetas de Cumana Jacinto Gutierrez Coll
(1836-1901) y Miguel Sanchez Pesquera (1851-1920), a quie-
nes par algunos signos esteticos de su poesia deberia considerdr-
seles los primeros representativos del parnasismo en nuestro pats,
tuvieron el mismo sino que su contemporaneo Juan Antonio Perez
Bonalde, de otros de nuestros hombres de letras del ultimo siglo
y tambien del presente: pasar casi toda la vida lejos de la patria
par razones ajenas a su voluntad.
Gutierrez Coll, de familia patricia corno Sanchez Pesquera,
antes de cumplir los veinte anos, tiene que abandonar los estudios
de Filosofia y Humanidades en la Universidad Central para acorn-
panar a sus padres en el destierro par causa de nuestra vieja po-
litica personalista. Reside en las Antillas, en los Estados Unidos de
Norte America, y despues de Inas de un lustro de exilio regresa a
Caracas. Entra a ocupar puestos honrosos en los Ministerios de
Instruccian PUblica y de Relaciones Exteriores, es miembro funda-
dor de nuestra Academia Nacional de la Historia; va a represen-
tar a Venezuela coma diplomatic° en Europa, desemperia el Con-
sulado General en Nueva York y distanciado de la politica dicta-
torial e imposicionista de Guzman Blanco, sale a radicarse en
Paris, que ya bien conocia, de donde retornard a la patria, ya
viejo y enfermo, a morir ante el panorama melancolico del Avila.
— 35 —
DIEGO CORDOBA
Sanchez Pesquera, todavia un nirio, en union de su familia,
emigra a CarUpcmo y despues a Barcelona con motivo del tre-
mendo terremoto de 15 de julio de 1853, que casi destruy6 par
completo a Cumand. Vuelve a su tierra nativa y recibe enserian-
zas del docto poeta y maestro doctor Manuel Norberto Vetancourt
y del culto general Angel Felix Barberii, ambos cumaneses. Mars
tarde se embarca para Puerto Rico, donde tenia algunos familia-
res, comienza el bachillerato y se inicia en las actividades lite-
rarias. Pasa luego a Madrid, estudia Jurisprudencia Civil y Cana-
nica y se gradat en 1873.
El fino talento del poeta y abogado le abre paso en la amis-
tad de grandes personajes de las letras espanolas, coma Gaspar
NUnez de Arce, Marcelino Menendez y Pelayo, Raman de Campo-
amor, etc. y el jurista encuentra pronto un generoso protector en
don Victor Balaguer, entonces Ministro de Ultramar, quien lo en-
via a desempenar algunos cargos en las Antillas. Es, sucesiva-
mente, oficial de la Contaduria General de Hacienda, Promotor
Fiscal y Juez de InstrucciOn en Puerto Rico, asi como Secretario de
la Audiencia de San Juan; Magistrado en Cuba, en Haiti y en
Filipinas, y al volver a Espana Ilega a ser Presidente de la Sala
de la Audiencia de Caceres, Presidente de la Audiencia Territorial
de Barcelona, y designado ya Abogado Fiscal del Tribunal Su-
premo de Madrid no puede ocupar tan importante puesto debido
a que muere en la misma Barcelona.
El parnasismo frances, en cuanto a la forma estetica hubo de
servir de guia al Ilamado movimiento modernista, que, como es-
cribi6 en su tiempo Manuel Diaz Rodriguez, fue "violencia de
nuestra vida contemporanea, ansiosa y compleja". Finos poetas
romanticos que completan su cultura literaria en Europa, primero
Gutierrez Coll, asistente en Paris a la fundacion de la revista "El
Parnaso", que originaria el nombre de la nueva escuela poetica,
y luego Sanchez Pesquera, se acercan entusiasmados al movi-
miento parnasiano, le dedican lo mejor de su estro y, coma a otros
hispanoamericanos, les sirven de maestros Heredia, Leconte de
Lisle, Sully Proudhomme, Gautier y los demos insignes capitanes
— 36 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
del parnasismo frances que, desde dicha revista, daban la batalla
contra el romanticismo, del cual Victor Hugo era el maxima pon-
tifice. Cincelan sus estrofas con florentina devocion de orfebres,
aman la perfeccion de la forma y a menudo evocan la Grecia apo-
linea. Es, pues, injusto, como ya ha ocurrido en algunos estudios
criticos sobre la historia y evolucion de nuestras letras, dejar de
situar a ambos poetas a la cabeza de nuestros primeros parnasia-
nos, como Gabriel E. Munoz, Manuel Pimentel Coronel, etc., al pri-
mero par la elegancia precisa de la forma y la limpidez de sus ver-
sos y a Sanchez Pesquera par la inefable armonia, la luminosidad,
los temas y el plasticismo griego de sus sonetos.
Pero si hay que decirlo: tanto el autor de "Stella" coma el de
"Melodia Hebraica", no obstante su romanticismo, se olvidaron
del sol, el mar, el rio y del paisaje renezolcmos. Se europeizaron
demasiado. Es todo lo contrario de lo que ocurre en Perez Bo-
nalde, nuestro me:Ls alto poeta romantic°, el precursor del moder-
nismo en nuestras letras, cuya renovacion lirica, si se depur6 en
la exegesis de las literaturas alemana e inglesa, siempre man-
tuvo autenticas raices venezolanas, Ninguno de aquellos compa-
triotas trot6 tantas tierras coma el, par Europa, par Asia, par los
Estados Unidos de Norteamerica, ni domin6 mejor mars de cinco
co idiomas extranjeros, ni resisti6 mayores quebrantos y miserias
en el destierro o en la larga ausencia. Sin embargo, toda su obra,
pese a las influencias extrarias, esta empapada de nuestro cielo,
de la Luz, el viento, el mar, el rocio, y contiene las esencias espi-
rituales de su solar nativo. De ahi que el autor de "Vuelta a la
Patria", aun despues de mars de media siglo de su muerte, conti-
nua siendo nuestro supremo poeta par antonomasia, el mars ve-
nezolano que hemos tenido hasta hay.
Admirable sonetista, coma en Surstun Corda y en Guerra Ci-
vil, Gutierrez Coll, ademas de sus originales producciones, tradu-
io a Camoens, Sully Proudhome, Copee, Byron y a algunos poe-
tas latinos, coma Luciano; y su conterraneo, mucho mars fecundo
que el, nos ha dejado bellisimos poemas cmtolOgicos entre otros
Oda al Sol, Melodia Hebrerica, Hinuto Pagano, Ante el retrato de mi
— 37 —
DIEGO CORDOBA
madre, La Tumba del Marino, elegantes sonetos, estupendas traduc-
ciones de Longfelow, Leconte de Lisle, Schiller, Ruckert, Guerra Jun-
queiro, etc., y pubico en Madrid (1818) una valiosa Antologia de Li-
ricos Ingleses y Angloamericanos, pero en casi toda la obra de am-
bos cumaneses, el tema los alej6 de la alentadora presencia de la
patria, debido, sin duda a la inexorable ausencia. Gran poeta ve-
nezolano o americano bien pudo haber sido, sobre todo Sanchez
Pesquera. Releamos este maravilloso soneto suyo, que, segim se
cree, escribi6 en tierras de Cuba:
LA CIGARRA
Amor del sol mi origen es divino;
embelesado Socrates me oia;
delicias era de la Grecia un dia;
me habld Virgilio en verso peregrino.
Cantar, amar, morir es mi destino;
yo de to ciencia gaya en la porfia
el premio soy que el trovador ansia;
canto la siesta en odorante pino.
Soy la cigarra: en el tendido Llano
nac;, de junio en el calor primero,
alma del trigo y su. fecundo grano.
Y enamorada de la luz, espero
la encendida mariana de verano,
y canto at sol. . . y cuando canto muero.
Es una dolorosa realidad que quien se desarraiga clk,, la patria
es un desconocido de sus contemporaneos, y aun mos de las pos-
treras generaciones. Solo la dificil justicia del tiempo podra sa-
car su obra del olvido. Nuestro eminente y ya desaparecido
Eduardo Carrefio, habil buzo de .los viejos tesoros olvidados de
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LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
nuestra literatura, con motivo de cumplirse (12 de noviembre de
1951) el centenario de Sanchez Pesquera, dedic6 al excelente poe-
ta un breve pero documentado estudio y en el expresaba lo si-
guiente: ''Hay un hecho por demos significativo, que debe sena-
larse en la historia de Ia literatura venezolana, y es el que fueron
dos ilustres cumaneses, Jacinto Gutierrez Coll y Miguel Sanchez
Pesquera quienes introdujeron• la 'escuela parnasiana entre nos-
otros". Ya Diaz Rodriguez, alma excedida en Ia comprension es-
tetica, en el caso de Gutierrez Coll y en nobilisimo comentario, ha-
bia dicho de el: "No podian comprenderte. Hablabas una len-
gua, cuyos signos eran follajes de piedra, flores de marmol y jo-
yas y arquitecturas ideales" Sin olvidar la calidad parnasiana del
admirable autor de "Melodia Hebraica" y de "Canto Pagano", Pi-
con Salas ha escrito de Sanchez Pesquera: "Su poesia, oriental
y mediterremea en su color, sus temas y su luz, en los motivos
biblicos y los de elegia antigua que sabe descubrir, ya es tambien
la de un Romanticismo sin exclamaciones: un verdadero hallazgo
de musica".
Par lo demos es profundamente humano —y desde luego 16-
gico— que la patria se ame y recuerde con mats pasion y amar-
guru en el destierro o en la ausencia obligada, sobre todo cuando
el hombre vislumbra y siente ya cerca el ocaso de la vida y an-
gustiosamente suefia con it a reposar para siempre en el suelo
en que naci6. Muchos lo logran, otros no. Don Andres Belo, por
ejemplo, en su OraciOn por todos, prenunci6 su propio destino:
Todo tiende a su fin, a la luz Pura
Del sol, la plantar el cervatillo atado
A la libre montana; el desterrado
Al taro suelo que le via nacer.
Esta tremenda duda sentimental la sufrieron ,los dos poetas
cumaneses. Gutierrez Coll, en los cenidos tercetos de su soneto
Alma parens, acaso por razones politicas, se nos presenta desen-
cantado de la patria. Su perdida fe en ella, en la paz fecunda y
— 39 —
DIEGO CORDOBA
el irrespeto a la virtud, lo trcmsforman en naufrago de sus sue-
nos, pero no desiste de amarla y exclama quejumbroso:
/Ay! Cuantas veces, como bien postrero,
En mi acerbo dolor busque el olvido
Para dormirme en su indolente abrazo.
Y a que es vano ese afan, y nadn espero,
/Tierra donde naci: solo to pido
Que me defies morir en tu regazo!
J. A. RAMOS MARTINEZ, HISTORIADOR Y
HUMANISTA
Anhelo que, como se
chez Pesquera encendia
parti° muy joven para no
tiendose orgulloso de su
tercetos:
sabe, logrO el poeta, en tanto que Sam-
sus nostalgias de Cumcm6, de • donde
volver nunca, en soneto diamantino, sin-
tierra querida, como lo expresa en los
En ti naci6 el varon de alta memoria
Que del mundo invenido entre dos mares
Es la ma's pura, inmaculada gloria.
lgual es tu infortunio a tu fortuna:
1Sacras linfas del nuevo Manzanares
Corred diciendo al mar cual fue mi tuna!
T T N dia de 1903 la tranquila ciudad de Cuman6 se estremeci°
U de dolor al recibir la inesperada noticia de la muerte del presbi-
tero J. A. Ramos Martinez ocurrida en CarUpcino. Aquel amanti-
simo hijo suyo, durante Inas de quince anos, habia estado al fren -
te de la Parroquia Matriz de la provincia sucrense, reedificado,
entre grandes dificultades econOmicas y hasta sacrificios persona-
les, el templo de Santa Ines, hoy Catedral de Cumana, dado bri-
ll° extraordinario al culto catOlico y conquist6dcse con sus vir-
tudes, su ilustracion y la elocuencia de sus sermones el respeto y
el amor de la sociedad y el pueblo.
Nacido el 8 de diciembre de 1837 en la parroquia de Santa
Ines, Ramos Martinez procedia de familia procera en las letras
y el patriotismo del Oriente de la Republica. Algo de su cul-
tura y de su conducta civica influiria, mucho mas tarde, en la for-
macion humanistica y literaria de Jose Antonio Ramos Sucre, mi
inolvidable conterremeo y condiscipulo, excelente epigono de la
familia Ramos en las ciencias y el decoro social de Cumand.
Entre nuestros sacerdotes de fines del siglo XIX pocos, como
el doctor Ramos Martinez, consagraronse con tanta devotion y
desprendimiento a la carrera eclesicastica, asi como a investigar y
— 40 --- — 41 —
DIEGO CORDOBA
ennoblecer la historic de su tierra nativa. Vca -on de severisimas
disciplines, que demuestran el temple y la calidad de su cardcter,
el laboriosisimo prelado no descansaba un momento: de sus dia-
rios oficios parroquiales pasaba al estudio de los cdnones, las
letras, las ciencias, los idiomas, o a escribir de historia o de civis-
mo. Perseguia con amor el documento extraviado, necesario en
sus investigaciones, comunicabase con sus distintos corresponsa-
les en todo el pais en la bUsqueda del dato preciso y cuanto se
refiriera a la iglesia en Venezuela y en America era en el conti-
nua inquietud. Puede decirse que mantenia palpitcmte en el cora-
zOn y en el pensamiento el sagrado culto de la patria y de su
religion. Sabio en latin, en griego, en lenguas vivas, en historia
nacional, en matematicas y en teologia, entre otras obras de im-
portancia, publico ensayos sobre la Independencia, sobre Bolivar
y el Mariscal de Ayacucho; "Noticias de Cumanacoa", folleto mo-
nogrdfico con interesantes datos, indispensables hasta hoy para
mejor conocer los origenes y la evoluciOn social y religiosa de
aquella region agricola, rico centro cafetero de grato clima; "Ana-
les Eclesidsticos", que comprenden crOnicas documentadas y ame-
nas en torno de la iglesia en el Oriente de la RepUblica y sus
dignatarios, discursos civicos, elegias y sermones; "Jardin de las
Rosas", el bellisimo poemario de Tomas de Kempis, traducido del
trances, y en el manuscrito dejO un extenso estudio sobre ''La Igle-
sia bajo la Denominacion de los Espanales", muchos de cuyos ca-
pitulos fueron insertos en "El Correo de CarUpano" (1889), asi
como otras obras ineditas, que no se si ya habrdn visto la luz.
Dentro de sus profundos conocimientos de la liturgia sagrada,
el padre Ramos Martinez fue quien formO el calendario perpetuo
del Obispado de Guayana, aprobado oficialmente por su Santidad
Leon XIII, y encargOse por mos de veinticinco anos del arreglo del
directorio anual para la celebraciOn de la miser y las recitaciones
del oficio divino. Profesor de latin, de filosofia y de matemdticas
en el Colegio de Cumand y a la vez su rector, extendiO, mds tcrrde,
esta labor educative a CarUpano, en el Colegio de Santa Rosa, y
contaban que amorosamente empenose en formar buenos sacer-
-42—
Catedral de Santa Ine's de Curnana!
DIEGO CORDOBA
dotes venezolanos entre clerigos jOvenes, instruyendolos en teo-
logia y cariones.
El dignatario eclesiastico desempen6 diversos cargos. Cuando
estudiaba sus taltimos cursos en Caracas, donde en 1864, habria
de obtener el doctorado en Derecho Ccmonico, el Ilustrisimo mon-
senor Mariano Fortique, hombre de talento, bondad, sabiduria e
insigne orador sagrado, que siempre lo distingui6 con su estima-
cion intelectual, lo tuvo de secretario privado, y despues de reci-
birse sacerdote (24 de agosto de 1861), de manos de Monserior
Arroyo, ilustrisimo obispo de Guayana, Ramos Martinez, en su
calidad de cura y vicario foraneo, fue a ejercer su primer' minis-
terio espiritual en la Parroquia Matriz de Cumand. Desde ese
puesto comenz6 a revelar sus aptitudes de activo organizador y
creador, sus excepcionales dones de orador sagrado y sus virtu-
des cristianas. A el se debi6, no solo la reedificacion del templo de
Santa Ines, obra en la que estuvo ayudado especialmente por el
p:-esbitero Onofre Mariano Llomplcrrd, cura interino de Cumana,
y entre otras personas acaudaladas y piadosas, por don Mauricio
Berrizbeitia, asi como por el jefe militar de la plaza, el general
barcelones Rafael Adrian, sino tambien la construcci6n del ce-
menterio y de la iglesia de Marigiiitar y la reparacion del templo
de Arenas, incendiado, en 1817, por las hordas realistas. Pendiente
de todos los deberes de su apostolado a menudo se le vela reco-
rrer los pueblos sucrenses prodigando servicios y consejos y reme-
diando, sobre todo, las necesidades de las gentes humildes y des-
validas.
Llamado a Guayana por su noble amigo, el obispo Arroyo,
de quien Ilego a ser competente ccnsejero en los asuntos de la
Di6cesis, en ausencia de este, ocupo el importante cargo de Pro-
visor y Vicario General; goberno la DiOcesis en 1866-68, dejo en
todas partes las huellas luminosas de su fervor cristiano y em-
prendio algunas obras, pero la inclemencia del clima guayanes
hubo de danar la salud del sacerdote y por tal razon fue a residir
en la isla de Margarita. En la ciudad de Porlamar regent6 dos
veces el curato; desde 1878, en la categoria de parroco, ejerci6
— 44 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
su ministerio en Cartapano, siempre orgcmizando, ensenando o pro-
duciendo su benemerita labor historica. Restaur6 la iglesia en rui-
nas y el cementerio, impartio la catedra en el Colegio de Santa
Rosa y se hizo querer y respetar de tal modo y tamano, que cuan-
do failed& a la edad de 66 anos y tras de mess de un cuarto de
siglo de consagracion a sus fieles, su muerte enlutO por mucho
tieinpo a la sociedad y al pueblo.
En sus interesantes "Memorias para la Historia de Cuman6
y Nueva Andalucia'', (C. A. Artes Graficas, Caracas, 1945), el cul-
to y acucioso fray Cayetano de Carrocera, que con singularisimo
carino ha seguido todos los pasos del padre Ramos Martinez, re-
cogi6 unos cuantos trabajos del inolvidable historiador cumanes
que, como ha escrito el mismo autor de dichas memorias, "cmda-
ban dispersos, casi perdidos, en libros, folletos, revistas y periodi-
cos de extrema rareza, raz6n por la cual eran conocidos de alguno
que otro curioso coleccionista". Entre esos trabajos hay que desta-
car los dedicados a la Santa Reliquia de la iglesia de Cumand;
a la ereccion de Canapano en parroquia eclesiastica; "Noticias
de Cumanacoa, principalmente por la rectificaciOn historic-a rela-
cionada con la fecha de la fundaciOn de la antigua ciudad de
Baltasar de los Arias ; a las referencias sobre los origenes de la fa-
milia Sotillo, que did a la iglesia cumanesa dos virtuosos sacer-
dotes: Manuel. Jose Sotillo Verde y Antonio Jose Sotillo Santaella,
y otros estudios de indudable interes.
En tan noble labor, fray Cayetano de la Carrocera encontro,
por fortunes —y asi lo expresa— la vcrliosisima colaboracion de dos
distinguidos intelectuales de Cumand: Juan Jose Acuna, director
del semanario "Renacimiento" y Alberto Sanabria, academic° de
la Historia. Pero esto no es suficiente: la memoria de Ramos Mar-
tinez, eminentisimo prelado, latinista, historiografo y maestro, cu-
yo nombre honra los anales culturales de la vieja y procera Nueva
Andalucia, reclama que la obra completa de nuestro compatriota
sea recogida, organizada cronologicctmente y dada a la estampa.
