El documento describe cómo la tecnología ya no solo es un requisito de competitividad, sino que se está convirtiendo cada vez más en un bien de consumo. Explica que las nuevas tecnologías como los teléfonos, ordenadores y televisión ahora ofrecen interacciones más allá de la máquina-hombre a través de video llamadas y comunicaciones en Internet. Además, permite el uso de archivos inteligentes, telecompras y la transición de la televisión generalista a la temática o de pago.