El documento habla sobre Allan Dunaway, un activista hondureño por los derechos de las personas con VIH que falleció en 2009. Dejó un gran legado a través de su trabajo defendiendo el acceso a tratamientos y respetando los derechos humanos de las personas con VIH. Fundó la organización LLAVES, la cual continúa su labor. Familiares, colegas y personas a las que ayudó lo recuerdan con cariño por su valentía, empatía y compromiso con la causa.

1. REVISTA LLAVES ACORAZÓNABIERTO
Allan Dunaway
A 10 años de su partida
Por: Ester Amaya
dejó su huella como defensor de los derechos
humanos de las personas con VIH y su legado continúa.

2. an Pedro Sula. Allan Enrique
Dunaway Mejía, un activista y
defensor de las personas con
VIH, un ser humano que dejo hermo-
sas huellas de solidaridad y abogacía,
y al cumplirse diez años de su partida
su legado continúa. “Un diagnóstico
de VIH, no debería de ser nunca
sinónimo de muerte” expresaba
siempre Allan Dunaway, por lo que
enfocaba su trabajo en el acceso a los
tratamientos antirretrovirales y el
respeto de los derechos humanos,
acciones que Fundación LLAVES,
sigue llevando adelante.
Desde el año 1999 tuvo visibilidad en
medios de comunicación y puso el
rosto humano a la epidemia y con
esto le dio voz a los que no podían
hacerlo, lo que quedó plasmado en
una entrevista para Diario Tiempo en
ese momento. Fue protagonista en la
creación de Fundación Llaves, la
Asociación Nacional de Personas con
VIH (ASONAPVSIDAH), varios grupos
de Autoapoyo en Honduras y la Red
Centroamericana de Personas con
VIH (REDCA+)
Algunos de los logros que Allan
impulso fueron la aprobación de la
Ley Especial de VIH en 1999, la prime-
ra partida presupuestaria del Gobier-
no para compra de medicamentos
ARV en el 2003, una participación
destacada para la ampliación de los
centros de atención integral para
personas con VIH y la integración de
medicamentos antirretrovirales más
avanzados, como las terapias de rescate
en la Lista Nacional de Medicamentos.
Vale reconocer el determinante
trabajo en la sensibilización a los
comunicadores y comunicadoras
REVISTA LLAVESa corazón abierto
S
sociales, lo que marcó un antes y un
después en la prensa hondureña.
Siempre agradecía la labor de los
medios y el apoyo a la causa.
Reconocimientos a su trabajo
Durante su vida de liderazgo y trayec-
toria humanista tuvo varios reconoci-
mientos, entre ellos: Premio My Hero,
por Aid For Aids con sede en New
York; Ciudadano Distinguido por la
Corporación Municipal de San Pedro
Sula; Honor al Mérito, por la Secreta-
ria de Salud; Ciudadano distinguido
por el Club Rotarac del Valle de Sula;
Honor al Mérito por la Iglesia Episco-
pal; Medalla Póstuma “Allan
Dunaway” , por la Red Centroameri-
cana de Personas con VIH, la cual se
entregó por primera vez el 2010, en
Costa Rica.
Un diagnóstico de VIH,
no debería de ser nunca
sinónimo de muerte
Concasida, Guatemala, 2001
Allan Dunaway

3. “El nombre Allan Dunaway no ha pasado desapercibido en
Honduras, aun hoy cuando me presento con mi apellido
siempre hay alguien que me pregunta ¿Usted es hija de
Allan Dunaway, de LLAVES? y con mucho orgullo digo que
sí. Eso da ejemplo del gran impacto que él y mi mamá han
tenido por medio de la Fundación LLAVES, en lo mucho que
han logrado, en los sacrificios que hicieron, como renun-
ciar a su anonimato y privacidad en un tema tan delicado
como ha sido el VIH en los primeros años del milenio.
En cada entrevista que hago siempre me preguntan por
él, de su trabajo, en cómo la gente lo recuerda, en los
momentos que rompió estigmas y barreras, en el gigante
legado que dejo no solo para mí, sino para todo activista
en derechos humanos de este país. Mucho se ha escrito
de él, que es sinónimo de fuerza y valentía, no lo niego
en absoluto, pero también quiero agregar que también
fue sinónimo de empatía y humildad. En los 14 años
que pude estar con él, jamás lo vi insultando a nadie,
jamás le deseo el mal a su prójimo, creo que las únicas
veces que lo vi gritar fue a la tele cuando el Motagua
perdía. Nunca se sintió superior ni adentro ni afuera de la
oficina, dejo en claro que la Fundación no es una empre-
sa jerárquica, es una familia que se apoya, que no
importa cuán confundidos estemos, siempre lo podre-
mos lograr”.
“Allan demostró valentía y nos dejó como legado su
valor para enfrentar todas las situaciones adversas. Me
siento honrado, por ser el actual presidente de la junta
directiva de la Fundación LLAVES, y junto a los demás
miembros, nos esforzamos cada día, en continuar el
trabajo que el inicio”.
Así se recuerda a Allan
REVISTA LLAVES a corazón abierto
Mi padre sinónimo de fuerza y valentía,
de empatía y humildad
Keren Dunaway, hija
Valentía
Abogado Fernando Garrigó, presidente de
junta directiva de LLAVES
“Para mí fue un padre que me enseño valores, a no tener
miedo, y hacer con pasión todas las tareas de la vida, fue parte
fundamental de mi desarrollo como persona, siempre digo que
de él recibía disciplina, pero también recompensas, mi tío, era
justo y recto en todo lo que hacía. Me mostro que en la vida
siempre habrá retos, pero que debemos de esforzarnos para
lograr nuestros objetivos. Doy gracias al cielo por todo lo que
me enseño, sé que estaría muy orgulloso de mi. El permanecerá
para siempre en nuestros corazones”.
Justo y recto
Mildre Alberto, sobrina