6Tendro alguna vez el Estado Sucre el gobernante que realice esta
bella empresa?
— 45 —
DIEGO CORDOBA
Yo todavia recuerdo, de los anos de mis mocedades en Cuma-
nal, haber escuchado contar en las sabrosas tertulias de nuestros
abuelos, que el padre Ramos Martinez, no cbstante su abolengo,
ilustre, su grata presencia fisica y su vasta cultura eclesiastica y
profana, tenia la mas encantadora de las virtudes: la modestia,
una modestia pristina que el acentuaba con su timidez. Acaso por
esto no irradio mas luz sobre Venezuela. Poco saliO de sus tierras
orientales. Alejabase de los esplendores sociales y de las intrigas
y cortesaniaS de la politica, en su epoca tan agitada en nuestro
pats por las pasiones de los viejos partidos: el liberal y el conser-
vador. Teniasele como a hombre de firmes convicciones civicas y
de gran caracter, y si se le pedia el consejo to daba con grande-
za de ciudadano, pero prefirio siempre, a toda participaciOn en
los asuntos palicos, el silenc:o a media luz de su templo, la dulce
paz de la casa y el amor de su biblioteca. Ahi, en ese mundo
espiritual, acendraba los veneros de su patriotismo y su prof unda
fe en Dios.
-- 46
EL HEROE Y EL CABALLERO
Tema digno de la paleta de algian pintor venezolano series el
siguiente episodio de nuestros viejas guerras civiles, episo-
dio epico 'y conmovedor ocurrido en Cumand en los dias de la
Revolucion Libertadora, el resonante movimiento armado que se
extendio por todo el pais y que de haber logrado el triunfo, qui-
zas, hubiera transformado la politica de Venezuela a partir de
comienzos del presente siglo.
Era yo mocito inquieto, averiguador y desde entonces no he
olvidado el atuendo de la batalla del 13 de noviembre de 1902
(por cierto dia de mi santo) entre las fuerzas de dos grandes cau-
dillos orientales, parecidos en el denuedo y en la moral ciudada-
na: el general Manuel Morales, ilUstre prOcer cumanes del libera-
lismo amarillo y el general Jose Asuncion Rodriguez, valiente sol-
dado margariterio, comandante de las tropas del gobierno de
Cipriano Castro, de quien fue leal amigo hasta la muerte.
Cumana fue atacada por Rodriguez aquel dia memorable.
Entre los mas brillantes oficiales del defensor de la plaza figura-
ban su hijo Jesus Morales, Pedro Nolasco Bruzual, Aquilino Espin,
Panfilo Castro, Agustin Rodriguez Cordoba, los Gomez Rubio, pa-
dre e hijos, Justico Arcia, y entre los del general Rodriguez desta-
caban Tomasito Guerra, Tomas Garcia, Abelardo Salazar y los
— 47 —
DIEGO CORDOBA
Fermin, todos, unos y otros, "chopos de piedra" de nuestra close
media, resueltcs a jugarse la vida por sus principios.
Mi inolvidable abuelo politico, don Ventura Rivas, a menudo
me relataba aquel episodio estupendo, que hubiera colmado de
orgullo al pueblo mos viril y que el, en sus sabrosas charlas con-
migo y en los largos vuelos de su fosforescente fantasia, compa-
raba con hechos magnificos de la historia griega y hasta ccn al-
guna hazaria del Cid.
Heroica fue la resistencia de Morales y en ambos bandos co-
rria la sangre. Tras de mess de dos horas de recia pelea en las
sabanas de El Salado y en las calles de Altagracia, el combate
hubo de reducirse al Puente "Guzman Blanco" que sobre el rio
Manzanares une a las dos parroquias de Cumana. Rodriguez, te-
merario y ya impaciente, con fuerzas superiores y mejor armadas,
orden6 tomar el puente. Luchase ahi encarnizadamente y en los
momentos mos culminantes de la batalla, cay6 sin vida Pedro No-
lasco Bruzual, sobrino de Jesus Morales. Este rapidamente acerc6-
se a socorrerlo y en el acto fue herido de muerte. Al enterarse de
aquella doble catdstrofe, el general Morales, par entre• el nutrido
fuego de la fusileria, corri6 a caballo en auxilio de Jesus y mien-
tras lo atendia recibi6 catorce balazos. Sin embargo, impasible y
estoico, como un antiguo varan de Esparta, ansioso de salvarle
la vida cargo el cuerpo de su hijo agonizante y atravesando el
angostisimo callejon de El Comercio llego a su casa, situada casi
al frente del Templo de Santa Ines. Ya la familia habia recibido la
tremenda noticia y a falta de la esposa, a Ia puerto del angustia-
do hogar, rubia y magnifica, altiva como una heroina de la Roma
de los Gracos, Manuela, una de las hijas, esperaba al padre, ma-
chete en mono, pronto a defenderlo. El ya viejo general, can Id-
grimas en los ojos la estrech6 en sus brazos y le entreg6 el cada-
ver del hermano. Dettavose unos instantes para enjugar sus cruen-
tas heridas y a la vista del enemigo victorioso que avanzaba,
bcrnado en sangre montO de nuevo en su brioso caballo y le claw!)
las espuelas para no caer prisionero... Cuentan que el general
Rodriguez, conmovido y a Ia altura del heroe, lo dej6 escapar.
— 48 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
Traigo a estas crOnicas cumanesas episodio tan extraordina-
rio porque no solo los grandes heroes de nuestra Independencia
reclaman el culto. Merecen tambien, cuando menos, el honroso
recuerdo, los otros proceres de la naciOn. Esta mistica, al parecer
ingenues, consagra las virtudes ciudadanas y fortalece y enscmcha
el concepto de patria. Nada impresiona tanto al hombre como la
hazana heroica en defensa de una causa politica, de un noble
ideal o en beneficio de Ia humcmidad• Por eso nunca el he-oe
puede morir. Puede pasar el tiempo sabre su tumba Pero su pre-
sencia se mantiene encendida en la conciencia de su pueblo.
Para Manuel Morales como para Jose Asuncion Rodriguez,
enemigos en el campo de las ideas politicos, la guerra civil, no
obstante su encono, fue siempre contienda de caballeros y la es-
pada simbolo de una patria generosa. El heroismo de aquel sol-
dada cumanes armonizaba con la clemencia del soldado marga-
riteno y ambos ofrecieron a la RepUblica, en un momenta historic°,
este episodio ejemplar que, como he escrito antes, bien mereceria
el triptico del pincel venezolano.
— 49 —
ANDRES JORGE VIGAS, PERIODISTA
En acciOn de gracia justiciera y sentimental traigo a estas cro-
nicas sobre Cumand el nombre ya olvidado de don Andres
Jorge Vigas, uno de los mejores periodistas venezolanos de co-
mienzos de siglo, nacido en la muy noble ciudad de Sucre, por
1854, y emparentado con distinguidisima familia, de cuyo seno
recojo tambion el nombre del doctor F. C. Vetancourt Vigas, emi-
nente historiador, jurisconsulto y caballero de gratisima memoria.
Liberal de principios y excelente escritor politico, fogueado
en la vida y en las polemicas ideolOgicas y pgrtidistas de su epo-
ca, don Andres Jorge Vigas ocup6 honrosas posiciones en algunos
de los gobiernos que antecedieron al del General Cipriano Cas-
tro, combatiO a este dictador con la pluma y las armas, a la
usanza de los viejos y gallardos escritores y poetess del Oriente
de la RepUblica, como Baltasar Vallenilla Lanz y Tomas Ignacio
Potentini, y solo por su aventura patriotica hubo dt sufrir el ve-
jamen de la mazmorra.
Cuando el General Castro fue sucedido en el poder por el
General Gomez y por 1909 el esclarecido poeta y periodista An-
dres Mata fundaba en Caracas EL UNIVERSAL, 11=6 a su lado
a don Andres Jorge Vigas, su intimo amigo, ya sesentOn, y ahi,
con la vasta experiencia que habia adquirido en la prensa na-
- 51 —
DIEGO CORDOBA
cional y los conocimientos que tenia de nuestra azarosa politica, el
viejo e ilustre escritor cumanes entre> a desempenar el importante
cargo de editorialista de dicho diario.
Esta era tarea peligrosa en aquellos tiempos dificiles para la
prensa venezolana, sobre todo desde que el General GOmez logro
asentarse bien sobre los estribos de hierro de su dictadura. Sin
embargo, "el viejo Vigas", como carinosamente lo llamaban An-
dres Mata, Director de EL UNIVERSAL, y redactores o reporteros
como Luis Correa, Leopoldo Landaeta, Francisco Jimenez Arraiz,
Rafael Silva, Lucas Manzano, Beltran Diez y otros, con sorpren-
dente habilidad politica cuidose siempre de no suscitar el menor
estropicio a la naciente empresa crue despues de cerca de cin-
cuenta anos ha llegado a presentarnos uno de los primeros dia-
rios de nuestra America.
Yo conoci, por 1913, al notable y laborioso periodista y de el
recibi siempre nobles consejos y afecto. Muy temprcmo aparecia
en la redaccion de EL UNIVERSAL; entraba de puntillas en el cuar-
to en que vivia, en el mismo edificio, el gran poeta de "Arias Sen-
timentales"; esperaba que este se despabilara para conversar con
el sobre el asunto del momento que mereciera comentarse desde
el editorial y ya con la venia del Director, se acomodaba en su
pequerio escritorio, en la sala mas amplia del periodic°. Abstraicrse
en sus pensamientos mientras fumaba y fumaba, ajeno a la char-
la y las actividades de redactores, reporteros y visitantes y, de
pronto, comenzaba a concebir sus editoriales, disertos y oportunos,
vaciados en prosy vigorosa, elegante y agil. Con admirable faci-
lidad llenaba las cuartillas y asi, escritas a mano, pasaban direc-
tamente al linotipo. Andres Mata, que bien lo conocia, nunca des-
confio de su compcniero y amigo.
Desde joven periodista profesional, 'el viejo Vigas" tenia el
mas alto concepto de la prensa, y por tanto las disciplinas del
estudio, conocimientos profundos en diversas materias, normas
eticas de conducta de acuerdo con la sociedad, dominio del idio-
ma con soltura y gracia y orden en el trabajo, elementos indis-
pensables en el verdadero periodista para poder desenvolverse
— 52 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
con responsabilidad, oportunidad y decoro en sus diarias fun-
ciones. Conocia a fondo las leyes, los reglamentos y la Constitu-
cion de In RepUblica, la historia nacional y nuestra evolucion
politica; a los personajes del gobierno y a los caudillos, los idea-
logos, resentidos o romanticos, asi como a los politicos enemigos
del nuevo regimen. Todo esto formaba las armors del gran escri-
tor. Para ser entonces, sobre todo editorialista de un diario en
Caracas, requeriase, ademas, inteligencia clara y alerta y mucho
tino diplomatic°, mucho equilibrio politico, pues habia que sortear
los arrecifes amenazantes por entre los cuales navegaba temerosa
la prensa independiente y aun la prensa oficialista. Una inocente
Erase, un ligero comentario o un chiste, mal interpretados por los
intrigantes cortesanos de Gomez o de sus familiares, fdcilmente
conducian a La Rotunda. Andres Mata, hombre de reposado ta-
lento y de experiencia en el oficio, necesitaba de los cien ojos de
Argos para vigilar cr.toda hora las columnas de su diario. Hasta
una frivola noticia que se publicara o no, o que se alterase en la
section "Sociales y Personales", podia motivar, cuando menos,
un "jai& de oreja" por telefono desde Miraflores, Maracay, de
algUn ministro influyente o del dipsomano y temible prefecto Car-
ballo. Sin duda alguna, ser periodista, y aun mas, ser editorialista
en aquellos dias oprobiosos, equivalia a jugarse lo que mas de-
fiende el hombre culto: su libertad. Por ese suplicio mental pas6
varios arios don Andres Jorge Vigas, pero pudo pascrr como la
salamandra a .traves del fuego... solo quemandose las pestafias.
Por su obra de conspicuo periodista y de brillante y diserto
escritor, por su suma bondad y el fino buen humor en sus des-
plantes muy venezolanos, don Andres es un personaje inolvida-
ble para quienes tanto lo tratamos y conocimos a comienzos de
siglo. Tan pronto como terminaba al mediodia su labor en EL
UNIVERSAL, de preferencia iba a reunirse con tres o cuatro ami-
gos de su confianza en el famoso, ya extinto botiquin "La India",
situado frente al periodic°, y a donde se iniciaba la sabrosa ter-
tulia literaria o politica con la primera rondo de brandy Bisquit.
Por aquel tiempo no se conocia en Caracas el Hennessy ni el
— 53 —
DIEGO CORDOBA
Marten y el whisky, segUn comentaban malos bebedores, era "me-
dicinal", por lo que apenas uno que otro tertuliano pedia timida-
mente: un whisky and soda bien helado. A las tres de la tarde, por
lo regular, levantabase la largo sesion discutidora y bulliciosa, los
animas, ya bastante alegres, y el almuerzo se tomaba en algUn
restaurante: en "La Lira", modestisimo e italiano, que servia ri-
quisimos spaghettis con buen vino Chianti o si en el grupo de
amigos de don Andres se hallaba algUn alto funcionario del go-
bierno, como, por ejemplo, el general Jesus Maria Espindola, su
queridisimo companero de ideas liberales, a la sazon Director en
el Ministerio de Fomento, el sitio del banquete resultaba muy
costoso: el Club Concordia, pero a menudo Ia mesa mas agrada-
ble, variada y esplendida nos esperaba en la propia casita de
"el viejo Vigas", donde ya hervia en la gran olla el multisapido
salcocho de gallina o de rosado pargo sin escamas al estilo y con
todos los ingredientes y aditamentos de la buena cocina cuma-
nesa.
Tiempos sanos aquellos en la Caracas parrandera de enton-
ces, en la sencilla amistad, en la mesa, Ia charla y el buen humor,
tiempos arcodicos que se fueron para siempre. El "viejo Vigas",
amenisimo conversador, de gran memoria y con el don del buen
chiste oportuno, gozaba recordando su niriez de Cumcma, sus dins
de juventud, sucesos, personajes, costumbres, familias y platos
tipicos. Era un gracioso espiritu, ponderado pero simpatico que a
menudo deleitaba a sus amigos con el comentario ogudo o la
anecdota chispeante.
Criollo, bajito y regordete, de ojos pequerios pero vivarachos
y sonrientes, alma generosisirria y varon de rectitud moral, dis-
puesto siempre a servir a sus amigos, don Andres Jorge Vigas mu-
rio, ya anciano, ignoro la fecha, pero su memoria es gratisima
para quienes tanto lo quisimos y respetamos.
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UN PROCER DE LA CULTURA CUMANESA
T T n heroe de la cultura cumanesa fue el doctor Domingo Bada-
racco BermUdez, medico, maestro, ensayista, critico de arte
e insigne animador, guia y espiritu de una generacion intelectual,
la brillantisima que en 1904 'uncle) en Cumand la revista literaria
"Broches de Flores" y de donde surgieron notables poetas, escri-
tores, artistas, abogados, medicos, maestros o industriales que han
dado decoroso renombre a la cultura del Estado Sucre.
Cumcm6 rememora todavia con respeto y ccrrino la obra que
aquel excelente educador y ciudadano realizo ahi a comienzos
del presente siglo. A traves de tantos arios de mi vida de estudicm-
te en el Colegio Federal de mi procera ciudad, aun me parece ver
al doctor Badaracco BermUdez impartiendo sus catedras con sin-
gular sabiduria, o activo y sudoroso en el dictrio ajetreo de su
callejera profesion de medico de los pobres. Trajeado siempre de
blanco —imprescindible el chaleco— compasivo y sonriente, a
menudo abandonaba de prisa la catedra para it a pie, bajo el
candente sol o bajo los torrenciales aguaceros, por las estrechas
callejuelas coloniales, las polvosas sabcmas de Caigiiire o los Cis-
peros cerros aledanos en socorro de los humildes, a asistirlos gra-
tuitamente en sus dolencias, no obstante que el toda su vida sufrio
las urgencias econornicas de la pobreza. Fue esta una de sus mos
— 55 —
DIEGO CORDOBA
hellos virtudes: servir como medico al desvalido, sin lucro alguno;
y entre otras muchas que lo distinguieron como cultisimo ciuda-
dana, servir a la instruccion pUblica en un largo apostolado de
maestro. Mats de 3G afios el doctor Badaracco sustento en aquel
Colegio las closes de Literatura y de Castellano, pero no al modo
retardatario de la mayoria de los profesores de su tiempo. Maestro
de profunda cultura, al nivel de los mejores pedagogos venezola-
nos de su generaciOn, desecho siempre la antigua escuela dogma-
tica, basada en el principio de "Creed y no pregunteis", y se aco-
giO al libre examen, por el que, consecuentes con la libertad po-
litica los paises mas civilizados han combatido hasta enscmgren-
tarse y en cuya escuela el maestro de vocaci6n, sin necesidad de
las absurdas disciplinas de "la palmeta" y "el calabozo", tiene la
delicada encomienda de llegar con las verdades conquistadas al
espiritu de sus discipulos. Asi, aquel lUcido pedagogo en su close
de Literatura imponia el metodo directo de investigacion, realiza-
do por los propios alumnos bajo su direccion, y en la de Castella-
no el metodo intuitivo, a la manera de Eugenio Maria de Hostos,
el esclarecido maestro puertorriqueno, eliminando reglas y pre-
ceptivas hasta captar, poco a poco, el conocimiento por medio de
ejemplos apropiados que el mismo solia extraer de sus selectas
lecturas.
La obra educadora del doctor Badaracco tuvo aun mas am-
plitud y grandeza en el destino de la cultura de Cumand. Fue en
todos sus aspectos realizaciOn heroica en una epoca politica tan
nefasta para Venezuela, en que la torpeza de los gobernantes por
un lado y por el otro la carencia absoluta de elementos eficaces
de trabajo, dificultaban toda accion organizada de progreso cul-
tural o cientifico, sobre todo en las provincias. Los Archivos Na-
cionales, por ejemplo, cosa de tanta trascendencia histOrica porn
un pais, se fundaron en el nuestro por 1914, y el doctor Badaracco,
amante apasionado de la historia y las tradiciones de Cumana,
velando siempre por ellas, obtuvo que se le nombrara Director de
los Archivos del Estado Sucre y dedicose por mas de quince aims
a organizarlos hasta pocos dias antes de su muerte. Con excep-
— 56 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
clonal ahinco estudio los metodos y sistemas mas avanzados de in
ciencia de los archivos y bibliotecas y pronto se hizo un tecnico
en In materia. Forma empleados eficientes con conciencia del valor
del documento y el libro, clasific6 papeles, expedientes y legajos,
descubriO, entre otras valiosisimas piezas, el acta de nacimiento
(San Jose de Aerocuar) del general Jose Francisco Bermudez y
con tan ardua, desinteresada y benemerita labor constituy6 in
fuente mas directa de investigaciOn para el estudio de la historia
de Cumand y de todo el Estado Sucre. Toda una obra de trabajo
intenso, de devocion patriatica, de amor a nuestra historia. Cual-
quiera podria pensar que en ella, el doctor Badaracco entontro
dignas recompensas oficiales, mas no fue asi. SirviO a su ciudad
nativa, en esto como en todo, con el maximo desinteres de los
verdaderos apdstoles de in cultura. Adernas, antiburOcrata por
naturaleza y hasta por elegancia espiritual, rehuy6 siempre las
canongias comprometedoras, los cargos pUblicos y mucho mas
los cenaculos de los cortesanos a in sombra del magistrado. Ja-
mas puso fe y confianza en nuestros politicos, caudillos y gene-
vales, ni lo halagaron las promesas de los gobernantes. Su deli
cadeza de candoroso hombre de letras lo alej6 del roce con los
hombres de armas, mientras que su moral civica resplandecia
bajo el signo augusto de In Venezuela culta de un Andres Bello,
un Cecilio Acosta o un Manuel Norberto Vetancourt.
