Este documento narra la historia de un grupo de amigos que emprenden un viaje a África siguiendo una serie de pistas misteriosas. Las pistas los llevan a Namibia donde descubren la cultura del pueblo Topnaar y su relación con el desierto y el río Kuiseb. Al final, descubren que el objetivo del viaje era presentar lo aprendido en un congreso internacional en París.
2. Relato- viaje a África - comunidad Topnaar
Era una noche lluviosa y fría. Trataba de concentrarme en las tareas que tenía
pendiente, cuando de pronto mis ojos descubrieron algo insólito: un juego serio
¡No lo podía creer! Empecé a leer y a encontrar diferentes pistas que me
llevaron a descubrir un gran viaje al continente Africano, específicamente, a
Namibia. ¡Cuántos lugares podría conocer ahí! Esto solo fue el inicio, porque
descubrir cada pista fue una gran aventura. Estaba anonadada.
Esa noche decidí emprender el viaje. En el camino festejé un poco mi osadía y
mi deseo de aventura. Terminé en una fiesta con un par de amigos. Festejamos
en grande. Sin embargo…
Al despertar no sabíamos dónde nos encontrábamos. ¡Cómo nos asustamos!
¿Qué hacer ahora?, ¿a quién dirigirnos? Ni siquiera sabíamos el idioma. Fue
algo traumático. Hasta se nos perdió el objetivo del viaje (¿pues qué
tomamos?). Pero encontramos la primera pista. Era una melodía instrumental,
que al parecer provenía de una cultura muy arraigada a la naturaleza . Pero
¿qué hacer con tan pocos datos? En el momento, esa música no nos dió algún
indicio para saber dónde estábamos; sin embargo, mis amigos, que son muy
hábiles, utilizaron la aplicación Shazam en sus celulares e identificaron que era
la Musique Instrumentale Des Wayana Du Litani Flute Tiliyo.
Poco después llegó otra pista. La segunda pista era una imagen de un cuarto
lleno de arena. Un hermoso cuarto verde, que dejaba entrar la arena como si
fuera el viento. Puertas de madera. Un lugar abandonado por el tiempo y la
gente.
¡Aquí es a dónde voy!
3. Seguramente, alguien jugaba con nosotros, ¿por qué usar pistas y no darnos la
información directa? Bueno, ya era todo un reto saber dónde estábamos y qué
hacíamos ahí. Por suerte, no teníamos miedo y estábamos felices de compartir
la experiencia.
La imagen nos ayudó mucho. Nos dio una ubicación más exacta de dónde
estábamos. Con el buscador de imágenes Google, supimos que estábamos en
Kolmanskop, Namibia-África. Luego usamos Google Maps para saber la
ubicación exacta.
Kolmanskop es una pequeña ciudad fantasma, que en algún tiempo albergó a
una compañía minera alemana, y que luego fue abandonada a principios del
siglo XX. Se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad costera de Lüderitz, en
Namibia.
Leímos un poco de historia para entender porque el pueblo fue abandonado.
En el año 1907, los alemanes crearon la Reserva de Fauna del Namib, la cual
incluía el territorio de los Topnaar. En 1975 éste se convierte en la reserva Parque
Nacional de Namib Naukluft, pero los Topnaar nunca dejaron de reclamar sus
derechos sobre la fauna y la flora. A finales del siglo XX se les reconocen estos
4. derechos, incluyendo el de la explotación de los recursos turísticos de la zona.
Así los alemanes tienen que salir de esta zona.
Poco después llegó una tercera pista. Ésta nos conduce al punto de encuentro
(Protea Hotel Sea View Zum Sperrgebiet de la ciudad de Lüderitz).
Cada vez estábamos más cerca de la zona costera de Namibia. Al
encontrarnos en este punto, encontramos la siguiente y cuarta pista. Un papel
arrugado con las palabras: !nara, Topnaar y Río Kuiseb. (¿Qué es eso?). Otra
vez a pensar.
Después de usar las herramientas digitales, nos enteramos que todo estaba
relacionado con un maravilloso pueblo africano: los Topnaar, cuyo idioma es el
Nama.
En ese momento, emprendemos un nuevo viaje hacia el norte de Namibia.
Rodeamos el desierto, en una ruta de casi diez horas y un recorrido de más de
800 kilómetros.
El calor es insoportable. Hacemos una parada para admirar el Río Kuiseb, hasta
llegar a Topnaar, en sus riberas.
5. Los Topnaar, es una comunidad que habita en las riberas del río Kuiseb, en los
alrededores de la ciudad de Walvis Bay y su principal territorio tradicional forma
parte del actual Parque Nacional Namib-Naukluft, donde los Topnaar han
subsistido gracias a la explotación del !nara, entre otros productos.
El !nara es un arbusto espinoso sin hojas que se encuentra en zonas del desierto
de Namib, su fruto es espinoso. Se conoce por tradición, que la explotación del
!nara ha hecho parte de la economía de los Topnaar, a pesar de que su
recolección ha perdido importancia con relación a otras épocas.
El !nara, no es un rasgo cultural aislado, sino que conlleva efectos de identidad,
influye en la organización social familiar y comunitaria y crea derechos de
sucesión y herencia.
El Río Kuiseb, atraviesa el Parque Namib-Naukluft, ha sido el hábitat natural de
los Topnaar. Además, de ser un proveedor de una de las economías del pueblo
Topnaar (la pesca). Este pequeño, pero excepcional afluente se ha convertido
en un poderoso caudal, capaz de controlar el mar de dunas y contar con las
fuerzas suficientes para llegar al océano y proveer los recursos para subsistencia
de los Topnaar.
¿Qué interesante, no? Cuando terminamos de explorar este lugar maravilloso,
el cual descubrimos por casualidad, empezamos el verdadero viaje. Todos
teníamos la tarea de buscar las pistas y nos encontramos en el mismo sitio y
empezamos a compartir las experiencias del viaje uno a uno hasta que todos
expusieron su travesía. Era increíble toda una aventura pensamos que todo
terminaría allí, pero no, las sorpresas siguieron llegando, porque ahora tenemos
el último reto, la última pista, en realidad es el objetivo de este increíble viaje,
presentáremos esta increíble historia en el VII Congreso Internacional de
Educación y Aprendizaje en Julio 2018 en París.
6. El camino fue largo y gracias a las ayudas tecnológicas permitieron que este no
fuera tan tormentoso, ahora somos todos unos expertos viajeros investigadores y
sabemos que cualquier pista por mínima que sea nos podrá contar miles de
cosas si sabemos con qué aplicación explotarla, bien sea texto, audio o
imagen nada nos quedará imposible.
¿Qué esperamos? París allá vamos… pero antes tracemos el mapa
Será un grandioso viaje de casi 15 horas, podremos conocernos mejor en el
camino.