La confesión es un sacramento de curación en el que los pecados se perdonan a través de Jesucristo. Consiste en cinco pasos: examen de conciencia, dolor por los pecados, propósito de enmienda, confesión de los pecados al sacerdote y cumplimiento de la penitencia impuesta. El Papa Francisco explica que el perdón solo puede darse a través de Jesús y no por nosotros mismos.