Fue el doctor Badaraccc notable critico de arte y escritor de
altura con solidos y variados conocimientos literarios. Public6 be-
llos ensayos, preferentemente en Broches de Flores y en otros pe-
riodicos de Cumcmci; y en su inalterable modestia filos6fica, tatua-
da por su provincianismo de recoleto patricio, nunca aspir6 a
brillctr en las letras y las ciencias, ni aun en su querida ciudad
del Manzanares. Fue un esceptico de la razOn, un convencido de
las vanidades humanas y, por ende, un celibe, algo misdmtropo,
agobiado por la carga de la familia.
Mesurado, enjundioso y amenisimo conversador deleitaba a
sus amigos habkmdoles de arte, literatura, historia y sobre todo
de Grecia, de Francia, de Italia, por cuya cultura se desvivia, y de
— 57 —
DIEGO CORDOBA
cuando en cuando saltaba de su coraz6n, rths que de su pensa-
miento, el alfiler de la ironic, fina y oportuna, con algo del rena-
nismo de nuestro inolvidable Pedro Emilio Coll. Hasta sus Utimos
arios leyo mucho, perfeccionando mess y mas su cultura latina de
alas universales, y no obstante su conmovedora penuria, a veces
sacrificaba el limitado presupuesto familiar , para adquirir el Ulti-
mo Ebro en frances o en espariol con las novedades literarias y
cientificas de Europa.
Orador de alto calidad academica fue tambien aquel eminen-
tisimo cumanes. Entre sus discursos figura en primer termino el
que pronuncio como Mantenedor de los Juegos Florales de Cuma-
nd, creo que por 1920, bajo el gobierno del general larense Sil-
verio Gonzalez. Discurso de gran contenido estetico, escrito en
prosy de majestad y finura castellanas, un admirable canto a la
Belleza, donde refiriendose, en uno de los periodos, al insigne
poeta Heine, expreso lo siguiente, que es apenas una muestra de
su fino estilo literario: "Con rosas y adelf as y clavos de oro queria
adornar su libro maravilloso el autor del Cancionero, aquel espi-
ritu todo crrmonia y color, en cuya lira de poeta hizo nido de arru-
llos el suave aticismo griego."
Segtan la castiza denominacion que Baltasar Gracian dies al
heroe y que Carlile difundi6 en sus famosas conferencias de Edim-
burgo, el individuo.creador de historia o de cultura, hombre sim-
bolo, lo es por lo que refleja en un sentido universal y humano
una conducta. El heroe, sea grande o sea pequerio es con todos y
para todos, supera a los demos seres humanos en cuanto expresa
el espiritu y voluntad de un pueblo, y, como escribi6 Rousseau,
se distingue del santo en que a este lo adornan todas las virtudes
mientras que el tiene una solo virtud en grado supremo: la (loci&
heroica.
En nuestro pais ha habido muchos heroes an6nimos, en las,
ciencias, en las Tetras, en las armas, realizadores de nobles y
dificiles empresas de cultura y patriotismo, cuya obra, sin em-
bargo, es desconocida de la ciayoria de los venezolanos. Heroes,
sobre todo de provincia, que casi nunca salieron de sus contornos,
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
,due ella misma los forma y que por sus sacrificios de ciudadanos,
de sabios, de maestros, representan, en una escala menor, al "in-
dividuo" histOrico" de que nos habla Hegel en su teoria sobre los
genios. "Almas heroicas que se unificaron con el medio en que vi-
vieron y en el se realizaron modekandolo y modelondose".
Un heroe asi fue, sin duda, el doctor Domingo Badaracco Ber-
mUdez, un heroe a la medida de Cumana, todo hecho de inteli-
gencia, de bondad, de civismo y de sacrificios, para quien los
deberes de servir fueron en el disciplinas, gozo y a veces cilicios.
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ANGEL CESAR RIVAS, HISTORIADOR E
INTERNACIONALISTA
Uecunda en heroes, sabios, tribunos y poetas, Cumana ha sido
pobre en historiadores, pero entre los taltimos y mas grandes
de Venezuela ocupa sitio prominente el doctor Angel Cesar Rivas
(1873-1930), autor de la siguiente obra, erudita y solida "Origenes
de la Independencia de Venezuela", "La Diplomacia de los Es-
tados Unidos y la Monarquia en Colombia", "Historia Politica y
Diplomatica- , "La Segundo Mision a Espana de Fermin Toro",
etc.
Hijo distinguido del golfo de Cariaco, que es to mismo que
decir Cumand, Angel Cesar Rivas graduose de doctor en Ciencias
Politicos en nuestra Universidad Central. Desde joven dedicose a
las Tetras, y brillante escritor romantic°, afecto al miniaturismo li-
terario de su tiempo, hubo de participar en el movimiento moder-
nista de nuestro pais, al lado de Pedro Emilio Coll, Pedro Cesar
Dominici, Cesar Zumeta, Eloy G. Gonzalez, Jacinto Lopez, L, M.
Urbaneja Achephol, Andres Mata, Santiago Key Ayala y otros es-
critores y poetas. Fue catedratico de Derecho Constitucional, du-
rante varios arios en la misma Universidad, Ministro de Relaciones
Exteriores y Miembro de Niimero de la Academia Nacional de la
Historia, a la cual se incorpor6 el seis de junio de 1909. Su vasta
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DIEGO CORDOBA
cultura literaria y juridica la maduro en los principales centros eu-
ropeos, sobre todo en Espana, Francia, Inglaterra y Alemania, don-
de por mucho tiempo, con infatigable empeno y devociOn patriot-
ca, consagrOse a hurgar en archivos y bibliotecas en la biasquecla
del documento que completara sus estudios en torno de la forma-
clan de nuestra nacionalidad y de la evolucion politico-social ye-
nezolana.
El doctor Rivas abandonO temprano los juveniles entusiasmos
del literato de of icio para transformarse en historiador, sociologo
e internacionalista y en estas severas disciplinas destaco en el gru-
po de maestros renovadores de Ia historia nacional, como Jose Gil
Fortoul, Lisandro Alvarado, Laureano Vallenilla Lanz, Pedro Ma-
nuel Arcaya, etc. Formada su mentalidad en las escuelas experi-
mentalistas de Taine, Spencer, Ranke, fue uno de los primeros es-
critores venezolanos que aplico el criterio cientifico y evolucionista
a los estudios de nuestra Independencia, coordinando aconteci-
mientos, clima, ambiente y hombres con agudo y sereno espiritu
de sociologo moderno, a la vez que sosteniendo sus tesis origina-
lisimas sobre las bases del documento preciso y en prosa arquitec-
tonica, clara y sobria, a la manera de los mejores expositores fran-
ceses.
Hay que reconocer en la obra del doctor Rivas singulares atis-
bos en in hermeneutica de in historia de Hispano America y de
nuestro pais. Para el sociologo la Revolucion libertadora de nues-
tras Colonias fue, Inas que todo, una consecuencia de la evolucion
de las instituciones de la Madre Patria en America y del vigoroso
e inquieto temperamento del espanol, que habia heredado el es-
piritu combativo de los Comuneros de Castilla. En su largo y mi-
nucioso analisis del municipio libre en tierras americanas, fij6 las
influencias que tuvieron los cabildos en las instituciones de in Co-
como Ia autonomia de que disfrutaron las municipalida-
des. Hispanista, un poco apasionado, puede decirse que el histo-
ri6grafo cumanes fue uno de nuestros primeros defensores de la
cultura que Espana trajo a su extenso territorio colonial. Oponien-
dose a la tesis de insignes patricios e historiadores del pasado, co-
- 62 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
mo Miguel Jose Saenz, Juan Garcia del Rio, Rafael Maria Baralt,
Aristides Rojas y, entre los modernos, Gonzalo Picon Febres y Ru-
fino Blanco Fombona, sostiene que en aquel mundo ancho y Bar-
baro no existia lo que se ha llamado "oscurantismo medioevar,
sino que, al contrario, Espana establecio en sus antiguas colonias
centros de estudios y otros medios de educacion. Es la misma tesis
del"Revisionismo", defendida en nuestros dias por ilustres histo-
riadores andinos, como Parra Perez, Parra Leon, Briceno Yragorry
y Garcia Chuecos.
En su documentada obra "La Diplornacia de los Estados Uni-
dos y in Monarquia en Colombia", el doctor Rivas ha estudiado, en
forma exhaustiva, los principios politicos y sociales de Bolivar y
las influencias que trataron de ejercer en el magistrados, genera-
les y cortescmos, y establecido que al Libertador repugnaban las
ideas minarquicas, no solo por su temperamento de hombre ame-
ricano, sino porque siempre previ6 los peligros que amenazarian
a nuestros pueblos en caso de alterar su sistema politico, sobre el
que asientan su soberania y el desarrollo democratic° del Continen-
ts. En realidad. el Libertador opUsose en esa forma al posible y hoy
cierto engrandecimiento hegemOnico de los Estados Unidos de Nor-
tecxmerica.
Discreto y de universal cultura, poliglota y cosmopolita, corn-
petentisimo en la consulta internacional, el doctor Rivas desempen6
altos puestos tecnicos bajo el gobierno de Gomez, no por ocultas
apetencias de vanidad piablica ni en busca de substanciosas pre-
bendas oficiales, sino como ciudadano de responsabilidades, deseo=
so de dignificar Ia magistratura y de servir al decoro de su pais.
El omnipotente dictador, con su indiscutible capacidad instintiva y
tambien cesdrea para valorizar a los hombres, lo nombro Ministro
de Relaciones Exteriores, como llevO, asimismo, a su gabinete, a
los gobiernos de los Estados. al Congreso, a la prensa oficial y a
la diplomacia a otros sabios, escritores o poetas como Jose Gil
Fortoul, F Guevara Rojas, Esteban Gil Borges, Cesar Zumeta, Pe-
dro Emilio Coll, Pedro Manuel Arcaya, Manuel Diaz Rodriguez, Lau-
reano Vallenilla Lanza, Andres Mata o Jose Austria; a todos los
— 63 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
que entonces representaban la flor y nata de la cultura nacional,
y en esto di6, cuando menos, paladino respeto al hombre de letras.
El doctor Rivas sirvi6 con eficacia y altura nuestra Ccmcilleria y
terminadas sus funciones, limpias conciencia y manos, sin dejar
atras odios ni quebrantos, retorno a su vieja vida de Europa a con-
tinuar sus estudios historicos y a enaltecer el nombre preclaro de
la patria en el extranjero hasta que muria el 14 de julio de 1930. El
eminente historiador pertenecia a un honorable hogar cumanes,
donde la cultura, tanto en el padre como en los hijos, fue siempre
pan del espiritu.
El verdadero tamafio de los prOceres de las letras, las ciencias
y las armas se mide, por lo cornim, despues de la muerte. Ar 'ropa-
dos bajo el manto de la sencillez muchos venezolanos ilustres han
pasado desapercibidos fren'te a sus contemporaneos a pesar de la
obra meritoria que realizaron. Pero el tiempo, que es el juez su-
premo de los autenticos merecimientos, recoge las proyecciones lu-
minosas de esa obra y la revive del olvido. Este es el caso en Ve-
nezuela del doctor Angel Cesar Rivas, cuya modestia, ni aun la
irreverencia de las nuevas generaciones, podran desmerecer su
gran obra de historiador e internacionalista.
— 64 —
HONRA A LA MEMORIA DE
JESUS SANABRIA BRUZUAL
Mas de siete afios se han cumplido ya de haber muerto en Ca-
racas el doctor Jesus Sanabria Bruzual, eminente medico, his-
toriador y decoroso ciudadano, mi querido e inolvidable maestro
en el Colegio Federal de Cumand que, a comienzos del presente
siglo, dirigia con su latin, su griego y su amenazante chaparro,
bajo el brazo, el peripatetic° y benemerito -maestro Silverito", don
Jose Silverio Gonzalez Varela.
Alto, blanco y delgado, muy Bien vestido y oliendo a la me-
jor agua de colonia inglesa, el doctor Sanabria, a la hora en pun-
to (2 p.m.) bajaba nerviosamente de su quitrin a las puertas de
aquel colegio. JamOq faltaba a la catedra y entre los parentesis
de la fisica o de la botanica, casi siempre nos hacia algun comen-
tario gracioso sobre la vida de la ciudad o la historia del pasado,
a veces aderezado con las sales picantes de su ironia muy cuma-
nesa, que conservo hasta su ancianidad de estupendo conversador.
Por aquellos tiempos la sosegada y risuefia capital sucrense se
sentia orgullosa de su brillantisima generacion de medicos, todos
ya desaparecidos, a la que pertenecio el doctor Sanabria y entre
los cuales discurren todavia, a traves de mis recuerdos juveniles,
Luis Felipe Blanco, el mas viejo de todos, sabio y bondadoso ; Del-
- 65 ---
DIEGO CORDOBA
fin Ponce Cordoba, excelente cirujano, alma de candor y activo
apostol de los desvalidos; J. C. Rivas Morales ,tambien notable ci-
rujano, que habia perfeccionado sus estudios en Europa; Francis-
co de P. Rivas Maza, mos que a su profesion inclinado a las Te-
tras y autor de un truculento drama provinciano: -Neurosis Vic-
timaria"; Domingo Badaracco BermUdez, que unia a su ciencia,
profunda cultura literaria y era guia de escritores y poetas y Eliso
Silva Diaz, el medico mots joven, buen clinico y un poco afecto a
la oratoria.
Graduado el doctor Sanabria en nuestra Universidad Central,
despues de ejercer varios anos la prof esi6n y la catedra en su pro-
vincia nativa, trasladose a la capital de la RepUblica, creo que por
1914 si no me equivoco; abriO su clinica y pronto obtuvo renombre
de grcm medico y selecta clientela, pero a la larga, acaso cansado
o aburrido del diario ajetreo profesional, todavia a la edad de los
triunfos, decidio dedicarse par completo a las investigaciones cien-
tificas e historicas, con tan buena fortunes que hubo de ocupar, par
indiscutibles merecimientos, el sillon consagratorio en nuestra Aca-
demia de Medicina y en nuestra Academia de la Historia.
Alergico a todo lo que oliese a politica, sobre todo a politica
personalista y, maestro de luminosa devocion por la ensenanza,
desderio siempre los cargos burocraticos de responsabilidad pUbli-
ca y coma hijo de la Universidad la sirvio con ilustraciOn y esmero.
Con su eficiente acuciosidad presto valiosos servicios a ambas
Academies. Su mayor deleite consistia en leer, escribir y charlar
y dotado del don de la palabra y de una memoria de privilegio
cuentase que en las horas de reposo encantaba a sus companeros
de trabajo con el discurso a flor de labio, ameno y enjundioso, en
que solia recoger las ncvedades cientificas y literarias que traian
entonces libros de Europa y de otros continentes.
