El desarrollo sustentable es un proceso de cambio progresivo en la calidad de vida del ser humano, que le coloca como centro y sujeto primordial del desarrollo, por medio del crecimiento económico con equidad social y la transformación de los métodos de producción y de los patrones de consumo y que se sustenta en el equilibro ecológico y el soporte vital de la región. Este proceso implica el respeto de la diversidad étnica y cultural regional, nacional y local, así como el fortalecimiento y la plena participación ciudadana, en convivencia pacífica y en armonía con la naturaleza, sin comprometer y garantizando la calidad de vida de las generaciones futuras.
1. Mobbing en México
La oficina se convierte en un espacio incómodo y la jornada laboral se hace eterna.
Lejos de aplaudir los logros de quien destaca, los colegas de trabajo lo excluyen. En
ocasiones el jefe genera tal tensión en el empleado, que éste no puede alcanzar su mejor
desempeño. En todos los casos hay violencia sicológica y el trabajador tiende a perder
autoestima, confianza en sí mismo y capacidad de producción.
Éstas son escenas frecuentes entre personas que sufren mobbing o acoso laboral,
problema que en México padece la mitad de los profesionistas y según la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) cerca de 12 millones de personas lo enfrentan en el
mundo. En Europa es considerado riesgo laboral y una epidemia.
La Organización Mundial de la Salud le ha dado grado de pandemia al ser causante de
varios suicidios. Esta instancia internacional lo define como una situación de violencia o
acoso recurrente dirigida hacia un trabajador o trabajadora con la intención de aislarlo
de un grupo laboral. Sus principales características son conductas crueles y hostiles que
se convierten en una tortura sicológica para la víctima.
Diversos autores lo han descrito como una situación en la que una o varias personas
ejercen violencia sicológica extrema, de forma sistemática, recurrente y durante un
tiempo prolongado para entorpecer las labores y destruir las redes de comunicación y
reputación de alguno de sus colegas y así obligarlo a renunciar. Para no confundirlo con
un conflicto eventual, éste debe darse mínimo una vez a la semana y por lo menos
durante seis meses.
Difamaciones, rumores, calumnias, exclusión, insultos, apodos, impedir a la víctima
participar en alguna actividad, ignorarla y hasta amenazarla son algunas de las formas
de mobbing. Quienes lo padecen sufren problemas sicológicos (angustia y depresión),
físicos (pérdida de peso, dolores de cabeza o insomnio), laborales (bajo rendimiento o
ausentismo) y sociales (conflictos familiares y pérdida de relaciones interpersonales).
En México hay tratados sicológicos sobre el tema, pero no de cómo repercute en la
víctima y su entorno. Además, generalmente no es atendido, porque no hay estudios que
demuestren cómo afecta a las empresas e instituciones. Por ello, la investigadora busca,
desde una perspectiva administrativa-organizacional, analizar el fenómeno dentro de
una institución de gobierno. Me enfocaré en el clima laboral y en cómo lo percibe el
trabajador.
En febrero de este año la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió un amparo
directo donde estableció los criterios para acreditar que un trabajador es víctima de este
tipo de acoso.