4. REVISTA LLAVESa corazón abierto
“Conocí a Allan Dunaway y Rosa González durante mi prime-
ra visita a San Pedro Sula, un mes antes de Huracán Mitch en
septiembre de 1998. Allan y Rosa me recibieron en su casa y
hablamos acerca de la falta de medicamentos antirretrovira-
les que estaba poniendo en riesgo sus vidas y a la vez la vida
de miles de hondureños. Hablamos de realidades y de
abordajes para seguir. Allan era un pionero en la lucha para
el acceso a medicamentos en Honduras y en todo Centroa-
mérica, sin miedo a mostrar la cara en forma pública y sin
miedo a enfrentar las autoridades de salud. Allan tenía que
luchar contra enfermedades oportunistas que poco a
poco dañaban su salud en forma irreversible, sin embargo,
nunca abandono la lucha para el bienestar de todos. Allan
Dunaway realmente fue el pionero del movimiento para el
acceso a tratamiento en Honduras y con el valor que
siempre lo caracterizo, finalmente sacrifico su vida
por esta causa, pero a la vez abrió el camino para que
miles de hondureños y centroamericanos pudieron
acceder al tratamiento”.
Un activista y humanista
Richard Stern, activista centroamericano
“Allan dejo su huella en la historia de Honduras al luchar contra
la discriminación hacia las personas con VIH, así como también
queriendo erradicar la infección educando a las personas con
campañas de prevención. Además era muy apegado a la
familia, recuerdo que a pocos días de su fallecimiento era mi
cumpleaños, él me llamo temprano para que lo llevara a
comprar unos medicamentos y sus alimentos dietéticos ya que
también era diabético, me anduvo por varios supermercados
todo el día buscándolos, para mi sorpresa, es que andaba
haciendo tiempo porque me estaba organizando una fiesta de
cumpleaños sorpresa, el muy enfermo, ciego y en su silla de
ruedas bajando y entrando al carro de un lugar a otro, pasando
el día conmigo, el esfuerzo que tuvo que hacer para que
llegáramos tarde a la casa en vez de estar descansando en su
cama. Para Allan su equipo Motagua era especial y cada vez
que venía a jugar a San Pedro Sula iba al estadio, aunque ya no
miraba y estaba en silla de rueda, yo le decía “a qué diablos vas,
te pueden golpear o pasarte algo y ni puedes ver el partido” y
él siempre me contestaba “pero lo puedo escuchar y sentir”.
Siempre optimista y gran ser humano
Eddy Dunaway, hermano
“Allan fue una persona a quien admiro mucho, por su don
de darse a las personas, su lucha por las causas justas y su
capacidad de dar sin esperar nada, fue además un hombre
valiente que lucho por lo que consideraba era lo mejor
para su comunidad, también por el amor que profeso a su
familia, siempre un ejemplo a seguir. Allan dejo un legado
para todas las generaciones”.
Un Guerrero
Dr. Mario Cooper, Global Communities
“Allan dejó una huella imborrable de solidaridad con las
personas con VIH. Con él, se comenzaron a dejar a un lado
los temores y los prejuicios que han existido hacia la
infección. Sin duda la Fundación Llaves es un gran legado,
y ha logrado mantenerse gracias al gran esfuerzo de Rosa
González y Keren Dunaway y personas voluntarias que
apoyan sus acciones. Allan continua a través del aporte de
la Fundación LLAVES en favor de las personas con VIH.
Huella de solidaridad
periodista Marlyn Rivera de García

5. “Recordaré siempre su sensibilidad y valentía para
liderar un tema de salud que nos atañe a todos. Fue un
gran referente para el abordaje del VIH y que con su
ejemplo logró sensibilizar a una opinión pública que en
su momento carecía de información real y oportuna
sobre la infección. Allan es recordado, no solo por los
sobrevivientes de VIH, sino por todos los líderes de
opinión ya que él nos formó e indujo a hablar libremen-
te de un tema tan real y sobre todo a quitarnos el
estigma y la discriminación”
REVISTA LLAVES a corazón abierto
Sensibilidad y valentía
Abogado Fernando Garrigó, presidente de
junta directiva de LLAVES
Allan con Carlos Martinez y Ester Amaya, conduciendo programa de radio
Medalla Allan Dunaway
Perfil
Allan Enrique Dunaway Mejía
Nació: 5 de mayo de 1969
Partida: 25 de enero 2009
Padres: Edilberto y Santa de Dunaway
Hermanos: Ana, Eddy y Karla
Estudios: Colegio Tridentino y Universidad
de San Pedro Sula/Licenciado en
Administración de Empresas
Fecha de fundación de LLAVES,
noviembre 1999
En los 14 años que pude estar con él,
jamás lo vi insultando a nadie, jamás
le deseo el mal a su prójimo, creo que
las únicas veces que lo vi gritar fue a
la tele cuando el Motagua perdía
Keren Dunaway