No en vano el doctor Sanabria dedico su inteligencia
su entusiasmo y su tiempo al conocimiento de la historia y de las
ciencias medicos. Lamento, debido a mis largos ausencias de la
patria, no tener a mano la bibliografia completa del scrbio e inf a-
tigable trabajador, quien public6 importantisimos ensayos sabre
— 66 —
LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA
enfermedades del tropic°, scbre problemas medico-sociales y otros
temas de interes porn la cultura venezolana; fue el mess documen-
tado y fervoroso cronista de la vida y la obra del doctor Luis Da-
niel Beauperthy, el insigne medico frances que desde muy
joven radicose en Cumand, forma honorable hogar, inicio serios
estudios sobre la lepra y descubrio el mosquito trasmisor de la
fiebre amarilla. En el acto solemne de su incorporacion como
Miembro de Niamero de In Academia de Historia, el doctor Sana-
bria pronuncio extraordinario discurso en que hizo una interesan-
tisima resena de la medicina en todos los poises, desde sus orige-
nes en la antigua Mesopotamia, Egipto, Israel, La India, Alejan-
dria, pasando par todas las escuelas hasta las de Europa' y de
nuestro continente; exposicion cronolOgica, precisa y riquisima en
datos, observaciones y comentarios que bien podria tenerse en los
anales del pals como una de las monografias mos completas de
in medicina universal. Pero no solo a este tipo de labor cienti-
fica e historica consagro el doctor Sanabria su talento y sus desve-
los. Empenado tambien en aportar a la medicina nacional nue-
vos elementos de la cultura humana, desde 1920, sostuvo la te-
sis de que par sus tendencias, aspiraciones y alcances, la medicina
se inclina mess y mess coda dia hacia las ciencias sociales, y reco-
mendaba por tanto que las agrupaciones medicos venezolcmas se
preparasen a actuar coma organizadores y propagandistas de la
gran campana del saneamiento del mundo, en la defensa comUn
contra los diversos males que viene sufriendo Ia vida de los pue-
blos. En 1923, en ocasion de su incorporacion a la Academia de
Medicina, ya habia dicho en su discurso, acaso inspirado en el
postulado de Emerson: -la riqueza mess grande de un pueblo es
la salud", que el medico por su amplio radio de accion y por el
puesto prominente que ocupa en la sociedad moderns, no debe
aislarse en la estrechez del laboratorio o en el pequerio circulo de
Ia practica profesional, ni rehuir los problemas politicos y sociales
que lo rodean, sino, par el contrario, mediante el sentido critico,
In penetraciOn cientifica y In responsabilidad ciudadana debe
constituirse en el mas leal defensor de esos problemas. "La accion
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Id0035 la ciudad-marinera

  • 1. t LA auDAMARI N E RA YMARISCALA „it-411.44LO TRIBUNOS, SABIOS, HEROES Y POETAS Retratos de Ayer y Hoy MEXICO, D. P. 1958 .$
  • 2. DIEGO CORDOBA LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA RETRATOS DE AYER Y HOY MEXICO, D. F. 1958
  • 3. Derechos exclusivos del Autor, segUn la Ley. biego Cordoba en la Vida y en eate libro. VIEJAS remembranzas, pristinos y juveniles ayeres me linen al autor de este libro. Aiios teiiidos de ideales comunes, noches estrelladas del tropic°, tardes de Palmas antillanas llenas de versos, labor periodistica rea:izada codo a codo y alma a alma, discusiones de palabras fervorosas, meis que charla de muchachos: sodas sentlamos entonces on volar de pegasos dentro de nuestras almas y solo jurabamos par Bolivar y por Dario, nuestros heroes eponimos. Miro hacia atris, en esta °tailors, cortando con mano indiferente, del arbol del recuerdo, frutos amargos y frutos dulces, y veo que de nuestra generacion, ya case toda enterrada, quedan aqui y ally solidos varones en pie, como esos arbo- les que resisten al terremoto, a la inundacion periodica, al fuego y al tiempo: Diego COrdoba es uno de elks. Mas aan: Diego COrdoba es uno de esos hombres modernos, Pero en el fondo dignos descendientes de los heroes de Plutarco. de vidas espiritualmente ardorosas, moralmente robustas, que viven por desgracia confundidos con con- ciudadanos pigmeos y secos de corazen. .Diego Cordoba es asi tambien, Para continuar con el simil vegetal, como esos arboles que la naturaleza se compla- ce en hacer salir inopinadamente, iba a decir en hacer estallar en verdes fres- cos, de entre los osamentos de granito de una montane: pelada. El mismo ha cantado el arbol asi, dila en Guatemala, par 1922. (1). (1) Estos versos forman parte de mi poema "Elogio Lirico del Arbol" pu- blicado en la Ciudad de Guatemala en "El Quetzal Ilustrado" en 1922. D. C. -5- IMPRESO EN MEXICO
  • 4. DIEGO CORDOBA Entonces en tus brazos sin flores y sin hojas acaso un ave triste preludie sus congojas, y solo, macilento, bajo el conf in oscuro eres todos los dias regazo del zamuro. Y tienes la apariencia de un gran dolor: tendidos se alzan tus yertos brazos a los cielos ardidos como clamando el agua pars to sed: ioh! hermano, los poetas sufrimos tambien crudo verano. Yo he vista arder y crepitar algunos de esos nobles arboles, come sarmien- tos solitaries en la canicula. Es su destine, pero hay afros que se salvan por- que les cae a tiempo la Iluvia. "VarOn fuerte", lo hubieran llamado en el Media Evo Europeo, al autor de este libro, o "Ciudadano ejemplar" en la Roma republicana. No en balde un gran poeta de America, que lo conocia muy biers, dijo que Diego COrdo.ba era "una austera y al mismo tiempo lirica encarnacion del decoro civil americana", y que "cuando se pronunciaba la palabra barbarie, y se miraba cara a cara a Diego COrdoba despises se creia inmediatamente en la palabra cultura". Poeta, periodista, diplomatic° de larga carrera, heroe civil, a veces hasta Quijote. Un Quijote que no duda en sacrificar al mismo Becerro de Oro cuando este entra en conflicto con la rectitud, con la generosidad, con la es- piritualidad y can lo humane. Su actitud a veces ha hecho sonreir a Masca- rilla y a Perico de ore, quienes piensan que Diego es asi una anacrOnica pieza de museo, en todo case que esta fuera de su epoca vertiginosamente endolara- da; pero a las genies de alma fuerte eso les hate nacer, por el contrario, el res- peto, un respeto mezclado a tin homenaje, que solo se les deba a los armorialer y a los blasones autinticos, encarnados en toda alma fuerte y recta. Agre- gad a todo esto la enseiianza de dilatados viajes per Europa y las dos Ameri- cas; agregad el conocimiento de los personajes de los mas diversos, el contact° con las almas las mas disimiles y agregad aun el seriorio de poeta en active, de poeta de today las horas y en todos los actor, que lo es al mismo tiempo en el verso escrito y en la vida corriente. Porque ?qui otra cosa es, sine poesia en active. eso de pretender siem- pre ser un hombre independiente, o pajaro sin chapa de ore en la cruz de las alas para velar mejor? eY lo liras peregrine del case "---golpe de ala de rara avis— lograrlo? Desde sus dias en Nueva York, desde su epoca de la — 6 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA Habana. Diego le hizo la guerra sin cuartel a Juan Vicente Gomez. Yo fui testigo de aquella epopeya de palabra encendida y de tetra de imprenra cice- • roniana. que tanto lo honra. De aquella generation sacrificada a medias que- dan pesos: unos murieron, otros entraron en la sombra, otros cogieron por la derecha, otros cogieron por la izquierda, Diego siguio recto. Sencillamente. Lo que para muchos no solo es arbitrario sine chocante y paradojico, 'A Any- tos no le molestaban acaso las virtudes de Socrates? Descendiente del Caballero de la Triste Figura come es, Diego Cordoba no podia dejar de ser tambien nn fuerte Caballero de la Esperanza, un set singular que no desespera ni de los hombres ni de sus principios idealizados. Es un hombre que tiene fe. que esta animado por aquella fe de Isaias, quien decia que "a traves de la fe tin hombre puede llegar a leer un libro sin siquiera • saber leer". . Las derrotas ni lo cohiben, ni lo amilanan, y para combatirlas y derrotar a su vez a la oscuridad, siempre alza su voz para cantar a las an- torchas vivas y crepitantes, ya estas se Ilaman Juana de Ibarbourou o Miran- da. Ruben Dario a Sucre. .Su alma asi anda entre las de los chases. A veces el mismo se ha creido pesimita, pero no debemos alarmarnos muche, porque en el fondo se trata solo del inevitable cuarto de hora, dentro de las veinte y cuatro horas del dia y de la noche, en que al mismo Quijote se le cocian los higados al contacto con "la cochina humanidad". La me jar prueba de .ru fe y de su esperanza son esters paginas suyas, a las cnales me race el insigne honor de presentar a los lectores, y que son, en su realidad interior, un canto a su Cumana natal en nobles figures de Ms hijos de dyer y de hey, pero sabre todo en tres destacadas personalidades: Jose Fer- nando Nriliez, Pedro Elias Aristeguista y Andres Eloy Blanco. En el primer° de estos hombres notables celebra el autor a uno de ague- llos varones que, cincinaticamente, con la misma nobleza vixen en Roma que en la campiria, y manejan con identica filosofia y responsabilidad la pluma y el arado. Abogado, orador, periodista. republic°, moralista y politico en la Roma caraquena, y agricultor y pater familiar integre en el Lacio cumanes. En la epoca de Luis XIV. y a lo largo de lode el siglo XVIII, las provincias francesas estaban Ilenas de e5te tipo de filosofo„ al mismo tiempo media de- sencantado de los Trianones, y constructor; al mismo tiempo desengaiiado de los VersaIles. pero creador. Memorialistas a lo Michelet nos cuentan la vida de muchos hidalgos que eran moralmente superiores al media y por eso no pudieron adapiarse. Como no tenian almas de lacayo. nisiquicra .rentian in- clinaciones cortesanas, se retiraban del Capitolio Versallesco y conquistaban ru independencia en el seno de la vida del gentleman-farmer —"En donde piled° cultivar la rara planta de la dignidad", como decia lino de ellos. D. Jose Fernando NUflez file el padre del Dr. Luis Teofilo NUriez, direc- tor de era cotidiana universidad popular que es EL UNIVERSAL, orgullo de 7 —
  • 5. DIEGO CORDOBA Venezuela y tribuna de los mtis alias de America. Y yo pienso en era ley biologica —que Buffon decia encontrarse tambien entre los vegetales, y fallar, a veces, solo para mejor confirmarse —segnn la coal padre e hijo se comple- tan, siendo el uno simple prolongation del otro, a el otro simple comienzo del primero, y cuyas virtudes naturaimente e intimamente mezcladas, no hay mat remedio que aceptarlas en bloque. El autor de "La Ciudad Marinera y Mariscala- memoriza despite" a un hombre paladinesco, que paso por la vida enamorado de sodas las libertades, adornado el mismo de Codas las virtudes, en cuestiones de politica integerri- mo y en cuestiones de amistad angelica: me refiero a Pedro Elias Aristeguieta. Si estudiamos bien esta vida, encontramos que es un seductor y raro com- pendia de purezas. El evocarlo solamente, el citarlo de pasada, nos ennoblece ya. Pedro Elias era un hombre que podia ser situado entre Caton, Jean-Jac- ques-Rousseau y Lohengrin, como tambien podria situarse a Marti. Del pri- mero tenia la austeridad de los principios, del segundo la tolerancia y su confianza en todo lo humano, y del tercero la pureza graalica. Yo le vi arrancarse del pecho mochas saetas que lo habian herido, peso con mano que no temb16 y con sonrisa de perdon, la frtnte serena y alta, el alma sin un pliegue, como una Laguna sin una arruga. ViviO coma un santo y murio coma un heroe, un poco a lo Marti. Luis Lester dijo que habia muerto Ilevando en la diestra una Lanza de oro —el orgullo de su patria— y que, como los pala- dines predestinados de la libertad, cayO con un beso de la gloria en la frente. En las cuestiones humanas era un mistico y erg tan recto, tan buena, tan com- prensivo, tan fraternal, que, como el mismo Diego Cordoba que lo rememora con pluma fervorosa, no era enteramente de nuestra epoca. Y daba a ve- ces la impresion de que andaba un poco extrav,'ado, coma cisne entre galli- naceos o Pegaso entre caballos de labranza. Yo fui durante muchos alias amigo suyo —amistad que me arrancaba de la entrants— y tuve el privilegio de babes silo escogido por el coma depo- sitario de su correspondencia secreta, de sus papeles intimos, de sus retratos, de sus reliquias personales. Diego COrdoba le hate plena justicia en su re- cordatorio y lo trata con el miramiento, el respeto y el amor que se merecia. Todos los amigos de Pedro Elias —y formamos legion a lo ancho de dos con- tinentes— debemos estarle agradecidos a Diego Cordoba. Yo, por mi parte confieso que en el hondOn de mi intimidad, lo envidio. Y por.nitimo el autor se refiere a Andres Eloy Blanco, otro cumanes de estirpe olimpica, que con don Jose Fernando Nniiez, con Pedro Elias y con el mismo Diego Cordoba, forman un tribal de cuatro petalos, ese trifolium ra- risimo de darse, que en este caso es: coda hoja de una perfecta arquitectura espiritual, y el todo, una geometria moral al mismo tiempo delicada y sada, coma un rosetOn gotico. — 8 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA Andres Eloy, el poeta altisimamente human° de "Giraluna", el encanta- dor de la palabra suave, colorida, ecumenica, fecunda; otro hermano mio en la pegtisica juventud. Otro "hermano de la costa", coma nos Ilamabamos evo- cando a los corsarios de Salgari, par ague! entonces m4s cercanos a nuestro corazon y a nuestro lirismo que los mismos mosqueteros de Dumas. Como Diego, coma Pedro Elias, Andres Eloy habia sido victima de Juan Vicente Gomez, habia estado encerrado en la Rotunda y habia trabajado en la con- feccion de una carretera. Y naturalmente, en el exilic, la joven cabeza cenida ya por laureles castellanos, nos daba la impresion de un principe errante, de un personaje de un cuento de hadas, a de Opera de Wagner, y todos sentia- mos que al deleite y a lo fraterno se mezclaba un sentimiento misterioso he- cho de respeto y de admiration. Y eso que il se entregaba can generosidad, y era todo lo contrario de aquel indio iesconfiado que en su verso "andaba sabre la tierra coma si fuera en el mar". En este libro Diego Cordoba traza de Andres Eloy un retrato emocionan- te en discurso historic° y nos presenta el traigico, inexorable final de su vida terrena. Como para los otros dos retratos anteriores, para este em plea el autor una excelente, una intima, una vibrance prosa que denuncia al escritor de para sangre y de preciosas experiencias que hay en il. Cumana que tan jut- tificadamente ha podido enorgullecerse por el solo hecho de haber side la Cu- na del Mariscal, "el varOn en cuya diestra la espada es flor y la bondad ca. pullo", puede encender ahora una gran rueda catalina en honor de este libro, hater arder un fuego de bengala en honor de Diego Cordoba y de los trey ilustres cumaneses que, dentro de sus paginas, coma santos en un vitral de fuegos vivos, forman un triptico de heroes de la sierra amorosa que los via. nacer. EDUARDO AVILES RAMIREZ PARIS, 1957. —9—
  • 6. CARIRO A CUMANA Este libro representa mos que nada mi caririo a la procera dad de mi nacimiento. En sus paginas encontrara el amable lector retrcrtos al creyon de algunos eminentes cumaneses: sabios, maestros, historiadores, tribunos, poetas y heroes, personeros de la vieja y la nueva cultura y del espiritu varonil y civilista de la "ciudad marinera y mariscala", como la llama Andres Eloy Blan- co, antigua Nueva Toledo y Nueva COrdoba, a la que Fernandez de Serpa, nombrado en 1569 Capitdn de la Provincia de Nueva Andalucia, al reconstruirla, el 24 de noviembre de aquel mismo ano, decidio echarle terceras aguas lustrales ckmdole el nombre de Santa Ines de Cumand. La escasez de datos biogrdficos de que adolecen estas croni- cas se debe principalmente a mi larguisima ausencia de Cumand y aun de la patria, to que no me ha permitido el retoque final de dichos retratos, pero al menos he puesto en el carinoso quehacer mi prof undo respeto por los autenticos valores que en las ciencias, las letras y el civismo enaltecen la curia de Suare. Las ciencias, las letras y las armors han sido siempre orgulloso ejercicio en Cumand. Ya en 1802 Alonso Diaz Moreno, licenciado espanol oriundo de Cordoba, llevaba a aquel antiguo centro de cultura medica la vacuna de Jenner y practicaba con buen exito — 1 1 —
  • 7. DIEGO CORDOBA la operacion cesdrea —la primera que se hizo en Venezuela— en la persona de dona Maria del Rosario Olivera Ortiz, esposa del oficial hispano Tomas Badia; en 1804 Francisco Xavier Balmis, medico hispano-frcmces, propag6 ahi el use de la vacunacion an- tivariolosa en 1809 nuestro patriota y sabio Jose Maria Vargas, recien graduado en nuestra Universidad Central, fu6 a ejercer su profesion de medico —mess de dos arios— en la hospitalaria ciu- dad del Manzanares, y desde 1841, el doctor Luis Daniel Beauper- thuy, nacido en la isla francesa de Guadalupe, raciicase en dicha ciudad, ejercio su profesi6n, observe y escribia originales y valio- sos ensayos sobre la etiologia de la lepra, el cOlera, la fiebre ti- foidea, el paludismo y fue, sobre todo, el genial descubridor del mosquito que trasmite la fiebre amarilla, imponderable labor cien- tifica que si honra la memoria del -precursor de Pasteur y de Finlay", como lo ha llamado uno de sus biagrafos, honra tambien a nuestra provincia, pues en ella el doctor Beauperthuy vivi6 mds de treinta anos, sustent6 la catedra de medicina y forma honora- bilisimo hogar, cuyos epigonos son totalmente cumaneses. Esta tradiciOn de cultura cientifica se ha renovado constante- mente en Cumcma, pues hasta hace poco mas de comienzos de siglo, ofrecia a la medicina nacional, entre otros sabios, excelentes clinicos como Luis Felipe Blanco y Jesus Sanabria Bruzual; mag- nificos cirujanos como DeIf in Ponce Cordoba, J. C. Rivas Morales y Eliso Silva Diaz, todos ya desaparecidos; y puede enorgullecer- se hay de medicos estupendos, de pediatras como el doctor Simon Gomez Malaret, de cirujanos como el doctor Luis Delf in Ponce Ducharne y de cardiologos como el doctor Rafael Jose Neri. Asimismo en las catedras de Derecho del antiguo Colegio Nacional destacaron brillantes juristas cumaneses, como Modesto Urbaneja, Mauricio Berrizbeitia, Sulpicio Frias y Jose Luis Her- nandez. Mess tarde la ciudad tuvo honorables jurisconsultes en Claudio Bruzual Serra y F. C. Vetancourt Vigas, y esa tradicion juridicas la ennoblecen hay distinguidos representantes de las nue- vas generaciones. — 12 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA Si la antigua Provincia de Nueva Andalucia canto en la In- dependencia con heroes tan excelsos coma el Mariscal de Aya- cucho, coma Marino, Izava, Azcue, Armario; con guerrilleros ex- traordinariamente valientes coma Domingo Montes y en nuestras contiendas civiles, entre liberales y conservadores, con soldados de tanta entereza republicana coma un Nicolas Coraspe, un Jose Eusebio Acosta, un Manuel Morales, un Ccsme Fernandez, o un Manuel Cordoba, did a la cultura colonial o a la Independencia esclarecidos humanistas coma fray Cristobal de Quesada, uno de los maestros de Andres Bello; historiadores costumbristas, elegan- tes y agudos, como Andres Level de Goda; eximios letrados coma Mariano de la Cova y, luego, ha podido presentar una notable galeria de oradores y tribunos como Estanislao RenciOn, Pedro Jose Rojas, Jesus Maria Morales Marccmo, Jose Fernando NUnez, Aniceto Gonzalez, Andres Eloy Blanco y Luis Teafilo Nunez; de maestros como Jose Silverio Gonzalez, Angel Felix Barberii, Jose Silverio Cordoba, Domingo Badaracco BermUdez, Francisco de Paula Rivas Maza, Roberto Martinez Centeno y Dionisio Lopez Orihuela; de historiadores como Angel Cesar Rivas, Jesus Sana- bria Bruzual, Pedro Elias Marccmo, Jose A. Cova, Alberto Sanabria y Arturo Guevara; de mUsicos y compositores como Salvador N. Llamozas y Joaquin Silva Diaz; de humanistas como Jose Antonio Ramos Sucre y Edgard Sanabria Arcia; de escritores como Jose Antonio Perez Coronado o de laboriosos e inolvidables poligrafos como Diego Carbonell y, par Ultimo, de poetas como Manuel Nor- berto Vetancourt, Vicente Coronado, Jacinto Gutierrez Coll, Miguel Sanchez Pesquera, Jose Maria Diaz, Andres Eloy Blanco, Juan Mi- guel AlarcOn, Cruz Maria Salmeron Acosta y otros. Cuatro partes forman el libro: Jose Fernando Nunez, gran ciu- dadano y tribuno, injustamente olvidado; Retratos de Ayer y de Hoy, en que figuran algunos de aquellos personajes; Pedro Elias Aristeguieta y sus Memorias politicos can comentarios de respeto y carino a la memoria del infortunado paladin de nuestras liber- tades civiles, caido heroicamente en el combate de Santa Ana, el 27 de agosto de 1929 y Andres Eloy Blanco, el insigne poeta y el — 13 —
  • 8. DIEGO CORDOBA amigo insuperable, muerto tragicamente en la ciudad de Mexico, la madrugada del 21 de mayo de 1955 en la plenitud de su talento y de su obra creadora. NingUn homenaje es mas digno de Cumand que llevar al alto relieve histOrico la cultura, el desprendimiento y el civismo de sus grandes hijos. Diego Cordoba. RETRATOS DE AYER Y DE HOY Ni el pincel ni la pluma podron nun- ca lograr la realization cabal del retra- to human°. Todo en este sentido es gra- cioso esfuerzo de la imagination. Anatole France. Hamburgo 266, Zona 6 Mexico, D. F.
  • 9. AIALAAALILi 44 A. AA s11,, Jose Fernando Niinez 11849 - 18961. JOSE FERNANDO NUREZ, GRAN CIUDADANO Y TRIBUNO "Juremos quebrar y reducir a polvo la pluma de oro potosino que Sucre nos regalara para historiar el renombre de nuestros lares, si antes no nos dejan fir- mar oon ella el pacto de nuestra union para defendernos, nuestra solemn mal- diciOn contra los tiranos y la protesta de ser verdaderamente patriotas, repu- blicanos y libres."
