El documento describe varios mitos comunes sobre el abuso sexual infantil y ofrece estadísticas sobre denuncias de abuso en España entre 2005 y 2006. Según el documento, el abuso sexual infantil es más común de lo que se cree y los agresores suelen ser personas conocidas de la víctima, no extraños. Además, el abuso rara vez implica violencia física y sus efectos a largo plazo en las víctimas son graves.