Decimos que una fruta es de hueso cuando tienen su semilla encerrada en un endocarpio duro. Entre estas podemos encontrar los albaricoques, las cerezas, las ciruelas, los melocotones y las nectarinas, entre muchas más.
2. Fabrizio Della Polla
De acuerdo a los nutricionistas,
además de hidratar el organismo por
la cantidad de agua que acumulan,
las frutas con hueso son ricas en
vitamina A o carotenoides, los cuales
protegen la piel, las mucosas y la vista.
También ayudan en la síntesis de
melanina, la defensa natural de la piel
contra los rayos ultravioleta.
3. Fabrizio Della Polla
De igual manera, estas pueden
encerrar una cantidad importante de
vitamina C, esencial para prevenir
enfermedades cardiovasculares, el
cáncer y por sus propiedades
antioxidantes. Esta se puede conseguir
especialmente en frutas como la
nectarina o el durazno.
Asimismo, la fibra de las frutas con
hueso, sobre todo en su piel, facilita la
digestión y ayuda a corregir el
estreñimiento.
También el potasio contenido en estas
frutas -particularmente en el
melocotón, el albaricoque y la ciruela-
ayuda en el control de la tensión
arterial y disminuye la retención de
líquidos.
4. Fabrizio Della Polla
Sistema digestivo
Por otra parte, los azúcares de la frutas
con hueso son de fácil digestión y
absorción, por lo que son muy
recomendables para las personas que
deben controlar su nivel de glicemia.
Eso sin contar con que pueden ayudar
a prevenir o combatir la obesidad
porque la ingesta de estas frutas
aporta pocas calorías.
Igualmente, una cosa nada
despreciable al enumerar la ventajas
del consumo de las frutas con hueso es
que son una conveniente elección a la
hora de buscar un alimento nutritivo
que se pueda transportar, pues suelen
ser más resistente a los golpes y,
además, permite una mejor
conservación.
5. Fabrizio Della Polla
Existe un fruto que normalmente no se incluye en este grupo, pero
pertenece a él: EL AGUACATE. A pesar de que su composición dista en
muchos aspectos del resto de los frutas con hueso y no figura entre
aquellas que se buscan para comerlos en la merienda y para endulzar el
paladar, aclaramos que guarda muchas semejanzas con ellas y, además,
es rico en ácidos grasos monoinsaturados, especialmente recomendable
para la salud cardiovascular y para prepararse en ensaladas muy
apetecibles.