  • 10. DOS PALABRAS SOBRE LA ORATORIA EN CUMANA I De sd e in plenitud de la Independencia Nacional, Cumcmo se ha distinguido en la oratorio. Esta es la caracteristica mars sobre- saliente de su cultura o, quizos, mejor dicho, de su espiritu civilista. La importancia de la oratoria es incalculable en las actividades so- dales. La historia nos relata el papel trascendente que han tenido en todas las epocas y poises oradores y tribunos, ya suscitando in- quietudes revolucionarias, conduciendo, a veces, a los ejercitos a la victoria o bien sembrando ideales, principios y doctrinas en los pueblos, aparte de que in oratoria ha llegado a ser en las naciones modernas un factor de perenne utilidad La palabra es la manifestacion mars elevada y elocuente del espiritu. Un orador politico puede transformar el destino de su pais, o, como Demostenes y Pericles, cambiar el curso de la historia; la elocuencia de un abogado puede salvar la muerte al reo ino- cente y el maestro es menos persuasivo en sus labores educativas y el sacerdote menos convincente en in predica sagrada, si no los acomperiia In elocuencia de in palabra. La oratorio, pues, es nece- - 19 —
  • 11. DIEGO CORDOBA' saris a los grandes intereses de una naciOn y fomentarla un deber de gobiernos civilizadores y de instituciones culturales. Fue en Grecia donde la palabra alccmz6 mayor poder y ma- yores alcances constructivos. Antiguamente era comun confundir la elocuencia con la poesia, pero son disciplinas distintas. Kant es- cribio que la elocuencia -es el arte de dar a un ejercicio serio del entendimiento el caracter de un juego libre de la imaginaciOn, mientras que la poesia es el arte de dar a un libre juego de la imaginacion el caracter de un ejercicio del entendimiento". La ora- toria es en suma una actividad practica al servicio de la patria, de la politica, del derecho, de la moral y de la sociedad en sus di- versos aspectos y mcmifestaciones. El antiguo aforismo latino: poe- ta nascitur, orador fit, o sea el poeta nace, el orador se hace, es una tesis cmacronica y errada. El sometimiento a las normas de la re- torica y al estudio no puede ser lo que hace al orador o al tribuno. Antes bien, estos requieren aptitudes naturales, entre otras, imagi- naci6n, criterio, memoria, dicciOn, presencia fisica y, sobre todo, elo- cuencia, el don de persuadir y conmover, aptitudes que, desde lue- go, se completan con las disciplinas del estudio. Como el poeta nace, tambien el orador nace. Cumana, aun mess que en las ciencias y la poesia, puede sumar orgullosamente a sus blasones de culture un alto niamero de exce- lentes oradores en las distintas ramas de la elocuencia: ha tenido tribunos politicos como Estanislao Renclan, Jose Silverio Gonzalez, Pedro Jose Rojas y Jesus Maria Morales Marcano; oradores acade- micos como Marco Antonio Saluzzo y Angel Felix Barberii; forenses como Claudio Bruzu6t1 Serra; predicadores como el presbitero J. A. Ramos Martinez y magnificos tribunos de extraordinario civismo co- mo Jose Fernando NUriez y Andres Eloy Blanco. Bien valdria la pena recoger 'en el ensayo historic° esta carac- teristica singular de la culture cumanesa, con los notables discursos de aquellos insignes compatriotas ya desaparecidos, empresa ardua pero que deberia llevarse al cabo. Los discursos de un Renclon, un Gonzalez, un Morales Marcado o un Saluzzo, que por largo tiempo actuaron fuera de la provincia, algunos en la candente politica de — 20 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA su 6poca, podrian encontrarse en los viejos peri6dicos caraquenos o en los angles de nuestra Academia de la Lengua o en el diario de debates del Congreso de la RepUblica, y los de modernos ora- dores como un Andr6s Eloy Blanco en la prensa y tambien en el diario del Congreso. Desgraciadamente no ocurre to mismo con otras piezas magistrates de la vieja oratoria cumanesa. Muchas se han perdido con los aiios y apenas si algunas, publicadas en ho- jas sueltas o en periodiquillos de corta existencia, se han salvado del olvido por la acucosidad conservadora de uno que otro co- leccionista de nuestras letras. Entre esos grandes discursos figuran principalmente los de Jose Fernando NUfiez y Aniceto Gonzalez, cuya radiacion intelec- tual y politica se circunscribi6 a la provincia, los dos mess brillan- tes tribunos populares de la Cumand de fines de siglo, amigos Intimos y companeros de generaciOn, cuya memoria perdura toda via en el censo de la libertad, la culture y las virtudes republica- nas de su tierra nativa ; admirables discursos que pronunciaron en solemnes actos pUblicos, mensajes inolvidables, encendidos de ci- vismo y profundos en el contenido patriotic°, que no pocos viejos cumaneses han podido conservar en la memoria. Todavia en mi mocedad se hablaba can elogios de dichos discursos, y maestros como Jose Silverio Gonzalez Varela y Jesus Scmabria Bruzual o amantes de las letras, nos recitaban parrafos presentandolos como modelos de buena oratoria venezolana ; pero, a la larga, debido a que no han tenido la suerte de conservctrse en el folleto o en el libro, aquellos discursos han sido alterados en su forma original y no solo servido de inspiracion a audaces aspirantes a tribunos —cosa plausible—, sino que estos los han plagiado en las glorio- sas efemerides de la patria, de nuestros libertadores y de la ba- talla de Ayacucho. — 21 —
  • 12. UN GRAN DISCURSO II El mos grandilocuente discurso de Jose Fernando Niinez es el que pronuncio en Cumana, el 29 de octubre de 1890, como orador de orden, en la Velada Literaria con que la Sociedad "Glo- rias a Sucre" honr6 la memoria del Heroe de Ayacucho. Es una bella pieza de antologia, de elevada oratoria, conceptuosa, ele- gante y de encendido romanticismo patriotic°, a la altura de los mejores discursos de la Venezuela de aquellos dias, un canto de libertad, de civismo y de ancho sentido americano, donde el tri- buno cumanes recogi6 para la posteridad el regional y perenne sentimiento de 'orgullo de su tierra nativa en la veneraciOn a las glorias del Gran Mariscal. Orador de acendrada cult= clasica, tanto en las Tetras como en la historia y de fino gusto literario, Jose Fernando Ntinez en el exordio —la sexta parte de su discurso, como lo recomendaba Ci- cer6n— senala su modestia ciudadana, ruega indulgencia al au- ditorio y de pronto, en un momento de exaltacion tribunicia, ex- clama: "Adelante, que cuando se trata de la talla olimpica de Sucre, el Inmortal, no hay un solo cumanes que no sea digno de levantarse erguido a recibir aplausos." Tanto en el exordio, la — 23 —
  • 13. DIEGO CORDOBA proposicion, la confirmacion y el epilogo, a la manera clasica, el orador cinese a las reglqs de la vieja retOrica dcmdo fuerza, armonia y unidad a su discurso. Su imaginacion vuela sobre las cumbres andinas y enamorado de la libertad y de los ideales republicanos, enaltece a America, recuerda el mito de la Allan- tidcr, sus misteriosos origenes, y expresa: "Las tiempos, la distan- cia y la imponente majestad de los mares se habian encargado de guardar el secreto de su existencia, para que asi, como dicen que las almas recorren por grados la escala de su perfeccionamiento, asi el alma de la civilizaciOn, al emigrar del fanatismo asiatico al cesarismo romano, y de ahi a las monarquias europeas, tuviera donde volar un tiempo, a vivir vida cabal, magnifica y perfecta, encarnada en el cuerpo de la Libertad Republicana, cuya patria verdadera es esta Atlantida con sus pampas salvajes, sus bosques de incesante primavera, sus valles pintorescos, sus rios oceanicos, sus copulas coronadas de - perpetuas nieves y de igniferos volca- nes, sus entrarias de oro, su cielo siempre azul lloviendo estrellas, y unas crentes nacidas con el polen de la virtud entre. su pecho y el rayo del porvenir sobre la frente". El orador se conmueve ante los horrores y heroismos de la Guerra de Independencict y agrega: "Desde el noble y desgra- ciado Caonaloo cayeron uno a uno exangUes e inutiles los miem- bros todos de la familia aborigen; pero fue porque Dios, en des- pecho de aquellos mismos que habian violado y escarnecido su mejor secreto, permiti6 que la savia efervescente de las tribus se ccnfundiera en la arena de los combates con la atrevida sangre de los Cides, porque asi, y solo de ese modo, mezclando el jugo virgen de America con el indomito coraje de Castilla, era como po- dia amasar en forma humana, a aquella pleyade de prodigiosos heroes que se llamaron los Soldados de Colombia." Recuerda los sacrificios de nuestros primeros proceres: Gual, Espana, Miranda ... y al referirse a Bolivar y a Sucre traza este hermoso paralelo: "Y alla van esos dos soles sin ocaso, tan frill- mamente enlazados por el cielo de la gloria, que si lograis apa- gar las irradiaciones de uno vereis en el otro palidecer sithitamen- - 24 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA to el foco deslumbrante de su luz. Abrid el aureo libro de la patria historia y en cada pagina hallareis que Sucre complementa a Bo- livar: de tal modo, que si alcanzois a testar los hazariosos hechos del magnet/limo vengador de los Incas, habreis quitado sus co- pulas al soberbio edificio del Semi Dios andino. Dad a Sucre la voluntad acerada, la inspiracion reveladora, la encarnaciOn de la idea que hay en el alma de Bolivar, y habreis hecho de Sucre la personalidad mas acabalada en todos los tiempos del Universo. Y viceversa, poned en Bolivar las virtudes republicanos de Sucre, y habreis hecho un Dios". El estilo epic° de Jose Fernando Niatiez parece a veces con- fundirse con el castizo, rotundo y elocuente de un Juan Montalvo. En su discurso analiza la magna epopeya y dice: "Mirad: . Boyacar y Carabobo han sentado a Colombia, la radiosa concepciOn de Bolivar, en trono magnifico que tiene por alfombra las espadarias de la Victoria y un dosel tenido con el miarice del Genio. Pero Co- lombia, lejos de robustecerse, se desangra instante por instante allende el Juanambia, mientras no tremolen sus pendones sobre las cumbres del Guditara. Y ally va Sucre, rumbo distinto, directo a Guayaquil; y es tal la fuerza de su caracter, el temple de su alma, las combinaciones de su numen que asombrados los hispa- nos contendores, creyeron verle salir con sus huestes por entre el crater mismo del Pichincha; y lucharon en vano, y dejaron a Quito para siempre; y entonces fue cuando la obra de Bolivar quedO completa, robusta y respetada, por el esfuerzo del preclaro cu- manes" Luego hace esta sintesis de la campana del Peru: "La tierra de los hijos del Sol, -la Roma de los Incas", yace aherrojada bajo la planta de doce mil opresores. Bolivar no ha llenado todavia la altisima unidad de su predestinaciOn, y corre a libertarla; pero Colombia, su hija predilecta, su santa primogenita, le esta dicien- do que ella no puede vivir sin el calor de sus abrazos" y el Libertador regresa tranquilo a Colombia, seguro de in victoria, "porque sabe que hay un segundo Bolivar en la persona de Su- cre, y Sucre, con falanges relativamente pequefias, pero fuerte por — 25 --
  • 14. uitGO CORDOBA la constancia, imponente por la estrategia, indestructible por su talento provisor, traza y realiza, una campana de que se hubieran envanecido los mejores capitanes del mundo; y como 1c5gica con- secuencia de ella, en Ayacucho engarza a su gloria el mos corn- pleto de todos los triunfos militares, dando la libertad al Peru, la tranquilidad a Colombia, la paz a un Continente y al Universo entero la suprema medida del patriotismo americano". En seguida el tribuno baja la voz y continua en period° tan cenido y elegante que recuerda la oratoria concisa y pura de un Jose Marti: "Y luego la sombra del abnegado Pumacahua fue a referir a los Charcas la epopeya de eterna redencion, que los ecos repiten aun con siempre nuevas y dulcisimas armonias. Por eso, ally va Sucre, camino del Desaguadero; y llega, y su marcha es ovacion no interrumpida en que tanto valioso trofeo y tantas ben- diciones populares le avivan en el rostro los colores de su genial modestia y le arrancan mudo juramento de civica labor. Al solo influjo de su renombre ya el realista no tuvo ni un solo palmo de tierra que dominar; y es fama que entonces, de un relampago del genio de Sucre y de una sonrisa del Libertador al llegar a la cum- bre de su gloria, naci6 Bolivia primoroea y feliz. Y en Bolivia, se- nores, sento Sucre tan alto influencia de sus ilustres hechos de omnimodo patricio, que la logica misma de la Historia no ha po- dido decidir aun si la supremacia de grandeza tanta corresponde a sus ejecutorias de Fierce inmaculado, de Magistrado intachable o de abnegaciOn ciudadana". En la confirmaciOn del tema patriotic° de su discurso, el estu- pendo orador exalta la solida nacionalidad venezolana, invoca la sombra augusta de Sucre y le dice: "Si hay pueblo, si hay raza alguna que se atreva a disputarnos por la fuerza un Opice siquie- ra del legado que nos hicieron los Soldados de Colombia, levOn- tate de to sarcofago y gritale que la patria de Bolivar, si es que puede ser vencida algUn dia, no ha de llegar jamas a ser escla- va, porque ella entonces, como la muj,er de AsdrUbal, preferiria quemarse con sus hijos todos en el Templo de su Libertad y su Derecho". — 26 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA Aquellos dias, en que Jose Fernando NUnez pronunci6 este discurso, fueron de zozobra para el destino politico de Venezuela. La pasion candente de los partidos, con su demagogia y su vio- lencia, ofendia el decoro tradicional de Cumcmd. Y con alto ci- vismo, el elocuente orador, en la solemne °cosi& en que la ciu- dad recibia el monumento al Mariscal de Ayacucho, aprovech6 los recursos de la tribuna para decirles apost6licamente a sus con- terraneos: "Calcinemos, en aras de la rehabilitacion del pais, tan- to perjudicial resentimiento, de que han abusado los gobiernos para abatirnos, porque contemplan divididas nuestras fuerzas, en- tretenidos como estamos en la constante locura de los partidos banderizos. Prometamos que no ha de haber un cuman6s, ni un solo cumanes, que se atreva a cambiar la dignidad, el porvenir de Cumand, por el triste denario de mal entendidas convenien- cias; que asi cambio Raquel su turno de Senora por las miserables mandrOgoras de Ruben. Y juremos quebrar y reducir a polvo la pluma de oro potosino que Sucre nos regalara para historiar el renombre de sus lares, si antes no nos dejan firmar con ella el pacto de nuestra union para defendernos, nuestra solemne mal- dicion contra los tiranos, y la protesta de ser verdaderamente pa- triotas, republicanos y libres". (1). VarOn de diamantinos principios liberales, tribuno de alto elccuencia, poeta, escritor, periodista y ciudadano ejemplar en todos los momentos de su vida publica, Jose Fernando NUnez me- rece de los cumaneses el justo homenaje del recuerdo. (1) En el aperzdice de este libro aparece conzpleto el farnoso discurso que he comentado. — 27 —
  • 15. JOSE FERNANDO NUREZ HI AQUEL gran tribuno popular de insobornables principios civi- cos naciO en Cumano en 1849. Ahi hizo sus primeras letras en la escuela de Felix Serra Rius; el bachillerato en el colegio que dirigia el eminente pedagogo, poeta y orador Jose Silverio Gon- zalez, uno de nuestros prOceres del liberalismo, y muy joven gra- duose de licenciado en Derecho. Dedicado con amor a las letras, el periodismo y la oratorio, pronto aflor6 'en el la vocation del repUblico y con singular entusiasmo tome) partido en la causa li- beral, de la que fue en Cumand uno de los mess bizarros paladines con mucho de los sacrificios del apostolado. Su talento y su rec- titud moral lo llevaron a importantes posiciones en el gobierno hasta llegar a ser Secretario General del antiguo Estado Bermu- dez y Encargado del Poder Ejecutivo por ausencia del Presidente, el general Nicolas Coraspe. Asi ha pintado con buena pluma, desde La Esfera, Caracas, 23 de julio de 1943, algunos perfiles de Jose Fernando NUilez un distinguido escritor cumanes que Bien lo conocio: "Unia a su pre- sencia gallarda y a su indomable arresto varonil, del que dejO constancia en diferentes graves oportunidades, una cultures lite- - 29 —
  • 16. DIEGO CORDOBA raria poco comiin para su epoca y una brillante y fecunda inteli- gencia. A las dotes intelectuales y morales que lo distinguian su- maba una simpcttia arrolladora y poseia verdadero don de gentes. Tenia la palabra fluida, de suaves entonaciones carlidas , sonora y convincente. De su ilustracion y de su talento quedan en viejos papeles de la provincia, perdidos y dispersos, articulos y discur- sos donde campean su buen gusto, su fina intencion, su agilidad creadora y la forma original con que revisti6 sus producciones. Fund6 y redact6 periOdicos. Pero por sobre todo, mars que orador y escritor, fue un tribuno de facil improvisaciOn, buido y sutil, que envolvia conceptos medulares en vibrantes frases impregnadas de pasion y belleza". A Jose Fernando Niffiez le toc6 vivir en una epoca de bizanti- nismo politico, de confusion ideologica y asperos personalismos, donde, antes que los intereses del pueblo venezolano, triunfaban los impulsos y los instintcs del caudillo; y espiritu hermosamente romantic°, de inconfundibles convicciones republicanas, de una solo pieza en la conducta publica y en el compromiso de partido, poco a poco las defecciones de sus companeros y las mezquinda- des y egoismos de la politiqueria fueron desengaiiandolo, a la vez que sus virtudes civicas, la altura de sus opiniones y su ardoroso ahinco en la defensa de los derechos hist6ricos, geograficos y po- liticos de su Estado natal, frente a las imposiciones del centralis- mo, acarrearonle no pccas graves dificultades y disgustos. Ciu- dadano tan entero, tan amante de su tierra nativa, no podia ha- Ilar aposento grato a sus ideales patri6ticos en dias en que el po- litico mats tornadizo y el menos preparado era el triunfador; y el desenfreno, la ambiciOn, los enganos y componendas enrarecian el ambiente, al cual no podian adaptarse los hombres de pureza civica que templaban su acero en la fragua de una vida dificil. De ahi que Jose Fernando NUfiez, antes que ceder en sus princi- p:os, prefiri6 sacrificer su brillante carrera publica , abandon6 la politica y fue a radicarse en Cumanacoa, a trabajar en una pro- piedad agricola y donde establecio una modesta casa comercial. — 30 — LA CIUDAD MARIr'IERA Y MARISCALA Con tan firme gesto de hombre de caracter y ante la sorpresa de sus amigos y copartidarios, el inflexible politico todavia joven transform6se en un obrero de la tierra, en un trabajador sin des- ccmso y, hasta podria decirse, en un maestro de civismo sin cate- dra, Contaban los que lo conocieron que en aquel deleitoso valle de la antigua Baltasar de los Arias, don Fernando, como lo Ila- maban con respeto y cariiio las gentes del pueblo, parecia un hidcrlgo campesino, cultoNeneroso, a la usanza de los viejos pa- triarcas de la Esperiia de sus abuelos. Dentro de los linderos de su pequeno f undo agricola, los afectos de la admirable esposa y la ternura retozona de los hijos inocentes, levantO su fortaleza, una fortaleza de moral ciudadana, de trabajo e independencia. Incan- sable en el diario quehacer, tras de la dura jornada recogiase tranquilo en el hogar, en el amor de sus libros —tenia una buena biblioteca— y la lealtad de sus fieles amigos, algunos de ellos notables hombres de letras, como el jurisconsulto Manuel Antonio Martinez y el tribuno Aniceto Gonzalez, que a menudo lo visita- ban. Vivia a toda hora pendiente de sus deberes con la familia, atento a los graves problemas de la politica nacional y al destino injusto de su pueblo mientras su inquieto espiritu de patricio osci- laba, como un pendulo de angustia, entre la historia de los fun- dadores de la nacionalidad venezolana y sus propios suenos de fracasado reptablico a la antigua. Pudo volver con gallardia a la carrera ptablica, ocupar mars altos cargos de los que yo habia servido con eficiencia y decoro, y triunfar. Contaba con talento, cultura, presencia y bizarria civi- ca para imponerse en las luchas politicos de entonces, pero en el el pleno gozo de su independencia de ciudadano fue mars fuerte que todas las tentaciones y todos los halagos oficiales y prefirio aislarse en el trabajo y en la virtud. "Ninguna oIerta, ninguna ges- tiOn de sus antiguos copartidarios —ha expresado el mismo escri- tor en "La Esf era"— fueron capaces de apartar a Jose Fernando Niniez de la tranquila y honorable senda que se trazo cuando pre- maturamente desencantado lleg6 al convencimiento de que en Venezuela no son precisamente los Inas meritorios ni los mats ca- - 31 —
  • 17. DIEGO CORDOBA pacitados los que dominan en la politica. Quiso conquistar su in- dependencia personal labrando su independencia economica, pa- ra poder expresarse sin cortapizas y mantener sin claudicaciones su actitud autonoma. No pertenecia a esos venezolanos que se emperian en tener bienes de fortuna, no para crearse una posici6n independiente, sino para disponer de impunidad para su entre- guismo y sus indignidades". Digno, culto y sensitivo, cumcmes ciento por ciento en el pa- triotismo, vaciado en viejo bronce romano, Jose Fernando NUriez ha sido un desconocido de las nuevas generaciones. Su amigo el doctor Manuel Antonio Martinez en "Duelo de Cumand", dedica- do a honrar la memories del gran ciudadano, escribio lo siguiente: "Tenia condiciones para brillar en grandes radios; y, sin embargo, no bri116: la luz de su inteligencia apenas si alumbr6 mos espacio que el de su tierra amada que fue su albergue. Estaba llamado a oficiar como un sacerdote del bien en los altares de la Patria; y no obstante su nombre ha pasado desapercibido e ignorado. Si 61 hubiera pertenecido a anterior generacion, habria enaltecido su nombre en las luchas de la inteligencia, como lo enaltecieron Hendon y Pedro Jose Rojas, Manuel Norberto Vetancourt, Gonza- lez, Ramos y tantos otros de anteladas epocas que propalan la cultura de Cumana" y agrega: "Si los pueblos tuvieran inicia- tiva y valia en los destinos de la RepUblica, las grandes faculta- des de NUriezhabricm sido factor importante, ofrendado al engran- decimiento dd ella; pero, por desgracia en los altares de la Patria no ofician de ordinario los hombres benerneritos, esperanza de sus localidades, sino los aulicos favoritos; ni hay vendimia en sus cam- pos para el experto y honrado segador, sino para la ambicion audaz o la engreida nulidad". Trabajando al frente de sus tierras y de su pequeria casa co- mercial, alejado por completo de la politica, Jose Fernando NUnez dies asi un singular ejemplo a los venezolanos dc su tiempo, una leccian de decoro civico que se prolonga hasta hay. Habia renun- ciado a todo cargo pUblico, a toda prebenda de los gobiernos, só- lo porque sus sentimientos de ciudadano repugnaban los regime- - 32 --- LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA nes que atentaban contra las libertades civiles y el derecho de los pueblos. Y en esa actitud dignisima lo sorprendio la muerte, cuando apenas el luchador cumplia los 47 arios de edad. "Sin duda alguna —comenta el doctor Martinez— que su indole, su educaci6n, su imaginaci6n de poeta y sus ideales de patriaticas lides, no eran condiciones favorables para que alcanzara 6xito en la carrera que emprendia; pero con su fuerza de voluntad y con su emperio fanatic° de cumplir honradamente sus deberes de es- poso y padre, contaba suplir aquellos inconvenientes; y aprision6, torturo, digamos asi, su natural organizacion con un trabajo ma- terial constantemente agitado; y aquella naturaleza destinada a otras faenas, sucumbi6 ante la presion a que el deber y la nece- sidad la sometieron Cay6 como el buen gladiador ... sin que se le escuchara un lamento: exhalo su Ultimo suspiro como el obre- ro, con el martillo en la manes golpeando sin cesar sobre el yun- que del trabajo, sin que le arrancaran el menor reproche el sudor que bariaba su rostro ni las callosidades de la ruda labor". El mismo Martinez, que mucho quiso a Jose Fernando Ntinez, su fiel compariero desde la juventud, rememora los hermosos pro- yectos de cultura que concebia para su tierra nativa aquel fino espiritu civilizador: bellas empresas que habrian hecho de la ciu- dad del Mariscal de Ayacucho la Atenas del Oriente del pais. "Poeta y patriota —escribe Martinez— a mold instante estaba co- lumbrando la hora del renacimiento de Cumcrna: soriaba para ella con un reinado de paz arm6nica, agitada solamente por las mul- tiples manifestaciones de la vida del progreso, la cultura y las luchas de los nobles intereses, y se extasiaba su imaginaci6n pen- sando en los Ateneos, Academias, Liceos, Bibliotecas, etc. a que daria existencia, para levantar, a altura de coloso, coma 61 decia, la tierra que le dies el ser". No vuelven a producirse ya, por desgracia, estas plantas de hombres en nuestras provincias, todo sombra de amor pares su tie- rra y frutos de virtudes para el pueblo y en cuyas raices se asien- ta la grandeza etica de la sociedad, la familia y la patria. — 33 —
  • 18. DIEGO CORDOBA Muria Jose Fernando NUnez en Cumcmo (1896). Sus exequias fueron solemne duelo ptablico para todas las closes sociales. Gran- des honores rindieronse a su memoria. Varios oradores desgaja- ron sobre su tumba palabras conmovidas de respeto y carino y Aniceto Gonzalez, elocuente tribuno del pueblo, el 11cmto en los labios, exalto la vida del -gran ciudadano cumanes, sencillo gro- cer de todas las virtudes e hijo espiritual de la vieja Venezuela de la libertad". DOS POETAS PARNASIANOS ES T OS dos grandes poetas de Cumana Jacinto Gutierrez Coll (1836-1901) y Miguel Sanchez Pesquera (1851-1920), a quie- nes par algunos signos esteticos de su poesia deberia considerdr- seles los primeros representativos del parnasismo en nuestro pats, tuvieron el mismo sino que su contemporaneo Juan Antonio Perez Bonalde, de otros de nuestros hombres de letras del ultimo siglo y tambien del presente: pasar casi toda la vida lejos de la patria par razones ajenas a su voluntad. Gutierrez Coll, de familia patricia corno Sanchez Pesquera, antes de cumplir los veinte anos, tiene que abandonar los estudios de Filosofia y Humanidades en la Universidad Central para acorn- panar a sus padres en el destierro par causa de nuestra vieja po- litica personalista. Reside en las Antillas, en los Estados Unidos de Norte America, y despues de Inas de un lustro de exilio regresa a Caracas. Entra a ocupar puestos honrosos en los Ministerios de Instruccian PUblica y de Relaciones Exteriores, es miembro funda- dor de nuestra Academia Nacional de la Historia; va a represen- tar a Venezuela coma diplomatic° en Europa, desemperia el Con- sulado General en Nueva York y distanciado de la politica dicta- torial e imposicionista de Guzman Blanco, sale a radicarse en Paris, que ya bien conocia, de donde retornard a la patria, ya viejo y enfermo, a morir ante el panorama melancolico del Avila. — 35 —
  • 19. DIEGO CORDOBA Sanchez Pesquera, todavia un nirio, en union de su familia, emigra a CarUpcmo y despues a Barcelona con motivo del tre- mendo terremoto de 15 de julio de 1853, que casi destruy6 par completo a Cumand. Vuelve a su tierra nativa y recibe enserian- zas del docto poeta y maestro doctor Manuel Norberto Vetancourt y del culto general Angel Felix Barberii, ambos cumaneses. Mars tarde se embarca para Puerto Rico, donde tenia algunos familia- res, comienza el bachillerato y se inicia en las actividades lite- rarias. Pasa luego a Madrid, estudia Jurisprudencia Civil y Cana- nica y se gradat en 1873. El fino talento del poeta y abogado le abre paso en la amis- tad de grandes personajes de las letras espanolas, coma Gaspar NUnez de Arce, Marcelino Menendez y Pelayo, Raman de Campo- amor, etc. y el jurista encuentra pronto un generoso protector en don Victor Balaguer, entonces Ministro de Ultramar, quien lo en- via a desempenar algunos cargos en las Antillas. Es, sucesiva- mente, oficial de la Contaduria General de Hacienda, Promotor Fiscal y Juez de InstrucciOn en Puerto Rico, asi como Secretario de la Audiencia de San Juan; Magistrado en Cuba, en Haiti y en Filipinas, y al volver a Espana Ilega a ser Presidente de la Sala de la Audiencia de Caceres, Presidente de la Audiencia Territorial de Barcelona, y designado ya Abogado Fiscal del Tribunal Su- premo de Madrid no puede ocupar tan importante puesto debido a que muere en la misma Barcelona. El parnasismo frances, en cuanto a la forma estetica hubo de servir de guia al Ilamado movimiento modernista, que, como es- cribi6 en su tiempo Manuel Diaz Rodriguez, fue "violencia de nuestra vida contemporanea, ansiosa y compleja". Finos poetas romanticos que completan su cultura literaria en Europa, primero Gutierrez Coll, asistente en Paris a la fundacion de la revista "El Parnaso", que originaria el nombre de la nueva escuela poetica, y luego Sanchez Pesquera, se acercan entusiasmados al movi- miento parnasiano, le dedican lo mejor de su estro y, coma a otros hispanoamericanos, les sirven de maestros Heredia, Leconte de Lisle, Sully Proudhomme, Gautier y los demos insignes capitanes — 36 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA del parnasismo frances que, desde dicha revista, daban la batalla contra el romanticismo, del cual Victor Hugo era el maxima pon- tifice. Cincelan sus estrofas con florentina devocion de orfebres, aman la perfeccion de la forma y a menudo evocan la Grecia apo- linea. Es, pues, injusto, como ya ha ocurrido en algunos estudios criticos sobre la historia y evolucion de nuestras letras, dejar de situar a ambos poetas a la cabeza de nuestros primeros parnasia- nos, como Gabriel E. Munoz, Manuel Pimentel Coronel, etc., al pri- mero par la elegancia precisa de la forma y la limpidez de sus ver- sos y a Sanchez Pesquera par la inefable armonia, la luminosidad, los temas y el plasticismo griego de sus sonetos. Pero si hay que decirlo: tanto el autor de "Stella" coma el de "Melodia Hebraica", no obstante su romanticismo, se olvidaron del sol, el mar, el rio y del paisaje renezolcmos. Se europeizaron demasiado. Es todo lo contrario de lo que ocurre en Perez Bo- nalde, nuestro me:Ls alto poeta romantic°, el precursor del moder- nismo en nuestras letras, cuya renovacion lirica, si se depur6 en la exegesis de las literaturas alemana e inglesa, siempre man- tuvo autenticas raices venezolanas, Ninguno de aquellos compa- triotas trot6 tantas tierras coma el, par Europa, par Asia, par los Estados Unidos de Norteamerica, ni domin6 mejor mars de cinco co idiomas extranjeros, ni resisti6 mayores quebrantos y miserias en el destierro o en la larga ausencia. Sin embargo, toda su obra, pese a las influencias extrarias, esta empapada de nuestro cielo, de la Luz, el viento, el mar, el rocio, y contiene las esencias espi- rituales de su solar nativo. De ahi que el autor de "Vuelta a la Patria", aun despues de mars de media siglo de su muerte, conti- nua siendo nuestro supremo poeta par antonomasia, el mars ve- nezolano que hemos tenido hasta hay. Admirable sonetista, coma en Surstun Corda y en Guerra Ci- vil, Gutierrez Coll, ademas de sus originales producciones, tradu- io a Camoens, Sully Proudhome, Copee, Byron y a algunos poe- tas latinos, coma Luciano; y su conterraneo, mucho mars fecundo que el, nos ha dejado bellisimos poemas cmtolOgicos entre otros Oda al Sol, Melodia Hebrerica, Hinuto Pagano, Ante el retrato de mi — 37 —
  • 20. DIEGO CORDOBA madre, La Tumba del Marino, elegantes sonetos, estupendas traduc- ciones de Longfelow, Leconte de Lisle, Schiller, Ruckert, Guerra Jun- queiro, etc., y pubico en Madrid (1818) una valiosa Antologia de Li- ricos Ingleses y Angloamericanos, pero en casi toda la obra de am- bos cumaneses, el tema los alej6 de la alentadora presencia de la patria, debido, sin duda a la inexorable ausencia. Gran poeta ve- nezolano o americano bien pudo haber sido, sobre todo Sanchez Pesquera. Releamos este maravilloso soneto suyo, que, segim se cree, escribi6 en tierras de Cuba: LA CIGARRA Amor del sol mi origen es divino; embelesado Socrates me oia; delicias era de la Grecia un dia; me habld Virgilio en verso peregrino. Cantar, amar, morir es mi destino; yo de to ciencia gaya en la porfia el premio soy que el trovador ansia; canto la siesta en odorante pino. Soy la cigarra: en el tendido Llano nac;, de junio en el calor primero, alma del trigo y su. fecundo grano. Y enamorada de la luz, espero la encendida mariana de verano, y canto at sol. . . y cuando canto muero. Es una dolorosa realidad que quien se desarraiga clk,, la patria es un desconocido de sus contemporaneos, y aun mos de las pos- treras generaciones. Solo la dificil justicia del tiempo podra sa- car su obra del olvido. Nuestro eminente y ya desaparecido Eduardo Carrefio, habil buzo de .los viejos tesoros olvidados de — 38 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA nuestra literatura, con motivo de cumplirse (12 de noviembre de 1951) el centenario de Sanchez Pesquera, dedic6 al excelente poe- ta un breve pero documentado estudio y en el expresaba lo si- guiente: ''Hay un hecho por demos significativo, que debe sena- larse en la historia de Ia literatura venezolana, y es el que fueron dos ilustres cumaneses, Jacinto Gutierrez Coll y Miguel Sanchez Pesquera quienes introdujeron• la 'escuela parnasiana entre nos- otros". Ya Diaz Rodriguez, alma excedida en Ia comprension es- tetica, en el caso de Gutierrez Coll y en nobilisimo comentario, ha- bia dicho de el: "No podian comprenderte. Hablabas una len- gua, cuyos signos eran follajes de piedra, flores de marmol y jo- yas y arquitecturas ideales" Sin olvidar la calidad parnasiana del admirable autor de "Melodia Hebraica" y de "Canto Pagano", Pi- con Salas ha escrito de Sanchez Pesquera: "Su poesia, oriental y mediterremea en su color, sus temas y su luz, en los motivos biblicos y los de elegia antigua que sabe descubrir, ya es tambien la de un Romanticismo sin exclamaciones: un verdadero hallazgo de musica". Par lo demos es profundamente humano —y desde luego 16- gico— que la patria se ame y recuerde con mats pasion y amar- guru en el destierro o en la ausencia obligada, sobre todo cuando el hombre vislumbra y siente ya cerca el ocaso de la vida y an- gustiosamente suefia con it a reposar para siempre en el suelo en que naci6. Muchos lo logran, otros no. Don Andres Belo, por ejemplo, en su OraciOn por todos, prenunci6 su propio destino: Todo tiende a su fin, a la luz Pura Del sol, la plantar el cervatillo atado A la libre montana; el desterrado Al taro suelo que le via nacer. Esta tremenda duda sentimental la sufrieron ,los dos poetas cumaneses. Gutierrez Coll, en los cenidos tercetos de su soneto Alma parens, acaso por razones politicas, se nos presenta desen- cantado de la patria. Su perdida fe en ella, en la paz fecunda y — 39 —
  • 21. DIEGO CORDOBA el irrespeto a la virtud, lo trcmsforman en naufrago de sus sue- nos, pero no desiste de amarla y exclama quejumbroso: /Ay! Cuantas veces, como bien postrero, En mi acerbo dolor busque el olvido Para dormirme en su indolente abrazo. Y a que es vano ese afan, y nadn espero, /Tierra donde naci: solo to pido Que me defies morir en tu regazo! J. A. RAMOS MARTINEZ, HISTORIADOR Y HUMANISTA Anhelo que, como se chez Pesquera encendia parti° muy joven para no tiendose orgulloso de su tercetos: sabe, logrO el poeta, en tanto que Sam- sus nostalgias de Cumcm6, de • donde volver nunca, en soneto diamantino, sin- tierra querida, como lo expresa en los En ti naci6 el varon de alta memoria Que del mundo invenido entre dos mares Es la ma's pura, inmaculada gloria. lgual es tu infortunio a tu fortuna: 1Sacras linfas del nuevo Manzanares Corred diciendo al mar cual fue mi tuna! T T N dia de 1903 la tranquila ciudad de Cuman6 se estremeci° U de dolor al recibir la inesperada noticia de la muerte del presbi- tero J. A. Ramos Martinez ocurrida en CarUpcino. Aquel amanti- simo hijo suyo, durante Inas de quince anos, habia estado al fren - te de la Parroquia Matriz de la provincia sucrense, reedificado, entre grandes dificultades econOmicas y hasta sacrificios persona- les, el templo de Santa Ines, hoy Catedral de Cumana, dado bri- ll° extraordinario al culto catOlico y conquist6dcse con sus vir- tudes, su ilustracion y la elocuencia de sus sermones el respeto y el amor de la sociedad y el pueblo. Nacido el 8 de diciembre de 1837 en la parroquia de Santa Ines, Ramos Martinez procedia de familia procera en las letras y el patriotismo del Oriente de la Republica. Algo de su cul- tura y de su conducta civica influiria, mucho mas tarde, en la for- macion humanistica y literaria de Jose Antonio Ramos Sucre, mi inolvidable conterremeo y condiscipulo, excelente epigono de la familia Ramos en las ciencias y el decoro social de Cumand. Entre nuestros sacerdotes de fines del siglo XIX pocos, como el doctor Ramos Martinez, consagraronse con tanta devotion y desprendimiento a la carrera eclesicastica, asi como a investigar y — 40 --- — 41 —
  • 22. DIEGO CORDOBA ennoblecer la historic de su tierra nativa. Vca -on de severisimas disciplines, que demuestran el temple y la calidad de su cardcter, el laboriosisimo prelado no descansaba un momento: de sus dia- rios oficios parroquiales pasaba al estudio de los cdnones, las letras, las ciencias, los idiomas, o a escribir de historia o de civis- mo. Perseguia con amor el documento extraviado, necesario en sus investigaciones, comunicabase con sus distintos corresponsa- les en todo el pais en la bUsqueda del dato preciso y cuanto se refiriera a la iglesia en Venezuela y en America era en el conti- nua inquietud. Puede decirse que mantenia palpitcmte en el cora- zOn y en el pensamiento el sagrado culto de la patria y de su religion. Sabio en latin, en griego, en lenguas vivas, en historia nacional, en matematicas y en teologia, entre otras obras de im- portancia, publico ensayos sobre la Independencia, sobre Bolivar y el Mariscal de Ayacucho; "Noticias de Cumanacoa", folleto mo- nogrdfico con interesantes datos, indispensables hasta hoy para mejor conocer los origenes y la evoluciOn social y religiosa de aquella region agricola, rico centro cafetero de grato clima; "Ana- les Eclesidsticos", que comprenden crOnicas documentadas y ame- nas en torno de la iglesia en el Oriente de la RepUblica y sus dignatarios, discursos civicos, elegias y sermones; "Jardin de las Rosas", el bellisimo poemario de Tomas de Kempis, traducido del trances, y en el manuscrito dejO un extenso estudio sobre ''La Igle- sia bajo la Denominacion de los Espanales", muchos de cuyos ca- pitulos fueron insertos en "El Correo de CarUpano" (1889), asi como otras obras ineditas, que no se si ya habrdn visto la luz. Dentro de sus profundos conocimientos de la liturgia sagrada, el padre Ramos Martinez fue quien formO el calendario perpetuo del Obispado de Guayana, aprobado oficialmente por su Santidad Leon XIII, y encargOse por mos de veinticinco anos del arreglo del directorio anual para la celebraciOn de la miser y las recitaciones del oficio divino. Profesor de latin, de filosofia y de matemdticas en el Colegio de Cumand y a la vez su rector, extendiO, mds tcrrde, esta labor educative a CarUpano, en el Colegio de Santa Rosa, y contaban que amorosamente empenose en formar buenos sacer- -42— Catedral de Santa Ine's de Curnana!
  • 23. DIEGO CORDOBA dotes venezolanos entre clerigos jOvenes, instruyendolos en teo- logia y cariones. El dignatario eclesiastico desempen6 diversos cargos. Cuando estudiaba sus taltimos cursos en Caracas, donde en 1864, habria de obtener el doctorado en Derecho Ccmonico, el Ilustrisimo mon- senor Mariano Fortique, hombre de talento, bondad, sabiduria e insigne orador sagrado, que siempre lo distingui6 con su estima- cion intelectual, lo tuvo de secretario privado, y despues de reci- birse sacerdote (24 de agosto de 1861), de manos de Monserior Arroyo, ilustrisimo obispo de Guayana, Ramos Martinez, en su calidad de cura y vicario foraneo, fue a ejercer su primer' minis- terio espiritual en la Parroquia Matriz de Cumand. Desde ese puesto comenz6 a revelar sus aptitudes de activo organizador y creador, sus excepcionales dones de orador sagrado y sus virtu- des cristianas. A el se debi6, no solo la reedificacion del templo de Santa Ines, obra en la que estuvo ayudado especialmente por el p:-esbitero Onofre Mariano Llomplcrrd, cura interino de Cumana, y entre otras personas acaudaladas y piadosas, por don Mauricio Berrizbeitia, asi como por el jefe militar de la plaza, el general barcelones Rafael Adrian, sino tambien la construcci6n del ce- menterio y de la iglesia de Marigiiitar y la reparacion del templo de Arenas, incendiado, en 1817, por las hordas realistas. Pendiente de todos los deberes de su apostolado a menudo se le vela reco- rrer los pueblos sucrenses prodigando servicios y consejos y reme- diando, sobre todo, las necesidades de las gentes humildes y des- validas. Llamado a Guayana por su noble amigo, el obispo Arroyo, de quien Ilego a ser competente ccnsejero en los asuntos de la Di6cesis, en ausencia de este, ocupo el importante cargo de Pro- visor y Vicario General; goberno la DiOcesis en 1866-68, dejo en todas partes las huellas luminosas de su fervor cristiano y em- prendio algunas obras, pero la inclemencia del clima guayanes hubo de danar la salud del sacerdote y por tal razon fue a residir en la isla de Margarita. En la ciudad de Porlamar regent6 dos veces el curato; desde 1878, en la categoria de parroco, ejerci6 — 44 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA su ministerio en Cartapano, siempre orgcmizando, ensenando o pro- duciendo su benemerita labor historica. Restaur6 la iglesia en rui- nas y el cementerio, impartio la catedra en el Colegio de Santa Rosa y se hizo querer y respetar de tal modo y tamano, que cuan- do failed& a la edad de 66 anos y tras de mess de un cuarto de siglo de consagracion a sus fieles, su muerte enlutO por mucho tieinpo a la sociedad y al pueblo. En sus interesantes "Memorias para la Historia de Cuman6 y Nueva Andalucia'', (C. A. Artes Graficas, Caracas, 1945), el cul- to y acucioso fray Cayetano de Carrocera, que con singularisimo carino ha seguido todos los pasos del padre Ramos Martinez, re- cogi6 unos cuantos trabajos del inolvidable historiador cumanes que, como ha escrito el mismo autor de dichas memorias, "cmda- ban dispersos, casi perdidos, en libros, folletos, revistas y periodi- cos de extrema rareza, raz6n por la cual eran conocidos de alguno que otro curioso coleccionista". Entre esos trabajos hay que desta- car los dedicados a la Santa Reliquia de la iglesia de Cumand; a la ereccion de Canapano en parroquia eclesiastica; "Noticias de Cumanacoa, principalmente por la rectificaciOn historic-a rela- cionada con la fecha de la fundaciOn de la antigua ciudad de Baltasar de los Arias ; a las referencias sobre los origenes de la fa- milia Sotillo, que did a la iglesia cumanesa dos virtuosos sacer- dotes: Manuel. Jose Sotillo Verde y Antonio Jose Sotillo Santaella, y otros estudios de indudable interes. En tan noble labor, fray Cayetano de la Carrocera encontro, por fortunes —y asi lo expresa— la vcrliosisima colaboracion de dos distinguidos intelectuales de Cumand: Juan Jose Acuna, director del semanario "Renacimiento" y Alberto Sanabria, academic° de la Historia. Pero esto no es suficiente: la memoria de Ramos Mar- tinez, eminentisimo prelado, latinista, historiografo y maestro, cu- yo nombre honra los anales culturales de la vieja y procera Nueva Andalucia, reclama que la obra completa de nuestro compatriota sea recogida, organizada cronologicctmente y dada a la estampa. 6Tendro alguna vez el Estado Sucre el gobernante que realice esta bella empresa? — 45 —
  • 24. DIEGO CORDOBA Yo todavia recuerdo, de los anos de mis mocedades en Cuma- nal, haber escuchado contar en las sabrosas tertulias de nuestros abuelos, que el padre Ramos Martinez, no cbstante su abolengo, ilustre, su grata presencia fisica y su vasta cultura eclesiastica y profana, tenia la mas encantadora de las virtudes: la modestia, una modestia pristina que el acentuaba con su timidez. Acaso por esto no irradio mas luz sobre Venezuela. Poco saliO de sus tierras orientales. Alejabase de los esplendores sociales y de las intrigas y cortesaniaS de la politica, en su epoca tan agitada en nuestro pats por las pasiones de los viejos partidos: el liberal y el conser- vador. Teniasele como a hombre de firmes convicciones civicas y de gran caracter, y si se le pedia el consejo to daba con grande- za de ciudadano, pero prefirio siempre, a toda participaciOn en los asuntos palicos, el silenc:o a media luz de su templo, la dulce paz de la casa y el amor de su biblioteca. Ahi, en ese mundo espiritual, acendraba los veneros de su patriotismo y su prof unda fe en Dios. -- 46 EL HEROE Y EL CABALLERO Tema digno de la paleta de algian pintor venezolano series el siguiente episodio de nuestros viejas guerras civiles, episo- dio epico 'y conmovedor ocurrido en Cumand en los dias de la Revolucion Libertadora, el resonante movimiento armado que se extendio por todo el pais y que de haber logrado el triunfo, qui- zas, hubiera transformado la politica de Venezuela a partir de comienzos del presente siglo. Era yo mocito inquieto, averiguador y desde entonces no he olvidado el atuendo de la batalla del 13 de noviembre de 1902 (por cierto dia de mi santo) entre las fuerzas de dos grandes cau- dillos orientales, parecidos en el denuedo y en la moral ciudada- na: el general Manuel Morales, ilUstre prOcer cumanes del libera- lismo amarillo y el general Jose Asuncion Rodriguez, valiente sol- dado margariterio, comandante de las tropas del gobierno de Cipriano Castro, de quien fue leal amigo hasta la muerte. Cumana fue atacada por Rodriguez aquel dia memorable. Entre los mas brillantes oficiales del defensor de la plaza figura- ban su hijo Jesus Morales, Pedro Nolasco Bruzual, Aquilino Espin, Panfilo Castro, Agustin Rodriguez Cordoba, los Gomez Rubio, pa- dre e hijos, Justico Arcia, y entre los del general Rodriguez desta- caban Tomasito Guerra, Tomas Garcia, Abelardo Salazar y los — 47 —
  • 25. DIEGO CORDOBA Fermin, todos, unos y otros, "chopos de piedra" de nuestra close media, resueltcs a jugarse la vida por sus principios. Mi inolvidable abuelo politico, don Ventura Rivas, a menudo me relataba aquel episodio estupendo, que hubiera colmado de orgullo al pueblo mos viril y que el, en sus sabrosas charlas con- migo y en los largos vuelos de su fosforescente fantasia, compa- raba con hechos magnificos de la historia griega y hasta ccn al- guna hazaria del Cid. Heroica fue la resistencia de Morales y en ambos bandos co- rria la sangre. Tras de mess de dos horas de recia pelea en las sabanas de El Salado y en las calles de Altagracia, el combate hubo de reducirse al Puente "Guzman Blanco" que sobre el rio Manzanares une a las dos parroquias de Cumana. Rodriguez, te- merario y ya impaciente, con fuerzas superiores y mejor armadas, orden6 tomar el puente. Luchase ahi encarnizadamente y en los momentos mos culminantes de la batalla, cay6 sin vida Pedro No- lasco Bruzual, sobrino de Jesus Morales. Este rapidamente acerc6- se a socorrerlo y en el acto fue herido de muerte. Al enterarse de aquella doble catdstrofe, el general Morales, par entre• el nutrido fuego de la fusileria, corri6 a caballo en auxilio de Jesus y mien- tras lo atendia recibi6 catorce balazos. Sin embargo, impasible y estoico, como un antiguo varan de Esparta, ansioso de salvarle la vida cargo el cuerpo de su hijo agonizante y atravesando el angostisimo callejon de El Comercio llego a su casa, situada casi al frente del Templo de Santa Ines. Ya la familia habia recibido la tremenda noticia y a falta de la esposa, a Ia puerto del angustia- do hogar, rubia y magnifica, altiva como una heroina de la Roma de los Gracos, Manuela, una de las hijas, esperaba al padre, ma- chete en mono, pronto a defenderlo. El ya viejo general, can Id- grimas en los ojos la estrech6 en sus brazos y le entreg6 el cada- ver del hermano. Dettavose unos instantes para enjugar sus cruen- tas heridas y a la vista del enemigo victorioso que avanzaba, bcrnado en sangre montO de nuevo en su brioso caballo y le claw!) las espuelas para no caer prisionero... Cuentan que el general Rodriguez, conmovido y a Ia altura del heroe, lo dej6 escapar. — 48 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA Traigo a estas crOnicas cumanesas episodio tan extraordina- rio porque no solo los grandes heroes de nuestra Independencia reclaman el culto. Merecen tambien, cuando menos, el honroso recuerdo, los otros proceres de la naciOn. Esta mistica, al parecer ingenues, consagra las virtudes ciudadanas y fortalece y enscmcha el concepto de patria. Nada impresiona tanto al hombre como la hazana heroica en defensa de una causa politica, de un noble ideal o en beneficio de Ia humcmidad• Por eso nunca el he-oe puede morir. Puede pasar el tiempo sabre su tumba Pero su pre- sencia se mantiene encendida en la conciencia de su pueblo. Para Manuel Morales como para Jose Asuncion Rodriguez, enemigos en el campo de las ideas politicos, la guerra civil, no obstante su encono, fue siempre contienda de caballeros y la es- pada simbolo de una patria generosa. El heroismo de aquel sol- dada cumanes armonizaba con la clemencia del soldado marga- riteno y ambos ofrecieron a la RepUblica, en un momenta historic°, este episodio ejemplar que, como he escrito antes, bien mereceria el triptico del pincel venezolano. — 49 —
  • 26. ANDRES JORGE VIGAS, PERIODISTA En acciOn de gracia justiciera y sentimental traigo a estas cro- nicas sobre Cumand el nombre ya olvidado de don Andres Jorge Vigas, uno de los mejores periodistas venezolanos de co- mienzos de siglo, nacido en la muy noble ciudad de Sucre, por 1854, y emparentado con distinguidisima familia, de cuyo seno recojo tambion el nombre del doctor F. C. Vetancourt Vigas, emi- nente historiador, jurisconsulto y caballero de gratisima memoria. Liberal de principios y excelente escritor politico, fogueado en la vida y en las polemicas ideolOgicas y pgrtidistas de su epo- ca, don Andres Jorge Vigas ocup6 honrosas posiciones en algunos de los gobiernos que antecedieron al del General Cipriano Cas- tro, combatiO a este dictador con la pluma y las armas, a la usanza de los viejos y gallardos escritores y poetess del Oriente de la RepUblica, como Baltasar Vallenilla Lanz y Tomas Ignacio Potentini, y solo por su aventura patriotica hubo dt sufrir el ve- jamen de la mazmorra. Cuando el General Castro fue sucedido en el poder por el General Gomez y por 1909 el esclarecido poeta y periodista An- dres Mata fundaba en Caracas EL UNIVERSAL, 11=6 a su lado a don Andres Jorge Vigas, su intimo amigo, ya sesentOn, y ahi, con la vasta experiencia que habia adquirido en la prensa na- - 51 —
  • 27. DIEGO CORDOBA cional y los conocimientos que tenia de nuestra azarosa politica, el viejo e ilustre escritor cumanes entre> a desempenar el importante cargo de editorialista de dicho diario. Esta era tarea peligrosa en aquellos tiempos dificiles para la prensa venezolana, sobre todo desde que el General GOmez logro asentarse bien sobre los estribos de hierro de su dictadura. Sin embargo, "el viejo Vigas", como carinosamente lo llamaban An- dres Mata, Director de EL UNIVERSAL, y redactores o reporteros como Luis Correa, Leopoldo Landaeta, Francisco Jimenez Arraiz, Rafael Silva, Lucas Manzano, Beltran Diez y otros, con sorpren- dente habilidad politica cuidose siempre de no suscitar el menor estropicio a la naciente empresa crue despues de cerca de cin- cuenta anos ha llegado a presentarnos uno de los primeros dia- rios de nuestra America. Yo conoci, por 1913, al notable y laborioso periodista y de el recibi siempre nobles consejos y afecto. Muy temprcmo aparecia en la redaccion de EL UNIVERSAL; entraba de puntillas en el cuar- to en que vivia, en el mismo edificio, el gran poeta de "Arias Sen- timentales"; esperaba que este se despabilara para conversar con el sobre el asunto del momento que mereciera comentarse desde el editorial y ya con la venia del Director, se acomodaba en su pequerio escritorio, en la sala mas amplia del periodic°. Abstraicrse en sus pensamientos mientras fumaba y fumaba, ajeno a la char- la y las actividades de redactores, reporteros y visitantes y, de pronto, comenzaba a concebir sus editoriales, disertos y oportunos, vaciados en prosy vigorosa, elegante y agil. Con admirable faci- lidad llenaba las cuartillas y asi, escritas a mano, pasaban direc- tamente al linotipo. Andres Mata, que bien lo conocia, nunca des- confio de su compcniero y amigo. Desde joven periodista profesional, 'el viejo Vigas" tenia el mas alto concepto de la prensa, y por tanto las disciplinas del estudio, conocimientos profundos en diversas materias, normas eticas de conducta de acuerdo con la sociedad, dominio del idio- ma con soltura y gracia y orden en el trabajo, elementos indis- pensables en el verdadero periodista para poder desenvolverse — 52 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA con responsabilidad, oportunidad y decoro en sus diarias fun- ciones. Conocia a fondo las leyes, los reglamentos y la Constitu- cion de In RepUblica, la historia nacional y nuestra evolucion politica; a los personajes del gobierno y a los caudillos, los idea- logos, resentidos o romanticos, asi como a los politicos enemigos del nuevo regimen. Todo esto formaba las armors del gran escri- tor. Para ser entonces, sobre todo editorialista de un diario en Caracas, requeriase, ademas, inteligencia clara y alerta y mucho tino diplomatic°, mucho equilibrio politico, pues habia que sortear los arrecifes amenazantes por entre los cuales navegaba temerosa la prensa independiente y aun la prensa oficialista. Una inocente Erase, un ligero comentario o un chiste, mal interpretados por los intrigantes cortesanos de Gomez o de sus familiares, fdcilmente conducian a La Rotunda. Andres Mata, hombre de reposado ta- lento y de experiencia en el oficio, necesitaba de los cien ojos de Argos para vigilar cr.toda hora las columnas de su diario. Hasta una frivola noticia que se publicara o no, o que se alterase en la section "Sociales y Personales", podia motivar, cuando menos, un "jai& de oreja" por telefono desde Miraflores, Maracay, de algUn ministro influyente o del dipsomano y temible prefecto Car- ballo. Sin duda alguna, ser periodista, y aun mas, ser editorialista en aquellos dias oprobiosos, equivalia a jugarse lo que mas de- fiende el hombre culto: su libertad. Por ese suplicio mental pas6 varios arios don Andres Jorge Vigas, pero pudo pascrr como la salamandra a .traves del fuego... solo quemandose las pestafias. Por su obra de conspicuo periodista y de brillante y diserto escritor, por su suma bondad y el fino buen humor en sus des- plantes muy venezolanos, don Andres es un personaje inolvida- ble para quienes tanto lo tratamos y conocimos a comienzos de siglo. Tan pronto como terminaba al mediodia su labor en EL UNIVERSAL, de preferencia iba a reunirse con tres o cuatro ami- gos de su confianza en el famoso, ya extinto botiquin "La India", situado frente al periodic°, y a donde se iniciaba la sabrosa ter- tulia literaria o politica con la primera rondo de brandy Bisquit. Por aquel tiempo no se conocia en Caracas el Hennessy ni el — 53 —
  • 28. DIEGO CORDOBA Marten y el whisky, segUn comentaban malos bebedores, era "me- dicinal", por lo que apenas uno que otro tertuliano pedia timida- mente: un whisky and soda bien helado. A las tres de la tarde, por lo regular, levantabase la largo sesion discutidora y bulliciosa, los animas, ya bastante alegres, y el almuerzo se tomaba en algUn restaurante: en "La Lira", modestisimo e italiano, que servia ri- quisimos spaghettis con buen vino Chianti o si en el grupo de amigos de don Andres se hallaba algUn alto funcionario del go- bierno, como, por ejemplo, el general Jesus Maria Espindola, su queridisimo companero de ideas liberales, a la sazon Director en el Ministerio de Fomento, el sitio del banquete resultaba muy costoso: el Club Concordia, pero a menudo Ia mesa mas agrada- ble, variada y esplendida nos esperaba en la propia casita de "el viejo Vigas", donde ya hervia en la gran olla el multisapido salcocho de gallina o de rosado pargo sin escamas al estilo y con todos los ingredientes y aditamentos de la buena cocina cuma- nesa. Tiempos sanos aquellos en la Caracas parrandera de enton- ces, en la sencilla amistad, en la mesa, Ia charla y el buen humor, tiempos arcodicos que se fueron para siempre. El "viejo Vigas", amenisimo conversador, de gran memoria y con el don del buen chiste oportuno, gozaba recordando su niriez de Cumcma, sus dins de juventud, sucesos, personajes, costumbres, familias y platos tipicos. Era un gracioso espiritu, ponderado pero simpatico que a menudo deleitaba a sus amigos con el comentario ogudo o la anecdota chispeante. Criollo, bajito y regordete, de ojos pequerios pero vivarachos y sonrientes, alma generosisirria y varon de rectitud moral, dis- puesto siempre a servir a sus amigos, don Andres Jorge Vigas mu- rio, ya anciano, ignoro la fecha, pero su memoria es gratisima para quienes tanto lo quisimos y respetamos. — 54 — UN PROCER DE LA CULTURA CUMANESA T T n heroe de la cultura cumanesa fue el doctor Domingo Bada- racco BermUdez, medico, maestro, ensayista, critico de arte e insigne animador, guia y espiritu de una generacion intelectual, la brillantisima que en 1904 'uncle) en Cumand la revista literaria "Broches de Flores" y de donde surgieron notables poetas, escri- tores, artistas, abogados, medicos, maestros o industriales que han dado decoroso renombre a la cultura del Estado Sucre. Cumcm6 rememora todavia con respeto y ccrrino la obra que aquel excelente educador y ciudadano realizo ahi a comienzos del presente siglo. A traves de tantos arios de mi vida de estudicm- te en el Colegio Federal de mi procera ciudad, aun me parece ver al doctor Badaracco BermUdez impartiendo sus catedras con sin- gular sabiduria, o activo y sudoroso en el dictrio ajetreo de su callejera profesion de medico de los pobres. Trajeado siempre de blanco —imprescindible el chaleco— compasivo y sonriente, a menudo abandonaba de prisa la catedra para it a pie, bajo el candente sol o bajo los torrenciales aguaceros, por las estrechas callejuelas coloniales, las polvosas sabcmas de Caigiiire o los Cis- peros cerros aledanos en socorro de los humildes, a asistirlos gra- tuitamente en sus dolencias, no obstante que el toda su vida sufrio las urgencias econornicas de la pobreza. Fue esta una de sus mos — 55 —
  • 29. DIEGO CORDOBA hellos virtudes: servir como medico al desvalido, sin lucro alguno; y entre otras muchas que lo distinguieron como cultisimo ciuda- dana, servir a la instruccion pUblica en un largo apostolado de maestro. Mats de 3G afios el doctor Badaracco sustento en aquel Colegio las closes de Literatura y de Castellano, pero no al modo retardatario de la mayoria de los profesores de su tiempo. Maestro de profunda cultura, al nivel de los mejores pedagogos venezola- nos de su generaciOn, desecho siempre la antigua escuela dogma- tica, basada en el principio de "Creed y no pregunteis", y se aco- giO al libre examen, por el que, consecuentes con la libertad po- litica los paises mas civilizados han combatido hasta enscmgren- tarse y en cuya escuela el maestro de vocaci6n, sin necesidad de las absurdas disciplinas de "la palmeta" y "el calabozo", tiene la delicada encomienda de llegar con las verdades conquistadas al espiritu de sus discipulos. Asi, aquel lUcido pedagogo en su close de Literatura imponia el metodo directo de investigacion, realiza- do por los propios alumnos bajo su direccion, y en la de Castella- no el metodo intuitivo, a la manera de Eugenio Maria de Hostos, el esclarecido maestro puertorriqueno, eliminando reglas y pre- ceptivas hasta captar, poco a poco, el conocimiento por medio de ejemplos apropiados que el mismo solia extraer de sus selectas lecturas. La obra educadora del doctor Badaracco tuvo aun mas am- plitud y grandeza en el destino de la cultura de Cumand. Fue en todos sus aspectos realizaciOn heroica en una epoca politica tan nefasta para Venezuela, en que la torpeza de los gobernantes por un lado y por el otro la carencia absoluta de elementos eficaces de trabajo, dificultaban toda accion organizada de progreso cul- tural o cientifico, sobre todo en las provincias. Los Archivos Na- cionales, por ejemplo, cosa de tanta trascendencia histOrica porn un pais, se fundaron en el nuestro por 1914, y el doctor Badaracco, amante apasionado de la historia y las tradiciones de Cumana, velando siempre por ellas, obtuvo que se le nombrara Director de los Archivos del Estado Sucre y dedicose por mas de quince aims a organizarlos hasta pocos dias antes de su muerte. Con excep- — 56 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA clonal ahinco estudio los metodos y sistemas mas avanzados de in ciencia de los archivos y bibliotecas y pronto se hizo un tecnico en In materia. Forma empleados eficientes con conciencia del valor del documento y el libro, clasific6 papeles, expedientes y legajos, descubriO, entre otras valiosisimas piezas, el acta de nacimiento (San Jose de Aerocuar) del general Jose Francisco Bermudez y con tan ardua, desinteresada y benemerita labor constituy6 in fuente mas directa de investigaciOn para el estudio de la historia de Cumand y de todo el Estado Sucre. Toda una obra de trabajo intenso, de devocion patriatica, de amor a nuestra historia. Cual- quiera podria pensar que en ella, el doctor Badaracco entontro dignas recompensas oficiales, mas no fue asi. SirviO a su ciudad nativa, en esto como en todo, con el maximo desinteres de los verdaderos apdstoles de in cultura. Adernas, antiburOcrata por naturaleza y hasta por elegancia espiritual, rehuy6 siempre las canongias comprometedoras, los cargos pUblicos y mucho mas los cenaculos de los cortesanos a in sombra del magistrado. Ja- mas puso fe y confianza en nuestros politicos, caudillos y gene- vales, ni lo halagaron las promesas de los gobernantes. Su deli cadeza de candoroso hombre de letras lo alej6 del roce con los hombres de armas, mientras que su moral civica resplandecia bajo el signo augusto de In Venezuela culta de un Andres Bello, un Cecilio Acosta o un Manuel Norberto Vetancourt. Fue el doctor Badaraccc notable critico de arte y escritor de altura con solidos y variados conocimientos literarios. Public6 be- llos ensayos, preferentemente en Broches de Flores y en otros pe- riodicos de Cumcmci; y en su inalterable modestia filos6fica, tatua- da por su provincianismo de recoleto patricio, nunca aspir6 a brillctr en las letras y las ciencias, ni aun en su querida ciudad del Manzanares. Fue un esceptico de la razOn, un convencido de las vanidades humanas y, por ende, un celibe, algo misdmtropo, agobiado por la carga de la familia. Mesurado, enjundioso y amenisimo conversador deleitaba a sus amigos habkmdoles de arte, literatura, historia y sobre todo de Grecia, de Francia, de Italia, por cuya cultura se desvivia, y de — 57 —
  • 30. DIEGO CORDOBA cuando en cuando saltaba de su coraz6n, rths que de su pensa- miento, el alfiler de la ironic, fina y oportuna, con algo del rena- nismo de nuestro inolvidable Pedro Emilio Coll. Hasta sus Utimos arios leyo mucho, perfeccionando mess y mas su cultura latina de alas universales, y no obstante su conmovedora penuria, a veces sacrificaba el limitado presupuesto familiar , para adquirir el Ulti- mo Ebro en frances o en espariol con las novedades literarias y cientificas de Europa. Orador de alto calidad academica fue tambien aquel eminen- tisimo cumanes. Entre sus discursos figura en primer termino el que pronuncio como Mantenedor de los Juegos Florales de Cuma- nd, creo que por 1920, bajo el gobierno del general larense Sil- verio Gonzalez. Discurso de gran contenido estetico, escrito en prosy de majestad y finura castellanas, un admirable canto a la Belleza, donde refiriendose, en uno de los periodos, al insigne poeta Heine, expreso lo siguiente, que es apenas una muestra de su fino estilo literario: "Con rosas y adelf as y clavos de oro queria adornar su libro maravilloso el autor del Cancionero, aquel espi- ritu todo crrmonia y color, en cuya lira de poeta hizo nido de arru- llos el suave aticismo griego." Segtan la castiza denominacion que Baltasar Gracian dies al heroe y que Carlile difundi6 en sus famosas conferencias de Edim- burgo, el individuo.creador de historia o de cultura, hombre sim- bolo, lo es por lo que refleja en un sentido universal y humano una conducta. El heroe, sea grande o sea pequerio es con todos y para todos, supera a los demos seres humanos en cuanto expresa el espiritu y voluntad de un pueblo, y, como escribi6 Rousseau, se distingue del santo en que a este lo adornan todas las virtudes mientras que el tiene una solo virtud en grado supremo: la (loci& heroica. En nuestro pais ha habido muchos heroes an6nimos, en las, ciencias, en las Tetras, en las armas, realizadores de nobles y dificiles empresas de cultura y patriotismo, cuya obra, sin em- bargo, es desconocida de la ciayoria de los venezolanos. Heroes, sobre todo de provincia, que casi nunca salieron de sus contornos, LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA ,due ella misma los forma y que por sus sacrificios de ciudadanos, de sabios, de maestros, representan, en una escala menor, al "in- dividuo" histOrico" de que nos habla Hegel en su teoria sobre los genios. "Almas heroicas que se unificaron con el medio en que vi- vieron y en el se realizaron modekandolo y modelondose". Un heroe asi fue, sin duda, el doctor Domingo Badaracco Ber- mUdez, un heroe a la medida de Cumana, todo hecho de inteli- gencia, de bondad, de civismo y de sacrificios, para quien los deberes de servir fueron en el disciplinas, gozo y a veces cilicios. — 58 —
  • 31. ANGEL CESAR RIVAS, HISTORIADOR E INTERNACIONALISTA Uecunda en heroes, sabios, tribunos y poetas, Cumana ha sido pobre en historiadores, pero entre los taltimos y mas grandes de Venezuela ocupa sitio prominente el doctor Angel Cesar Rivas (1873-1930), autor de la siguiente obra, erudita y solida "Origenes de la Independencia de Venezuela", "La Diplomacia de los Es- tados Unidos y la Monarquia en Colombia", "Historia Politica y Diplomatica- , "La Segundo Mision a Espana de Fermin Toro", etc. Hijo distinguido del golfo de Cariaco, que es to mismo que decir Cumand, Angel Cesar Rivas graduose de doctor en Ciencias Politicos en nuestra Universidad Central. Desde joven dedicose a las Tetras, y brillante escritor romantic°, afecto al miniaturismo li- terario de su tiempo, hubo de participar en el movimiento moder- nista de nuestro pais, al lado de Pedro Emilio Coll, Pedro Cesar Dominici, Cesar Zumeta, Eloy G. Gonzalez, Jacinto Lopez, L, M. Urbaneja Achephol, Andres Mata, Santiago Key Ayala y otros es- critores y poetas. Fue catedratico de Derecho Constitucional, du- rante varios arios en la misma Universidad, Ministro de Relaciones Exteriores y Miembro de Niimero de la Academia Nacional de la Historia, a la cual se incorpor6 el seis de junio de 1909. Su vasta -- 61 —
  • 32. DIEGO CORDOBA cultura literaria y juridica la maduro en los principales centros eu- ropeos, sobre todo en Espana, Francia, Inglaterra y Alemania, don- de por mucho tiempo, con infatigable empeno y devociOn patriot- ca, consagrOse a hurgar en archivos y bibliotecas en la biasquecla del documento que completara sus estudios en torno de la forma- clan de nuestra nacionalidad y de la evolucion politico-social ye- nezolana. El doctor Rivas abandonO temprano los juveniles entusiasmos del literato de of icio para transformarse en historiador, sociologo e internacionalista y en estas severas disciplinas destaco en el gru- po de maestros renovadores de Ia historia nacional, como Jose Gil Fortoul, Lisandro Alvarado, Laureano Vallenilla Lanz, Pedro Ma- nuel Arcaya, etc. Formada su mentalidad en las escuelas experi- mentalistas de Taine, Spencer, Ranke, fue uno de los primeros es- critores venezolanos que aplico el criterio cientifico y evolucionista a los estudios de nuestra Independencia, coordinando aconteci- mientos, clima, ambiente y hombres con agudo y sereno espiritu de sociologo moderno, a la vez que sosteniendo sus tesis origina- lisimas sobre las bases del documento preciso y en prosa arquitec- tonica, clara y sobria, a la manera de los mejores expositores fran- ceses. Hay que reconocer en la obra del doctor Rivas singulares atis- bos en in hermeneutica de in historia de Hispano America y de nuestro pais. Para el sociologo la Revolucion libertadora de nues- tras Colonias fue, Inas que todo, una consecuencia de la evolucion de las instituciones de la Madre Patria en America y del vigoroso e inquieto temperamento del espanol, que habia heredado el es- piritu combativo de los Comuneros de Castilla. En su largo y mi- nucioso analisis del municipio libre en tierras americanas, fij6 las influencias que tuvieron los cabildos en las instituciones de in Co- como Ia autonomia de que disfrutaron las municipalida- des. Hispanista, un poco apasionado, puede decirse que el histo- ri6grafo cumanes fue uno de nuestros primeros defensores de la cultura que Espana trajo a su extenso territorio colonial. Oponien- dose a la tesis de insignes patricios e historiadores del pasado, co- - 62 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA mo Miguel Jose Saenz, Juan Garcia del Rio, Rafael Maria Baralt, Aristides Rojas y, entre los modernos, Gonzalo Picon Febres y Ru- fino Blanco Fombona, sostiene que en aquel mundo ancho y Bar- baro no existia lo que se ha llamado "oscurantismo medioevar, sino que, al contrario, Espana establecio en sus antiguas colonias centros de estudios y otros medios de educacion. Es la misma tesis del"Revisionismo", defendida en nuestros dias por ilustres histo- riadores andinos, como Parra Perez, Parra Leon, Briceno Yragorry y Garcia Chuecos. En su documentada obra "La Diplornacia de los Estados Uni- dos y in Monarquia en Colombia", el doctor Rivas ha estudiado, en forma exhaustiva, los principios politicos y sociales de Bolivar y las influencias que trataron de ejercer en el magistrados, genera- les y cortescmos, y establecido que al Libertador repugnaban las ideas minarquicas, no solo por su temperamento de hombre ame- ricano, sino porque siempre previ6 los peligros que amenazarian a nuestros pueblos en caso de alterar su sistema politico, sobre el que asientan su soberania y el desarrollo democratic° del Continen- ts. En realidad. el Libertador opUsose en esa forma al posible y hoy cierto engrandecimiento hegemOnico de los Estados Unidos de Nor- tecxmerica. Discreto y de universal cultura, poliglota y cosmopolita, corn- petentisimo en la consulta internacional, el doctor Rivas desempen6 altos puestos tecnicos bajo el gobierno de Gomez, no por ocultas apetencias de vanidad piablica ni en busca de substanciosas pre- bendas oficiales, sino como ciudadano de responsabilidades, deseo= so de dignificar Ia magistratura y de servir al decoro de su pais. El omnipotente dictador, con su indiscutible capacidad instintiva y tambien cesdrea para valorizar a los hombres, lo nombro Ministro de Relaciones Exteriores, como llevO, asimismo, a su gabinete, a los gobiernos de los Estados. al Congreso, a la prensa oficial y a la diplomacia a otros sabios, escritores o poetas como Jose Gil Fortoul, F Guevara Rojas, Esteban Gil Borges, Cesar Zumeta, Pe- dro Emilio Coll, Pedro Manuel Arcaya, Manuel Diaz Rodriguez, Lau- reano Vallenilla Lanza, Andres Mata o Jose Austria; a todos los — 63 —
  • 33. LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA que entonces representaban la flor y nata de la cultura nacional, y en esto di6, cuando menos, paladino respeto al hombre de letras. El doctor Rivas sirvi6 con eficacia y altura nuestra Ccmcilleria y terminadas sus funciones, limpias conciencia y manos, sin dejar atras odios ni quebrantos, retorno a su vieja vida de Europa a con- tinuar sus estudios historicos y a enaltecer el nombre preclaro de la patria en el extranjero hasta que muria el 14 de julio de 1930. El eminente historiador pertenecia a un honorable hogar cumanes, donde la cultura, tanto en el padre como en los hijos, fue siempre pan del espiritu. El verdadero tamafio de los prOceres de las letras, las ciencias y las armas se mide, por lo cornim, despues de la muerte. Ar 'ropa- dos bajo el manto de la sencillez muchos venezolanos ilustres han pasado desapercibidos fren'te a sus contemporaneos a pesar de la obra meritoria que realizaron. Pero el tiempo, que es el juez su- premo de los autenticos merecimientos, recoge las proyecciones lu- minosas de esa obra y la revive del olvido. Este es el caso en Ve- nezuela del doctor Angel Cesar Rivas, cuya modestia, ni aun la irreverencia de las nuevas generaciones, podran desmerecer su gran obra de historiador e internacionalista. — 64 — HONRA A LA MEMORIA DE JESUS SANABRIA BRUZUAL Mas de siete afios se han cumplido ya de haber muerto en Ca- racas el doctor Jesus Sanabria Bruzual, eminente medico, his- toriador y decoroso ciudadano, mi querido e inolvidable maestro en el Colegio Federal de Cumand que, a comienzos del presente siglo, dirigia con su latin, su griego y su amenazante chaparro, bajo el brazo, el peripatetic° y benemerito -maestro Silverito", don Jose Silverio Gonzalez Varela. Alto, blanco y delgado, muy Bien vestido y oliendo a la me- jor agua de colonia inglesa, el doctor Sanabria, a la hora en pun- to (2 p.m.) bajaba nerviosamente de su quitrin a las puertas de aquel colegio. JamOq faltaba a la catedra y entre los parentesis de la fisica o de la botanica, casi siempre nos hacia algun comen- tario gracioso sobre la vida de la ciudad o la historia del pasado, a veces aderezado con las sales picantes de su ironia muy cuma- nesa, que conservo hasta su ancianidad de estupendo conversador. Por aquellos tiempos la sosegada y risuefia capital sucrense se sentia orgullosa de su brillantisima generacion de medicos, todos ya desaparecidos, a la que pertenecio el doctor Sanabria y entre los cuales discurren todavia, a traves de mis recuerdos juveniles, Luis Felipe Blanco, el mas viejo de todos, sabio y bondadoso ; Del- - 65 ---
  • 34. DIEGO CORDOBA fin Ponce Cordoba, excelente cirujano, alma de candor y activo apostol de los desvalidos; J. C. Rivas Morales ,tambien notable ci- rujano, que habia perfeccionado sus estudios en Europa; Francis- co de P. Rivas Maza, mos que a su profesion inclinado a las Te- tras y autor de un truculento drama provinciano: -Neurosis Vic- timaria"; Domingo Badaracco BermUdez, que unia a su ciencia, profunda cultura literaria y era guia de escritores y poetas y Eliso Silva Diaz, el medico mots joven, buen clinico y un poco afecto a la oratoria. Graduado el doctor Sanabria en nuestra Universidad Central, despues de ejercer varios anos la prof esi6n y la catedra en su pro- vincia nativa, trasladose a la capital de la RepUblica, creo que por 1914 si no me equivoco; abriO su clinica y pronto obtuvo renombre de grcm medico y selecta clientela, pero a la larga, acaso cansado o aburrido del diario ajetreo profesional, todavia a la edad de los triunfos, decidio dedicarse par completo a las investigaciones cien- tificas e historicas, con tan buena fortunes que hubo de ocupar, par indiscutibles merecimientos, el sillon consagratorio en nuestra Aca- demia de Medicina y en nuestra Academia de la Historia. Alergico a todo lo que oliese a politica, sobre todo a politica personalista y, maestro de luminosa devocion por la ensenanza, desderio siempre los cargos burocraticos de responsabilidad pUbli- ca y coma hijo de la Universidad la sirvio con ilustraciOn y esmero. Con su eficiente acuciosidad presto valiosos servicios a ambas Academies. Su mayor deleite consistia en leer, escribir y charlar y dotado del don de la palabra y de una memoria de privilegio cuentase que en las horas de reposo encantaba a sus companeros de trabajo con el discurso a flor de labio, ameno y enjundioso, en que solia recoger las ncvedades cientificas y literarias que traian entonces libros de Europa y de otros continentes. No en vano el doctor Sanabria dedico su inteligencia su entusiasmo y su tiempo al conocimiento de la historia y de las ciencias medicos. Lamento, debido a mis largos ausencias de la patria, no tener a mano la bibliografia completa del scrbio e inf a- tigable trabajador, quien public6 importantisimos ensayos sabre — 66 — LA CIUDAD MARINERA Y MARISCALA enfermedades del tropic°, scbre problemas medico-sociales y otros temas de interes porn la cultura venezolana; fue el mess documen- tado y fervoroso cronista de la vida y la obra del doctor Luis Da- niel Beauperthy, el insigne medico frances que desde muy joven radicose en Cumand, forma honorable hogar, inicio serios estudios sobre la lepra y descubrio el mosquito trasmisor de la fiebre amarilla. En el acto solemne de su incorporacion como Miembro de Niamero de In Academia de Historia, el doctor Sana- bria pronuncio extraordinario discurso en que hizo una interesan- tisima resena de la medicina en todos los poises, desde sus orige- nes en la antigua Mesopotamia, Egipto, Israel, La India, Alejan- dria, pasando par todas las escuelas hasta las de Europa' y de nuestro continente; exposicion cronolOgica, precisa y riquisima en datos, observaciones y comentarios que bien podria tenerse en los anales del pals como una de las monografias mos completas de in medicina universal. Pero no solo a este tipo de labor cienti- fica e historica consagro el doctor Sanabria su talento y sus desve- los. Empenado tambien en aportar a la medicina nacional nue- vos elementos de la cultura humana, desde 1920, sostuvo la te- sis de que par sus tendencias, aspiraciones y alcances, la medicina se inclina mess y mess coda dia hacia las ciencias sociales, y reco- mendaba por tanto que las agrupaciones medicos venezolcmas se preparasen a actuar coma organizadores y propagandistas de la gran campana del saneamiento del mundo, en la defensa comUn contra los diversos males que viene sufriendo Ia vida de los pue- blos. En 1923, en ocasion de su incorporacion a la Academia de Medicina, ya habia dicho en su discurso, acaso inspirado en el postulado de Emerson: -la riqueza mess grande de un pueblo es la salud", que el medico por su amplio radio de accion y por el puesto prominente que ocupa en la sociedad moderns, no debe aislarse en la estrechez del laboratorio o en el pequerio circulo de Ia practica profesional, ni rehuir los problemas politicos y sociales que lo rodean, sino, par el contrario, mediante el sentido critico, In penetraciOn cientifica y In responsabilidad ciudadana debe constituirse en el mas leal defensor de esos problemas. "La accion —67 —